“El que actue como administrador de hecho o de derecho de una persona jurídica,
o en nombre o representación legal o voluntaria de otro, respondera
personalmente siempre que en la entidad o persona en cuyo nombre o representación obre concurran las especiales relaciones, cualidades y circunstancias personales que el correspondiente tipo penal requiere para el agente.” La exposición de motivos, justifica esta inclusión en los siguientes términos: “Se hace efectiva la responsabilidad penal de personas que actúan en calidad de administradores de hecho o de derecho de personas jurídicas o de personas que obtan en representación de otras, en los casis que no reúnan determinadas condiciones y calidades especiales que fundamentan la punibilidad y que si concurren en la persona jurídica o en la representada. Esta regulación es necesaria para evitar la impunidad dado que por aplicación del principio de legalidad no es posible sancionar a una persona si en su conducta no concurren todos los elementos exigidos por el tipo penal.” En la exposición de motivos, se nota claramente la influencia del finalismo a través del profesor Stratenwerth. El penalista Hans Welzel, padre del finalismo con referencia a la responsabilidad de las personas jurídicas dice: “Actúa alguien como órgano de representación autorizado de una persona jurídica, como socio representante autorizado de una sociedad mercantil o como representante legal de otro y realiza el tipo legal de un delito, es responsable como autor, aunque los elementos personales especiales que fundamentan la penalidad de este tipo no concurran en él, pero si en el representado”. Para el análisis de esta formula es necesario reafirmar que la responsabilidad penal es personal. Con sobrada razón sostiene Jimenez de Asua, que las personas jurídicas no son capaces del conocimiento de los hechos y de su significación injusta, y, en consecuencia, no pueden ser culpables. Si la culpabilidad es una de las características básicas de la infracción penal, es obvio que las sociedades no pueden perpetrar delitos. La reforma de 1997, ha incluido en el Codigo penal, el articulo 13, ter, bajo el nomen iuris de Responsabilidad Penal del Organo y del Representante, una formula que viene a llenar una laguna penal expuesta por la doctrina y la legislación comparadas ya que en el caso que una persona física actue en representación de una persona moral, si no existiese una formula que determinara claramente la solución para la responsabilidad, en aplicación del principio de legalidad, seria imposible dicha solución porque, como afirma el profesor Cerezo Mir, “ninguno de los dos realiza completamente el tipo, ambos deberían quedar completamente impunes, en los delitos especiales propios; el que actúa, porque no reúne las características que el tipo exige para ser autor del delito y la persona en cuyo nombre o representación obra, porque ni realiza la acción u omision típica ni tiene el dominio del hecho”. En este caso algunos elementos que fundamentan la tipicidad concurren en la persona jurídica o en la representada y otras se dan en la conducta del administrador o representante. La formula introducida permite reunir todos los elementos del tipo penal en la conducta de estos últimos.
RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURIDICAS. –
Para el Derecho penal es distinto el concepto que se tenga en otras ramas del ordenamiento jurídico. Así por ejemplo, en el derecho mercantil puede tener importancia la distinción entre sociedad de responsabilidad limitada y sociedad civil; sin embargo, al penalista le interesa la comprobación de que determinadas asociaciones (puede ser de derecho publico o derecho privado) actúan con los elementos objetivos de la autoría de las delitos especiales. Entran en consideración también, las fundaciones, las ONGs, herencias yacentes que si bien, formalmente no pueden ser consideradas personas jurídicas, sin embargo, “no cabe duda de que desde un punto de vista material esas situaciones jurídicas objetivas pueden describir ámbitos de dominio en los que se encuentran bienes jurídicos protegidos por el DP y que en dichos ámbitos de dominio se corresponden con las descripciones de algunos elementos objetivos de la autoría… El fin de protección de los bienes jurídicos del DP debe constituir la idea rectora para la interpretación del concepto persona jurídica.” Habida cuenta de que el concepto de acción presupone conducta humana, se descarta por completo que las personas jurídicas puedan realizar una acción. A este respecto, Zaffaroni afirma: en el derecho penal strictu sensu, las personas jurídicas no tienen capacidad de conducta, porque el delito se elabora sobre la base de la conducta humana individual: solo un individuo es posible autor de un delito, nunca una persona moral. Esta es la posición de la mayoría de la doctrina penal, aunque han existido posiciones de establecer responsabilidad penal para las personas jurídicas haciendo equivalencia a la estructura del cuerpo humano. Asi por ejemplo, el directorio o la gerencia pertenecería al cerebro, los operadores al sistema cardio vascular y los obreros al sistema motor y, consiguientemente existiría, responsabilidad penal. A este respecto, me parece ilustrativo consignar la opinión de Aquiles Mestre: “Si la persona moral tiene normalmente órganos puede también poseer representantes que ella escogerá. Mas, como no puede obrar sino mediante órganos, es evidente que no podrá determinarse mas que por estos…. Algunos autores han deducido de la necesidad en que se halla el órgano de la persona moral de no obrar mas que en los limites de su competencia, la conclusión de que nunca podrá decirse que hay competencia para cometer delitos. Por consiguiente, desde el momento en que se haya cometido un delito por un individuo , órgano de la persona moral, no podrá ser imputado a esta y quedara por completo a cargo de su autor material. Esta errónea doctrina es una consecuencia de la confusión que reino durante tanto tiempo entre órganos y representantes y se concibe perfectamente respecto a los representantes, cuyos actos licitos únicamente, y los licitos, solo desde el punto de vista de la responsabilidad civil, pueden recaer sobre la persona mora. Por fin con respecto a la aplicación de la pena Ciertamente, la comunidad no podrá ser decapitada