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Dirección:
Enzo Chávez Idrogo
Fari Choque Ortega
David Echevarría Miranda
Dirección Editorial:
Heyssen J. Cordero Maraví
Mayo de 2021
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LA MISIÓN NO ESTÁ EN
CUARENTENA
Ha pasado más de un año desde que la pandemia mundial empezó, y
seguimos enfrentando muchos desafíos a raíz del COVID-19. Seguramente
muchos de ustedes están viviendo el momento más crucial de sus vidas, no
es fácil para nadie. Y en este trajinar es posible que te hayas preguntado,
más de una vez, ¿cómo desarrollar la fe en medio de una pandemia, con sus
incertidumbres?
2. Unidad como iglesia. Hoy más que nunca necesitamos estar unidos
como un solo cuerpo (1 Cor. 12:26). Solo podremos salir de esta
situación cuando estemos unidos en oración, porque juntos somos
más fuertes.
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RENACER, FELICIDAD EN
TIEMPOS DIFÍCILES
No imagino dónde estás en este momento. Podemos estar pasando la situación
más crítica que nos ha tocado vivir. El COVID-19 ha cambiado la vida de la
humanidad. Una pandemia que ha cobrado la vida de miles. Jamás la historia
de la humanidad vivió una situación así. Sin embargo, la Biblia dice que esta
“peste” o enfermedad es solo el principio de dolores (Mateo 24:8), pero aún no
es el fin. ¿A dónde ir? Esta enfermedad ha desnudado el poder, el dinero y la
fama. Y es que ricos, pobres, educados, jóvenes y ancianos, personas de a pie
y los encumbrados han sucumbido ante esta peste mundial.
A veces vives inseguro, con temor al mañana, con temor al futuro porque la
situación es incierta. Literalmente no sabes a dónde ir ni qué hacer. Puedes
ver que en ningún lugar del mundo hay seguridad. Este mal del COVID-19 nos
mostró que no hay seguridad en ningún lado. Todos podemos caer en las
garras de esta pandemia. Y en esta situación cruda, la Biblia, la Palabra más
segura nos dice: CRISTO VIENE PRONTO. No demora.
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Sábado
Apocalipsis, el libro
de las 7 felicidades
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“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me
dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.
Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque
ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta
y dos meses. Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos
sesenta días, vestidos de cilicio”. (Apoc. 11:1-3)
INTRODUCCIÓN
El libro de Apocalipsis es la “La revelación de Jesucristo” (Apocalipsis 1:1).
A este libro se le llama el Apocalipsis, en griego apokálupsis que significa
revelación, develar o descubrir algo que está oculto. Es importante
mencionar que el mismo título niega categóricamente el concepto de que
el Apocalipsis es un libro sellado y, por lo tanto, no puede ser entendido.
Al contrario, este libro contiene un mensaje que Dios se propuso que sus
“siervos” en la tierra deberían oír y que no podrían hacerlo a menos que
primero lo entendiesen. El apóstol Juan escribe el Apocalipsis a las siete
iglesias en Asia, representadas por los siete candeleros de oro, la segunda
venida de Cristo y su glorioso poder y majestad, y es nuestro deseo que el
día de hoy podamos entender esta carta de amor que Jesús tiene para cada
uno de nosotros.
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Si colocamos atención a este versículo podemos notar que aquí surge
su nombre o título. Es una revelación de Jesucristo; es como quitarle
el velo a Jesucristo tal y como Él es ahora y para que todos veamos lo
que él hará.
“Que Dios le dio”. Miremos aquí otro punto interesante. Esta revelación
fue dada por Dios a Jesucristo, primeramente para manifestar a sus
siervos las cosas que deben suceder pronto.
Aplicación
Apreciado amigo(a), realmente solo en los primeros versículos de
este libro podemos darnos cuenta que hay un mensaje especial e
importante para cada uno de nosotros. Saber que Jesús mismo se
revela con un mensaje de esperanza es inconcebible dejar de leerlo.
En este libro se encuentra la lucha entre el bien y el mal y cómo los
hijos de Dios saldremos victoriosos con la ayuda divina. ¿Te gustaría a
partir de hoy estudiar este libro?
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4. Felices los que son llamados a la cena del cordero.
5. Felices y santos los que tienen parte en la primera resurrección.
6. Felices los que guardan las profecías de este libro.
7. Felices los que lavan sus ropas.
Aplicación
No hay razón alguna para dejar de leer esta carta de amor que el Señor
Jesús dejó a nuestro alcance. Quizás se te complique leer este libro,
pero sí puedes oír el mensaje de esperanza. Sin embargo, lo más
importante es guardar las palabras que están escritas.
CONCLUSIÓN
Quizás estés atravesando por un momento difícil en tu vida, sientes que
la felicidad es ajena a tu vida. Déjame decirte en el nombre de Jesús, Dios
tiene un plan para tu vida y la de toda tu familia. Dios quiere que seas feliz y
recuerda que él mismo reveló la clave de la felicidad a través de esta carta
de amor: el Apocalipsis.
Llamado
¿Te gustaría en el nombre de Jesús, hoy sábado, darle una oportunidad a
él para que transforme tu vida y tu hogar en la felicidad que tanto estabas
anhelando?
Recuerda que Dios tiene un plan para tu vida. Dios quiere seas feliz, ¡lo
que es imposible para el hombre es posible para Dios! Necesitas creer en
su palabra, necesitas oír su voz y necesitas estar dispuesto a guardar las
bendiciones que él tiene para ti en tu corazón.
Dile hoy a Jesús: creo en ti y decido entregar mi vida hoy en tus manos de
amor.
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Domingo
Felices los que leen, oyen
y guardan las Palabras 20
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”.
(Apoc. 1:3)
INTRODUCCIÓN
Durante su exilio en una islita rocosa del mar Egeo conocida como Patmos
(Apoc. 1:9), las profecías de Apocalipsis le fueron reveladas en visión al
apóstol Juan hace más de 19 siglos. Apocalipsis 1:3 pronuncia una bendición
sobre quienes leen el libro, escuchan y obedecen sus enseñanzas. Este
versículo se refiere a la congregación reunida en la iglesia para escuchar
los mensajes. Sin embargo, no solo son bendecidos por leer o escuchar,
sino también por obedecer las palabras del libro (Apoc. 22:7).
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La iglesia, a fines del siglo I, cuando fue dado el Apocalipsis a Juan,
estaba bajo ataque. Había sido perseguida por los judíos y luego por
Nerón, y en esa época estaba siendo perseguida por el emperador
Domiciano. Pronto vendrían ocho persecuciones más. Dios el Padre
está tan interesado como el resto de la Deidad en salvar al hombre y
por ello envió a su siervo Juan, por medio de su ángel, la profecía de
la obra y ministerio del Señor Jesús en favor de su pueblo perseguido
y sufriente a través de todos los siglos.
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testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de
todas las cosas que ha visto”.
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El tercer requisito es guardar las cosas escritas en la profecía. La
palabra de Dios en general y el libro de Apocalipsis en particular ha
sido dada al hombre para que conozca la voluntad de Dios y se someta
a esa voluntad. De nada sirve leer la Biblia, entender su mensaje, y
hacer todo lo opuesto a lo que la Biblia dice. Para un judío no bastaba
solo con leer y escuchar, sino que ello estaba implícitamente ligado
a la idea de involucrarse, hacer propio, tener una experiencia con lo
que se estaba estudiando, pero no solo una experiencia intelectual,
sino una experiencia práctica. Y esta experiencia es urgente porque el
tiempo está cerca.
CONCLUSIÓN
¿Quiere usted ser catalogado por Dios como bienaventurado? Lea el libro
de Apocalipsis. Hemos visto que el libro de Apocalipsis es un libro único.
Único por su contenido, único por su propósito, único por la forma como
llegó a nosotros y único por los beneficios que otorga a los que lo leen, lo
oyen y guardan lo que allí se dice.
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Lunes
Bienaventurados los que
mueren en el Señor 21
Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: “Bienaventurados los muertos
que de aquí en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, para que
descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos”. (Apoc. 14:13)
INTRODUCCIÓN
Mientras caminaba por un cementerio, un muchacho se detuvo para leer
una inscripción sobre la lápida de una sepultura. Quedó intrigado al leer el
siguiente epitafio:
“Detente amigo que pasas por aquí. Tal como eres, yo fui también un día.
Dentro de poco, serás lo mismo que ahora soy. Prepárate para venir a
hacerme compañía”.
Las estadísticas nos dicen de manera fría y directa que cada día mueren
casi cien mil personas en todo el mundo. Eso significa que la vida es como
un río de seres humanos que desembocan en la orilla de la eternidad, ya sea
para la salvación o para la muerte eterna.
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I. “OÍ UNA VOZ”
Dios habla a sus hijos por medio de muchas maneras. Dios quiere
compartir y comunicarse con nosotros. Es una comunicación entre
dos partes. ¿Por qué? Porque no puedes tener una relación a menos
de que haya un diálogo genuino. ¿Cómo conocemos a las personas?
Comunicándonos con ellas. Al hablarles y al escucharlos. Es lo mismo
en nuestra relación con Dios. Él habla, nosotros oímos. Nosotros
hablamos, él escucha. Cuando Juan dice que escuchó la voz de Dios es
una clara muestra que su comunión con el Señor era especial, regular e
íntima. Cuanto más te consagres a Dios, mejor podrás escuchar su voz
por medio de su Palabra. Apocalipsis 1:3 dice “Bienaventurados los que
escuchan”. El saber escuchar y disponer nuestro corazón a Dios nos
trae felicidad. La felicidad es un regalo de Dios que otorga a todos los
que son sensibles a oír su voz y obedecerle.
En Génesis 3:8 dice “… oyeron el hombre y la mujer que Dios andaba
recorriendo el jardín…”. Es así como Dios quiere, de igual manera,
relacionarse con nosotros hoy. El deseo de Dios es caminar y
comunicarse con sus hijos. Él quiere hablar con nosotros. Quiere que
le escuchemos y hablemos también. La mejor voz y la que necesitamos
escuchar siempre es la que viene del Cielo.
II. “DE AQUÍ EN ADELANTE”
Este periodo corresponde al de los tres ángeles, que abarcan la etapa
de la persecución por la bestia y su imagen (Apoc. 13:12, 17). Todos los
que bajan al sepulcro en este periodo descansan solo por un momento.
Entonces tendrán el privilegio de salir en la resurrección especial que
antecede a la resurrección general de los justos. (Dan. 12:2)
III. “MUEREN EN EL SEÑOR”
a. Perecen sus pensamientos. Sal. 146:4
b. Los muertos nada saben. Ecle. 9:5
c. Mueren sus sentimientos. Ecle. 9:6
d. Los muertos no alaban a Dios. Sal. 115:17
e. El que pecare morirá. Eze. 18:4
f. La muerte del hombre y del animal son el mismo suceso. Ecle. 3:19
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IV. SUS OBRAS CON ELLOS SIGUEN
Cuando Dios creó al hombre lo hizo para que viviera eternamente (Ecle.
3:11) y eso lo llevamos en nuestra naturaleza. Es por ello que nos cuesta
mucho lidiar con el aguijón de la muerte. Cuando medito en la muerte de
Abel en manos de su hermano Caín, no puedo imaginar el indescriptible
dolor que sintieron en su corazón sus padres. Aquello, debió ser
espantoso. De allí, que nadie sobre la tierra está preparado para afrontar
esa consecuencia que entró en la vida del ser humano con el pecado.
“Sus obras con ellos siguen” se refiere a la influencia que deja tras sí una
buena persona cuando muere. Significa que ellas serán recordadas por
toda mente sensata e inteligente que las vio y conoció, con admiración
y respeto, las cuales deberán imitar para su propio bien.
CONCLUSIÓN
Amigo, amiga, Dios nos ha encomendado una tarea, y todo lo que hagamos
para cumplirla contará con su bendición. Cuando ya no estemos en este
mundo porque la muerte nos haya ganado la partida, descansaremos de
nuestros trabajos, pero nuestras obras permanecerán. No dejemos de
“echar nuestro pan sobre las aguas” (Ecle.11:1). Dios permitirá que después
de mucho o poco tiempo volvamos a encontrarlo para vida.
Los hijos de Dios no tenemos por qué temer a la muerte, pues somos
conscientes que todos iremos por ese camino. Lo importante es vivir para
Cristo y también morir para él.
LLAMADO
La promesa de Dios y la esperanza del cristiano es que el ser humano puede
retornar a la vida. Esto será posible gracias a la muerte del Señor Jesús en
la cruz del Calvario y a su resurrección. La Biblia presenta claramente que
Jesús vino a este mundo de dolor y sufrimiento para pagar, primeramente,
la deuda del pecador, y redimirlo de la muerte eterna. Cristo destruirá el
pecado, al autor del pecado y a todos los pecadores que no se arrepientan
de su vida pecaminosa.
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Martes
Felices los que velan
y guardan sus ropas 22
“He aquí yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus
ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza”. (Apoc. 16:15)
INTRODUCCIÓN
Velar: estar despierto, estar pendiente, estar atento. Los significados de
esta palabra se pueden resumir en “Estar o ser vigilantes”. Hay muchos
cristianos que se duermen (espiritualmente), es decir, dejan de velar. Que
no nos pase como a Eva, que dejó de velar, y mientras estaba dormida
espiritualmente, vino el enemigo y la engañó (Génesis 3:1-6).
La ropa: desde que Dios creó al hombre sobre la faz de la tierra, este no estimó
la ropa con la que fue vestido por el Creador. Sin duda nos preguntamos:
pero si Adán y Eva estaban desnudos, ¿cómo podemos decir que Dios los
vistió? Es verdad, estaban desnudos físicamente, pero la ropa que Dios les
dio eran la inocencia y la santidad. Es que para Dios es muy importante
que el ser humano ande vestido correctamente. Al desobedecer el mandato
divino, el hombre perdió esa ropa, y cuando se dio cuenta que aquella ropa
santa fue quitada, trató de vestirse a sí mismo y ocultar de esa manera su
cuerpo manchado por el pecado, es así que tanto el hombre como su mujer
tomaron hojas de higuera, las cosieron e hicieron delantales, tratando de
esa manera de disfrazar y esconder su vergüenza delante de Dios (Gén.
3:7).
Es por eso que esta noche a la luz de la Palabra de Dios veremos las 3
razones por las que debemos velar y guardar nuestras ropas mientras el
Señor no viene:
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i. La violencia de los últimos días será estimulada/vigorizada por
demonios. (1 Tim. 4:1)
j. Las características que Pablo describirá no hablan de tiempos
malos, sino de personas malas. Debemos tener en cuenta que la
dureza o el peligro de este tiempo, no son, desde la perspectiva de
Pablo, guerras, hambre o enfermedades, ni ninguna otra calamidad
o dolencia que pueda afectar al cuerpo, sino los malvados y
depravados caminos de los hombres.
k. EGW: “Las escenas de la historia terrenal están llegando rápidamente
al fin. Vivimos en medio de los peligros de los postreros días.
Mayores peligros nos esperan, y sin embargo, no estamos despiertos.
La falta de actividad y fervor en la causa de Dios es espantosa. Este
estupor mortal proviene de Satanás”. (1JT, 88)
l. Aplicación: Realmente el tiempo en el que vivimos es muy peligroso,
es por eso que esta noche ¿habrá alguien que quiere velar porque
los tiempos son peligrosos?
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en la noche donde el pecado se esconde con más facilidad y se
comete el adulterio y la fornicación.
g. La noche de la ley dominical, la noche donde no podamos comprar ni
vender, la noche de la persecución, la noche cuando sea demasiado
tarde y el tiempo de gracia haya terminado.
h. Si para Jesús, 2000 años atrás la noche estaba tan cerca, cuánto
más cerca está para nosotros hoy.
i. Sin duda la noche está por llegar a este mundo.
j. Aplicación: Las agujas del reloj, del tiempo del fin, señalan que
la noche viene; todo indica que el sol del tiempo del fin está por
ocultarse. Queda poco tiempo y muchos de nosotros todavía no
hicimos planes para el encuentro con nuestro Señor. ¿Habrá
alguien que quiere alistar sus ropas para cuando llegue la noche?
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g. Y en Apocalipsis 21:7 dice que: “el que venciere heredará todas las
cosas, y yo seré su dios, y él mi hijo”.
h. Así que todos los que sean vestidos de blanco serán herederos
de Dios, y se convertirán en hijos de Dios.. ¿Se imaginan ustedes,
estimados amigos, lo que esto significa?
i. Aplicación: Si usted es vestido de blanco, habiendo lavado sus
pecados en la sangre del Cordero y habiendo vencido hasta el
final, entonces usted heredará todas las cosas como un hijo de
Dios. Usted verdaderamente será un príncipe heredero, uno de los
incontables hijos de Dios que estarán vestidos de blanco frente
al trono y frente al Cordero. ¿Habrá alguien que quiere alistar sus
ropas para ese gran día?
CONCLUSIÓN
Resumen: Hoy vimos que debemos velar porque el tiempo que vivimos es
peligroso, la noche está por llegar y debemos alistar nuestras ropas; porque
no habrá nadie sin ropas en la venida del Señor.
Apelación: Considerando que estamos a las puertas del gran encuentro con
nuestro Señor.
Llamado: ¿Habrá alguien que aún no está bautizado que quiere recibir las
ropas blancas? ¿Habrá alguien que quiere velar y guardar sus ropas para
el gran día?
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Miércoles
Felices los que son
llamados a la cena 23
del Cordero
“
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena
de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo
soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús.
Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.
(Apoc. 19:9, 10)
INTRODUCCIÓN
Quien ha tenido la oportunidad de ir a una Boda, comprenderá que es un
hecho único cargado de felicidad y expectativa. Aquel encuentro entre el
novio y la novia delante de Dios es la invitación que él hace a sus hijos
“bienaventurados”, pues verdaderas son sus promesas.
I. UN CORDERO
a. Bienaventurados quienes son invitados a las bodas del cordero.
Qué mejor cuadro para ilustrar aquel momento especial de una
felicidad sin límites.
b. La celebración no se da en lo que está servido o la calidad de
los invitados. La celebración se da en ocasión del que invita, y
es precisamente el cordero de Dios.
c. Aquel que estaba destinado desde la caída (Gn. 3:21) de
nuestros primeros padres y que se hizo hombre (Jn. 1:29;
Heb 4:15) sujeto a las mismas pasiones y tentaciones que
enfrentamos hoy. Es él quien recibe a sus invitados para
compartir su felicidad con una generación redimida por su
sangre.
d. Como cordero, Cristo manifestó su mansedumbre. “… (Como
un cordero que es llevado al matadero). Tampoco él abrió su
boca”. (Is. 53:7). Contrariamente a lo que las personas pueden
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sentir para sentirse ganadores. Desde su nacimiento sus
ojos estaban puestos en aquellos a quienes salvaría por su
sacrificio. Pudo desistir de esta tarea, nada lo obligaba, nadie
se lo imponía, no había compromisos. Es más, aquellos por
quienes vino lo rechazaron; sin embargo, entregó su vida por
amor a sus hijos, aun al precio más alto: su propia vida.
Aplicación
Alguien debe morir, es la sentencia que reclama el pecado desde
el principio (Ro. 6:23). Sin embargo, alguien decide ocupar ese
lugar. “… Un carnero trabado… y lo ofreció en holocausto en
lugar de su hijo”. (Gn. 22:13).
Aplicación
Puede suceder que en nuestro caminar las cosas no han salido
como esperábamos, que aquello que pensábamos que nos
traería felicidad se desvaneció en un instante.
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descripción de aquel que entregó su vida por amor a nosotros y
que está dispuesto a traer esperanza y una felicidad sin límites
para ti y tu familia.
Aplicación
Por esta razón, en ocasión de su venida, Jesús hace el llamado,
hace la invitación a aquellos que quieren experimentar una
felicidad sin límites. Esta felicidad solo se puede lograr si le
entregamos nuestra vida a él (Hc. 22:16).
Todo ha sido dispuesto por él para vivir eternamente (Ef. 5:31;
Jn. 3:16), pues en Cristo todas las cosas no solo son hechas
nuevas, sino que serán para siempre.
CONCLUSIÓN
A la luz de la palabra de Dios es Jesús:
El que invita a todos a recibir su perdón (Ap. 19:9)
El que busca y quiere estar con nosotros (Ap. 3:20)
El que puede darnos vida eterna y una felicidad sin límites (Hc. 4:12)
Llamado
Hoy es el día de aceptar hacer un compromiso con Cristo para vida eterna.
¡Hoy es el día del inicio de una felicidad sin límites, levántate y ven a Jesús!
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Jueves
Felices los que
tienen parte en la 24
Primera Resurrección
“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes
de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”. (Apoc. 20:6)
INTRODUCCIÓN
La muerte no es el final de todo para los que creen en Jesucristo. La
promesa de la resurrección, garantizada por la resurrección de Cristo, es
una realidad para los que confiamos en él. Pero, ¿sabías tú que habrá dos
resurrecciones al final de la historia humana, pero solo los que resuciten en
la primera podrán vivir por la eternidad con Cristo? Vamos a analizar juntos
lo que las Sagradas Escrituras dicen al respecto.
Aplicación
Quizá en esta mañana te perturba la idea o tienes miedo a la muerte.
Tienes un ser querido muy enfermo y no sabes qué hacer. No tienes
por qué desesperar. Si tú crees en Jesucristo, la muerte no es el fin de
todo. Hay una promesa de resurrección preparada para ti y tus seres
queridos.
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Decisión
¿Quieres abrazar tú también esta bendita esperanza de resurrección
para vivir por la eternidad con Jesucristo? Entonces hoy tienes que
creer en él y entregarle tu corazón a Jesús.
Aplicación
Es posible que hoy estés escuchando esta palabra y aún no le has
entregado tu vida a Jesucristo. Perdiste un ser amado y no tienes más
ganas de nada, y no tienes esperanza. No tienes por qué desesperarte,
hay esperanza de vida eterna en Cristo.
Decisión
¿Quisieras tu resucitar para vida y no para muerte? Hoy es tu día, no
puedes ir para casa sin asegurar tu vida eterna en Cristo. Hoy tienes que
creer en la promesa de la resurrección y entregarle la vida a Jesucristo.
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en el cielo (Apoc. 20:4) antes de volver a la tierra y recibir de Dios un
nuevo cielo y una nueva tierra donde no existirán más la muerte, ni el
llanto, ni el pecado ni el dolor (Apoc. 20:1-5).
Aplicación
Es probable que tú viviste hasta aquí sin la esperanza de una vida
mejor y con miedo a la muerte, pues hoy puedes cambiar tu historia
y decidir creer en Jesús y en las promesas de su Palabra para tu vida.
CONCLUSIÓN
¿Quisieras hoy separar un lugar con Jesús en el cielo y pasar las más
grandes vacaciones de tu vida por mil años con Jesús en cielo? Pues hoy
es el día en que tienes que entregarte a Jesús y abrazar la promesa de la
primera resurrección. Solo creyendo en Jesús y su promesa encontrarás la
esperanza de la vida eterna y de un mundo mejor. Jesús ya fue a preparar
un lugar para ti y para todos aquellos que creen en él y sus promesas (Jn.
14:1-3). Si esta es tu decisión ponte de pie y entrégale hoy tu vida a Jesús
y ven a él con fe, ven a Jesús. Amén. Oremos.
24
Viernes
Felices los que
guardan las Palabras 25
de la ProfecÍa de este
libro
“¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la
profecía de este libro”. (Apoc. 22:7)
INTRODUCCIÓN
La sexta bienaventuranza de Apocalipsis es extraordinaria: Se trata de la
SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. Esta es la mayor esperanza del cristianismo.
No hay otra. Toda la esperanza de un cristiano se basa en esta promesa.
¡Jesús viene pronto! ¡Jesús viene en breve! ¡Maranatha, Cristo viene!
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decepcionarán. Sin embargo, las buenas intenciones no alcanzan para
darle la solución a los problemas de la vida. Es Dios quien nos da la
seguridad.
Es por eso que el texto dice claramente: “Estas Palabras son fieles y
verdaderas”. No hay palabras más ciertas que la Biblia.
Aplicación
¿En quién has confiado? ¿Cómo te fue? ¿Dónde está esa persona que
te prometió amor eterno? ¿Dónde están tus amigos y familiares que
decían amarte y hoy que lo has perdido todo se alejaron de ti? Confía
y cree en el único que jamás falla, confía en Cristo. Y la Biblia es su
Palabra.
Aplicación
Hoy, tú puedes tener la seguridad de que Dios te envía ese mensaje
a través de muchas formas, y yo puedo ser una de ellas. Yo soy un
mensajero de Dios que Él usa para hacerte conocer que Jesús viene
pronto, y debes estar preparado. Ese mensaje es un mensaje cierto y
verdadero, no es broma ni una idea humana. Es de Dios.
III. “PARA MOSTRAR A SUS SIERVOS LAS COSAS QUE DEBEN SUCEDER
PRONTO” (v.6 c)
Juan, el discípulo amado, escribe las palabras de Jesús. Es Jesús
mismo quien le confía este mensaje sublime y grandioso: LAS COSAS
QUE DEBEN SUCEDER PRONTO. La pregunta lógica es, ¿qué cosas
deben suceder pronto? Y en el contexto del texto se refiere a algo que
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según el cumplimiento de las profecías no debe demorar, no debe
tardar.
Aplicación
Te levantas en las mañanas con la sensación de que puede que sea
el último día de tu vida. Los contagiados son miles y miles. Los más
pobres no pueden sustentarse con alimentos. Las medicinas están
subiendo de precio y no hay hospitales capaces de atender a los
dolientes. ¿A dónde ir? ¿Qué hacer? En medio de toda esta crisis, la
Biblia dice: ¡HE AQUÍ VENGO PRONTO!
Aplicación
¿Quizás estoy hablando a una persona que perdió a su padre o madre
en esta terrible pandemia? Has perdido a una persona amada y no has
podido ni siquiera darle una cristiana sepultura. Déjame decirte en el
nombre de Jesús que esto pronto acabará. Cristo está viniendo en
breve. Cristo está pronto a venir.
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destaca la palabra guardar. Esta palabra tiene que ver con OBEDECER.
Es decir que una persona que obedece las profecías de este libro
(Apocalipsis) será feliz. Y es que como ya vimos en las bienaventuranzas
anteriores, la felicidad solo es posible en Cristo, el personaje central de
las Escrituras (Juan 5:39).
De nada sirve leer la Biblia, decir: “amén”, “yo creo”, “sí Señor”, si no lo
llevo a la práctica, si no soy obediente a las palabras de las profecías, a
los eventos que van sucediendo según el cumplimiento de la profecía.
Aplicación
El obediente es feliz porque sabe cómo terminará la “película” de la
vida. Es feliz porque sabe que Cristo, a la luz de las Escrituras, será el
gran vencedor sobre el mal y sobre el enemigo. Es obediente porque
guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús (Apocalipsis
14:12).
CONCLUSIÓN
¿Cuánto tiempo estás asistiendo a la iglesia? ¿Eres alguien que ya estudió
la Biblia, pero aún no decides obedecer completamente el llamado que
Dios te hace? Recuerda que no solo basta con leer y creer, es necesario
OBEDECER, poner en práctica lo que dice la Biblia. ¿Cuántas lágrimas
habríamos evitado si tan solo hubiésemos sido obedientes a las “Palabras
de este libro”?
A veces vives inseguro, con temor al mañana, con temor al futuro porque la
situación es incierta. Literalmente no sabes a dónde ir ni qué hacer. Puedes
ver que en ningún lugar del mundo hay seguridad. Este mal del COVID-19
nos mostró que no hay seguridad en ningún lado. Todos podemos caer en
las garras de esta pandemia. Y en esta situación cruda, la Biblia, la Palabra
más segura nos dice: CRISTO VIENE PRONTO. No demora.
Hoy es el día.
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Sábado
Felices los que
lavan sus Ropas 26
“Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la
vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. (Apoc. 22:14)
INTRODUCCIÓN
La séptima y última bienaventuranza en Apocalipsis resume el propósito
de Cristo para la humanidad. El hecho de lavar nuestra vestidura y obtener
el árbol de la vida, ingresando por las puertas a la ciudad celestial, nos
muestra la esperanza de un mañana con Jesús.
Actualmente seguimos en cuarentena manteniendo el aislamiento social.
Mucha gente está desesperada, con ansiedad, porque tenemos una
familia que alimentar y no podemos trabajar. Hay gente que muere, pero
no hay medicina para salvarlos. Después de esta cuarentena, cuando nos
toque reencontrarnos, estaremos con una nueva normalidad, donde la
desconfianza invadirá a todo el mundo y nos obligará a mantener distancia
de los demás. Muchos dicen que tendremos que acostumbrarnos a esa
nueva forma de vida. ¿Ese será el mundo que Dios quiso para nosotros?
¿Ese es el mundo que quieres para ti, para tu familia?
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está sucia tienes que lavarla, no vas a ir con algo que te puede
avergonzar.
Aplicación
La felicidad que recibiremos no es un mérito nuestro, o una recompensa
a un logro. Al contrario, no hicimos nada, es un regalo de Jesús para
la humanidad realizado en la cruz para nosotros, para todo aquel que
lo acepta. Es por ello que debemos bautizarnos para lavar nuestras
vestiduras del pecado. Ahora qué te detiene, toma tu decisión de
aceptar a Jesús en tu vida mediante el bautismo.
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2. El árbol de la Vida es el símbolo de la vida eterna que fue perdido
en el Edén como consecuencia a la desobediencia, registrado en
Génesis 3:22, 23. Y precisamente este árbol que fue guardado,
escondido por Dios en el huerto del Edén, será devuelto al ser
humano que acepte a Jesús, para que pueda comer de su fruto
y vivir por la eternidad en su reino. “… al que venciere, le daré a
comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de
Dios”. (Apocalipsis 2:7)
Aplicación
Existen regalos maravillosos reservados para la persona que acepte a
Jesús, no pierdas más el tiempo. Nuestro Padre Celestial ha preparado
la recompensa para el que venciere, para aquellos hijos que lo acepten.
Es el árbol de la vida que se quedó dentro del huerto del Edén, que
perdimos por nuestra desobediencia y que ahora se nos permitirá
volver a comer para vivir por la eternidad con Él. Vamos, ¡solo debes
aceptar a Jesús en tu vida!
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Aplicación
Tú y yo tenemos una gran promesa ante esta pandemia que estamos
viviendo, no debemos desesperarnos. Ingresaremos todos por las
puertas a la gran ciudad. Aquella puerta del huerto del Edén que fue
cerrada por nuestra desobediencia, al final de esta historia es el mismo
Jesús quien ahora abre las puertas de la ciudad para vivir felices por
la eternidad con Él. Solo debemos aceptar a Cristo en nuestra vida ¡Es
nuestra decisión!
CONCLUSIÓN
La felicidad no depende qué tanto hagamos, ya que Jesús lo hizo todo por
nosotros; tan solo debemos acercarnos a lavar nuestras vestiduras en su
sangre derramada en la cruz por nosotros, mediante el bautismo. De esta
manera seremos salvos y entraremos a su reino.
LLAMADO
Sé parte del pueblo de Dios que “al recibir el mensaje fueron bautizados, y
aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas…“ (Hechos 2:41).
Hoy es el momento de entregar tu vida a Jesús mediante el bautismo para
disfrutar del árbol de la vida y del ingreso a la ciudad celestial. Ponte de pie
y bautízate ¡Toma tu decisión hoy!
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