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El sombrero de copa
Sofía reflexionó un poco en el Instituto y creyó que lo que enseñaban allí eran
cosas sin sentido y que tenía asuntos más interesantes por descubrir, ¿saber
quién era y de dónde venía el mundo? Llegando a su casa revisó el buzón y
encontró un sobre grande en el que decía: Curso de Filosofía. Trátese con
cuidado. Inmediatamente se va a leerlo a su escondite, en el sobre había tres
hojas grandes escritas a máquina; empezó a leer.
Que es la filosofía
Pasado un breve tiempo Sofía sin saber porque, como y para que, haya llegado a
sus manos un curso de filosofía, con el cual hará un viaje educativo sobre el
saber, el conocimiento y el arte de aprender y enseñarse a sí misma, opta por
seguir el destino sin salida y sin retorno, ese Ser de la filosofía de la educación.
Un ser extraño
El curso comienza comparando al filósofo con la capacidad de asombro de un
niño. Lo habitual sin duda envenena la imaginación. El asombro de las cosas es
el motor de la mente para pensar. Cuando regresa a casa, Sofía tiene un
encuentro con su aburrida e ignorante madre.
LOS MITOS
Para terminar la carta, le aclara que los filósofos persiguen un objetivo: encontrar
explicaciones naturales para todo fenómeno natural.
Sofía le encuentra sentido a todo lo que dice la carta y comprende que los seres
humanos debían encontrar explicaciones para todos los fenómenos de la
naturaleza y entonces, nacen los mitos.
Todo fluye
El principal impulsor de esta idea era Heráclito. Dijo que todo fluye, nunca se
puede ir por el mismo río dos veces porque el tiempo fluye y transforma
tanto al río como a nosotros mismos. También tomo nota de las
contradicciones de la vida, y de los opuestos como guerra y paz, amor y odio, etc.
Los cuatro elementos
Empédocles propuso la teoría de las cuatro raíces en la que postula que no sólo
crea el agua, el viento, la tierra y el fuego en forma independiente, sino que la
creación surge de la combinación de todos estos elementos. Llegó a la
conclusión de que el agua por sí sola no puede proporcionar todos los cambios,
todavía necesitaba más elementos que entraran en la formación de las cosas.
Algo para todo
Otro gran filósofo de este periodo fue Anaxagoras. Él era de la opinión de que
debe haber partículas más pequeñas que tenían un poco de todo (parte de la piel,
pelo, huesos, etc) a lo que llamó nous. Sofía se refugia en el callejón, en una
esquina del seto que delimita el bosque. Se deposita el material del curso entero.
La madre de Sofía encontró una de las cartas y pensó que era una carta de amor.
Demócrito
Sofía recibió un sobre de nuevo y en el interior una pregunta ¿por qué las piezas
del lego son el juguete más genial del mundo? Sofía no entendía qué tenía que
ver ello con la filosofía. Volviendo al día siguiente en el instituto encontró uno en el
buzón amarillo lleno de páginas escritas a máquina. Tomó el sobre a su habitación
y se decidió vigilaría el buzón mientras leía desde su ventana.
La teoría atómica
Demócrito fue el útimo gran filósofo de la naturaleza. Defendió la idea de que
todo estaba compuesto de partículas diminutas, que llamó «átomos», dijo
que eran como ladrillos idénticos al juego de lego. Explicó que para cada parte del
cuerpo hay átomos específicos, como en la naturaleza deja algunos troncos de
otra forma, etc. Al morir estas piezas pueden desintegrarse y se vuelven a formar
nuevos cuerpos.
El destino
Sofía estaba atenta a la puerta del jardín, pero no vio nada extraño, fue a dar un
paseo hasta llegar a la puerta de la cocina, vio un sobre, tenía algunas grietas y
humedad. Sofia decidió escribir una carta al profesor pidiéndole reunirse con
él para una entrevista. Luego tuvo una pequeña discusión acerca del susupseto
novio de Sofía.
El oráculo de Delfos
El hombre tiene curiosidad o necesita saber el futuro. Esto fue una de las cosas
más importantes entre los griegos, quienes tenían «el oráculo de Delfos»,
que según la mitología fue creado por Júpiter. Los ciudadanos daban la
pregunta a los sacerdotes, que a su vez transmitían a la sacerdotisa Pitia y ella
hacía la consulta al oráculo.