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Unidad 6
Unidad 6
Guía de lectura:
L a relación se inició bajo los mejores augurios, por primera vez en la historia, una masa de
cuadros del Estado provenía de la Iglesia, también numerosos militantes medios de
la Acción Católica, y no faltaban miembros del credo, como por ej.: el capellán Wilkinson.
Estas designaciones hicieron posible la concreción de la enseñanza religiosa en las escuelas
públicas (sistema nacional educativo del país, gestionado por la administración pública y
sostenida con los impuestos. Comprende la planificación, supervisión o ejecución directa
de planes de estudio). Las relaciones siguieron afianzándose durante su gobierno hasta
una época que los historiadores sitúan alrededor de 1950.
En un principio, es indudable que la relación entre Perón y los militares era muy buena, se
modernizo y aumento el presupuesto. En un principio, es indudable que la relación entre
Perón y los militares era buena, sobre todo si entendemos que su llegada al gobierno y
puntualmente a la Secretaría de Trabajo y Previsión social se da en el marco de un Golpe
Militar. Al momento de enfrentar las elecciones, en el seno del Ejercito Perón contaba con
un pequeño grupo que lo apoyaba, un grupo de antiperonistas, pero un importante sector
que priorizaba la preservación de la moral de la fuerza, que esta debía permanecer ajena a
las implicancias políticas. Una vez llegado a la presidencia, integrantes encumbrados del
ejército argentino cercanos a Perón integraron algunos sectores claves relacionados con
áreas importantes del desarrollo energético del país. El fortalecimiento de una industria
armamentística nacional que la dotara de mejor armamento era un interés conjunto del
Gobierno y las Fuerzas Armadas. Hacia fines de la década del ’40 la relación entre militares
y Perón eran de respeto mutuo. En 1949, en una profunda crisis económica que atravesó
el país, la relación comienza a mostrar grietas. Por un lado, enfrentamientos políticos y
económicos entre el asesor económico presidencial Miranda y el ministro de Guerra Sosa
Molina. La reforma constitucional del ‘49, que permitía entre otras cuestiones, la
reelección de Perón, marcó a fuego el comienzo del deterioro de la relación Perón-
Ejército. El posterior interés de sumar al proyecto peronista a distintas instituciones de
carácter no político estaban direccionadas en el mismo sentido, lo que sumado al
enfrentamiento y censura a los medios de comunicación opositores continuó tensando el
trato. Perón siempre manifestó la unidad de concepción entre los pensamientos
justicialistas y los militares, en relación a la doctrina nacional. Pero ante la posibilidad de
reelección de Perón, se comienza a pergeñar desde sectores opositores la posibilidad de
que alguna manera no democrática pudiese terminar con otros seis años de gobierno
peronista. Allí son determinantes los militares retirados, los intelectuales militares, los
cargos superiores de las escuelas militares y navales de Buenos Aires. Un intento de golpe
de estado, dirigido por el General Menéndez el 28 de agosto de 1951 y la posterior purga
militar y la declaración del Estado de Guerra Interna lo demostraron. Luego de la elección
que consagraría a Perón, se llevó a cabo un segundo levantamiento, encabezado por el
Coronel José Suarez.
4. Alcances del manejo de Perón con el Congreso/los medios de comunicación y la
Universidad según Torre
En septiembre 1946 el congreso inició juicio político a sus miembros, llegando a incluir
entre las acusaciones el haber reconocido como legítimo a los gobiernos de facto surgidos
de los golpes militares de 1930 y 1943, 8 meses más tarde fueron destituidos.
En 1945 la universidad pasó por un proceso de depuración tras la expulsión de miles de
profesores hostiles, las agrupaciones estudiantiles fueron declaradas fuera de la ley y una
nueva legislación suprimió gran parte de las instituciones de la Reforma de 1918.
En 1947 los periódicos de la oposición fueron clausurados y comenzó la compra del
sistema de radiodifusión nacional por grupos económicos ligados al régimen. En 1951 se
expropio de uno de los diarios más tradicionales " La Prensa" y su transferencia la CGT
condujo prácticamente el monopolio Estatal de los medios de comunicación de masas.
Quienes sobrevivieron con cierta Independencia se ocuparon de no desafiar en forma
visible el tono proselitista utilizado por la Secretaría de Prensa y Difusión en el régimen
peronista.
5. ¿Cómo fue la relación de Perón con el Partido Laborista? Detalla los ejemplos de Luis
Gay y Cipriano Reyes
El Partido Laborista fue un partido político argentino creado en 1945 como expresión
política del movimiento obrero y con la finalidad inmediata de sostener la candidatura
presidencial del coronel Juan Domingo Perón en las elecciones presidenciales de 1946.
Representaba a los sectores sindicales organizados que habían participado en el los
eventos del 17 de octubre de 1945. Los otros partidos que sostenían la candidatura de
Perón eran la Unión Cívica Radical Junta Renovadora (un desprendimiento de la UCR) y el
Partido Independiente (un desprendimiento de los conservadores)
Sus principales líderes e impulsores fueron Cipriano Reyes, Luis Gay y María Roldán. El
primero fue un dirigente del gremio de la carne sin actuación previa. El segundo
-presidente del partido-, fue histórico dirigente del gremio telefónico y líder de la corriente
sindical sindicalista revolucionaria, que sería elegido secretario general de la CGT.1 La
tercera fue una histórica dirigente sindical, primera delegada del sindicato de la carne. La
organización interna del partido estaba inspirada en el Partido Laborista Británico y en el
liderazgo de Clemente Attlee.El 23 de mayo de 1946, luego del triunfo electoral, Perón
comenzó a trabajar en la idea de disolver los partidos políticos que lo habían llevado al
poder para fusionarlos en un único Partido Peronista. Esta imposición fue rechazada por la
conducción del PL, lo cual comenzó a generar roces con Perón. Mientras el flamante
presidente trataba de generar una estructura de poder marcadamente verticalista, el
partido de Reyes se negaba a perder su autonomía tanto a nivel partidario como a nivel
ideológico o político. El laborismo comenzó a tomar una posición de apoyo crítico hacia el
gobierno, apoyando las medidas de bienestar social pero rechazando las tendencias
autoritarias. El 17 de octubre de 1946 el partido se movilizó de forma paralela, festejando
el "Día del Pueblo" en contraste con la denominación oficial de "Día de la Lealtad".
Luego de meses de tensiones y presiones cada vez más intensas, en julio de 1947 la
conducción nacional del partido acató la orden de Perón, disolver el partido y seguir
actuando como una línea interna que mantuviese los idearios laboristas dentro del
flamante Partido Peronista. Reyes, al frente del partido en la estratégica Provincia de
Buenos Aires, rechazó esta decisión. Al año siguiente fue acusado de complotar contra el
Gobierno, por lo cual fue detenido y permaneció preso hasta ser indultado por el golpe de
estado autodenominado Revolución Libertadora en 1955.El partido se reorganizó
fugazmente entre 1957 y 1965. Después del 17 de octubre de 1945 los sindicatos que
venían actuando con Perón desde 1943 fundaron el Partido Laborista para tener una
estructura política desde la cual competir en las elecciones generales del 24 de febrero de
1946 apoyando la candidatura presidencial del coronel Perón. Esos sindicatos, como por
ejemplo, el Sindicato Autónomo de la Carne de Berisso y Ensenada, fueron apoyados por
el coronel Perón en detrimento de aquellos con conducción comunista y socialista como
era, en el caso referido, la Federación Obrera de la Industria de la Carne (F.O.I.C.), dirigida
en ese entonces por el comunista José Peter. De hecho, el primer convenio firmado por
Perón como flamante secretario de Trabajo y Previsión, el coronel lo suscribió Cipriano
Reyes en representación del nuevo sindicato, socavando así la influencia del otro, que
gozaba de ámbito de representatividad nacional