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arenas de Egipto
Akhenatón o Neferjeperura Amenhotep, faraón que reinó entre 1379 y
1362 a. C. ha pasado a la historia por dos elementos bien diferentes, uno
el haber estado casado con Nefertiti, el otro bastante más relevante es el
enfrentamiento que mantuvo con el politeísmo religioso egipcio,
enfrentamiento que le llevó a proclamar la existencia de un solo Dios,
Atón (el sol).
Pero ¿Qué pasó tras la muerte de la reina Nefertiti ? esta muere cuando
Akhenatón lleva reinando 14 años, lo que sabemos seguro es que las
princesas Meritatón y Anjesenpaatón fueron elevadas sucesivamente a la
posición de Gran Esposa Real, no solo en funciones ritualistas sino
también sexualmente. Ambas princesas darán a luz a sendas princesas, a
quienes se nombró como a sus madres con el agregado de "ta sherit" (la
menor). Así, las princesas Meritaton-Tasherit y Anjesenpaaton-Tasherit
fueron el fruto de la relación incestuosa del faraón Akenatón con sus hijas,
seguramente con la intención de conseguir un descendiente masculino.
Estela de Pase
Hasta aquí todo parece claro, pero no obstante nada es tan sencillo, ya
que Semenejkara, el cual puede que fuera sobrino del faraón, aparece en
varias estelas desnudo junto a Akhenatón (algo inusual), así mismo está el
problema que presenta la Estela de Pase, en la cual se aprecia como el
faraón acaricia la barbilla de su compañero, Semenejkara, pero esto no
acaba aquí, ya que Semenejkara, heredará los títulos de Nefertiti, y el
jeroglífico oficial lo denomina como "El amado de Akhenatón".
Semenejkara y Meritatón ??
Semenejkara ??
En torno a este tema hemos de aclarar que los egipcios eran tolerantes en
lo relativo a la bisexualidad, y que hay varias teorías que intentan explicar
tanto el quién como el cómo:
Mi libro, Buscando las tumbas perdidas de Egipto (Searching for the Lost
Tombs of Egypt) salió ayer como libro de bolsillo, y estoy pensando en volver
a Egipto a buscar “tumbas perdidas” con un cuarto grupo en octubre. Una de
las personas de las que hablo en el Capítulo 3 es un faraón poco conocido
llamado Semenejkara. Él (¿o tal vez ella …?) fue un faraón del Período de
Amarna y probablemente gobernó hacia el final del reinado de Ajenatón
como corregente, o después de la muerte de Ajenatón como su sucesor (ya
sea inmediato o no).
Mirando a través de la llanura desértica donde una vez estuvo la capital de
Ajenatón, tomada del área de las Tumbas del Norte.
Sin embargo, el nombre de este faraón está ausente de todas las listas de
reyes, y solo salió a la luz por primera vez a principios del siglo XIX en la
tumba no. 2 en Amarna, que pertenecía a un alto funcionario, Meryra (II), el
“Supervisor del Harén Real de la Gran Esposa Real, Nefertiti”.
Los dos cartuchos más grandes, en el extremo izquierdo, son los del dios de
Ajenatón, Atón. Se leen de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda de la
siguiente manera: “Re, gobernante de los dos horizontes, que se regocija en
el horizonte, en su nombre de luz, que es Atón”, que es la última de las dos
versiones del nombre completo de Atón. De los otros tres cartuchos más
pequeños, el de la izquierda y el del centro son los nombres de Semenejkara,
la más grande de las dos figuras en el centro de la escena. Se leen de arriba
hacia abajo, de izquierda a derecha: “El Rey del Alto y Bajo Egipto,
Anjjeperura, el hijo de Re, Semenejkara Dyeserjeperu”. El cartucho en el
extremo derecho se relaciona con la menor de las dos figuras y dice “la Gran
Esposa Real, Meritatón”.
Aunque es posible que las figuras hayan sido talladas originalmente como
representaciones de Ajenatón y Nefertiti, los cartuchos dejan en claro que
eventualmente tuvieron la intención de representar a dos individuos
diferentes.
Desde que se registró la tumba, han salido a la luz varias inscripciones más
con el nombre de Semenejkara, pero todo es relativamente poco, lo que
parece extraño, dado que la escena de Meryra deja en claro que este
individuo era el faraón de Egipto. No sabemos si reinó junto o después de
Ajenatón, y la imagen ha sido confundida por la presencia del nombre del
trono “Anjjeperura” en varias inscripciones, pero como parte de un nombre
real más largo y diferente al de la tumba de Meryra, que parece haber
pertenecido a una mujer faraón. Este otro nombre incluía el elemento
“Neferneferuatón”, que se sabe que era un nombre en poder de la famosa
reina de Ajenatón, Nefertiti. Para muchos, esto lleva a una conclusión
directa: Semenejkara era simplemente otro nombre usado por Anjjeperura
Neferneferuatón / Nefertiti, y Semenejkara era, por lo tanto, una mujer.
Visitando la tumba
Sabía que la escena había sido gravemente dañada hace más de un siglo y no
esperaba ver mucho, pero esperaba poder ver la extraña pista de lo que
Lepsius, de Garis Davies y otros habían visto. Sin embargo, casi no hay nada.
Los rayos del Atón encima de las dos figuras eran visibles (mira abajo, si
miras de reojo quizás), y tal vez con mejor iluminación y más tiempo podría
haber sido posible ver más, pero en las circunstancias me pareció como si
casi todo lo demás se había ido.
La sala de columnas en la tumba de Meryra II. La pared que una vez tenía
imágenes de Semenejkara y Meritatón se encuentra más allá y entre los
dos pilares de la imagen de la izquierda; El muro en sí está a la derecha.
¿Puedes ver los rayos de Atón en la parte superior?
Por cierto, desde que redacté este texto por primera vez hace unos meses, he
estado trabajando en un nuevo libro que cuenta la historia de la arqueología
y el descubrimiento en Egipto a través de una serie de “Cuadernos de
egiptólogos”. Mientras miraba los dibujos gloriosos e inéditos del explorador
escocés Robert Hay, decidí ver si había copiado los cartuchos de
Semenejkara y Meritatón en la tumba no. 2 cuando la visitó en 1827, casi dos
décadas antes de Lepsius. Las tumbas en Amarna llamaron la atención de los
exploradores occidentales en 1824 cuando fueron descubiertas por el pionero
egiptólogo inglés John Gardner Wilkinson. De hecho, Hay, que había llegado
a Egipto el mismo año y era un amigo cercano de Gardner Wilkinson, estaba
muy molesto porque la existencia de las tumbas solo se le reveló tres años
después cuando su amigo en común, James Burton lo llevó allí: “¡Este
conocimiento ha sido guardado en secreto, y ha sido guardado con el mayor
cuidado que jamás haya visto y acariciado el tesoro más grande jamás
contado!”.
Una página de copias y notas hechas por Robert Hay durante su visita a
Amarna en 1827 y ahora en la Biblioteca Británica (Agregar MS 29847
f63). Su copia de los cartuchos de Semenejkara y Meritatón de la tumba de
Meryra II se encuentra en la esquina inferior derecha (mira también a
continuación).
Aunque Hay y los artistas con los que trabajó eran excelentes copistas,
parece que no pudieron ver las señales tan bien como el equipo de Lepsius, el
nombre de coronación Anjjeperura es claro, pero el nombre de nacimiento,
los nombres de Semenejkara y Meritatón no lo son. Lepsius fue uno de los
grandes pioneros del estudio de la lengua egipcia antigua y tenía la ventaja
de comprender mucho mejor los jeroglíficos que lo que Hay podría haber
tenido en un momento en que el sistema de descifrado de Champollion
acababa de anunciarse y todavía estaba en un Etapa bastante rudimentaria.
Detalle de los cartuchos del manuscrito de Hay. Los cartuchos de Atón y el
nombre de Anjjeperura son claros, pero los de Semenejkara Dyeserjeperu y
Meritatón ya estaban claramente dañados en este momento. Sin embargo,
obviamente quedaba suficiente para que el equipo de Lepsius hubiera leído
los nombres completos. Curiosamente, esta fue una de las pocas páginas en
el archivo masivo de Hay que ya había sido fotografiada digitalmente
cuando las miré en junio de 2019, por lo que obviamente no fui el primero
en interesarme en el registro de Hay de esta inscripción, ¡no me sorprende!
Meritatón
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Meritatón
Información personal
Nacimiento Tebas, Egipto
Familia
Padre Ajenatón
Madre Nefertiti
Consorte Akenatón y Semenejkara
Descendencia Meritatón-Tasherit
[editar datos en Wikidata]
Meritatón, que significa "La amada de Atón", fue una princesa egipcia de
la Dinastía XVIII de Egipto. Era la primogénita del rey Amenofis IV (que unos
años después cambiaría su nombre por el de Akenatón) y la Gran Esposa
Real, Nefertiti. Su nombre significa amada de Atón. Sus hermanas
fueron Meketatón, Anjesenamón, Neferneferuatón Tasherit, Neferneferura,
y Setepenra.1
Es posible que Meritatón naciese en el primer o el segundo año de reinado de
su padre, en la ciudad de Tebas. Quedaban aún tres años para la definitiva
ruptura entre el faraón y el sacerdocio de Amón, y el "exilio" de la familia real y
la corte a una recién fundada capital en el Medio Egipto, a la que se impondría
el nombre de Ajetatón.
Durante los primeros 14 años del reinado de su padre, Meritatón fue la
segunda dama de la corte y la mujer más importante del país, sólo por detrás
de su madre. Aparece en infinidad de representaciones acompañada de sus
padres y a veces también de sus hermanas menores, y existen numerosas
esculturas de ellas que han llamado la atención por la forma tan ovalada de su
cabeza. Precisamente esta extraña anomalía ha hecho pensar si la princesa
nació con la cabeza así, fue producto de una "moda" en la corte o simplemente
era una representación idealizada.
Parece ser que durante el año 12 o 13 de Akenatón, éste se casa con
Meritatón. Esta práctica de incesto real, impropia del Egipto faraónico
(sólo Amenofis III y Ramsés II, aparte de Akenatón, se casaron con hijas
suyas), parece ser que fue para conseguir una mayor concentración de sangre
real en posibles herederos. Quizás fue esta práctica la que trajo al mundo a la
princesita Meritatón-Tasherit, fruto del incesto entre padre e hija.
La difícil trama de los últimos años de reinado de Akenatón se complica cuando
aparece la figura de Semenejkara Nefertiti. Smenkara tenía como gran esposa
real a Meritatón. Se cree que Semenejkara era la propia Nefertiti y
el matrimonio era un puro simbolismo.
Al morir Akenatón, se piensa que hubo un breve reinado de Smenkara en
solitario, pero que no fue superior al año y medio. Se ignora que fue de
Meritatón, ya que, tras la muerte de Ajenatón, se abre un período muy confuso,
durante el cual desaparecen la mayor parte de los protagonistas de la época
anterior. En muy poco tiempo hay un nuevo rey en el trono, el
joven Tutankamón, y no hay la más mínima huella de Semenejkara ni de
Meritatón. Es posible que esta última ya hubiera muerto por entonces (tendría
unos 17 años de edad tan sólo), pues se sabe que la gran esposa real de
Tutankamón no fue ella, sino la única de sus hermanas
supervivientes, Anjesenpaatón.
No se sabe dónde fue enterrada esta reina y su momia aún no ha sido
descubierta.
Tumba De Tiy y Semenejkara
Tiy
Tiy
Tiy
Información personal
Fallecimiento Tebas, Egipto
Familia
Padre Yuya
Madre Tuya
Orígenes
Al contrario que todas sus predecesoras, las "Grandes Esposas Reales", Tiy no era de
linaje real y no ocultó nunca su origen noble, procedente de la ciudad sureña
de Ajmin (Akhmin). Su padre, Yuya, era un jefe de carros de guerra,[1] con familia de origen
asiático, mientras que su madre, Tuya, ostentaba el título de "Ornamento Real", de
dudosas atribuciones, así como de "Cantora del templo de Amón". Que el faraón-
niño Amenhotep III (Amenofis III) se casase con Tiy en vez de con cualquiera de sus
numerosas hermanas, no tiene una explicación clara, pero podría ser debido a:
Cuando Amenhotep III asumió el trono era aún un niño, y había un Consejo de
Regencia dominado por la madre del rey, Mutemuia. Esta mujer, pese a haber parido
al sucesor, no había sido la "Gran Esposa Real" de Thutmose IV (Tutmosis IV), y tuvo
que aguantar el desplante de las otras reinas, que la veían como una esposa
secundaria. Mutemuia se vengó de ellas al negar a las princesas reales el matrimonio
con el "nuevo Horus".
A todo esto se une la conjetura de que la dama Tuya podía ser descendiente, por
una rama secundaria, de Ahmose-Nefertari, como parecen indicar algunos de sus títulos,
por lo que la candidatura de Tiy era del todo legítima.
Tiy
en jeroglífico
Casar a Tiy con el faraón fue una hábil maniobra que benefició de forma insólita a Yuya y
Tuya. Su poder creció parejo al de los jóvenes reyes, e incluso fueron enterrados en el
Valle de los Reyes, un honor reservado a muy pocos nobles. Su tumba fue, junto con la
de Tutanjamón (Tutankamón), hallada casi intacta, con hermosos sarcófagos de oro y las
momias en perfecto estado de conservación.
La situación también benefició a los hermanos de Tiy. Se conoce con seguridad a Aanen,
que no dejó de escalar puestos en el clero de Amón, y también es posible que la nueva
reina fuera hermana del que más tarde fue el faraón Ay. Este versado hombre, un
auténtico zorro político, asumiría el papel de Yuya al lado del rey, y aconsejaría
sabiamente a tres reyes antes de ser él mismo, con sus hábiles maniobras, coronado.
Los primeros años de reinado
Tiy se casó con Amenhotep III a la edad de siete u ocho años, aproximadamente dos
menos que su sagrado marido. La jovencísima pareja pareció complementarse desde el
primer momento y nunca más volvieron a separarse. Es innegable la influencia que tuvo
Tiy sobre el faraón, nunca vista antes en las "Dos Tierras". Tanto es así que, con motivo
de su matrimonio, Amenhotep III envió escarabeos a todos los monarcas vecinos en los
que anunciaba la existencia de su primera Gran Esposa Real, así como la de los
todopoderosos Yuya y Tuya.
A partir de aquel momento, y para sorpresa de todos, la reina Tiy no dejó de aparecer en
todos los monumentos construidos por su marido, y en condiciones casi de total igualdad
con él. El peso político de la joven reina era enorme, y no tuvo el menor reparo en manejar
a Amenhotep III, que tuvo la inmensa suerte de gozar de un reinado largo y próspero. Se
suele decir que Tiy fue la auténtica gobernante en la sombra, ayudada por su suegra
Mutemuia y por la incapacidad de su real esposo.
La llegada de Atón
Uno de los hechos más problemáticos del reinado de Amenhotep III es el papel que jugó el
dios Atón en sus 39 años de gobierno. Muchos han dicho que esta deidad fue introducida
en la corte por la propia Tuy,[2] pero esto es falso, pues ya existían menciones de él bajo
reyes como Hatshepsut o Thutmose IV. Lo que sí es cierto es que bajo Amenhotep III y Tiy
alcanzó una popularidad entre la familia real antes impensable.
Las causas de esto eran sobre todo el peligro que entrañaban los sacerdotes de Amón, tan
ambiciosos y poderosos, que incluso hacían tambalear el trono. Este peligro ya había sido
visto mucho tiempo antes, pero sería bajo Amenhotep III cuando el problema adquirió tanta
importancia que llegó a existir una competencia entre Amón, el favorito del pueblo, y Atón,
el elegido por la pareja real para contrarrestar la influencia de los sacerdotes. Este conflicto
religioso se trasladó al consejo, donde es posible que los adeptos de Tiy no dejasen de
conspirar con el hombre más importante del reino, el sabio Amenhotep, hijo de Hapu,
conocido devoto de Amón.
Sin embargo, en su papel de reina y de madre, Tiy no dudó en inculcar el culto a Atón a su
hijo, el príncipe Amenhotep, sentenciando así al país sin saberlo, al llamado "Cisma de
Amarna" que llegaría en sólo unas décadas después, hundiendo la dinastía y acabando
con las colonias egipcias en la zona sirio-palestina.
Tras la "usurpación" del trono por la Gran Esposa Real Hatshepsut, hacía ya más de cien
años, los reyes habían evitado dar cualquier protagonismo a sus esposas, sin distinguirlas
apenas del resto de esposas secundarias y concubinas, confinándolas en palacios y
harenes para evitar que la peligrosa sangre de Ahmose-Nefertari volviese una vez más a
tomar las riendas del poder. Tiy sería la primera excepción a esta nueva costumbre.
No sólo se hacía representar en todos los lugares acompañando a su esposo, sino que,
posiblemente, dirigía ceremonias y tomaba parte en los asuntos de Estado al lado de
Amenhotep III, quien no dudó en delegar poderes, tanto en su mujer, como en sus
ministros. Podría decirse que durante los 39 años de reinado de Amenhotep III fue la Gran
Esposa Real Tiy la auténtica gobernante en la sombra. Su poder sobre el faraón era tan
grande que no sólo se le dedicaban numerosas estatuas a ella sola, sino que incluso se
hizo construir sólo para ella el palacio real de Malkata, en la orilla occidental de Tebas, así
como un inmenso lago artificial. Este lugar acabaría por convertirse en la residencia tebana
de los faraones.
Tiy conocía perfectamente sus orígenes y comprendía que al ascender su posición, no
sólo debilitaría la de su marido, sino la de toda la institución real a favor de los peligrosos
sacerdotes, por lo que siempre se contentó con ser la última y más eficaz consejera real.
Sería después de Tiy, con su nuera la bellísima Nefertiti, cuando las reinas volvieran a
asumir un papel muy similar al que antes hizo Hatshepsut, al hacerse coronar corregente
de su marido.
Los hijos de Tiy
Aunque Tiy no tenía competencia posible al lado del faraón en asuntos de Estado, la tuvo
(y mucha) más allá de la sala del trono. Amenhotep III fue un rey muy ocioso que se
dedicaba comúnmente a la caza y a la búsqueda de nuevas esposas y concubinas, por lo
que es de esperar que el monarca tuviera amplia descendencia. Ignoramos qué pensaría
Tiy de todo esto, pero dado que eran las costumbres de entonces, no debió de molestarle
mucho. Al fin y al cabo, era la mujer más influyente de todo el país, y ninguna otra podría
competir con ella ni siquiera pensar en suplantarla. Su descendencia fue la única
legítimamente aceptada: tuvo al menos cinco hijos, aunque es posible que fueran muchos
más, de nombres desconocidos.
La tumba de Tiy
La Gran Esposa Tiy, mano derecha del indolente Amenhotep III y educadora del sugerente
Ajenatón, murió en Tebas, en su palacio de Malkata. Quizás llegó a ser enterrada en
Ajetatón (tumba TA28), como así había decidido su hijo, pero con la caída de su gobierno,
sus restos volvierían a Tebas, al Valle de los Reyes.
Se ha planteado la idea de que la famosa Tumba 55 (KV55) era el lugar destinado a su
reposo eterno, pero quizás nunca estuvo su cuerpo allí. O si estuvo, acompañado por el
varón tan difícil de identificar en la actualidad (¿Semenejkara o Ajenatón?), fue trasladado
más tarde a algún escondrijo de momias para poner a salvo a tan prodigiosa mujer de los
saqueadores de tumbas. En la actualidad se cree que su momia es la de la anciana dama
sin nombre hallada en KV35, la tumba de Amenhotep II, junto a los cuerpos de otros
personajes como Amenhotep III e incluso algunos dudosos candidatos a ser el príncipe
Thutmose o la reina Nefertiti.
Pese a no estar plenamente admitida por la comunidad egiptológica que la "Anciana
Dama" sea la momia de Tiy, su aspecto aún sobrecoge. Es la única momia que conserva
aún una cabellera tan tupida, cuyo parecido con los mechones aparecidos en la tumba de
Tutanjamón es evidente. La gran reina, antecesora de Ajenatón y Nefertiti, puede estar
aún entre nosotros.
KV55
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KV55
Tiy y Semenejkara/Ajenatón
Descubierta 6 de enero 1907
Datos específicos
Longitud 27,61 m.
Cronología
1Descripción
2Identificación de la momia
3Galería fotográfica
4Notas
5Enlaces externos
Descripción[editar]
KV55 es una tumba real relativamente pequeña, su longitud total es solamente
de 27,61 metros.1 Está situada junto a la KV6, la tumba de Ramsés IX, encima
de la KV7 (de Ramsés II) y cerca de la KV62, la tumba de Tutankamón.
Disposición de la tumba KV55:
A - Entrada. B - Pasillo. J - Cámara funeraria. Ja - Cámara lateral.
Identificación de la momia[editar]
Vaso canopo con el nombre de Kiya. Metropolitan Museum of Arte, Nueva York.
Tapón de un vaso canopo con el retrato de Kiya. Metropolitan Museum of Arte, Nueva
York.
Vaso con los cartuchos de Kiya - Metropolitan Museum of Arte, Nueva York.