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María Mercedes González Rouillé

Estética I - Pesquisa
Universidad Central

“La música afecta nuestros cuerpos como un tejido que nos envuelve y sobrepasa, y las
fronteras entre lo íntimo y lo público son difíciles de distinguir”

Irene Depetris Chauvin

El ser humano, un ser complejo, un cuerpo pensante que recibe del medio todo lo que le es
posible y lo transforma, capaz de convertir lo que escucha, toca, huele, saborea o ve en arte,
que en su absoluta ignorancia desconoce las múltiples capacidades que su cuerpo le ofrece
y se limita a lo perceptible, a lo visible, lo sencillo y lo cómodo.

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de recibir, percibir, reconocer y reaccionar a estímulos a


través de los sentidos, traducirse en un gesto, en un movimiento o en una expresión,
generada por las sensaciones que le despiertan su entorno, que a su vez propician en
nuestro sistema impulsos químicos que excitan a nuestro cerebro, y la reacción, convierte lo
que aparentemente es químico, en algo muchas veces majestuoso. Un simple movimiento
puede reflejar en sí, un sinnúmero de sensaciones y significados.

Es por esto que se hace necesario reconocer al cuerpo como base fundamental en los
procesos comunicativos del hombre y como la perfecta herramienta de transmisión de las
emociones.

Desde esta perspectiva, la educación nos ha permitido comprender que la palabra es solo
una forma sencilla y común de expresión, nos ha llevado a observar lo relegado que ha
estado el papel de otras formas de expresión que transmiten las mismas, o tal vez, más
emociones que una sencilla palabra. La música por ejemplo, es en sí misma un idioma, a
veces simple, a veces complejo, un lenguaje que transmite, que evoca recuerdos o
sensaciones, que altera nuestros sentidos y transforma nuestro cuerpo en un instrumento.
Producto de ello, surge el gesto, el movimiento voluntario o involuntario, que se genera sin
la necesidad de un discurso y que pone en manifiesto una o más intenciones y significados.
Muchas veces un gesto sencillo ha creado su propia traducción. Se hace dueño de una
historia que refleja su significación y que le permite al otro reconocerlo, sin necesidad de
valorar su esencia, su trayectoria o su concepto. Un ejemplo de ello son los gestos que
expresan emociones comunes, como la alegría, el enojo, la tristeza, la admiración, entre
muchos otros, que se pueden identificar en cualquier ser humano, sin necesidad de su
cercanía o de la relación íntima con el otro. La concepción de la palabra “gesto” es
demasiado amplia y no se puede definir en simples expresiones corporales que transmiten
emociones; ha sido esta la definición con la que lo hemos concebido social e
históricamente, restándole el valor que le merece al lenguaje, a la música, al
reconocimiento del cuerpo como una herramienta para comunicar una emoción o un
mensaje.

En la música, por ejemplo, existen gestos, que más que movimientos aleatorios que
acompañan el discurso, son una parte integral de la comunicación, que transmiten el
mensaje que trae consigo el artista, movimientos que han construido su propio significado y
que sin estar estructurados o definidos como parte del performance, reflejan una conducta
que define algún patrón dentro del mismo; un ejemplo claro de ello, es el movimiento que
realiza el director de una orquesta al dar la entrada a los músicos, nadie dispuso como
obligatorio dicho movimiento o le impide la creación de uno propio, pero es la historia de
la música la que elabora constructos más allá de lo auditivo, que crea y recrea emociones en
los movimientos, en las expresiones corporales del artista y se queda como una huella
indeleble, pero que a su vez permite, que cada artista, deje en el escenario, su sello
interpretativo.

1. Los cuerpos de la música. Introducción al dossier música, cuerpo y cognición


(Artículo 2005) López Cano

Investigación sobre el papel que tiene el cuerpo dentro de los procesos de percepción,
producción y comprensión musical. En este texto mediante la historia de Paula, se explican
las formas en las que el cuerpo participa en los procesos musicales; Cano expone estas
formas de la siguiente manera: Actividad motora productora de sonido musical: En el
que la música es producto de una actividad corporal. La música es un cuerpo que disfruta
de sí mismo. Disfrute del cuerpo en una acción sonora. Actividad motora que acompaña
la producción de sonido musical: En donde la cinética de la ejecución musical incluye
toda clase de gesticulación para la producción de sonido. Las operaciones motoras que
acompañan la ejecución musical conectan el mundo interno del músico con su propia
producción sonora. Todo lo que parece Extra musical es importante (Operativa y
semiótica). Propiocepciones: La propiocepción es la capacidad que tiene el ser sobre la
consciencia que informa al organismo de la posición de los músculos, capacidad de sentir la
posición relativa de partes corporales. Esto se traduce en autoconciencia corporal. Las
propiocepciones tienen también un papel fundamental en los procesos de percepción
musical. Acciones, posturas o patologías corporales desarrolladas con/en música: Los
instrumentos musicales son una prolongación del cuerpo humano, pero también lo
transforman. Del contacto y acción continua sobre ellos surgen callosidades, la piel de las
mejillas se hace más elástica, las uñas crecen, aparecen rastros en el cuello, los hombros se
arquean, la columna se deforma, etc. El cuerpo se transforma y se adapta de acuerdo a las
circunstancias, imitando o preservando costumbres. Neurología, fisiología,
sensoriomotricidad y niveles cognitivos superiores en de la audición: La escucha de un
músico no es pasiva, el sistema auditivo funciona simultáneamente en distintos niveles.
Durante la audición, procesos químicos se alían con impulsos eléctrico-neurológicos y
éstos se combinan a su vez con procedimientos táctiles, eólicos y líquidos. Es el cuerpo
quien se encarga de gestionar toda la acción auditiva y de la percepción. Actividad motora
manifiesta en la percepción musical: La música nos hace mover. Estos movimientos
pueden ser voluntarios (visibles - manifiestos) o involuntarios (microscópicos-
encubiertos).

Estas actividades conllevan al desarrollo de competencias musicales y son indispensables


para la apropiación de la música. La música permite construir significados, la apropiación
del individuo transforma o matiza el significado musical que recibe de la sociedad.
La música es en exceso etérea e inaprensible. El ser humano requiere modelarla
cognitivamente para hacerla significativa para su vida. Los músicos profesionales
poseemos categorías teóricas que nos ayudan a realizar un tipo de modelaje cognitivo
particular.
2. Gestos de la música: conceptos y métodos en investigación. (Musical Gesture:
Concepts and methods in research - Article 2009) Rolf Inge Godoy, Alexander
Refsum Jensenius y Marcelo Wanderley – University of Oslo.

El movimiento se ha relacionado con la noción de gesto. Todas las actividades que


involucran música (Actuación, baile, interpretación, dirección, etc.) implican cierta clase de
movimientos corporales que evocan significados, que comúnmente conocemos como
gestos, por ejemplo, los movimientos que realiza un director de orquesta para indicar los
cambios de tempo o los cortes. Hay muchas formas en las que los gestos musicales pueden
ser interpretados, desde su carácter expresivo y desde la forma en que estos se relacionan
con la música. Los autores dividen los gestos musicales (movimientos que acompañan la
música) en dos categorías; gestos que produce el músico y gestos que produce el que
recíbelos sonidos (el bailarín y el público). Se clasifican los gestos de los músicos como
productores de sonido, auxiliares, facilitadores y acompañadores del sonido. En entorno en
el que se llevan a cabo los gestos musicales puede concebirse en tres conceptos; escena
(espacio físico en el que se realiza la acción, un lugar en el que se centra la atención de
todos), posición de desempeño (puede verse también como la posición de descanso o de
inicio del artista, es decir, justo el momento anterior a realizar la acción interpretativa) y
espacio de actuación (espacio personal, es la construcción mental del espacio que construye
el intérprete en donde se realizan los gestos). Los autores hablan también en el capítulo 4 de
la funcionalidad de los gestos musicales dividiéndolo en cuatro categorías; Los gestos que
producen sonido, los gestos comunicativos, los gestos que facilitan el sonido y los gestos
que acompañan el sonido. Los gestos involucran tanto el movimiento corporal como el
significado y se conectan con los enfoques de la cognición musical y pueden considerarse
vehículos de comunicación musical humana.

3. Los cuerpos de la música (Artículo 2015) Irene Depetris Chauvin

“…la música no parece ocupar un lugar primordial en ninguna de las escenas; sin
embargo, la omnipresencia de las canciones de amor sugiere que éstas, por definición,
están destinadas a circular…”

Irene en su texto, habla sobre un programa de entrevistas en el que se pregunta a diferentes


personas cual sería la banda sonora de su vida, llevando a cabo un análisis acerca de cómo
la música afecta o influyes sobre el ser y el cuerpo, por qué una canción “atraviesa el
cuerpo”. Habla de pensar la música más allá del afecto y el efecto hasta el campo de los
sentidos y la percepción del cuerpo desde y a través de la música.

Referencias

 López Cano, R. (2005) Los cuerpos de la música. Introducción al dossier música,


cuerpo y cognición. Revista transcultural de música.
 Inge Godoy, R., Refsum Jensenius, A. y Wanderley, M. (2009) Musical Gesture:
Concepts and methods in research. University of Oslo.
 Depetris Chauvin, I. (2015) Los cuerpos de la música. Revista informe escaleno.
 Howell, P. Musical estructure and cognition.
 Bustos Miramonte, B. (2012) El poder en el folklore: los cuerpos en NO-DO.
Revista transcultural de música.
 Bourdieu, Pierre. 1991. El sentido práctico. Taurus Humanidades.
 Merleau Ponty, M. Phénoménologie de la perception.

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