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Las dos encíclicas que escogí fueron la de papa LEÓN XIII (cosas nuevas), habla sobre la situación

de los obreros y la otra encíclica que es la del papa JUAN PABLO II (sobre el trabajo laboral )

ENCICLICA DEL PAPA JUAN PABLO II

El trabajo es uno de estos aspectos y fundamental, siempre actual y que exige constantemente
una renovada atención y un decidido testimonio. Porque surgen siempre nuevos interrogantes y
problemas, nacen siempre nuevas esperanzas, pero nacen también temores y amenazas
relacionadas con esta dimensión fundamental de la existencia humana, de la que la vida del
hombre está hecha cada día, de la que deriva la propia dignidad específica y en la que a la vez está
contenida la medida incesante de la fatiga humana, del sufrimiento y también del daño y de la
injusticia que invaden profundamente la vida social dentro de cada Nación y a escala
internacional. Si bien es verdad que el hombre se nutre con el pan del trabajo de sus manos,5 es
decir, no sólo de ese pan de cada día que mantiene vivo su cuerpo, sino también del pan de la
ciencia y del progreso, de la civilización y de la cultura, entonces es también verdad perenne que él
se nutre de ese pan con el sudor de su frente;6 o sea no sólo con el esfuerzo y la fatiga personales,
sino también en medio de tantas tensiones, conflictos y crisis que, en relación con la realidad del
trabajo, trastocan la vida de cada sociedad y aun de toda la humanidad.
(http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_14091981_laborem-exercens.html, s.f.)

Podemos decir que el trabajo es fundamental en la vida porque si uno trabaja tiene un sustento
para la familia, ya que estamos en escasez de trabajo muy pocos tienen trabajos formales y otros
informales ya que miramos muchos desempleados ,también podemos decir que el trabajo consiste
en una acción consciente llevada a cabo por un sujeto y por ello el derecho de trabajo se ocupa de
trabajo humano, que vienen a ser actualmente las funciones como los obreros y empleados.

El trabajo también debe entenderse como un esfuerzo, ya que el sujeto va a realizar un objetivo
productivo, y pasa a ser un beneficio económico, ya sea en dinero, especies u otro medio.
(auditoria propia)

Continuando todavía en la perspectiva del hombre como sujeto del trabajo, nos conviene tocar, al
menos sintéticamente, algunos problemas que definen con mayor aproximación la dignidad del
trabajo humano, ya que permiten distinguir más plenamente su específico valor moral. Hay que
hacer esto, teniendo siempre presente la vocación bíblica a «dominar la tierra»,14 en la que se ha
expresado la voluntad del Creador, para que el trabajo ofreciera al hombre la posibilidad de
alcanzar el «dominio» que le es propio en el mundo visible (II, s.f.)

Tenemos que decir que contratar a un persona para que labore en una organización no es algo
sencillo ya que requiere de ciertas fases y pautas para que tanto el trabajador como el empleador
puedan desempeñarse bien, el empleador esta obligado a cumplir con las normas de la empresa
que lo contrata.

ENCICLICA DEL PAPA LEÓN XIII

Esta nos habla sobre los obreros o trabajadores

Despertado el prurito revolucionario que desde hace ya tiempo agita a los pueblos, era de esperar
que el afán de cambiarlo todo llegara un día a derramarse desde el campo de la política al terreno,
con él colindante, de la economía. En efecto, los adelantos de la industria y de las artes, que
caminan por nuevos derroteros; el cambio operado en las relaciones mutuas entre patronos y
obreros; la acumulación de las riquezas en manos de unos pocos y la pobreza de la inmensa
mayoría; la mayor confianza de los obreros en sí mismos y la más estrecha cohesión entre ellos,
juntamente con la relajación de la moral, han determinado el planteamiento de la contienda. Cuál
y cuán grande sea la importancia de las cosas que van en ello, se ve por la punzante ansiedad en
que viven todos los espíritus; esto mismo pone en actividad los ingenios de los doctos, informa las
reuniones de los sabios, las asambleas del pueblo, el juicio de los legisladores, las decisiones de los
gobernantes, hasta el punto que parece no haber otro tema que pueda ocupar más hondamente
los anhelos de los hombres. (XIII, s.f.)

El salario era oscilante, aunque lo normal era que bajase, debido al gran número de parados.
Además los jefes acuden a la mano de obra femenina o infantil, más barata. el trabajo constituye
una actividad directa, en el trabajo industrial se va a producir la deshumanización. Además la
introducción de la máquina va a plantear una serie de problemas sociales, dando lugar a una mano
de obra con salarios bajos, el paro, horarios excesivos. la libertad absoluta para el empresario en
todos los aspectos, incluido la contratación. El único fin es la obtención de rápidos beneficios. Al
objeto de reducir gastos y aumentar los beneficios las fábricas no tienen las condiciones mínimas
para el obrero.
Bibliografía
http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_14091981_laborem-exercens.html. (s.f.). Obtenido de
http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_14091981_laborem-exercens.html.
II, L. E. (s.f.). http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_14091981_laborem-exercens.html. Obtenido de
http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_14091981_laborem-exercens.html.
XIII, L. (s.f.). http://www.vatican.va/content/leo-xiii/es/encyclicals/documents/hf_l-
xiii_enc_15051891_rerum-novarum.html. Obtenido de
http://www.vatican.va/content/leo-xiii/es/encyclicals/documents/hf_l-
xiii_enc_15051891_rerum-novarum.html.

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