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Gracia a Vosotros :: desatando la verdad de Dios, un versículo a la vez

Sed llenos del Espíritu, 2ª Parte


Scripture: Efesios 5:18b–19
Code: GAV-1940

Regresamos esta mañana para nuestro estudio del quinto capítulo de Efesios. Nos está tomando un
poco de tiempo cubrir los versículos 18 al 21 porque están tan cargados de verdad, y no queremos
pasar por alto ninguna de las cosas maravillosas que el Espíritu de Dios tiene para nosotros en este
pasaje tan clave. Si usted no tiene su Biblia con usted, hay uno cerca de usted en la banca, y puede
seguirnos. Y veamos los versículos 18 al 21 de Efesios 5, y siga con sus ojos conforme leo.

“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando
entre vosotros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestro
corazón; dando siempre gracias a Dios por todo al Dios Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo. Someteos unos a otros en el temor de Dios.”

Ahora, en nuestro último estudio aprendimos que ser lleno del Espíritu, como lo indica el versículo
18, es vivir todo momento como si usted estuviera en la presencia de Jesucristo. Conforme
comparamos Efesios 5:18 con Colosenses 3:16, señalamos que dejar que la Palabra de Cristo more
en usted en abundancia, es lo mismo que ser lleno del Espíritu. Y vimos a partir de la ilustración de
la vida de Pedro, que Pedro cuando estaba junto a Jesucristo podía hacer lo milagroso, decir lo
milagroso, y tener valentía milagrosa. El mismo Pedro, cuando estuvo lleno del Espíritu de Dios, es
visto haciendo lo milagroso, es oído diciendo lo milagroso, y es visto teniendo valentía milagrosa.

En otras palabras, el paralelo es interesante, cuando él estaba cerca de Jesucristo en Su presencia,


y cuando estaba lleno del Espíritu de Dios él tuvo el mismo tipo de resultados. Y como puede ver,
eso es exactamente lo que Efesios 5:18 y Colosenses 3:16 nos están diciendo. Ser llenos del
Espíritu no es alguna experiencia estática, no es algún tipo de experiencia sobrenatural. Ser lleno
del Espíritu es simplemente vivir momento a momento en la presencia consciente de Jesucristo. Ese
es el corazón de toda la vida llena del Espíritu, consciente de Cristo, que Él está presente. Y es una
experiencia momento a momento, a momento, a momento. Es un compromiso para ahora, no para
el futuro. Dios nunca está interesado en compromisos futuros, ¿sabe usted eso, no es cierto?

De hecho, usted no está muy interesado tampoco en ellos. Si su esposa se le acerca y le dice:
“¿Querido, me amas?” Usted no le dice: “Habla conmigo en un par de semanas.” Ella no está
interesada en un par de semanas, ella quiere saber ahora. Bueno, Dios no está interesado en su
futuro, Él está interesado en su presente. Es el momento, es el ahora, es si su vida está controlada
por el Espíritu Santo ahora, lo que importa. Y, por cierto, ¿sabía usted que solo vivirá ahora, nunca
vivirá en el futuro? Nunca lo hará. Usted puede estar esperándolo, pero nunca llegará ahí. Siempre
es el futuro, y usted nunca vive en el pasado. Algunas personas tratan eso con mucha dificultad,
especialmente en nuestra sociedad en la actualidad. La antigüedad es buena, usted sabe, la gente
quiere remontarse al pasado, pero usted nunca llegará ahí. Usted siempre estará aquí, y este es el
único momento que importa.

Y lo que el apóstol Pablo está diciendo es: “Manténganse continuamente llenos, en este momento,
controlados por el Espíritu.” Esa es la manera de vivir la vida cristiana, no controlado por usted
mismo, sino por el Espíritu de Dios. ¿Cómo? Al llenar su vida con la Palabra de Dios de tal manera
que sus pensamientos son los pensamientos de Dios, sus caminos son los caminos de Él, lo más
posible, de tal manera que Cristo mismo domina su pensamiento, y así es como usted es controlado
por Su Espíritu. Hay un resultado maravilloso de esto, en 2 Corintios capítulo 3, versículo 18, dice
ahí que conforme usted ve la gloria del Señor, conforme usted se concentra en la consciencia de
Cristo, usted será cambiado a Su imagen por el Espíritu Santo. En otras palabras, la consciencia de
Cristo lleva a la semejanza a Cristo. ¿Lo ve? Esa es la obra del Espíritu conforme usted es lleno del
Espíritu, usted se vuelve como Cristo.

Entonces decimos que el compromiso momento a momento, de manera absoluta, con ser lleno del
Espíritu, lleva a la madurez eventual. Usted se volverá como Cristo, conforme usted vive en el
Espíritu, conforme usted anda en el Espíritu, conforme usted es lleno del Espíritu. La vida cristiana
realmente es un movimiento para ser como Cristo. Y el único momento en el que usted se está
moviendo en esa dirección es cuando usted es lleno del Espíritu. Cuando usted está operando en
función de la carne, usted se estanca, y no hay progreso. El único progreso en su vida es durante
esos tiempos cuando usted está lleno del Espíritu de Dios, ese es el movimiento hacia arriba. Y la
mayoría de los cristianos, como usted sabe, simplemente van así, planos un poquito, Dios quiere
que nos movamos hacia la semejanza a Cristo, entonces, conforme somos llenos del Espíritu,
viendo la gloria de Cristo, nos volvemos como Jesucristo. Esa es la clave de la vida cristiana. Ahí es
donde usted obtiene la victoria, ahí es donde usted consigue el gozo, ahí es donde la emoción
viene, y el fruto y la utilidad para Dios.

Ahora vimos que hay tres cosas en este texto que queremos señalar. En primer lugar, estaba el
contraste, en el versículo 18. ¿Se acuerda de eso? el apóstol Pablo dice: “No os embriaguéis con
vino, en lo cual hay disolución,” o asotia, disipación, una enfermedad sin esperanza, incurable,
“antes bien sed llenos del Espíritu.” Y ese es el contraste. En otras palabras, no somos como los
paganos que se embriagan, e inducen algún tipo de noción falsa de que están teniendo comunión
con los dioses mediante la embriaguez. Nuestra comunión con Dios es mediante la llenura del
Espíritu. No somos como los paganos que piensan que llegan a otro nivel de vida o consiguen
mayor fuerza o mayor poder o mayor lo que sea, mediante la embriaguez, adquirimos toda nuestra
grandeza mediante el poder de la llenura del Espíritu de Dios.

Entonces, ese es el contraste. Ya no somos como ellos. Nuestra influencia controladora, nuestro
recurso, nuestro poder, nuestro recurso para levantarnos a la consciencia de la presencia de Dios,
es la llenura del Espíritu, no la embriaguez. Siguiendo el contraste vimos el mandato, ¿no es cierto?
Y el mandato está al final del versículo 18: “Manténganse continuamente siendo llenos del Espíritu,”
es un estilo de vida. No es solo una vez, y eso es para la vida entera, usted sabe. No es como una
vez y ya. No es eso en absoluto. El Espíritu Santo no opera así. Es un ceder momento, a momento,
a momento de control total al Espíritu.

De hecho, puede ser mejor ilustrado por la metáfora de caminar. Es caminar, y caminar, es un paso
a la vez. Es inclusive un tipo de ritmo, conforme cedemos un paso a la vez al Espíritu de Dios. Es
tan simple como toda decisión en la vida, la vida es cuestión de decisiones. La alarma se prende en
la mañana, usted tiene su primera decisión; me levanto o me quedo en la cama, digo que estoy
enfermo o digo la verdad. ¿Qué voy a hacer? Usted va al closet, usted tiene la segunda decisión,
uso la camisa azul o la camisa café. Y así es a lo largo de la vida. Usted va a la cocina y usted tiene
otra decisión, usted va a comer este cereal o tal cereal. Después usted sigue, usted sabe, es un
proceso de decisión, es simplemente una tras otra.

Y la vida controlada por el Espíritu es una que cede todo paso al Espíritu de Dios. Es cuestión de
tomar decisiones, una cosa a la vez. Y cuándo usted se rinde al Espíritu de Dios, usted simplemente
está constantemente siguiendo sus pasos. La única manera en la que eso sucede, es cuando usted
es controlado por la Palabra de Dios, porque usted está metiéndola diariamente. Usted puede
saltarse su cereal, si usted se aseguró de que ingirió algo de la Palabra. Entonces, tendría usted la
información correcta, y los datos, para que el Espíritu de Dios controle sus pensamientos.

Ahora, caminar entonces es una buena manera de verlo porque usted simplemente toma un paso a
la vez. Veamos Gálatas, un libro atrás, en el quinto capítulo, y veamos que esto de hecho es la
ilustración misma que el apóstol Pablo usa en otro contexto. La gente dice: “Bueno, usted sabe,
¿cómo es que podemos construir una teología entera en Efesios 5:18? ¿cómo es que llegamos a
todo esto en base a solo un versículo? No está basado en ese versículo, esa es solo una manera de
verlo. Esta misma verdad de una vida controlada por el Espíritu está por todo el Nuevo Testamento,
está en todo lugar del Nuevo Testamento y usted se encuentra con esto a lo largo del libro de los
Hechos, se encuentra con esto en Colosenses, se encuentra con esto en Efesios, se encuentra con
esto aquí en el libro de Gálatas, usted llega y lo ve en el octavo capítulo de Romanos, está en el
evangelio de Juan, conforme Cristo habla de la venida del Espíritu. Está por todos lados.

Pero quiero que observe Gálatas capítulo 5, versículo 16, porque aquí es en dónde él usa el término
andar para hablar con este ministerio del Espíritu. Él dice: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los
deseos de la carne.” Ahora, aquí está la vida controlada por el Espíritu, es algo de caminar, es un
paso a la vez, es simplemente tomar un paso a la vez en el Espíritu, esto es bajo el control del
Espíritu. Andad, literalmente en el griego, manténganse caminando en el Espíritu, no se desvíen de
eso. Y si hacen eso, no satisfacerán los deseos de la carne. En otras palabras, la manera en la que
usted va a superar su pecaminosidad, y la manera en la que usted va a superar sus deseos malos, y
la manera en la que usted va a superar las tentaciones de Satanás, es simplemente andando en el
Espíritu. Simplemente continúe caminando en el Espíritu.

Como puede ver lo positivo se encarga del problema negativo. Usted sabe, la gente dice: “Oh, el
diablo anda tras de mí, y los demonios están tras de mí, más vale que vaya con alguien para que
me saquen los demonios. No sé cómo pelear los demonios, tengo que conseguir a alguien que sea
un experto en eso. Simplemente ande en el Espíritu y usted no va a tener un problema. ¿Lo ve? Es
lo positivo lo que resuelve lo negativo. Entonces, usted camina en el Espíritu y usted no va a
satisfacer los deseos de la carne.

Ahora, debería saber que hay una guerra que se está llevando a cabo en usted. Observe el
versículo 17, “el deseo de la carne es contra el espíritu.” Ahora, dice usted: “¿Qué es la carne?” La
mejor manera de explicar la carne es que la carne es dónde se acuartela el pecado. La carne es
dónde Satanás aterriza con su tentación. Es esa parte de nuestra humanidad que se expone a la
capacidad de pecar. Aunque yo soy una criatura redimida, y en Cristo todas las cosas se han vuelto
nuevas, y es un nuevo yo que vive en Cristo y Cristo vive en mí; aunque soy una nueva criatura,
aunque tengo una nueva naturaleza, todavía en mí, debido a que soy humano y terrenal, existe la
posibilidad de la pecaminosidad.

Y es en ese cuartel que Satanás aterriza cuando él quiere tentarme. Es ese elemento del hombre
que se opone a la bondad. Es ese elemento del hombre que quiere hacer lo malo. Es aquello en el
apóstol Pablo, en Romanos 7 que inclusive cuando él quería hacer el bien, lo mantenía ahogándolo
de tal manera que no hacía lo que él quería hacer, y terminaba haciendo lo que él no quería hacer.
Y todos tenemos eso, y la manera de enfrentar eso es no mantenerse ahí peleando, sino
simplemente andar en el Espíritu.

Si usted camina controlado por el Espíritu de Dios, todo momento de todo día, consciente de Cristo
porque usted se está alimentando de la Palabra de Dios, consciente de Cristo porque usted está
pensando en Él, y viéndolo a Él y consciente de Él, entonces usted no va a tener un problema con la
carne. Dos cosas no pueden ocupar su mente al mismo tiempo, usted no puede estar
concentrándose en Jesucristo, y concentrándose en la tentación y el deseo de la carne al mismo
tiempo. Usted tiene que disipar uno, o el otro, para que el uno o el otro suceda.

Entonces él dice: “Miren, hay una guerra, y el Espíritu Santo y su carne están peleando entre sí. Se
oponen el uno al otro. Ahora si usted cede a la carne, ¿qué va a pasar? Si usted simplemente sigue
por la resistencia fácil, usted no estudia la Escritura, usted no pasa tiempo en oración, usted no
anda en el Espíritu, usted no cede el control de su vida, usted hace lo que quiere, ¿cuál va a ser el
resultado? Versículo 19, las obras de la carne. “Y las obras de la carne son estas: fornicación,”
algunos textos incluyen adulterio, también. Fornicación incluiría eso, pecado sexual; “inmundicia,” lo
cual es una impureza general de vida; “lascivia,” lo cual es la antigua palabra de la Biblia. En otras
palabras, es un deseo que nunca se satisface. Es malo, todo es una especia de perversión sexual.

Después tiene “idolatría, hechicerías,” lo cual tiene que ver con religiones paganas. Algunas veces
esa palabra está también relacionada con drogas. Él añade a eso, “odio, contiendas, celos, iras,
disensiones,” revoluciones realmente, “herejías, envidias, homicidios, embriagueces, etc., etc. Estas
son las cosas producidas por la carne. Y, por cierto, él dice, “estas son cosas que deberían
caracterizar a aquellos que no heredarán el reino de Dios.” En otras palabras, así vive el no
cristiano. Eso es lo más lejano de cómo deberíamos vivir.

Pero si cede usted a la carne, si usted no anda en el Espíritu, simplemente no deja que el Espíritu
controle su vida, no camina un paso a la vez en Su poder, eso va a suceder en su vida. Y, por cierto,
cuando eso sucede, usted va a caer bajo la disciplina de Dios, versículo 18 dice: “Si usted es guiado
por el Espíritu, no está bajo la ley, lo opuesto de eso es esto, si no está andando en el Espíritu usted
va a caer bajo la ley de Dios, ¿qué significa eso? Si usted hace cosas malas la ley de Dios va a
tomar su retribución, ¿verdad? Tiene que hacerlo.

Entonces, si usted anda en el Espíritu, usted va a escapar la disciplina de Dios. Pero si usted hace
las cosas de la carne, usted cae bajo la consecuencia de una violación de la ley de Dios. Entonces,
decida. Usted tiene al Espíritu Santo deseando, y la carne teniendo deseo en contra del Espíritu, ¿y
qué sucede? Usted sigue la carne, inmediatamente está va a ver ese tipo de cosas producidas en
su vida, va a venir bajo la ley de Dios, y hay consecuencias. Pero por otro lado, versículo 22,
digamos que usted anda en el Espíritu, digamos que usted cede su vida al control del Espíritu,
diariamente usted ingiere la Palabra de Dios, diariamente usted pasa tiempo en oración con el
Señor, diariamente usted se concentra en la presencia de Jesucristo, diariamente cuando una
decisión viene, y la siguiente decisión de la mañana hasta la noche, usted la cede al control del
Espíritu de Dios.

¿Qué va a pasar conforme usted anda en el Espíritu? El fruto del Espíritu será producido y esto va a
caracterizar su vida. “El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, dominio propio, templanza, y contra esas cosas,” ¿qué hay? “no hay ley.” Usted
hace eso y usted nunca va a caer bajo las consecuencias o condenación de una ley quebrantada.
¿Lo ve? No hay castigo para ese tipo de vida. Usted quiere vivir una vida feliz, usted quiere vivir una
vida significativa, usted quiere vivir una vida gozosa, de paz, ahí está entonces, ande en el Espíritu.
Es así de simple.

El versículo 25 lo resume, si ya vivimos en el Espíritu posicionalmente, entonces, andemos en el


Espíritu prácticamente, ¿verdad? ¿Cuál es el sentido de vivir en el Espíritu y andar en la carne? No
tiene sentido. Si usted quería a Cristo para comenzar, ¿no lo quiere ahora? Si usted ha comenzado
en el Espíritu, ¿ahora va a ser perfeccionado en la carne? Digo, si usted vive en el Espíritu,
entonces ande en el Espíritu, cumpla la capacidad definitiva y potencial de su destino.

Entonces realmente es lo mismo amados, que Pablo dice en Efesios. Él simplemente está diciendo:
“Vivan en el Espíritu. Anden en el Espíritu. Sean llenos del Espíritu, sean controlados por el Espíritu.
La palabra de Cristo mora, more en ustedes. El punto entero es que Dios quiere que seamos
controlados por Él, no por nosotros. ¿Lo entiende?

Muy bien, vayamos al tercer punto, y de eso vamos a hablar en esta ocasión y en la próxima: las
consecuencias. El contraste, el mandato, y las consecuencias. ¿Cuáles son las consecuencias? Si
usted es lleno del Espíritu, ¿qué sucede en su vida? Bueno, realmente las consecuencias se estiran
realmente hasta el final de libro de Efesios. El resto de lo que sucede en este libro es consecuencia.
Si usted es lleno del Espíritu, todo tipo de cosas van a pasar, pero hay tres principales que quiero
que observe esta mañana. Y vamos a terminar estas la próxima vez. Y después vamos a delinearla
de manera específica, más adelante en enero, después del tiempo de Navidad.

Tres cosas suceden cuando usted lleno del Espíritu, en general. Una, cantar, versículo 19. Cantar.
Dos, gratitud, versículo 20. Tres, someterse, versículo 21. Tres cosas: cantar, agradecer y
someterse. Esas son las tres cosas, esas son las categorías generales. Por cierto, la tercera,
someterse, se convierte entonces la base para todo en el capítulo 5, versículo 22, hasta el capítulo
6, versículo 9. Esa sección entera es una exposición del versículo 21. Esa sección entera explica el
versículo 21, después del 6:10 y en adelante, la armadura del cristiano muestra lo que le pasa a
alguien que vive andando en el Espíritu. Satanás entra para tratar de detenerlo, y así es como usted
enfrenta a Satanás ahí.

Entonces el resto, realmente trata con esta respuesta de ser lleno del Espíritu. Este es el locus
crucis, este es el punto elevado, esta es la clave, esta es la cúspide del libro de Efesios. Aquí es en
dónde todo se encuentra, usted está andando en el Espíritu, controlado por el Espíritu, esto es lo
que sucede. Ahora, tomemos las tres de estas. En primer lugar, cantar. Eso es personal, eso es
hacia mí mismo. El resultado en primer lugar, de una vida llena del Espíritu es cierta cosa que me
ocurre, que produce una canción. ¿Muy bien?

Entonces, la primera cosa es muy personal, eso es muy hermoso la manera en la que Pablo hace
eso, la manera en la que el Espíritu Santo lo inspiró para hacer eso, que vivir andando en el Espíritu
ser lleno del Espíritu en primer lugar tiene un resultado en mi vida, produce algo en mí
independiente del resto de la gente. En segundo lugar, agradecer, eso tiene que ver con Dios. En
tercer lugar, someterse, eso tiene que ver con toda persona que me rodea. Entonces, toda relación
posible es corregida por la llenura del Espíritu. Yo estoy bien conmigo, estoy bien con Dios, estoy
bien con usted. ¿Lo ve?
Todo se une. No hay otra manera de vivir, ¿verdad? Para estar bien adentro, para estar bien con
Dios, y para estar bien con el resto de la gente, es la manera de vivir. Y cuando estoy bien conmigo,
canto. Y cuando estoy bien con Dios, agradezco. Y cuando estoy bien con usted, me someto.
¡Hermoso, la manera en que el Espíritu de Dios simplemente unió a estos tres! Toda relación
posible está cubierta en esa área, esas tres verdades simples. Pero siempre, en cierta manera me
sorprende que el primer resultado es esto que es tan personal.

Cuán maravilloso es por parte de Dios, de nuevo, considerar como respondemos, es simplemente
como Jesús con las bienaventuranzas, comenzando al decir: “Bienaventurados, felices,
bienaventurados, felices, bienaventurados, felices, es el hombre, feliz es el hombre, feliz es el
hombre.” Como puede ver, así siempre con Dios, primero la consideración para nosotros conforme
nos aborda, esto es para ti. Ah, pero hay un elemento de esto que es para Él, y aquello que toca al
resto de la gente y van de la mano.

Pero veamos el primero, y ni siquiera vamos a cubrirlo esta mañana, así que no se preocupe.
Cantar. Ahora, este es un asunto muy personal. Y me encanta. Simplemente, literalmente me
encanta, tomar esta tremenda verdad teológica como esta, ser lleno del Espíritu. Dice usted:
“Hombre, si vamos a ser llenos del Espíritu ¿qué va a pasar?” Usted dice: “Oh, podríamos decirle a
esa montaña, muévete y será movida. Hombre, podríamos hacer cosas maravillosas, podríamos
predicar la Palabra y almas serían salvadas, y cosas poderosas.” ¿Y sabe usted lo que dice? Sean
llenos del Espíritu y pueden cantar. Dice usted: “Bueno, eso me parece, no sé, algo que falta aquí.

Dice usted: “Eh, yo, canto en monótono, digo, ¿esto es para mí?” No dice que usted tiene que
cantar con armonía, quiero que sepa eso. Es un gran consuelo eso, ni siquiera dice que alguien
tiene que escucharlo, ¿lo ve? Pero el primer producto de la vida llena del Espíritu es algo que
sucede en mi vida, que es liberado en una canción. ¿Lo ve? Cantar es la expresión de la emoción
del alma. Y la próxima vez le voy a mostrar algunas cosas que simplemente son absolutamente
fantásticas.

¿Sabe usted que inclusive usted puede silbar en el Espíritu? Oh, esto es maravilloso, esto es para la
próxima semana. Es correcto. La raíz de la palabra griega, de la palabra “hablando entre vosotros,”
es “cantar como un ave,” pero vamos a entrar a eso la próxima vez. Algunos de ustedes, ustedes
silban mejor que de lo que cantan, francamente, pero bueno, esta es una afirmación tremenda del
hecho de que cuando un creyente anda en el Espíritu, hay un gozo interior que es liberado en la
música que sale del alma. Dios ha colocado música en el alma del hombre, y la libera de esta forma
tan maravillosa por la llenura del Espíritu Santo.

Hombre, le quiero decir algo, cuando alguien está lleno del Espíritu Santo, y cantan, ni siquiera
importa si cantan muy bien. No importa, y no necesariamente significa que tenemos tampoco que
estar a tono. El último domingo por la mañana un joven en el servicio, se me acercó y se presentó,
nunca lo había conocido, él dijo: “Mi nombre es Randy Mendelman.” Y yo dije: “Oh, sí, conozco tu
nombre Randy, te he escrito muchas veces.” Y él dijo: “Sí, acababa de salir en soledad en
Vacaville.”

Él había estado en la cárcel por casi tres años, dos, un poquito más, y cuando salió de la cárcel,
alguien le dio una cinta nuestra y escribió para escribir más cintas y recibió todo un libro en cintas, y
él vino a Cristo, dedicó su vida a Cristo, y él ha sido un maestro de la Biblia en la cárcel. Es
increíble. Y él dice que nuestras cintas están en todas esas cárceles y los hombres se sientan en
sus celdas diariamente y escuchan las cintas y el Señor está haciendo una obra maravillosa. Pero él
dijo: “Quiero que oiga mi testimonio.” Él dijo: “Has escrito y has enviado todas las cintas, y quiero
darte una cinta que hice de mi testimonio.”

Y yo dije: “Muy bien, Randy, me encantaría tenerla.” Y la recibí y la metí en mi auto, ahí en mi
pequeño toca cintas estaba manejando a algún lugar, lo escuche y él comenzó al decir: “En primer
lugar quiero cantar.” Él está dando su testimonio, su testimonio de despedida a todos los
prisioneros, y esto fue hace dos semanas atrás. Y él dijo: “Quiero cantar, en primer lugar.” Él dijo:
“Simplemente, siento que tengo que cantar, en mi corazón.” Y él comenzó a cantar. Y quiero decirle
que él cubrió cinco diferentes claves en esa primera parte, tratando de encontrar en dónde
comenzar. Usted sabe. Y tratando de encontrar la melodía.

Y él cantó esa canción, no había piano, ni guitarra, nada. Él debe haber estado ahí en un edificio
sólido de cemento, con un suelo de concreto sólido, porque simplemente rebotaba en todos lados y
había eco. Y él simplemente cantó, y cantó, y cantó y después terminó y dijo: “Quiero cantar otra
canción.” Y él cantó y él debe haber cantado por diez o quince minutos. Y usted sabe, para cuando
él terminó, me estaba riendo en mi corazón, yo estaba tan lleno de gozo. Y tenía lágrimas en mis
ojos.

Y sabe una cosa, no importaba que no había una orquesta, no importaba que no había un gran
piano, o un órgano. No importaba porque el hombre estaba cantando a partir de la plenitud del
Espíritu de Dios. Ni siquiera importaba que él estaba a tono. Él estaba cantando lleno de la
presencia de Cristo, y obviamente, lo fue evidente para mí y para el resto de la gente. Por otro lado,
he oído cosas con todo el talento y todos los instrumentos y todo el trasfondo, y toda la amplificación
y todo, y no se oyó como si realmente fue generado por el Espíritu de Dios. De eso está hablando
Pablo.

Había algo en el corazón de Randy, como puede ver, algo en su corazón debido a lo que Dios
estaba haciendo en su vida. Y ahora él ha entregado su vida para regresar a esas prisiones y
llevarle a Jesucristo a los hombres. Cómo puede ver, hay algo adentro de él que le dio esa canción,
fue un cántico nuevo, la canción que solo Cristo puede ver. En contraste a eso, el pagano, música
fuera de orden de las orgías que se habrían llevado a cabo en la ciudad de Éfeso, conectadas con
la religión mala, demoníaca. Que diferencia habría sido la canción dulce del Espíritu Santo que
nació en los corazones de aquellos que estaban bajo su control.

Y esa es la diferencia como puede ver, Pablo está diciendo: “Cuándo nos congregamos, cantamos
entre nosotros y es diferente que las canciones que solíamos oír.” Amados, si hay algo que debería
ser nuevo en la vida cristiana debería ser la música. Si, escuche esto, si la música realmente refleja
el idioma del alma, entonces la nuestra debería ser diferente que la del mundo, ¿verdad? Porque
somos diferentes. Colosenses 3:16 dice lo mismo, dice que cuando usted está lleno de la Palabra
de Cristo esto es lo que va a pasar: usted ve a hablar entre vosotros en salmos, himnos y cánticos
espirituales, aquí está de nuevo, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor.” Siempre
comienza con el corazón, y siempre va al Señor. ¿Lo ve?

En Santiago, capítulo 5, una afirmación tan hermosa ahí, dice en el versículo 13: “¿Está alguno de
vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanza.” Las canciones siempre son
la expresión del gozo del Espíritu Santo. Y en Romanos nos dice que el reino de Dios es justicia, y
gozo, y paz en el Espíritu Santo. Y cuándo el Espíritu Santo produce esa paz, y esa justicia y ese
gozo, irrumpe en una canción. Eso es algo maravilloso. El Espíritu de Dios nos ha dado esa
liberación, el expresarlo así, la redención nos da una nueva canción, ¿lo ve? una nueva. Y no es,
nueva, neos, esto es nueva en cronología, es nueva, kainos, lo cual es una canción que es nueva
debido a que nunca antes había habido una canción como esta. No es nueva en cronología, es una
nueva en tipo, es nueva en naturaleza, es nueva en cualidad, nuestra canción debería ser una
canción diferente.

He oído algunas canciones que supuestamente son canciones cristianas, y para mí se oyen
exactamente como el resto de las canciones en el mundo. Y después oigo como lo que oímos esta
mañana, y nada en el mundo jamás se oye así, es una canción nueva. Y, por cierto, usted tiene
todas las menciones de una, de un cántico nuevo, y creo que hay nueve diferentes ocasiones en las
que es mencionada en la Escritura, y cada vez que es mencionada está conectada con la
redención, está conectada con la salvación, de tal manera que es la salvación lo que produce una
canción nueva.

Puedo ilustrarle eso de una manera tan vívida al pedirle que me acompañe a los Salmos por tan
solo un momento. En el Salmo 33, y el versículo 1, “Regocijaos en Jehová, oh justos.” Estamos
regocijándonos porque Dios nos ha hecho justos, porque la alabanza es apta para los rectos.
“Alaben a Jehová con el arpa, alábenlo con el salterio, y un instrumento de decacordio. Cantan a él
un cántico nuevo” - ¿Por qué? – “porque la Palabra de Jehová es recta y todas sus obras son
hechas en verdad. Y él ama la justicia y la rectitud, y la tierra entera está llena de su bondad.” En
otras palabras, es debido a lo que Dios ha hecho al hacernos justos, es debido a lo que Dios ha
hecho al redimirnos, que cantamos un nuevo cántico.

En el Salmo 40, versículo 3, lo mismo. Dice en el versículo 2, “Él me sacó de un foso horrible. Me
sacó del lodo, colocó mis pies en la roca, estableció mi vida,” y como resultado de una salvación tan
gloriosa, Él colocó un cántico nuevo en mi boca. ¿Lo ve? Usted entra más a los Salmos, en el
Salmo 96 versículo 1, “Oh, cantad a Jehová un cántico nuevo. Cantad a Jehová toda la tierra,
cantad a Jehová, bendecid su nombre, mostrad su salvación.” De nuevo, es la canción de salvación.
Y en el versículo 1, del capítulo 98, Salmo 98, “Oh, cantad a Jehová un cántico nuevo.” ¿Por qué?
Versículo 2, “Jehová ha dado a conocer su salvación.” Inclusive lo encuentra al final de los Salmos,
Salmos 144, lo tiene en el versículo 9, “Cantaré un cántico nuevo a ti.” Salmos 149, versículo 1,
“Cantad a Jehová un cántico nuevo.”

Siempre esta canción está conectada con redención, y esa es la esencia entera. Y finalmente, me
encanta en Apocalipsis 5:9 dice: “Y cantaron un cántico nuevo.” ¿Y cuál es el cántico nuevo? “Digno
es el Cordero, realmente, porque él nos ha redimido de toda tribu y nación, y pueblo y lengua.” Es
siempre la canción de la redención. Escuchen, amados, si hay algo nuevo en la vida cristiana es un
cántico nuevo. Es la canción de la redención, que nace del Espíritu de Dios que vive en el creyente,
que irrumpe en alabanza a partir del gozo que está ahí cuando somos controlados por Su Espíritu.
Hemos sido redimidos, y eso nos ha dado una canción. Y el Espíritu de Dios, cuando Él controla
nuestra vida, hace que salga esa canción.

La canción de Moisés, una canción de redención. Léala en Éxodo 15. Dios había sacado a Israel de
Egipto. Ese es un retrato de la redención, en un sentido, ¿no es cierto? Lo sacó ahí, y partió el mar y
después ahogó al ejército de Faraón, y lo primero que hicieron cuando salieron por el otro lado,
Éxodo 15, el grupo entero de Israel se unió y cantaron el cántico de Moisés. Y después estuvo la
ocasión cuando Dios libró a Israel, en Jueces capítulo 5, por la mano de esas dos personas
maravillosas Débora y Barac, y usted tiene el primer dueto en la Biblia, Débora y Barac, Jueces
capítulo 5, cantaron un dueto, un dueto de redención, como Dios liberó a su pueblo y así sigue. La
canción es la canción de los redimidos, la canción de aquellos a quienes Dios maravillosamente ha
liberado de la esclavitud del pecado, de los problemas.

Amados, ¿sabían ustedes que Dios simplemente ama la música? Digo, simplemente le encanta. Los
ángeles cantaron antes de la caída, y el cielo para siempre al final va a estar lleno de canciones, a
Él simplemente le encanta la música. Usted sabe, en el Antiguo Testamento, simplemente para
darle algo de información de esto, en el Antiguo Testamento hubieron treinta y ocho mil individuos
que ministraron en el templo. Treinta y ocho mil. Cuatro mil de ellos eran músicos. Eso es casi uno
de nueve. A Dios le encantó la música.

¿Sabe usted que en Éxodo capítulo 15, versículos 20 y 21 tenemos el primer coro de mujeres? Es
correcto. ¿Sabe usted quien fue el conductor? María, comenzó un coro de mujeres. ¿Sabe una
cosa? ¿Sabe usted cual es el primer coro de hombres que pude encontrar? Está en 1 Samuel
capítulo 10, versículo 5, y fue constituido por profetas. Los profetas se unieron y tuvieron un coro de
hombres. Hombre, me encantaría haber oído eso. Le aseguro que la teología en sus canciones era
la correcta. ¿Puede imaginarse a todos los profetas cantando?

Escuche, le voy a decir algo emocionante. Si usted quiere oír un grupo de hombres cantar como
ningún otro, escuche a un grupo de predicadores. Fui a la Conferencia de Pastores de Moody y
escuché a mil doscientos pastores cantando y hombre, es emocionante. Tuvieron un coro de
hombres, tuvieron un canto congregacional. 1 Crónicas 13, versículo 8 dice: “Todo el pueblo cantó
en alabanza congregacional, instrumentos,” y me encanta esto, “y cantaron con todas sus fuerzas.”
Dice, escuche, la Biblia dice que a Dios le gusta fuerte, a Dios le gusta la música fuerte. Y algunas
veces estoy escuchando música en casa, y mi esposa dice: “Bájale.” Y yo le digo: “Por favor, no
seas no espiritual.”

A Dios le gusta fuerte. No ruidoso, pero las alabanzas son apropiadas para Él, y le gusta así. En 1
Crónicas 16:4 y 5 David instituyó un coro, y David era un músico maestro, ¿no es cierto? Usted no
puede imaginarse que tipo de coro fue ese. ¿Sabe usted que, en el templo de Salomón, en 1
Crónicas 23:5, nos dice que Salomón tuvo un coro de cuatro mil voces? ¡Que coro debió haber sido
ese! Imagínese oyendo a cuatro mil personas, preparadas, cantando. Cuando Esdras habla de re
dedicar el templo, usted sabe, y Zorobabel regresó y tuvieron uno más pequeño y el país había
pasado por la terrible cautividad babilónica, una de las primeras cosas que hicieron, Esdras capítulo
2, tuvieron un coro. Tenía doscientas personas, pero fue un coro.

¿Sabe usted que los levitas y algunos de los sacerdotes, fueron preparados para ser músicos
hábiles? Escuche, si usted tiene a hijos que tienen alguna propensidad así, hombre, desafíelos en
esa dirección, y hágalos prepararse, porque van a ayudarnos al resto de nosotros a expresar
nuestra alabanza, ¿lo ve? En Nehemías, capítulo 12, hubo una canción antifonal, lo cual
aparentemente es una de los tipos favoritos de Dios, en dónde usted tiene un coro por acá y un coro
por allá, y cantan el uno al otro. A Dios le gusta eso, y le voy a mostrar porqué en algunos minutos.

Tuvieron instrumentos, no soy un experto en esto, pero descubrí estas cosas en la Biblia. Los
instrumentos de cuerdas y de viento, inclusive tambores, algunos de ustedes están diciendo: “Oh,
¿eso está en la Biblia?” Hay tambores en la Biblia, eran membranófonos, los que lo llaman, pero un
tipo de tambores de membrana. Y algunos de ellos los sostenía con la mano y eran golpeados de
esa manera. Hay otras cosas como campanas que encajan en el área de percusiones, pero uno de
los instrumentos de cuerdas fue el azor, lo cual era una especie de arpa.

Estaba otro que era golpeado en lugar de ser rascado. Estaba el arpa misma, era una lira, algo así
grande que sostenían con la mano, habían instrumentos de viento, como vimos esta mañana, una
trompeta, una flauta, un órgano de viento. Y para la gente que no eran muy buenas con las notas,
estaba ahí el cuerno de carnero, simplemente métalo ahí, lo toca y están todos estos tipos de cosas,
porque la alabanza al Señor era apropiada, y la música era la manera en la que el alma podía
expresar su alabanza. ¿Lo ve? Y cuándo usted viene al Nuevo Testamento, es algo diferente.
Vamos a ver la próxima vez en el Nuevo Testamento, que enseña el uso de música instrumental, en
nuestro próximo estudio veremos eso.

¿Pero sabe usted que, en la mesa del Señor, lo último que hicieron antes que el Señor saliera para
ser llevado cautivo y para que fuera juzgado y crucificado, dice que lo último que hicieron después
de la cena del Señor es que cantaron un himno? ¿Lo ve? Los discípulos se reunieron y cantaron. En
Hechos, capítulo 4, creo que tenemos uno de los primeros himnos, creo que tenemos unos de los
primeros himnos que la iglesia cantó. De hecho, creo que también hay uno y veremos eso
probablemente la próxima semana, en Filipenses y otros lugares.

Pero en Hechos capítulo 4 dice que todos estos creyentes se congregaron. Y versículo 24,
“levantaron su voz a Dios, a una voz, y dijeron,” y comienzan con esto. Bueno, ¿cómo es que un
grupo entero de personas diga lo mismo, a menos de que conozcan las palabras, ¿verdad? Y todos
cantaron: “Señor, nuestro Dios, tú que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos y
demás.” Y siguen así, inclusive tenemos algunos textos, sin duda alguna, en el Nuevo Testamento,
de himnos que cantaron.

¿Qué estaban haciendo Pablo y Silas en la cárcel? Cantando. ¿No es cierto? cantando. En 1
Corintios 14 el apóstol Pablo está tratando de corregir la canción de los corintios y dice: “Miren,
cantan con el espíritu, pero también canten con - ¿qué? – con el entendimiento.” Y él dice: “Cuándo
se congreguen cada uno de ustedes tiene un salmo,” eso es demasiado, no quieres ocho personas
cantando solos todo el tiempo. Es algo difícil de escuchar, entonces tienes que ordenarlos. Pero
siempre hubo música con el pueblo de Dios.

Ahora, ¿sabe una cosa? Cuando Jesús regrese Él va a establecer el reino milenial, ¿verdad? Un
reino de mil años en la tierra, la maldición será invertida y es cuando los ángeles van a cantar de
nuevo, y todo en el mundo va a ser maravilloso, y Él va a reinar como el Príncipe de Paz, y sabe
usted que una de las primeras cosas que Él va a hacer es construir un templo en el reino milenial.
Ahora, Ezequiel describe los detalles de este templo, en Ezequiel. Alrededor del capítulo 40 y en
adelante, él nos da una descripción del templo que el Señor va a construir para glorificarlo a Él en el
reino milenial.

Y una de las cosas más fascinantes acerca de esto es que en ese templo, Dios va a construir un
lugar para un coro enorme. ¿Sabía usted eso? Uno de los miembros del coro, puedo ver una
sonrisa grande en su rostro. Ellos ahora tienen un nuevo gozo de expectativa para la venida del
Señor. Pero en el templo milenial va a haber un coro. Da las dimensiones, uno de un lado, uno del
otro, parece indicar que será un coro antifonal. Habrá un elemento por aquí y otro elemento por allá.
Y lo que es descrito es tan grande que fácilmente podría incluir a miles de personas en ambos
lugares, cantando entre sí.

Ahora, aquí vemos lo que Dios piensa de la música. Y quería tomar el tiempo para entrar a eso,
simplemente para que sepa que a Dios le encanta la música. Pero le encanta la música que refleja
la nueva canción de la redención, la música que sale de la vida llena del Espíritu. Eso es lo que le
encanta a Él. Ahora, en el futuro, nos dice todo acerca de las canciones.

Si usted regresa a Apocalipsis, capítulo 14, descubrirá que sus voces irrumpen, y esto es
maravilloso, un coro maravilloso, es el coro, y quiero que vea que coro es, versículo 1 dice: “Y vi, y
he aquí, un Cordero que estaba de pie en el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, con el
nombre de su Padre escrito en sus frentes. Y oí una vez del cielo, como la voz de muchas aguas, y
como la voz de un gran relámpago, y oí la voz de los de las arpas tocando con sus arpas y cantaron
un nuevo cántico ante el trono, y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos. Y ningún hombre
podía aprender esa canción, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de la tierra.”

Escuche, van a tener un coro de ciento cuarenta y cuatro mil voces con arpas celestiales. Hombre,
¡qué canción! ¡qué canción! El capítulo 15 nos dice otra cosa. Lo mismo, capítulo 15, versículo 3, de
nuevo la misma idea. Ahora, ¿qué estamos diciendo? A Dios le encanta la música. A Dios le
encanta la música que lo refleja de manera apropiada, tanto en la manera como en el contenido.

Ahora, regresemos a Efesios 5, eso simplemente fue una desviación, pero observe Efesios 5. Voy a
hacer algunas preguntas. Vamos a ver dos de ellas quizás esta mañana, y vamos a terminar la
próxima vez. Ahora, cuando la gente llena del Espíritu se congregue, así opera la iglesia. Cuando la
gente llena del Espíritu se congrega, en primer lugar, debemos cantar, esa es la expresión de lo que
hay en nosotros. ¿Entre quienes cantamos? Muy bien, ¿entre quienes? Aquí está la primera
respuesta, no quiero estirar el punto, simplemente quiero explicarlo, “Hablando entre vosotros en
salmos, e himnos.” ¿A quién cantamos? A nosotros mismos, entre nosotros, y en últimas, versículo
19, al final, dice: “al Señor.”

Entonces, nuestra canción está dirigida entre nosotros al Señor. Ahora, quiero que observe esto,
realmente creo que es importante simplemente mencionar esto, que la canción de los santos
siempre es entre ellos a Dios. Eso es verdad a lo largo de la Escritura, realmente usted nunca
encuentra música evangelista como tal. Creo que Dios puede usar música para traer a alguien a
Cristo, creo que Dios puede usar la música para alcanzar un corazón tierno, pero creo que debe
haber una presentación del evangelio, en algún punto a lo largo del proceso, y quizás la música toca
esa cuerda que produce la reacción, creo eso. Pero la música no es primordialmente diseñada por
Dios como una herramienta de evangelismo.

Sin embargo, siempre hay gente que dice: “Bueno, tenemos un grupo de música evangelístico,
tenemos un grupo que canta, que sale.” Bueno, no estoy seguro de que eso es evangelismo. Ahora,
usted puede hacer su música, para congregar una multitud, pero tarde o temprano usted más vale
que predique a Cristo si quiere tener una respuesta. La música, primordialmente es la expresión de
una vida llena del Espíritu. Y realmente no creo, realmente no creo que la gente incrédula debe
cantar nuestra música. No creo que nosotros debemos usar a personas que no conocen al Espíritu
de Dios, que no conocen al Cristo, que es la fuente de nuestra música para expresar nuestra
música. Creo que es nuestra música y viene de nuestros corazones.
Entonces, debemos tenerla entre nosotros, dirigida hacia el Señor. Ese es el uso primordial de la
música. Debe ser usada en nuestra adoración, en nuestra reunión colectiva, en la celebración de
nuestra vida juntos en Cristo, y como una alabanza a Él. Realmente no es música para el mundo.
Ellos están afuera. Creo que a veces es algo triste cuando anhelamos tanto cantar nuestras
canciones al mundo, que tomamos nuestras canciones y las colocamos en las palabras del mundo,
y después pensamos que eso va a ser evangelístico, cuando realmente ese no es el punto para la
música en la Escritura.

Entonces debemos cantar entre nosotros. Sabe una cosa, lo que es triste cuando una iglesia no
canta. Sabe usted que la iglesia católica romana robó a la iglesia de la música por mil quinientos
años, le quitaron la música de la gente, completamente. Y no fue sino hasta la reforma que la
música regresó. Sabe una cosa, los reformadores mismos fueron algunos de los mejores escritores
de himnos que jamás vivieron. Una de las primeras cosas que los grandes reformadores hicieron,
fue colocar la música de regreso a la iglesia, la música de regreso para que la gente cantara, porque
se les había quitado eso.

Entonces, cuando venimos a Grace, cantamos, ¿no es cierto? porque eso es lo que la gente llena
del Espíritu hace entre ellos. Cantan. Es para nosotros cantar juntos, eso es entre nosotros.
Segunda pregunta: ¿Desde dónde? ¿De dónde se genera la canción? ¿Cuál es el punto de su
origen? Bueno, vemos en el versículo 19 de nuevo, dice al final del versículo, “cantando,” y ve usted
la frase, “en vuestro corazón.” Ahora, la palabra ‘en’ no está ahí en el griego. Es implícita por el caso
en el cual el nombre aparece.

Pero hay todo tipo de posibilidades acerca de ese caso. Saqué mi texto griego esta semana y
simplemente estuve investigando un poco, descubrí que podía ser en forma locativa. Para ustedes,
alumnos de griego, podría ser instrumental de medio, podría ser instrumental de causa, de hecho,
hay un uso muy parecido en el instrumental del caso. Si es usado así, entonces, es decir, ‘cantando
y haciendo melodía causada por nuestros corazones al Señor.’ Y ese realmente es el punto, ¿no es
cierto? Nuestra canción es de nuestro corazón. Amados, si no está en su corazón usted no lo puede
contar, ¿verdad? Usted no puede cantar de la manera en la que Dios quiere que sea cantada.

¿Se acuerda de Israel, Israel capturada, llevada a Babilonia, corazones tristes, quebrantados?
¿Cómo respondieron a eso? Salmo 137:1, “Por los ríos de Babilonia nos sentamos y lloramos
cuando nos acordamos de Sion. Colgamos nuestras arpas ahí, porque nos habían llevado cautivos,
demandaban de nosotros una canción. Y los que nos llevaron demandaban mirra, diciendo:
‘Cántenos una de las canciones de Sion.’ Cómo cantaremos la canción de Jehová en una tierra
extranjera.” Dijeron. Colgaron sus arpas.

Cómo puede ver, cuando no había canción en su corazón, no había canción en la voz tampoco. No
podían cantarla. No podían entretener a los babilonios. No había nada ahí, hombre, tengo que
admirar eso, ¿usted no? No iban a ser hipócritas, no iban a actuar, no iban a presentar un show,
sino había canción alguna en los corazones, no iba a haber canción alguna en los labios. Si no
había ninguna música que tocar, no había ningún arpa, las colgaron. Si usted no tiene una canción
en su corazón, usted realmente no puede cantar con mucha credibilidad en sus labios.

Hay gente que canta por dinero, hay gente que canta por fama. Hay gente que toca por soberbia,
cantan sin el Espíritu, van a cantar sin estar llenos del Espíritu, pero esa no es la canción que el
Señor quiere oír. ¿Sabía usted eso? Si ese es el tipo de canción que usted canta, no la cante. Si
usted viene a Grace en la mañana, y usted canta porque todo el mundo canta, y usted está
amargado contra Dios y enojado contra Dios, por favor no cante. Dios no quiere oír su canción. O si
tiene una oportunidad de ponerse de pie y cantar un solo, o tocar una canción, y su corazón no está
lleno del Espíritu de Dios, no haga eso, porque usted no quiere ser hipócrita, porque nuestra canción
es la canción de los redimidos, y la canción de aquellos que están llenos del Espíritu de Dios.

Y recuerde la palabra de Amós el profeta, que condenó al pueblo de Israel porque estaban
cantando, aunque sus corazones estaban mal. Y en Amós capítulo 5, versículo 21, Dios le dice al
profeta: “Odio y menosprecio sus festividades, no me deleito en sus asambleas solemnes, aunque
me ofrezcan holocaustos y ofrendas de comida no las aceptaré, ni voy poner atención a las ofrendas
de paz, de sus bestias gordas. Quiten de mí el ruido de sus canciones. No voy a oír la melodía de
sus arpas, sino que la justicia corra como las aguas y la rectitud como arroyo.”

En otras palabras, hasta que la justicia y la rectitud esté bien, no estoy interesado en su música.
Dios quiere oír la canción de los redimidos y la canción que sale de una vida llena del Espíritu. Oh,
que prioridad tan elevada, Dios le ha dado a la canción, porque es una expresión del corazón. Y
amados, esa es la razón por la que nuestra música debe ser diferente, porque el Espíritu de Dios es
tan único. La nuestra no puede ser igual a la del resto del mundo. La nuestra no puede ser la de
ellos, no puede ser porque Dios no es como el sistema.

Nunca lo olvidaré, y voy a cerrar con esto. Estando en un pequeño lugar, ahí en la parte alta de los
Andes en la tierra sudamericana de Ecuador, habíamos manejado ahí con los Schubert, y habíamos
visto las llamas ahí pastando por todos lados en la montaña, y los indígenas por todo el camino ahí
en un camino de polvo. Llegamos a una pequeña aldea, y Ken dijo: “Quiero mostrarte la aldea.”
Entonces dije: “Muy bien.”

Entonces salimos y caminamos ahí, en las pequeñas casas que estaban hechas de lodo,
simplemente lugares de lodo. Y allí en medio, ahí la calle era como así de lodo, y estaba ahí a la
mitad del caño, ciertamente era un tipo de lugar depresivo. Muy, muy primitivo, no tenían nada
excepto animales y simplemente lo que podían cultivar ahí, ahí arriba a varios miles de metros de
altitud. Entonces caminamos por esta pequeña aldea y vimos a la gente y estaban comiendo ahí
pequeñas gallinas que estaban por todos lados. Simplemente las tomaban, les rompían el cuello y
las metían ahí a la olla y seguían ahí cocinando todo el tiempo. Y cuando usted tenía hambre,
comía.

Y conforme llegamos al final de esta pequeña aldea, no había nada más que chozas de lodo, era lo
único que había. De pronto oí algo de canciones, y era sorprendente porque reconocí el tono, “Cuán
amigo nos es Cristo.” Pero no entendí las palabras muy bien, y nos acercamos más y más. Y,
llegamos a un pequeño edificio y no tenía ventanas, hecho de lodo, y Ken dijo: “Acércate al frente.”
Y nos acercamos al frente y allí estaban, no había nadie sentado, todo mundo estaba de pie, porque
esa era la única manera en la que todos podían caber.

Todos estaban de pie, así, simplemente así, como si fuera una lata de sardinas. Y estaban ahí
saliendo de la puerta y por todos lados y estaban cantando lo más fuerte que podían, ‘Cuán amigo
nos es Cristo,’ en su propio idioma. Y yo pensé: ¡qué interesante! porque esa es música occidental,
eso no es música que nació en las tierras nativas de los montes de los Andes. No conocen esa
música. Pero sabe una cosa, lo que me pareció sorprendente, lo que había pasado ahí es que
algunas personas habían estado ahí por años, y años, y años, y nada pasó, no tuvieron ningún
resultado, nada pasó.

Y finalmente el Espíritu de Dios irrumpió, y esos indígenas se volvieron cristianos rápidamente.


Simplemente, un avivamiento irrumpió, y había gente salva por todos lados. Y simplemente
construyeron una pequeña iglesia y finalmente tuvieron que ponerse de pie así, todo el tiempo. Y
estaban ahí, cantando un himno tras otro, tras otro. Y pensé, sabes una cosa, hay una cosa que los
cristianos tienen en común, todos tenemos un cántico nuevo cuando venimos a Cristo, ¿no es
cierto? Esa no era la canción para el resto de la gente que cantaban ahí, fue un cántico nuevo,
expresaba una nueva dimensión de vida.

Bueno, esa es una de las primeras cosas que sucede en la vida de un cristiano. Algo sucede
adentro de mí que me da una nueva canción. Me da tanto gusto, porque Dios nos ha dado la
oportunidad de expresarnos. Y estoy tan agradecido porque el Señor en cierta manera ha
presentado este pequeño pensamiento aquí, que cuando somos llenos del Espíritu el primer
resultado es para nosotros. Me da gusto por ese tipo de gracia. Y la próxima vez veremos cómo
afecta nuestra relación con Él y con el resto de la gente.

Oremos. Gracias Padre, de nuevo esta mañana, simplemente por el gozo de estar juntos, el gozo de
cantar la canción de los redimidos, con los redimidos. Quiero agradecerte especialmente el día de
hoy, por los músicos dotados que nos ha dado, por Jack Coleman, y por Reggie, y tantos otros.
Mary Jane, y Steve y tantos, padre, que cantan y nos ministran. Padre, cuán importante son ellos en
Tu plan, cuan maravillosamente importantes son conforme proveen dirección y coordinación y
liderazgo a la canción que está en nuestros corazones. Gracias, por todos los que han escrito las
grandes canciones en años pasados, inclusive en la actualidad.

Gracias Señor por la música, porque podemos cantar y sobre todo por Tu Espíritu Santo que vive en
nosotros y nos llena conforme cedemos a Él. Oh Dios, ayúdanos a andar en el Espíritu, para que sin
importar lo que suceda en la vida, aún si somos perseguidos, aún si todo se desmorona, conforme
andamos en el Espíritu, siempre habrá una canción que cantar. Te damos gracias en el nombre de
Cristo. Amén.

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