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LA SERPIENTE ANCESTRAL

La figura de la Serpiente forma parte de los relatos mitológicos de una gran cantidad de culturas ancestrales.
En muchos casos, si bien con distinto nombre, representa a un mismo personaje central con el rol de creador
del mundo, hacedor de la humanidad y dador del conocimiento, entre otras atribuciones y logros.
Asimismo, representa la dualidad de las fuerzas opuestas: el orden y el casos, lo femenino y masculino, la
creación y la destrucción, etc. La serpiente es también el símbolo que identifica a la
energía Kundalini, concepto vinculado al despertar de la conciencia en el hinduismo.

Grabado en sobre relieve de la cultura Chachapoya, adoradores de la serpiente

En muchos otros casos la serpiente aparece bajo la figura del “dragón” (del latín draco, y este del
griego, drákon, ‘serpiente’), un ser mitológico que también se encuentra presente en una cantidad de culturas.

Friso de cobras en el complejo de Saqqara, Egipto

Existe una infinidad de relatos ancestrales y representaciones de todo tipo (como grabados, tallados, pinturas,
artesanías, tejidos, etc.) sobre la Serpiente. Podemos encontrarla en la Torá, en los mitos de Sumer, en el
antiguo Egipto, en las ancestrales culturas de India (energía Kundalini), en la mitología nórdica, en China y
también en las culturas de mesoamérica (Olmeca, Teotihuacán, Maya y Mexica)
y andina (Moche, Chavín, Chachapoya), entre muchas otras.

Relieves de serpiente en la Plaza Ceremonial de la Huaca de la Luna, cultura Moche.

La serpiente no se caracteriza precisamente por ser un animal que genere embelesamiento (como el pavo real),
o que sea un leal compañero (como el perro), o que pueda ser domesticado para ayudar con la tarea del
hombre (como el caballo). Sin embargo, es la serpiente, como ningún otro animal, quien fue inmortalizada
como el emblema de la vida, el conocimiento y la salud en todas las civilizaciones.

Quetzalcóatl

¿Como es que la figura de la serpiente y su simbología esté presente en culturas tan distantes, las cuales
supuestamente nunca tuvieron contacto entre sí?
Es entendible en el caso de culturas emparentadas, o aquellas influenciadas por conquistas o migraciones, pero
¿como pudo este mito llegar a todos los rincones del planeta?

Ver publicación: Símbolos con serpientes


A continuación se presenta un detalle de la presencia de la serpiente en distintos roles, a través de la mitología de
diversas culturas:

o La serpiente como dador del conocimiento


o La serpiente como hacedor de la humanidad

o La serpiente como creador del mundo

o La serpiente como monstruo marino primigenio

o La Serpiente Emplumada

o La serpiente y la energía Kundalini

o Las serpientes en oposición y equilibrio

o La serpiente como vara de apoyo o guía

o Mitos de serpientes en culturas varias

La serpiente como dador del conocimiento


La figura de la serpiente tiene, en el relato bíblico, un rol clave en el destino de la humanidad. En la Torá, al
igual que en una infinidad de culturas ancestrales, la serpiente aparece como facilitadora del conocimiento.

Serpiente sobre cabeza, como la sika (mechón de pelo en cabeza rapada). Gobekli Tepe, Turquía

En la Torá, Dios le prohíbe a Adán y a Eva comer del fruto prohibido, y le impone de antemano el castigo del
incumplimiento con la muerte. Según la tradición, la serpiente “engaña” a Eva diciendo que Dios no quiere
que coman del fruto prohibido porque de hacerlo, serían como El, accediendo al conocimiento del bien y el
mal, pero que en realidad no morirían:
Gén.2.17. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente
morirás.
Gén.3.1./3.5 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la
cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la
serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto
dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y
el mal.
Finalmente la pareja come del fruto – léase, acceden al “conocimiento” – y si bien terminan siendo desterrados
del Paraíso, ni ella ni él mueren, lo que apoya la idea de que en realidad la serpiente decía la verdad.

Medallón tallado con una serpiente, un árbol y un tridente. Gobekli Tepe

En los mitos sumerios, Enki detenta el epíteto de ushumgal, que significa “gran serpiente-dragón”. Enki, una


deidad acuífera, encarna al dios de la sabiduría, señor de la construcción, las artes, el diseño y la
creación, representado por el símbolo de la serpiente.
En un poema sumerio denominado “Adapa y el Viento Sur”, se describe que Adapa (el hombre modelo “creado”
por Enki), quien obtuvo el «conocimiento» concedido por Enki, más no el don de la vida eterna:
Una considerable comprensión perfeccionó para él… La sabiduría [le había dado]…  A él le había dado
Conocimiento; La Vida Eterna no se la había dado.

Impresión de sello cilíndrico – El Árbol, la serpiente y 2 personas (s. XXII BC)

Y esto es coincidente con lo que ocurre en el relato de la Torá, en el que Adán y Eva obtuvieron el
“conocimiento” al comer del fruto de ese árbol, más no accedieron a la “vida eterna” por no comer el fruto del
árbol de la vida, pese a que, llamativamente, también se encontraba en el “huerto” y encima no estaba
prohibido:
Gén.2.9. Y El Eterno Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el
árbol de vida en medio
del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Imagen descubierta en Mesopotamia que remite fuertemente al relato bíblico: una serpiente enroscada en un árbol,
señalando su fruto. Publicada por Langdon en su libro Semitic Mythology.

También podemos encontrar en la tradición sumeria una vinculación entre la serpiente y la “vida eterna” en el
poema de Gilgamesh. Hacia el final del poema, Siuzudra le dice:
…(Te) revelaré, oh Gilgamesh, una cosa oculta, y un secreto de los dioses te diré: Hay una planta, como el cambrón
es su… Sus espinas pincharán tus manos como la rosa. Si tus manos obtienen la planta, serás joven de nuevo.
En cuanto Gilgamesh oyó esto… bajó a lo profundo, donde estaba la planta, y la tomó… esta planta es una planta
contra la decadencia, por la que un hombre puede reconquistar el aliento de su vida… Entonces, yo mismo (la)
comeré y así volveré al estado de mi juventud».
Después de veinte leguas… Gilgamesh vio un pozo cuya agua era fresca. Bajó a bañarse en el agua. Una serpiente
olfateó la fragancia de la planta; salió del agua y arrebató la planta. Al retirarse mudó de piel.

Ningizzida (2300 B.C.), hijo de Enki, Dios de la vegetación y de las plantas medicinales, conocido también como “El Señor
del Árbol de la Vida”. Ningizzida es representado habitualmente como mitad hombre/serpiente.
En este poema, la serpiente le quita a Gilgamesh la planta de la juventud eterna, y con ella la posibilidad de ser
“inmortal”, de la misma forma en que la serpiente bíblica lo hace implícitamente al tentar a Eva a comer del
árbol del conocimiento más no el de la vida.
En la mitología china, Nüwa es una divinidad central la que en la mayoría de las veces se la presenta como la
protectora y maestra de los hombres. Se le atribuye a la diosa Nüwa haberle dado la sabiduría a los seres
humanos y la creación de los primeros instrumentos musicales para el desarrollo de la música, el canto y la
danza.

Estatua de Nüwa

Nüwa habría sido la esposa y/o hermana de Fuxi, y ambos son considerados los creadores originales de la raza
humana, además de ser sus primeros maestros.
Cuando Nüwa hubo hecho a los seres humanos, Fuxi les enseñó las habilidades necesarias para tener una
existencia civilizada.

Nüwa y Fuxi

Fuxi es, de acuerdo a la tradición china, el creador de la escritura, de la administración de las tierras y de los
mercados. Fuxi enseñó a sus súbditos a cocinar, a pescar con redes y a cazar con armas de hierro.
Institucionalizó el matrimonio y ofreció los primeros sacrificios. 
Se los describe a ambos con cuerpo humano de la cintura para arriba, y de la cintura para abajo como un
dragón con cola de serpiente.
Emperadores Míticos (China) Fu Xi y Nu Wa – padres de la Creación, con compás y escuadra. 618-906

La serpiente como hacedor de la humanidad


Enki es, de acuerdo a la mitología sumeria, quien creó a la humanidad con un procedimiento que hoy
llamaríamos de fertilización asistida. 
En el relato mítico Enuma Elish, Enki se propone crear al hombre mezclando sangre y huesos, para que esté al
servicio de los dioses:
“Entretejeré sangre y ensamblaré huesos.
Suscitaré un ser humano, Hombre será su nombre.
En verdad, construiré al ser humano denominado Hombre.
Estará encargado del servicio de los dioses; que ellos puedan estar en paz.
Ningišzida, la Gran Serpiente

En el Poema de Atrahasis, Enki continúa describiendo la fórmula “mística” de la creación del Hombre,
procedimiento que estuvo a cargo de la diosa Nintu, en el que se lee que tomaron la sangre de un dios, la
mezclaron con arcilla y luego todos los demás dioses escupieron sobre ella:
Entonces, se inmolará un dios,
Antes de que los dioses sean purificados mediante la inmersión.
Con su carne y su sangre, Nintu mezclará la arcilla: De este modo el dios y el hombre estarán asociados, reunidos
en la arcilla,
¡Y, a partir de este momento, nosotros estaremos ociosos!
(…) Después de que Enki hubiese amasado esta arcilla,
Llamó a los Anunnaku, los grandes dioses,
Y a los Igigu convertidos, ellos también, en grandes dioses,
Que escupieron sobre la arcilla.
Análogamente, los textos míticos mexicas traen una versión muy similar a la sumeria. El Códice
Chimalpopoca relata el mito mexica de la creación de la humanidad actual, el 5to Sol, a cargo de Quetzalcóatl,
la “Serpiente Emplumada” (el dios supremo mesoamericano), quien dio vida a los huesos de los muertos
mezclándolos con su propia sangre/semen.

Escultura de serpiente en las ruinas del Templo Mayor de Tenochtitlán, México DF.
Se consultaron los dioses y dijeron: “¿Quién habitará, pues que se estancó el cielo y se paró el Señor de la tierra?
¿quién habitará, oh dioses?” … Luego fué Quetzalcóhuatl al infierno (mictlan, entre los muertos); se llegó a
Mictlanteuctli y a Mictlancíhuatl y dijo: “He venido por los huesos preciosos que tú guardas.” Y dijo aquél: “¿Qué
harás tú, Quetzalcóhuatl?” Otra vez dijo éste: “Tratan los dioses de hacer con ellos quien habite sobre la
tierra.”…
Subió pronto, luego que cogió los huesos preciosos: estaban juntos de un lado los huesos de varón y también juntos
de otro lado los huesos de mujer… Luego los juntó, los recogió e hizo un lío, que inmediatamente llevó a
Tamoanchan. Después que los hizo llegar, los molió la llamada Quilachtli: ésta es Cihuacóhuatl, que a
continuación los echó en un lebrillo precioso. Sobre él se sangró Quetzalcóhuatl su miembro; y en seguida
hicieron penitencia todos los dioses: Apanteuctli, Huictlolinqui, Tepanquizqui, Tlallamánac, Tzontémoc, y el sexto
de ellos, Quetzalcóhuatl. Luego dijeron: “Han nacido los vasallos de los dioses.”…

Cabeza de serpiente. Museo del Templo Mayor de Tenochtitlán. México D.F

Es casi literal la identificación de Enki con Quetzalcoatl, como dioses responsables de la creación de la
humanidad. Asimismo, el mismo procedimiento de mezclar huesos/la carne con la sangre/semen de los dioses
para formar la materia de la vida es prácticamente idéntico.
Kudurru de Marduk-apal-iddina I (1171-1159 AEC)

De igual manera, existe un gran paralelismo entre la diosa Nintu y Cihuacóatl, como responsables de todo el
proceso de la mezcla. Nintu, “Dama del alumbramiento”, es la diosa sumeria de la fertilidad, dadora de vida
de dioses y del Hombre. También era llamada Ninhursag (Dama de las montañas sagradas), Ninmah (gran
Dama), y Mammu o Mami, antecesora de «mamá».

Nintu/Ninhursag

Por su parte, Cihuacóatl, “Mujer Serpiente” (en náhuatl), es la diosa del nacimiento, patrona de los médicos,
de los sangradores, de las parteras, de los cirujanos y de los que daban remedios para abortar, guía recolectora
de las almas. También era llamada Quilaztli, Yaocíhuatl (mujer guerrera y amante de los guerreros), Tonatzin
(nuestra madre) y Huitzilnicuatec (cabeza de colibrí).
Cihuacóatl

Asimismo, el Popol Vuh, libro sagrado de los Mayas Quichés, menciona que en un tercer intento de creación de la


humanidad, los dioses “Serpientes Emplumadas” encontraron una materia sagrada, el maíz, que mezclaron con
la sangre de la serpiente y del tapir (animales sagrados y simbólicos de la fecundidad y del agua), para formar un
hombre nuevo consciente de los dioses y de su misión en la tierra.

Kukulcan, Serpiente Emplumada, México

Volviendo a la deidad china Nüwa, más allá de los muchos roles que se le dieron, como madre, diosa, esposa,
hermana, líder tribal o incluso emperador, ella aparece esencialmente como la creadora de la humanidad.

La serpiente como creador del mundo


En cuanto a la creación del mundo, el mito babilónico de la creación Enuma Elish retrata un acto de violencia
en el que la diosa/monstruo Tiamat es asesinada por el dios Marduk quien luego la desmembra, creando al
mundo con sus partes.
Marduk y Tiamat

(…) Tiamat y Marduk, los más sabios de los dioses, avanzaban uno contra otro… Cuando ella abrió la boca,
Tiamat, para devorarlo
él le clavó el Viento del Mal para que no cerrara los labios.
Los feroces Vientos de tormenta cargaron entonces su vientre;
su cuerpo se dilató; la boca se le abrió aún más.
A través de ella le disparó él una flecha, le desgarró el vientre;
le cortó las tripas, le desgarró la matriz.
Teniéndola así sojuzgada, su aliento vital él extinguió…
Dividir al monstruo él, entonces, ingeniosamente planeó.
Después, como un mejillón, la desgarró en dos partes.
El Señor puso su pie sobre la parte posterior de Tiamat;
con su arma le separó el cráneo; cercenó los canales de su sangre;
e hizo que el Viento Norte lo llevara a lugares que habían sido desconocidos.
La otra mitad la levantó como pantalla para los cielos:
encerrándolos juntos, como vigías los estacionó…
Dobló la cola de Tiamat para formar la Gran Banda como un brazalete.
Poniendo la cabeza de Tiamat en posición, él elevó las montañas encima. Abrió manantiales, y torrentes para
sacar el agua.
De los ojos de ella dejó salir el Tigris y el Eufrates.
Con sus ubres formó las altas montañas,
perforó manantiales para pozos, para sacar agua.
La mitología sumeria tiene entre sus deidades más añejas a Lahmu y Lahamu, dos gigantes hermanos que solían ser
representados con una serpiente. Eran hijos de Apsu y Tiamat, y padres de Anshar y Kishar.
Por su parte, la mitología mexica trae su versión del mito de Tiamat fusionado con el de Lahmu y Lahamu, con
asombroso parecido. En el mito mexica, Quetzalcóatl y su hermano Tezcatlipoca dieron origen al cosmos
utilizando como material base a Tlaltecuhtli/Cipactli, el Monstruo Marino que moraba en el océano
primigenio, lo único que existía en el principio de los tiempos.
Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, Códice Borbónico

Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, dioses masculinos, se dijeron que era menester fundar la tierra, por lo que se
transformaron en dos serpientes gigantes y de forma violenta atacaron a Tlaltecuhtli, la asieron por las
extremidades y la estiraron hasta desgarrarla por la mitad.
En otra versión de este mito, las deidades ingresan al cuerpo de la diosa y la desgarran desde adentro, en una
simbología más explícita aún de una violación.

Cabeza de Serpiente, Museo de Antropología – México DF


De la mitad para abajo, su cuerpo se convirtió en el cielo, la parte masculina, y de la mitad hacia arriba se
transformó en la tierra, el lado femenino. A esto se le conocía como el Tlalticpac, que los mexicas consideraban
literalmente como la tierra, el lugar en el que vivían los seres humanos, animales y plantas.

Serpiente bicéfala Azteca

En el libro Popol-Vuh se relata una versión muy similar al génesis bíblico, pero donde los protagonistas son las
Serpientes Emplumadas:
… Sólo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo, los Procreadores, los
Engendradores, estaban sobre el agua, luz esparcida. [Sus símbolos] estaban envueltos en las plumas, las verdes;
sus nombres [gráficos] eran, pues, Serpientes Emplumadas. Son grandes Sabios. Así es el cielo, [así] son también
los Espíritus del Cielo; tales son, cuéntase, los nombres de los dioses. … “Que eso sea. Fecundaos. Que esta agua
parta, se vacíe. Que la tierra nazca, se afirme“, dijeron. … Así hablaron, por lo cual nació la tierra. Tal fue en
verdad el nacimiento de la tierra existente. “Tierra”, dijeron y en seguida nació.
Kukulkán – Serpiente de la Visión (dintel 15 de Yaxchilán)

La serpiente como monstruo marino primigenio


En los textos bíblicos (en los libros de los profetas y los escritos) existen diversas menciones que hacen
referencia a un monstruo marino, la Gran Serpiente, llamado “Leviatán” (“Taninim” en hebreo):
Sal.74.13/14. Dividiste el mar con tu poder; Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas. Magullaste las
cabezas del leviatán, Y lo diste por comida a los moradores del desierto.
Isa.27.1. En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al
leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.
Asimismo, el libro apócrifo de Enoc menciona:

7. Ese día {el día del juicio del Señor} se harán salir separados dos monstruos, unos femenino y otro masculino.
El monstruo femenino se llama Leviatán y habita en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
La serpiente de fuego azteca Xiuhcóatl. Tenochtitlán, capital azteca, México, 1325-1521

En la mitología mexica Cipactli/Tlaltecuhtli es un monstruo marino que vivió en el océano después del
cuarto diluvio, como una encarnación del caos que asolaba antes de su creación. Cipactli era una voraz,
primitiva y monstruosa criatura marina, mitad cocodrilo y mitad pez que estaba siempre hambrienta. Su
cuerpo esta dividido en dieciocho partes articuladas, cada una provista de una boca.

Cipactli/Tlaltecuhtli

Dios de naturaleza dual, Cipactli/Tlaltecuhtli era un ser macho y hembra a la vez, y simboliza las
contradicciones de la naturaleza: noche-día, maldad-bondad, odio-amor, fecundidad-muerte. Por ello podía ser
llamado Cipactli, “lagarto” (aspecto femenino), o Tlaltecuhtli, “señor de la tierra” (en náhuatl: ‘tlalli, tierra; tecuhtli,
señor’). Aunque el nombre de la deidad es una forma masculina en la lengua náhuatl, la mayoría de las
representaciones de Tlaltecuhtli exponen claramente las características femeninas, y se representa a menudo en la
posición de parto característica de una mujer al dar a luz.
Uno de los mitos fundamentales del hinduismo sobre la Creación, narrado en el Mahábharata, cuenta que al
principio de los tiempos, los deva (dioses) y los asura (demonios) eran todos mortales, y luchaban entre ellos por el
dominio del mundo. Los deva, debilitados y vencidos, solicitaron la ayuda de Visnú, quien les propuso que unieran
sus fuerzas con los asura con el objeto de extraer la amrita (‘el néctar de la inmortalidad’) del océano de
leche kshirodadhi. De esta forma utilizaron a la gran serpiente Vāsuki, el rey de los Naga (deidades en forma de
serpientes), para poner la montaña en rotación y de esta manera batir el océano.

El batido del océano de leche. El avatara Kurma de Visnú, sumergido sosteniendo la montaña Mandara, durante el Samudra
manthana, la serpiente Vasuki está enroscada y es tirada por los dioses (orilla izquierda) y por los demonios (orilla derecha);
ca 1870, Uttar Pradesh (India).

En la mitología egipcia, Apep (o Apofis en griego) era una gigantesca serpiente/cocodrilo que habitaba en las
aguas del Nun, la primera sustancia abstracta, el elemento caótico que contiene el potencial de la vida,
simbolizado como el «océano primordial» que ocupaba todo el universo.

Apep
Indestructible y poderosa, Apep era el símbolo del caos universal. Representaba a las fuerzas maléficas de la
Duat o Amenti (el inframundo) y su función era romper el orden cósmico (“Maat”), interrumpiendo el
recorrido nocturno de la barca solar de Ra. Apep era hija de Neith, quien la crea a partir de un escupitajo que
arroja a las aguas primordiales.

Apep

En la mitología babilónica, Tiamat (“Ti”, vida; “ama”, madre) es la diosa del Caos y la Creación, una diosa-
monstruo primitivo, un dragón hembra maléfico que habitaba al principio de los tiempos, antes de que el Cielo
y la Tierra existieran.

Marduk y Tiamat (habitaba en las aguas saladas del caos con la forma de un gigantesco dragón)
La Mitología Nórdica también tiene su serpiente/monstruo marino (y a veces como dragón volador), tal como
aparece en el Voluspá, su texto cosmogónico:
(50) Hrym llega del este llevando su escudo, se encrespa Jörmungard con furor de trol, la sierpe azota el mar, el
águila gañe, desgarra los muertos, se suelta Naglfar. (56) Ahora llega el famoso hijo de Hlódyn, va el hijo de Odín
a luchar con la serpiente, la mata rabioso el guardián del Midgard… (66) Llegará volando el oscuro dragón, la
sierpe brillante, desde Nídafjöll; llevará en sus plumas los muertos a Nidhögg. Allí se hundirá.
Jörmundgander o Jörmungard también llamada la “Serpiente de Midgard” es una gigantesca serpiente (es un
monstruo masculino) que ronda Midgard (donde fue arrojada por Odín) hasta el día del Ragnarök, el día de la
destrucción total.
Acaso el Kraken, el pulpo/calamar gigante de la mitología escandinava y finlandesa, junto con otros monstruos
marinos similares como el Hafgufa y Lyngbakr, descritos en la saga Örvar-Oddr y en los textos noruegos de 1250,
tengan el mismo origen.

El capítulo I del Corpus Hermeticum, texto central del Hermetismo, dice:


(4) … Al poco tiempo, fue bajando y mostrándose una Tiniebla espantosa y sombría, enroscada como espiral
tortuosa, semejante a una serpiente. Después la Tiniebla se fue transformando en una cierta natura húmeda que se
agitaba indescriptiblemente, que arrojaba humo como lo hace el fuego y emitía un clamor, un gemido inenarrable. 

La Serpiente Emplumada
En la civilización egipcia, Uadyet era la diosa protectora del faraón y era representada por una cobra con una
corona. Originaria del delta del Nilo, simbolizaba al Bajo Egipto. Uadyet era una serpiente que actuaba como
protección de dioses y faraones en la mitología del antiguo Egipto y encarnaba a las diosas solares.

Wadjet

La diosa cobra Uadyet, solía figurar junto a la diosa buitre Nejbet, como representantes del Alto y Bajo
Egipto. Nejbet, representada como un buitre, era el símbolo del Alto Egipto; deidad protectora del faraón en los
nacimientos, la coronación, las fiestas de jubileo y en las batallas.
El uræus o ureus es una representación de la diosa Uadyet que, aplicada en la frente junto con el símbolo de
Nejbet, constituyó el emblema elegido por muchos faraones. La cobra y las serpientes en general eran símbolos de
resurrección y estaban asociadas a los mitos solares del viaje del Sol por el cielo y el inframundo, la Duat.
Tutankamón con cobra Uraeus

La noción de la serpiente junto con el ave nos remite a la idea de la Serpiente Emplumada. En la tradición de
los Mexica (Aztecas), Quetzalcóatl significa literalmente “serpiente emplumada” (quetzalli, plumaje; cōātl,
serpiente) y se trata del Ser Supremo, el creador del universo y de la humanidad. Representa la vida, la luz, la
sabiduría, la fertilidad y el conocimiento.
Quetzalcóatl

Anteriores a los Mexicas, los Mayas veneraban a Kukulkán, el equivalente de Quetzalcóatl, que en maya


yucateco se traduce asimismo como Serpiente de Plumas (k’ukulk’an, ‘pluma y serpiente’).
Kukulkan

Los Toltecas, los ancestros directos de los Mexicas según éstos, también se referían a esta deidad como la
serpiente emplumada “Quetzalcóatl”.

Serpientes mexicas

El primer registro que se tiene de Quetzalcoatl es en la cultura Olmeca (motivo por el que se cree que fue la
originaria de esta deidad), cultura madre de la civilización mesoamericana, hacia el año 1150 AEC y el último
se da en la cultura Azteca en 1521 DEC, por lo que la presencia de la deidad de la serpiente emplumada en
estos territorios fue de más de 2.600 años.
Quetzalcoatl Olmeca de La Venta

Quetzalcoatl era también venerado en Teotihuacan, donde se encuentra la Pirámide de Quetzalcoatl.

Pirámide de Quetzalcoatl
La idea de la serpiente emplumada es equivalente al dragón, una gran serpiente voladora, presente en la
mitología de los países asiáticos.

Dragón Chino. Fragmento del muro de los nueve dragones. Palacio Imperial, Pekín. Año 1771

En el libro del Profeta Isaías podemos encontrar menciones sobre una serpiente voladora / serpiente que vuela, lo que
nos remite a la idea de la serpiente emplumada.
Isa.14.28/29. En el año que murió el rey Acaz fue esta profecía: No te alegres tú, Filistea toda, por haberse
quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá áspid, y su fruto, serpiente voladora.
Isa.30.6. Profecía sobre las bestias del Neguev: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el
león, la víbora y la serpiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de
camellos, a un pueblo que no les será de provecho.

La serpiente y la energía Kundalini


En la cultura hinduista, el símbolo de la “serpiente alada” representa a la energía Kundalini. Esta se
representa con dos serpientes entrelazadas que ascienden a través de los canales centrales hasta el chakra de la
corona.
Kundalini – el poder de la serpiente en el hombre

De acuerdo a la tradición hinduista, la Kundalini es una energía ubicada en la base de la columna vertebral y que por
medio de la meditación puede ser estimulada para ascender desde el muladhara, el primero de los chakras, hasta
lograr la “iluminación”, el conocimiento interior profundo, al llegar al chakra de la corona simbolizado por dos alas.

Jiroft, Irán

Las serpientes en oposición y equilibrio


También suele encontrarse a la serpiente representada con dos figuras enfrentadas, significando las energías
opuestas, lo masculino y lo femenino, el bien y el mal, el orden y el caos, etc.
En la tradición sumeria, el texto Enuma Elish inicia diciendo que, al principio de los tiempos, antes de que el Cielo y
la Tierra tuvieran nombre (es decir que no existían), sólo existían las aguas primordiales, el Apsu (el agua dulce) y
Tiamat (el agua salada):
Cuando en lo alto, el Cielo no estaba nombrado, y la Tierra, abajo, aún no tenía razón, El primigenio Absû, que los
engendró y el Caos, Tiamat, la madre de ambos, sus aguas mezclaron. 
Tiamat era asimismo representada como un monstruo primitivo, un dragón hembra maléfico. De la unión de
Apsu y Tiamat nacieron los dioses, que en su tercera generación dieron lugar a Enki. Tiamat (“Ti” significa
vida y “ama”, madre) es el principio femenino, el mar, el agua salada, representación de las potencialidades
del caos prístino.
El Apsu (en acadio: apsû; en sumerio: abzu; que significa literalmente: “ap”o “ab”=océano, y “zu”=conocer o
profundo), es el nombre dado al principio primordial masculino, el agua dulce de los acuíferos
subterráneos sobre la que flota la tierra, en la interpretación cosmogónica de las mitologías sumeria y acadia.

“Vaso de libaciones de Gudea”, Mesopotamia, s. XXII a.C. (Museo del Louvre) – Dibujo. Representa al dios Ningizzida
(hijo de Enki), con la doble hélice de serpientes entre dos dragones alados.

En la mitología egipcia, Apep o Apofis, simbolizaba las fuerzas maléficas que habitan la Duat y era la fuerza
con la que había que luchar, sin embargo, nunca habría de ser aniquilada, sólo dañada o sometida, ya que de otro
modo el ciclo solar no podría llevarse a cabo diariamente y el mundo perecería. Para los antiguos egipcios era
necesario que existiese el concepto del mal para que el bien fuera posible.

Apofis
Por el contrario, Mehen “La que se enrosca”, fue una de las deidades con aspecto de serpiente que a pesar de
su aspecto aterrador, se le consideraba un espíritu benévolo y protector de la sagrada barca solar de Ra, en su
diario recorrido nocturno por la Duat, el Inframundo. En muchas representaciones, las curvas de su cuerpo
envuelven la barca de Ra, como un escudo protector contra las fuerzas del mal.

Barca de Ra

Quetzalcóatl es el nombre que dieron los pueblos de habla náhuatl al Ser Supremo. Para los toltecas, como
consideraban que todo el universo tiene una naturaleza dual o polar,  creían que el ser supremo tenía
asimismo una doble condición: por un lado, crea el mundo, y por el otro lo destruye. La función destructora de
Quetzalcóatl recibió el nombre de Tezcatlipoca, “su humo del espejo”, cuya etimología es la siguiente: tezcatl,
“espejo”, i, “suyo”, poca, “humo”.

Quetzalcóatl
Otros significados de las raíces del nombre “Quetzalcóatl” que ayudan a entender este concepto tolteca, son:
“serpiente, doble, gemelo, ombligo, experiencia, generación, masculinidad, inmovilidad, pecado”. Este término
da origen al aztequismo “coate”, “hermano”.
La combinación Quetzal-Cóatl contiene los siguientes significados, todos relativos a las funciones de
Quetzalcóatl en la teología tolteca: “serpiente con plumas”, “doble precioso”, “serpiente acuática
fecundadora”, “divina dualidad”, “femenino y masculino”, “pecado y perfección”, “movimiento y quietud”.

Tezcatlipoca

Algunos pasajes en la Torá hacen mención a unas serpientes que enfermaban, y otras que curaban. Por caso, cuando
el pueblo hebreo se rebeló en el desierto, Jehová les envió serpientes ardientes y luego le dio a Moisés el antídoto:
Núm.21.6. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de
Israel.; Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega
a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.;
Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y
mirare a ella, vivirá.; Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente
mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
La palabra hebrea para “serpiente” es najash, que es precisamente la raíz de nejoshet, “cobre” en
hebreo. Siguiendo la palabra de Dios, Moshé hizo una “serpiente de cobre”, najash hanejoshet, para curar al pueblo
de la picadura de la serpiente. La biblia sería entonces el primer caso de la imagen de la serpiente enroscada en
una vara, como símbolo de la medicina.
A tal punto era efectivo este “artefacto” de la serpiente de cobre, que con el tiempo empezó a ser venerado, según
consta en Reyes 2, en donde se cuenta que Ezequías, Rey de Judá, debió destruirlo:
2Re.18.4. Él quitó los altares paganos, quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la
serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la
llamó Nehustán [“cosa de bronce”].
Nótese la similitud entre las palabras Najash (hebreo) y Naga (sánscrito).
Relieve de serpientes y arañas – Gobekli Tepe (11.000 AEC), Turquía

La serpiente como vara de apoyo o guía


Si bien la serpiente maligna aparece en el texto muy temprano y con mucho protagonismo, hay otros pasajes en los
que aparece la figura de la serpiente con otras facetas, como cuando Jehová le da argumentos a Moisés en el desierto
para que el pueblo le crea que es el verdadero enviado de Dios:

Éxo.4.2. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.; Él le dijo: Echala en
tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.; Entonces dijo Jehová a Moisés:
Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.
Artesanías de Jiroft. III milenio AEC

Resulta que la vara de “serpiente” que llevaba Moisés consigo era bastante “particular” ya que fue además la que le
ayudó a abrir las aguas del Mar Rojo, según cuenta la Torá:

Éxo.14.16. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio
del mar, en seco.
Pero la biblia no es el único texto que menciona este tipo de “varas mágicas”. Para los antiguos Aymaras de los
Andes, Viracocha, el “Dios de los Báculos”, era el Creador de Todo. Viracocha está representado en un relieve
de la Puerta del Sol en Tiwanaku, portando en cada mano, una vara con forma de serpiente con cabeza de ave.
Por su postura, Viracocha es parte de las deidades flanqueadas por serpientes.
Detalle redibujado de Viracocha, el Dios de los Báculos en la Puerta del Sol, Tiahuanaco

Hay otro caso en la mitología pre-Inca en el que Viracocha, le dio a Manco Capac una vara de oro (en otras
versiones fue el dios Inti) la cual, al hundirse en la tierra, le indicaría el lugar adecuado para establecerse. Así
fue como Manco Capac junto con Mama Occlo fundaron Cuzco, la ciudad sagrada.
Curiosamente, la etimología del nombre nórdico Jörmungard es: (1) jörmun (relacionada al sajón antiguo
“Irmin”) significa “grande, exaltado, enorme, importante”; y (2) gandr o ganðr (relacionada al inglés “wand”,
bastón o vara flexible, y a “to wind”, torcer o doblar) es un nombre poético masculino que describe un objeto
mágicamente poderoso o un ser imbuido con ese poder.
El objeto normalmente asociado a gandr es pues una vara. Es el nombre usado a veces para describir el bastón o
lanza de Odín. En consecuencia, jormungandr significa literalmente “el gran bastón“, en el sentido de un objeto
mágico muy grande y poderoso.
Parecería entonces, que la varita mágica de los magos, cetro real, bastón presidencial, y todas las demás varas
y bastones con “poderes especiales” tendrían un origen común…
Objeto con motivo de sacerdote con serpiente hallado en la Cueva de Los Tayos. Colección Crespi.

Mitos de serpientes en culturas varias


En la Torá
Es llamativo el lugar que ocupa la figura de la serpiente en los textos bíblicos ya que no sólo el término aparece 16
veces en la Toráh y 18 en los Libros de los Profetas y los Escritos, sino que además es la única especie que se
menciona al momento de la creación de los animales:
Gén.1.24. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la
tierra según su especie. Y fue así.
Quetzalcóatl en Teotihuacán

En los textos sumerios


En la abundante literatura sumeria encontramos numerosas referencias a serpientes, como en el siguiente párrafo
del Poema de la Creación:
…Tiamat fue quien lo preparó todo, proveyéndolos de armas invencibles, Ella engendró serpientes monstruosas de
dientes agudos y de implacables colmillos; dotó a su cuerpo de veneno en lugar de sangre. Fieros monstruos
viperinos que ella revistió de terror… Ella (Tiamat) hizo surgir serpientes y dragones, al monstruo Lamahu, así
como huracanes, perros de guerra, hombres-escorpión, grandes tempestades, y hombres-pez, y criaturas cornudas
que, sin miedo a la lucha, portaban abominables armas.

Antigua impresión de sello cilíndrico sumerio mostrando a Dumuzid capturado en el submundo por los demonios galla

Un pasaje del poema de Enmerkar y el señor de Aratta se refiere a un «antaño» en que la Humanidad conocía la
abundancia y la paz:
En otro tiempo hubo una época en que no había serpiente ni había escorpión, No había hiena, no había león; No
había perro salvaje ni lobo;
Tallado pétreo de Cairn de Gavrinis con detalle de serpientes (piedra derecha, primera línea de abajo)

En los textos egipcios


El Libro del Conocimiento de las Creaciones de Ra, de la mitología egipcia:
… numerosos fueron los seres que surgieron de mi boca antes de que el cielo hubiera venido a la existencia, antes
de que la Tierra hubiera venido a la existencia, antes de que la tierra y los reptiles hubiesen sido creados en este
lugar… Yo surgí de las raíces, creé a todos los reptiles y todo lo que existe entre ellos.
En los textos budistas
En la mitología budista, Muchilinda es el rey de los nagas (deidades con forma de serpientes) que protegió a Buda
de la gran lluvia que cayó después de su iluminación espiritual. Cuando la tormenta se despejó, el rey serpiente
asumió su forma humana, se inclinó ante Buda, y volvió lleno de alegría a su palacio.
Buddha Park Nagas. Buda protegido por el rey de los nagas Ananta Shesha, una manera de indicar que Buda es una
encarnación de Vishnú, ya que Shesha sólo cubriría a ese dios.

En los textos védicos e hinduístas


En las representaciones de los dioses del vedismo e hinduismo, los podemos encontrar en muchos casos
acompañados de serpientes/reptiles. Tal es el caso de Varuna, el dios védico de las tormentas, quien es considerado el
rey de los nagás.
Varuna

Asimismo, a Vishnu se le suele representar recostado sobre Ananta-Shesha (‘sin-fin restante’), la serpiente cobra de


varias cabezas que le sirve de cama. Shesha Naga o Ananta-Shesha es la serpiente divina, rey de todos los nagas
(serpientes), y uno de los seres primigenios de la creación.

Vishnu en una representación habitual, recostado sobre Shesha Naga.

En el Mahábharata, se nombra a Shiva como “El collar de la cobra”. Shiva ingirió el veneno kalketu para el


bienestar del universo, y para que este no surta efecto, su consorte Parvati, ató una cobra a su cuello, lo cual retuvo
el veneno en su garganta. Esto lo puso de color azul, y de ahí su nombre Nīla-kantha (‘garganta azul’).
Shiva también es conocido como Nageśwara (‘señor de las serpientes’). Las cobras alrededor de su cuello
también representan la energía dormida y yaciente Kundalinī.
Representación de Shiva

En los textos mazdeístas


En el mazdeísmo, en una revelación de Zaratustra, Ahura Mazda le dice:
«Ahura Mazda habló al piadoso Zaratustra: ‘Yo soy Ahura Mazda,
yo soy el dispensador de los bienes. Cuando hube creado esta mansión,
hermosa, brillante, digna de ser vista, salí y subí hasta la parte superior.
En aquel momento la Serpiente, Ahrimán, me descubrió. Y la serpiente
Ahrimán, que está llena de muerte, formó contra mí nueve enfermedades
y noventa y novecientas y diecinueve mil enfermedades».
Cobra fosforescente encontrada en la Cueva de la Maná

En la cultura hopi y anasazi


El la tradición del pueblo nativo-americano Hopi, durante el Primer Mundo, Tokpela (Espacio Infinito), tenían a
una figura llamada káto’ya, que era una serpiente de cabeza grande. 
Se cree que el gran Montículo de la Serpiente cerca de Louden, Ohio, haya sido construido por los
antepasados hopis. Es la imagen más grande de una serpiente en el mundo, con casi cuatrocientos metros de largo,
seis metros de ancho y metro y medio de alto. Se trata [según los hopis] de Tókchi’i, la serpiente guardián del este.

Montículo de la Serpiente de Louden, USA

La Danza de la Serpiente de los Hopi es una ceremonia sagrada hacia los dioses y a la Naturaleza para que les
provean de lluvias. En la misma, cada danzarín lleva una serpiente (viva) entre sus dientes y baila invocando a los
dioses.
Danza de la serpiente

El arte rupestre de los Anasazi, los antecesores de los Hopi, refleja su culto a la serpiente.

Serpientes Anasazi, USA

En la tradición nativa australiana


En la mitología de los aborígenes de Australia la Serpiente Arco Iris es una deidad creadora, trayendo vida a un
espacio vacío. En algunas culturas del territorio australiano es considerada como el creador último de todo en
el universo. La Serpiente Arco Iris habita en profundos pozos de agua, recurso vital sobre el cual tiene
absoluto control.
La Serpiente Arcoiris, Ungut. Australia

De acuerdo a sus leyendas, la Serpiente Arco Iris engendró a los Wandjinas para continuar con el proceso de la
Creación. Los Wandjinas fueron los creadores del mar, de la tierra y de sus habitantes. Sus espíritus vivían en
pequeños estanques, y se considera que su poder está relacionado precisamente con el agua, de ahí que
posteriormente se les consideró espíritus del agua, la lluvia y las nubes. Ellos dieron forma al mundo físico,
establecieron sus normas y otorgaron la vida a los seres humanos. El símbolo de los Wandjinas es la Serpiente
Emplumada, tal como lo es en el caso de Quetzalcoatl, Kukulcán y tantos otros “dioses” de la antigüedad.

Wandjinas rodeados por la Serpiente Arco Iris. Australia

En la tradición mapuche
En la mitología mapuche, Trentren Vilu y Caicai Vilu son seres poderosos con forma de serpientes. Caicai-Vilu es
la “serpiente marina” que tiene poder para dominar el poder del mar y todo lo relacionado a él, y Trentren-Vilu es
la “serpiente terrestre” que tiene poder para dominar la tierra, y sus volcanes. La apariencia de Caicai sería la de un
ser mitad culebra y mitad pez; y la apariencia de Trentren, la de una culebra gigante.

Trentren Vilu y Caicai Vilu. Chile

La tradición mapuche dice que en la antigüedad el territorio insular de Chiloé habría sido una única franja de tierra
plana unida completamente al territorio continental de Chile; Un día apareció una serpiente monstruosa, Caicai Vilu,
e inundó las tierras bajas, valles y montañas, sumergiendo toda la flora y la fauna. Sin demora, Trentren Vilu
comenzó un enfrentamiento con su enemigo, elevando la tierra y protegiendo a sus habitantes del desastre. La batalla
persistió un largo tiempo.

Trentren Vilu alcanzo una victoria costosa: ganó la batalla, pero fue incapaz de restaurar la tierra a su estado
primitivo, dejándola en la forma desmembrada que todavía tiene hoy en día. Al final de las hostilidades, Caicai Vilu
dejó como rey, representante y propietario de todos los mares, al Millalobo, que fue concebido durante la gran
inundación, cuando una hermosa mujer fue salvada de ahogarse por un lobo marino.

En la cultura Moche
El pueblo mochica tiene una cantidad de representaciones de la serpiente, prácticamente en todos sus murales y en
las más diversas formas.
Cuenta una leyenda moche que durante la “era de los gentiles”, dos hermanos encontraron una pequeña serpiente de
dos cabezas, a la que adoptaron, llevándosela a vivir con ellos. Este animal no era una serpiente común, era un
demonio que crecía día a día, de manera exponencial, conforme se alimentaba.

Pintura mochica

En la cultura Chavín
La iconografía de figuras antropomórficas con rasgos principalmente de felinos y serpientes es muy abundante
la Cultura Chavín, con representaciones en cerámica, metalurgia, textilería y esculturas en piedra y hueso.
El Lanzón monolítico

En la cultura de la Antigua Grecia


La Vara de Asclepio es un símbolo asociado con la medicina, específicamente con la curación de enfermos, y
consiste en una serpiente entrelazada alrededor de una vara larga. La serpiente, que muda periódicamente de piel,
simboliza el rejuvenecimiento.

Vara de Asclepios

Otro símbolo de la antigua Grecia es el Caduceo de Hermes. La historia es que un día caminando por el campo con
un bastón de madera, Hermes observó a dos serpientes peleando, interpuso el bastón entre ellas, que se enroscaron en
él, y quedaron inmóviles mirándose cara a cara. Se trata evidentemente de una síntesis de la representación de la
energía Kundalini.

Caduceo de Hermes

En la mitología japonesa
En Japón los dragones (Nihon no ryū) son criaturas legendarias ampliamente difundidas en la mitología y el
folclore local. Los mitos de dragones japoneses amalgaman leyendas nativas con historias importadas sobre
dragones de China, Corea y la India. Algunos dragones mitológicos:

o Yamata no Orochi: es un dragón-serpiente gigante de 8 colas y 8 cabezas, matado por el dios del viento

y el mar Susanoo, quien descubrió el Kusanagi-no-Tsurugi.

o Ryujin o Watatsumi: es el “Dios Dragón de los mares”, el gobernante de los mares y océanos.

o Toyotama-hime: es la princesa dragón de los mares. Conocida como la  “Princesa de la perla luminosa”

era hija de Ryujin.


The Buddha riding a sea-dragon, by Kunisada.

Otras culturas
En la aldea de la Tribu Dogon, en Mali, se pueden observar pinturas y esculturas de serpientes.

Tribu Dogon – Songa, Mali

La leyenda nativa de la Nan Madol dice que para realizar las construcciones megalíticas de aquella isla,
Olisihpa y Olosohpa –dos hermanos magos, sabios y constructores que hicieron “levitar” los enormes bloques
de piedra- contaron con la ayuda de un dragón volador que escupía fuego.

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