La paciencia de María

1. Paciencia con Dios

a. Confianza en la oración
i. Milagro en las Bodas de Caná. Pide y espera. No insiste. “Haced lo que es
os diga”
b. Confianza en Su Providencia
i. Ante el viaje a Belén embarazada, viaje áspero, estación cruda, situación
delicada. ¿Se queja? Teniendo ella el DERECHO.
ii. Ante Su Purificación en el Templo, la cual acepta a pesar de ser ella de la
Inmaculada, a pesar de su pureza virginal. ¿Se ofrenda? Teniendo
VERDADEROS MOTIVOS.
iii. Aceptación de la voluntad de Dios, de las CONDICIONES. “He aquí la
esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.”
c. Confianza en el sufrimiento de Jesús
i. Mira a Jesús cómo lleva los rigores de su pobreza, la fatiga de su trabajo, la
persecución de sus enemigos. ¿Le RECLAMA?
ii. Calumnias, acusaciones, envidias. ¿Lo DEFIENDE?
iii. Dolores, sufrimientos del cuerpo y del alma. Su Pasión, Muerte y
Crucifixión. María al pie de la Cruz. ¿Pretende EVITARLO?
iv. Admira su silencio, su resignación, ¡su paciencia inalterable!
v. “Pero María guardaba todas esas cosas, meditándolas en Su Corazón” (Lc.
2, 19)
2. Paciencia con los demás
a. Ante la negación de José. ¿Responde? Teniendo ella la RAZÓN.
b. Ante los verdugos en el Calvario. ¿Les guardó rencor? Les PERDONÓ
c. Ante los apóstoles, ante la negación de Pedro. ¿Les reclamó, les echó en cara su
error, su traición? Los acogió con misericordia en su casa.
3. Paciencia con nosotros mismos
a. Paciencia = ciencia de la paz.
b. No perder la paz por nuestros errores, por nuestras cruces, por nuestros
sufrimientos.
c. Permanecer al lado de María en medio de la Cruz, como San Juan.
d. “No podemos suponer que perseveraremos a la hora de cargar con nuestra cruz,
contando solo con nuestras propias fuerzas y nuestra buena voluntad, como San
Juan supuso que haría. Sin una íntima relación con Nuestra Señora, el mandato de
coger nuestra cruz de todos los días y seguir al Señor resultará difícil y fatigoso.” –
Madre Teresa