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1) ANÁLISIS Y CRÍTICA A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA

DEL PERÚ
En noviembre de 1992, se eligieron los representantes para el Congreso Constituyente
Democrático (CCD), quienes elaboraron la Constitución que se aprobó mediante
referéndum en 1993. Específicamente, el Título III se refiere al Régimen Económico y
consta de seis capítulos. En tal sentido, las principales reglas de juego en materia
económica establecidas en la Constitución de 1993 son las siguientes:
Iniciativa privada libre dentro de una economía social de mercado. La iniciativa privada
es libre. Se ejerce en una economía social de mercado. Bajo este régimen, el Estado
orienta el desarrollo del país, y actúa principalmente en las áreas de promoción de
empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura (artículo 58º).
Nuestra economía de mercado debe ser social, en el sentido de que ciertos excesos del
mercado deben ser regulados para garantizar el bien común
La economía social de mercado es representativa de los valores constitucionales de la
libertad y la justicia, y, por ende, es compatible con los fundamentos axiológicos y
teleológicos que inspiran a un Estado Social y Democrático de derecho. En esta imperan
los principios de libertad y promoción de la igualdad material dentro de un orden
democrático garantizado por el Estado. Es decir, tanto como se opone a la economía de
planificación y dirección central, la economía social de mercado se opone también a la
economía del laissez faire, en donde el Estado no puede ni debe inmiscuirse en el
proceso económico.
La Constitución Económica de 1993 dispone la preservación de la estabilidad
monetaria, prohibición del BCRP de financiar al erario, igualdad jurídica de la
inversión, libertad de contratación, libre competencia, actuación subsidiaria del Estado,
derechos de propiedad inviolable, libertad de trabajo, libertades de empresa comercio e
industria; normas constitucionales que no pueden ser reformadas por el procedimiento
legislativo ordinario, constituyendo un factor fundamental de la gobernabilidad y
consiguientemente, se fijan las condiciones para el crecimiento económico. Por lo tanto,
la Constitución Económica de 1993 así como las reformas implementadas han
contribuido a indicadores económicos favorables: incremento del Producto Bruto
Interno (PBI), control de la inflación, aumento del PBI per cápita, incremento
significativo de la balanza comercial; asimismo, hay una posición superavitaria de las
finanzas públicas y el nivel de Reservas Internacionales se ha incrementado
considerablemente.

2) ANÁLISIS Y CRÍTICA A LA LEY GENERAL DE


EDUCACIÓN

El capítulo III. ART. 7. Estructura la Carrera Pública Magisterial en cinco niveles magisteriales,
con años determinados, excesivos y ambiguos, porque no tienen fundamento lógico, ni mucho
menos profesional. No se sabe por qué 3 años en el I Nivel, 5 años en el II, 6 años en el III y IV.
Pero, eso sí, si los juntamos con el ART. 45 “Remuneración por Niveles Magisteriales”, nos
vamos a dar cuenta que, los famosos incentivos por meritocracia son ínfimos y, lo que es peor,
poquísimos los maestros que van a tener acceso y gozar de esos pequeños incentivos, a través
de largos años de permanencia en cada nivel magisterial. Veamos:

Teniendo en cuenta el ART. 63 de la ley, que señala la jornada laboral en 30 horas cronológicas
para todos.

PRIMER NIVEL MAGISTERIAL: 3 años de permanencia. No señala cuanto es la remuneración, se


supone que son los S/.1000, 00 de promedio que reciben actualmente los docentes que
trabajan 30 horas (Profesores de primaria. Secundaria es 24 horas). Aclarando que es el líquido
promedio redondeado, sin los descuentos. Es decir lo que realmente percibe.

Ahora bien, el “bruto” incluido los descuentos, llega aproximadamente a S/. 1196, 00,
reiteramos, sin los descuentos de ley.

SEGUNDO NIVEL: 5 años. Incentivos: 15% + que el I Nivel = 1000+150, total S/.1150, durante 5
años, como si las cosas no subieran de precio. Incluso después de estar 3 años sólo con mil
soles y décimas más.

TERCER NIVEL: 6 años. Incentivos: 30% + que el I Nivel = 1000+300, total S/. 1300, durante 6
años, sin aumento.

CUARTO NIVEL: 6 años. Incentivos: 50% + que el I Nivel = 1000+500, total S/. 1500. Sólo 200
nuevos soles más que el nivel anterior, durante 6 años. Absurdo, porque el costo de vida
aumenta.

QUINTO NIVEL. Hasta que cese. 100%. Es decir S/. 2000. Si un profesor entra a laborar a los 22
años de edad y, si sumamos los años de servicios en todos los niveles nos va a dar:
3+5+6+6=20 años, más sus 22 años de edad, va a tener 42 años de edad en el V nivel; hasta
que cese, que son a los 65 años de edad, restando 65-42=23 años. Es decir, 23 años de
permanencia en el V Nivel sólo va a percibir 2000 nuevos soles de remuneración. Totalmente
absurdo, porque el precio de las cosas está en permanente alza.

Si a esto lo agregamos el ART. 26, sobre ascenso a un nivel magisterial, se vuelve más pírrica
(nos hace más daño a los favorecidos) y ambigua. No todos van a tener la oportunidad de
pasar de un nivel a otro, por tanto, pocos docentes van a gozar de esos pocos incentivos: Por
ejemplo en el I Nivel Magisterial, sólo el 40%, no dice ¿40% de qué?, pero, como señala “en
función de la disponibilidad presupuestaria” se supone entonces que se deduce del monto
presupuestario que anualmente el gobierno de turno tiene que disponer para estos
menesteres. Por tanto es imposible saber por el momento, cuantos profesores habrán en el I
Nivel, así como en los siguientes niveles. No se puede especular. He ahí la ambigüedad.
3) ANÁLISIS Y CRÍTICA A LA LEY DE LA CARRERA
PÚBLICA MAGISTERIAL

Artículo 4°.- Gratuidad de la educación

"La educación es un servicio público; cuando lo provee el Estado es gratuita en todos sus
niveles y modalidades, de acuerdo con lo establecido en la Constitución Política y en la
presente ley. En la Educación Inicial y Primaria se complementa obligatoriamente con
programas de alimentación, salud y entrega de materiales educativos."

COMENTARIO:

Un proyecto presentado por Martha Hildebrandt pretendió recortar este derecho a los
egresados de colegios particulares que ingresen a las universidades públicas mediante el cual,
los chicos de colegios privados pagarían la mitad de lo que costaban sus mensualidades en la
escuela secundaria. El proyecto en mención ha sido un conato dentro de las últimas décadas
de eliminar la educación gratuita universal. La Constitución de 1979 sí permitía la modificación
del disfrute del derecho a la gratuidad de la educación pública mediante ley ordinaria, pues
establecía en su artículo 17º: “La educación impartida por el Estado es gratuita en todos sus
niveles, con sujeción a las normas de ley”.

Pero la Constitución de 1993, quitó la última parte -“con sujeción a las normas de ley”-,
dejando expreso el rango constitucional de la gratuidad de la Educación. Otra confusión
interesada subyace en el primer párrafo del artículo 17º de la Constitución de 1993 que
establece el derecho general a la gratuidad de la educación pública, y que dice a continuación:
… “En las universidades públicas el Estado garantiza el derecho a educarse gratuitamente a los
alumnos que mantengan un rendimiento satisfactorio y no cuenten con los recursos
económicos necesarios para cubrir los costos de educación”. Dicho párrafo establece una
obligación del Estado y no es correcto interpretarlo como una limitación al derecho a la
gratuidad de la educación pública. En todo caso, el propio “Acuerdo Nacional” aprobó en la
Décimo Segunda Política de Estado, lo siguiente: “Nos comprometemos a garantizar el acceso
universal e irrestricto a una educación integral, pública, gratuita y de calidad”.

Por tanto la educación pública gratuita está garantizada desde diversos frentes. En este mundo
hay pocas cosas gratuitas. Se puede respirar aire fresco o contaminado gratuitamente; puede
tomar un baño de sol en la azotea de su casa sin que nadie se sienta despojado; puede mirar
un lindo atardecer sin pagar ni un centavo. Pero no puede consumir un refresco, una torta o
un servicio educativo de manera gratuita, pues, nada de esto cae del cielo, realidad, alguien
tiene que pagar, y en el caso de la educación pública es el Estado quien afronta dicho gasto.

La abolición de los derechos de escolaridad se considera como una de las estrategias y


medidas emblemáticas para mejorar las tasas de matrícula y participación. Los derechos de
escolaridad y otros gastos privados en la escolarización son percibidos como una barrera para
que muchos niños tengan acceso y completen la educación primaria. Esos gastos son
particularmente onerosos en países donde la pobreza impone dolorosas decisiones a las
familias y hogares sobre cuántos niños escolarizar, quiénes lo serán y durante cuánto tiempo.
Así, las políticas de gratuidad de la educación no sólo deben tener en cuenta la abolición de los
derechos de escolaridad, sino también los otros gastos de los hogares, tales como textos,
uniformes, transporte, etc. Las políticas de gratuidad de la educación también deben
insertarse en un marco de política más amplio, en cooperación con otras instituciones.
Ciertamente, ellas deben asegurar una educación de calidad e incluso permitir su mejora.

Artículo 5º.- Libertad de enseñanza

"La libertad de enseñanza es reconocida y garantizada por el Estado. Los padres de familia, o
quienes hagan sus veces, tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho a participar en el
proceso educativo y a elegir las instituciones en que éstos se educan, de acuerdo con sus
convicciones y creencias. Toda persona natural o jurídica tiene derecho a constituir y conducir
centros y programas educativos. El Estado reconoce, ayuda, supervisa y regula la educación
privada con respeto a los principios constitucionales y a la presente Ley. La iniciativa privada
contribuye a la ampliación de la cobertura, a la innovación, a la calidad y al financiamiento de
los servicios educativos. "

COMENTARIO:

En primer lugar, la libertad de enseñanza es un derecho de los particulares frente al Estado. En


otras palabras, la libertad de enseñanza es la constitución jurídica del interés de los
particulares en enseñar lo que quieran y como quieran, sin que el Estado pueda legítimamente
impedirlo. El Estado no puede imponer otras limitaciones al derecho de abrir, organizar y
mantener establecimientos educacionales que aquellas que imponen la moral, las buenas
costumbres, el orden público y la seguridad nacional, expresadas por ley. La libertad de
enseñanza es, según se ha dicho, libertad contra el Estado. No es libertad del Estado. El Estado
no tiene libertad de enseñanza. Tiene sin embargo ciertos deberes, como he acotado
anteriormente tanto constitucionales como legales, vinculados a la educación y a la enseñanza.
Yo estoy coincido con que la libertad de enseñanza es la piedra de toque de la verdadera
democracia.

Sin embargo algunos piensan lo contrario, como el peruano J.C. Mariátegui: “La libertad de la
enseñanza no es, pues, sino una ficción. Es una utopía que la historia desahucia. El Estado,
cualquier que él sea, no puede renunciar a la dirección y al control de la educación pública.
¿Por qué? Por la razón notoria de que el Estado es el órgano de la clase dominante. Tiene, por
ende, la función de conformar la enseñanza con las necesidades de esta clase social”.
Mariátegui nos sitúa en el punto de vista del proletariado (obreros), si el estado tiene un
carácter de clase de grandes burgueses y terratenientes, la proclamación de la libertad de
enseñanza no será otra cosa que crear las condiciones necesarias para ejercer esa dominación.

Como apreciamos la pugna ideológica y de intereses que suele acompañar a todo debate sobre
la educación o la enseñanza, se manifiesta no sólo en la preferencia por utilizar determinadas
categorías jurídicas (libertad de enseñanza-derecho a la educación), sino, sobre todo, en torno
a la determinación de los contenidos que albergan tales formulaciones, y en el modo de
superar los conflictos entre derechos, utilizando criterios de integración.

Reconocer esta libertad de enseñanza significa aceptar un contrapeso privado al carácter


público que se desprende del principio de igualdad; de este modo el deber del Estado de velar
por el interés público de la educación y de garantizar el ejercicio del derecho a la misma
mediante las oportunas prestaciones se equilibra con el deber de reconocer un ámbito de
actuación para las iniciativas educativas no públicas.

4) ANÁLISIS Y CRÍTICA A LA LEY UNIVERSITARIA 30220


Con la nueva ley universitaria se busca una oportunidad para modernizar y renovar la
educación superior en el Perú, construyendo sobre lo avanzado. Ya que sin buenas
universidades no habrá oportunidades de desarrollo para el país, sin embargo debió
hacerse con un objetivo imparcial y supervisada eficientemente por el Estado y
respetando las leyes constitucionales, como las que mencione respetar la autonomía
de la universidad peruana que tiene varios componentes: el académico, que es el
principal, comprende del currículo y el desarrollo de la libertad de cátedra; la
autonomía de gobierno vela por las atribuciones universitarias para organizar sus
respectivos órganos de gobierno a través de procesos democráticos y el económico
desenvolvimiento institucional de la universidad que pasa por el financiamiento de la
formación profesional, la investigación y la proyección social, contando con los
recursos económicos suficientes para alcanzar los fines dentro de los estándares de
calidad en el desarrollo de la formación profesional.
Asimismo en cuanto al bachillerato el gobierno debe dar oportunidad a que los
alumnos se adecuen a esta Nueva ley pero no de noche a la mañana ya que ello
también los perjudica ya que hacer una tesis es una investigación de años y en ello
perjudicaría al egresado que no podrá ejercer su profesión hasta obtener por lo menos
el bachiller. Aunque cabe mencionar  que es indispensable en la Universidad Peruana
promover la visibilidad de la producción científica que permita crear y gestionar una
serie de herramientas como revistas científicas de calidad editorial y sus contenidos,
incrementando la posibilidad de indización y el ascenso de la Universidad en el ranking
internacional.

5) PROPUESTA PARA EL CUMPLIMIENTO DE DEBERES Y


DERECHOS
La postura que sostengo es que al vivir en una sociedad clasista producto de las
políticas económicas y demás, nuestros derechos están siendo vulnerados y por lo
tanto, es menester de la población hacerlas valer, manifestando su desacuerdo con
marchas pacíficas, no solo con objetivos reivindicativos, sino además, como deber
ciudadano.

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