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Si a tu niño lo han diagnosticado con autismo, una intervención temprana es crítica para
que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes. Aunque para los
padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, entre más pronto se haga
el diagnóstico cuanto antes se podrá actuar. Actualmente no existen medios efectivos
para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las
investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo
apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras
significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto
como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con
programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación,
socialización y cognoscitivas.
Esta es una de las enfermedades que proporciona una incapacidad mental durante los
primeros 3 años de vida de un niño. Este es un trastorno neurológico el cual suele atacar
al cerebro del infante, esta enfermedad ocurre en 1 de cada 166 personas. Este suele ser
4 veces más común en niños que en las niñas, no distingue entre etnia, fronteras ni color
de piel.
Afecta al desarrollo mental del niño, el cual va desde las relaciones y las habilidades. Los
adultos y los niños que sufren de autismo normalmente tienen deficiencias con la
comunicación verbal y no verbal. Lo que esto hace es hacer que la persona autista sufra
de la falta de comunicación y de independencia con otras personas. Algunos de estos
tienen agresividad o tendencia de ocasionarse algún daño en sí mismo, exhiben
movimientos repetitivos en su cuerpo.
Hoy en día se ha calculado que dentro de los Estrados Unidos existen cerca de 1.5
millones de personas que sufren de autismo, esta es una cifra la cual se ha ubicado en la
3ra. Incapacidad más común en ese país. Las personas con autismo generalmente se
encuentran con diferentes síntomas los cuales pueden varios desde lesiones graves que
van de diferentes intensidades. Los comportamientos son usualmente de diferentes
formas variando las edades de los niños con esta enfermedad.
Problemas al convivir con otros niños
Dificultad a los cambios de rutina
No muestra Temor por Riesgos
Escaso contacto Visual
Aislamiento Frecuente
Insensibilidad al Dolor
Angustias sin razón alguna
Juegos ininterrumpidos
Lenguaje Repetitivo
Poca o demasiada actividad física
Actúa como si nadie fuera sordo
Gira Objetos constantemente
Dificulta para expresar lo que necesita
Habilidad y actividad motora desigual