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1.

Muchas carreras profesionales y técnicas cuentan con programas de prácticas


empresariales que se constituyen como un requisito de grado y que hacen
parte del aprendizaje integral. En el mundo laboral que actualmente vivimos es
necesario tener un buen rendimiento laboral, debido a que las empresas
exigen profesionales que sean eficientes en desarrollar los distintos procesos
necesarios para los objetivos de la compañía. Para tener un buen rendimiento
laboral existen varios determinantes, en primer lugar, se encuentra la
formación académica, pues es de suma importancia la adquisición de
conocimientos obtenidos en la universidad, también otro determinante es el
desarrollo de competencias tanto técnicas como transversales, y éstas no son
aprendidas solamente en la universidad, sino que también existe otro mundo
donde son potenciadas y/o adquiridas, este mundo es el de las prácticas.

Las prácticas profesionales sirven para poder poner en práctica los


conocimientos y habilidades adquiridas tanto en la universidad como en
actividades externas realizadas por los estudiantes. Por lo que consisten en un
primer acercamiento al mundo laboral por parte de ellos, en consecuencia,
éstas tienen un gran valor de aprendizajes para sus futuras profesiones
Este programa de prácticas empresariales se ha caracterizado por su calidad
debido a la relación de la universidad con el sector empresarial y al
seguimiento de los estudiantes para que se adapten más fácilmente y
desarrollen un proyecto de mejora empresarial.

Los estudiantes en función de sus capacidades y competencias adquiridas en


las prácticas, se pueden transformar en jóvenes profesionales y al mismo
tiempo hacen crecer su currículo. Los centros universitarios son el eje
vertebrador de formar jóvenes profesionales, es decir que aparte del cometido
que tienen como es la gestión del conocimiento son auténticos viveros de
futuros profesionales. El camino hacia el mercado laboral es cada día más
complejo a causa de la situación económica y la competitividad de las
empresas, la transformación de los perfiles profesionales y la constante
adaptación que tienen que hacer las organizaciones versus al mercado y al
propio sector que pertenecen.
Las prácticas en empresas benefician tanto a los trabajadores como a las
organizaciones que los incorporan y son aquellas que se realizan por
profesionales que entrarán a formar parte de ese sector ya que no solo
adquieren conocimientos útiles, sino que se convierten en activos que pueden
continuar con el ciclo de la formación poniendo a prueba los límites de lo que
han aprendido en el mercado real. Así es que la persona que realiza estas
prácticas, y gracias a ellas, adquiere conocimientos del ámbito empresarial, del
funcionamiento interno de una organización, de los plazos y encuentros… Por
lo que el currículo de un aspirante que las posea es mejor valorado que uno
que no lo tenga. Y es que no solo adquiere experiencia, adquiere formación
sobre cómo trabajar.
http://blog.esetec.es/alumnos-en-practicas-en-empresas-2/

2. Llegar a ese momento en el que se debe elegir y buscar un sitio para hacer
una práctica profesional es, para muchos, un punto definitivo en el que se
siente el final de esta etapa universitaria para dar paso a la realidad laboral y
empezar a comprender, realmente, cómo es el ejercicio de la profesión que se
escogió.
Ahora, lo primero debe entender que no es lo mismo que a usted lo llamen
aprendiz o pasante: el primer término hace referencia a una persona que tiene
un contrato especial de trabajo, en este caso un contrato de aprendizaje;
mientras que el pasante es quien realiza sus prácticas estudiantiles sin tener
alguna vinculación laboral con la empresa.
Este contrato se encuentra en el Derecho Laboral y es regulado por ley 789 de
2002, en la que se contempla que “es la relación del aprendiz con la empresa
patrocinadora, en la que se desarrolla una formación teórico práctica en la
entidad autorizada”, es decir, la empresa donde usted va a laborar le
proporciona los medios adecuados para dicha formación. un contrato de
aprendizaje no es directamente una vinculación laboral, “por esto el pago que
se le realiza, no se considera un pago salarial sino más bien un apoyo de
sostenimiento que le ayude a soportar sus necesidades básicas”.
Es el desarrollo de una actividad académica en que el estudiante realiza una
práctica para graduarse de una Institución de Educación Superior. Se
diferencian del contrato en que para estas no existe regulación detallada, ya
que no se pretende que el estudiante trabaje, sino que desarrolle su programa
de formación académica. Por ello, es necesario que exista un convenio entre la
universidad y la empresa que pretende contratar al pasante, y el tiempo de
duración dependerá del pensum de cada programa académico. Así mismo, la
remuneración no es obligatoria y la empresa solo tiene la obligación de afiliar al
pasante a ARL, puesto que ya debe estar afiliado a la EPS.
Luego, más que una diferencia entre “práctica” y “pasantía”, lo que existen
son dos tipos de prácticas: las que desarrollan estrictamente una asignatura
dispuesta en el plan académico de la Institución respectiva (v.gr. pasantía); y
las que se vinculan a una actividad laboral (v.gr. Contrato de aprendizaje)

3. Contrato de aprendizaje, De acuerdo con la Ley 789 de 2002 y el Decreto 1072


de 2015, es una forma especial dentro del derecho laboral, sin subordinación,
mediante la cual un estudiante recibe formación teórica en una entidad
autorizada y, con el auspicio de una empresa patrocinadora, en la etapa
práctica adquiere formación profesional.
Según la Ley 789 de 2002, son parte del contrato de aprendizaje: - Las
empresas que desarrollen una actividad económica diferente de la
construcción y ocupen un número de trabajadores no inferior a 15. Aquellas
que cuenten con menos de 10 trabajadores podrán voluntariamente tener un
aprendiz del SENA. - Los estudiantes del SENA, los de instituciones de
formación para el trabajo, los de instituciones de educación técnica y
tecnológica y los universitarios.
Un contrato de aprendizaje dura un tiempo máximo de dos años, incluyendo
las etapas lectiva y práctica.
El Decreto 1072 de 2015 diferencia la duración del contrato para estudiantes
universitarios y para técnicos y tecnólogos. Para universitarios, la duración
máxima será la que determine el pensum de su programa, sin exceder dos
años. Para los demás, la duración máxima será de un año.
Según la Ley 789 de 2002, la empresa patrocinadora deberá dar al aprendiz un
apoyo de sostenimiento mensual que no constituye salario. Durante la etapa
lectiva, este no debe ser inferior al 50% de un salario mínimo legal mensual
vigente (SMLMV). Durante la fase práctica, deberá ser como mínimo el 75% de
un SMLMV. Cuando la tasa de desempleo nacional sea menor del 10%, en la
etapa práctica será equivalente al 100% de un SMLMV.
https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-354776_archivo_pdf_Consulta.pdf

4. Los contratos de aprendizaje y las pasantías en Colombia son prácticas que


los estudiantes, tras recibir formación teórica en un área del conocimiento,
pueden realizar para aplicar lo aprendido, y así desarrollar habilidades y
competencias en un contexto real. Sin embargo, estas prácticas no solo son de
interés para los estudiantes, pues con las pasantías las empresas
patrocinadoras tienen la oportunidad de encontrar y formar nuevos talentos.
La práctica estudiantil no es una vinculación laboral regulada por el Código
Sustantivo del Trabajo, ya que la persona participará en ella como un
estudiante y no un trabajador configurando un convenio entre la entidad
educativa y la empresa que recibe al practicante estudiantil.
El artículo 7º del Decreto 933 de 2003, establece claramente que ni las
prácticas educativas, ni los programas sociales o comunitarios constituyen un
contrato de aprendizaje; estas pueden ser: Las actividades desarrolladas por
los estudiantes universitarios a través de convenios suscritos con las
Instituciones de Educación Superior en calidad de pasantías que sean
prerrequisito para la obtención del título correspondiente.
En los artículos 30 al 39 de la Ley 789 de 2002 (conocida también como
reforma laboral), se establecieron normas para ampliar la protección social y
apoyar el empleo, entre otros, de los contratos de aprendizaje.
El contrato de aprendizaje se puede celebrar durante la etapa lectiva o la etapa
de práctica. En la etapa lectiva la empresa patrocinadora le entrega de manera
obligatoria al aprendiz un apoyo de sostenimiento mensual que será como
mínimo el equivalente al 50% de 1 smmlv y se le deberá afiliar a la EPS.
5. «Empresas obligadas a la vinculación de aprendices. Las empresas privadas,
desarrolladas por personas naturales o jurídicas, que realicen cualquier tipo de
actividad económica diferente de la construcción, que ocupen un número de
trabajadores no inferior a quince (15), se encuentran obligadas a vincular
aprendices para los oficios u ocupaciones que requieran formación académica
o profesional metódica y completa en la actividad económica que desempeñan.
Las empresas industriales y comerciales del Estado y las de Economía mixta
del orden Nacional, departamental, distrital y municipal, estarán obligadas a la
vinculación de aprendices en los términos de esta ley. Las demás entidades
públicas no estarán sometidas a la cuota de aprendizaje, salvo en los casos
que determine el Gobierno Nacional.

«Cuotas de aprendices en las empresas. La determinación del número mínimo


obligatorio de aprendices para cada empresa obligada la hará la regional del
Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, del domicilio principal de la empresa,
en razón de un aprendiz por cada 20 trabajadores y uno adicional por fracción
de diez (10) o superior que no exceda de veinte. Las Empresas que tengan
entre quince (15) y veinte (20) trabajadores, tendrán un aprendiz.
La cuota señalada por el SENA deberá notificarse previamente al
representante legal de la respectiva empresa, quien contará con el término de
5 días hábiles para objetarla, en caso de no ceñirse a los requerimientos de
mano de obra calificada d demandados por la misma. Contra el acto
administrativo que fije la cuota procederán los recursos de ley.
Las empresas que tengan menos de 15 empleados pueden optar
voluntariamente por vincular un aprendiz, según lo expone el decreto
reglamentario 933 de 2003 en su artículo 11 parágrafo 1.
Las empresas que en estas normas no estén obligadas a vincular aprendices,
deben en todo caso realizar los respectivos aportes parafiscales al Sena sin
importar el número de trabajadores que tengan, en caso de no estar exentos
según la ley 1819 de 2016.

6.

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