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Modelo de salud mental comunitaria

Como surgió el modelo.

Larban, (2010) menciona que se realizo una encuesta sobre las necesidades de atención

en salud mental entre los asociados de la Asociación Pitiusa, (Ibiza y Formentera) de

Familiares de Personas con Enfermedad Mental y de niños y adolescentes con autismo y

otros trastornos generalizados del desarrollo, (APFEM) y el modelo de atención que

elaboramos los profesionales de dicha asociación en estrecha interacción con la asociación

y su junta directiva sirvió para dar respuesta técnica a los resultados de la encuesta. Al

mismo tiempo, se trataba de dar cuerpo, es decir, crear un continente, (modelo de atención

para responder a las necesidades detectadas), que se llenase de contenido y le diese un

sentido, (encuesta de necesidades, demanda y respuesta a las mismas), a esta metáfora de

navegantes.

Al estudio de necesidades y a la demanda surgida de la encuesta había que

proporcionarles un continente, desarrollar un contenido y darle a uno y otro un sentido. Así

surgió el “Modelo de atención a la salud mental que deseamos” fruto del trabajo de dicha

asociación (febrero de 2000), el cual ha sido recientemente revisado y actualizado (octubre

de 2000) refiere Larban, (2010)

Definición del modelo de Salud Mental Comunitaria.

La Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 (LNSM) es una norma que garantiza el

derecho de todas las personas a la atención efectiva y oportuna de la salud mental. La

LNSM reconoce a la persona con padecimiento mental como un sujeto de derecho y plantea

una modalidad de abordaje comunitario. En base a ello, se conceptualiza a la salud mental


como un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales,

biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de

construcción social vinculada a la concepción de los derechos humanos y sociales de toda

persona. El modelo de salud mental comunitaria ha de concretarse a través de la creación y

desarrollo de una red de dispositivos (unidades o estructuras) asistenciales para la atención

de la salud mental de la población; que propone un abordaje comunitario, integral,

interdisciplinario e intersectorial centrado en las personas y que entiende la complejidad de

los procesos de salud – enfermedad – atención – cuidados, en el ámbito territorial donde las

personas desarrollan su vida cotidiana.

(Ceverino, Doria, Escudero, Figuera, García, et al; 2016) refieren que el modelo

comunitario de atención a la Salud Mental, de financiación y gestión pública directa, debe

ser una estructura territorial flexible, capaz de adaptarse a los cambios sociales, responsable

de la atención a la totalidad de una población determinada y, por tanto, facilitadora del

acceso de los usuarios a los servicios, de la inclusión social de personas con trastornos

mentales graves y de la acogida de sectores sociales de riesgo (niños y adolescentes,

ancianos, inmigrantes, sujetos en situación de precariedad económica.

En Salud Mental comunitaria, el trabajo por programas debe estar determinado por las

necesidades de grupos específicos de usuarios (niños y adolescentes, adultos, ancianos,

personas con trastornos mentales graves, drogodependientes). La creación de nuevos

programas para trastornos graves (trastornos de la personalidad, trastornos de la

alimentación, autismo), tiene que depender de una dotación adecuada de recursos y no

puede romper la territorialidad del modelo. (Ceverino, Doria, Escudero, Figuera, García, et

al; 2016)
Como es bien sabido, cualquier ámbito territorial de Salud Mental debe contar con una

red de dispositivos con funciones diversas y complementarias que aborden las tareas de

promoción de la Salud Mental y de prevención primaria, secundaria y terciaria de la salud

mental de la población, dentro de la red sanitaria. (Ceverino, Doria, Escudero, Figuera,

García, et al; 2016)

• Centros de Salud Mental con programa diferenciado para la atención a niños y

adolescentes. Dichos centros, además de promover la salud mental de la población a cargo,

intervienen con psicoterapias regladas y deben contar con programas de atención

domiciliaria e intervención en crisis (prevención de suicidios, maltrato familiar…).

• Unidades de hospitalización breve en hospitales generales (para adultos, y para niños y

adolescentes).

• Hospitales de día para niños y adolescentes, adultos y ancianos.

• Centros de atención a drogodependientes.

• Centros de día.

• Unidades hospitalarias de media/larga estancia.

• Centros de rehabilitación psicosocial.

• Talleres ocupacionales y centros de rehabilitación laboral.

Características del modelo de salud mental comunitario

Larban, (2010) menciona ciertas características que diferencian al modelo de salud

mental comunitario de los otros:


 Público. Sin excluir la participación privada, pero con garantías y control

desde lo público.

 Comunitario. De y En la comunidad y Para, la comunidad. Participación de

la comunidad, a través de las asociaciones de afectados y sus familiares en la

planificación, creación y gestión de los recursos y dispositivos asistenciales.

 Racional. Respuesta a las necesidades de los usuarios y NO en función de

una oferta de servicios.

 Equitativo. Proporcionalidad respecto al grado de necesidad y NO respecto a

criterios meramente políticos o economicistas.

 Atención integral. Bio-psico-social. Equipos multiprofesionales e ínter

disciplinares.

 Prestaciones terapéuticas, psicoterapéuticas y rehabilitadoras (variedad de

prestaciones y orientaciones terapéuticas reconocidas científicamente y con

profesionales debidamente formados y acreditados por sociedades científicas).

 Coordinación de los dispositivos de la red asistencial. Trabajo en Red.

Continuidad de cuidados. Psiquiatra o terapeuta de referencia.

 Planes terapéuticos y de rehabilitación psico-social individualizados y

estrechamente imbricados entre sí. No separarlos.

 Inserción socio-laboral.

 Atención especializada e integrada en un segundo nivel asistencial dentro del

sistema sanitario general.

 Respetar especificidades de formación y labor de los profesionales.

Formación continuada. Cuidados del cuidador profesional.


 Trabajo de equipo, inter disciplinar y multiprofesional. – Responsabilidad

asistencial territorializada. Áreas sanitarias. Tener en cuenta la insularidad.

Una buena atención en salud mental no depende solamente de la cantidad de recursos

disponibles, sino también de su diversidad y calidad. Esto implica equipos

multiprofesionales e interdisciplinares que den respuesta a la complejidad bio-psicosocial

del ser humano, que estos equipos sean suficientes y bien formados en cuanto a calidad y

variedad (profesionales y escuelas o modelos teórico-prácticos de intervención). Menciona

Larban, (2010)

Criterios de eficacia de los terapeutas.

Larban, (2010) menciona los criterios que deben tener los terapeutas dentro de los

límites de la propia patología del sujeto y entorno inmediato.

1. Personalidad del terapeuta, su motivación, formación y experiencia. Dentro de la

personalidad: congruencia, capacidad para hacer frente, elaborar e integrar las necesidades

evolutivas de cambio interno y externo. Capacidad de acceso y contención, así como

elaboración de sus vivencias emocionales e inconscientes. Capacidad de espera en una

escucha receptiva y activa. Capacidad de empatía, necesaria para establecer una buena

alianza terapéutica.

2. Calidad de la relación terapéutica. Dependerá en un aspecto fundamental como

veremos después, de la capacidad institucional y profesional para crear un continente que

permita la elaboración de un contenido, dando sentido a uno y otro a la vez que a nuestras

intervenciones terapéuticas.
3. Adecuación de la respuesta terapéutica a la demanda y en función de las necesidades

del paciente-usuario y su familia

Caso de Salud Mental Comunitario.

En este caso se describe la problemática de una comunidad especifica. Se basa en una

intervención de salud mental comunitario.

Cierta comunidad se encuentra establecida en la vereda “caracolí”, en este lugar se

encuentra una problemática de inundación a causa de las fuertes lluvias. En este caso

podemos contar con la versión descrita por Valeria Gómez, una joven de 24 años quien

reside en el municipio de Caracolí/Cesar, vive con su familia (madre, padre, y dos

hermanos varones) y trabaja en Valledupar. Valeria cuenta que, las lluvias intensas

cubrieron de agua zonas rurales y urbanas de esta localidad. Por tal razón se habilitaron

escuelas públicas, con el fin de albergar familias inundadas en zonas urbanas, pero la

situación se torna muy complicada en zonas rurales porque las familias no quieren

abandonar sus viviendas y los caminos están intransitables.

Valeria está desesperada porque lleva varias noches sin dormir, al igual que su familia.

Asimismo, comenta que sus vecinos se encuentran angustiados, ya que, se sienten

desamparados al no recibir la ayuda necesaria por parte de los organismos

correspondientes. Al notar las constantes quejas de los diferentes afectados, la gobernación

y alcaldía se vio en la obligación de intervenir enviando un grupo interdisciplinario

(psicólogo, trabajador social, enfermeros, primeros auxilios y médicos).


La intervención que se debe realizar a la comunidad afectada es la siguiente:

- Detectar las situaciones de atención en salud mental para conocer la gravedad de la

situación de cada una de las familias y empezar las intervenciones supliendo las

necesidades inmediatas o más urgentes.

- Luego de observar la problemática, se construyen intervenciones convencionales

que tienen como propósito atender aspectos de la vida de las personas que, desde los

conocimientos adquiridos, se es consciente que ese espacio es determinante para la

recuperación de la comunidad afectada.

Para este plan de intervención se trabajará en la recorrida por los barrios de esta vereda,

se realizarán visitas, unas dentro de las casas con un líder familiar y en otros casos con la

familia completa. Se organizarán espacios de juego y dibujo con los infantes en diferentes

lugares de los barrios y en las escuelas, también se deberá intervenir junto con los médicos

cuando surjan cuadros críticos de asistencia en varios niveles, y a su vez contaremos con la

realización de intervenciones de tipo vincular, es decir, entre miembros de la familia y sus

vecinos.

Al momento de entrar a trabajar en los barrios mas humildes de este corregimiento,

traería a su vez, un hecho increíble; ya que es un corregimiento que quizá no ha gozado de

los beneficios de la asistencia médica, entonces los individuos tendrían un encuentro por

primera vez con un especialista, ya sea psicólogo o psiquiatra. Y, para muchos

profesionales, también sería un privilegio contar con la posibilidad por primera vez de

realizar una intervención en salud mental profundamente comunitaria, traspasando las

barreras que nuestra formación universitaria muchas veces no nos permite.


En este caso se realizarán dos estrategias mediante dos vías; por un lado, se les

informará a los referentes políticos que serán una pieza clave para las acciones futuras y

seguimiento (judiciales, asistenciales y de contención) en esta intervención, y como

segunda estrategia tendremos la derivación a servicios de salud zonales con base al

relevamiento que se hará sobre los recursos que existan, para así realizar un enlace directo

con los profesionales para derivación del caso.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Ceverino, A. Doria, L. Escudero, C. Figuera, D. García, S. et al, (2016) los pilares

fundamentales de un modelo comunitario de atención a la salud mental para Madrid.

Larban, J. (2010) El modelo comunitario de atención a la salud mental “continente y

contenido”

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