Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
y Educación Ambiental
transposición didáctica y las metodologías, así como los mo de recursos y la generación de residuos afectan al
materiales y recursos disponibles. equilibrio del medio ambiente y al mantenimiento del
desarrollo sostenible. La última parte del manual está
Se debe aplicar una metodología activa en la que los
dedicada plenamente a la temática de la Educación
alumnos se sientan involucrados, experimenten por sí
mismos y generen sus propias hipótesis desde las eda- Ambiental y al desafío que representa para el docente
la sensibilización y capacitación del alumno, para que
en Educación Infantil
des más tempranas. El maestro debe estar al lado del
•
alumno, ayudándole a comprobar si sus predicciones este actúe de forma equilibrada y positiva con su entorno
Francisco Amaro, Ana Isabel Manzanal y María José Cuetos
•
Francisco Amaro
Didáctica de las
Ciencias Naturales
y Educación Ambiental
en Educación Infantil
Francisco Amaro, Ana Isabel Manzanal
y María José Cuetos
Didáctica de las
Ciencias Naturales
y Educación Ambiental
en Educación Infantil
manuales
Primera edición: septiembre de 2015
© Francisco Amaro Torres, Ana Isabel Manzanal Martínez y María José Cuetos Revuelta, 2015.
© Imágenes: Shutterstock.
ISBN: 978-84-16125-91-3
Depósito legal: LR-1077-2015
Impreso en España – Printed in Spain
Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito del editor cualquier
forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de
esta obra, que será sometida a las sanciones establecidas por la Ley. Diríjase
a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o
escanear algún fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a través de
la web www.conlicencia.com o por teléfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47.
Índice
Prólogo | 11
Bibliografía | 183
Prólogo
11
vechar la curiosidad e interés innatos del niño por los elementos del
medio físico para establecer una base sólida de futuros aprendizajes
científicos. Nuestra intención ha sido contribuir a impulsar un cambio
de actitud del profesorado hacia la ciencia, convertirla en atractiva y
asequible también para el docente, pormenorizando todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje, la transposición didáctica, metodologías, mate-
riales y recursos disponibles. Organizar el desarrollo del proceso educa-
tivo es una tarea compleja y laboriosa; por eso se ha intentado clarificar
todo lo relativo a la programación didáctica para facilitar las decisiones
del docente sobre qué enseñar, cómo y en cuánto tiempo.
La última parte del manual está dedicada plenamente a la temática
de la educación ambiental y al desafío que representa para el docente la
sensibilización y capacitación del alumno, para que este actúe de forma
equilibrada y positiva con su entorno más próximo. La educación am-
biental debe formar parte de la cultura de toda la población, ya que el
creciente consumo de energía, el proceso de industrialización, el consu-
mo de recursos y la consiguiente generación de residuos afectan al equi-
librio del medio ambiente y el mantenimiento del desarrollo sostenible.
Se hace hincapié en que el docente introduzca los conceptos medio-
ambientales desde el principio de la escolarización para que las nuevas
generaciones estén capacitadas para adoptar modelos de vida respe-
tuosos con el medio ambiente y tomar decisiones para dar solución a
los grandes problemas ambientales que afectan a nuestro planeta con
actitud reflexiva y respetuosa.
Es por ello que se ha pretendido ofrecer una visión teórica y útil
para que el maestro encuadre el modelo de educación ambiental por
el que apuesta el marco educativo actual, donde se detallan los prin-
cipios y objetivos que persigue y la concepción transversal, global e
interdisciplinar con la que ha sido integrada en el currículo. Asimismo,
la revisión genérica de los impactos más relevantes de las actividades
humanas sobre la Naturaleza que afronta el planeta, servirá de ayuda
para comprender las claves de cada problema ambiental y movilizar la
acción individual y colectiva hacia la sostenibilidad. Finalmente, en el
último capítulo se exponen algunos ejemplos de actividades prácticas,
sencillas y factibles, que esperamos sean provechosas a la hora de intro-
ducir satisfactoriamente la educación ambiental en el aula.
13
La enseñanza de las ciencias en la etapa escolar debe considerar
las interrelaciones de los contenidos (conceptuales, procedimentales
y actitudinales) de ciencias afines como son la biología, la geología,
la física y la química. Por esta razón, durante la etapa escolar se estu-
dian integradas como ciencias naturales. Los elementos comunes de
las didácticas de estas ciencias conformaron una disciplina indepen-
diente hace ya más de cincuenta años, surgiendo así la didáctica de las
ciencias naturales, como «la ciencia de enseñar ciencias» (Izquierdo y
Sanmartí, 2001).
27
observar. El profesor debe guiar al niño para que aprendan a mirar con
detenimiento.
Experimentar es una acción intencionada, por ello el profesor ha de
motivar a los niños para fomentar en ellos la experimentación, propi-
ciando así que los niños desarrollen iniciativa por la investigación. Se
puede comenzar a ser científico a los cuatro años, y el aula de Infantil o
el patio pueden ser lugares idóneos para realizar nuevos descubrimien-
tos. La curiosidad innata de niños y niñas les convierten en uno de los
colectivos más receptivos a la experimentación.
Cuando a través del juego en casa, o incluso en actividades experi-
mentales programadas en el aula, niños y niñas experimentan con obje-
tos cotidianos como el azúcar, la harina, el algodón, el velcro, el barro,
etc., están obteniendo información sobre diferentes texturas, por ejem-
plo. El niño probablemente no sabrá aún definir la palabra «textura»,
pero ya habrá construido este concepto y lo habrá incorporado a sus
estructuras de conocimiento. Ahora es el momento de que el maestro
interrogue a los niños, para ayudar a definir conceptos, establecer redes
conceptuales y sistematizar el conocimiento aprendido.
Por ello es importante que la enseñanza de las ciencias en Educa-
ción Infantil brinde a los niños multitud de situaciones propicias al des-
cubrimiento de nuevos materiales, sabores, texturas, transformaciones
de los materiales, etc. Para que, guiados por el maestro, niños y niñas
realicen sucesivas comprobaciones mediante la experimentación. Pues
es con estas con las que los niños reelaboran la información que obtie-
nen (Vega, 2006).
Alimento
Sal
Salado
Carne Pescado Ensaladas Patatas fritas
Desierto
El mar Los ríos Las nubes
Como vimos anteriormente, las ideas previas de los niños, al estar ba-
sadas principalmente en la intuición y sus experiencias personales, son
especialmente estables y resistentes al cambio (véase la Tabla 3 del
anexo final). Pero hay que destacar además que las ideas que los niños
construyen en el ámbito escolar son aún más resistentes al cambio.
La educación científica en las etapas de Educación Infantil y Pri-
maria tiene como finalidad que el niño reemplace estos contenidos
frecuentemente erróneos por los transmitidos por el maestro. Es de-
cir, por aquellos conocimientos científicos correctos que el profesor
ha adaptado, mediante el proceso de transposición didáctica, para que
sean comprensibles y asimilables por niños y niñas. Por esta razón, los
docentes han de poner sumo cuidado en este proceso. En muchas oca-
siones el maestro encuentra dificultad para abordar ciertos contenidos
científicos complejos, y opta por simplificarlos con la finalidad de ha-
cerlos más sencillos para sus alumnos. El problema aparece cuando el
A B
! !
C D
Figura 2. Ejemplo de actividad para la detección de ideas previas sobre reacciones químicas y
procesos físicos.
43
2. Flexibilidad: la programación persigue sistematizar el proceso
de enseñanza-aprendizaje planificando la actividad en el aula,
eliminando actuaciones basadas en la improvisación. Sin embar-
go, la programación no constituye un plan de actuación cerrado,
sino abierto a la posibilidad de realizar modificaciones, corregir
errores o añadir nuevas ideas en definitiva. Además de contar con
medidas de atención a la diversidad, la programación debe ser lo
suficientemente flexible para permitir alcanzar el mismo objetivo
mediante distintas actividades, ya que dentro del mismo grupo de
alumnos pueden incluirse niños con distintas necesidades. Así,
la programación idónea primará la flexibilidad en las unidades di-
dácticas que la integran, lo que permitiría seleccionar distintas se-
cuencias de actividades en una unidad didáctica que resulte más
adecuada para ciertos alumnos.
3. Concreción: la programación debe concretar el plan de actua-
ción que guiará la actividad docente en el aula.
4. Viabilidad: las propuestas didácticas planteadas deben ser rea-
listas no solo en referencia al contexto, sino también en cuanto a
los recursos disponibles para su puesta en práctica. Para llevar la
programación a cabo es importante que se cuente con los recur-
sos materiales y espacios del centro educativo previstos. Debe
ajustarse al tiempo disponible, de modo que se lleven a cabo to-
das las actuaciones planificadas, incluidas acciones que evalúen
la programación.
•• Objetivos y contenidos.
•• Secuenciación de actividades y contenidos.
•• Materiales y recursos didácticos.
•• Organización del espacio y el tiempo.
•• Criterios y metodología de evaluación.
Debemos tener en cuenta, además, que para que los alumnos ad-
quieran una idea científica que suponga un cambio en su forma de
explicar un fenómeno natural, es insuficiente realizar exclusivamente
actividades basadas en la transmisión de nuevas ideas. Los criterios
metodológicos que se han planteado en el proyecto curricular, las ca-
racterísticas del grupo, y los medios y recursos de los que se disponen,
son factores a considerar a la hora de elegir y planificar las actividades
de la unidad. Finalmente, tanto la selección como la secuenciación de
actividades van a depender del planteamiento que cada profesor tenga
sobre cómo podrían mejorar sus alumnos. En base a cómo se enfoque
una actividad, esta podrá tener unos objetivos muy diferenciados. Va-
rios criterios a considerar en la selección de actividades para ciencias
naturales vienen recogidos en la Tabla 11 (véase anexo al final del libro).
Es muy importante el diseño de nuevas actividades y la innovación
en el aula de ciencias naturales. En el campo de la educación de las
ciencias varios trabajos afirman que el conocimiento científico no es
comprendido por los alumnos hasta que no lo utilizan (Duschl et al.,
2007; Osborne y Dillon, 2008). Es decir, es difícil explicarles a los
57
La metodología expositiva tradicional transmite al alumno una vi-
sión dogmática de la ciencia, lejana, una ciencia no útil y que resulta
del todo irrelevante para sus intereses y experiencias. Esto es especial-
mente importante cuando nos referimos a la enseñanza de las cien-
cias en Educación Infantil y Primaria; puesto que, como discutimos
anteriormente, la relación del niño y la niña con la ciencia y su actitud
hacia ella se establecen durante en las primeras etapas de su educación
científica.
Afortunadamente, a partir de las décadas sesenta y setenta aparece
una nueva forma de entender la enseñanza de las ciencias naturales,
debido fundamentalmente a la influencia del pensamiento pedagógico
de Jean Piaget. Así, con la aplicación de las teorías de Piaget a la ense-
ñanza de las ciencias aparece la metodología denominada de aprendi-
zaje por descubrimiento (véase la Tabla 14 en anexo final). Según esta
nueva metodología, que se basa principalmente en el método científico,
el alumno es capaz de aprender por sí mismo si el profesor le facilita las
herramientas y procedimientos necesarios. Por ello, este nuevo modelo
didáctico se centrará fundamentalmente en los procedimientos, y en
menor medida en los contenidos.
Con la llegada de los ochenta, la metodología de aprendizaje por
descubrimiento será reemplazada, o completada al menos, por el mo-
delo de enseñanza constructivista, que analiza el proceso de enseñan-
za-aprendizaje de las ciencias desde una perspectiva más compleja
(véase la Tabla 15). Al igual que el aprendizaje por descubrimiento,
el constructivista también persigue que el alumno aprenda significa-
tivamente, pero empleando diversas metodologías, y otorgando igual
importancia a los contenidos científicos de tipo conceptual, proce-
dimental y actitudinal. Pero además este modelo didáctico tiene en
cuenta las ideas previas de los alumnos y las utiliza como base para
que, a través del cambio conceptual, estos construyan nuevo conoci-
miento. Con este modelo surgen así las programaciones de actividades
didácticas, que incluyen secuencias de actividades de apertura, cuya
finalidad radica en motivar a los alumnos y detectar sus ideas previas;
pequeñas investigaciones dirigidas; actividades de análisis y manejo
de datos; y actividades de generalización y consolidación de los nuevos
conocimientos adquiridos.
4.2.3. Rincones
75
Ovidio Decroly fue quien propuso el término «globalización», ba-
sándose en la falta de madurez cognitiva de los niños durante el periodo
0-6 años, ya que perciben el mundo como un todo y no dividido en
partes. Los niños tienen una visión sincrética y totalizadora de la rea-
lidad. Este hallazgo de que el niño percibe su entorno de forma global
ha tenido gran trascendencia a la hora de replantear la enseñanza y el
currículo actual desde una perspectiva globalizadora. El enfoque globa-
lizador consiste en un modo de organizar los conocimientos y las expe-
riencias, acorde a la estructura cognitiva y afectiva del niño, respetando
sus intereses y necesidades, proporcionando aprendizajes significativos
de la realidad (Zabala, 2006).
En los pequeños se manifiesta un egocentrismo innato, una incapa-
cidad cognitiva para distinguir la perspectiva del otro. El niño piensa
que el mundo existe entorno a él, a sus necesidades y sus intereses.
Esto conlleva que el contenido principal de esta etapa sea lo próximo,
sus vivencias, la vida cotidiana, su conocimiento y su adaptación a él.
La realidad, como fuente de experiencias y conocimiento, es com-
pleja, y en cualquiera de sus manifestaciones hay implícitos factores
afectivos, cognitivos y expresivos interrelacionados. La globalización
entendida como interdisciplinariedad aconseja evitar la fragmentación
del conocimiento en disciplinas; al contrario, en una misma área todas
las materias se enriquecen entre sí. El docente debe enseñar la realidad
en función de su complejidad y no a través de límites (Zabala, 2006).
En cuanto al proceso de aprendizaje, el enfoque globalizador está
muy ligado a la significatividad. El aprendizaje no se produce por acu-
mulación, sino por construcción de esquemas de conocimiento cuyos
elementos guardan entre sí una estrecha relación. Un contenido será
significativo y funcional cuando el niño sepa el porqué y para qué de
dicho contenido. Más aún, el aprendizaje será tanto más significati-
vo cuantas más relaciones puedan establecerse entre lo que ya sabe y
lo nuevo (especialmente cuando se deriva de la experiencia). En este
sentido, las situaciones reales son complejas, favorecen relacionar las
experiencias con lo nuevo, a la vez que comprometen la totalidad del
individuo, es decir, no solo la adquisición cognitiva sino también el
equilibrio afectivo, y en consecuencia la significatividad del aprendizaje
será mayor (Pareja, 2011).
Observación 1 Experimento
Observación 2 Hipótesis
Observación 3 TEORÍA
91
Bacon e Isaac Newton, entre otros, y a lo largo de la historia se ha ido
perfeccionando. Para ello los científicos realizan una serie de pasos,
bien definidos, que permiten que al final de su realización se obtengan
unos resultados fiables (Figura 5).
Los pasos que se siguen en toda investigación científica son los si-
guientes:
101
blemática ambiental comienza a valorarse como factor de conflicto so-
cial en los foros internacionales, y surge la educación ambiental como
instrumento para la creación de una nueva ética universal. El origen
del corpus teórico se acuerda en la conferencia intergubernamental de
Tbilisi en 1977 y se establece que la educación ambiental llegue a la es-
cuela y a todos los individuos. De hecho, en su informe final quedaron
recogidas las conexiones entre el movimiento educativo emergente y la
problemática del desarrollo en toda su extensión, tanto física, natural,
como social (Novo, 2009). Desde entonces han sido numerosos los
congresos, reuniones y programas internacionales o nacionales, tanto a
nivel político, científico como educativo que han contribuido al debate,
a su construcción y difusión (véase Tabla 32 en anexo final). Conceptos
tales como el desarrollo sostenible y la economía sostenible se anexiona-
ron después, buscando avanzar hacia la equidad social y la garantía de
una protección ambiental en un mundo superpoblado. La divulgación
de la problemática ambiental y sus repercusiones a través de los medios de
comunicación lo ha convertido en cotidiano para las personas.
Los enfoques posibles sobre el tema ambiental son variados, desde
el naturalista, científico, ético, económico, holístico, regional, etc., y
en consecuencia no existe consenso sobre una definición de educación
ambiental. Aquí se recoge una formulada años atrás, en el Congreso In-
ternacional de Educación y Formación sobre Medio Ambiente de 1987,
cuando la comunidad internacional empezaba a convencerse de la
urgencia de incidir en los individuos, de crear en ellos valores que
frenasen la actitud destructiva hacia nuestro planeta, y que conserva
su validez en la actualidad: «La educación ambiental es un proceso
permanente en el cual los individuos y las comunidades adquieren
conciencia de su medio y aprenden los conocimientos, los valores,
las destrezas, la experiencia y también la determinación que les capa-
cite para actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los
problemas ambientales presentes y futuros» (ISEE, 1987, punto 11,
citado en Novo, 1998).
De esta definición se deduce que la educación ambiental conlleva
no solamente el estudio del medio físico y biológico, sino también la
conexión del hombre con su medio. Para conseguir una visión integral
es requisito incluir el aspecto social y cultural del entorno. Pero la defi-
•• Carácter interdisciplinar
En la educación, y en la educación ambiental en particular, es im-
prescindible que se fomente una visión integradora, donde las discipli-
nas trasciendan sus límites y se enriquezcan mutuamente para lograr
mejor comprensión de la realidad en unos contextos sociales dinámi-
cos. Las contribuciones que cada materia aporta sobre cualquier con-
cepto o fenómeno confluyen para conocer las facetas del mismo y son
complementarias.
La interdisciplinariedad, más que yuxtaponer los conocimientos
dispersos en las ciencias y las humanidades, facilita la articulación de
las áreas para estudiar los problemas ambientales, y sobre todo ade-
cuarlas a las necesidades de aprendizaje de los alumnos (Antón, 2000).
Sin embargo, desde el punto de vista operativo del centro, cuando se
plantea la interdisciplinariedad, el maestro vacila entre si considerarla
una solución o bien un obstáculo añadido, porque muchos están ha-
bituados a trabajar en su aula y con una estructura compartimentali-
zada. Cabe recordar que la interdisciplinariedad y la globalización son
estrategias pedagógicas beneficiosas para que el equipo de docentes
consensúe y organice de forma coherente contenidos y actividades du-
rante la etapa.
115
nociones de pensamiento ecológico para mejorar su eficiencia y per-
durabilidad.
La relación entre medio ambiente y actividad económica tiene lu-
gar mediante el flujo de materia y energía que circula entre ellos. Para
mantener un equilibrio respecto el uso de recursos es necesario que en
este sistema las «entradas» sean igual a las «salidas»: que los recursos
naturales que se consumen (salida) sean iguales a su tasa de renovación
(entrada) y que los residuos de las actividades de producción y consu-
mo (entrada) sean iguales a la capacidad de asimilación o autorregula-
ción de los mismos por parte de la Tierra (salida). Puede ocurrir que las
salidas superen a las entradas y cuando esto ocurre el medio ambiente
se convierte en un bien escaso, y los bienes antes considerados gratui-
tos pasan a ser bienes económicos. El deterioro ambiental está causado
no solo por el ritmo de crecimiento económico sino también por unas
tasas de consumo de recursos ambientales por encima de las tasas de
regeneración.
En 1987 se publicó el informe Brutland (Nuestro Futuro Común),
editado por la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, con
una visión global de los problemas medioambientales y en el que por
primera vez se nombra el desarrollo sostenible como: aquel que satis-
face las necesidades de la generación del presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias nece-
sidades. Se requiere lo siguiente:
8.2.1. La contaminación
135
rejas propicia el trabajo colaborativo, la interacción con sus iguales y el
desarrollo de habilidades emocionales en los pequeños.
En los talleres se parte de los conocimientos previos de los alumnos
y utilizando un carácter globalizador se propicia un aprendizaje signifi-
cativo. Se propone para trabajar en talleres y a modo de ejemplo de este
apartado actividades como el reciclaje de residuos y la experimentación
con agua, fomentando el descubrimiento del entorno, la elaboración de
materiales, el desarrollo de la autonomía del alumnado y su forma
de expresión (lenguaje verbal, corporal y artístico)
Se trabajan también:
Actividades propuestas:
En asamblea se recoge la información que tienen sobre qué es el agua,
dónde se encuentra, cómo es, para qué se utiliza y si podemos vivir
sin agua. Se puede buscar agua en el centro escolar (en botellas, en la
cocina, los baños, el patio, las macetas de las plantas…) o que piensen
dónde usan el agua en sus casas o en el lugar donde viven.
Se comprueba que existe en diferentes cantidades no solo en la na-
turaleza (mares, ríos y lagos), sino también en el cuerpo humano, las
plantas o frutas. Pueden regar las plantas de la clase o el jardín para
verificarlo.
Tras una reflexión inicial e indagación sobre sus conocimientos pre-
vios el taller se plantea en forma de experimentos, de modo que en
cada sesión se trabaje un experimento diferente. A lo largo de diversas
sesiones se habla del agua: su uso, sus propiedades, su forma…todo
ello interpretado por los sentidos.
El modo de trabajo en todos los experimentos para emplear el mé-
todo científico será:
9.2.3. Ecomuseos
Objetivos:
Actividades:
Los pájaros y los insectos forman parte del mundo de los niños real y de
ficción, que despierta en ellos interés y curiosidad. El docente puede
aprovechar esa curiosidad natural para que se aproximen a estos anima-
les adoptando una actitud investigadora en el jardín.
Objetivos:
Actividades:
Actividades:
Actividades:
Actividades:
Actividades:
163
Tabla 2. Principales problemas vinculados con la enseñanza de las ciencias experimentales en
la etapa escolar.
Tabla 6. Tabla de registro de los resultados esperados y los observados por los niños en la acti-
vidad.
Cerillas
Llave
metálica
Corcho
Barquito grande
de madera
Barquito
pequeño de
madera
Barquito de
papel
Esponja
Cuchara
Objeto de
Poliespan
Alimentación Nutrición
•• Utilidad.
•• Fácil acceso y difusión.
•• Variados en formato, contenido y fases del proceso de enseñanza-aprendizaje.
•• Compatible con la metodología de enseñanza adoptada.
•• Capacidad motivadora de los contenidos y actividades que propone.
•• Nivel de interactividad.
•• Capacidad para admitir distintos niveles de comprensión.
•• Capacidad de fomento de la curiosidad, la actitud científica y actitud de respeto con el
medio ambiente.
Tipo de
materiales Ejemplos
•• Decretos de enseñanzas mínimas, elabora-
do por el Ministerio de Educación.
•• Guías para la elaboración del Proyecto
Educativo y Curricular del Centro.
•• Modelos de secuenciación de contenidos,
Materiales para la elaboración del proyecto
elaborados por la administración educati-
curricular
va.
•• Guías didácticas.
•• Modelos-guía de programación en el aula
elaboradas por la administración educati-
va (por tanto tienen carácter orientativo).
•• Libros de texto.
•• Materiales lúdicos para la Educación Infan-
til y Primaria.
Materiales de apoyo en el aula •• Cuentos y medios impresos.
•• Tecnologías de audio y vídeo.
•• Telecomunicaciones y Tecnologías de la In-
formación y la Comunicación.
Actividades a realizar:
Tabla 29. Orientaciones para el docente en el diseño de visitas a espacios centrados en la educa-
ción de las Ciencias Naturales. Basado en Chen et al. (2000).
Tabla 32. Breve recorrido histórico por los hitos de la educación ambiental
Área Objetivo
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor
Conciencia sensibilidad y conciencia a del medio ambiente en general y de los
problemas conexos.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una
comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los
Conocimiento
problemas conexos, de la presencia y función de la humanidad en él,
lo que entraña una responsabilidad crítica.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores
Actitudes sociales y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse
a participar activamente en su protección y mejoramiento.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes
Aptitudes
necesarias para resolver los problemas ambientales.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas
Capacidad de evaluación y los programas de educación ambiental en función de los factores
ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su
sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente
Participación
necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente,
para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.
Fuente: Carta de Belgrado sobre Educación Ambiental, 1975 (citado en Novo, 1998).
183
Benarroch, A. y Marín, N. (2011). Relaciones entre creencias sobre
enseñanza, aprendizaje y conocimiento de ciencias. Enseñanza de
las Ciencias, 29(2), 289-304.
Biscarri, J. (2000). Condicionantes contextuales de las atribuciones de
los profesores respecto al rendimiento de sus alumnos. Revista de
Educación, 323, 475-492.
Bo, R. M. y Sáez, A. (2005). Dimensiones obtenidas en los obstáculos
percibidos para la integración de las nuevas tecnologías de la infor-
mación y la comunicación (NTIC) por parte de los profesores de
la Comunidad Valenciana. Actas del XXII Congreso Nacional de
Modelos de Investigación Educativa.
Boesdorfer, S., Lorsbach, A. y Morey, M. (2012). Using a vicarious lear-
ning event to create a conceptual change in preservice teachers’
understandings of the seasons. Electronic Journal of Science Educa-
tion, 15, 1, 1-14.
British Educational Communications and Technology: BECTA.
(2004). A review of the research literatura on barriers to the uptake
of ICT by teachers. Consultado en agosto de 2014 en http://www.
becta.org.uk
Busquets, M. D. (1993). Los temas transversales. Claves de la formación
integral. Madrid: Santillana.
Bybee, R. W. (1997). Achieving scientific literacy: From purposes to
practices. Portsmouth: Heinemann.
Caballer, M. J. y Jiménez, I. (1992). Las ideas previas de los alumnos y
alumnas a cerca de la estructura celular de los seres vivos. Enseñan-
za de las Ciencias, 10(2), 172-180.
Cabero, J. (2006). Nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Madrid:
McGraw-Hill.
Cáceres, E., Membrilla, E., Moreno, E. y Nevado, E. (1995). Flick a la
serra de Collserola. Trabajo de curso. Barcelona: Universistat Autó-
noma de Barcelona.
Cañal, P. (2007). La investigación escolar, hoy. Alambique. Didáctica de
las Ciencias Experimentales, 52, 9-19.
Caramazza, A., McCloskey, M. y Green, B. (1981). Naive beliefs in so-
phisticated subjects: misconceptions about trajectories of objects.
Cognition, 9, 117-128.
Bibliografía 185
Cubero, R. (1988). Los marcos conceptuales de los alumnos como es-
quemas de conocimiento. Una interpretación cognitiva. Investiga-
ción en la Escuela, 4, 3-11.
Davis, D. (2011). Teaching Science Creatively. Oxon: Routledge.
De Pablo, P. (1992). Diseño del currículo. Una propuesta de autoforma-
ción. Mare Nostrum: Madrid.
Domínguez Chillón, G. (2013). Proyectos de trabajo. Escuela diferente.
Colección Aula Abierta. Madrid: Ed. La Muralla S.A.
Driver, R. (1996). Ideas científicas en la infancia y en la adolescencia.
Tercera edición. Madrid: Morata Ediciones.
Dunbar, K., y Klahr, D. (1989). Dual-space search during scientific
reasoning. Cognitive Science, 12(1), 1-55.
Duschl, Richard A., Schweingruber, Heidi A. y Shouse, Andrew W.
(2007). Taking science to school: Learning and teaching science in
grades K-8. Washington, DC: National Academies Press.
Educ. Quím., 21(2), pp. 106-110. Universidad Nacional Autónoma de
México, ISSN 0187-893-X. Recuperado de http://garritz.com/ando-
ni_garritz_ruiz/documentos/2013/04_editVol21-2Indagacion2010.
pdf
Espinet Blanch, M. (1995). El papel de los cuentos como medio de
aprendizaje de las ciencias en la Educación Infantil. Revista Aula de
Innovación Educativa. 44, 59-64.
European Commission. (2006). Benchmarking Access and Use of
ICT in European Schools 2006. Consultado en agosto de 2014 en:
http://ec.europa.eu/information_society/eeurope/i2010/docs/studies/
final_report_3.pdf
European Commission. (2010). Science and Technology. Special Euro-
barometer, 340. Brussels.
FEYCT (2010). Percepción social de la ciencia y la tecnología. Madrid.
Franquesa, T. (2006). El valor de la sostenibilidad. En T. Franquesa
et al., La sostenibilidad. Un compromiso de la escuela. Claves para
la innovación educativa 37 (pp. 13-20). Barcelona: Editorial Grao.
Freire, H. (2011). Educar en verde. Ideas para acercar a niños y niñas a
la naturaleza. Barcelona: Editorial Grao.
Fuentes Esparrel, J. A., Ortega Carrillo, J. A. y Lorenzo Delgado, M.
(2005). Tecnofobia como déficit formativo. Investigando la integra-
Bibliografía 187
Gil, D. y Vilches, A. (2006). ¿Cómo puede contribuir el proyecto PISA
a la mejora de la enseñanza de las ciencias (y de otras áreas del co-
nocimiento)? Revista de Educación, 2006, 295-311.
Gómez Hurtado, I. y García Prieto, F. J. (coords.) (2014). Manual de
Didáctica. Aprender a enseñar. Madrid: Ed Pirámide.
Gopnik, A. (2012). Scientific Thinking in Young Children: Theoretical
Advances, Empirical Research, and Policy Implications. Science,
337 (6102), 1623-1627.
Gopnik, A., y Meltzoff, A. N. (1998). Words, thoughts and theories.
Cambridge: MIT Press.
Harlen, W. (1989). Enseñanza y aprendizaje de las ciencias. Madrid:
Morata y MEC.
Helm, H. (1980). Misconceptions in Physics among South African
Students. Physics Education, 15, 92-105.
Hewson, P. W. (1981). A conceptual Change Approach to Learning
Science. European Journal of Science Educacion, 3, 383-396.
Hierrezuelo, J. y Montero, A. (1988). La ciencia de los alumnos. Barce-
lona: MEC-Laia.
Ibáñez Sandín, C. (2003). El proyecto de Educación Infantil y su prác-
tica en el aula. Madrid: La muralla.
Informe ENCIENDE (2011). Análisis, reflexiones y propuestas para
un acercamiento de la ciencia al mundo escolar que promueva en
los niños el interés por la ciencia, el aprendizaje científico y una
visión no estereotipada de la empresa científica y sus protagonistas.
Madrid: COSCE.
Informe ENCIENDE (2011). Análisis, reflexiones y propuestas para
un acercamiento de la ciencia al mundo escolar que promueva en
los niños el interés por la ciencia, el aprendizaje científico y una
visión no estereotipada de la empresa científica y sus protagonistas.
Madrid: COSCE.
Izquierdo, M. y Sanmartí (2001). Hablar y escribir para enseñar ciencias.
Enseñanza de las Ciencias. Número extra, Memorias VI Congreso In-
ternacional sobre Investigación en Didáctica de las Ciencias.
Jarvis, T. y Pell, A. (2004). Primary teachers’ changing attitudes and cogni-
tion during a two-year science in-service programme and their effect on
pupils. International Journal of Science Education, 26(14), 1787-1811.
Bibliografía 189
Osborne, J. F. y Dillon, J. (2008). Science Education in Europe: Critical
Reflections. London: Nuffield Foundation.
Osborne, R. J. y Wittrock, M. C. (1983). Science Teaching and Children’s
views of the world. European Journal Science Education, 5(1), 1-14
Otero, A. R. y Bravo, C. (2003). Taller de educación ambiental. Buenos
Aires: Ediciones Novedades Educativas.
Pareja Fdez de la Reguera, J. A. (2011). Técnicas didácticas globaliza-
doras y modelos interdisciplinares (pp. 163-198). En M. Lorenzo
(coord). Didáctica para la Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
Madrid: Universitas.
Parra Ortiz, J. M. (2010). Manual de Didáctica de la Educación Infantil.
Madrid: Ibergaceta Publicaciones S.L.
Perales Palacios, F. J. y Cañal de León, P. (2000). Didáctica de las cien-
cias experimentales. Alcoy: Editorial Marfil.
Perales, F. J. (2000). Resolución de problemas. Madrid: Editorial Síntesis.
Pozo, J. L., Gómez Crespo, M. A., Limón, M. y Sanz, A. (1991). Pro-
cesos cognitivos en la comprensión de la ciencia: ideas de los alumnos
sobre la química. Madrid: Servicio de Publicaciones del MEC.
Pozo, J. L. y Carretero, M. (1987). Del pensamiento formal a las con-
cepciones espontáneas. ¿Qué cambia en la enseñanza de la ciencia?
Infancia y aprendizaje, 38, 35-52.
Pozuelos Estrado, F. J. (2007). Trabajo por proyectos en el aula: descrip-
ción, investigación y experiencias. Sevilla: Cooperativa Educativa.
Puche, R. (2000). Formación de herramientas científicas en el niño
pequeño. Bogotá: Arango Editores.
Quinto, B. (2005). Los talleres en educación infantil. Barcelona: Graó.
Rabadán, J. y Martínez, P. (1999). Las actitudes en la enseñanza de las
ciencias: una aproximación a una propuesta organizativa y didácti-
ca. Alambique, Didáctica de las Ciencias Experimentales, 22, 67-75.
Ritscher, P. (2007). El jardín de los secretos. Organizar y vivir los espacios
exteriores en las escuelas. Barcelona: Ediciones Octaedro.
Ruiz Heredia, A. (2008). Educación, medio ambiente y didáctica del en-
torno. Teoría y prácticas. Madrid: Editorial Popular.
Sáez-Nieto, J. M. (2005). Modelo de Evaluación para la Educación In-
fantil. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Instituto Nacio-
nal de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo.
Bibliografía 191
«Asumimos la responsabilidad colectiva de promover y
fortalecer, en los planos local, nacional, regional y mundial,
el desarrollo económico, desarrollo social y la protección
ambiental, pilares interdependientes y sinérgicos del
desarrollo sostenible»
(ONU, Informe de la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible, 2002)
UNIR EDITORIAL UNIR EDITORIAL
y Educación Ambiental
transposición didáctica y las metodologías, así como los mo de recursos y la generación de residuos afectan al
materiales y recursos disponibles. equilibrio del medio ambiente y al mantenimiento del
•
son correctas, estimulando su espíritu científico y sus más próximo. Francisco Amaro, Ana Isabel Manzanal y María José Cuetos