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TEMA: ABANDONO
INTRODUCCIÓN.-
Él conocía los síntomas y se había dado cuenta ya, de que estaba contagiado por
el coronavirus COVID-19 y tenía que actuar rápido, buscó en las farmacias los
medicamentos apropiados para elevar la defensas del cuerpo, pero no
encontraba, buscó ingresar en clínicas privadas de Milagro y Guayaquil, pero
éstas al saber que era portador del COVID-19 le cerraron las puertas a pesar de
ser médico, le sobrecogió un real sentimiento de ABANDONO EN MEDIO DE SU
CRISIS, un sentimiento aterrador que es experimentado cuando la respuesta a
una llamada de emergencia demora días, cuando en plena crisis sanitaria somos
despedidos de nuestros trabajos o, cuando, debido a la dimensión de la pandemia
que nos aqueja, el cuerpo de nuestro familiar no puede ser retirado; en tales
circunstancias podemos clamar también como el salmista: ¡DIOS MÍO, DIOS MÍO!
¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO? ¿POR QUÉ ESTÁS TAN LEJOS DE MI
SALVACIÓN Y DE LAS PALABRAS DE MI CLAMOR?
Hace más de 2000 años atrás, alguien más tomó estas palabras para expresar el
clamor de su alma, frente al terrible sentimiento de abandono.
Fue en la cruz del calvario, donde se luchaba contra una crisis mayor que una
pandemia, estaba en juego el destino eterno de la humanidad, y quien estaba
pagando el precio de la vida eterna, era Jesús ¿Qué sintió Jesús en la cruz? ¿Por
qué escogió este salmo y por qué escogió estas palabras para clamar desde ella?
Déjeme empezar diciendo que este Salmo tiene como autor al rey David y si Ud.
lee las letritas pequeñas de su Biblia, debajo del título, allí está el título original que
aparece en el idioma hebreo: “Al músico principal; sobre Ajelet-Sahal”.
1. Jesús y Nicodemo
Pero hay otra razón por la que aquellos hombres quedaron inmovilizados
ante las palabras de Jesús.
(2). Salud.
(3). Inteligencia.
3. Sólo Jesús sacia las más grandes necesidades del ser humano. (Jn. 7:37-
38)
CONCLUSIÓN
APLICACIÓN