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Propuesta de trabajo final

Francisco de Vittoria, Ginés de Sepúlveda, Bartolomé de las Casas y Fray Alonso de la


Veracruz coinciden en que la labor de evangelización es una acción obligatoria en el nuevo
orbe, por lo tanto, una vez predicada, la implantación del cristianismo católico es
inexcusable, es decir, no hay libertad para elegir ser otra cosa.

Es en este marco donde se da el proceso de evangelización implantado en la Nueva


España y con ello, la indispensable introducción del sacramento de la confesión que a su
vez implica confesar algunas costumbres, prácticas, pensamientos, sentimientos, deseos
como pecados y por lo tanto, implica interiorizar una interpretación culpígena del modo de
vida pasado, así como de la naturaleza corpórea.

De esta manera, se vuelve necesario conocer si hay referencias históricas que hablen de
las resistencias a asumir e introyectar la culpa y, por lo tanto, evitaciones a asumir el mito
cristiano en los indígenas de la Nueva España no tanto como movimientos organizados de
oposición sino como prácticas de negación, ocultamiento, y otras estrategias que
impidieran asumir completamente las prácticas que la doctrina cristiana de aquellos
momentos exigía y obligaba. (Por aquí va el tema del trabajo, si lo veo bien)

Paul Ricoeur en Finitud y culpabilidad plantea los elementos de los que se compone el
término pecado y el de culpa, que, en conjunción con la información aportada por Óscar
Martiarena en su libro Culpabilidad y resistencia, Ensayo sobre la confesión en los indios
de la Nueva España, puede ayudar a visibilizar (visualizar)el fenómeno de resistencia en
los indios que a su vez son forzados a cercenar su identidad y arraigo a sus antepasados
(y su pasado) no sin antes, generar resistencias al cambio, lo cual, es una hipótesis viable,
ya que es imposible no suponer que las personas generen arraigo e identidad a través de
su pasado y que las sociedades posean total disposición al cambio negando y rechazando
sus anteriores estructuras que conformaban su sistema de vida.

En medio de estos problemas de la historia se encuentran las fuentes que baste aclarar
sólo son fuentes cristianas y por lo tanto, información propagandística, interpretada desde
y para sus fines y a las cuales hay que arrancarles la evidencia de resistencia.

Comentarios.

Veo interesante el planteamiento, sólo creo que la terminología es algo complicada.


Creo que te seriviría el texto que León Portilla publicó bajo el título “El coloquio de los
doze”, que a su vez recuperó Bernardino de Sahagún, es de 1986, si recuerdo bien; eso
en la versión de lujo de la UNAM, si no está ahí, puedes revisar el libro “La conversión de
los indios de Nueva España”, de Christian Duverger, publicado por el FCE.
Creo que con esto

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