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Ingeniería Para Todos

Blog especializado en tratamiento de agua

DIGESTIÓN ANAEROBIA EN EL TRATAMIENTO DE


AGUAS RESIDUALES MUNICIPALES

Por Mtro. Antonio Leal López


Correo:
xtonoll@yahoo.com.mx

Las soluciones tradicionales, en algunos casos representan un


desperdicio de recursos debido a que la misma eficiencia, puede
lograrse con una alternativa que utilice una inversión más baja, es en
este ámbito donde los sistemas de tratamiento anaerobios, pueden jugar
un papel importante.

El desarrollo sustentable, concebido como aquel que no sacrifica el


futuro por un desarrollo presente, se ha ido insertando en el marco
jurídico de nuestro país principalmente a través de la normatividad
ambiental. El Gobierno Federal primeramente a través de la ex-secretaría
de Desarrollo Urbano y Ecología y después con la Comisión Nacional
del Agua, ha destinado parte de sus recursos y en ocasiones
conjuntamente con inversión privada, para la construcción de
infraestructura para el control de la calidad de los vertidos, que descargan
al alcantarillado municipal de alguna población, así como, si lo hacen a
cuerpos de agua de propiedad federal.

Atendiendo a los intereses de la sociedad y considerando que los


recursos siempre son escasos, toda decisión de ejecutar una obra de esta
naturaleza debe implicar realizar una revisión primeramente de la
información existente sobre tecnología disponible, con la finalidad de
utilizar los medios más avanzados, económicos y eficientes.
Las soluciones tradicionales en algunos casos representan un desperdicio
de recursos debido a que la misma eficiencia, puede lograrse con una
alternativa que utilice una inversión más baja. Es en este ámbito, donde
los sistemas de tratamiento anaerobios pueden jugar un papel importante,
sobre todo si se vencen los prejuicios existentes que se han generado en
su contra para este tipo de procesos. La idea de que durante su operación
generan malos olores ha sido ocasionada en muchos casos por la
inapropiada aplicación y mala operación de sistemas de baja eficiencia,
como sucede con las fosas sépticas.

La construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales se ha


incrementado en los últimos años. Sin embargo, la práctica de diseño y
operación de las mismas se presta a una gran variación en los métodos,
parámetros y criterios de cálculo, lo que ha provocado en muchos casos
el fracaso y/o el sobrediseño de las mismas, a falta de una normatividad
regulatoria para el diseño y operación.

Ante esta situación, una parte importante que pueden desempeñar las
escuelas de enseñanza superior y de posgrado del país a través de sus
centros o grupos de investigación, es implementar programas sobre los
diferentes procesos de tratamiento de aguas residuales, factibles de
utilizarse en México, cuyo objetivo principal sería obtener y generar
información que pueda ser utilizada de manera practica y racional en el
diseño, construcción y operación, así como también fijar los límites y
condiciones de aplicación de cada tipo de tratamiento, de modo que se
eviten errores al utilizar algún proceso inapropiado para tratar las aguas
residuales.

El desarrollo de investigaciones de este tipo, resulta de gran importancia


para el país, puesto que el resultado práctico final es obtener plantas de
tratamiento funcionando con mejores rendimientos y a menores costos,
desde este punto de vista, es importante conocer las virtudes de la
digestión anaerobia para el tratamiento de aguas residuales de origen
urbano e industrial, mediante el uso de reactores anaerobios de flujo
ascendente (UASB), por ser un proceso que resulta atractivo por sus
bajos costos de construcción, mantenimiento y su gran facilidad de
operación.
La primera aplicación documentada que se tiene del tratamiento
anaerobio para aguas residuales es la descrita por Mouras en Francia,
quién construyó una cámara cerrada herméticamente, para disponer los
residuos domésticos generados en su cocina, los cuales al paso del
tiempo y para sorpresa suya se transformaron en un finísimo sedimento
parecido al humus.

En los primeros años del presente siglo fueron descubiertos varios


sistemas de tratamiento anaerobio, como el tanque séptico en Inglaterra
por Camaron y el tanque Imhoff en Alemania. En ambos sistemas la
dirección del flujo es horizontal, mientras que el lodo anaerobio
permanece en el fondo. Los sólidos sedimentables se decantan,
presentándose una digestión anaerobia solamente en la parte
biodegradable. En el caso del tanque séptico, la eficiencia de retención de
los sólidos decantados se reduce por la flotación de parte de los sólidos
contenidos en el fondo, debido a las burbujas de gas ocluidas dentro de
los flóculos formados por las bacterias o por la turbulencia provocada por
la ascensión de burbujas de gas.

Este problema tiende a reducirse en el tanque Imhoff, en el cual los


sólidos decantados pasan por una cámara separada, donde se lleva a cabo
la digestión anaerobia, sin la posibilidad de que los sólidos se trasladen a
la zona de sedimentación. El tiempo de retención en ambos tanques es
corto y fluctúa alrededor de dos días, suficiente para la remoción de
sólidos sedimentables, pero este tratamiento corresponde a un nivel
primario, previo a un tratamiento de tipo secundario o biológico.
El tratamiento primario que se lleva a cabo en estos reactores anaerobios
por la remoción de sólidos sedimentables, el cual tuvo una amplia
aplicación en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales.
En los años treinta, 12 millones de habitantes en Alemania eran servidos
por estos sistemas, en la mayoría de los casos por tanques Imhoff. En
muchas ciudades el biogás producido por este tratamiento, se purificaba
y se sometía a presión para ser usado como combustible automotor.

En 1935 da inicio una de las mejores épocas de la ingeniería sanitaria, al


construirse una enorme pila de tanques Imhoff con una capacidad de 2
000 lps, para tratar las aguas residuales municipales producidas por la
ciudad de Chicago, en los Estados Unidos. En los años siguientes, el
tratamiento anaerobio perdió terreno a favor del tratamiento aerobio, en
especial ante los filtros biológicos o lodos activados.

Este decaimiento de la digestión anaerobia se debió principalmente a la


mayor eficiencia de remoción del material orgánico en los sistemas
aerobios, en los cuales pueden presentarse remociones de entre el 90 al
95% de DBO, mientras que la digestión anaerobia realizada a niveles de
tratamiento primario en los tanques sépticos e Imhoff, presenta
eficiencias de remoción que fluctúan entre un 30 al 50%, debido
principalmente a que se realiza en los sólidos sedimentables.

Su baja eficiencia con respecto a los sistemas aerobios, es una opinión


que tiende a persistir sin la justificación debida, ya que en los modernos
reactores de la segunda generación como es en el caso del reactor
anaerobio de flujo ascendente, los nuevos diseños han corregido esta
falla permitiendo altas eficiencias de remoción de material orgánico, aun
cuando los tiempos de retención son más cortos que en los tanques
séptico e Imhoff.
El tratamiento anaerobio ha vuelto a despertar gran interés, después de
los trabajos desarrollados por Lettinga y colaboradores, así como los
realizados a nivel regional en Brasil, por el Instituto de Saneamiento
Ambiental (ISAM), de la Universidad Católica de Paraná y por la
Compañía de Saneamiento del Paraná, (SANEPAR). En Colombia,
destacan los trabajos desarrollados en la Universidad del Valle. En
México, se desarrollaron en los 90’s tres grupos que impulsaron la
aplicación de los reactores anaerobios de flujo ascendente, SEDUE
(Secretaria de Desarrollo y Ecología, ya desaparecida), Universidad
Autónoma del Estado de Yucatán y la Universidad Autónoma
Metropolitana.

La base del tratamiento anaeróbico son los digestores UASB (Upflow


Anaerobic Sludge Blanket) o RAFAs (Reactores anaerobios de flujo
ascendente), desarrollados en 1971 en Holanda por Lettinga, han sido
utilizado ampliamente en Europa y en Latino América, concretamente en
Brasil, donde hay 2,500 unidades registradas y en operación.

Las ventajas económicas del tratamiento anaerobio de efluentes


residuales urbanos, son consecuencia fundamentalmente del ahorro
energético comparado con el alto costo de los tratamientos aeróbicos
(lodos activados) y la generación de una menor cantidad de lodos más
estabilizados y de fácil tratamiento, equivalentes al 10 % de la materia
orgánica degradada.

A diferencia de los sistemas de tratamiento aeróbico, las cargas de los


digestores anaeróbicos no están limitadas por el suministro de ningún
reactivo o químico. Entre más lodo esté siendo retenido en el digestor
anaeróbico bajo condiciones operacionales, más altas son las cargas
potenciales del sistema, siempre y cuando el tiempo de contacto entre el
lodo y el agua residual pueda ser suficientemente mantenido.

Bibliografía.
Propuesta para mejorar la eficiencia de los reactores anaerobios de flujo ascendente empleando lodos
activados, en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Río Blanco, Ver.
INDAUTOR No. Reg 03 2019 – 110813292000-01

Publicado por
ingenieroleal19 abril, 2020. Publicado en digestión anaerobia, ingenieria civil, tratamiento de aguas
residuales. Etiquetas: aguas residuales, anaerobia, plantas de tratamiento, tratamiento de aguas.

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