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EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y SALUD

Sesión 7

2020
I. DERECHO A LA EDUCACIÓN

La Educación es un derecho humano fundamental, la Declaración Universal de los Derechos humanos de 1948
estableció la finalidad de la educación como “el desarrollo completo de la personalidad humana y… el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales”.
Así entonces, la educación pública y gratuita es un derecho humano fundamental de carácter colectivo y el Estado
su garante. Es responsabilidad y obligación del Estado diseñar y ejecutar políticas dirigidas a garantizar esta visión.

La educación es también un derecho potenciador ya que el acceso a una educación de calidad capacita a las
personas a transformar sus vidas, la de sus familias, sus comunidades y países.
La educación ayuda a reducir las desigualdades, contribuye al empoderamiento de los ciudadanos y por lo tanto
promueve la consolidación de la democracia y la prosperidad de la sociedad, sin embargo, “en el mundo todavía
hay 131 millones de niños y niñas sin escuela y una de cada seis personas no sabe leer ni escribir” (CME, 2013, p.2.),
varios millones de niños y niñas no se benefician de educación en la primera infancia y hay un gran vacío en la
formación profesional lo cual afecta a muchos jóvenes. Se estima que una de cada cinco mujeres en todo el mundo
no sabe leer ni escribir, todavía hay mucho por hacer para que el derecho a una educación de calidad para todos
se haga realidad.

De acuerdo a la investigación realizada por la Campaña Mundial por la Educación(2010) las desigualdades en el
acceso a la educación sigue siendo un grave problema, así, las niñas tienen más probabilidades de no poder asistir a
la escuela que los niños, los niños de las áreas rurales tienen dos veces más probabilidades de no asistir que los de
las áreas urbanas; los datos por naciones demuestran que la discriminación racial y étnica lleva a una grave
exclusión del sistema educativo; se estima que un tercio de niños sin escolarizar sufren discapacidades; y que los
niños del quinto de la población más pobre tiene cuatro veces más probabilidades de quedar excluidos que los del
quinto más rico.

En cuanto a la calidad, las deficiencias siguen siendo altas se sabe que de los 650 millones de niños en edad de
cursar el nivel primario, 250 millones no cuentan ni con conocimientos básicos en lectoescritura y matemática, los
resultados no son mejores en cuanto a las habilidades sociales, creativas o analíticas.

Esta situación por la que atraviesa la educación en el mundo se debe a la falta de acción para integrar el derecho a
la educación en las leyes y la política de los gobiernos y esto se ve reflejado en tres factores: el enfoque político, por
lo cual, los estados solo se han centrado en atender temas limitados respecto a lo que es necesario en educación,
así, los esfuerzos se han destinado solo a la inscripción en la escuela primaria. Otro punto importante es el referido
a la financiación, los últimos cálculos de UNESCO indican que hay un desfase de 38 mil millones de dólares entre la
financiación aportada en la actualidad y la que hace falta para garantizar una educación de calidad y equitativa en
la primera infancia, en la primeria y en el primer ciclo de la secundaria. Finalmente se encuentra la gobernanza,
referida a incluir dentro de la toma de decisiones de los gobiernos sobre educación a la sociedad civil, la
participación de la ciudadanía permitirá tener una visión mucho más auténticas de lo que realmente requiere la
sociedad para educar a sus miembros.
Así entonces, se establecieron los indicadores denominadas las 4-A: asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y
adaptabilidad, las que el Estado debe respetar y cumplir para demostrar su nivel de progreso respecto al derecho a
la educación. Este concepto de las 4-A, fue elaborado por la ex relatora de las Naciones Unidas sobre el derecho a
la educación, Katarina Tomasevski. No obstante existen obligaciones que comprometen a otros actores, como los
padres como primeros educadores y los mismos profesionales de la educación, es decir los profesores.

Las 4-A que plantea Tomasevski son las siguientes:


• Asequibilidad; los gobiernos deben asegurar que haya educación gratuita y obligatoria para todos los niños
y niñas en edad escolar; contando con docentes preparados para brindar educación y con una infraestructura
adecuada.
• Accesibilidad; el estándar global mínimo exige de los gobiernos un educación sin discriminación de ninguna
índole y de acceso para todos, estableciendo mecanismos para incluir a los que más lo necesitan.
• Aceptabilidad; los gobiernos deben establecer, controlar y exigir determinados estándares de calidad
donde la enseñanza impartida sea significativa, no discriminatoria, y con profesores con altas cualidades
profesionales.
• Adaptabilidad; requiere que la educación se contextualice y acompañe los cambios que se presentan en la
actualidad, respondiendo a las necesidades del momento.
Las características de las 4-A son de mucha utilidad para explicar el derecho a la educación, pero en ningún
momento establecemos que son el único medio para ello, ni mucho menos son definitivas.

Principios Fundamentales

La Constitución de la UNESCO establece los siguientes principios fundamentales:

1.1. El principio de no discriminación: Este principio está formulado en el inciso b) del párrafo 2 del artículo I de
la Constitución de la UNESCO. Guiada por su misión de alcanzar gradualmente “...el ideal de la igualdad de
posibilidades de educación para todos, sin distinción de raza, sexo ni condición social o económica alguna”,
la UNESCO aprobó en 1960 the Convention against Discrimination in Education.

Esta Convención fue el primer tratado internacional que se aprobó específicamente sobre la educación. En
otros instrumentos elaborados por la UNESCO y las Naciones Unidas también figura este principio. Por
ejemplo, el artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos prohíbe toda forma de
discriminación.

En el artículo 1 de la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la


Enseñanza, el concepto de “discriminación” abarca toda distinción, exclusión, limitación o preferencia, en
relación a la raza, color, sexo, idioma, religión o de cualquier otra índole, que tenga por finalidad alterar la
igualdad de trato en la esfera de la enseñanza.

1.2. Igualdad de oportunidades y de trato: La primera mención de la “igualdad de oportunidades” que figura en
un tratado internacional sobre la educación aparece en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO “los
Estados Partes en la presente Constitución, persuadidos de la necesidad de asegurar a todos el pleno e
igual acceso a la educación...”.

1.3. El acceso universal a la educación: El acceso universal a la educación es la piedra angular del derecho a la
educación. Este principio se encuentra en la mayoría de los instrumentos que la UNESCO ha elaborado en la
esfera de la educación, traducido en contenidos normativos. Instrumentos principales: Convention against
Discrimination in Education, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO el 14 de diciembre, 1960,
la Declaración Mundial sobre Educación para Todos y el Marco de Acción para Satisfacer las Necesidades
Básicas de Aprendizaje: Directrices para la aplicación de la Declaración Mundial sobre Educación para
Todos, aprobadas por la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos en Jomtien (Tailandia), el 9 de
marzo de 1990. La Declaración de Recife de los Países del Grupo E-9, aprobada por la reunión ministerial de
examen de los países del Grupo E-9 en Recife (Brasil), el 2 de febrero de 2000. El Marco de Acción de Dakar:
Educación para Todos: cumplir nuestros compromisos comunes, aprobado en el Foro Mundial de Educación
de Dakar (Senegal), el 28 de abril de 2000.

1.4. El principio de solidaridad: El principio de la “solidaridad intelectual y moral” de la humanidad, consagrado


en la Constitución de la UNESCO, es una fuente de inspiración en la tarea de hacer realidad el derecho de
todos a la educación. Este principio, que figura en la Declaración Mundial sobre la Educación para Todos
(1990), motivó el espíritu del Foro Mundial de Educación, en el que la comunidad internacional afirmó que
“ningún país que se comprometa seriamente con la educación para todos se verá frustrado por falta de
recursos en su empeño por lograr esa meta”. Como observamos se han dado los esfuerzos por establecer
este derecho, así los encontramos en una serie de instrumentos jurídicos de derecho internacional como: la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, la Convención sobre los Derechos del Niño. Sin embargo, este derecho no se reduce
exclusivamente al acceso de los niños y adolescentes, ya que como se ha mencionado anteriormente es un
derecho humano, por lo tanto toda persona puede exigir. Asimismo, los ciudadanos de los países más
pobres están ajenos de conseguir que se les garantice este derecho. Precisamente, estas desigualdades
que se expresan en párrafos anteriores por las que más de la mitad de los niños en el mundo
aproximadamente, no reciben educación por vivir en países en conflicto o que han sufrido algún tipo de
desastre natural, es lo que confirma que aún existe una gran brecha para lograr que se reconozca la
educación como un derecho. Además, tenemos un segundo aspecto por analizar y es la mirada que se le da
a la educación relacionándola en forma tradicional a la infancia y al acceso al sistema escolar; asimismo
consideramos debe ser materia de reflexión que todos los documentos, declaraciones y demás convenios
que giran en torno a este derecho se puedan concretar en la realidad.

LA EDUCACIÓN EN EL PERÚ

El reconocimiento del derecho a la educación, como derecho declarado en ley es reciente y fue incorporado en
diversas leyes y constituciones, tanto en Europa como en las Américas, entre el siglo XIX y XX. A lo largo de los años
este reconocimiento ha ido ganando mayor especificidad y ampliación. En ese sentido, los países que forman parte
de la ONU han asumido obligaciones internacionales, donde reconocen y garantizan ese derecho a sus ciudadanos.
Tal es el caso de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (1948), la Convención Relativa a la Lucha
contra la Discriminación en el Campo de la Enseñanza (1960), el Pacto Internacional de los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (1966), la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer (1979), la Convención sobre los Derechos del Niño (1989). Más recientemente, la Conferencia Mundial de
Educación para Todos (1990), el marco de Acción de Dakar (2000), la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho de las Personas con Discapacidad (2006), y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007).
Sin embargo, después de más de sesenta años de ser declarado, el derecho a la educación aparece como un
derecho reconocido, mas no garantizado.

Así, en el capítulo II De los Derechos Sociales y Económicos de la Constitución Política del Perú Artículo 13° se
establece que:
“La educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana. El Estado reconoce y garantiza la
libertad de enseñanza. Los padres de familia tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho de escoger los
centros de educación y de participar en el proceso educativo.
Así también, en el artículo 14° se indica que “La educación promueve el conocimiento, el aprendizaje y la práctica
de las humanidades, la ciencia, la técnica, las artes, la educación física y el deporte. Prepara para la vida y el trabajo
y fomenta la solidaridad.
 Es deber del Estado promover el desarrollo científico y tecnológico del país.
 La formación ética y cívica y la enseñanza de la Constitución y de los derechos humanos son obligatorias en
todo el proceso educativo civil o militar. La educación religiosa se imparte con respeto a la libertad de las
conciencias.
 La enseñanza se imparte, en todos sus niveles, con sujeción a los principios constitucionales y a los fines de
la correspondiente institución educativa.
 Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral
y cultural.

A continuación, presentaremos la situación de la educación en el Perú desde la mirada del Consejo Nacional de
Educación (2014).
Uno de los principales problemas en torno a la educación es el referido al presupuesto, para el 2013, el gobierno
nacional aseguró al sector Educación S/. 7738 millones de nuevos soles, (según Presupuesto institucional
modificado - PIM) observándose un incremento sostenido en el presupuesto total asignado de 28,2%, si se compara
con el del 2008. A los gobiernos regionales les asignaron para educación S/. 9427 millones de nuevos soles, (según
PIM), lo que representa un incremento sostenido de 28,7%, respecto al del 2008; los gobiernos locales recibieron
S/. 2713 millones de nuevos soles para educación (PIM), lo que también implicó un incremento de 18,7% en su
presupuesto, en relación al del 2008.

Uno de los dramas principales de la educación peruana, es el de la desigualdad de oportunidades, que reproduce
las circunstancias de inequidad que se observan en otros campos de la sociedad. Sin pretender desmerecer los
grandes avances en cuanto a cobertura escolar, diversos estudios han mostrado que las oportunidades y resultados
educativos son en general menores para estudiantes que se encuentran en condiciones de pobreza o pobreza
extrema y viven en zonas rurales o pertenecen a un grupo indígena. Un estudio (Perú. INEI & Unicef 2011 ) señala
que la proporción de estudiantes de segundo grado que logró los aprendizajes esperados en comprensión de textos
fue casi tres veces mayor en el área urbana (29%) que en la rural (12%); y que en las escuelas privadas (43%) fue
más del doble que la registrada en las públicas (18%). En el área de matemática, los logros adecuados de
aprendizaje los consiguen el 17% de los estudiantes en las escuelas de las zonas urbanas y el 7% en las rurales, el
23% de los estudiantes de las escuelas privadas y el 11% de las públicas. Los estudiantes que son del área rural y
estudian en la escuela pública aparecen como los más postergados.
En cuanto a la situación de la educación en la primera infancia el CNE nos señala que la matrícula para niños
menores de 6 años ha ido en aumento al incrementarse para los de 0 a 2 años, de 2008 a 2013, en 46 %, y, para los
de 3 a 5, en 36 % (Perú. Minedu, UEE 2014), lo que significa que, en cuanto a atención a niños de 3 a 5 años, el Perú
alcanza un porcentaje superior al promedio de la región de América del Sur (Perú. INEI & Unicef 2011). Sin
embargo, estamos aún lejos de satisfacer las necesidades educativas de estos grupos etáreos.

Sobre la educación superior y la investigación que influyen directamente en el desarrollo nacional y en el de las
personas han sido descuidadas en el país. Existe un crecimiento de universidades e instituciones de educación
superior de baja calidad que están desarticuladas y sus respuestas no se adecúan a las necesidades de desarrollo
del país. El resultado es una escasa investigación, poca publicación científica y patentes registradas. Sin embargo,
también existen, tanto en el ámbito universitario como en el de institutos y escuelas de educación superior,
instituciones que ofrecen formación profesional de calidad, en carreras que responden a las necesidades de
desarrollo del país y que realizan producción del conocimiento.

En el período 2008 - 2013 se incrementó significativamente la oferta de educación superior tanto en el ámbito
universitario como en el de institutos y escuelas, se trabajó procesos y normativa para asegurar la calidad de la
oferta académica y profesional en las instituciones de educación superior, y se diseñaron y aplicaron programas
que atendiesen la equidad en el acceso a ellas, así como la normativa de la educación superior.

En los últimos años se ha experimentado un crecimiento explosivo del número de universidades tanto públicas
como privadas. Hubo un incremento aproximado de 46% entre 2008 y 2012, pasando de 96 a 140 instituciones
(Perú. ANR 2012, ANR s.a.), sin que exista un ente que vele por la calidad de las instituciones y de los programas de
formación profesional.

De las 51 universidades públicas existentes en el 2012 a nivel nacional, 16 (30%) se crearon en el gobierno anterior,
la mayoría sobre la base de filiales de universidades e institutos que ya existían de las cuales se tomaba el
presupuesto para su funcionamiento. Además, carecen de otras condiciones fundamentales para una educación de
calidad: infraestructura, personal docente y administrativo, bibliotecas, laboratorios, etc., sin que esté clara aun la
demanda efectiva que puedan tener sus futuros profesionales en el entorno local de influencia.
En cuanto a la calidad de la Educación superior, la realidad actual muestra que un buen número de instituciones
educativas de educación superior, tanto en el sector público como en el privado, ofrecen servicios de baja calidad; y
que su capacidad de producir y difundir conocimiento, y articularlo con las necesidades del desarrollo nacional, es
limitada. Aunque el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), a
través del Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Educación Superior Universitaria (Coneau), ya
inició la acreditación de carreras universitarias mostrando interés en las diferentes casas de estudios superiores,
este interés no se percibe en las instituciones de Educación Superior no comprendidas en el ámbito universitario
cuyo proceso de acreditación es excesivamente lento.
Sobre la equidad, el CNE nos dice que el gobierno actual ha lanzado con fuerza un programa social para jóvenes,
dirigido a financiar los estudios de pregrado de los que tienen bajos recursos económicos y alto rendimiento
académico para que puedan realizarlos en universidades e institutos superiores tecnológicos del Perú y el
extranjero; con énfasis en las carreras vinculadas al desarrollo científico y tecnológico. Este programa se conoce con
el nombre de Beca 18 (Mensaje a la Nación del 28 de julio de 2011).

En el 2013, a través de Beca 18, se otorgaron 5951 becas de pregrado en sus tres modalidades (ordinaria,
internacional y becas especiales) (Perú. Minedu 2013:78). El 69,5% fueron becas nacionales, el 2,3% internacionales
y el 28,2 %, especiales (Vraem, FF.AA y Repared). En el período 2012 - 2013 se seleccionaron para estos becados, 81
institutos superiores y 56 universidades del país. Por otro lado, la Ley General de Educación ha instituido
mecanismos formales de concertación, participación y vigilancia en las diferentes instancias de gestión educativa. A
nivel nacional se ha constituido el Consejo Nacional de Educación (CNE), como órgano que tiene por finalidad
participar en la formulación, concertación, seguimiento y evaluación del Proyecto Educativo Nacional (PEN).

Luego, a nivel regional se han construido los Consejos de Participación Regional en Educación (COPARE), a nivel
provincial, los Consejos de Participación Local (COPALE) y a nivel de las escuelas, los Consejos Educativos
Institucionales (CONEI). Dichos mecanismos se fundamentan en el principio de la representación. Sin embargo, a
razón de Molinero (2009) se evidencia una mayor presencia y peso de los funcionarios y del personal del sector
educación, productores del servicio educativo y, no se incorpora a representantes de las poblaciones más
desatendidas y excluidas del sistema educativo, con lo cual estas instancias pierden su fuerza como espacio que
debería servir de nexo entre el Estado y la sociedad civil. Deberíamos preguntamos, a nivel local y regional (COPALE
y COPARE) ¿quién representa los intereses de los estudiantes? ¿Quiénes son los voceros de los niños? Como señala
Remy (citado en Molinero, 2009) puede haber representantes que hablen por los interesados pero que no han
recibido el mandato de ellos.

II. DERECHO A LA SALUD Y LA SEGURIDAD SOCIAL

Definamos lo que entendemos por salud. La salud es definida por el Ministerio de Salud como “el estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”. Desde el marco
de la promoción de la salud, la salud ha sido considerada como un medio para llegar a un fin, como un recurso que
permite a las personas llevar una vida individual, social y económicamente productiva. Por ello, la salud es un
recurso para la vida diaria, y no el objetivo fundamental de la vida. En tal sentido, se trata de un concepto positivo
que acentúa los recursos sociales y personales, así como las aptitudes físicas de los seres humanos. En la
actualidad, ambos conceptos se combinan y cobran vigencia cuando se considera a la institución educativa como
un espacio importante para la promoción de la salud.

Señala Brundtland (2002) que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr quedó plasmado como
derecho fundamental de todo ser humano en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud hace más de
cincuenta años. En su labor cotidiana, la OMS hace todo lo posible porque ese derecho se convierta en realidad
para todos, concediendo especial atención a los más pobres y vulnerables.
Los derechos humanos, en tanto que componentes del Derecho internacional, son derechos que todos los seres
humanos poseen, independientemente de la raza, las creencias políticas o religiosas, la condición legal, la situación
económica, la lengua, el color, el origen, el género, la identidad étnica, etc. Dicho de otro modo, los derechos
humanos son inherentes a todo ser humano y se aplican a todos los individuos y colectivos en base a los principios
de igualdad y no-discriminación. Según el Derecho internacional (de jure) todas las personas tienen derecho a
disfrutar de los beneficios de los derechos humanos, a pesar de que éstos no siempre sean respetados de hecho
(de facto).

Sostiene Chamorro (2010:15) que un punto que nos parece importante acotar, es darnos cuenta que la salud es un
derecho humano. Es un derecho propio de cada ciudadano y es a la vez una obligación del gobierno de turno el
proporcionar a la población en su conjunto el acceso a una salud integral basada en la equidad. Hablar de equidad
en una sociedad como la nuestra puede sonar como una utopía hecha realidad cuando se entiende que es el
desequilibrio controlado.
El debate sobre los derechos humanos nos ofrece un marco inspirador para la reflexión y constituye una guía útil
para el análisis y la adopción de medidas. Los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas abren
importantes vías para promover una gestión más responsable de la salud.

Encontramos una fuerte relación entre derecho y salud, específicamente al derecho a la salud. En este sentido,
Robinson, (2002:11) señala que,

«Derecho a la salud no significa derecho a gozar de buena salud, ni tampoco que los gobiernos de países
pobres tengan que establecer servicios de salud costosos para quienes no disponen de recursos. Significa
que los gobiernos y las autoridades públicas han de establecer políticas y planes de acción destinados a que
todas las personas tengan acceso a la atención de salud en el plazo más breve posible. Lograr que eso
ocurra es el reto al que tienen que hacer frente tanto la comunidad encargada de proteger los derechos
humanos como los profesionales de la salud pública.»

El derecho a la salud es uno de los derechos humanos fundamentales y, por su complejidad, es uno de los más
difíciles de garantizar a plenitud, así como de precisar en su contenido y alcances. Es un derecho por el valor que
tiene en sí misma la salud para el desarrollo de las capacidades, personalidad y proyectos de vida de las personas,
del mismo modo que para el desarrollo de las colectividades.

Es un derecho fundamental, porque está directamente vinculado a los derechos a la vida y a la integridad moral,
psíquica y física, que son la base, condición y límite del ejercicio de todos los derechos humanos. La salud es, por lo
tanto, una condición esencial, un atributo sustantivo y una prerrogativa inalienable de la dignidad de las personas
como seres individuales y sociales.
La salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos. Por
ello, el Estado debe respetar, proteger y facilitar su ejercicio.

MARCO NORMATIVO PERUANO

En cuanto al marco normativo nacional en Perú, APRODEH (2005), enfatiza que la Constitución Política de 1993
establece en su artículo 7º el derecho a la protección de la salud. El nivel de protección sancionado por la actual
Constitución de Perú, referidos a la salud, si bien se refiere a que «…todos tienen derecho a la protección de su
salud, la del medio familiar y la de la comunidad…» asigna al Estado sólo la responsabilidad de «…facilitar a todos el
acceso equitativo a los servicios de salud». No se escapa al analista acucioso que no es lo mismo «garantizar» que
«facilitar», pues este último término elude un cumplimiento imperativo que si es consustancial al primero.
Cuestión similar se presenta en el caso del derecho a la seguridad social. Al respecto, la Constitución plantea en su
artículo 10° que el «Estado reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social…» Para
ello, el artículo 11° establece que «El Estado garantiza el libre acceso a prestaciones de salud y a pensiones, a través
de entidades públicas, privadas o mixtas». Aquí cabe nuevamente la observación que reconocer un derecho no es
lo mismo que garantizarlo. Por otro lado, la Ley General de Salud, Ley Nº 2684226, establece en el artículo III de su
Título Preliminar que toda persona tiene derecho a la protección de su salud. Asimismo, señala en su artículo 9º
que toda persona con discapacidad física, mental o sensorial, tiene derecho a recibir tratamiento y rehabilitación.

Frecuentemente asociamos el derecho a la salud con el acceso a la atención sanitaria y la construcción de


hospitales. Es cierto, pero el derecho a la salud es algo más. Comprende un amplio conjunto de factores que
pueden contribuir a una vida sana. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que es el órgano
encargado de llevar a cabo un seguimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(aprobado en 1966), los denomina factores determinantes básicos de la salud son: Agua potable y condiciones
sanitarias adecuadas; Alimentos aptos para el consumo; Nutrición y vivienda adecuadas; Condiciones de trabajo y
un medio ambiente salubres; Educación e información sobre cuestiones relacionadas con la salud e Igualdad de
género.

Ley marco del Aseguramiento universal en salud

Esta Ley es el reconocimiento del Estado Peruano al derecho a la salud que tienen todos los peruanos, desde su
nacimiento hasta la muerte. El Ministerio de Salud señala que para garantizar este derecho el Estado, por Ley13, ha
diseñado un sistema de aseguramiento en salud mediante el cual instituciones administradoras de fondos, sean
públicas (Seguro Integral de Salud, ESSalud, Fuerzas Armadas y Policiales) o privadas brindarán un servicio de
calidad para asegurar la salud de todos los peruanos sin distinción. La Ley 29344 o de Aseguramiento Universal en
Salud, constituye uno de los acontecimientos más importantes para la salud pública de las últimas décadas.
La seguridad humana es una preocupación universal; sus componentes son interdependientes y se centran en el
ser humano. La seguridad humana es hoy la base de la seguridad nacional. El objetivo de una sociedad justa es
garantizar para todos/as una seguridad básica, que de oportunidad de acceso a los servicios de salud, educación,
nutrición, vivienda, y posibilite cubrir otras necesidades esenciales de la existencia humana. En este sentido, los
sistemas de seguridad social son vitales para la seguridad humana y para el desarrollo con equidad de las naciones.

Los cambios en el mercado laboral (el índice creciente de participación de la mujer y la ampliación de los modos de
trabajo flexibles), así como el surgimiento de nuevas formas de organización del trabajo, están haciendo
evolucionar el mundo de la producción hacia modelos de trabajo individual más variados. La protección social
puede apoyar tales cambios facilitando distintas modalidades de transición del mercado de trabajo. La economía
informal también plantea un gran desafío para la solidaridad colectiva de cara a que éstos/as trabajadores/as
puedan ser cubiertos/as por el sistema. Conviene aquí recordar que la función prioritaria del Estado es facilitar,
promover y extender la cobertura de la seguridad social.
Uno de los derechos sociales fundamentales cuya carencia está vinculada a la exclusión social es la seguridad social
(protección básica de la salud, pensiones y aseguramiento de los riesgos del trabajo) la misma que “forma parte
indispensable de la política social de los gobiernos y es una herramienta importante para evitar y aliviar la pobreza.
A través de la solidaridad nacional y la distribución justa de la carga, puede contribuir a la dignidad humana, a la
equidad y a la justicia social”.
Para la OIT el trabajo decente es uno de los medios más eficaces para superar la pobreza. Precisamente el concepto
de trabajo decente incluye la protección social como uno de los componentes esenciales.

LOS SISTEMAS DE SALUD EN EL PERÚ

1. SEGURO SOCIAL DE SALUD – ESSALUD: Es un organismo público descentralizado, con personería jurídica de
derecho público interno, adscrito al Sector Trabajo y Promoción Social. Tiene por finalidad dar cobertura a los
asegurados y sus derechohabientes, a través del otorgamiento de prestaciones de prevención, promoción,
recuperación, rehabilitación, prestaciones económicas, y prestaciones sociales que corresponden al régimen
contributivo de la Seguridad Social en Salud, así como otros seguros de riesgos humanos. El número de afiliados
a EsSalud registra una tendencia creciente en los últimos años. La cantidad de asegurados pasó de 5,9 millones,
a mediados de 2006, a 9,2 millones, a principios de 2012, lo que implica un crecimiento del 56,2%. En
particular, la evolución del número de afiliados presenta mayor dinamismo en el período comprendido entre
2006 y principios de 2009. En ese lapso se produce un incremento del 32,2% en los afiliados, lo que se explica
casi exclusivamente por el aumento de los trabajadores activos (y derechohabientes) cubiertos. Entre las
categorías que involucran la mayor cantidad de afiliados, la relación entre titulares y derechohabientes se
aparta de este promedio en el caso de los asegurados pensionados (72,0% son titulares) y entre los asegurados.
Por otra parte, se manifiesta que la población afiliada se concentra especialmente en redes asistenciales
ubicadas en las localidades más pobladas del país. Así, las redes asistenciales de Rebagliati (Lima), Sabogal
(Callao) y Almenara (Lima) reúnen el 48,3% de los afiliados. Si además se consideran las redes de Arequipa, La
Libertad, Piura y Lambayeque, la concentración de afiliados llega al 70,0%. Si se analiza la distribución de los
afiliados titulares según el rango de remuneración, puede observarse que alrededor de un tercio de los
asalariados regulares posee un ingreso inferior al salario mínimo y que otro tercio adicional tiene un salario que
fluctúa de uno a dos salarios mínimos.

2. SEGURO INTEGRAL DE SALUD (SIS): El Seguro Integral de Salud (SIS), como Organismo Público Ejecutor (OPE),
del Ministerio de Salud, tiene como finalidad proteger la salud de los peruanos que no cuentan con un seguro
de salud, priorizando en aquellas poblacionales vulnerables que se encuentran en situación de pobreza y
pobreza extrema. La cobertura del SIS se ha casi duplicado en los últimos cinco años. A partir de 2006 se amplió
la política de focalización, de manera de incluir a toda la población pobre y en pobreza extrema, junto con otros
ciudadanos que no tuvieran cobertura de salud. Así, el número de asegurados pasó de 7 millones, en 2007, a
casi 13 millones, en 2011. De este total de asegurados, la gran mayoría pertenece al régimen subsidiado.
Además, en 2011 aumentó, en relación con 2010, la proporción de asegurados bajo el nuevo esquema de
aseguramiento universal (PEAS - Régimen Ley N° 29344).

3. FUERZAS ARMADAS, POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ: La población de asegurados en las Sanidades de las FF.AA.
y la Sanidad de la PNP, a diciembre de 2011, alcanza un total de 1,3 millones de personas, dentro de las cuales
se incluye 1,2 millones de personas que cuentan con un plan de salud regular (titulares y sus
derechohabientes), así como otro tipo de asegurados que cuentan con financiamiento parcial de su plan de
salud (SUNASA, 2011).

4. EL SECTOR PRIVADO EPS: Las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) son empresas e instituciones públicas o
privadas, distintas a EsSalud, cuyo único fin es prestar servicios de atención de salud, con infraestructura propia
y/o de terceros, sujetándose a los controles de la Superintendencia de Entidades Prestadoras de Salud (SEPS).
Las EPS, agentes complementarios de la seguridad social, cuentan con 1,4 millones de afiliados a diciembre de
2011. Una cifra que se compone de 780 mil afiliados al Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR),51
580 mil afiliados regulares y 8 mil afiliados potestativos. Esta cobertura marca un incremento respecto de los
valores registrados hacia 2000, momento en que existían 325 mil afiliados, que se distribuían de la siguiente
manera: 240 mil eran regulares, 85 mil estaban afiliados al SCTR y solo había 617 beneficiarios de tipo
potestativo. La distribución de los afiliados al Seguro Regular a cargo de las EPS da cuenta de que la mayor
cantidad de afiliados se encuentra en las actividades de intermediación financiera (18,7%), en las actividades
inmobiliarias (14,9%), de comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores,
motocicletas, efectos personales y enseres domésticos (14,9%), y en la industria manufacturera (11,0%). Por
otra parte, las actividades que incluyen a la mayor cantidad de trabajadores con SCTR son las actividades
inmobiliarias, empresariales y de alquiler (25,5%), las industrias manufactureras (21,7%) y la construcción
(18,6%) (SUNASA, 2011).
LOS SISTEMAS PENSIONES EN PERÚ AFP Y ONP

En la actualidad el Perú cuenta con dos sistemas de protección social, uno de carácter público (Sistema Nacional de
Pensiones – SNP) y el otro privado (Sistema Privado de Pensiones - SPP), otorgando ambos cobertura en materia de
pensiones. En ese sentido, el Sistema Peruano de Pensiones, es un sistema contributivo en el cual los trabajadores
tienen que aportar para obtener una pensión, y que opera bajo un modelo en el que coexisten de manera paralela
dos sistemas.
En ese sentido, Los trabadores dependientes o independientes podrán elegir entre estos dos sistemas previsionales
para percibir a futuro una 'pensión de jubilación', cuando se produzca el cese de sus actividades laborales. Es
necesario que el ciudadano se informe bien sobre ambas alternativas para optar por el sistema que más le
convenga.

A. La pensión de jubilación - Sistema Nacional de Pensiones - SNP (DL N°19990).- Es un beneficio monetario que
recibe una persona a partir de los 65 años de edad, al concluir su vida laboral, por haber aportado
mensualmente un porcentaje de su sueldo o ingreso (13%)* al Sistema Nacional de Pensiones - SNP, por un
periodo no menor de 20 años.
Con excepción de los trabajadores independientes obligatorios (Ley N° 29903), que aportarán una tasa gradual
hasta agosto de 2017 (Ley N° 30082).
Las características del SNP (Régimen General) son las siguientes:
 Fue creado por el Decreto Ley N° 19990 y rige desde el 1º de mayo de 1973.
 El SNP es administrado por la Oficina de Normalización Previsional (ONP).
 Los aportes de los trabajadores van a un fondo común, de carácter solidario e intangible.
 El asegurado debe aportar un mínimo de 20 años para tener acceso a la pensión de jubilación.
 La edad mínima para jubilarse y solicitar pensión es 65 años. Los asegurados también pueden acceder a una
pensión de jubilación adelantada: a partir de los 50 años para mujeres y de los 55 años para hombres. Para
ello los solicitantes deberán tener un mínimo de 25 y 30 años de aportaciones respectivamente.
 El sistema otorga pensiones por invalidez, viudez, orfandad y ascendencia, y capital de defunción.
 Existe un monto máximo de pensión de jubilación, que es de S/. 857.36, y un monto mínimo de pensión de
S/. 415.

B. La pensión de jubilación – Sistema Privado de Pensiones – SPP: Este sistema previsional es operado por las
Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). En el Sistema Privado de Pensiones-SPP, los trabajadores
pueden acceder a una pensión de jubilación a partir de los 65 años de edad, sin la exigencia de periodos
mínimos de aportes. Sin embargo, debe considerarse que el monto del beneficio de jubilación a recibirse, será
calculado sobre la base de los aportes realizados y la rentabilidad generada en la cuenta individual de
capitalización (CIC) de cada afiliado a este sistema. El SPP, ofrece también a sus asegurados la opción de
pensionarse de manera adelantada a través de la “Jubilación Anticipada Ordinaria”.
Principales prestaciones del SPP:
 Pensión de jubilación  Pensión de sobrevivencia
 Pensión de invalidez  Gastos de sepelio

BIBLIOGRAFÍA
Código de
LIBROS, REVISTAS, ARTÍCULOS, TESIS, PÁGINAS WEB.
biblioteca

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