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Guía para el correcto funcionamiento del acelerador lineal

Objetivo: Conocer específicamente como es el funcionamiento del acelerador


lineal desde su encendido hasta su apagado diario así como también cada uno de
los componentes que lo conforman y cada una de las características que permiten
el correcto funcionamiento de este equipo.
Alcances: Esta guía tiene como alcance brindar toda la información necesaria
para las personas interesadas en esta área como los tecnólogos, físico médico,
radioncologo y demás personas interesado.

Partes del equipo


Gantry Contiene los mecanismos para acelerar el haz y administrar el
tratamiento por medio de dispositivos de conformación del haz.
Estativo Generar soporte al equipo, así como también contiene el
sistema de enfriamiento y todos aquellos componentes que le
permiten su correcto funcionamiento.
Mesa Parte donde se ubica y centra al paciente es de material
resistente y radiotransparente.
Sala de comando Lugar donde se encuentran todas las consolas de mando para
el equipo y de donde se realiza el tratamiento.
Colimadores Permiten definir el campo de tratamiento movidos por un
motor. Una luz de campo proyectada sobre el paciente delimita
el área que va a ser irradiada. Se dispone de tamaños del
campo hasta de 40 cm de lado, así como medidas digitales de
la posición del colimador.

Cómo funciona el equipo


El acelerador lineal utiliza tecnología de microondas (similares a la que se usa
para radar) para acelerar los electrones en la parte del acelerador llamada "guía
de ondas", y luego permite que estos electrones choquen contra un blanco de
metal pesado para producir rayos X de alta energía. Estos rayos X de alta energía
son moldeados a medida que abandonan la máquina para formar un haz que
asemeja la forma del tumor del paciente, y este haz personalizado es dirigido al
tumor del paciente. El haz generalmente es moldeado por un colimador de
multihoja que está incorporado en la cabeza de la máquina. El paciente yace
sobre un sillón movible de tratamiento y se usan rayos láser para asegurar que el
paciente esté en la posición adecuada. El sillón de tratamiento se puede mover en
varias direcciones, como ser hacia arriba, hacia abajo, a la derecha, a la izquierda,
hacia adentro y hacia afuera.
Encendido del equipo

Apagado del equipo

Seguridad del equipo


La verificación de calidad del acelerador lineal también es muy importante. Hay
varios sistemas incorporados en el acelerador para que no suministre una dosis
más alta que la prescrita por el radioncólogo. Todas las mañanas, antes de iniciar
los tratamientos, el radioterapeuta realiza verificaciones en la máquina, usando un
equipo denominado "rastreador", para asegurar que la intensidad de la radiación
sea uniforme a través del haz y que esté funcionando correctamente. Además, el
físico médico revisa de manera más minuciosa, mensual y anualmente. El
acelerador lineal y el equipo de control de la dosificación.
Las máquinas de radiación modernas tienen sistemas de verificación internos que
no permiten que la máquina se encienda a menos que se hayan cumplido todos
los requisitos estipulados para el tratamiento.

Conclusiones:
 Es importante dar a conocer el funcionamiento del acelerador lineal con el
fin de evitar daños al equipo o al tratamiento.
 Se puede concluir que con esta guía se reducirán los errores que se
puedan generar por parte del personal al momento de un correcto
encendido y apagado del equipo.

Bibliografía:

CALVO, Manuel Felipe y SOLA, Albert. 2010. Oncología radioterápica:


principios, métodos, gestión y práctica clínica. Madrid : Aran, 2010. pág. 25. Vol. 1.
MOLINA, Andres. 2019. Radilogy info.org. [En línea] 2019. [Citado el: 27 de 08 de
2020.] https://www.radiologyinfo.org/sp/info.cfm?pg=linac.
Parra, Jaime. 2016. El hospital. [En línea] 2016. [Citado el: 27 de 08 de 2020.]
http://www.elhospital.com/temas/Aceleradores-lineales%3B-unidades-de-
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PELLEJERO. S, LOZARES, S Y MAÑERU, F. 2009. Descripcion de los equipos
de ultima generacion en radioterapia externa. Navarra : Gobierno de Navarra.
Departamento de Salud, 2009. pág. 7. Vol. 32.

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