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NAGAKIN CAPSULE TOWER

El arquitecto Kisho Kurokawa fue muy innovador en la creación del edificio Nakagin
Capsule Tower en 1972, siendo el primer diseño de arquitectura en cápsulas. El módulo fue
creado con la intención de alojar a los hombres de negocios que trabajaban durante la
semana en el centro de Tokio. Es un prototipo de arquitectura sustentable y reciclable, ya
que cada módulo se conecta a un núcleo central y puede ser sustituido o intercambiado
cuando sea necesario.
Construido en el distrito Ginza de Tokio, este edificio de 14 pisos está compuesto por un
total de 140 cápsulas que se apilan y rotan en diferentes ángulos a partir de un núcleo
central. La tecnología desarrollada por Kurokawa permite que cada unidad se acople a un
núcleo de hormigón con sólo 4 tornillos de alta tensión, permitiendo que las unidades sean
reemplazables. Cada cápsula mide 4,0 x 2,5 metros, ofreciendo suficiente espacio para que
una persona lo habite cómodamente. El espacio interior de cada módulo puede ser
manipulado mediante la conexión de varias cápsulas.
Todas las piezas de las cápsulas fueron manufacturadas en una fábrica en la Prefectura de
Shiga, después fueron transportadas en camiones al sitio. El interior está pre-
ensamblado, cuenta con una ventana circular, una cama y baño incorporados
estructuralmente y está equipada con una TV, radio y despertador. Mediante el uso de una
grúa, las cápsulas se insertaron en containers de carga para ser transportadas a Tokio, donde
después otra grúa las empotró al núcleo de hormigón.

Este diseño único para departamentos y rascacielos en Tokio es un excelente ejemplo de la


arquitectura del Movimiento Metabolista impulsado por Kisho. Caracterizada por su
enfoque en una arquitectura de edificios adaptables, flexibles y módulos intercambiables.
Estas ideas surgieron por primera vez en 1960 en el "World Design Conference".
Hidaka comentó que las ideas Metabolistas de la década del 60 "eran muy innovadoras, ver
las ciudades en 'movimiento' y como elementos dinámicos, es un concepto muy realista.
Los Metabolistas querían colaborar con ingenieros, invitaron a científicos, diseñadores y
diseñadores industriales a participar en sus ideas. Querían fomentar colaboraciones
transculturales. Todavía son ideas relevantes gracias a sus nociones de la "ciudad dinámica"
y aspectos multiculturales".

Otra temática de la temporalidad abordada por la tore de Nakagin Capsule Tower se basa en
lo que Kurokawa observó a lo largo de la historia de Japón, las ciudades japonesas
construidas con materiales naturales tenían una 'vida útil' temporal e impredecible. 

Esto no ha resistido al paso del tiempo y los limites se pueden ver en la torre de Nakagin.
"La torre tuvo un período de diseño de tan sólo cuatro meses -mucho más corto de lo
habitual- y fue una construcción apresurada. El diseño continuó incluso después de que la
construcción ya se había iniciado".  

Los residentes de las pequeñas cápsulas están tramando su demolición, porque a pesar de
que las cápsulas fueron construidas para ser reemplazadas, el edificio no se ha mantenido en
más de 33 años, lo que ha resultado en daños al sistema de drenaje y las tuberías de agua.
Arquitectos de todo el mundo están tratando de trabajar juntos para preservar la torre,
considerando todas las ideas y opciones posibles. 

https://www.archdaily.co/co/765975/clasico-de-la-arquitectura-nakagin-capsule-tower-kisho-
kurokawa

Nakagin Capsule Tower


La Nakagin Capsule Tower (中銀カプセルタワー Nakagin Kapuseru Tawā ) es una torre ?

residencial y de oficinas diseñada por el arquitecto Kisho Kurokawa y situada


en Shimbashi, Tokio, Japón.
Completada en 1972, el edificio es un pocos ejemplos del Movimiento Metabolista, un
movimiento arquitectónico emblemático del resurgir cultural de Japón tras la Segunda
Guerra Mundial.1 Fue el primer ejemplo mundial de arquitectura de cápsulas construida
para un uso permanente y práctico. El edificio sigue en pie, pero está en mal estado.1 En
octubre de 2012, unas treinta de las 140 cápsulas seguían en uso como apartamentos,
mientras que las otras se usaban para almacenamiento u oficinas, o estaban abandonadas
y deteriorándose
El edificio se compone de dos torres de hormigón conectadas entre sí, una de once y otra
de trece plantas, que albergan 140 módulos prefabricados (o "cápsulas"), que son
unidades autónomas. Cada cápsula mide 2,3 m x 3,8 m x 2,1 m y funciona como una
pequeña residencia u oficina. Las cápsulas se pueden conectar y combinar para crear
espacios más grandes. Cada cápsula está conectada a uno de los dos núcleos principales
por solo cuatro tornillos de alta resistencia y están diseñadas para ser sustituibles, aunque
no se ha sustituido ninguna unidad desde la construcción original.

El objetivo demográfico original eran salarymen solteros.1 Los apartamentos contenían una


pared de electrodomésticos y armarios empotrados en un lado, incluidos un hornillo de
cocina, una nevera, un televisor y un magnetófono de bobina abierta. Un cuarto de baño,
aproximadamente del tamaño de un baño de avión, se sitúa en una esquina opuesta. Una
gran ventana circular sobre la cama domina el extremo opuesto de la habitación.1
La construcción se realizó en el lugar y fuera del lugar. El trabajo en el lugar comprendió
las dos torres, sus sistemas de energía y equipamiento, mientras que los componentes de
las cápsulas eran prefabricadas y las cápsulas se montaron en una fábrica.
Las cápsulas eran equipadas con servicios y equipamiento interior antes de ser
trasladadas a la obra, donde se conectaron a las torres de hormigón. Cada cápsula está
conectada independientemente y en voladizo del núcleo, de manera que se puede retirar
fácilmente cualquier cápsula sin afectar a las otras. Las cápsulas son ligeras cajas de
acero totalmente soldadas revestidas con paneles de acero galvanizado. Tras el
procesamiento, los paneles fueron recubiertos con pintura contra la oxidación y acabados
con una capa del spray brillante Kenitex.
Los núcleos son de estructura rígida de acero y hormigón armado. Desde el sótano hasta
la segunda planta se usó hormigón ordinario; por encima de estas plantas se usó hormigón
ligero. Los encofrados consisten en grandes paneles de la altura de una planta. Para usar
pronto de la escalera, se usó hormigón prefabricado en los techos y los núcleos de
ascensores. Debido a que se trabajaban dos días en la estructura de acero y dos días en
el hormigón prefabricado, la escalera estaba totalmente en funcionamiento cuando se
finalizaba la estructura de acero. La construcción en el lugar de los ascensores se acortó
incorporando la estructura, los raíles e indicadores en los elementos de hormigón
prefabricado y usando jaulas prefabricadas.

Propuestas de renovación y demolición[editar]


Las cápsulas se pueden retirar o sustituir individualmente. En 2006, cuando se
consideraba la demolición del edificio, se estimó que las renovaciones necesarias
costarían unos 6,2 millones de yenes por cápsula.3
El 15 de abril de 2007, los residentes del edificio, citando condiciones miserables y
agobiantes así como preocupaciones sobre amianto, votaron demoler el edificio y
sustituirlo con una torre más grande y moderna.14 En interés de preservar su diseño,
Kurokawa propuso aprovechar el diseño flexible "desconectando" las cápsulas y
sustituyéndolas con unidades más modernas, proyecto apoyado por las principales
asociaciones de arquitectura de Japón, incluido el Instituto Japonés de Arquitectos; los
residentes replicaron con preocupaciones sobre la resistencia del edificio ante terremotos y
su uso ineficiente de propiedad al lado de la zona de alto valor Ginza.4 Aún no se ha
encontrado un promotor para el nuevo edificio, en parte debido a la crisis económica de
2008-2014.1
Oponiéndose a la demolición, Nicolai Ouroussoff, crítico de arquitectura del The New York
Times, describió la Nakagin Capsule Tower como "arquitectura magnífica; como todos los
grandes edificios, es la cristalización de un lejano ideal cultural. Su existencia también
actúa como un poderoso recordatorio de caminos no tomados, de la posibilidad de mundos
moldeado por diferentes valores."

https://es.wikipedia.org/wiki/Nakagin_Capsule_Tower

¿Se acaba el tiempo para el


edificio Nakagin Capsule
Tower de Tokio?
Desde 2007 corren rumores de su demolición, pero este
emblemático edificio del denso barrio de Shinbashi, también
conocido como "la pila de lavadoras", puede tener salvación

Sin embargo, a medida que se acercan los Juegos Olímpicos 2020 de Tokio, el
destino de este edificio único pende de un hilo. El año pasado, una
sociedad limitada compró el terreno donde se erige la torre y anunció su intención
restaurarlo, aunque prohibiendo las ventas de futuras cápsulas. Hace poco más de
un mes, la agencia de noticias Jiji Press informó que una compañía extrajera esta
en negociaciones para adquirir los derechos sobre el terreno y, posiblemente,
salvar la torre. 

El famoso ejemplo de la arquitectura Metabolista japonesa se dirige desde hace


años hacia la demolición, pero ahora se ve un posible indulto en el horizonte.
Situado en el barrio comercial de Shinbashi, Tokio, el edificio Nakagin Capsule
Tower destaca sobre todos los demás. Esta obra de 13 pisos de altura, realizada en
1972 por el fallecido arquitecto nipón Kisho Kurokawa, se compone de pequeñas
cápsulas de metal, cada una con una ventana redonda. Este complejo de
apartamentos y oficinas, parecido a un amasijo de lavadoras apiladas, posee un
estilo retro y futurista.
El edificio fue originalmente encargado por Torizo Watanabe, presidente de la
empresa inmobiliaria Nakagin. Este empresario quedó impresionado con los
diseños de Kurokawa en la Expo Mundial de 1970 en Osaka y quería ver una obra
importante realizada por él en Tokio.
La torre fue construida, ensamblada mejor dicho, con 140 unidades prefabricadas
de acero. Estos cubículos estaban conectados a uno de los dos núcleos de
hormigón del edificio con pernos de alta tensión. Kurokawa pretendía que las
pequeñas cápsulas se reemplazasen según fuera necesario, pero, como ya hemos
dicho, no ha sido así.
Y es que vivir en un edificio tan vanguardista como el Nakagin Capsule Tower no
es fácil. Cada cápsula es una habitación de únicamente 10 m² con un pequeño
baño (plato de ducha, lavamanos y lavabo) y una doble ventana circular, que es
justamente lo que hace que parezcan lavadoras apiladas unas encima de las otras.
La Nakagin Capsule Tower es uno de los mejores ejemplos supervivientes del
Metabolismo, un movimiento arquitectónico de la posguerra en Japón. Esta
corriente veía a los edificios no como estáticos sino como regenerativos, y sus
arquitectos planearon megaestructuras compuestas de partes permanentes y
caducas, para que pudieran evolucionar con el tiempo.
La torre consta de 140 unidades prefabricadas, destinadas a ser reemplazadas a
medida que se fueran desgastando con el tiempo. Así se concibió. Pero la realidad
es que después de más de cuatro décadas, ninguna de las cápsulas ha sido
reemplazada y el edificio se ve cada vez más decrépito. Muchas de las unidades
han sido cuidadas por sus propietarios, pero otras tantas no, así que la imagen que
ofrece a día de hoy es de deterioro. Actualmente tan solo 30 cápsulas están
ocupadas como viviendas, mientras que algunas pocas más son usadas como
trasteros o pequeños almacenes de oficinas.
Como se describe en la obra Metabolista "Propuesta para un nuevo urbanismo"
(1960), "consideramos a la sociedad humana como un proceso vital, un desarrollo
continuo de átomo a nebulosa. La razón por la que usamos la
expresión metabolismo biológico es que creemos que el diseño y la tecnología
deberían denotar la vitalidad humana, en perpetuo cambio, y dar las facilidades
para adaptarse a ello".
Con los años, el entusiasmo de su precursor por el edificio disminuyó junto con su
estado de reparación. En 2007, la gerencia del edificio aprobó planes para su
demolición, citando condiciones de deterioro y la presencia de asbesto, pero la
empresa que se iba a encargar del derribo y reurbanización, entró en quiebra y se
postpuso. Hasta que, en 2014, se llegó a otro punto crítico en el que no se veían
fórmulas de preservar el edificio a un coste de mantenimiento razonable. Aún
así, la propiedad no puede destruirse sin la aprobación de al menos cuatro quintos
de los propietarios de apartamentos. Tatsuyuki Maeda, miembro del Proyecto de
Conservación y Regeneración del Edificio de la Torre Cápsula Nakagin, espera
que el edificio se salve tanto por su lugar en la historia de la arquitectura como por
su popularidad entre los turistas. Maeda actualmente posee 15 cápsulas en el
edificio y espera inclinar la balanza a favor de la preservación. A finales de este
agosto, puso las posibilidades de supervivencia en aproximadamente 50/50.
El alquiler de este pequeño espacio cuesta, además, unos 60.000 yenes (más de
440 euros al cambio). Estas dos características del edificio -tamaño y precio- son,
de hecho, dos de los problemas principales para los que viven en las cápsulas.
dada la importancia arquitectónica de este edificio, hay varios proyectos para
mantenerlo en pie como el Save Nakagin Capsule Tower Project que, a través
de una estrategia de crowdfunding, quiere comprar el máximo de cápsulas
posibles del edificio y así detener su demolición, para posteriormente trabajar
con arquitectos y diseñadores en la elaboración de un plan de rehabilitación.
Otra manera de mantenerlo con vida es usándolo como apartamento turístico.
Muchos visitantes de Tokio quieren vivir la experiencia de alojarse en un
apartamento icono del movimiento arquitectónico nipón de los 60.
Pero la realidad es que existen posturas enfrentadas. Están los que opinan
como el crítico de arquitectura Julian Rose, que aboga por la preservación
viendo la torre como un ejemplo nostálgico a un mundo de posibilidades no
realizadas. Mientras que los defensores de la demolición ven un propuesta
manifiestamente fallida para un modelo de vida urbana ahora obsoleto, una
reliquia cuyo momento ha llegado. Y tú, ¿qué opinas?
https://www.arquitecturaydiseno.es/arquitectura/se-acaba-tiempo-para-edificio-nakagin-
capsule-tower-tokio_2941/10

Nakagin Capsule Tower: Architecture of


the Future
Once you arrive in Tokyo’s busy commercial district of Shimbashi, a short walk from
the station brings you to a noisy highway overpass, and beside that the
futuristic Nakagin Capsule Tower. The tower’s stunning design may strike passersby as
something straight out of a science-fiction movie, but it stands as a unique architectural
beacon amongst the common apartment high-rises and office buildings of Ginza.
Designed by the late Japanese architect Kurokawa Kisho, the 14-story tower is
composed of 140 individual capsules that function as apartments and business offices.
The tower has also served as a prototype of sorts for uniquely Japanese urban
accommodations, such as business and capsule hotels.

Written by Blair McBride

But the future of the tower is uncertain. For various reasons, including
maintenance concerns and a lack of local support for preservation, the building
will be demolished in less than two years unless a substantial preservation plan
can be formed and accepted. The possible demolition would be a disappointing
loss for Japanese architecture, as few of Kurokawa’s Metabolist buildings
remain in Japan.

Nakagin Capsule Tower and Metabolism

Constructed in 1972, the tower is a prime example of Kisho’s Metabolism


architecture movement that focused on adaptable, growing, and
interchangeable building designs. Metabolism — the word suggesting organic
growth that responds to its environment — influenced every step of the tower’s
construction. The capsules were manufactured in a factory in Shiga Prefecture
and transported to Tokyo by truck. They were then attached to the tower’s
central beam. The capsules were designed to be removable and replaceable from
the central beam. Even the seemingly small space inside the capsules can be
modified — it can be increased by connecting capsules to other capsules. The
tower’s simple, minimalist design was deliberate. As a Metabolist building,
Kurokawa believed that the inherent beauty of materials like concrete and steel
meant that they didn’t need any special modifications or decorations.

But why construct a capsule building in the first place? Kurokawa observed that
throughout Japanese history, frequent natural disasters — and also the
destruction caused by World War 2 — meant that Japanese cities built from
natural materials had temporary, even unpredictable lifespans. Kurokawa
therefore wanted to continue

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that tradition of temporality in building design by constructing modern but
changeable buildings.
The Metabolist ideas found in the Nakagin Capsule Tower were born in 1960 at
the “World Design Conference” held in Tokyo. Most Metabolist buildings were
constructed in the 1960s and 70s. Other than Nakagin, some notable Metabolist
works of Kurokawa that use capsules include The Karuizawa Capsule House in
Nagano and the Sony Tower in Osaka. Unfortunately, the Sony Tower was
demolished in 2006. Also noteworthy is the gently curving, cellular-
inspired Yamagata Hawaii Dreamland Resort in Yamagata Prefecture. An
important Western building influenced by the Metabolist Movement is Habitat
67 in Montreal, Canada, designed by Moshe Safdie.
The work of Kamakura-based architect Jin Hidaka is heavily influenced by
Metabolism. Hidaka operates the Slowmedia Japanese architecture forum. He
will present a talk entitled “Reconsideration of the ‘Metabolism Model’” at the
upcoming Design 2050 Union of International Architects (UIA) congress, to be
held in Tokyo in 2011. As Hidaka states, the Metabolist ideas of the 1960s “were
very new, they saw cities as ‘moving’ and dynamic, that concept is real.
Metabolism wanted to collaborate with engineers, they invited scientists,
designers, and industrial designers. They wanted trans-cultural collaborations.
It’s still relevant because of the ‘dynamic city’ and trans-cultural aspects. I want
these collaborations to continue.”

But Metabolist buildings such as Nakagin and the Sony Tower haven’t proven as
resilient as their ideas. “Metabolism wanted to create a new system of
architecture,” Hidaka explains. “For example, product design where you can
change different parts of it after finishing. [But] Metabolism has limits.”

Those limits are seen in the Nakagin Tower. Hidaka says that Nakagin “is a
complicated building and a complicated situation.” Despite the tower’s
importance as a major Metabolist project, Hidaka admits that there were faults
in design. “The tower had a design period of only four months — shorter than
usual, and it was rushed. The designing went on even after construction had
already started.”

The capsules around the central beam were intended to be replaceable, in line
with the Metabolist philosophy of interchangeability. But the capsules haven’t
been replaced, and Hidaka points to the design to explain why. “The capsules
can be taken apart from the center beam, but only from the top, not the bottom
— a simple design problem because taking them apart from the bottom would
be easier.”

Way forward
The complicated nature of the tower is evident in the mixed levels of support
seen for the preservation of the building. As Mr. Tanaka of Kurokawa Kisho
Architects explains, there is support for repairing the building, “but then due to
budgetary concerns from a small group of people, it was decided after the votes
[were collected] from the residents that it is to be demolished,” making way for
a new building.

On the other hand, international support for preserving the building is


enormous and articulate. In a survey by London-based World Architecture
News, over 10,000 architects in 100 countries were polled on their thoughts on
preserving the tower. The survey results were as follows: 75% for replacing the
capsules, 20% for leaving it as is, and 5% for demolition. Even if the tower is
demolished, international interest remains high. According to Hidaka, “the
2010 Pompidou exhibition will showcase Japanese architecture, and they want a
capsule to exhibit if it is demolished.”
Despite the unfortunate possibility of demolition, there are other options for the
future of the tower. One is to buy the capsules from the owners one-by-one.
That could be an expensive option, but for Hidaka, “it’s worth the cost of buying
the capsules if the building can be preserved.” Other possibilities include
opening a competition for new interior designs and replacing the current
capsules with new ones. If the capsules are replaced, another option is to use the
tower as a hotel. But according to Hidaka, Kurokawa tried to do just that and
found the situation “difficult.”

No one can be sure as to what will happen to Nakagin. But the building and the
ideas behind it have represented unique and appreciated contributions to
architecture. Jin Hidaka is optimistic that Metabolism can still contribute to
architecture and culture. Metabolism can’t be done “the same way anymore, but
if we can change the direction we can do it. Because now we have the technology
that they didn’t have back then.”

The Nakagin Capsule Tower certainly faces a troubled future, so if you’d like to check
it out for yourself, do it as soon as possible!

https://web.archive.org/web/20140518095021/http://pingmag.jp/2008/12/22/nakagin/

Introducción
La Nagakin Capsule Tower es el primer edificio construido, en 1972, basado en la
idea de los habitáculos cápsulas. Su arquitecto, Kisho Kurokawa, concibió este
proyecto como una megaestructura en la que se insertan los módulos habitables
prefabricados, mostrando a través de su diseño las ideas de intercambiabilidad,
reciclabilidad y sostenibilidad en las obras arquitectónicas.
Debido a su emplazamiento en uno de los barrios de más actividad económica de
la ciudad de Tokio, Japón, el edificio fue pensado especialmente para aquellas
personas que trabajaban en el centro de Tokio pero que vivían en los suburbios, a
distancias considerables, o incluso en otras ciudades, pero que por negocios
tenían que permanecer en el centro de Tokio. Por ello el proyecto tenía la función
de servir como hotel, edificio dormitorio o estudio.

“…Los estudios en las torres se utilizan normalmente por compañías que necesitan
que sus empleados estén en Tokio. También se utilizan como estudios de artistas
u oficinas…” (Kisho Kurokawa)

El proyecto de la Nagakin Capsule Tower se compone de dos torres o núcleos


estructurales de once y trece pisos de altura que incorporan los servicios e
instalaciones; a los que se adosan 140 cápsulas de 8 tipologías diferentes. El
conjunto se completa con una planta baja que ubica una cafetería y una primera
planta donde se encuentran oficinas.

A diferencia de la arquitectura tradicional japonesa, la Nagakin Capsule Tower no


es una arquitectura acabada o completa, sino que se plantea como un edificio
cambiante en el tiempo. Pese a ello, no deja de lado completamente la tradición,
ya que en la pequeña escala del diseño de las cápsulas se encuentra la proporción
del tatami japonés.

Mantenimiento de las torres

Pese a que las cápsulas estaban muy bien equipadas, el precio elevado de éstas,
debido al alto coste de fabricación y la situación del edificio en uno de los barrios
más caros de Tokio hizo que fueran compradas en su mayoría por empresas y no
por propietarios particulares.
La decadencia del edificio hizo que en 2007 se decidiera demolerlo pese a
peticiones en contra de ello incluso del propio Kisho Kurokawa. A día de hoy el
edificio sigue en pie y varios de sus propietarios se afanan en restaurar las
cápsulas de las que son propietarios y pretenden revitalizar todo el conjunto.
Algunos argumentos que han ido surgiendo a favor de su demolición son la
utilización de asbestos en sus construcción, la poca resistencia del edificio frente a
terremotos y el bajo porcentaje de utilización del suelo del solar (se propone la
construcción de un nuevo edificio que aumentaría en un 60% la ocupación del
suelo).
Ante estos inconvenientes, Kurokawa criticó la mentalidad capitalista con la que se
mira el proyecto y el poco mantenimiento que se ha hecho de éste. También
propuso, siguiendo la filosofía del edificio, “desenchufar” las cápsulas para
sustituirlas por otras, dejando las torres como arquitectura que perdura.
Tras la muerte del arquitecto en 2007 el edificio se encuentra desamparado y es ya
uno de los últimos edificios metabolistas que sigue en pie.

Situación
La Nagakin Capsule Tower se sitúa en Tokio, Japón, en el barrio de Ginza, uno de
los barrios más caros de la ciudad, como indica su nombre, que se traduce como
barrio de plata. Este es un punto neurálgico de la ciudad donde se concentra tanto
la actividad comercial como los negocios.

Concepto
A medida que el desarrollo económico y tecnológico va en aumento las ciudades
se enfrentan cada vez más a un crecimiento desmesurado de la población que
lleva a plantearse problemas relacionados con el territorio de las ciudades. En
respuesta a esta problemática, nace en los años cincuenta la idea de
megaestructura.

El concepto de “megaestructura” se da en la arquitectura de varios países


simultáneamente, y aunque se mantiene una idea común, cada autor la define de
una manera algo diferente.

Según Fumihiko Maki, miembro del gurpo Metabolista japonés, el concepto de


Megaestructura se define como:
“… una gran estructura en la que tienen cabida todas las funciones de una ciudad
o de parte de ella… El desarrollo de la tecnología actual ha hecho posible su
existencia… es, en cierto modo un rasgo artificial del paisaje…” (Fumihiko Maki,
“Investigations in Collective Form”, St. Louis, 1964, p. 8)

Para Kenzo Tange, líder del movimiento Metabolista y referente de la arquitectura


japonesa de la época, una megaestructura es:
“… una forma a escala de la masa humana, que incluye una Mega-Forma y
unidades discretas, rápidamente combinables, que encajan dentro de la estructura
mayor…”

Mientras que para Ralph Wilcoxon, bibliotecario de proyectos del College of


Environmental Design, Berkeley; una megaestrcutura no solo es:
… una estructura de gran tamaño, sino que es también una estructura que
frecuentemente:

 * Está construida con unidades modulares.

 * Es capaz de posibilitar una ampliación grande y aun “ilimitada”

 * Es un armazón estructural en el que se pueden construir – o aún


“enchufar” o “sujetar”, tras haber sido prefabricadas en otro lugar –
unidades estructurales menores (por ejemplo: habitaciones, casas o
pequeñas edificaciones de otros tipos.

 * Es un armazón estructural al que se supone una vida útil mucho más larga
que la de las unidades menores que podría soportar…” (Ralph Wilcoxon,
“Council of Planning Librarians Exchange Bibliography”, nº 66, Monticello
(Illinois), 1968, p. 2)

Metabolismo

A partir de la idea de Megaestructura surge en Japón, en los años sesenta, el


Metabolismo. Este movimiento está formado por arquitectos jóvenes entre los que
destacan Kenso Tange y Takashi Asada. La corriente abarca desde arquitectura y
urbanismo hasta el diseño industrial. El Metabolismo busca la síntesis de los
espacios públicos y privados, plasmándose éstos últimos en forma de cápsulas de
tamaño reducido que se producen industrialmente.

Como su nombre dice, el Metabolismo también está relacionado con la idea de la


naturaleza y la impermanencia de las cosas, rasgos, por otra parte, característicos
de la cultura japonesa. El Metabolismo plantea una ciudad dinámica y cambiante,
que se comporta más como un ser vivo que como un objeto estático, donde se
distinguen las partes fijas de las variables; un sistema flexible, cambiante, dinámico
y que tiene la posibilidad de extenderse. Los metabolistas utilizan la tecnología
para crear proyectos donde existe una parte fija más monumental a la que se
adosan células, como si de una colmena se tratase. En estos proyectos pues, se
puede distinguir fácilmente la idea de Megaestructura y la idea de cápsula o
módulo.

Los arquitectos japoneses Kiyonori Kikutake, Kisho Kurokawa, Fumihiko Maki y


Masato Otaka, y el diseñador gráfico Kiyoshi Awazu, en su manifiesto de 1960
consideran que:

“La sociedad humana es como un proceso vital, un desarrollo continuo del átomo a
la nebulosa. La razón por la cual usamos el término biológico “metabolismo” es
que creemos que el diseño y la tecnología deberían denotar la vitalidad humana”
(Kisho Kurokawa)

Espacios
Cápsulas

Las cápsulas se idean como módulos que cubren las necesidades básicas de un
habitáculo. Son concebidas como una pieza económica que será construida en
fábrica y transportada al emplazamiento del edificio para ser insertada in situ, por
lo que deben ser fácilmente transportables y ligeras. Dado que se prevé una
duración aproximada de las cápsulas de veinte años como máximo, éstas también
deben ser fácilmente reemplazables.

Estas células prefabricadas tienen unas dimensiones de 4 x 2,5 m. Se proyectan


ocho tipologías de cápsulas en función de la posición de su ventana, la disposición
de la entrada, la colocación del mobiliario y los materiales de los acabados. Como
resultado de estas tipologías surgen cápsulas super-deluxe, deluxe y estándar. El
equipamiento de cada tipo de cápsula varía, pero siempre se mantienen unos
elementos básicos como la cama, los armarios para la ropa, la mesa de trabajo, el
baño completo, el teléfono, el aire acondicionado, el televisor a color, equipo de
audio, sabanas, mantas, cepillo de dientes y utensilios que normalmente ofrecen
los hoteles. Aunque se proyectó esta variedad de cápsulas no todas de ellas
llegaron a fabricarse.
Estructura
El edificio se compone básicamente de las torres o ejes estructurales, las
instalaciones y las cápsulas.

Instalaciones

Debido al ciclo de vida previsto de las cápsulas y al posible uso cambiante de


éstas, el edificio se dividió en tres ámbitos: los ejes estructurales, las cápsulas y
los equipamientos. Se utilizó un sistema estratificado de tuberías prefabricadas
donde cada unidad consistía en un conjunto de barras planas de zinc divididas en
seis tuberías que contenían agua caliente, agua fría y desagües. Cada unidad
servía a tres plantas. La construcción de los ascensores también se hizo a partir de
piezas prefabricadas y estructuras tridimensionales, lo que supuso un montaje
rápido, no por ello dejando de ser eficaz.

Las instalaciones se unieron a las cápsulas mediante tubos flexibles de un metro


de longitud. Unas aperturas en el suelo de las cápsulas permitían acceder a estos
tubos para su unión, comprobación y reparación.

 Uniones estructurales:

Las uniones de las cápsulas con las torres estructurales fueron posibles gracias a
la utilización de grúas. Éstas levantaban las cápsulas y las colocaban a la altura
deseada para ser soldadas a las torres in situ.

Torres

Las torres, además de ser la base estructural del proyecto, contienen también las
entradas al edificio y a los núcleos de comunicación vertical, contienen los
equipamientos e instalaciones del proyecto y son el corazón al que se “enchufan”
las cápsulas. La base del edificio y las torres se construyeron con una estructura
rígida de acero y hormigón armado, dejando los materiales más ligeros para la
construcción de las cápsulas.

Cápsulas

Las capsulas fueron pensadas como módulos prefabricados por lo que se diseñó
que todas contuvieran las mismas partes, ensambladas en fábrica, para así poder
trasladar las cápsulas acabadas a la obra para su colocación en el edificio. Las
cápsulas se adhieren a los núcleos mediante cuatro pernos de alta resistencia. El
proceso de construcción de éstas funciona de manera parecida a los contenedores
de barcos, donde existe una estructura en forma de caja de acero, lo más ligera
posible, a la que se sueldan todas las demás partes.

El exterior de las cápsulas está compuesto por paneles de acero galvanizado de 1


x 2 m o de 2 x 3 m. Estas medidas se deben al número de paneles necesarios
para la fabricación de todas las cápsulas y al tamaño reducido de las fábricas
donde éstas se producían. Los paneles de acero galvanizado recibían también un
tratamiento a base de pintura y de un spray brillante llamado Kenitex para evitar la
formación de moho y la corrosión.

Para la resistencia al fuego del edificio, los elementos estructurales fueron


recubiertos con una capa de spray de asbestos de unos 45 mm de grosor. Los
paneles exteriores, asimismo, se cubrieron con una capa de unos 30 mm de grosor
de la misma sustancia.

Materiales
Los núcleos estructurales están construidos con marcos rígidos de acero y
hormigón armado. De la planta baja a la segunda planta se utilizó hormigón
armado mientras que en los pisos superiores se utilizó hormigón ligero. Para poder
hacer uso lo antes posible de las escaleras, en la construcción de las torres se
utilizó hormigón prefabricado en los suelos de las plantas y las entradas a los
ascensores.

Las cápsulas están compuestas por cajas de acero y terminadas con paneles de
acero galvanizado reforzado a los que se les da un tratamiento anti óxido y una
capa de espray Kenitex.

 Transporte

La ejecución en obra tuvo varios problemas relacionados con el transporte del


material. Por una parte, al tratarse de un emplazamiento en el centro de la ciudad,
los camiones solo podían llegar al solar en determinadas horas del día. El
emplazamiento también era de reducido tamaño teniendo en cuenta que a la obra
debían llegar y permanecer almacenados hasta su puesta en obra muchos
elementos prefabricados de gran tamaño. Todos estos inconvenientes, no
previstos por el equipo de proyecto, hicieron que sólo se pudieran trasladar y
colocar un número concreto de cápsulas al día, ralentizando de alguna manera la
puesta en obra.

 Sistemas de prevención

No solo se cumplió con los requerimientos legales de seguridad en el edificio, sino


que además se le dotó de rutas de escape extra en caso de incendio. La ventaja
de tener dos núcleos de comunicación vertical fue que aumentó el número de vías
de escape. Los núcleos de escaleras se unieron por varios puntos creando plantas
en las que ambos quedaban unidos y plantas en las que eran independientes.

https://es.wikiarquitectura.com/edificio/torre-nagakin-capsule/

NAGAKIN CAPSULE TOWER


La arquitectura moderna de Japón se lanzó bajo el nombre de teoría metabolista,
promulgada por un grupo de 5 arquitectos encabezados por Kenzo Tangue y sus discípulos,
entre ellos unos de los más vanguardistas, Kisho Kurokawa, quienes trabajaron en una
nueva arquitectura con principios fuertes y definidos. La impermanecia de lo existente bajo
el pensamiento de la incertidumbre y carencia de fe en lo visible, se manifiesta en edificios
concevidos como desprendibles y adaptables. Todo edificio tiene que mostrarse tal como son
sus materiales: el hierro como hierro, la madera como madera, la materialidad de la
naturaleza de los materiales tal como son. La cultura japonesa, para sobrevivir a las
catastrofes naturales y a una guerra que devastó a casi todo el pais, optó por absorver las
diferentes tecnologías y tendencias, integrándolas, mejorándolas siempre en busca de una
identidad propia (copia, iguala y supera). En la construcción japonesa desde épocas antiguas
predominaba la construcción artesanal en madera, donde se expresaba la individualidad y
maestría del artesano, trabajando de las piezas al conjunto, generando autonomía en las
piezas, con un manejo magistral de los detalles.

Con todos estos pensamientos el metabolismo puede interpretarse del siguiente modo: es la

reunión de aspectos racionalistas muy fuertes a los que se mejora con la ayuda de algunas

leyes biológicas, cercanas, por lo tanto, a una analogía con la naturaleza. Con esta ambición

biologista o naturalista debieramos relacionar directamente su obsesión por la movilidad y

por el cambio. Los metabolistas insistieron en la importancia del movimiento , que es uno de

los principales motores del diseño. Aspiraron también a un espacio que permitiera funciones

cambiantes, hablaron de estructuras vivas y modificables.

El punto máximo del metabolismo se dio en la exposición universal de arquitectura de 1970

en Osaka Japon, en la cual se presentaron los proyectos que hacían realidad el trabajo

teórico de los metabolistas. La exposición se forró de estructuras metabolistas bajo el


concepto de la ciudad futurista. Uno de los mas impactados con estas ideas fue Watanabe

Torizo, presidente de Nakagin Corporation, una de las inmobiliarias más grandes de Japón,

quien encarga el diseño de la Nakagin Capsule Tower a Kisho Kurokawa. En sólo cuatro

meses, de agosto a diciembre del mismo año, Kurokawa concluyó el diseño y en el período

de un año hizo realidad la obra monumental que sería la única construida que representa al

movimiento metabolista hasta la actualidad.

Nakagin Capsule Tower construido en el barrio de Ginza, nace del concepto de la movilidad

de las personas, que en Japón llega al 20 % cada año. La torre no fue pensado como un

condominio, sino más bien como una nueva forma de espacio de trabajo para los habitantes

de la ciudad que fue descrito en su momento como una mansión de negocios o una segunda

casa para los habitantes del exterior en el interior de la ciudad. Kurokawa definió su diseño

así: “La cápsula es la vivienda para gente en movimiento”.  Cada cápsula era fabricada al

90% antes de ser conectadas a una tierra artificial, como denominaba kurokawa a las dos

torres una de 11 y 13 pisos con estructura reforzada de hormigón y acero, que incluía el

hueco del ascensor y el espacio de tuberías. La construcción de la torres consistía en el

proceso de formación de la tierra artificial, que proporcionaba el equipamiento e

instalaciones que recibirían las capsulas. Las cápsulas fueron diseñadas como una estructura

monocasco, pero en realidad, son una estructura de acero de calibre ligero. El revestimiento

exterior es de acero pintado, los paneles fueron normalizados en tamaño y peso para que un

trabajador pudiera manipularlos en fábrica. Los más grandes son de dimensiones 1200 x

2300mm. Para resistir el fuego y mantener el calor, las capsulas fueron rociadas de asbesto

en capas 45 y 30 mm de espesor, respectivamente. Cuando se rebeló su peligrosidad, un

grupo propietarios e inclusive Kisho Kurokawa propuso el remplazo de las cápsulas.

Hay ocho tipos de cápsulas en total. Unas tienen la entrada por el lado estrecho y otras
tienen la entrada por el lado largo. En términos de diseño interior, se fabricaban en color
blanco y negro. La cápsula se fija en cuatro articulaciones: dos de cada uno de los lados
superior e inferior. Cada cápsula se fija en su lugar a partir de la parte inferior; con esto
permitía inclinar ligeramente la cápsula para insertar sus instalaciones y soportes. Sin
embargo, esto puede causar un problema a la hora de sustituir las cápsulas. Es decir, desde
la perspectiva de la intercambiabilidad de las cápsulas, a pesar de cualquier cápsula debe ser
desmontable y acoplable, resulta difícil: el sistema de tuberías se ensambló en un bastidor y
se llevó al sitio para su instalación. Este método de construcción fue elegido con el fin de
permitir tres sistemas independientes: la propia cápsula, las instalaciones y el suelo artificial,
debido a las diferencias entres el ciclo de vida y la naturaleza de los trabajos de
construcción, y también con el propósito de prefabricar las obras de tuberías. También podría
haber sido posible planificar el espacio de la tubería dentro del eje (suelo artificial), sin
embargo las tuberías de la Torre Nakagin se encuentra en pequeños espacios entre las
cápsulas fuera de los ejes. Actualmente estos tubos se están deteriorando rápidamente
después de más de 36 años de uso. El núcleo de la torre se encuentra dividido en la planta
baja para locales comerciales y la primera planta alta las oficinas de la empresa Nakagin
Corporation. El resto de plantas albergan las 140 capsulas que conforman el edificio.
La Nakagin Capsule Tower es la única estructura existente representante del movimiento

metabolista. Es un edificio cargado de mucho contenido filosófico y conceptual donde se

plasmaron los más ambicioso pensamientos de kurokawa. En su época fue un referente del

high-tech, pero con el tiempo fue superado por el hombre y su constante deseo de

superación y cambio. La cápsula fue concebida para ser habitada por un tipo específico de

usuario que tenía que acoplarse a ella. Con el paso del tiempo el usuario cambió y necesita

adaptar la cápsula a sus necesidades, sin que se pudiera cumplir el concepto de flexibilidad y

adaptabilidad. Cambiar una capsula se convierte en un trabajo difícil, por no decir imposible.

Su sistema constructivo conduce a un apilamiento de cápsulas, una sobre otra, con lo que

entre cada una de ellas quedan las instalaciones, por lo que si se desea cambiar una capsula

se deben desmontar las de la parte superior. Las cápsulas de las torres fueron un referente

en su época por su aporte a la tecnología de la construcción. Desde que apareció la capsula,

se empezaron a comercializar baños fabricados en una sola pieza para el mercado común. La

capacidad de adaptación no se da en este tipo de edificios ya que el tipo de usuarioses muy

específico, así como las necesidades para la que fue construida. No se puede cambiar ni

remodelar el interior de la cápsula si no es cambiándola por completo. Por tal motivo en la

actualidad se piensa demoler por completo el edificio. Con la muerte de kurokawa en el

2007, que tenía un proyecto de remodelación para salvar las torres, desapareció el máximo

empuje de conservación con lo que su demolición es inminente y con ello desaparecerá un

icono del metabolismo japonés.

El suelo artificial, como llamaba kurokawa al eje central de la torre, carece de áreas comunes
para los usuarios. Tampoco hay lugar para actividades reproductivas ni de esparcimiento. Se
consideró como un núcleo cerrado de circulación, en el cual no se permite el acceso a
personas con movilidad reducida, pero existen desniveles para acceder a cada una de las
cápsulas. Formalmente el edificio muestra gran plasticidad y atractivo, un equilibrio logrado
por la colocación radial y escalonada de las capsulas, consiguiendo variadas orientaciones y
buena ventilación del conjunto. Su mayor problema es el estado de conservación. El edificio
ha sobrepasado la vida útil para la que fue concebido, y no ha recibido mantenimientos
preventivos: su pintura se encuentra deteriorada y las instalaciones sanitarias en pésimo
estado, con lo que las fugas de agua provocan que se acelere aun más su degradación.

En la actualidad, para convertir la Nakagin Capsule Tower en un edificio funcional de acuerdo


a la demanda de los usuarios tendría que producirse un cambio de cápsulas, por otras en las
que se puedieran realizar múltiples actividades familiares. Con un buen estudio se podría
mantener la misma concepción de capsulas, tal como fueron diseñada en principio. Sin
embargo, en la actualidad prima el interés económico, ya que el edificio se encuentra en una
zona de Tokio de muy alta plusvalía donde el valor del terreno puede llegar a costar hasta un
90% del valor de construcción de un edificio. Con los rápidos cambios de la sociedad actual
-tecnológicos, sociales, económicos y políticos- los edificios deben poseer mayor flexibilidad,
adaptabilidad, y estar pensados para soportar cambios radicales en cortos o largos periodos
de tiempo para poder sobrevivir y convertirse en iconos de una época.
http://laboratoriovivienda21.com/magazine/?p=1

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