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Análisis Contingencial. Sistema Interconductual para El Campo Aplicado PDF
Análisis Contingencial. Sistema Interconductual para El Campo Aplicado PDF
ANÁLISIS CONTINGENCIAL
Un sistema psicológico interconductual para el campo aplicado
AUTORA
ANÁLISIS CONTINGENCIAL
Un sistema psicológico interconductual para el campo aplicado
Tercera reimpresión de la primera edición Derechos Reservados ©2006
Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o trasmitida, mediante ningún sistema o método,
electrónico o mecánico, - sin el consentimiento escrito de la UNAM FES Iztacala.
APOYO TÉCNICO
MC JOSÉ JAIME ÁVILA VALDIVIESO
Corrección de estilo, formación editorial y cuidado de la edición
e) La falta de delimitación del objeto de estudio .......... 26 II. Estrategias de interacción ...................... 91
i
ir conformando una teoría sistemática construida sobre una
investigación básica que derive en aportaciones tecnológicas o
estrategias de intervención.
En los años 60 y 70 se produjo, sobre todo en Latinoamérica, un
gran auge de esta concepción, basada fundamentalmente en la teoría del
condicionamiento y en la obra de B. F. Skinner. En dicha época
abundaron los trabajos que proporcionaban una gran cantidad de
estrategias de intervención. La psicología se veía reconfortada con estas
aportaciones, y se daba un paso decisivo en su tarea de transformar o
incidir en la conducta humana, atacando los problemas que aquejan a
individuos, instituciones y grupos sociales. Fue un escalón crucial para
abandonar esa psicología de conjeturas y especulaciones mediante la
irrupción de una metodología rigurosa que establecía relaciones entre
variables, que probaba objetivamente la efectividad de sus
procedimientos y que compartía, cuando menos en los conceptos, un
lenguaje entre la investigación básica y la aplicada. No obstante las
aportaciones del análisis experimental dela conducta, finalmente tuvo
que darse un repliegue derivado de las limitaciones de concepción
acerca de la conducta humana, y que hoy aparecen con mucha nitidez;
esta visión había nacido al amparo de la fisiología experimental y había
adoptado el paradigma del reflejo; esto, aunque ayudó a desterrar
muchos mitos en la interpretación del comportamiento, tuvo un efecto
desfavorable en la medida que propició interpretaciones reduccionistas
de la conducta humana y de los eventos sociales, sobre todo de
condiciones tan importantes para el quehacer humano como la moral,
los valores de los grupos sociales y, en general, los aspectos culturales
y normativos que le dan contexto y sentido a la conducta humana.
Ante estos hechos se podían asumir, cuando menos, dos
posiciones; la de un consumidor que decide cambiar de marca cuando
le salió mal el producto, o bien la opción de un intelectual
comprometido con el saber, que se preguntaba dónde habían estado los
problemas para entenderlos y ponerles remedio. Tanto la autora como
otros pocos intelectuales de la psicología optaron por la segunda
alternativa, y en la presente obra se aprecian algunos resultados de este
empeño.
¿Cómo superar las limitaciones del tradicional análisis de la conducta y
al mismo tiempo conservar la tradición de rigor conceptual y
metodológico? ¿Cómo recuperar y darle un contexto más adecuado a
sus aportaciones? Desde hace más de una década, Emilio Ribes, junto
con otros colegas destacados, se avocó a la tarea de analizar a
profundidad el origen de los problemas y las vías más adecuadas de
solución. Han recorrido un largo camino que ha pasado por la filosofía,
la historia; por el penoso quehacer teórico de construir una visión
natural y objetiva de la psicología, por cimentar un tejido conceptual y
una sintaxis teórica. Fruto de su trabajo han sido interesantes propuestas
de cómo analizar viejas temáticas como la personalidad, la inteligencia
y el pensamiento, entre otros.
La expresión más acabada, vinculada al trabajo aplicado, la
constituye el llamado Análisis Contingencial, herramienta conceptual
para abordar los asuntos de la psicología clínica y que se desprende del
trabajo teórico e histórico de Ribes y colaboradores. En él se encontrará
la concreción del análisis de la moral y los valores a nivel psicológico
como contextos valorativos del comportamiento, sin perder el horizonte
de análisis que corresponde al psicólogo. Se aborda con acierto este
componente social valorativo que subyace al trabajo que se hace en psi-
cología clínica, visión indispensable para no aplicar ciegamente
procedimientos correctivos, y para no considerar ciertos
comportamientos como intrínsecamente patológicos, deformación que
en el pasado condujo a atrocidades en contra de grupos minoritarios a
los que se señalaba como poseídos de enfermedades de la mente.
La presente obra constituye un trabajo esperado por quienes se
preocupaban por las derivaciones aplicadas del trabajo teórico. Durante
mucho tiempo los analistas de la conducta permanecieron en la
autocrítica para la reconstrucción de sus concepciones teóricas y el
diseño de estrategias de intervención. Su trabajo se realizó casi en la
privacidad, en el cubículo y el aula, con grupos reducidos de alumnos,
en congresos con audiencias circunstanciales o de paso. Ahora se da un
salto importante, un producto permanente sistemáticamente organizado
que incluye los fundamentos en los que se sustenta una herramienta de
Intervención en el ámbito de la Psicología clínica. Sin embargo, el
iii
presente trabajo todavía es denso, no constituye una obra de fácil
lectura. Los artífices de esta visión de la psicología enfrentan el
tremendo reto de hacer comunicables sus ideas. La oscuridad de su
actual lenguaje se explica en razón de que se tuvo que ir construyendo
un habla teórica con significados precisos; porque detrás de muchas
nociones claves se encuentra un prolongado análisis de su historia e
implicaciones, que ahora no está suficientemente explícito; o porque los
viejos conceptos tienen ahora connotaciones diferentes.
Sin dejar de señalar esta responsabilidad comunicativa, hay que
recomendar la lectura cuidadosa y recelosa, una lectura que se preocupe
por analizar y verificar las propias interpretaciones que se vayan
haciendo. Al lector le recomendaríamos que si aspira a una
comprensión decente de la propuesta que ahora se presenta, es menester
familiarizarse con este lenguaje especializado. A lo largo de los
capítulos fueron quedando marcadas con sus citas, las pisadas que se
tuvieron que dar. El lector debe estar dispuesto a revivir este camino
para alcanzar al andante; debe leerlo a la manera de un hipertexto
computacional, vinculándose con frecuencia con literatura relacionada,
para después regresar al punto de origen. Si se tiene éxito en la
comprensión de la propuesta, la presente obra puede funcionar como un
marco de referencia que dé lugar a trabajos de intervención terapéutica
que partan de una lógica radicalmente diferente, la cual diversifica y le
da contexto a las funciones que puede cumplir un terapeuta.
En los primeros capítulos del libro se hace una reseña histórica
del Análisis experimental del comportamiento, un examen que
considera la profundidad de sus nociones filosóficas básicas, al igual
que su impacto y evolución en el área clínica. Se analiza la genealogía
y las circunstancias que llevaron a diversificar sus enfoques, el papel
que han jugado: una concepción filosófica de tipo dualista, la adopción
de un paradigma derivado de la fisiología experimental, la tremenda
tradición clínica que ve el comportamiento bajo el prisma del modelo
salud-enfermedad, y lo que ha significado la presión social para dar
soluciones prácticas mediante la generación de una falsa tecnología de
intervención terapéutica.
Posteriormente, en la parte más densa del libro, se trata de
presentar el conjunto de premisas de donde se deriva la propuesta del
análisis contingencial. Hay una sinopsis tanto de los planteamientos de
J. R. Kantor en relación al objeto de estudio de la psicología, como de
un sistema de definiciones y clasificaciones propuesta por Ribes y
López, que sirve como inspiración y frecuente punto de referencia.
Ambas obras, más que productos terminados, han requerido una buena
labor de interpretación, restauración y ajustes. No será infrecuente que
su lectura conduzca a confusiones, perplejidades o expectativas
paralizantes. El lector no deberá desanimarse por esta circunstancia,
precisamente porque ahora se trata de vincular planteamientos con
herramientas de intervención. A pesar de las limitaciones expositivas
de estos escritos, constituyen fuente de importantes ideas y bagajes
históricos de indispensable consideración.
Las características particulares del análisis contingencial se describen
en los capítulos subsiguientes del libro. Se destina uno de ellos al
llamado sistema macro- contingencial. Esta dimensión de análisis
constituye una fórmula novedosa donde se concretan los asuntos de los
valores y la moral como condiciones normativas que predisponen el
comportamiento en determinada dirección; y que parael caso del
análisis de los asuntos clínicos, se pueden considerar los desajustes
entre el control inmediato o situacional del comportamiento y las
normas valoradas en una comunidad. Esto se concreta en un interesante
análisis de las correspondencias entre lo que el individuo hace (llevado
por condiciones situacionales) y lo que cree (lo cual se ha ido
construyendo a partir de lo que sus diferentes grupos sociales valoran).
Por lo que se refiere al sistema microcontingencial, en él se
aborda el nivel tradicionalmente considerado como psicológico, pero
poniendo el énfasis en la interacción, en el análisis de las relaciones del
individuo con su entorno más inmediato en un contexto social, histórico
y físico. De ahí se va configurando el tipo de comprensión que se debe
tener de los problemas de la psicología clínica. Se proponen las
directrices para proceder al análisis de este nivel, considerando las
funciones que cumplen las diferentes personas y circunstancias
significativas que participan en el problema.
La conjunción del análisis macrocontingencial y
v
microcontingencial configuran un sistema global de intervención,
derivado de una lógica radicalmente diferente del trabajo clínico, lo cual
debería traducirse en una intervención mucho más estratégica en la
medida que se tiene una perspectiva más amplia y un marco de
referencia que le da contexto a cada fase o acción del proceso
terapéutico. En este sistema se considera, por ejemplo, que el efecto de
la intervención no es solamente sobre la conducta particular que se
presenta como problema, sino también se contempla el peso de las
tendencias o propensiones; la influencia que puede tener el
comportamiento de otras personas significativas, además del sistema de
valores del individuo en relación
con los que sostienen los grupos sociales en los que está inmerso el
usuario.
Finalmente, la autora proporciona una serie de esquemas,
herramientas y procedimientos que le darían concreción a todas las
ideas previas. De cualquier manera, estos recursos que se presentan, si
se quiere aprender a manejarlos con decoro y eficacia, requerirían de un
grado razonable de conocimiento de las técnicas terapéuticas más
frecuentes, así como de una cautelosa y analítica puesta en práctica que
busque realimentar la relación teoría-práctica. Como toda propuesta
novedosa, no está exenta de los errores y rectificaciones que se dan
como efecto de su puesta en marcha, máxime si proviene de una
tradición donde se privilegia el rigor científico.
vii
relevantes para aquellos que no tienen experiencia en el campo
aplicado.
ix
Dicha heterogeneidad responde al interés fundamental por
resolver los problemas que la demanda social presenta, al margen del
conocimiento de los procesos que intervienen en las complejas
relaciones humanas; y como señala López (1987), aún cuando se
consiguen resultados exitosos, no existe un cuerpo coherente e
integrado de conocimientos, y mucho de la aplicación de nuestra dis-
ciplina se deja a la comprensión personal del problema o al “sentido
clínico” del psicólogo aplicado. Lo que se requiere es un
cuestionamiento a fondo de las premisas, la lógica y las concepciones
tácitas que rigen el quehacer profesional. Esto ayudará a construir una
verdadera tecnología derivada de la ciencia básica con todas las apor-
taciones que ello implicaría.
Capítulo 1
Algunos comentarios
Análisis Contingencial - 1
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOLOGÍA CONDUCTUAL APLICADA
Análisis Contingencial - 3
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOLOGÍA CONDUCTUAL APLICADA
Análisis Contingencial - 5
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOLOGÍA CONDUCTUAL APLICADA
El enfoque cognitivo
Análisis Contingencial - 7
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOLOGÍA CONDUCTUAL APLICADA
Análisis Contingencial - 9
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOLOGÍA CONDUCTUAL APLICADA
Estado actual
S
hay que indicar que al margen de las posibles diferencias
que existen entre la Terapia Conductual, la Modificación
de Conducta y el Análisis Conductual Aplicado,
incluyendo los enfoques cognitivos actuales, todas
comparten las mismas limitaciones tanto conceptuales
como metodológicas. Como ejemplo, podemos citar las críticas a los
modelos adoptados (Yates, 1977; Ribes, 1982; Deitz, 1978; Kazdin,
1989); a la forma de proceder con respecto a los problemas psicológicos
(Goldiamond, 1974; Ribes, 1990a); así como a los resultados obtenidos
(Yates, op. cit.); y es que aún cuando los objetivos iniciales de la terapia
conductual Rieron la superación de la causalidad interna, la
fundamentación en una teoría psicológica y la definición de la conducta
presente del individuo como objetivo fundamental de cualquier
estrategia de cambio, el interés por la solución de problemas impuestos
a la psicología por sectores sociales particulares, así como diversas
limitaciones teóricas, conceptuales y metodológicas fueron propiciando
una práctica cada vez más desvinculada del conocimiento básico, más
intuitiva, e incluso ecléctica. Algunos de estos problemas se pueden
analizar como:
a. Las limitaciones del paradigma adoptado
b. La falta de delimitación del objeto de estudio en el campo
aplicado, y
c. La influencia del modelo clínico.
Para llevar a cabo un análisis en cuanto al primer nivel, es
necesario comenzar señalando algunas de las implicaciones que ha
tenido en la ciencia básica el haber adoptado un paradigma mecanicista,
Análisis Contingencial - 11
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
a) El dualismo
Históricamente, las ciencias han surgido cuando formulan un objeto
teórico de conocimiento propio que no se yuxtapone al de otras ciencias
existentes y que presenta una correspondencia empírica con la realidad
concreta, esto es, que es algo identificable en lo concreto. La psicología,
aún cuando ya estaba planteada como disciplina, se convierte en una
ciencia especial del conocimiento a través de la filosofía del
Conductismo. Watson, en 1913, dotó a la psicología de un objeto de
estudio propio: la conducta. En el momento de su formulación la
manera dominante de concebir a la psicología eran diversas formas de
cartesianismo, esto es, diferentes modalidades teóricas, donde resulta
incuestionable postular la existencia de un aparato mental o de
estructuras internas que debían estudiarse. Ello implicaba la existencia
de un mundo no material que interactuaba con uno material, la
conciencia con la acción, el aparato intrapsíquico con los desórdenes
emocionales, la mente con la conducta.
La tradición del dualismo se le atribuye de manera oficial a
Descartes -aunque él no haya sido su iniciador. Para él cada persona
vive dos historias paralelas: una pública, relativa a su cuerpo, y otra
privada, relativa a su alma. El alma racional determinaba la acción del
cuerpo del hombre, de modo que su comportamiento podía estudiarse
reduciéndolo a la acción mecánica y refleja, mientras que el alma o lo
mental eran lo causal interno que obedecía a principios propios. La
acción del hombre como movimiento debía estudiarse a través de la
mecánica, mientras que la del alma, a través de una concepción
paramecánica correspondiente a la óptica (Ribes, 1982). Esto es lo que
se ha entendido por dualismo, el hombre compuesto de dos sustancias,
una que funciona como principio regidor y otra que solamente refleja
lo “verdaderamente importante”: alma, mente, conciencia o incluso
Análisis Contingencial - 13
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
b) Causalidad
Análisis Contingencial - 15
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
c) Atomismo
Análisis Contingencial - 17
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
a) Dualismo
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UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 21
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
b) Causalidad
El paradigma del reflejo, como se había mencionado, concentra su
atención en la explicación del movimiento, enfatizando las relaciones
de contacto contiguo en tiempo y espacio. Explicar es entonces,
describir relaciones causa-efecto en la forma de movimientos
c) Atomismo
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UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 25
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 27
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Algunas premisas
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UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 31
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 33
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 35
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Tecnología psicológica
Análisis Contingencial - 37
UN ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA CONDUCTUAL
Análisis Contingencial - 39
Capítulo 3
Supuestos básicos
1. Definición de Conducta
Análisis Contingencial - 41
comportamiento y se compone de los elementos siguientes:
Análisis Contingencial - 43
Psicología, aunque deben reconocerse como abstracciones necesarias
que posibilitan distintos tipos de interacciones psicológicas.Al margen
de que entender cada uno de estos términos implica el estudio de
distintas obras, lo que nos interesa enfatizar es que en este modelo se
propone concebir al comportamiento como una unidad en donde el
contacto entre el ambiente y el organismo es un todo inseparable. En
donde la historia de los individuos tiene un lugar específico y se concibe
como un factor siempre presente en la interacción, aunque en forma de
factor disposicional, es decir, probabilizando o interfiriendo con la
interacción. En donde el contexto también se estudia como un conjunto
de factores disposicionales. En donde se evita el planteamiento de
seudoproblemas al distinguir que una cosa es la reactividad biológica,
y otra el comportamiento psicológico. En donde se concibe al ser
humano en un medio de contacto normativo, esto es, el ser humano
desde que nace está inserto en un medio sociocultural que hace posible
que se den ciertas formas de interacción que van más allá del mero
contacto con un ambiente físico. El comportamiento humano está
regulado convencionalmente. La postulación de este concepto permite
entender la naturaleza convencional del comportamiento. Es importante
enfatizar que no se trata de sumar elementos de análisis, se trata de “ver”
el comportamiento con una lógica diferente.
Ahora, con base en lo establecido hasta ahora en el modelo
interconductual y partiendo de que ciencia y tecnología emplean
categorías diferentes, fue posible desarrollar un sistema para estudiar y
transformar el comportamiento individual en su medio social. Para ello
se generaron categorías propias, que corresponden a las definidas en el
modelo, pero que están especialmente creadas para dar cuenta de casos
singulares.
Análisis Contingencial - 45
mediación se define como el proceso por el cual diversos elementos
entran en contacto recíproco directo o indirecto. Designa un proceso en
el que un elemento participativo en la interacción es determinante para
que un comportamiento se presente de cierta manera. Esto, como lo
indicamos antes, es algo que se toma en cuenta en el estudio del
comportamiento humano individual.
3. Evolución de la conducta
Análisis Contingencial - 47
mediación son inclusivos, esto es, los más simples se ven incluidos
progresivamente en los más complejos, de modo tal que el corte entre
la conducta animal y la humana no es abrupto, sino que es una transición
representada por las funciones sustitutivas. Esta transición ca-
racterística de la conducta humana a las funciones sustitutivas requiere,
tanto de un medio social estructurado, como de un adecuado desarrollo
de las estructuras biológicas implicadas. La presencia de funciones
sustitutivas en el contacto organismo-ambiente representa, como se
había señalado, la forma más compleja de organización de la conducta.
La taxonomía propuesta por Ribes y López ha permitido
reconceptuar distintas áreas de conocimiento -inteligencia,
imaginación, lenguaje, pensamiento- (Ribes, 1982, y Ribes, 1990b) y
ha dado lugar al desarrollo de un conjunto de investigaciones.
Como se señaló antes, una tecnología científica derivada del
modelo interconductual, debe considerar que toda interacción de
estudio representa procesos de comportamiento específicos con
características particulares. Esta premisa tiene implicaciones no sólo
para el análisis del comportamiento, sino para su transformación, en
tanto ello va a depender del tipo de proceso(s) identificado(s).
Para concluir este capítulo es importante considerar que, aunque no se
ha pretendido explicar el modelo interconductual, sí se pretende dejar
claro que el Análisis Contingencial se derivó de dicho modelo y no
como extrapolación directa, sino compartiendo las mismas premisas
lógicas y epistemológicas, a la vez que construyendo conceptos y
categorías propios que corresponden taxonómicamente a las del modelo
básico. El modelo inter- conductual es una alternativa actual en la
medida en la que supera las limitaciones impuestas por la adopción de
un paradigma derivado del modelo mecanicista. Algunas de las ventajas
que ofrece la creación de un sistema aplicado derivado de dicho modelo
son:
♦ Una definición precisa del campo de aplicación de la Psicología.
La definición de interconducta permite delimitar el terreno de la
aplicación del conocimiento psicológico y, por tanto, evitar los
análisis o intervenciones reduccionistas.
♦ Un sistema explicativo no causalista. El análisis funcional que
Análisis Contingencial - 49
representa una concepción diferente del quehacer en el terreno aplicado,
que no tiene que ver con lo propuesto por otras aproximaciones
terapéuticas. A ello hay que agregar que para elaborar el análisis
contingencial, se partió de un conjunto de concepciones con respecto a
la psicología en el nivel profesional. Específicamente en lo que se ha
dado en llamar psicología clínica, el modo de proceder tradicional,
como se señaló antes, ha estado permeado en mayor o menor medida,
por una concepción clínico-patológica del comportamiento. Por ello, en
el siguiente apartado se describirán las concepciones que subyacen al
análisis contingencial, especialmente cuando éste se aplica
directamente a un usuario que pide ayuda psicológica para resolver un
problema. Es importante hacer esta aclaración, ya que el análisis
contingencial, como metodología para el análisis y cambio del
comportamiento individual, puede emplearse en cualquier ámbito de
actividad humana, es decir, en el campo del trabajo, la educación y la
salud, entre otros.
Análisis Contingencial - 51
Cualquiera de estos individuos es potencialmente capaz de alterar la
interacción y la decisión de quién es el usuario del servicio, depende
entonces de factores tales como su capacidad para transformar la
interacción, su motivación para el cambio o su tiempo disponible. Así,
si al que se refiere como problema es a un niño que no quiere estudiar,
se debe entender que la relación del niño con sus otros significativos
(familia, maestros) es la que debemos analizar y transformar. De la
gente que se relaciona con el niño, debemos considerar quién va a ser
el usuario del servicio psicológico, esto es, quién nos va a brindar
información con respecto al comportamiento del niño, al de sus padres
y hermanos, entre otros; quién llevará a cabo el análisis de soluciones y
a quién se entrenará para generar los cambios pertinentes.
Seleccionamos a la persona considerando: a) quién tiene capacidad para
referir la interacción, b) quién se encuentra afectado por la interacción,
c) quién tiene disposición para asistir al servicio psicológico, d) quién
tiene la motivación para el cambio, y e) quién valora el comportamiento
como problemático. Con estos criterios, el niño que no quiere estudiar
difícilmente será el usuario; sin embargo, si en otro caso, un niño es el
afectado, tiene motivación, está capacitado para referir una interacción,
valora el comportamiento como problema, puede serlo.
Análisis Contingencial - 53
especializadas con una función social específica. La
desprofesionalización trasciende los límites de una práctica profesional
dictada por encargo social e impide caer en concepciones clínicas del
objeto de estudio. Así, durante el proceso de aplicación del análisis
contingencial como metodología, la desprofesionalización es la
estrategia de aplicación. La interacción psicólogo-usuario se convierte
en una relación educativa. El usuario es educando y educador, participa
activamente en la definición del problema, en el análisis de soluciones
y en la planificación de la intervención, entre otros. El psicólogo, por
su parte, juega un rol fundamental en dicha relación; es un educador en
el amplio sentido del término y como tal debe conocer el efecto de las
distintas funciones que puede asumir, dependiendo de cada usuario, de
cada problemática y del efecto que pretenda lograr en el com-
portamiento del usuario.
Análisis Contingencial - 55
disciplina.
EL ANÁLISIS CONTINGENCIAL
Análisis Contingencial - 57
EL ANÁLISIS CONTINGENCIAL
Análisis Contingencial - 59
EL ANÁLISIS CONTINGENCIAL
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EL ANÁLISIS CONTINGENCIAL
EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
Análisis Contingencial - 63
EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
a) Morfologías de conducta
b) Situaciones
c) Personas
d) Efectos
Morfologías de conducta
Análisis Contingencial - 65
EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
Situaciones
Las situaciones son el conjunto de características físicas y sociales,
tanto del usuario como del ambiente, que poseen funciones
disposicionales, es decir, su función es la de facilitar, entorpecer, o
hacer más o menos probable una interacción particular. Este conjunto
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EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
Análisis Contingencial - 69
EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
Personas
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EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
Efectos
La última categoría del Sistema Microcontingencial es la de los efectos.
Ello nos habla, en principio, de la relación de consecuencia entre la
morfología de conducta de un individuo y otros. Se refiere, pues, a
correspondencias funcionales entre las conductas de los individuos en
situaciones de relaciones recíprocas. Esta categoría se basa en la
Análisis Contingencial - 73
EL SISTEMA MICROCONTINGENCIAL
Análisis Contingencial - 75
Capítulo 6
EL ANÁLISIS MACROCONTINGENCIAL
Análisis Contingencial - 77
lo que le corresponde es el análisis de las prácticas individuales como
modos de interacción del individuo en la práctica socio-cultural. El
Análisis Contingencial permite el estudio de la dimensión moral
conformando, a través de los sistemas microcontingencial y
macrocontingencial, el. medio para articular en el terreno psicológico
los planos microsocial y macrosocial (Ribes, 1992).
En Psicología, los valores no pueden entenderse como entes
abstractos, entidades, ni como agentes media- cionales o “internos” que
provocan o explican el comportamiento, tampoco pueden entenderse
bajo la lógica de las variables. Los valores representan una dimensión
de las propias prácticas conductuales que regulan socialmente “la
transmisión, reproducción y ejercicio de formas particulares de
comportamiento que afectan a grupos de individuos de acuerdo con la
posición relativa que ocupan en' la estructura social” (Ribes, 1992). La
moralidad consiste entonces en la adecuación del comportamiento
individual a las prácticas sociales que regulan sus efectos.
Por lo anterior, para realizar un análisis psicológica de la
moralidad deben contemplarse dos aspectos:
Análisis Contingencial - 79
individuo con las prácticas de su grupo o grupos sociales, las corres-
pondencias entre ambos tipos de microcontingencias: las ejemplares
(aquellas donde se explicitan los valores como deber ser de una
relación) y las situacionales (aquellas otras interacciones reguladas por
las ejemplares), constituyen el sistema macrocontingencial relativo a
un individuo.
El análisis macrocontingencial, a diferencia del micro-
contingencial, no tiene como propósito la evaluación funcional de una
conducta circunscrita situacional- mente, o de una interacción
específica valorada como problema, sino que su objetivo es evaluar las
correspondencias entre la conducta de un individuo y las prácticas
valorativas de su grupo social. No se le denomina macrocontingencial
porque se refiera a un campo de contingencias mayor o más relevante,
sino porque se refiere a un análisis de correspondencias entre dos
microcontingencias: situacional y ejemplar.
Para abordar las prácticas valorativas y así analizar dichas
correspondencias se consideran dos dimensiones: Las dadas como
relación efectiva (en términos del hacer) y la conducta sustitutiva
referida a tales prácticas (en términos del creer). Dado que el criterio
fundamental es la adecuación entre el creer y el hacer, en dos micro-
contingencias distintas, se estudian distintos niveles de
correspondencia: a) intrasujeto, que es la que debe darse entre lo que un
individuo hace y lo que cree con respecto a lo que hace, y b) entre
sujetos, que se refiere a la correspondencia que debe existir entre las
prácticas de los distintos individuos que conforman la interacción, ya
sea con respecto a sus acciones como conducta efectiva, ya a sus
creencias, a ambas o a dimensiones cruzadas. Intentaremos ilustrar
problemas de carácter macrocontingencial y el tipo de correspondencias
que se identificarían. Supongamos el caso de un adolescente muy
religioso, proveniente de una familia igualmente religiosa y cuyos
amigos practican la misma religión. Este muchacho reporta que no
puede evitar masturbarse y que se siente muy culpable porque sabe que
vive en el pecado. En un caso así, de manera muy simplificada se
identifica fundamentalmente una falta de correspondencias intrasujeto,
esto es, lo que el muchacho hace, no corresponde con lo que cree que
Análisis Contingencial - 81
correspondencias. En un lenguaje más técnico se debe entonces
considerar:
Análisis Contingencial - 83
el individuo y los otros. Por un lado, una microcontingencia ejemplar
regula otro tipo de microcontingencia cuyos valores son tácitos, y por
otro lado, tal regulación se establece en relación a dos dimensiones: las
prácticas efectivas y las prácticas sustitutivas.
Para concluir este capítulo hay que agregar que existen diversas
maneras de explicitar normas o ejemplos en las microcontingencias
ejemplares. Algunos modos de establecer tal normatividad son: a) por
prescripción. Cuando el o los mediadores de la microcontingencia
modelan o instruyen sobre una clase de interacción, b) por indicación.
Cuando el mediador señala una opción sobre otra, c) por facilitación.
Cuando se auspician o disponen las condiciones para que se dé la
relación requerida, d) por justificación. Cuando se instruye o modela
sobre las consecuencias deseables que siguen a dicha relación, e) por
sanción. Cuando se operan consecuencias concretas para la interacción,
f) por advertencia. Cuando se señalan las consecuencias que pueden
ocurrir dado un comportamiento específico, g) por comparación.
Cuando se contrastan dos formas de relación, h) por condicionamiento.
Cuando se instruye sobre los requerimientos a cumplir previos a una
relación, i) por prohibición. Cuando se señala la imposibilidad de una
conducta, y j) por expectación. Cuando se instruye sobre las demandas
sociales que una relación debe satisfacer (Ribes, 1987).
El análisis macrocontingencial representa una concepción
propia para un análisis psicológico de la moralidad. Esto se toma
relevante, cuando el análisis continúen- cial se emplea como una
metodología para la alteración del comportamiento individual. En el
campo de la llamada psicología clínica el comportamiento a estudiar y
alterar es un comportamiento que se valora como problemático. Dicha
valoración, llevada a cabo por el propio usuario, o por otros
significativos, se lleva a cabo con distintos criterios, algunos de éstos
son morales. Los valores no se han considerado como correspondencias
entre prácticas de un individuo y sus grupos de referencia por ninguna
teoría psicológica. En los modelos aplicados se ignoran o se someten a
un análisis internalista o reduccionista. El sistema macrocontingencial,
junto con el microcontingencial, permite llevar a cabo un análisis de la
moralidad anclado en el comportamiento individual y como tal, posee
Análisis Contingencial - 85
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
Capítulo 7
Análisis Contingencial - 87
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
el modo.
El concepto de estilo interactivo se define como el modo
consistente en el que un individuo enfrenta situaciones que no
impliquen demandas especificas. Hay que puntualizar varios aspectos;
en primer lugar, se habla de consistencia, ello significa que a lo largo
de su historia, un individuo ha enfrentado situaciones determinadas de
la misma manera (no con las mismas respuestas sino con el mismo
modo). En segundo lugar, para identificar su(s) estilo(s) es importante
evaluar su modo de responder en situaciones que no demanden un
comportamiento específico, si existen demandas o criterios de
respuesta, lo que se estaría evaluando son capacidades o competencias,
En tercer lugar, la definición de estilo enfatiza a la interacción
situaciones-modos de responder, como lo que propiamente conforma
un estilo.
Con respecto a las situaciones con las- que se interactúa, es
evidente que no se pueden desarrollar taxonomías que identifiquen
situaciones específicas y puntuales, porque sería una tarea inagotable,
por ello se contempla la naturaleza funcional de éstas, misma que
depende de su arreglo contingencial. Así, aunque existen muchas
situaciones particulares, éstas pueden tipificarse con base en la
definición de las relaciones de contingencias genéricas que las
configuran. En relación con el modo individual de interactuar, hay que
señalar que cada individuo muestra una forma peculiar de relacionarse
con tales situaciones, de modo que ante cada arreglo contingencial cada
individuo muestra un estilo específico consistente, que difícilmente es
replicado por otro individuo, razón por la cual no pueden tipificarse
como respuestas o modos de responder, aunque sí como situaciones
contingenciales genéricas; es decir, no se pueden estructurar a priori
modos singulares de interactuar con cierto tipo de situaciones, pero sí
pueden delinearse situaciones que conformen campos contingenciales
genéricos que puedan permitir el estudio de modos singulares y
consistentes de responder ante tales situaciones.
Ribes (1990a) ha tipificado una serie de situaciones o arreglos
contingenciales que permiten el estudio de los modos consistentes e
idiosincrásicos de responder de los individuos. Dichos arreglos o
Análisis Contingencial - 89
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
I. Historia de la microcontingencia
Análisis Contingencial - 91
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
Análisis Contingencial - 93
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
Análisis Contingencial - 95
ANÁLISIS DE SOLUCIONES
Análisis Contingencial - 97
Capítulo 9
SELECCIÓN, DISEÑO, APLICACIÓN Y EVALUACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
Análisis Contingencial - 99
I. La naturaleza de la interacción terapéutica.
II. El tipo de procedimiento en términos de sus efectos.
III. Las funciones del terapeuta.
ACTO
NO-ACTO
CUMPLE
NO CUMPLE
3. Remisión
Institución o persona que lo remite
Intentos previos de solución del problema
Valoración del problema por parte del usuario y por parte de otros
b) Estrategias de interacción:
♦ Explore los tipos de contingencias enfrentadas por el
usuario a lo largo de su vida
♦ Identifique si existen consistencias en el modo como ha
a) EJE MACROCONTINGENCIAL
1. Evalúe junto con el usuario la posibilidad de mantener el sistema
macrocontingencial, tomando en cuenta:
♦ la motivación del usuario
♦ las implicaciones de la solución
♦ el costo emocional
♦ efectos a corto, mediano y largo plazo
♦ pertinencia de la solución
Persona mediadora:
Nivel de mediación:
5. Análisis macrocontingenciál
➢ Microcontingencia ejemplar:
➢ Microcontingencia situacional:
➢ Práctica efectiva del sujeto en la microcontingencia ejemplar:
➢ Práctica sustitutiva del sujeto en la microcontingencia ejemplar:
➢ Práctica efectiva del sujeto en la microcontingencia situacional:
➢ Práctica sustitutiva del sujeto en la microcontingencia si-
tuacional:
➢ Prácticas efectivas de las personas significativas en la
microcontingencia ejemplar (con respecto a las prácticas va-
lorativas pertinentes al problema):
➢ Prácticas sustitutivas de las personas significativas en la
microcontingencia ejemplar con respecto al problema:
➢ Prácticas efectivas de las personas significativas en la mi-
crocontingencia situacional (con respecto al problema):
➢ Prácticas sustitutivas de las personas significativas en la
microcontingencia situacional (con respecto a las practicas
valorativas pertinentes al problema):
7. Análisis de soluciones
Objetivo 2
Procedimiento:
Actividades en consultorio:
Actividades fuera del consultorio:
Sistema para evaluación de logros:
Funciones previstas para el terapeuta:
Objetivo 3
Procedimiento:
Actividades en consultorio:
Actividades fuera del consultorio:
Sistema para evaluación de logros: