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reflexión

Por Beatriz Borjas


Centro de Formación e
La sistematización de experiencias
Investigación “Padre Joaquín" como estrategia de formación:
Maracaibo, Estado Zulia.
hacia una práctica reflexiva

E
«
n el campo de la sistematización de en una modalidad en la cual el mismo pro-
experiencias se presenta una varie- ceso de sistematización es una oportunidad
dad de escenarios: podemos siste- para la formación del sujeto que sistema-
matizar experiencias en las que no hemos tiza.
participado de forma activa y eso nos exi-
Al escribir sobre ge buscar maneras para saber más de ellas Sobre la experiencia
entrevistando personas, leyendo materiales Si nuestra intención es sistematizar una
lo que nos ha pasado

»
testimoniales que nos permitan reconstruir experiencia en la que hemos participado
iniciamos una nueva la trayectoria recorrida por las experiencias. para saber qué hemos aprendido, para ex-
Pero hay otro escenario posible: ya conoce- plicitar conocimientos adquiridos, enton-
aventura... mos la experiencia porque hemos sido parte ces nos tenemos que preguntar, en primer
de ella y, en ese caso, en su reconstrucción, lugar, si la experiencia ha sido significativa
es importante explicitar lo que hemos expe- para nosotros o nosotras, si ella ha tenido
rimentado como “autor” o “autora” a partir algún efecto en nuestra subjetividad. Desde
de lo que hemos recogido en notas, apuntes, esta perspectiva la experiencia es “algo que a
fotografías, entrevistas a otros participantes, uno le pasa, y, al pasarle, no le deja inaltera-
observaciones de eventos puntuales. do… le forma a uno, o le trans-forma o le de-
En este segundo escenario las inten- forma” (Larrosa, 2003:589). Hay proyectos
cionalidades pueden variar: podemos sis- y situaciones que han sido significativos
tematizar porque deseamos ordenar lo que para las instituciones, pero, sus miembros
sucedió o porque queremos difundir la ex- no se han visto como participantes activos,
periencia. Pero cuando nuestra intención y, por lo tanto, poco pueden haber apren-
es comprender mejor lo que pasa y adquirir dido de lo que ha sucedido.
un conocimiento de esa vivencia, entramos Por otra parte, es importante precisar

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que toda experiencia sucede en un contexto de una “trama” que les va dando su signi- vamos recordando y ordenando en nuestras
histórico determinado que la hace posible y ficado. mentes. Este momento de la sistematiza-
ella ocurre en espacios y tiempos particula- A través de la narrativa vamos constru- ción es importante porque nos permite leer
res que convierten “los saberes de experien- yendo una realidad, una manera de orde- y releer lo que hemos expresado en un texto.
cia” en saberes particulares, relativos, que narla y comprenderla desde nuestra subjeti- Al materializar en una hoja de papel o en la
no siempre pueden generalizarse. Además, vidad. Como nos recuerda Bruner, en toda pantalla de una computadora la experien-
durante el transcurso de una experiencia narrativa hay un paisaje exterior marcado cia, tenemos la oportunidad de volver sobre
se suceden acciones previstas o imprevistas por eventos y contexto, y un paisaje interior ella para revisarla, para juzgar si realmen-
que producen resultados o efectos sobre lo marcado por nuestras intencionalidades, te hemos dicho todo lo que teníamos que
que ya existía; también durante el transcur- emociones y sentimientos. Pero para que decir de ella en un momento determinado.
so de la experiencia se establecen relaciones podamos narrar tenemos que desarrollar Pasamos de escritores a lectores de nuestro
entre las personas que actúan, perciben, una capacidad de escucha, de atención que relato y así empezamos a distanciarnos de
sienten, interpretan lo que va aconteciendo nos permite estar abierto a aprender de lo la experiencia, a mirarla desde afuera para
(Jara, 2006), por consiguiente, los saberes que estamos experimentando. reflexionarla.
de experiencia son subjetivos, muy perso- Bruner ha concluido que así como exis- Muchas veces, por el miedo a la escri-
nales que dependen mucho de las personas te una manera de conocer regida por la tra- tura, atravesamos muy rápido esta etapa.
concretas involucradas. dición lógico-científica que llega a explicar Sin embargo, si queremos que la sistema-
y a predecir la realidad a través de proce- tización de experiencias sea parte de un
La narración de la experiencia dimientos de verificación objetivos, tam- proceso formativo debemos detenernos
Para que esas acciones adquieran un or- bién hay una modalidad de “pensamiento mucho en el proceso de escritura, releernos.
den, un sentido es preciso que la experiencia narrativo” dominado por el discurso de la Hay que entrenarse para aprender a escribir
se convierta en una narración en la que los práctica que expresa intenciones, deseos bien, acostumbrarse a leer buenas narracio-
acontecimientos se articulen en una trama. y acciones estableciendo conexiones y no nes que nos puedan servir de ejemplo. En
Cada uno de nosotros recordará lo que ha divisiones entre los eventos porque lo que los procesos de volver sobre lo escrito, Peña
acontecido según el impacto que ha tenido interesa no es el conocimiento formal, abs- Borrero (s/f), un educador que ha llevado
en nuestras vidas; a medida que recordamos tracto, explicativo, sino el razonamiento talleres de escritura con docentes nos refie-
vamos imaginando el orden y la coherencia práctico (Bolívar, 2002). re que “en las primeras lecturas, el centro de
que deben tener los acontecimientos dentro atención debe estar puesto en las ideas, no en
de nuestras vidas (“… el tiempo de nuestras El texto de la narración: escritura y la gramática o en el estilo. Lo que interesa es
vidas es, entonces, tiempo narrado; es el tiem- lectura el pensamiento que empieza a manifestarse a
po articulado en una historia tal como somos Al escribir sobre lo que nos ha pasado través de esta prosa, seguramente pobre toda-
capaces de imaginarla, de interpretarla y de iniciamos una nueva aventura, es la aven- vía desde el punto de vista formal, pero muy
contar (nos)la” (Larrosa, 2003: 613). tura de la escritura, porque comenzamos a rica como medio para que el maestro recons-
En el momento de iniciar una expe- verbalizar, a fijar en un discurso aquello que truya mentalmente su experiencia, se reconoz-
riencia venimos con expectativas, a veces
traemos un proyecto o traemos ideas pre-
concebidas; visitamos por primera vez una
ciudad, el primer día de clase, nuestro pri-
mer día de trabajo… surgen dificultades y,
mientras pasa el tiempo, van sucediendo o
vamos promoviendo situaciones que nos
obligan a actuar, a cambiar de parecer, a jus-
tificarnos, a buscar soluciones a problemas.
Pero el relato surge cuando sucede algo
imprevisto, algo que altera el curso normal
de la vida, algo que nos afecta. La “gramá-
tica narrativa” consta de una historia que
exige de un actor que actúa para conse-
guir un fin en una situación reconocible
usando ciertos medios (Burke, citado por
Bruner, 2003). Hay relato cuando surge
un desacuerdo entre estos cinco elementos
resaltados en negrita; al narrar lo que ha pa-
sado, la secuencia temporal, los personajes,
las situaciones van ordenándose alrededor

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preguntas, a expresar estados de ánimos, a
analizar situaciones concretas en espacios
colectivos con nuestros pares. Los forma-
dores, para entrenar en la reflexión, deben
utilizar “motores de la reflexión” (Perre-
noud, 2007), por ejemplo, sugerir a sus
educandos que expliciten cómo enfrentan
un problema, una crisis, se autoevalúen,
rindan cuentas a terceros, debatan sobre
un fracaso, sobre cómo luchar contra la
rutina. Poco a poco, vamos aprendiendo a
distanciarnos de nuestras propias prácticas
y estaremos en capacidad de analizar acti-
tudes, hábitos, sentimientos, saberes, repre-
sentaciones que facilitan o frenan nuestro
desempeño cotidiano y con ello estamos en
capacidad de mejorar y transformar nues-
tras prácticas.
ca en ella, la examine y la valore en su justa nos sobre los medios y recursos que utiliza-
medida, al tiempo que la hace pública, quizás mos, si las estrategias fueron adecuadas, la
por primera vez, ante otros” ). programación de tiempo, sobre los riesgos,
Sin embargo, los primeros relatos son sobre la forma como nos organizamos, si Bibliografía consultada:
apenas la materia prima de lo que debe se- tomamos en cuenta las expectativas de las  Bolívar, Antonio (2002). “¿De nobis ipsis
guir. Es preciso que otras personas que nada otras personas. De allí va surgiendo, lo que silemus?”: epistemología de la investigación
saben de la experiencia lean lo que hemos en sistematización se ha denominado “las biográfico-narrativa en educación. Revista
escrito y nos den su opinión. ¿Han com- categorías de análisis de la práctica”. Es la Electrónica de Invsetigación Educativa, 4(1).
prendido lo que hemos escrito?, ¿qué le fal- reflexión la que nos permite establecer lazos Consultado 8 de noviembre 2008 en : http://
ta al relato para que sea comprendido por de conexión entre los sucesos para adquirir redie.uabc.mx/contenido/vol4no1/conte-
otros lectores? También se sugiere que otros un sentido. Dos personas que han vivido nido-bolivar.pdf.
actores de la misma experiencia lean el re- juntas una situación pueden relatarla de  Bruner, Jerome (2003). La fábrica de histo-
lato y hagan sugerencias: ¿está recogido en diferentes maneras porque quizá han ex- rias. Derecho, literatura, vida. Fondo de Cul-
el relato todo lo que sucedió?, ¿es el orden perimentado emociones distintas y porque tura Económica, Buenos Aires.
correcto?, ¿faltó algo? sus historias de vida filtran lo que les parece  Jara, Oscar (2006). “Sistematización de ex-
A partir de nuestra relectura, de la lec- importante según en qué momento se en- periencias y corrientes innovadoras del pen-
tura de otros a quienes la experiencia les es cuentran en su ciclo de vida profesional y samiento latinoamericano. Una aproximación
extraña o les es familiar, vamos reconstru- personal. histórica. En La Piragua. Revista Latinoameri-
yendo un nuevo relato más amplio, que Se trata de ampliar la conciencia sobre cana de Educación y Política. No. 23 1/2006.
incorpora otras voces y relativiza algunos lo que hemos vivido contrastando, con-  Gudmondsttir, Sigrun (2005). “La natura-
eventos o les da un nuevo orden si lo cree- frontando con lo que otros opinan, con lo leza narrativa del saber pedagógico sobre los
mos necesario. que hemos aprendido de autores que han contenidos” en McEwan, Hunter y Egan,
Hacia una práctica reflexiva escrito sobre el tema, pero siempre a partir Kieran (comps). La narrativa en la enseñanza,
Al ordenar, narrar y escribir la expe- de un relato en que hemos intentado ir de el aprendizaje y la investigación. Amorrortu.
riencia nos vamos dando cuenta si lo que una “historia incompleta a una historia más Editores, Buenos Aires.
esperábamos hacer se pudo hacer o si hubo completa y exigente” (Gudmundsdottir,  Larrosa, Jorge. (2003). La experiencia de la
un desajuste. Esto nos permite desarrollar 2005:66) de nuestro propio hacer, porque lectura. Estudios sobre literatura y formación.
una práctica reflexiva. Según Perrenoud la idea es tomar conciencia de los razona- Fondo de Cultura Económica. México.
(2007:50) “la experiencia singular no produ- mientos que sustentan nuestras acciones  Peña Borrero, Luis Bernardo (s/f). “La escri-
ce aprendizaje a menos que se conceptualice, a fin de evaluar si logramos interpretar y tura como una forma de reivindicar el saber
vinculada a los conocimientos que la vinculen adecuarnos a la situación y si logramos los del maestro de los maestros” (consultado 8 de
a algo inteligible y la inscriben en una u otra fines que nos habíamos fijado. noviembre de 2008). en http://www.oei.es/
forma de regularidad”. Sin embargo, el relato no es suficiente fomentolectura/escritura_reinvindicar_sa-
Por ello, una vez que tengamos al frente para convertirnos en “practicantes reflexi- ber_maestro_borrero.pdf
el texto de la narración enriquecido por las vos”; es preciso que nos “entrenemos” per-  Perrenoud, Philippe (2007). Desarrollar la
otras voces, continúa el proceso de reflexión manentemente en la reflexión de la prác- práctica reflexiva en el oficio de enseñar. Edito-
sobre la práctica: tenemos que preguntar- tica: aprendamos a dudar, a formularnos rial Grao, Barcelona.

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