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CURSO Y HERRAMIENTAS PRÁCTICAS PARA LA CATEQUESIS

PRIMERA HERRAMIENTA: FICHA DE SENSIBILIZACIÓN

Motivación: Sensibilizarnos a nivel personal y comunitario (parroquial) frente a la


urgente necesidad de pasar de una catequesis que simplemente transmita
contenidos a una catequesis que propicie un encuentro personal con Jesús y un
proceso de maduración en la fe. Así mismo repensar la catequesis en torno a los
desafíos actuales que vivimos como la cultura digital y la emergencia sanitaria que
nos ha obligado a usar las redes sociales para continuar en contacto con los niños,
jóvenes y adultos de la catequesis desde sus casas.

TESTIMONIO

Iluminación bíblica: Mt 16, 13-20

A través de la pregunta de Jesús a sus discípulos: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy?
(Mt 16,15), puede trazarse todo un itinerario catequético que lleve a pensar la
manera de propiciar desde nuestras catequesis un encuentro con la persona de Jesús
y ayudar a los niños, jóvenes o adultos a descubrir en él, la gran noticia que da
sentido pleno a la vida. Es decir, facilitar un camino que permita que ellos mismos
descubran la persona de Jesús y adhieran su vida a Él.

Esta dinámica debe empezar en primer lugar por la experiencia de fe del mismo
catequista, para que luego a través de su propio testimonio, pueda compartir esta
buena noticia a los niños y jóvenes.

Reflexión

- ¿Quién es Jesús para mí?, ¿cómo vivo y alimento mi experiencia de encuentro


cotidiano con Él?
- ¿Cómo puedo ayudar a los niños, jóvenes o adultos que acompaño en la
catequesis para que puedan descubrir a Jesús y encontrar en él, a un amigo que
da sentido a sus vidas?

DIÁLOGO

Texto de referencia: Tomado de la introducción al Nuevo Directorio General para la


Catequesis en su versión digital.
CURSO Y HERRAMIENTAS PRÁCTICAS PARA LA CATEQUESIS

1. La catequesis pertenece por derecho propio al gran proceso de renovación que la


Iglesia está llamada a realizar para ser fiel al mandato de Jesucristo de anunciar
siempre y en todas partes su Evangelio (Cf. Mt 28,19). En la tarea de la
evangelización la catequesis participa, según su propia naturaleza para que la fe
pueda ser alimentada constantemente y en consecuencia se traduzca en un estilo
de vida que debe caracterizar la existencia del discípulo de Cristo. Por eso la
catequesis se relaciona a la liturgia y a la caridad haciendo evidente la unidad
profunda de la vida nueva que brota del Bautismo.

2. Siguiendo esa línea de renovación, el Papa Francisco, en la Exhortación Apostólica


Evangelii gaudium, ha señalado algunas características propias de la catequesis
que la vinculan estrechamente con el anuncio del Evangelio en el mundo de hoy.

- La catequesis kerigmática1, que toca el corazón mismo de la fe y contiene la


esencia del mensaje cristiano, es una catequesis que hace presente la acción del
Espíritu Santo y comunica el amor salvífico de Dios en Jesucristo que continúa
entregándose para dar la plenitud de vida a cada persona. Las diversas
formulaciones del kerygma, abiertas siempre a una mayor profundización, son
también otras puertas importantes de entrada al misterio.

- La catequesis como iniciación mistagógica2 introduce al creyente en la


experiencia viva de la comunidad cristiana, lugar auténtico de la vida de fe. Tal
experiencia formativa es progresiva y dinámica, rica de signos y lenguajes,
favorables para la integración de todas las dimensiones de la persona. Todo esto
se refiere directamente a la conocida intuición, bien arraigada en la reflexión
catequética y en la pastoral eclesial, de la inspiración catecumenal de la
catequesis, que se hace cada vez más urgente recuperar.

3. A la luz de estas líneas que caracterizan la catequesis en clave misionera, se


redescubre también la finalidad del proceso catequético. La comprensión actual
de los dinamismos formativos de las personas plantea que la unión íntima con
Cristo, objetivo final de la propuesta catequética señalado siempre por el
Magisterio, no solo se debe ser presentada como un gran valor en sí, sino que
debe realizarse con un

1
Cf. EG 164-165.
2
Cf. EG 166.
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proceso de acompañamiento3. En efecto, el complejo proceso de interiorización


del Evangelio implica a toda la persona en su propia experiencia de vida. Solo una
catequesis que se concentre en la respuesta a la fe que cada persona debe dar,
puede centrar la finalidad indicada. Ése es el motivo por el cual el presente
Directorio insiste en la importancia de que la catequesis acompañe la maduración
de una mentalidad de fe con una dinámica de transformación, que en definitiva es
una acción espiritual. Ésa sería la forma propia y necesaria de la inculturación de
la fe.

4. Por tanto, al releer la naturaleza y del objetivo de la catequesis, este Directorio


presenta algunas perspectivas que son fruto del discernimiento realizado en el
contexto eclesial de las últimas décadas y que atraviesan todo el documento y
constituyen su marco principal.

- Se reafirma la plena confianza en el Espíritu Santo, que está presente y actúa en


la Iglesia, en el mundo y en el corazón de las personas. Esta convicción da a la
tarea catequética una nota de alegría, de serenidad y de responsabilidad. El acto
de fe nace del amor que desea conocer cada vez más al Señor Jesús, vivo en la
Iglesia; por eso iniciar a los creyentes en la vida cristiana equivale a llevarlos al
encuentro vivo con Él. La Iglesia, misterio de comunión, guiada por el Espíritu
Santo, genera una vida nueva. Con esta mirada de fe se reafirma el rol de la
comunidad cristiana como lugar propio de la generación y maduración de la vida
cristiana.

5. El proceso de la evangelización junto con el de la catequesis, constituyen una


acción espiritual. Ello pide que los catequistas sean verdaderos «evangelizadores
con Espíritu»4 y fieles colaboradores de los pastores. Se reconoce el papel
fundamental de los bautizados. En su dignidad propia de hijos de Dios, todos los
creyentes son sujetos activos de la propuesta catequética, no son convidados
pasivos o meros destinatarios de un servicio y, por tanto, están llamados a ser
auténticos discípulos misioneros.

3
Cf. EG 169-173.
4
EG 259-283.
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Vivir el misterio de la fe en términos de relación con el Señor tiene implicaciones


para el anuncio del Evangelio. Ello pide superar toda contraposición entre
contenido y método, entre fe y vida.

Para la reflexión:

Los 5 primeros numerales del Nuevo Directorio General para la Catequesis describen
las principales líneas que sustentan la catequesis en clave misionera del presente
directorio. A la luz de ellas, podemos compartir los siguientes interrogantes y pensar
la manera cómo podemos empezar a proyectar estas nuevas directrices a los planes
de catequesis que actualmente desarrollamos en nuestras parroquias o
comunidades.

- ¿Qué expectativas tenemos con relación al Nuevo Directorio General de la


Catequesis?

- ¿Cómo podemos trabajar en comunidad o grupo parroquial para hacer del


encuentro vivo con Jesucristo el corazón de nuestras catequesis?

- ¿Qué desafíos nos ha planteado la realidad actual que vivimos en torno al


coronavirus en el desarrollo de nuestras catequesis?

- ¿Cómo podemos ser “evangelizadores con espíritu” desde nuestras catequesis?

Textos para la profundización:

Papa Francisco, Evangelii Gaudium. Bogotá, Paulinas, 2015, artículos 160-173; 259-
263.

Constitución Dogmática Dei Verbum. En: Concilio Vaticano II. Bogotá, Paulinas, 2020.

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