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Jose Manuel Galvis Ospina

Importancia de la ética en el gobierno corporativo

Un tema que sonó hace pocos años fue el escandalo del llamado “cartel de los
pañales”, en el que las cinco empresas fabricantes de pañales mas grandes del
país, y que juntas ocupaban el 96% del mercado de pañales, confabularon para
pactar precios y repartirse el mercado del territorio nacional, todo esto desde el
2000 hasta el 2013, es decir, que por mas de una década estas empresas
incrementaban arbitrariamente sus precios al mismo tiempo y en el mismo
porcentaje, dejando por fuera a otros competidores y afectando el bolsillo de los
padres de millones de niños que necesitaban pañales.

La afectación que causaba este cartel era que al subir todos los precios al mismo
tiempo y en el mismo porcentaje, el consumidor no tenía otra opción aparte de
continuar comprando este esencial producto a precios elevados, pues no había
otro competidor en este sector que pudiera mantener un precio bajo, o por lo
menos un precio razonable que le hiciera competencia a estas empresas y esto no
era posible precisamente porque las empresas involucradas en estos acuerdos
fraudulentos ocupaban casi todo el mercado.

Estos acuerdos entre las empresas involucradas los hacían sus gerentes y
miembros de juntas directivas a través de llamadas, correos electrónicos y
reuniones personales, es por eso que la Superintendencia de Industria y Comercio
en el 2014 además de imponer multimillonarias sanciones a las empresas,
también impuso millonarias sanciones a los directivos y gerentes de las empresas,
y es aquí donde cobra importancia preguntarse sobre la ética que tenían estos
entes administradores y los valores éticos plasmados en las políticas de buen
gobierno en dichas empresas.
Si valores como el respeto, honestidad y transparencia fueran la piedra angular de
las políticas internas de todas las empresas, situaciones como la del cartel de los
pañales no se hubieran presentado nunca. Una empresa donde se fomentan, se
premien e incluso se imponen los valores ya mencionados jamás se verá expuesta
a una sanción de este tipo, y no defraudará a sus inversionistas y consumidores,
es mas, una empresa en la que su actuar se base mas allá en la política de
generar ganancias a cualquier costo y se base en la política de actuar bien, es
decir, éticamente, será mucho mas atractiva tanto para consumidores como para
nuevos inversionistas.

Claro que no se puede ser ingenuo en este asunto, por mas que una política
empresarial consagre estos valores explicita o implícitamente, no se puede
esperar que las personas encargadas de administrarla actúen exactamente igual,
no se puede olvidar que el objetivo de una empresa es el de generar dinero, y
como cualquier otra fuente de poder, el dinero y su afán por obtenerlo, puede
llegar a corromper a la persona mas correcta.

Esto no quiere decir que obtener dinero es malo, o que querer acumular un
enorme patrimonio sea un problema desde la ética, lo que hay que replantearse es
hasta que punto y a que costo se debe llegar en el afán por obtener ganancias, y
esto lo deben tener muy claro las personas que se encargan de administrar las
empresas, pues con actuaciones desleales no están afectando solamente su
patrimonio, sino también el de la empresa, los inversionistas y consumidores. Una
política de actuar empáticamente, basada en el sentido social que deben tener
todas las empresas, a la hora de administrar una corporación sería el
acompañamiento perfecto a la política de generar ganancias, pues así se
establece un límite para generar utilidades sin hacer daño a otros.

Pero como no es posible garantizar las personas que ocupen estos cargos de
dirección actúen de esta forma, se hace necesario que las empresas constituyan
diferentes mecanismos de vigilancia y control que hagan cumplir con los
estándares éticos que tenga la compañía, y si no los tienen, solo se necesita de
una persona que los tenga y con la convicción suficiente haga que los demás
actúen de forma correcta. Como en el caso del cartel de los pañales, que solo se
destapó ese escandalo cuando una de las empresas de forma anónima le confesó
a la SIC lo que estaba ocurriendo.

Aparte de este mencionado caso, en los últimos años también han salido a la luz
el cartel del azúcar, el cartel del cemento, además de un sin fin practicas que
afectan la libre competencia tanto a nivel nacional como internacional, por lo que
queda en evidencia que mas que nunca se necesita que la ética esté impregnada
dentro del gobierno corporativo, para que así dejen de defraudarse diariamente a
millones de personas.

Referencias:

https://www.elespectador.com/noticias/economia/el-cartel-de-los-panales/

https://www.bbvaopenmind.com/articulos/etica-valores-y-gobierno-corporativo/

https://www.eltiempo.com/economia/empresas/las-investigaciones-por-el-cartel-de-los-
panales-en-colombia-270258

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