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Lección 12 para el 19 de septiembre de 2020

Apocalipsis 14:6-12 muestra el mensaje final que debe ser proclamado en


este mundo justo antes de la Segunda Venida de Jesús.
Dada la cercanía de este evento, éste es precisamente el mensaje que
nosotros estamos llamados a proclamar. Es nuestra “verdad presente”.
Analizaremos, pues, el contenido de esta importante profecía apocalíptica
conocida como “el mensaje de los tres ángeles”.

La verdad presente.
El contexto del mensaje.
El primer ángel:
El Evangelio eterno.
Temor, gloria, juicio y Creación.
El segundo ángel:
El último llamado.
El tercer ángel:
La verdadera adoración.
“Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las
sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente” (2ª de Pedro 1:12)
Por su conocimiento del futuro y su control sobre la historia, Dios puede enviar
mensajes específicos para momentos concretos de la historia de la humanidad
(Isaías 49:10; Amós 3:7). Esto es lo que se conoce como “verdad presente”.
¿Cuál fue la verdad presente de estos personajes?

Noé El diluvio universal.

Jeremías Rendirse a Babilonia para vivir.

Juan el
Preparar el camino para el Mesías.
bautista

Pedro La vida, muerte y resurrección de Jesucristo.

Cuando Pedro expone su verdad presente, invita a


sus lectores a seguir escudriñando en la verdad
anteriormente recibida (2P. 1:16-21). La revelación
divina es progresiva, pero nunca contradictoria.
“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte
de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre
de él y el de su Padre escrito en la frente” (Apocalipsis 14:1)
Apocalipsis presenta al Cordero (Jesús) a través de la
historia de la Iglesia (c. 1-12). Nos desvela los
momentos previos a su Venida (c. 13-18) y dirige
nuestros pensamientos a ese gran evento –“vengo
pronto” (22:7)– y a la vida futura (c. 19-22).
Después de presentar la crisis final (c. 13), el capítulo
14 nos presenta el último llamado y sus resultados:

La cosecha del grano representa la redención


de los justos, y la vendimia representa la
muerte de los impíos. Todo ello sucederá en la
Segunda Venida, después de que el último
mensaje haya sido proclamado (Mateo 24:14).
EL EVANGELIO ETERNO
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra,
a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6)

Aunque la verdad presente que debe ser


predicada en el tiempo del fin tiene
matices especiales, incluye, como su base
principal, el evangelio eterno.

El evangelio que debemos predicar son


las buenas noticias de la gracia de Dios;
su sacrificio; su poder creador y
redentor; su perdón; su capacidad de
hacernos vencedores; su infinito amor…
Nadie debe ser excluido de este mensaje.
Todos, independientemente de su
nacionalidad, etnia, casta, creencia o
estatus deben conocer las buenas nuevas
y tener la oportunidad de aceptar a Jesús
como su Salvador personal.
TEMOR, GLORIA, JUICIO Y CREACIÓN

El mensaje del primer ángel incluye:


Temer o reverenciar a Dios en todo lo que hacemos,
dándole gloria al colocarlo en el primer lugar de nuestros
pensamientos y acciones.

Ser conscientes de que hemos de ser juzgados y, por tanto,


obedecer sus mandamientos (Eclesiastés 12:13-14).

Adorar a Dios como el Creador, honrando especialmente el


cuarto mandamiento (el sábado, Éxodo 20:8-11).

Hay una correspondencia entre una actitud de reverencia a Dios,


la obediencia a Dios y el Juicio. La obediencia es el fruto de una
relación salvadora con Jesús. Solo su justicia es lo suficientemente
buena como para pasar el Juicio, y en su justicia estamos seguros.
“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia,
la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones
del vino del furor de su fornicación” (Apocalipsis 14:8)
En el libro de Apocalipsis, el término “Babilonia” representa un falso
sistema de religión basado en obras humanas, tradiciones elaboradas
por el hombre y falsas doctrinas.
En su seno existe un sincretismo entre las verdades enseñadas
por Jesús y cualquier otra doctrina o pensamiento de origen
humano o satánico. Todo cabe dentro de Babilonia.
Por esta razón, Dios llama a
aquellos que verdaderamente
aman a Jesús y lo han
aceptado como su Salvador a
huir de esta confusión.
El hecho de que Apocalipsis se
ocupe en dos capítulos de la
caída de Babilonia (17 y 18) le
da especial importancia a este
último llamado a salir de ella.
LA VERDADERA ADORACIÓN

El mensaje de los tres ángeles es acumulativo.


Cuando el evangelio haya sido predicado en toda
su pureza en el mundo, se añade el llamado a
abandonar la confusión doctrinal de “Babilonia”.
La reacción a estos dos mensajes aparece en
Apocalipsis 13:15-18. La Bestia [que es parte y
cabeza de Babilonia], impone su marca. Dios
coloca la suya sobre su pueblo (Apocalipsis 14:1).
El tercer mensaje tiene que ver con la adoración.
Adorar al Creador en el día que Él designó para ello,
renunciando al reposo dominical (14:12); o adorar a
la bestia, rechazando los mandamientos divinos y
sufriendo el castigo merecido (14:9-11).
Cada uno tendremos que hacer nuestra propia
elección. Nuestras decisiones diarias determinarán
nuestra elección en ese momento.
“Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo,
como llamó al antiguo Israel, para que se
destaque como luz en la tierra. Por la poderosa
cuña de la verdad -los mensajes de los ángeles
primero, segundo y tercero-, la ha separado de las
iglesias y del mundo para colocarla en sagrada
proximidad a sí mismo. La ha hecho depositaria
de su ley, y le ha confiado las grandes verdades de
la profecía para este tiempo […] Los tres ángeles
de Apocalipsis 14 representan a aquellos que
aceptan la luz de los mensajes de Dios, y salen
como agentes suyos para pregonar las
amonestaciones por toda la anchura y longitud
de la tierra”
E.G.W. (Testimonios para la iglesia, tomo 5, pg. 431)

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