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Akhenatón y Semenejkara, un misterio en las

arenas de Egipto
Akhenatón o Neferjeperura Amenhotep, faraón que reinó entre 1379 y
1362 a. C. ha pasado a la historia por dos elementos bien diferentes, uno
el haber estado casado con Nefertiti, el otro bastante más relevante es el
enfrentamiento que mantuvo con el politeísmo religioso egipcio,
enfrentamiento que le llevó a proclamar la existencia de un solo Dios,
Atón (el sol).

Pero ¿Qué pasó tras la muerte de la reina Nefertiti ? esta muere cuando
Akhenatón lleva reinando 14 años, lo que sabemos seguro es que las
princesas Meritatón y Anjesenpaatón fueron elevadas sucesivamente a la
posición de Gran Esposa Real, no solo en funciones ritualistas sino
también sexualmente. Ambas princesas darán a luz a sendas princesas, a
quienes se nombró como a sus madres con el agregado de "ta sherit" (la
menor). Así, las princesas Meritaton-Tasherit y Anjesenpaaton-Tasherit
fueron el fruto de la relación incestuosa del faraón Akenatón con sus hijas,
seguramente con la intención de conseguir un descendiente masculino.

Es aquí donde se produce el ascenso de un misterioso personaje,


Anjjeperura Semenejkara o Semenejkara, el cual se convierte en
corregente y reinará muy brevemente tras el asesinato de Akhenatón.
Anjesenpaatón hija del faraón reemplazó a su hermana Meritatón como
Gran Esposa Real. Meritatón pasa a ser la consorte real del nuevo
corregente Semenejkara, mientras Anjesenpaatón se convirtió en la Gran
Esposa Real de su padre Akenatón.

Estela de Pase

Hasta aquí todo parece claro, pero no obstante nada es tan sencillo, ya
que Semenejkara, el cual puede que fuera sobrino del faraón, aparece en
varias estelas desnudo junto a Akhenatón (algo inusual), así mismo está el
problema que presenta la Estela de Pase, en la cual se aprecia como el
faraón acaricia la barbilla de su compañero, Semenejkara, pero esto no
acaba aquí, ya que Semenejkara, heredará los títulos de Nefertiti, y el
jeroglífico oficial lo denomina como "El amado de Akhenatón".
Semenejkara y Meritatón ??

El remate a toda esta historia se produce ante el descubrimiento de la


tumba conocida como KV 55 y la identificación de los restos allí
encontrados.

Semenejkara ??
En torno a este tema hemos de aclarar que los egipcios eran tolerantes en
lo relativo a la bisexualidad, y que hay varias teorías que intentan explicar
tanto el quién como el cómo:

Semenejkara era hijo de Ajenatón y de una reina de menor rango que


Nefertiti (probablemente, Kiya).

Era hermano o hermanastro de Ajenatón (o sea hijo real del faraón


anterior Amenhotep III).

Pertenecía a la alta nobleza en la corte del faraón, quien desposó a la


princesa Meritatón, y por su vinculación e influencia accedió primero a la
corregencia en las postrimerías del período de Amarna y después alcanzó
el trono en solitario.

Era Nefertiti que emuló a su antecesora Hatshepsut convirtiéndose en


faraona y asumiendo rasgos masculinos. En contra de esta teoría está el
hecho de que Nefertiti no era de sangre real, al contrario que Hatshepsut.
Esta teoría ha sido desestimada.
En búsqueda
de Semenejkara
Publicado originalmente en inglés (aquí) el 26 de junio del 2019. Traducido
al español por Meyling Largaespada.

Mi libro, Buscando las tumbas perdidas de Egipto (Searching for the Lost
Tombs of Egypt) salió ayer como libro de bolsillo, y estoy pensando en volver
a Egipto a buscar “tumbas perdidas” con un cuarto grupo en octubre. Una de
las personas de las que hablo en el Capítulo 3 es un faraón poco conocido
llamado Semenejkara. Él (¿o tal vez ella …?) fue un faraón del Período de
Amarna y probablemente gobernó hacia el final del reinado de Ajenatón
como corregente, o después de la muerte de Ajenatón como su sucesor (ya
sea inmediato o no).
Mirando a través de la llanura desértica donde una vez estuvo la capital de
Ajenatón, tomada del área de las Tumbas del Norte.

Sin embargo, el nombre de este faraón está ausente de todas las listas de
reyes, y solo salió a la luz por primera vez a principios del siglo XIX en la
tumba no. 2 en Amarna, que pertenecía a un alto funcionario, Meryra (II), el
“Supervisor del Harén Real de la Gran Esposa Real, Nefertiti”.

La tumba se encuentra entre el grupo del norte en el sitio (más información a


través del Proyecto Amarna aquí), y conserva una serie de escenas
importantes que muestran a Ajenatón “en casa”, el propietario de la tumba
siendo recompensado por Ajenatón, Ajenatón recibiendo tributo de los
representantes de varios grupos extranjeros y, lo más importante para
nosotros aquí, el dueño de la tumba siendo recompensado por Semenejkara.

Los egiptólogos siguen confiando en la serie de seis volúmenes Las tumbas


de roca de El-Amarna (The Rock Tombs of El-Amarna) de Norman de Garis
Davies, la publicación definitiva de la decoración de las tumbas. Cuando de
Garis Davies visitó la tumba no. 2 a principios del siglo XX, la escena había
sido gravemente dañada por los ladrones y los cartuchos que identificaban a
las figuras reales en la escena en cuestión se habían perdido.

imagen de Garis Davies, la escena de Meryre siendo recompensado por


Semenejkara y Meritatón. Los cartuchos (formas ovales que encierran los
nombres reales) del rey estaban originalmente presentes en la parte
superior derecha de la escena donde de Garis Davies muestra una gran
área dañada.Davies, N de Garis, The Rock Tombs of El-Amarna Part II. The
Tombs of Panehesy and Meryra ii (Archaeological Survey of Egypt 14;
London, The Egypt Exploration Fund, 1905)

Afortunadamente, sin embargo, la gran expedición de Karl Richard Lepsius


visitó la tumba en el verano de 1845 y copió la decoración antes de que
ocurriera este vandalismo.

Los cartuchos tal como aparecieron en la monumental publicación de


Lepsius: Lepsius, C R Denkmaeler aus Aegypten und Aethiopien III, pl. 99a
(Berlín, 1849-59)

Los dos cartuchos más grandes, en el extremo izquierdo, son los del dios de
Ajenatón, Atón. Se leen de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda de la
siguiente manera: “Re, gobernante de los dos horizontes, que se regocija en
el horizonte, en su nombre de luz, que es Atón”, que es la última de las dos
versiones del nombre completo de Atón. De los otros tres cartuchos más
pequeños, el de la izquierda y el del centro son los nombres de Semenejkara,
la más grande de las dos figuras en el centro de la escena. Se leen de arriba
hacia abajo, de izquierda a derecha: “El Rey del Alto y Bajo Egipto,
Anjjeperura, el hijo de Re, Semenejkara Dyeserjeperu”. El cartucho en el
extremo derecho se relaciona con la menor de las dos figuras y dice “la Gran
Esposa Real, Meritatón”.

Aunque es posible que las figuras hayan sido talladas originalmente como
representaciones de Ajenatón y Nefertiti, los cartuchos dejan en claro que
eventualmente tuvieron la intención de representar a dos individuos
diferentes.

Semenejkara: ¿hombre o mujer?

Desde que se registró la tumba, han salido a la luz varias inscripciones más
con el nombre de Semenejkara, pero todo es relativamente poco, lo que
parece extraño, dado que la escena de Meryra deja en claro que este
individuo era el faraón de Egipto. No sabemos si reinó junto o después de
Ajenatón, y la imagen ha sido confundida por la presencia del nombre del
trono “Anjjeperura” en varias inscripciones, pero como parte de un nombre
real más largo y diferente al de la tumba de Meryra, que parece haber
pertenecido a una mujer faraón. Este otro nombre incluía el elemento
“Neferneferuatón”, que se sabe que era un nombre en poder de la famosa
reina de Ajenatón, Nefertiti. Para muchos, esto lleva a una conclusión
directa: Semenejkara era simplemente otro nombre usado por Anjjeperura
Neferneferuatón / Nefertiti, y Semenejkara era, por lo tanto, una mujer.

Sin embargo, más recientemente, a medida que la evidencia se ha analizado


aún más, muchos han llegado a la conclusión de que, de hecho, había dos
personas que usaban el nombre del trono “Anjjeperura”, uno llamado
Semenejkara que era hombre y otro llamado Neferneferuatón que era mujer.
Por supuesto, en este caso, la escena en la tumba de Meryra II tiene mucho
más sentido: la imagen no indica que Semenejkara no fuera un hombre y la
presencia de la esposa del faraón a su lado requiere un poco de explicación.

Visitando la tumba

He tenido la suerte de visitar las tumbas del norte en Amarna en varias


ocasiones en los últimos años. Las tumbas no están, de ninguna manera,
todas abiertas a los visitantes; No. 2 no está entre las que visitan los turistas
regularmente, pero en un viaje reciente decidí que tenía que hacer todo lo
posible para verla y, con la ayuda de algunos amigos y un guía muy útil, lo
hice. Pensé que podríamos caminar hasta allí, pero esa no es la manera de
hacerlo. Esto es lo que pasó…

Cuando me di cuenta de lo difícil para llegar allí, entendí por qué


inicialmente fue tan reacio. Como verás en el video, la tumba se encuentra a
una corta distancia en moto del grupo principal de tumbas en el norte, y en
la parte superior de un camino empinado que se ha facilitado un poco más en
los tiempos modernos mediante la instalación de algunas gradas, pero
todavía es un poco difícil en el calor. El guía comenzó a toser en un punto
mientras subíamos, cada vez más despacio. “¿Enta kwayis?” (“¿Estás bien?”)
Le pregunté. “Tammam” (“OK”) dijo, y luego “Cigaretta”, culpando al cigarro
de su tos, no a la escalada, lo que me hizo reír.

Sabía que la escena había sido gravemente dañada hace más de un siglo y no
esperaba ver mucho, pero esperaba poder ver la extraña pista de lo que
Lepsius, de Garis Davies y otros habían visto. Sin embargo, casi no hay nada.
Los rayos del Atón encima de las dos figuras eran visibles (mira abajo, si
miras de reojo quizás), y tal vez con mejor iluminación y más tiempo podría
haber sido posible ver más, pero en las circunstancias me pareció como si
casi todo lo demás se había ido.
La sala de columnas en la tumba de Meryra II. La pared que una vez tenía
imágenes de Semenejkara y Meritatón se encuentra más allá y entre los
dos pilares de la imagen de la izquierda; El muro en sí está a la derecha.
¿Puedes ver los rayos de Atón en la parte superior?

Qué lástima. Sin haber visto y grabado la escena a mediados de 1800,


nuestro conocimiento de Semenejkara sería mucho más pobre. Y si de Garis
Davies hubiera sido el primero en verlo, con los cartuchos borrados,
probablemente habría concluido que las figuras eran las de Ajenatón y
Nefertiti, no diferentes de la gran mayoría de las demás en Amarna. Se ha
convertido en una de las escenas más icónicas para el estudio del período, y
ahora se ha ido. Un recordatorio útil quizás de que nuestro conocimiento del
pasado antiguo puede ser transformado por una sola evidencia. Debemos
estar agradecidos por lo que tenemos, pero ¿cuánto más podría haber habido
alguna vez?
Otro copista y un nuevo libro…

Por cierto, desde que redacté este texto por primera vez hace unos meses, he
estado trabajando en un nuevo libro que cuenta la historia de la arqueología
y el descubrimiento en Egipto a través de una serie de “Cuadernos de
egiptólogos”. Mientras miraba los dibujos gloriosos e inéditos del explorador
escocés Robert Hay, decidí ver si había copiado los cartuchos de
Semenejkara y Meritatón en la tumba no. 2 cuando la visitó en 1827, casi dos
décadas antes de Lepsius. Las tumbas en Amarna llamaron la atención de los
exploradores occidentales en 1824 cuando fueron descubiertas por el pionero
egiptólogo inglés John Gardner Wilkinson. De hecho, Hay, que había llegado
a Egipto el mismo año y era un amigo cercano de Gardner Wilkinson, estaba
muy molesto porque la existencia de las tumbas solo se le reveló tres años
después cuando su amigo en común, James Burton lo llevó allí: “¡Este
conocimiento ha sido guardado en secreto, y ha sido guardado con el mayor
cuidado que jamás haya visto y acariciado el tesoro más grande jamás
contado!”.
Una página de copias y notas hechas por Robert Hay durante su visita a
Amarna en 1827 y ahora en la Biblioteca Británica (Agregar MS 29847
f63). Su copia de los cartuchos de Semenejkara y Meritatón de la tumba de
Meryra II se encuentra en la esquina inferior derecha (mira también a
continuación).

Aunque Hay y los artistas con los que trabajó eran excelentes copistas,
parece que no pudieron ver las señales tan bien como el equipo de Lepsius, el
nombre de coronación Anjjeperura es claro, pero el nombre de nacimiento,
los nombres de Semenejkara y Meritatón no lo son. Lepsius fue uno de los
grandes pioneros del estudio de la lengua egipcia antigua y tenía la ventaja
de comprender mucho mejor los jeroglíficos que lo que Hay podría haber
tenido en un momento en que el sistema de descifrado de Champollion
acababa de anunciarse y todavía estaba en un Etapa bastante rudimentaria.
Detalle de los cartuchos del manuscrito de Hay. Los cartuchos de Atón y el
nombre de Anjjeperura son claros, pero los de Semenejkara Dyeserjeperu y
Meritatón ya estaban claramente dañados en este momento. Sin embargo,
obviamente quedaba suficiente para que el equipo de Lepsius hubiera leído
los nombres completos. Curiosamente, esta fue una de las pocas páginas en
el archivo masivo de Hay que ya había sido fotografiada digitalmente
cuando las miré en junio de 2019, por lo que obviamente no fui el primero
en interesarme en el registro de Hay de esta inscripción, ¡no me sorprende!
Meritatón
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Meritatón

Princesa y Gran Esposa Real de la Dinastía XVIII de Egipto

Información personal

Nacimiento Tebas, Egipto

Familia

Padre Ajenatón

Madre Nefertiti

Consorte Akenatón y Semenejkara

Descendencia Meritatón-Tasherit
[editar datos en Wikidata]

Meritatón, que significa "La amada de Atón", fue una princesa egipcia de
la Dinastía XVIII de Egipto. Era la primogénita del rey Amenofis IV (que unos
años después cambiaría su nombre por el de Akenatón) y la Gran Esposa
Real, Nefertiti. Su nombre significa amada de Atón. Sus hermanas
fueron Meketatón, Anjesenamón, Neferneferuatón Tasherit, Neferneferura,
y Setepenra.1
Es posible que Meritatón naciese en el primer o el segundo año de reinado de
su padre, en la ciudad de Tebas. Quedaban aún tres años para la definitiva
ruptura entre el faraón y el sacerdocio de Amón, y el "exilio" de la familia real y
la corte a una recién fundada capital en el Medio Egipto, a la que se impondría
el nombre de Ajetatón.
Durante los primeros 14 años del reinado de su padre, Meritatón fue la
segunda dama de la corte y la mujer más importante del país, sólo por detrás
de su madre. Aparece en infinidad de representaciones acompañada de sus
padres y a veces también de sus hermanas menores, y existen numerosas
esculturas de ellas que han llamado la atención por la forma tan ovalada de su
cabeza. Precisamente esta extraña anomalía ha hecho pensar si la princesa
nació con la cabeza así, fue producto de una "moda" en la corte o simplemente
era una representación idealizada.
Parece ser que durante el año 12 o 13 de Akenatón, éste se casa con
Meritatón. Esta práctica de incesto real, impropia del Egipto faraónico
(sólo Amenofis III y Ramsés II, aparte de Akenatón, se casaron con hijas
suyas), parece ser que fue para conseguir una mayor concentración de sangre
real en posibles herederos. Quizás fue esta práctica la que trajo al mundo a la
princesita Meritatón-Tasherit, fruto del incesto entre padre e hija.
La difícil trama de los últimos años de reinado de Akenatón se complica cuando
aparece la figura de Semenejkara Nefertiti. Smenkara tenía como gran esposa
real a Meritatón. Se cree que Semenejkara era la propia Nefertiti y
el matrimonio era un puro simbolismo.
Al morir Akenatón, se piensa que hubo un breve reinado de Smenkara en
solitario, pero que no fue superior al año y medio. Se ignora que fue de
Meritatón, ya que, tras la muerte de Ajenatón, se abre un período muy confuso,
durante el cual desaparecen la mayor parte de los protagonistas de la época
anterior. En muy poco tiempo hay un nuevo rey en el trono, el
joven Tutankamón, y no hay la más mínima huella de Semenejkara ni de
Meritatón. Es posible que esta última ya hubiera muerto por entonces (tendría
unos 17 años de edad tan sólo), pues se sabe que la gran esposa real de
Tutankamón no fue ella, sino la única de sus hermanas
supervivientes, Anjesenpaatón.
No se sabe dónde fue enterrada esta reina y su momia aún no ha sido
descubierta.
Tumba De Tiy y Semenejkara
Tiy

Tiy

Gran Esposa Real de la Dinastía XVIII de Egipto

Tiy

Información personal

Fallecimiento Tebas, Egipto

Familia

Padre Yuya

Madre Tuya

Consorte Amenofis III

Descendencia Sitamón, Akenatón, Henuttaneb, Isis, Nebetta y


Baketatón

[editar datos en Wikidata]


Tiy fue reina, esposa de Amenhotep III, de la XVIII Dinastía, y una de las mujeres más
carismáticas de la historia egipcia. Otras grafías de su nombre: Tiye, Tiya, Tiyi, Teje, Ty...

Orígenes
Al contrario que todas sus predecesoras, las "Grandes Esposas Reales", Tiy no era de
linaje real y no ocultó nunca su origen noble, procedente de la ciudad sureña
de Ajmin (Akhmin). Su padre, Yuya, era un jefe de carros de guerra,[1] con familia de origen
asiático, mientras que su madre, Tuya, ostentaba el título de "Ornamento Real", de
dudosas atribuciones, así como de "Cantora del templo de Amón". Que el faraón-
niño Amenhotep III (Amenofis III) se casase con Tiy en vez de con cualquiera de sus
numerosas hermanas, no tiene una explicación clara, pero podría ser debido a:

 Cuando Amenhotep III asumió el trono era aún un niño, y había un Consejo de
Regencia dominado por la madre del rey, Mutemuia. Esta mujer, pese a haber parido
al sucesor, no había sido la "Gran Esposa Real" de Thutmose IV (Tutmosis IV), y tuvo
que aguantar el desplante de las otras reinas, que la veían como una esposa
secundaria. Mutemuia se vengó de ellas al negar a las princesas reales el matrimonio
con el "nuevo Horus".

 Yuya era un hombre muy importante en el Egipto de aquel entonces, y es posible


que incluso fuera el hermano de la reina madre Mutemuia. Por tanto, Tiy y Amenhotep
III habrían sido primos, y su casamiento no hizo más que acabar por consagrar a aquel
ambicioso señor.

 A todo esto se une la conjetura de que la dama Tuya podía ser descendiente, por
una rama secundaria, de Ahmose-Nefertari, como parecen indicar algunos de sus títulos,
por lo que la candidatura de Tiy era del todo legítima.

Tiy
en jeroglífico

Casar a Tiy con el faraón fue una hábil maniobra que benefició de forma insólita a Yuya y
Tuya. Su poder creció parejo al de los jóvenes reyes, e incluso fueron enterrados en el
Valle de los Reyes, un honor reservado a muy pocos nobles. Su tumba fue, junto con la
de Tutanjamón (Tutankamón), hallada casi intacta, con hermosos sarcófagos de oro y las
momias en perfecto estado de conservación.
La situación también benefició a los hermanos de Tiy. Se conoce con seguridad a Aanen,
que no dejó de escalar puestos en el clero de Amón, y también es posible que la nueva
reina fuera hermana del que más tarde fue el faraón Ay. Este versado hombre, un
auténtico zorro político, asumiría el papel de Yuya al lado del rey, y aconsejaría
sabiamente a tres reyes antes de ser él mismo, con sus hábiles maniobras, coronado.
Los primeros años de reinado

Colosales estatuas de Amenhotep III y Tiy. Museo Egipcio de El Cairo.

Tiy se casó con Amenhotep III a la edad de siete u ocho años, aproximadamente dos
menos que su sagrado marido. La jovencísima pareja pareció complementarse desde el
primer momento y nunca más volvieron a separarse. Es innegable la influencia que tuvo
Tiy sobre el faraón, nunca vista antes en las "Dos Tierras". Tanto es así que, con motivo
de su matrimonio, Amenhotep III envió escarabeos a todos los monarcas vecinos en los
que anunciaba la existencia de su primera Gran Esposa Real, así como la de los
todopoderosos Yuya y Tuya.
A partir de aquel momento, y para sorpresa de todos, la reina Tiy no dejó de aparecer en
todos los monumentos construidos por su marido, y en condiciones casi de total igualdad
con él. El peso político de la joven reina era enorme, y no tuvo el menor reparo en manejar
a Amenhotep III, que tuvo la inmensa suerte de gozar de un reinado largo y próspero. Se
suele decir que Tiy fue la auténtica gobernante en la sombra, ayudada por su suegra
Mutemuia y por la incapacidad de su real esposo.

La llegada de Atón
Uno de los hechos más problemáticos del reinado de Amenhotep III es el papel que jugó el
dios Atón en sus 39 años de gobierno. Muchos han dicho que esta deidad fue introducida
en la corte por la propia Tuy,[2] pero esto es falso, pues ya existían menciones de él bajo
reyes como Hatshepsut o Thutmose IV. Lo que sí es cierto es que bajo Amenhotep III y Tiy
alcanzó una popularidad entre la familia real antes impensable.
Las causas de esto eran sobre todo el peligro que entrañaban los sacerdotes de Amón, tan
ambiciosos y poderosos, que incluso hacían tambalear el trono. Este peligro ya había sido
visto mucho tiempo antes, pero sería bajo Amenhotep III cuando el problema adquirió tanta
importancia que llegó a existir una competencia entre Amón, el favorito del pueblo, y Atón,
el elegido por la pareja real para contrarrestar la influencia de los sacerdotes. Este conflicto
religioso se trasladó al consejo, donde es posible que los adeptos de Tiy no dejasen de
conspirar con el hombre más importante del reino, el sabio Amenhotep, hijo de Hapu,
conocido devoto de Amón.
Sin embargo, en su papel de reina y de madre, Tiy no dudó en inculcar el culto a Atón a su
hijo, el príncipe Amenhotep, sentenciando así al país sin saberlo, al llamado "Cisma de
Amarna" que llegaría en sólo unas décadas después, hundiendo la dinastía y acabando
con las colonias egipcias en la zona sirio-palestina.

Una reina muy especial

Vasija con los nombres de Amenhotep III y Tiy.

Tras la "usurpación" del trono por la Gran Esposa Real Hatshepsut, hacía ya más de cien
años, los reyes habían evitado dar cualquier protagonismo a sus esposas, sin distinguirlas
apenas del resto de esposas secundarias y concubinas, confinándolas en palacios y
harenes para evitar que la peligrosa sangre de Ahmose-Nefertari volviese una vez más a
tomar las riendas del poder. Tiy sería la primera excepción a esta nueva costumbre.
No sólo se hacía representar en todos los lugares acompañando a su esposo, sino que,
posiblemente, dirigía ceremonias y tomaba parte en los asuntos de Estado al lado de
Amenhotep III, quien no dudó en delegar poderes, tanto en su mujer, como en sus
ministros. Podría decirse que durante los 39 años de reinado de Amenhotep III fue la Gran
Esposa Real Tiy la auténtica gobernante en la sombra. Su poder sobre el faraón era tan
grande que no sólo se le dedicaban numerosas estatuas a ella sola, sino que incluso se
hizo construir sólo para ella el palacio real de Malkata, en la orilla occidental de Tebas, así
como un inmenso lago artificial. Este lugar acabaría por convertirse en la residencia tebana
de los faraones.
Tiy conocía perfectamente sus orígenes y comprendía que al ascender su posición, no
sólo debilitaría la de su marido, sino la de toda la institución real a favor de los peligrosos
sacerdotes, por lo que siempre se contentó con ser la última y más eficaz consejera real.
Sería después de Tiy, con su nuera la bellísima Nefertiti, cuando las reinas volvieran a
asumir un papel muy similar al que antes hizo Hatshepsut, al hacerse coronar corregente
de su marido.
Los hijos de Tiy

Bajorrelieve de Tiy. Berlín.

Aunque Tiy no tenía competencia posible al lado del faraón en asuntos de Estado, la tuvo
(y mucha) más allá de la sala del trono. Amenhotep III fue un rey muy ocioso que se
dedicaba comúnmente a la caza y a la búsqueda de nuevas esposas y concubinas, por lo
que es de esperar que el monarca tuviera amplia descendencia. Ignoramos qué pensaría
Tiy de todo esto, pero dado que eran las costumbres de entonces, no debió de molestarle
mucho. Al fin y al cabo, era la mujer más influyente de todo el país, y ninguna otra podría
competir con ella ni siquiera pensar en suplantarla. Su descendencia fue la única
legítimamente aceptada: tuvo al menos cinco hijos, aunque es posible que fueran muchos
más, de nombres desconocidos.

 Hijos conocidos de Amenhotep III con Tiy:


 Sitamón. Fue la primogénita de la pareja real, nacida en los primeros años
de reinado, cuando el matrimonio aún sería adolescente. Para sorpresa de todos,
acabaría por casarse con su propio padre en el año 30/31 y ascendida al mismo
rango que su madre, el de Gran Esposa Real.[3] Fue el primer incesto real en la
historia egipcia en más de cuatrocientos años.

 Amenhotep IV. En un primer momento no era el sucesor designado por su


padre, pues tenía al menos un hermano mayor, que moriría en la juventud. Se
cree que era de frágil salud e incluso se ha pensado que tenía problemas
mentales. Sea como fuere, acabó siendo faraón, uno de los más famosos y
contradictorios, y protagonista del mal llamado "Cisma de Amarna", en el que
tomaría el nombre de Ajenatón, negaría a todos los dioses ancestrales a favor de
una única divinidad (Atón) y se trasladaría a una capital construida en medio del
desierto. Algunos le tienen como el primer monoteísta de la historia, otros por un
iluminado, y otros por un impostor.

 Henuttaneb, Isis y Nebetta. Las hijas menores. Si Amenhotep III se casó


en su primer jubileo Heb Sed con su hermana mayor Sitamón, lo haría en el
segundo (año 34º) con Henuttaneb y en el tercero (año 37º) con Isis. Y es posible
que de haber llegado a un cuarto jubileo, como estaba planificando cuando le llegó
la muerte, fuera Nebetta la escogida. Todas estas princesas, cuya huella se pierde
al subir al trono su hermano, nunca fueron ascendidas al rango de Grandes
Esposas Reales.

 Baketatón o Beketatón. Es muy posible que esta princesa fuera la más


pequeña de la pareja real, y la única de la que se tienen datos durante el reinado
de Ajenatón. Algunos han pensado que no es más que Sitamón con un nuevo
nombre, o una hija de Ajenatón y Nefertiti, pero en la actualidad se suele coincidir
en que sería la última niña nacida de Tiy, y la única que se sabe con certeza que
la acompañó hasta su muerte en su palacio de Tebas.

 Hijos posibles de Amenhotep III con Tiy:

 Thutmose. El hijo mayor de Amenhotep III. Se sabe que era el heredero


original, pero que llevase el nombre de Thutmose, según la costumbre, significaba
que no debía ser hijo de la Gran Esposa Real. Por tanto, este joven, que nunca
llegó a ocupar el trono debido a su temprana muerte, en medio de la adolescencia,
sería posiblemente hijo de Amenhotep III y otra mujer, quizás la
princesa Mitania Giluhepa.

 Tutankamon. El famoso rey-niño estaba emparentado con la familia de


Amarna, y se hallaron en su tumba mechones de Tiy guardados como reliquias.
Esta muestra de cariño sólo puede ser debida a que ambos vivieron juntos y había
un lazo muy profundo entre ellos. Se ha pensado que podrían ser madre e hijo,
pero esto implicaría que hubo corregencia entre Amenhotep III y Ajenatón y que
Tiy fue una madre muy madura, para concordar las fechas. En la actualiad se cree
que Tiy era la abuela del niño, y que sus padres, o bien fueron Amenhotep III y
Sitamón o Ajenatón y una esposa secundaria, de nombre Kiya.

 Semenejkara. Con diferencia, el personaje más fantasmal de la época. Ni


siquiera se sabe si llegó a existir o era un nombre que tomó la reina Nefertiti al
convertirse en faraón por derecho propio. Si Semenejkara fue un varón, quizás era
hermano mayor de Tutanjamón, o si acaso primo o tío suyo. Se casó con
Meritatón, la primogénita de Akhenatón y Nefertiti

Los últimos años


En el final del reinado de Amenhotep III comienzan a surgir las lagunas históricas que nos
adelantan la confusión que vendría después. Por entonces el principal valedor de los
sacerdotes de Amón y el más fiel al rey, el anciano Amenhotep, hijo de Hapu, ya había
muerto, y el rey ya estaba casado con varias hijas suyas. El papel de Tiy no había
menguado, pero el del príncipe heredero no dejaba de crecer, y sus intenciones políticas
sembraban la duda.
Sabemos a ciencia cierta que Amehotep III murió antes que Tiy, pues aunque su tumba
estaba preparada para acoger los restos de su reina, nunca llegó allí por morir antes su
marido. Sin su manejable y dócil marido, Tiy poco podría o quiso hacer por su hijo, y le
dejó gobernar a sus anchas. Mientras que Ajenatón se trasladó a la nueva
capital, Ajetatón, Tiy siguió viviendo en Malkata con su hija Baketatón y quizás alguna
más. Se ha pensado en la posibilidad de una ruptura entre madre e hijo, debido al
fanatismo que acabó por adquirir el segundo, pero existen representaciones en las que Tiy
viene a visitar a Ajenatón, Nefertiti y sus nietas a la nueva capital, y es recibida con
grandes muestras de respeto y de cariño.
Sí es posible que Tiy acabase desmarcándose un tanto del culto a Atón que con
demasiado fervor había inculcado a Ajenatón, pues siguió viviendo en Tebas, cerca del
clero a Amón. Quizás la reina quisiese compensar algo la maltrecha balanza de cultos, que
había pasado de un extremo a otro. Este sería su papel hasta su muerte, en torno al año
12 del reinado de su hijo. Era ya una anciana para la época: contaría entre cincuenta y
sesenta años.

La tumba de Tiy
La Gran Esposa Tiy, mano derecha del indolente Amenhotep III y educadora del sugerente
Ajenatón, murió en Tebas, en su palacio de Malkata. Quizás llegó a ser enterrada en
Ajetatón (tumba TA28), como así había decidido su hijo, pero con la caída de su gobierno,
sus restos volvierían a Tebas, al Valle de los Reyes.
Se ha planteado la idea de que la famosa Tumba 55 (KV55) era el lugar destinado a su
reposo eterno, pero quizás nunca estuvo su cuerpo allí. O si estuvo, acompañado por el
varón tan difícil de identificar en la actualidad (¿Semenejkara o Ajenatón?), fue trasladado
más tarde a algún escondrijo de momias para poner a salvo a tan prodigiosa mujer de los
saqueadores de tumbas. En la actualidad se cree que su momia es la de la anciana dama
sin nombre hallada en KV35, la tumba de Amenhotep II, junto a los cuerpos de otros
personajes como Amenhotep III e incluso algunos dudosos candidatos a ser el príncipe
Thutmose o la reina Nefertiti.
Pese a no estar plenamente admitida por la comunidad egiptológica que la "Anciana
Dama" sea la momia de Tiy, su aspecto aún sobrecoge. Es la única momia que conserva
aún una cabellera tan tupida, cuyo parecido con los mechones aparecidos en la tumba de
Tutanjamón es evidente. La gran reina, antecesora de Ajenatón y Nefertiti, puede estar
aún entre nosotros.
KV55
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KV55

Tiy y Semenejkara/Ajenatón

Ubicación Valle de los Reyes

Descubierta 6 de enero 1907

Excavada por Edward R. Ayrton


Lyla Pinch Brock

Datos específicos

Altura máx. diferencia de cotas : 171.23 m

Longitud 27,61 m.

Cronología

KV54 KV55 KV56

[editar datos en Wikidata]

La tumba KV55 del Valle de los Reyes fue descubierta por Edward R. Ayrton el


6 de enero de 1907. El patrocinador de Ayrton, Theodore M. Davis, publicó un
resumen de la excavación (The Tomb of Queen Tîyi) en 1910. KV55 es de
la dinastía XVIII, siendo un lugar arqueológico problemático pues parece haber
sido utilizado para varios enterramientos: se atribuye el primero a la reina Tiy,
basándose en la capilla de madera rota dedicada a ella (Tiy fue traída aquí tras
el abandono de Amarna, y finalmente llevada a KV35). La momia encontrada
aquí puede ser la de su hijo, el faraón Akenatón, aunque también se pensó en
la de su sucesor, Semenejkara (si este fue hombre).
En 1923, Harry Burton la utilizó como cuarto oscuro para revelar
sus fotografías durante la excavación de la tumba de Tutankamón por Howard
Carter.
Índice

 1Descripción
 2Identificación de la momia

 3Galería fotográfica

 4Notas

 5Enlaces externos

Descripción[editar]
KV55 es una tumba real relativamente pequeña, su longitud total es solamente
de 27,61 metros.1 Está situada junto a la KV6, la tumba de Ramsés IX, encima
de la KV7 (de Ramsés II) y cerca de la KV62, la tumba de Tutankamón.

Disposición de la tumba KV55:
A - Entrada. B - Pasillo. J - Cámara funeraria. Ja - Cámara lateral.

Su entrada está abierta en la roca, en dirección este. Conduce a un sistema de


escaleras que llevan a un pasillo ligeramente inclinado y a la cámara fúnebre.
En el lado del sur de esta cámara hay paso a una antecámara pequeña, y
marcas rojas de albañilería en la pared este indican la planificación de otra
sala, que de haberse construido habría igualado la disposición de la tumba de
Tutankamón.2 Aunque las paredes de la tumba están tendidas de yeso, algo
anormal para una tumba real, no están decoradas. Un dibujo en
un ostracon hallado por Lyla Pinch Brock en 1993, ha sido interpretado como el
plano de la tumba, sugiriendo que su entrada original había sido ampliada,
corroborado por las marcas encontradas en las paredes de la tumba. 1
El lugar fue alterado en la antigüedad, y por tanto es difícil de interpretar:
aunque pudo ser profanado para infamar la memoria de Ajenatón, también fue
trastocado durante la construcción de la KV6, en tiempos de la dinastía XX.
Las evidencias de la tumba complican su atribución. Los sellos de la puerta
llevaban el nombre de Tutankamón, evidentemente a partir de la época en que
su inquilino fue enterrado por segunda vez; los vasos canopos encontrados en
la tumba son parecidos a los de la esposa secundaria de Ajenatón, Kiya; la
capilla rota, cuyos paneles están repartidos por la cámara, llevan el nombre y
las representaciones de la madre de Ajenatón, la reina Tiy; el nombre de
Ajenatón aparece en una serie de "ladrillos mágicos" encontrados en la tumba,
así como el de su padre, Amenhotep III y la hija y esposa de éste, Sitamón.2
Todos estos datos recuerdan a las figuras principales del período de Amarna,
de ahí el nombre popular de la tumba: el escondrijo de Amarna.
Se piensa que la tumba fue inicialmente diseñada para el entierro de algún
noble o funcionario, usándola después para sepultura real, como ocurrió
posteriormente con la tumba de Tutankamón. 2

Identificación de la momia[editar]

Calavera hallada en KV55.

Cuando la tumba fue abierta en 1907 la única momia encontrada en su interior


era la de un varón. Se pensaba que esta momia era de Ajenatón, debido a la
presencia de algunos artículos funerarios (principalmente, ladrillos mágicos) así
como por el vandalismo sufrido por el sarcófago (Ajenatón fue vilipendiado
posteriormente como hereje). Los cartuchos con el nombre de la momia están
borrados y el uraeus retirado. Además, la momia presenta varias semejanzas
con la de Tutankamón: labio leporino, cráneo dolicocéfalo y escoliosis.3
Esta identificación no fue totalmente aceptada pues aunque la KV55 no
contiene ninguna mención de Semenejkara, algunos insistían en identificar a la
momia con él. Análisis de ADN en 2010 confirmaron que se trataba de los
restos del famoso rey atoniano.
Nicholas Reeves sugiere una teoría: Ajenatón y su madre, la reina Tiy, fueron
originalmente inhumados en la nueva capital, Amarna, pero sus cuerpos fueron
trasladados a la KV55 durante el reinado de Tutankamón, hijo de Ajenatón y de
su esposa secundaria, Kiya. La puerta fue sellada con el nombre de
Tutankamón. Allí las momias permanecieron cerca de 200 años, hasta que la
tumba fue descubierta por los trabajadores que excavaban la tumba cercana
de Ramsés IX. En esa época Ajenatón era despreciado como el rey hereje, así
que el sarcófago de la reina Tiy fue sacado de forma precipitada de su
presencia profanadora, a excepción de la capilla de madera dorada que la
cubría, que hubo de ser desmontada para retirar el sarcófago. Los retratos de
Ajenatón fueron borrados con cincel, en su sarcófago la máscara dorada fue
rasgada y el cartucho con su nombre eliminado, para condenarlo al olvido
eterno. Como insulto final, fue arrojada una gran roca contra el ataúd,
destrozando los soportes del sarcófago con forma de león. 4
Galería fotográfica[editar]

Tapa del sarcófago real.


 

Vaso canopo con el nombre de Kiya. Museo de El Cairo.


 

Vaso canopo con el nombre de Kiya. Metropolitan Museum of Arte, Nueva York.
 

Tapón de un vaso canopo con el retrato de Kiya. Metropolitan Museum of Arte, Nueva
York.
 

Vaso con los cartuchos de Kiya - Metropolitan Museum of Arte, Nueva York.
 

Máscara rota profanada. Museo egipcio, El Cairo.

Más de un siglo después de su hallazgo, la desconcertante


tumba KV55 continúa siendo una de las más discutidas del Valle de los
Reyes. ¿A quién perteneció el sarcófago que encontró el joven
arqueólogo Edward Rusell Ayrton en este sepulcro de la dinastía
XVIII? ¿Era del mismísimo Akenatón , el padre de Tutankamón ? El
Ministerio de Antigüedades de Egipto reanuda esta semana una
investigación que podría arrojar luz sobre el misterio de la KV55.
Un equipo de arqueólogos y restauradores del Museo Egipcio va a
estudiar unas 500 láminas de oro que se han encontrado en una
caja de madera en los almacenes del museo, junto con un pequeño
fragmento de un cráneo y una nota escrita a mano en francés. El
escrito está fechado en el momento en que se descubrió la KV55 y dice
que los fragmentos fueron encontrados con un sarcófago, aunque no
menciona cuál.
En una primera fase del estudio, los investigadores han llegado a la
conclusión de que estas láminas formaron parte del misterioso ataúd
hallado en la cámara principal de la KV55, del que en la Antigüedad
arrancaron la mitad de la máscara que cubría el rostro y los cartuchos
con el nombre del fallecido.

La segunda fase de la investigación, que cuenta con una subvención de


28.500 dólares (25.300 euros) del American Research Center  (ARCE),
pretende ayudar a aclarar la identidad de la deteriorada momia que
albergaba, según explicó ayer en una nota la jefe del Departamento de
Museos del Ministerio, Elham Salah.
«Esta investigación contribuirá de gran manera a definir las
discrepancias que hay sobre la identidad de la persona que ocupó el
sarcófago, que ha sido el más polémico de la antigua historia egipcia, y
que actualmente se exhibe en el Museo Egipcio», señaló.

El miembro de la Oficina Científica del ministro de Antigüedades y


coordinador científico del proyecto, Islam Ezat, también considera
que después de que concluya este prolongado estudio se podrá
determinar la identidad del dueño del ataúd.

Un enigma sin resolver


De todas las tumbas del Valle de los Reyes, la número 55 en el
catálogo de la necrópolis real del Imperio Nuevo sigue siendo una de
las más controvertidas. Descubierta el 3 de enero de 1907 por el joven
arqueólogo Edward R. Ayrton bajo la dirección del millonario
americano Theodore Davis, esta tumba excavada a pocos metros de
la de Tutankamón no albergaba las riquezas de ésta, ni pinturas en las
paredes que ayudaran a identificar a su propietario, pero sí unas
peculiaridades que la hacen excepcional.
En ella se encontraron restos de una capilla antaño dorada con
relieves de la reina Tiy ( o Tiyi), vasos canopos de mármol
conservados hoy en el Museo Egipcio con cabeza de mujer,
posiblemente de Kiya, segunda esposa de Akenatón, y
el sarcófago antropomórfico con la máscara de oro dañada y los
cartuchos arrancados, con una momia en muy mal estado de
conservación a causa de la humedad que se filtraba en el sepulcro.
Las referencias a Tiy y el hecho de que un análisis de los restos
apuntara a una mujer llevaron a pensar en un primer momento que se
trataba de la tumba de Tiy, esposa de Amenhotep III y madre de
Akenatón. Sin embargo, los exámenes forenses realizados por Elliot
Smith echaron por tierra esta hipótesis: Los restos humanos
pertenecían a un hombre joven de unos 25 años. ¿Akenatón?

La idea cobró fuerza, pero la cronología fallaba. La edad estimada del


difunto no cuadraba con la que se cree que murió Akenatón, con más
de 30 años. Una tercera posibilidad surgió entonces. Los restos
podrían haber pertenecido a Semenkhare (o Semenejkara), el más
breve y enigmático faraón de la dinastía XVIII que habría gobernado
apenas dos años entre Akenatón y Tutankamón.
Un estudio realizado en 1984 por Jim Harris estimó, sin embargo, que
los restos serían de un hombre de unos 35 años, con una relación de
parentesco con Tutankamón. La posibilidad de que se tratara de
Akenatón, que nunca se apartó del todo, volvió a cobrar fuerza.

Según Nicholas Reeves , los restos de Akenaton y de su madre, la reina


Tiy, fueron trasladados hasta allí desde Amarna en el reinado de
Tutankamón. Durante la excavación de la tumba de Ramsés IX habría
sido descubierto su sepulcro y, al ser considerado entonces como el
faraón hereje, se sacó el sarcófago de Tiy y se condenó al olvido eterno
a Akenatón dejándole sin cartuchos y sin máscara.
Ante la presencia de objetos tan dispares en la KV55, otros sospechan
que no es una tumba sino un caché o escondite de objetos. La
investigación emprendida en Egipto, en la que también participan
expertos de Francia, Alemania y EE.UU, podría aclarar el misterio.

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