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TRABAJO EN CASA
OBJETIVO Caracterizar los cambios demográficos, sociales, políticos y económicos durante el siglo XIX en
Colombia
DESEMPEÑO Caracterizo los cambios demográficos, sociales, políticos y económicos durante el siglo XIX en Colombia
y asumo una posición crítica frente a la modernización del Estado
DESARROLLO DE CONTENIDOS
1. La situación política a mediados del S XIX
2. La comisión corográfica
3. La división liberal
4. El olímpico radical
5. Los procesos migratorios del S XIX
6. La economía a mediados del S XIX
7. La regeneración
8. La guerra de los mil días
9. La separación del Panamá
Sin embargo algunos pueblos no desistían de su libertad. Es así como Simón Bolívar entre 1819 y 1822 libertó varias de las
regiones del continente americano en contra de las fuerzas realistas; durante este tiempo permaneció la división en
provincias, aunque debido al caos originado por la guerra, a los levantamientos regionales y declaraciones de independencia
de varias de ellas, muchas quedaron sin gobierno de parte de la Corona española
Una vez alcanzada de forma permanente la independencia, nace el 17 de diciembre de 1819 la nación hoy conocida como
Gran Colombia, en la cual las regiones conocidas como Nueva Granada, Venezuela y Ecuador se agruparon y cada una pasó a
formar como departamento. Más tarde en 1822 se unieron las recientemente liberadas regiones del sur del Ecuador, por lo
que se reorganizó la división política administrativa del país. Los 3 grandes departamentos se dividieron en otros 12 para
hacer más fácil la gestión administrativa y fortalecer la identidad nacional. Sin embargo, aunque en un principio se pensó en
obviar las divisiones administrativas coloniales, éstos departamentos se basaron en las provincias en las cuales se hallaba
dividido el antes Virreinato.
A pesar de todos los esfuerzos posibles, la Gran Colombia fracasó como nación, dividiéndose en 1830 en aquellos 3 países que la habían
conformado (Panamá siguió unida a la Nueva Granada 70 años más). Se decidió entonces que los límites entre estos serían los que tenían
al momento de la independencia (el llamado Uti possidetis iure de 1810), para evitar confrontaciones innecesarias y posteriores
reclamaciones territoriales. La entonces República de la Nueva Granada permaneció un tiempo con la división territorial que poseía
durante la Gran Colombia, y más tarde a través de la constitución de 1832 se subdividió en provincias, siendo estas las mismas de
1810. En esta constitución se suprimen los departamentos, manteniendo las provincias y los cantones; las parroquias se convierten en
distritos parroquiales. Esta organización geopolítica se conservó en las constituciones de 1842 y 1843, hasta la reforma constitucional de
1853, que dividió aún más el territorio de la República.
ACTIVIDADES
1. Elabora los mapas que aparecen en la guía, a color y en hojas tamaño carta
2. Escribe las características físicas del territorio en cada etapa de evolución del estado colombiano.
3. Realiza un mapa conceptual sobre la ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DE COLOMBIA DURANTE EL
SIGLO XIX
4. Elabora los cuadros sobre las distintas divisiones territoriales que ha tenido Colombia
durante el S XIX
5. Realiza un resumen del texto federalismo y centralismo
La configuración actual de Colombia se dio durante el siglo XIX, que fue un siglo de contradicciones, y
enfrentamientos de tipo ideológico, político y social, por eso es necesario que a partir los aportes de
diferentes teóricos se pueda contextualizar el escenario de nuestro país en el siglo XIX.
El problema inicial a desarrollar es el del concepto de Nación y la formación de éste en las élites criollas del
siglo XIX, a partir de lo cual se desarrollan una serie de temáticas de carácter económico (librecambio y
proteccionismo), social, político que giran en torno a coyunturas de tipo religioso y étnico-racial, lo que
hace muy interesante es te estudio.
No se pretende hacer un recuento sistemático de datos históricos del siglo XIX, Sino tratar de articular una
reflexión en cuanto a los problemas planteados tomando como referentes algunos autores que se citarán en
su respectivo momento y que han analizado con detalle alguno de los aspectos arriba mencionados.
Como consecuencia de la independencia de América con España, todo el continente cambio su estructura
política hacia la división de los territorios en pequeñas soberanías, siguiendo las grandes divisiones
administrativas coloniales.
Cada región de éstas se convertiría en el futuro en un Estado Nación, no sin antes haber pasado por un
complejo proceso de transición de sus estructuras coloniales económicas y políticas a unas “modernas”
avaladas por las ideas de la ilustración traídas a América por la naciente clase criolla.
La sociedad, economía y educación colombiana en el siglo de la consolidación nacional presenta diversas
etapas, problemas, intereses de los grupos sociales, etc., que van a determinar la dinámica histórica de
Colombia.
El período entre 1750 y 1856 existió una muy estrecha relación entre el nacionalismo y un muy amplio
proceso de desarrollo político y social, la modernización. El nacionalismo surgió como respuesta a cambios
estructurales (influidos tanto desde adentro como desde fuera) en el dominio del estado y de la economía,
como reacción al limitado margen de cambio social y regional, pero también como protesta por el
desmesurado déficit de modernización que caracterizaba a la Nueva Granada, pues como plantea Ocampo,
Colombia era uno de los países más atrasados en cuanto al desarrollo exportador y la infraestructura interna
pues “A fines de la colonia, el actual territorio colombiano registraba uno de los índices de apertura al
exterior más bajos de toda Latinoamérica,”
El régimen centralista se consolidó en el Estado de la Nueva Granada en el ciclo comprendido entre 1832 y
1858. La Convención Nacional de 1831 expidió la Ley fundamental que dio surgimiento al nuevo Estado
de la Nueva Granada, integrado por las provincias del centro de la Gran Colombia, en el territorio del
antiguo Virreinato del Nuevo Reino de Granada. En 1832 se sancionó la Constitución de la Nueva
Granada, de carácter centralista, en un territorio integrado por las Provincias de Bogotá, Tunja, Socorro,
Vélez, Pamplona, Magdalena, Cartagena, Panamá, Veraguas, Antioquia, Neiva, Popayán, Pasto y
Barbacoas. Esta constitución que introdujo el régimen centralista en Colombia, tenía un ejecutivo débil, un
período presidencial de cuatro años y un régimen de provincias regido por los gobernadores y un congreso
bicameral.
Diez años después esta constitución fue remplazada por la Constitución de 1843, de carácter centralista y
autoritaria. Una década después fue sancionada la Constitución política de 1853, de carácter centro-federal,
que dio importancia al gobierno de las provincias y de los municipios, estableció la separación entre la
iglesia y el Estado, el sufragio universal directo y secreto y el nombramiento de gobernadores de provincia
por voto popular.
La Constitución de 1853 inició un proceso nacional hacia el régimen federalista, al otorgar una especie de
autonomía a las provincias. Algunas se dieron su propia constitución política y su fueron convirtiendo en
Estados federales, como fueron los casos de Panamá, Antioquia, Bolívar, Cauca, Magdalena, Boyacá,
Cundinamarca y Santander. Estos estados federales quedaron sujetos al Gobierno de la Nueva Granada en
los asuntos relacionados con el crédito nacional, ejército y marina, relaciones exteriores y otros.
La constitución política de 1863 organizó en forma definitiva un estado federal con el nombre de Estados
Unidos de Colombia, cuya vigencia va hasta 1886. La Constitución de Río Negro estableció un gobierno
federal, en el cual los estados eran entidades políticas autónomas, con legislación propia y regidas por
gobernadores elegidos por voto popular. Es durante ésta constitución en la que los liberales llegan al poder,
en la que se toma la educación primaria como una de las metas del partido.
El Aspecto educativo es muy importante a durante éste período federalista, no solo en Colombia sino en la
mayoría de los países latinoamericanos que también estaban realizando el mismo proceso.
Es un período muy conflictivo en el país en cuanto a la confrontación de diferentes grupos que intentaban
ostentar el poder, y por supuesto manejar el aparato educativo; entre éstos se pueden mencionar a los
liberales radicales, los conservadores, liberales moderados, militares y clero.
En la constitución de Rionegro El poder legislativo era bicameral con senadores y representantes de cada
estado soberano. El presidente era elegido para un período de dos años. Esta Constitución consagró todas
las libertades en absoluto, por eso se llama radical y los años comprendidos entre 1863 y 1886, son
llamados el Período del Radicalismo en Colombia. Dentro de las principales características de éste período
se encuentra la división del territorio en Estados independientes, proclamación de las libertades
individuales, derechos a la propiedad, a desplazarse libremente, libertad de palabra y prensa, inviolabilidad
del domicilio, libertad de cultos, se restringió así mismo la esclavitud y la pena de muerte.
El ciclo del Radicalismo corresponde a los años de las generaciones Romántica y Radical, llamadas
también "cultas", dado su interés por la educación y la cultura. Es el período de la Historia de Colombia en
que se inicia la era de los ferrocarriles, el telégrafo, la organización de los bancos comerciales y otras
expresiones iniciales del desarrollo industrial y tecnológico. Sin embargo, este ciclo histórico tiene también
caracteres de inestabilidad político-económica, con una débil economía en su estructura de base y un
enfrentamiento político continuo, en un país dividido entre conservadores y liberales, trabados en guerras
civiles, en lucha apasionada y fanática por la obtención del liderato y del poder. En el siglo XIX se
produjeron 52 guerras civiles en las diversas regiones colombianas, algunas de ellas generales y la mayor
parte provinciales.
Contra el federalismo y las libertades absolutas de los radicales, se enfrentó el Movimiento de la
Regeneración en las dos últimas décadas del siglo XIX, que unió a los conservadores y a los liberales
moderados alrededor de las ideas del "orden y el progreso" en búsqueda del bienestar y del desarrollo. El
Movimiento de la Regeneración defendió el orden, la centralización política y la descentralización
administrativa a través de la Constitución política de 1886, que creó la República de Colombia.
La meta de la Regeneración, fue sancionada el 6 de agosto, de 1886, siguiendo los lineamientos de sus
ideólogos Miguel Antonio Caro y Rafael Núñez. En ella se dispuso que con el fin de afianzar la unidad
nacional, la nación colombiana se reconstituyera en República Unitaria. Se estableció el principio de la
centralización política y la descentralización administrativa; se suprimieron los estados federales y
aparecieron los Departamentos, regidos por gobernantes nombrados por el ejecutivo nacional. Se conservó
la división del poder en los tres ramos: ejecutivo, legislativo y judicial. El período presidencial se extendió
a seis años; el poder legislativo se organizó con dos cámaras; senadores y representantes; el poder judicial
se organizó con una Corte Suprema compuesta de jueces vitalicios, durante su buen manejo. Se
establecieron las buenas relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado Colombiano; se ordenó que la
educación pública debiera ser organizada y dirigida en concordancia con la religión católica.
En esta medida durante la regeneración se optó por el Centralismo, el clericanismo y el presidencialismo, a
partir de lo cual Palacios afirma que “La vieja querella entre protección y librecambio quedó políticamente
resuelta a mediados de los cincuentas y nunca fue un motivo de grave discordia interpartidista.
Los enfrentamientos entre los Radicales y la Regeneración se multiplicaron en los últimos años del siglo
XIX, hasta cuando los conservadores y los liberales se embarcaron en la Guerra de los Mil Días entre 1899
y 1902. De esta guerra, la última del siglo XIX, los colombianos sacaron una lección permanente, pues el
país quedó casi destruido y en quiebra sus valores fundamentales.
Desde el siglo XVIII se fueron delineando en Colombia, y en general en Hispanoamérica, dos
mentalidades: la tradicionalista y la liberal. Estas determinaron las actitudes, ideas y sentimientos de los
grupos que formaron los dos partidos políticos más importantes de Colombia desde el siglo XIX: El Partido
Conservador y el Partido Liberal.
En la Primera República Granadina o Patria Boba se enfrentaron centralistas con sus planteamientos para la
organización político-administrativa de la Nueva Granada. Después de la Independencia se presentaron
partidos personalistas o caudillistas, alrededor de las divergencias entre Bolívar y Santander; fueron los
bolivarianos y los santandereanos quienes se enfrentaron en los últimos años de la Gran Colombia. En la
Nueva Granada se formaron dos grupos parlamentarios: los ministeriales o casacas y los
antiministeriales o liberales.
Los partidos políticos Conservador y Liberal surgieron propiamente en los mediados del siglo XIX,
cuando la situación de la nación presentaba muchos problemas sociales, y en diversos lugares del país se
fundaban las "sociedades democráticas", con la participación decisiva de los artesanos.
En el siglo XIX, el Liberalismo planteó su interés en aumentar y difundir al máximo el bienestar humano, e
inculcar en las gentes un gran respeto por la libertad de los ciudadanos. Los Liberales defendieron la
separación entre la Iglesia y el Estado, defendieron las libertades de religión, expresión e imprenta; y en
general, las garantías para el cumplimiento de los derechos humanos.
Los conservadores colombianos consideran que los cambios en la sociedad se presentaron por reformas y
evolución, no en forma de anquilosamiento estático, sino de empuje vital, conservando las permanencias
que llevan al progreso de la sociedad, eliminando las contingencias que se oponen al desarrollo y
absorbiendo los cambios fundamentales en las ideas y nuevas estructuras que llevan al progreso y bienestar
de la colectividad.
Como consecuencia del caudillismo y del gamonalismo en el siglo XIX, los partidos políticos se formaron
alrededor de los jefes y de los grupos políticos, que tenían gran influencia en los días de elecciones. Estas
eran frecuentes; en efecto, Colombia figura entre los países que más elecciones realizó en el siglo XIX en
Hispanoamérica. Los partidos políticos en el siglo XIX presentan tendencias al fraccionamiento en
pequeños subgrupos, alrededor de los intereses de los caudillos nacionales o regionales.
A finales del siglo XIX, el hombre colombiano nacía vinculado por tradición familiar a uno de los partidos
políticos: al conservador o al liberal, circunstancia que llevó a la ideologización política de los
colombianos. El fanatismo se recrudeció en los años de transición entre los siglos XIX y XX, cuando los
colombianos se enfrentaron en la Guerra de los Mil Días, que fue el enfrentamiento de dos repúblicas
políticas la conservadora y la liberal y de dos estilos de vida y de pensamiento.
Las ciudades del siglo XIX vivían un transcurrir pausado y tranquilo, sólo interrumpido por el día de
mercado, por la misa sagrada del domingo o por esporádicas celebraciones públicas. Las guerras civiles, los
levantamientos y protestas interrumpían violentamente esta rutina. Las formas de vida cambiaron
lentamente a principios del XIX y más apresuradamente a sus finales y principios del XX. Colombia en esta
época era un país rural. En 1870 tenía 2'700.000 habitantes y 35 años después había 4'100.000, de los
cuales sólo el 10% vivía en las capitales. La consolidación de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y
Bucaramanga desplazó a los centros urbanos coloniales tradicionales como Tunja, Santafé de Antioquia,
Popayán, Cartagena, Santa Marta, Girón, Socorro y San Gil, que habían tenido alguna dinámica regional en
épocas anteriores. Bogotá multiplicó por cinco su población entre 1801 y 1905. Medellín tuvo el
crecimiento más acelerado, multiplicó por ocho su población en sesenta años. La población de Barranquilla
creció cuatro veces entre 1870 y 1912 y se triplicó entre 1912 y 1928. Cali multiplicó por cuatro su
población durante el siglo XIX. Bucaramanga duplicó sus habitantes en la segunda mitad del siglo XIX.
¿CÓMO ERA UN DÍA DE MERCADO?
El día de mercado era tal vez el más agitado de la semana durante el siglo XIX y principios del XX. Era un
evento similar al de épocas coloniales, según lo describen los viajeros. El día de mercado los campesinos y
especialmente las mujeres venían a pie cargados con las cosas que vendían. Isaac Holton, viajero
norteamericano, logró sintetizar lo que se vendía en el mercado en un poema:
«Papas, tinajas, peces, alpargates, sal, cuentas, ocas, cueros, alfandoques, piscos, marranos, oro en polvo,
fresas, loza y brevas. Huevos, cabuya, plátanos, zarazas, múcuras, patos, pinas, carne, esteras, tunas,
naranjas, azafrán, fríjoles, cal y tasajo».
Miguel Cañé, viajero francés, llegó a Bogotá el día de mercado, o sea, el día en que los indígenas
agricultores de la Sabana, de la tierra caliente y de los pequeños valles llegaban a la capital. Lo describe
como algo imborrable en su memoria: «Acababa de cruzar la plazuela de San Victorino, en el centro, una
fuente tosca, arrojando el agua por numerosos conductos colocados circularmente. Sobre su grada, una gran
cantidad de mujeres del pueblo, armadas de una caña hueca, en cuya punta había un trozo de cuerno que
ajustaba el pico del agua que corría por el caño así formado, siendo recogida en una ánfora tosca de tierra
cocida. Todas esas mujeres tenían el tipo indio marcado en la fisonomía; su traje era una camisa, dejando
libre el tostado seno y los brazos y una saya de un paño burdo y oscuro. En la cabeza un pequeño sombrero
de paja; todas descalzas. Los indios que impedían el tránsito del carruaje, tal era su número, presentaban el
mismo aspecto. Mirar a uno es mirar a todos. El eterno sombrero de paja, el poncho corto, hasta la cintura,
pantalones anchos, a media pierna y descalzos. Una inmensa cantidad de pequeños burros cargados de
frutas y legumbres [...] y una atmósfera pesada y de equívoco perfume». Después del día de mercado,
señala Holton, en las chicherías se ven escenas tristes y a veces repugnantes. Las chicherías eran el sitio
donde los campesinos confluían al final del día para comprar algunas cosas de llevar, para refrescarse con la
ancestral bebida y algunos para quedarse a descansar.
Lo que va a cambiar a finales del siglo XIX es el espacio donde se desarrollaba el mercado, que
tradicionalmente había sido en la plaza principal. La plaza de mercado en todas las ciudades grandes se
remédelo, se convirtió en espacio convencional y más distante, rodeado con verjas en hierro para
demarcarlo. Era el signo del triunfo de la república. Generalmente se ubicó en una de las salidas de las
ciudades. Así la plaza perdió su carácter monopólico de centro vital. Las ciudades crecieron y otros centros
de animación comenzaron a ser lugares de mayor concurrencia: parques, paseos o la calle comercial. La
rutina cotidiana de encontrarse en la plaza, cambió para frecuentar estos nuevos espacios.
Los nuevos espacios urbanos y otras formas de esparcimiento iban a la par con formas de sociabilización
que se estaban iniciando. En la medida en que lo privado cada vez se restringía más a la familia,
paradójicamente fueron apareciendo otras formas de convivencia elegidas socialmente. En la segunda mitad
del siglo XIX surgieron paulatinamente nuevos espacios de diversión en las ciudades, como los cafés y los
bares, algunos de los cuales posteriormente se convirtieron en clubes. El más excéntrico fue la Casa de
Tívoli, que se inauguró a finales de la década de 1850 en Bucaramanga, por iniciativa de los inmigrantes
alemanes establecidos en la ciudad. Consistía en un gran salón con dos juegos de bolo, sala de billar,
cantina, jardines y un patio de dos trapecios. Era concurrido por las tardes y en las noches solamente por
caballeros. Sin embargo, su vida fue corta por considerarlo la ciudadanía demasiado extravagante. En 1873,
en la misma ciudad, se fundó el Club de Soto. Tenía gabinete de lectura, billar, servicio de comedor y
cantina. Su objetivo era reunir a los caballeros para estrechar relaciones sociales y comerciales. Después de
la guerra de 1876 pasó a ser el Club del Comercio. En 1888 aparece el Club de Barranquilla, en 1894 el
Club Unión en Medellín y el Jockey Club en Bogotá y en 1920 el Club Colombia en Cali.
La mayoría de las historias de las fundaciones definitivas de los clubes tiene como antecesores otros clubes
y otros espacios que van desapareciendo o asociándose. Por ejemplo, en Medellín desde 1880 existían
varios clubes pequeños, la mayoría formados por diez a veinte hombres que se reunían con regularidad y
que de vez en cuando celebraban un baile. Otros, como el Club del Comercio, eran sitios para hombres de
negocios. Algunos también fomentaban las actividades culturales como exposiciones de pintores. A finales
de la década de 1890, el Club Tándem, que tuvo vida hasta 1905, resultó de la unión de los clubes Brelán,
Palito y Fígaro. Pero más importante fue la formación del Club Unión por miembros de los clubes Mata de
Moras, Boston y Belchite. Hacia 1912 brindaban servicios de baños, barbería, piscina y restaurante de lujo;
era frecuentado por hombres, y las mujeres sólo participaban en bailes ocasionales o recepciones
matrimoniales. En los años veinte el club empezó a convertirse más y más en un sitio de reunión para
mujeres, que iban a tomar el té y a jugar al «bridge». En las noches era escenario de los bailes y fiestas
más elegantes. En 1924 se fundó el Club Campestre con una orientación diferente: introdujo nuevos
deportes como el golf, el tenis y el basquetbol.
Los clubes se fundaron por la influencia europea. El club fue en su inicio una asociación libre de toda
imposición y sin otro objetivo que él mismo; optaba por ignorar los vínculos con la familia y estableció un
nuevo modelo de sociabilización. No había secreto, ni iniciación, ni programa. El único compromiso era la
adhesión a un simple código de conducta, idéntico para todos los miembros, que no imponía ninguna
relación preferente con ninguno de ellos. Sin embargo, llevaba una marca en su origen: la exclusividad
masculina. A través de los clubes se crearon nuevas formas de relacionarse exclusivamente para la élite de
cada ciudad. Primero los miembros fueron sólo masculinos, para afianzar la vida pública varonil que
paulatinamente se venía ampliando con los desarrollos urbanos. Posteriormente se fue abriendo el mismo
espacio a las mujeres, primero únicamente asistiendo a las fiestas que los hombres determinaban; pero
luego con más libertad, permitiendo algunas actividades sólo femeninas dentro del club. Más tarde las
actividades se empezaron a mezclar entre hombres y mujeres, adultos y niños, con la introducción de los
deportes. De esta manera se dio paso a una sociabilidad más abierta, libre en adhesión de individuos y al
margen del control estatal. Antes había predominado una sociabilidad más cerrada y vinculada a la
actividad política, como en las logias masónicas, seguidas por las sociedades democráticas o sociedades
católicas, en las cuales el «secreto» era la premisa de ingreso.
LA BARBERÍA DENTISTERÍA
A mediados del siglo XIX era común que los viajeros llegaran
a posadas, o simplemente alquilaran una pieza y comieran en
la calle, en una fonda. Eventualmente se podía contratar una
cocinera, pero era necesario hacerle el mercado.
Posteriormente los clubes brindaron alojamiento. El argentino
Miguel Cañé llegó a una pieza en el Jockey Club en Bogotá,
en 1882. La misma función cumplía el Club Colombia en Cali,
en sus inicios. Los hoteles en Colombia aparecieron en este
siglo: en la década de 1920 se abrió el Hotel Prado de
Barranquilla, en 1929, el Hotel Ritz y el Hotel del Pacifico de
Bogotá, y en 1930, el Hotel Alférez Real de Cali. Los hoteles
eran un sitio de sociabilización principalmente masculina, para
relacionarse sobre todo con el foráneo y con el extranjero, que
cada vez más llegaban a las ciudades para buscar o consolidar
nuevos negocios.
La colonización antioqueña fue uno de los hechos culturales, económicos y sociales más influyentes en el
desarrollo de la historia, en el cual se colonizaron diversos territorios deshabitados ubicados al occidente
del país, principalmente al sur de Antioquia, así como en las áreas geográficas correspondientes a los actuales
Caldas, Risaralda, Quindío y el norte del Tolima y Valle del Cauca; es uno de los capítulos destacados en la
historia del país debido a las profundas consecuencias sociales y económicas que se produjeron en estas regiones.
La decadencia de dicho sector económico generó desde finales del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX la
movilización de familias principalmente provenientes del departamento de Antioquia hacia otros territorios
nacionales aledaños a dicho territorio, los cuales se encontraban en un relativo aislamiento geográfico que los
mantuvo todo ese tiempo al margen de la agitada historia de conflictos políticos y guerras civiles entre la
independencia y el establecimiento de la era republicana. (al igual que Antioquia).
Una vez en ejercicio del poder, el movimiento regenerador impulsó una serie de reformas que finalmente
dieron como resultado la convocatoria a una asamblea de delegados para redactar una nueva carta política.
El 8 de agosto de 1885, Núñez declaró en un discurso desde el balcón del Palacio de San Carlos, que la
Constitución de 1863 había dejado de existir.
La Regeneración estableció las bases para el regreso a un modelo de estado proteccionista, en el que
el gobierno central, nuevamente dotado de amplios poderes de los que había sido privado en la Carta
Magna de Rionegro, era el responsable de la política económica del país en materia de
importación y exportación, así como del control bancario (con la creación del Banco Nacional, predecesor
del Banco de la República), y el establecimiento de impuestos y/o aranceles.
En materia administrativa, los estados se convirtieron en departamentos, intendencias y comisarías, regidos
desde la capital, con gobernadores, alcaldes, e intendentes nombrados por el Presidente, y del sistema
federal se pasó al centralismo y a un régimen unitario. El período presidencial se aumentó a seis años, y
se dotó de toda clase de facultades al poder ejecutivo, convirtiendo al presidente casi en un monarca
absoluto. La pena de muerte fue restablecida, y tuvo plena vigencia hasta la reforma constitucional de 1910
Aunque se reconoció la libertad de cultos, Núñez afirmó que "la tolerancia religiosa no excluye el
reconocimiento del hecho evidente del predominio de las creencias católicas en el pueblo colombiano.
Toda acción del gobierno que pretenda contradecir ese hecho elemental, encallará necesariamente como
ha encallado en efecto entre nosotros y en todos los países de condiciones semejantes..." Por lo tanto, se
restablecieron los privilegios y bienes incautados de los que gozaba la Iglesia Católica. Regresaron al
país las comunidades que habían sido expulsadas, y se le encargó al clero la labor de impartir la educación.
Las relaciones entre Iglesia y Estado fueron reguladas a través del Concordato, firmado en 1887.
La Constitución Política de Colombia de 1886 fue la Carta Política Nacional que rigió la
vida constitucional de Colombia desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo cuando
fue derogada por la Constitución de 1991. Nació en el marco de la llamada Regeneración
liderada por el presidente Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro, de quienes se dice fueron
los principales autores de la Constitución.
Esta a su vez derogó la Constitución de 1863. Tuvo dos reformas importantes: la de1910
después del gobierno progresista del presidente Rafael Reyes y la reforma de1936 liderada
por el presidente Alfonso López Pumarejo que se destacó por su progresismo y políticas
favorables para la clase obrera. Otras reformas significativas se dieron en los años 1905,
1954, 1957, 1958, 1968 y 1984. La Constitución fue proclamada el 5 de agosto de 1886;
abolió el federalismo, creó un Estado unitario, administrador en lo social y económico,
sumamente confesional al considerar como religión oficial la Católica, dividió el poder en
tres ramas (legislativa, ejecutiva y judicial), estableció el periodo presidencial en seis años y
creó los departamentos como forma administrativa territorial nacional.
Colombia tuvo muchos años de guerra y disputa entre los dos partidos predominantes: el
liberal y el conservador, esto sumado a una constitución de Rionegro que promulgaba
estados independientes que llegaban a tener más poder que el gobierno central de Colombia.
Los Estados Unidos de Colombia como se llamaba el país en aquella época, en 25 años de
estar promulgada vio pasar más de 50 guerras civiles
En 1991 fue remplazada por una nueva constitución política con el propósito fundamental
de ampliar la participación ciudadana y fortalecer la democracia.
Los partidos tradicionales basaron su ideología en la filosofía liberal del siglo XVIII. y se
hallan relacionados con el federalismo y centralismo de la época de independencia y con los
Dirección KM 6 Vereda La Perdiz E-mail: perdiz.algeciras@sedhuila.gov.co
Celular 3203666083
La segunda mitad del siglo XIX representa para Colombia el rompimiento definitivo con la
estructura socioeconómica colonial. Con la imposición de las ideas liberales, el país entró de
lleno en el sistema capitalista imperante en occidente. La Constitución de Rionegro (1863-
1886) representa el triunfo de los intereses librecambistas y la imposición de las libertades
individuales absolutas.
Las ideas románticas y socialistas llegaron a la Nueva Granada, influyendo tanto en los
intelectuales que buscaban transformaciones como en los tradicionalistas.
En la Nueva Granada, por ese entonces, existían dos grupos poblacionales claramente
definidos:
Los indígenas, esclavos, artesanos, antiguos militares y comerciantes, para los cuales un
cambio en la situación social, política y económica era indispensable.
Los esclavistas, burócratas, terratenientes, militares de alto rango y clero, para quienes la
situación era ideal y debía ser mantenida a toda costa.
Para los primeros, el cambio era totalmente significativo e implicaba transformar el Estado,
pasando de unas relaciones coloniales (de acuerdo con los intereses burgueses) a un Estado
con leyes generales para todos, en las cuales se suprimieran las jerarquías ante la ley y se le
quitara a la Iglesia el monopolio del conocimiento y de la enseñanza. Estas eran las primeras
ideas liberales que abogaban por un Estado con ciudadanos libres, lo cual implicaba la
abolición de la esclavitud, así como la implantación de las libertades de expresión, religiosa,
de enseñanza y de libre comercio.
Para los segundos, liderados por Mariano Ospina Rodríguez, las cuestiones sociales sobre
las cuales se discutía tan sólo servían para dividir a los granadinos, además de interferir con
sus intereses económicos (la abolición de la esclavitud, por ejemplo, afectaba los intereses
económicos de los esclavistas, o hacer jurídicamente iguales a todos los hombres
derrumbaba el poderío social de la burocracia del país). De las anteriores disputas surgieron
sociedades que, meses después, hicieron posible la aparición los dos partidos Liberal y
Conservador:
Sociedades católicas, las cuales fueron apoyadas por Mariano Ospina Rodríguez, quien, el
21 de mayo de 1848, funda el periódico El Nacional, el cual establece las diferencias entre
los dos nacientes partidos y tilda a los liberales de ateos y libertinos.
Los seguidores del ideario de Ospina se hacen llamar conservadores; son tildados por los
liberales de tradicionalistas, godos y azules, por ser este el color del emblema mariano de la
Iglesia católica.
Las sociedades católicas, y los conservadores en sí, defendían la moralidad cristiana e iban
en contra de las ideas revolucionarias, de la igualdad real, de la usurpación y del
anarquismo.
Tanto liberales como conservadores contaban con adeptos de diferentes clases sociales, pues
no todos los conservadores eran esclavistas, burócratas y terratenientes, así como entre los
liberales también se contaban personas que veían en el manejo político del pueblo una gran
posibilidad de obtener beneficios económicos.
A pesar de existir dos partidos políticos, el pueblo pertenecía a uno u otro más por simpatía
o antipatía que por un acto genuino de adhesión ideológica a uno u otro discurso. En
Colombia, la pertenencia a un partido siempre fue una cuestión más de tradición familiar
que de reflexión individual, lo que hizo que, en nombre de la defensa de dicho partido, el
fanatismo imperase por encima del razonamiento sosegado, convirtiendo a las causas
políticas en génesis y motivo fundamentales de la violencia en Colombia durante la primera
mitad del siglo XX.
MATERIAL DE APOYO
http://elcuadernillodesocialesdesegundo.blogspot.com/2012/01/03-unidad-03-la-edad-
media.html
https://www.webcolegios.com/file/33e850.pdf
EVALUACIÓN Las actividades se evaluarán de manera individual vía Whats App con su
respectiva retroalimentación