Está en la página 1de 6

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El agua es uno de los recursos naturales más valiosos con los que cuenta el

planeta, ya que es utilizado en casi todas las actividades del ser humano, desde las

más cotidianas, como la limpieza y la alimentación, hasta las labores de tipo industrial y

agrícola, que consumen cantidades masivas del preciado líquido. Esta dependencia ha

provocado que las fuentes hídricas sufran de una sobreexplotación en, por lo menos, el

20% de su capacidad[CITATION Org15 \l 9226 ].

Según informes más recientes de la UNESCO, el consumo de agua ha

aumentado en un 1% desde los años 80. De acuerdo con el reporte, “la agricultura

(incluida la irrigación, la ganadería y la acuicultura) es, con mucho, el mayor consumidor

de agua, dado que representa el 69% de las extracciones anuales de agua a nivel

global. La industria (incluyendo la generación de energía) representa el 19%, y los

hogares el 12%”[CITATION WWA19 \p 27 \l 9226 ]

A futuro, el documento estima que, para el año 2050, el consumo de agua

aumentará entre un 20 y un 30 por ciento, de continuar con el ritmo de producción e

industrialización de los países alrededor del mundo. Otros pronósticos, realizados sobre

la huella de consumo de agua al 2050, indican que, de continuar con la vertiginosa

extracción, el consumo de agua tenderá a aumentar hasta un 130%, en relación con el

consumo registrado en el año 2000.[ CITATION Erc14 \l 9226 ]

Este desorbitado consumo ha empezado a generar secuelas importantes. Por

ejemplo, según la Organización de las Naciones Unidas (citado en Escoz, Gutiérrez, &
Meira, 2020), la disponibilidad de agua por persona se ha reducido en un 55% desde

1960, lo que se traduce en que, a la fecha, el 30% de la población mundial no tiene

acceso directo a una fuentre hídríca, mientras que otro gran porcentaje debe obtener el

líquido de fuentes poco salubres, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades

que se transmitan por bacterias u otros patógenos presentes en el agua.

Según la opinión de los expertos, si tomamos en cuenta que la población crece a

un ritmo exponencial, “parece claro que en poco tiempo no se podrán satisfacer las

necesidades que hemos creado con un modelo de crecimiento basado

fundamentalmente en el consumo” [ CITATION Gut06 \l 9226 ]

Además, los problemas ambientales no podrán solucionarse hasta que no se

entienda que es, básicamente, un problema social derivado de las valoraciones que las

sociedades y los individuos realizan todos los días en sus actividades cotidianas

(Marcén et al., 2004, citado en [ CITATION Jaé11 \l 9226 ].

En el ámbito latinoamericano, las circunstancias resultan similares. En Colombia,

por ejemplo, se ha estimado que “a pesar de los abundantes recursos de agua dulce,

un desajuste entre la concentración de la población y la disponibilidad de agua significa

que más de un tercio de la población urbana vive en áreas bajo estrés hídrico

moderado a alto” [ CITATION Org141 \l 9226 ]

Dentro de este contexto, un sector que puede verse afectado por esta carencia

es el educativo, especialmente en los sectores de los que habla la OCDE en su EPR.

Según [ CITATION Che04 \l 9226 ], las escuelas, sobre todo las primarias, consumen un

promedio de 3x106 million ton de agua por año, lo que, en opinión de los autores, es una
cifra considerablemente alta si se desea promover una cultura de la conservación del

agua.

Siguiendo esta línea, a pesar de que Colombia, es el tercer país con mayores

reservas de agua en el mundo según Global Water Partnership (GWP), para la WWF, la

oferta hídrica ha cambiado de 60.000 m3 por habitante al año a 45. 000m3 para iguales

condiciones, todo esto ha ocurrido en menos de treinta años; de seguir así al término de

40 años estaríamos sufriendo estrés hídrico anual por persona correspondiente a 1.000

m3.

En las escuelas colombianas, a su vez, se estima que el consumo de agua de las

escuelas primarias supera los (…) anuales, lo cual, en comparación con los datos de

otras regiones (…) dejan ver que los niveles de consumo son (…) lo que permite

determinar que (…)

Estos datos pueden verificarse, específicamente, en una observación realizada

en la institución educativa CEINAR, de la ciudad de Neiva, Huila, departamento

colombiano en el cual se presentan niveles de consumo hídrico por escuela primaria

que alcanzan los (…), con los estudiantes del grado quinto de primaria.

En este ejercicio, se determinó que los niños, en el periodo de recreo (que dura

entre 20 y 25 minutos) usaron un aproximado de cinco unidades de agua, que, en

términos métricos, es equivalente a cinco litros. Es importante mencionar que este uso

pasa por actividades poco provechosas como dejar la llave abierta cuando toman agua

de los bebederos, o por abrir el grifo cuando no existe la necesidad de beber, o para

mojarse la cara innecesariamente.


Considerando que el número total de niños observados era de 35, esto permite

afirmar que (…) existe un problema latente de mal uso de los recursos hídricos por

parte de los niños, el cual requiere una intervención pedagógica oportuna.

Este requerimiento puede abordarse desde varias propuestas metodológicas. No

obstante, de acuerdo con posiciones pedagógicas alternativas, los pensamientos

divergentes que presentan los estudiantes dan pie a formas de conciencia que son

raramente exploradas en el aspecto educativo, siendo el pensamiento aleatorio uno de

gran interés para el fomento de conductas positivas según (…)

A pesar de que hay antecedentes que indican que a través de los procesos de

enseñanza aprendizaje de las matemáticas se puede generar educación ambiental, no

hay documentos o investigaciones enfocados específicamente en la utilización de este

recurso dentro del ejercicio educativo para promover la conservación del recurso

hídrico.

Por lo tanto, se presenta la oportunidad de, por medio de la aplicación del

pensamiento aleatorio, crear espacios de concienciación que lleven a mejores

conductas de uso de agua en los estudiantes, a partir de confrontar sus propios hábitos

y sus percepciones sobre la misma.

A partir de este hecho, se genera la siguiente pregunta de investigación: (…)

Bibliografía
Cheng, C., & Hong, Y. (2004). Evaluating water utilization in primary schools. Building and

Environment, 837-845.

Ercin, E., & Hoekstra, A. (2014). Water footprint scenarios for 2050: A global analysis.

Environment International 64, 71-82.

Escoz, A., Gutiérrez, J., & Meira, P. (2020). Water and Climate Change, Two Key Objectives in

the Agenda 2030: Assessment of Climate Literacy Levels and Social Representations in

Academics from Three Climate Contexts. Water, 59-92.

Gutiérrez, J., Benayas, J., & Calvo, S. (2006). Educación Ambiental para el Desarrollo

Sostenible: Evaluación de Retos y Oportunidades. Revista Iberoamericana de Educación

40, 1-8.

Jaén, M., & Palop, E. (2011). ¿Qué piensan y cómo dicen que actúan los alumnos y profesores de

un Centrode Educación Secundaria sobre la gestión del agua, la energía y los residuos?

enseñanza de las ciencias, 61-74.

Organización de las Naciones Unidas (ONU). (2015). Agua para un mundo sostenible, datos y

cifras. Colombella: WWDR.

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. (2014). OCDE : REVISIÓN DEL

DESEMPEÑO AMBIENTAL DE COLOMBIA. Bogotá: OCDE.

WWAP (Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos de la UNESCO). (2019).

Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hìdricos

2019: No dejar a nadie atrás. París: UNESCO.

También podría gustarte