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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
EJE TERRITORIAL DISTRITO CAPITAL, MIRANDA, LA GUAIRA
AULA TERRITORIAL UNIDAD EDUCATIVA “MIGUEL ANTONIO CARO”
CARACAS-PARROQUIA SUCRE
U.C. POLÍTICA CRIMINAL

ÁREA DE POSTGRADO

LA POLÍTICA PÚBLICA COMO MODELO SECUENCIAL

Docente: Estudiante:
|Abg. Miller Yoneira Abg. Bolívar Johannys
C.I. N° 16.225.233
Abg. Soto Iorberis
C.I. N° 10.119.275

Caracas, Junio 2020


INTRODUCCIÓN

El estudio de la Política Pública como proceso ha constituido un punto de


inflexión en la disciplina de las políticas públicas que se define “como un proceso que
se inicia cuando un gobierno o un directivo público detecta la existencia de un
problema que, por su importancia, merece su atención y termina con la evaluación de
los resultados que han tenido las acciones emprendidas para eliminar, mitigar o variar
ese problema”, Tamayo Sáez, (1997 pág. 281).
Este modelo que concibe a la política pública como un proceso estructurado en
etapas (también conocido como Modelo Secuencial) ha sido propuesto por el
fundador de las Ciencias Políticas, Harold Lasswell. El autor lo concibió como un
mapa conceptual que debería ofrecer una guía para obtener una imagen más general
de las fases principales de cualquier acto colectivo para ello necesitamos esquemas
que sin transformarse en instrumentos excesivamente largos, sean más discriminantes
que la tradicional división americana.
El impacto que ha tenido el modelo secuencial en el campo de las ciencias
políticas ha sido, sin duda, espectacular, especialmente durante las décadas de los 60,
70 y en aquellos trabajos pioneros Lasswell identificó siete etapas: a) inteligencia, b)
promoción o recomendación, c) prescripción, d) invocación, e) aplicación, f) impacto,
y e) evaluación (Lasswell, 1956). Fernando m. Jaime, Gustavo Dufour, Martín
Alessandro y Paula Amaya 148 primera mitad de los 80. En esos años aparecieron
numerosos trabajos que, asumiendo la propuesta planteada por Lasswell,
reformulaban la cantidad o la forma de nominar a cada una de las etapas del proceso
de la política.
Asimismo, estos trabajos estimularon la realización de una generación de
importantes investigaciones que centraban su atención en alguna de las etapas del
proceso de la política pública.
LA POLÍTICA PÚBLICA COMO MODELO SECUENCIAL

Desde mediados de los 80 y durante la década del 90 el modelo secuencial ha


sido objeto de numerosas críticas y lo definen duramente y hasta la actualidad como
el ‘modelo de manual debido a la gran complejidad que caracteriza al proceso de las
políticas, el analista debe buscar alguna forma de reducir esa complejidad (sin
ignorarla) a fin de comprender y explicar los fenómenos o políticas públicas
estudiadas.
Sin duda, son los supuestos los que cumplen las funciones de intermediación
más importantes. Por un lado, porque son los que estructuran nuestra forma de
concebir la realidad y al mismo tiempo le indican al analista qué aspectos de la
realidad deben ser observados. Por otro, porque son los que “definen las categorías en
las cuales los fenómenos deben agruparse” (Sabatier, 1999: 4). Sin embargo, para que
estos supuestos permitan el establecimiento de determinadas relaciones de causalidad
(con el fin de comprender y explicar fenómenos y procesos de la realidad) resulta
necesario incorporarlos en el marco de teorías científicas coherentes y bien
articuladas.
Solo a partir de ellas es posible derivar de manera deductiva un conjunto de
hipótesis que puedan ser sometidas a una contrastación empírica. Es por esta razón
que como dijera Sabatier hace veinte años atrás se vuelve imprescindible desarrollar
más y mejores teorías. En la actualidad el escenario es mucho más promisorio que
ayer, aunque ello signifique la emergencia, las críticas al modelo secuencial de las
políticas públicas han sido muchas y variadas las observaciones y críticas que se le
han formulado al modelo de las etapas del proceso de la política pública inicialmente
propuesto por Harold Lasswell. Una primera observación es la fórmula de León
(1988), quien fuera uno de los defensores del modelo, al comparar las fortalezas y
debilidades de segmentar en etapas el proceso de las políticas.
Según el autor, muchos de los trabajos realizados enriquecieron a la disciplina
de las ciencias de políticas, porque permitieron a partir de exhaustivos estudios de
casos, reconocer la complejidad que existe detrás de toda política pública, alejando
las investigaciones del estudio exclusivo de las instituciones (lo que por cierto no
supone ignorarlas) y promoviendo a Lasswell aproximaciones multidisciplinarias. Sin
embargo, estos análisis adolecían de una importante debilidad, pues hacían que los
analistas se centraran en una única etapa, negando o perdiendo de vista el proceso
completo. Como consecuencia de ello se concebía al proceso como “episódico y
desarticulado en lugar de uno más continuo y progresivo” (de León, 1997: 8).
Sin embargo, las críticas más incisivas provinieron de cuatro autores: Robert
Nakamura (1987), Paul Sabatier (1988, 1991) quien en algunos trabajos ha escrito en
colaboración con Jenkins-Smith (Sabatier y Jenkins-Smith, 1993), Deborah Stone
(1989) y Peter John (1998). Estos autores sostienen que el modelo secuencial ha
generado una visión artificial sobre el proceso de las políticas, que no permite dar
cuenta de la complejidad que caracteriza al “proceso real”. En efecto, la
segmentación del proceso de las políticas en etapas “exagera la naturaleza racional de
la formulación de políticas y presenta una imagen falsa de un proceso que no es una
especie de banda transportadora en la cual la agenda se define en un extremo y la
implementación y la evaluación tienen lugar en el extremo opuesto” (Parsons, 2008:
113)
Las críticas planteadas por Sabatier (1991) dieron lugar a un profundo debate
sobre los distintos problemas o falencias que presenta el modelo de las etapas del
proceso de las políticas. No es el propósito aquí desarrollar todos estos debates, pero
sí al menos iluminar aquellos aspectos más controversiales. Por ello nos preguntamos
si la misma la podemos definir como marco conceptual, teoría o modelo?. Ya que la
misma es un eje importante que ha estructurado el debate en torno al modelo
secuencial se ha centrado en la pregunta de si se trata de un marco conceptual, teoría
o modelo. Siguiendo a Ostrom (1999) un marco conceptual identifica un conjunto de
variables y relaciones que deben ser examinadas.
Entre estos criterios incumplidos el autor destaca la no identificación de
factores causales que permitan explicar el proceso de la política. Una de las críticas
más despiadadas que se le han formulado al modelo secuencial es que constituye una
herramienta heurística que simplifica excesivamente la realidad. Lo que se le ha
cuestionado son los supuesto de linealidad y secuencialidad sobre los cuales se
asienta el modelo. Muchos de los críticos han subrayado que muchas políticas no
siguen linealmente la secuencia de etapas preestablecida (Sabatier, 1991; Peters,
1992; John, 1998).
Del mismo modo, aunque desde un marco conceptual alternativo (la teoría de
la construcción social), autores como Fischer y Forester (1993) o Schneider e Ingram
(1997) le otorgan a los valores o sistemas de creencias un lugar privilegiado para
entender el proceso de elección de instrumentos de política pública y la continuidad o
cambio de ciertas políticas. Asimismo, el enfoque procesal de la política pública no le
otorga un lugar destacado para la explicación de los cambios o continuidades de las
políticas a los procesos de aprendizaje que pueden originarse en la experiencia.
CONCLUSIÓN

No se ha pretendido aquí realizar un relevamiento exhaustivo de los marcos,

enfoque y teorías de las políticas públicas. El propósito, en cambio, ha sido presentar

de manera breve pero sistemática aquellos marcos y teorías que consideramos más

prometedores. Entre estas se destacan la perspectiva institucional, el enfoque de redes

de políticas, la teoría de la construcción social, y el marco de las coaliciones

promotoras. En cada uno de los enfoques trabajados se ha pretendido familiarizar al

lector con el desarrollo y evolución del marco conceptual, los supuestos sobre los que

se asienta cada teoría, y los modelos causales implícitos en cada una de ellas.

Introducción al análisis de políticas públicas 179 asimismo, y para finalizar, el

análisis ha abordado la forma a través de la cual cada enfoque o teoría explica el

cambio de las políticas.

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