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PRIMERA PARTE

GENERALIDADES
1
CONCEPTO

En Derecho una definición es riesgosa, porque la mayoría de las veces no


responde exactamente a lo que se desea significar. Filosóficamente una
definición Solamente contiene dos términos: género y especie. En Derecho se
acostumbra presentar descripciones que luego se explican en detalle;
descripciones que intentan abarcar todos los aspectos de la materia a tratar.
De otra parte, es conveniente, desde el principio, presentar en forma general el
contenido de la materia a estudiar; es como una idea general que se sitúa al
estudiante en el contexto de su materia de estudio.
Tratándose del Derecho Internacional Público, las descripciones
proporcionadas por los diferentes autores son múltiples; algunas más exactas
que otras. A continuación, una serie de descripciones explicativas.
El Derecho Internacional Público es el conjunto de normas que procuran una
convivencia pacífica entre los Estados.
“El Derecho Internacional (también llamado Derecho Internacional Público o
Derechos de Gentes) es el ordenamiento jurídico que regula las relaciones
entre Estados. Los Estados solían ser los únicos entes con derechos y
obligaciones internacionales, pero el actual Derecho Internacional también
atribuye derechos y obligaciones a las organizaciones internacionales, Las
sociedades mercantiles y a los individuos, aunque sigue siendo cierto que el
Derecho Internacional se ocupa “primordialmente” de los Estados. (Akehurst,
1975:13).
El Derecho Internacional Público es “el conjunto de principios y reglas que
determinan los derechos y deberes mutuos de los sujetos o personas de la
comunidad internacional” (Montiel Argüello, 1982:1).
La denominación “Derecho Internacional” es estrictamente técnica; designa el
sistema jurídico cuya función primordial es regular las relaciones entre los
Estados. A medida que los Estados han formado organizaciones entre sí, esa
disciplina ha debido ocuparse también de las organizaciones internacionales y
es de esperar que su preocupación por ellas ha de aumentar aún más por la
corriente que presenciamos hacia la integración de la Comunidad de los
Estados.
Los Estados se componen de individuos y existen principalmente para
satisfacer las necesidades de éstos; el Derecho Internacional ha prestado
siempre es cierta atención asimismo a las relaciones de los individuos, sino con
su propio Estado al menos con otros Estados. Puesto que en tiempos
relativamente recientes los Estados han aceptado, por mutuos acuerdos,
diversos deberes hacia todos los individuos comprendidos en sus respectivas
jurisdicciones; aun las relaciones entre los individuos y con sus respectivos
Estados han llegado a abrazar cuestiones del Derecho Internacional de modo
más directo que cuando un Estado aplica, como ocurre a menudo, el Derecho
Internacional o una especie de éste, como parte integrante de su propio
sistema jurídico interno. No obstante, el Derecho Internacional ha sido y sigue
existiendo esencialmente para los Estados y de esa suerte contrasta con lo que
los juristas internacionales suelen denominar “Derecho Nacional", o sea,
“Derecho Interno del Estado” (Sorensen, 1973: 53).
Podestá Costa lo describe como “conjunto de normas que rigen las relaciones
de los Estados entre si y también de éstos con ciertas entidades que sin ser
Estados poseen personalidad jurídica internacional".
Digamos que es la combinación de todas las definiciones anteriores la que
mejor responde a dar una idea general más o menos exacta de lo que es el
Derecho Internacional Público contemporáneo. Describámoslo así: El Derecho
Internacional Público es el conjunto de normas y/o principios que rigen las
relaciones: a) de los Estados entre sí; b) de los Estados y aquellos Entes
Internacionales que sin ser Estados En el sentido pleno de la palabra, reciben
tratamiento de Estados; c) de los Estados y aquellas Entidades que sin ser
Estados poseen personalidad jurídica internacional; y d) de los Estados y de
los individuos en el ejercicio de aquellos derechos y deberes que se consideran
de naturaleza Internacional.
Algunos Estados han trabajado para que el Derecho Internacional se asiente
sobre la idea de “coexistencia pacífica de los Estados del mundo”; esta escuela
ha sido fomentada especialmente por los países del Este, pero no han
encontrado mucho eco en los foros internacionales.
Muchos de los Estados en vías de desarrollo se han adherido a la idea de que
el Nuevo Derecho Internacional debe presentarse como aquel" conjunto de
normas y principios que regulan las relaciones amistosas de los Estados y la
cooperación entre los mismos".
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CIENCIAS QUE HAN DESARROLLAD EL DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO
Para comprender la naturaleza y alcance del Derecho Internacional Público
debemos tomar en cuenta que el mismo se ha desarrollado con la ayuda de
otras disciplinas jurídicas y no jurídicas.
Las disciplinas jurídicas más importantes que han ayudado en la formación del
Derecho Internacional Público son las siguientes: a) el Derecho Constitucional
que fija los patrones formales dentro de los cuales el Estado debe encuadrar en
el contexto del Derecho Internacional Público; b) El Derecho Internacional
Administrativo Que fija los procedimientos y señalan los órganos competentes
de su quehacer en el campo del Derecho Internacional Público; c) El Derecho
Financiero que nos dan los lineamientos de las disposiciones arancelarias en
el campo de la integración y cooperación internacional; d) el Derecho Mercantil
que nos presenta el camino del actuar de las grandes sociedades
multinacionales y transnacionales, así como el camino a seguir en la
cooperación e integración de los Estados; e) el Derecho Penal que nos fija la
tipificación y encuadramiento y criterio de los delitos de carácter internacional,
tales como la piratería, el tráfico de estupefacientes, trata de blancas, etc.;
algunos refieren esto al Derecho Internacional Privado; f) el Derecho Civil que
regula las situaciones jurídicas de personas jurídicas e individuales frente al
quehacer jurídico internacional.
Las disciplinas no jurídicas que más han concurrido a la formación sustantiva
del Derecho Internacional Público son: a) la Historia, que nos muestra el
desarrollo de las diferentes instituciones de derecho, el contexto natural en el
que las mismas aparecieron, la formación de los Estados; b) la Geopolítica, que
ha favorecido la aparición de determinadas tendencias jurídicas y políticas; c) la
Ciencia Política, que nos muestra los fundamentos del actuar de los Estados en
el contexto de la Comunidad Internacional Público; d) la Sociología, que nos
fundamenta la idea de que los sujetos últimos y destinatarios del Derecho
Internacional Público son los individuos y las sociedades; y e) la Economía, que
nos muestra los fundamentos del cambio de los polos de poder que influyen en
el Derecho Internacional Público y los criterios últimos de los mismos.
Lo más importante es saber que una investigación sería sobre cualquier punto
del Derecho Internacional Público, necesariamente debe acudir a diferentes
fuentes jurídicas y no jurídicas.
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DENOMINACIONES DEL DERECHO INTERNACIONAL
PÚBLICO

En el curso de su formación se ha atribuido diferentes denominaciones,


expresa o implícitamente, al Derecho Internacional Público; a veces los
nombres o expresiones mismas no eran sino una descripción de su contenido.
“Derecho Fecial" debido a que en Roma había un funcionario encargado de las
formalidades relativas a las declaraciones de guerra y a la conclusión de
Tratados de paz; aquí vemos cómo en sus orígenes el Derecho Internacional
Público se involucraba con la guerra y por consiguiente el “llamado derecho de
la guerra”, para aceptar únicamente La Paz, y el Derecho Internacional como
expresión de este derecho de La Paz. Empleando este término Zouche escribió
su obra Juri es Judirri Fecialis, Sirve Juris inter Gentes
Ius Gentium que entre los romanos tenía dos significados bien específicos a)
en su sentido opuesto al Ius Civile era el derecho o disposiciones legales
aplicables solamente dentro del Estado Romano a los extranjeros o peregrinos
y b) disposiciones de orden legal establecidas por la razón natural y
observadas por todos los Estados de la tierra, por ejemplo, la figura del
contrato de compraventa Emptio-Venditio (Hunter, 1965: 3, Nicholas, 1962:54).
En la Edad Media se denominó Ius inter Omnes Gentes a aquella rama del
Derecho aplicable a y entre todos los pueblos. Término inventado por Francisco
de Vitoria, teólogo de la Universidad de Salamanca; tiene Vitoria el privilegio de
haber sido el primero en sostener la teoría de una comunidad de Estado
regulados por un Derecho llamado Ius inter Omnes Gentes.
El autor Jeremy Bentham le llamó por primera vez “Derecho Internacional” a
aquella rama del Derecho que solamente se aplica a y entre los Estados. Entre
los Estados ingleses es común el término Law of Nations “Derecho de
Naciones". La Corte Internacional de Justicia ha utilizado indistintamente los
términos “Derecho Internacional “, “Derecho de Gentes" y “Ley de Naciones".
Hoy en día es consenso entre los autores que aún cuando el sujeto propio del
Derecho Internacional en general no son las naciones sino los Estados este
término es el que mejor describe la naturaleza de dicho derecho; se descarta
“Derecho de Gentes" ya que la palabra “gentes" hoy en día carece de
significado “internacional" y se descarta “Ley de Naciones” porque la nación no
es sujeto propio del Derecho Internacional, aún cuando es común que una sola
nación forme un Estado.

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EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Es importante conocer, aunque sea someramente, los orígenes de cualquier


rama del Derechos; ello nos ayuda a identificar y a comprender las
instituciones; nos explica el porqué de las mismas.
4.1. Escuelas
El enfoque ha dado lugar a dos escuelas o tendencias bien marcadas, cada
una como seguidores de mucha aceptación y autoridad en el Derecho
Internacional haciéndolo coincidir con el nacimiento de los Estados más
antiguos, tales como Egipto, Fenicia, Esparta, Atenas, Babilonia, India, China,
así como otros más recientes tales España, Inglaterra, Francia; Holanda,
Alemania, Italia. Estos Estados representan 45 siglos de la historia. Otros que
enfocan el origen del Derecho Internacional con la formación de los Estados
Europeos en el siglo XVI de nuestra era. Ambos tienen seguidores de mucha
autoridad; en la primera Escuela mencionemos a Miaja de la Muela,
Oppenheim, Potemkim, Von Lizt, Rousseau, Sepúlveda. En nuestra facultad
sostiene la primera escuela el licenciado Julio César Zanteno y la segunda
escuela autor de este manual. Los argumentos en favor de la primera Escuela
son entre otros; que es erróneo ignorar la existencia de los antiguos Estados y
erróneo también juzgar las relaciones internacionales y sus instituciones con
criterios del siglo XX. En favor de la segunda Escuela se alega que al hablar
del Derecho Internacional Público se refiere al Derecho Internacional Público
contemporáneo, codificado, fundamentado sobre conceptos de “igualdad y
soberanía”. Ambos enfoques, sin embargo, son valederos y ayudan a alcanzar
el objetivo de la consideración histórica. Siguiendo la segunda Escuela:

4.1.1 Antigüedad y Edad Media


En la antigüedad florecieron las sociedades de tendencia y carácter
universalista, con conciencia de vocación “conquistadora”. En las mismas el
Derecho Internacional, tal como lo conocemos hoy, no puede existir.

2. Zenteno, Julio César, Derecho Internacional Público. Guatemala: Facultad


de Ciencias Jurídicas y Sociales, 1991. Este texto desarrolla toda la primera
parte de nuestro programa, es también texto de nuestra clase.
Otras sociedades antiguas se caracterizaron por su tendencia “aislacionista”
cerradas sobre ellas mismas, carentes de ambición para entablar contactos,
comercios, comunicación, intercambio, etc. Con las otras sociedades con las
cuales coexistían.
Algunas de estas sociedades fueron: a) los chinos que consideraban al
emperador chino como el “hijo del cielo”, que de pleno derecho gobernaba el
orbe, y desde el punto de vista cultural se consideraba superiores, los
“hermanos mayores” de edad las otras sociedades; b) los judíos que no
reconocían la igualdad jurídica de las sociedades políticas y por consiguiente
mantenían relaciones cuasi-diplomáticas sólo en ciertas sociedades; c) los
romanos que no introdujeron principios de Derecho Internacional sino que un
conjunto de reglas que gobernaban las relaciones de los ciudadanos romanos
con los peregrinos o extranjeros, o de éstos entre sí (el ius Gentium).
Los que más se acercaron a un sistema de Derecho Internacional entre los
antiguos fueron los griegos que rigieron sus relaciones con los otros Estados
de la península griega por normas y reglas que se acercan a los principios
modernos de Derecho Internacional.
Ya entrada nuestra era cristiana todavía encontramos sociedades de tendencia
universalista tales como: a) las sociedades islámicas que fueron hostiles a
reconocer la igualdad y respetar la integridad de las sociedades no islámicas;
b) la sociedad formada por El Sacro Imperio Romano que concebía toda la
humanidad sujeta a una doble autoridad: temporal (el emperador) y espiritual
(el Papa), por consiguiente, con vocación de denominación universal.

4.2. Las Formación de los Estados


El Derecho Internacional nació con la desintegración del Sacro Imperio
Romano que dio lugar a la formación de diferentes unidades de diferentes
denominaciones: naciones como Gran Bretaña y Francia, ducados,
principiados, reinados, repúblicas, etc. A esto se sumó el despertar del
comercio internacional que conllevó el desplazamiento de personas, el navegar
en los mares, el descubrimiento de nuevas tierras con los reclamos de
soberanía, el desplazamiento de la fuerza de trabajo por medio de la trata de
esclavos, etc. Además, también contribuyo a las mejoras en las técnicas de
navegación, en las técnicas militares, la proliferación de guerras más o menos
largas, etc.
Los anteriores factores condujeron a la necesidad de establecer principios,
instrumentos y prácticas que normaran la conducta de los pueblos, el respeto
de los otros, etc., lo cual se plasmó en tratados de paz, tratados comerciales,
intercambio de embajadores, reconocimientos expresos de soberanía en las
tierras descubiertas y conquistadas u ocupadas de hecho.
El nuevo clima de convivencia favoreció el trabajo de aquellos estudiosos
inquietos que buscaron “sistematizar doctrinariamente” todo ese cúmulo de
tradiciones, costumbres, principios y reglas derivadas de los tratados vigentes.
En esta época brillaron: a) Hugo Grocio, a quien algunos consideran “el padre
del Derecho Internacional”; fue un hombre polifacético: teólogo, jurista,
historiador, diplomático; fue embajador de Suecia en Paris durante los últimos
diez años de su vida. Para él la base de todo derecho es “El Derecho Natural”,
entendido como un conjunto de leyes, derivado de la razón universal; se
resume en los grandes principios de “el daño exige reparación, pacta sunt
servanda, existe libre navegación en los mares”; según él, el ius Gentium se
opone al ius naturale, siendo aquel “la ley costumbrista de las naciones
formadas por la conducta y voluntad de las mismas (ius voluntarium) o
Positivismo; b) en España Francisco de Vitora (1490- 1540) y Francisco Suárez
(1548- 1617), teólogos, filosóficos, historiadores y juristas; fundamentan sus
teorías en la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino y aplican el método
escolástico. También toman al “Derecho Natural” como fundamento de sus
teorías, pero para ellos el principio fundamental es “el que todas las leyes se
derivan y están subordinadas a la Ley de Dios, parte de la cual es la Ley
Natural” definida como “un cuerpo permanente de principios enraizados en el
orden divino”; c) en Alemania Samuel Puffendorf (1632- 1694) le dio alas al
Derecho Internacional y trató de definir muchos de sus términos; d) en
Inglaterra Richard Zouche (1590- 1660) escribió Juris et Judicii Fecialis, sive
Juris Inter Gentes (1650), considerando como el Primer Manual de Derecho
Internacional; sin negar la influencia del Derecho Natural enfatiza más sobre el
derecho costumbrista de las naciones; e) en Suiza Emerich De Vettel (1714-
1767), escribió Le Droit des Gens, distingue entre el Derecho Natural pero
insiste “en la voluntad de los pueblos”, plasmada en los tratados y costumbres;
su filosofía dominó hasta la primera guerra mundial, periodo durante el cual se
afirmó la idea de “soberanía de los Estados” que justificó el Derecho
Internacional Público como “un acto de aceptación voluntaria por parte de los
Estados soberanos”.

4.3. La Revolución Francesa


La Revolución Francesa alteró sustancialmente la organización de la
Comunidad Internacional; trajo consigo las ideas de libertad e igualdad,
introdujo de la Comunidad Internacional; trajo consigo las ideas de libertad e
igualdad introdujo la idea de Organización de Estados “nacionales, la igualdad
de derechos para todos y la libertad de los mares para el mundo”; em 1814
surge la primera forma de gobierno internacional a cargo de Austria, Prusia,
Gran Bretaña y Rusia; más tarde (1815) sea forma “La Alianza” con Austria,
Prusia y Rusia; en 1818 a la tetrarquía de 1814 se une Francia convirtiéndose
en pentarquía que tenia como fin restaurar el dominio de la monarquía en
Europa y borrar los logros revolucionarios. En esta misma época Estados
Unidos, en América, con fuerte personalidad internacional y poderío proclama
la Doctrina Monroe a frenar las ambiciones europeas en América y declarando
los principios de no colonización, aislamiento y no intervención.

En esta época la calidad de intereses entre los Estados los lleva naturalmente
a la conclusión de pactos (algunos secretos), tratados, convenios, constitución
de uniones de diversas índole; a vía de ejemplo mencionemos: el Tratado de
Alemania y Holanda (1889) sobre protección de la mujer; el Tratado entre
Alemania y Grecia (1874) sobre cuestiones de investigación arqueológica; el
Tratado entre Alemania entre Francia y Luxemburgo (1881) sobre el ejercicio
de la profesión de médico; el Tratado de Londres (1841) sobre la represión de
la trata de negros; la Convención de la Haya . (1882) sobre la pesca en el Mar
del Norte; la Fundación de la Unión Telegráfica (1865); las Conferencias
Sanitarias de Viena, Paris, Venecia; la Unión Postal Universal; la Unión Métrica
Internacional.
A finales de esta época también brillaron los siguientes juristas: Jellinek (1905)
escribió Autolimitación de los Estados y Triepel (1899) escribió Cuerpo Objetivo
de Derecho Obligatorio y finalmente Del Vecchio (1829) escribió “El Respeto a
la Igualdad de las Naciones”. Estos autores trataron de conciliar la naturaleza
obligatoria del Derecho Internacional con la soberanía de los Estados

4.4. Las Guerras Mundiales


Precedidas de una era de gran tensión internacional se desencadenan las dos
guerras mundiales, al final de las cuales surgieron la Sociedad de Naciones (o
Liga de Naciones) y la Organización de Naciones Unidas. En ambas
organizaciones se reconoce el principio de igualdad entre los Estados,
Soberanía de los Estados y la Solución de los conflictos por medios pacíficos.
En las Naciones Unidas se introdujo además la idea de seguridad colectiva
contra la agresión armada, el desarrollo de organizaciones de ámbito universal
para resolver problemas económico- sociales. Sobre todo, en ambas
Organizaciones se reconoció expresamente la existencia de un cuerpo de
normas llamado Derecho orientado a regular las relaciones entre Estados
soberanos. Se introdujo además el registro de los Tratados, creando así una
fuente segura de Derecho Internacional.
Para más amplitud puede consultarse en este aspecto a Friedman, et. Al. PP.
1-10
Derecho Nacional y Derecho Internacional
En la actualidad los internacionalistas tienden a considerar esta cuestión como
discusión “puramente académica” y a encuadrarla dentro de la esfera de
validez material del Derecho Internacional (Kelsen, 1965: 343- 385; Rousseau,
1966: 9-20).
Otros consideran que esta cuestión es más apropiada como punto de discusión
filosófica que como punto de discusión jurídica; hoy en día se acepta
preferentemente hablar de “Derecho de Relaciones Extranjeras, Derecho
Internacional Administrativo, Derecho Coexistencia, Derecho Transaccional”
aún cuando los juristas no los adopten como títulos directivos de diferentes
ramas; sin embargo, sostener que el Derecho Internacional o el Derecho
Interno pueden desarrollarse en aislamiento es ir contra la realidad.
Preguntémonos si es cierto que no se trata sino de una discusión académica
La Jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia ha establecido como
regla general del Derecho Internacional que un Estado no puede invocar una
regla o alguna de su Derecho Interno como defensa frente a una reclamación
apoyada en el Derecho Internacional (Kelsen, 1965: 75). Este concepto
también está contenido en el artículo 27de la Convención de Viena sobre
Derecho de Tratados.
Personalmente creo que debemos aceptar el problema como algo que
responde a una realidad; dicha realidad es que a veces sí puede existir un
conjunto de normas de Derecho Internacional diferentes de aquel conjunto de
normas de Derecho Interno; tan es así que la mayoría de los Estados del
Mundo cuentan con un procedimiento interno por medio del cual incorporan a
su propia legislación principios, reglas y normas contenidas en tratados, los
cuales hasta que no han sido ratificados no se consideran parte de la
legislación interna; se entiende en este último caso que se trata de un tratado o
convenio todavía no ratificado por dicho Estado.
En Guatemala nuestra Constitución Política de la República contiene, en su
artículo 46, las siguientes disposiciones: “Se establece el principio general de
que, en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados
y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno”.
Asimismo, en su artículo 171 dispone: “Artículo 171. Otras atribuciones del
Congreso. Corresponde también al Congreso:1) Aprobar, antes de su
ratificación, los tratados, convenios o cualquier arreglo internacional cuando: 1)
Afecten a las leyes vigentes para las que está Constitución requiera la misma
mayoría de votos…. 4) Constituyan compromiso para someter cualquier asunto
a decisión judicial o arbitraje internacionales…….
Estas disposiciones implícitamente aceptan que podría producirse una
situación de confrontación entre una disposición de Derecho Internacional y
una disposición de Derecho Nacional.

6.1.2. La Costumbre
En el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia se describe la costumbre
como aquello que compruebe una práctica generalmente aceptada como
derecho (Estatuto de la CJ). Art.38 (1) (6). Se le distingue dos elementos a)
material, consiste en el acto mismo (inveterata consuetudo), y b) formal p
psicológico, consistente en la convicción que su repetición la hace obligatoria.
¿Dónde se encuentra la costumbre? Generalmente en la práctica de los
Estados, la cual se manifiesta en a) La prensa que publica las declaraciones de
los representantes de los Estados y el contenido de las Conferencias
internacionales; b) los Archivos de los Estados; c) las Relaciones de la
Organización de las Naciones Unidas.
Es una fuente indispensable de Derecho y si llena la definición anterior
constituye una regla general de Derecho Internacional Público aplicable a todos
los Estados. Debe llenar los siguientes requisitos: a) ser una práctica en la cual
concuerdan muchos Estados en relación con una situación tipo que cae dentro
del dominio de las relaciones internacionales; b) ser una práctica continua y
repetida durante un periodo considerable, c) ser una práctica requerida por, o
consistente con, el Derecho Internacional acetado; y d) ser una práctica
consentida generalmente por la conducta de los otros Estados. El Derecho
Consuetudinario con su observancia o inobservancia de los mismos. Ejemplo:
lo referente al Derecho Espacial, la regla de las tres millas en el Derecho
Marítimo, etc.
¿Codificación? Existe una tendencia hacia la codificación del Derecho
Consuetudinario; ésta se manifiesta en la firma de los Tratados – Multilaterales
sobre el Derecho del Mar, Derecho Aéreo, Relaciones Diplomáticas,
Inmunidades Diplomáticas y Consulares, Convenio de Viena sobre el Derecho
de Tratados, etc.
En resumen, todo tratado multilateral viene a ser una “codificación” del Derecho
Consuetudinario en un determinado aspecto.
En esta tarea de la codificación trabaja la Comisión de Derecho Internacional
de la Organización de las Naciones Unidas, la cual se compone de 25 juristas
electos por la Asamblea General; También colaboran eminentes facultades de
Derecho, por ejemplo: Harvard Oxford, McGill, etc.
La costumbre admite una excepción, que se refiere al caso de un Estado que,
mientras La costumbre está en proceso de formación, clara persistentemente
registra su objeción al reconocimiento de tal práctica como Derecho, Ejemplos:
Guatemala respecto de Belice; Noruega respecto a la regla de las diez millas
en las bahías; Francia contra Turquía en el caso S.S. Lotus; caso de Portugal
versus India en relación con el derecho d paso por territorio indio; la prueba de
la bomba de hidrógeno y el Derecho Internacional del Mar.

6.2. Fuentes Secundarias o Auxiliares

6.2.1. La Jurisprudencia
La jurisprudencia involucra tanto los fallos judiciales internacionales como los
fallos judiciales nacionales. Por fallos judiciales internacionales entendemos las
sentencias emitidas por la Corte Internacional de Justicia y el órgano que la
precedió; a ello podemos añadir los fallos de todos los Tribunales Militares ad
Hoc (Nuremberg, Japón, Yugoslavia, etc.), tribunales proyectadas dentro del
Derecho Internacional del Medio Ambiente, etc. Por fallos judiciales nacionales
entendemos aquellas sentencias emitidas por Cortes, Tribunales y Juzgados
nacionales que conocen de algún problema que involucra algún aspecto
internacional.
Kelsen (195: 312), explicando en qué sentido la jurisprudencia es fuente de
Derecho Internacional, nos dice: “Cuando un Organismo internacional aplica
una norma general preexistente de Derecho Internacional consuetudinario o
convencional a un caso concreto, aquel podrá crear una norma individual de
Derecho Internacional”. Dicha norma una vez creada será de observancia
obligatoria; la fuente de Derecho Internacional. En principio los tribunales
internacionales no están obligados a seguir las decisiones judiciales anteriores,
solo por “seguirlas” aunque casi siempre las toman en consideración.
Algunos Juristas adversando el papel de los jueces nacionales en el Derecho
Internacional, alegan que los jueces nacionales no reconocen el Derecho
Internacional lo suficiente para que sus sentencias tengan valor alguno en este
aspecto, lo cual consideramos injusto, ya que éstos proceden como base en
sus conocimientos que “de oficio” se supone tienen como mínimo, y con base
en lo que las partes, por medio de sus respectivos abogados, le presentan. Por
consiguiente, la posibilidad de que el juzgador al dictar sentencia no esté bien
informado es totalmente infundada.
Otra posición es la que afirma que las decisiones de los tribunales nacionales
y/o internacionales, no pueden ser invocadas a título de precedentes y por
consiguiente como base de una nueva de Derecho Internacional, sino en la
medida en que concuerdan con el Derecho Internacional común a todos los
Estados.
A la luz de los Estatutos de la Corte Internacional de Justicia podemos afirmar
los siguiente cuando el artículo 38 de dichos Estatutos se refiere a la
“jurisprudencia” se está refiriendo en primer lugar a la Corte Internacional de
Justicia misma, y de conformidad con lo que dispone al articulo59 del mismo
instrumento, las reglas de Derecho Internacional producidas por la
jurisprudencia sólo pueden ser de naturaleza particular; esta es la posición
sostenida por Sorensen (1973:117). No. Obstante a lo anterior no debemos
olvidar el momento histórico en que se creó la Corte: no había otra.

6.2.2. La Doctrina
Ante la dificultad de conocimiento general, dificultad de interpretación y
dificultad de descubrir el Derecho Internacional, la doctrina de los publicistas de
las diferentes naciones constituye una fuente importante de Derecho
Internacional; entendemos por “publicistas” los más destacados autores
académicos que nos han legado por escrito sus investigaciones, por ejemplo:
Grocio, Vitoria, Puffendorf, Suárez, Zouche, De Vattel, Verdores, Kelsen,
Sorensen, Akehurst, Friedmann, Lissitzyn, Pugh, Seara V., Stadtmuller,
Villagrán- Kramer, etc. La Doctrina la encontramos en textos de docencia,
manuales, revistas especializadas generales y específicas, revistas de alta
vulgarización, conferencias, tomas de posición en foros internacionales, etc.

6.2.3. Los Principios Generales de Derecho


Entendemos por Principios Generales de Derecho aquellas normas que se
encuentran en todos los ordenamientos jurídicos de todos los Estados del
mundo o por lo menos en la mayoría de ellos. No se trata, necesariamente, de
principios consagrados en Convenios, aunque no se descartan, sino de
principios que “regularmente” han sido aplicados en los tribunales, por ejemplo:
a) el debido proceso; b) el derecho a no acusarse a si mismo; c) la presunción
de inocencia; d) indemnización por daño causado injustamente; e) excepción
de fuerza mayor para el cumplimiento de las obligaciones; f) prescripción
extintiva y adquisitivas; g) nadie puede ser juez en su propia causa; h) res
judicata y non bis in idem:
La Corte Internacional de Justicia al referirse a estos principios se expresa con
los términos de “bien conocidos, bien establecidos”, Generalmente se utilizan
cuando ni los tratados, ni la costumbre, ni la jurisprudencia nos proporcionan
una norma satisfactoria de Derecho. Aquí podríamos preguntarnos: podemos
en realidad deducir un consenso suficiente sobre un supuesto principio general
cuando tomamos en cuenta sistemas legales tan diferentes como el sistema
civil con todas sus variantes, el sistema marxista, etc. En realidad, al trabajar al
artículo 38 de los Estatutos de la Corte Internacional de Justicia nos escapó
esta dificultad; sin embargo, se añadió esta fuente en el fin de dejar cierta
flexibilidad y evitar que la Corte se encontrara “sin salida legal” en una situación
determinada. No cabe duda que la Corte, al hacer uso de esta fuente, tiene
ante sí un trabajo muy difícil.

6.3. Fuentes Posibles


Al calificarlas de “posibles” nos referimos a la facultad que tiene la Corte de
utilizarlas; podrían incluirse en bloque en el titular “Principios Generales de
Derecho”.

6.3.1. La Equidad
El articulo 38 es claro al decir que “… lo anterior no restringe la facultad de la
Corte… “es decir le deja libertad, de la flexibilidad, la sujeta al consentimiento
expreso de las partes en conflicto. Tiene carácter “facultativo y condicionado”.
La “Equidad” toma en cuenta criterios que no son meramente legalistas; se
refiere a que cuando, utilizando la letra muerta de las disposiciones legales, se
cometería una injusticia, entonces se permite aplicar otros criterios de carácter
humano, “justo” en el amplio sentido de la palabra. En el Common Law esta
institución existe, al punto de que en ciertas jurisdicciones existen tribunales
específicos llamados “Corte de Equidad”. En los comienzos del Derecho
Internacional si se consideró a la equidad como fuente importante del mismo,
identificándolo con el Derecho Natural. En su aplicación se podría fallar,
incluirse, contra lleguen excepto si se trata de normas aceptadas como ius
cogens.

6.3.2. El Ius Cogens


También se le llama “Derecho Imperativo”. Se trata de una regla que ha sido
aceptada y reconocida como tal por la comunidad internacional de Estados en
su conjunto, pero la carga de probar la aceptación y reconocimiento queda a
quien lo invoca como tal; se acerca bastante a lo que llamamos “Principios
Generales De Derecho Internacionalmente Aceptados”. Puede tener su origen
tanto en los tratados como en la costumbre, y es tal su fuerza que puede llegar
a nulificar los tratados.
6.3.3. La Opinión Pública
Con la influencia que tienen en la actualidad los medios de comunicación, fácil
es cambiar la opinión de la población; fácil es también formar esa opinión; fácil
es comunicar en pocos minutos con la totalidad de la opinión mundial y crear
así corrientes- termómetros que no muestren el consenso de la opinión
mundial; el ir al encuentro de dicha opinión podría significar una perturbación
seria a la paz y tranquilidad mundial. De lo anterior se concluye que dicha
opinión mundial si puede hacer inclinar la balanza de un conflicto y si lo puede
hacer entonces significa que la opinión mundial pública si es una fuente
importante de Derecho Internacional. Esa opinión la conocemos a través de la
televisión, del cine, de los periódicos, de radio, de la comunicación por
computadora, de los comentarios de quienes se expresan en nombre de las
grandes mayorías. No todos están de acuerdo con este punto.

6.3.4. Los Actos de las Organizaciones Internacionales


Nos referimos aquí especialmente a las organizaciones gubernamentales, y
dichos actos están representados principalmente en las Relaciones de la
Organización de las Naciones Unidas, en las Recomendaciones del Consenso
de Seguridad de dicho Organismo; por ejemplo los actos relativos a condenar
la guerra y las agresiones armadas, el designar como depositario de los
tratados a la Secretaria de Naciones Unidas, las resoluciones referentes a la
investigación, exploración y explotación espacial, las resoluciones referentes a
la investigación, exploración y explotación de energía atómica y nuclear, etc.

6.3.5. Los Actos Unilaterales de los Estados


Entre los Estados, que enfrenten algún diferendo, los actos unilaterales de uno
de ellos en relación con el asunto que la enfrenta, pueden constituir “fuente de
Derecho Internacional” y sustentaría el “estoppel”. Para ello es necesario que el
acto haya emanado de un órgano competente de dicho Estado frente a la
comunidad internacional.

Principio de Estoppel.
Manifestación implícita derivado de los propios actos. Con ese término se
quiere dar a entender que el que ha inducido a otro a actuar de determinada
manera conservando algo, con su conducta, con su silencio, por medio de una
escritura) no puede negar lo dicho o hecho p volverse atrás cuando las
consecuencias jurídicas de su observación le son desfavorables.
7
EXISTENCIA DEL DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO

7.1. Escepticismo
Akehurst (1975: 13-28) plantea la cuestión de la “existencia del Derecho
Internacional Público” mencionando el escepticismo de estudiantes,
profesionales y hombres públicos; éstos mencionan en efecto que los Estados,
en general, tienen poco respeto del mismo en momentos de conflicto en los
cuales ellos son parte, y además en el hecho de que no existen verdaderas
sanciones que lo hagan de observancia obligatoria. A ello responde así:
a) Infracciones. Las infracciones a las disposiciones del Derecho
Internacional Público no son más abundantes que las de las otras ramas
del Derecho. La mayoría de las veces no existe verdadera infracción,
sino: i) incertidumbre auténtica sobre los hechos; ii) incertidumbre
auténtica sobre el Derecho, la norma aplicable; iii) el que un litigio
internacional resulte de la pretensión de modificar el derecho existente;
iv) el origen de una controversia internacional puede deberse a un acto
inamistoso pero lícito; o finalmente; v) el que la controversia
internacional resulte de la violación de reglas que no pertenecen al
Derecho Internacional Público, sino al campo de la cortesía, a ideales no
practicables, a situaciones originadas en actos internos, etc.
b) Sanciones. En cuanto a las sanciones, tampoco es cierto que no
existan; los Estados no están desprovistos de medios que obliguen a la
observancia de principios de Derecho Internacional Público; cuando uno
de ellos comete un acto ilícito contra otro Estado y éste se niega a
efectuar reparación o comparecer ante un tribunal internacional, existe la
autoayuda que se manifiesta en las sanciones decretadas, en la
actualidad, por el Consenso de Seguridad de las Naciones Unidas,
sanciones que pueden incluir bloqueo, embargo, represalias y hasta la
intervención armada. Los organismos regionales también han actuado,
tal el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación
a Honduras (2009).

7.2. Respeto del Derecho Internacional


¿Por qué los Estados respetan los principios del Derecho Internacional
Público?
La experiencia muestra que en general los Estados sí respetan las
disposiciones del Derecho Internacional Público; las razones para ello pueden
ser:
a) Interdependencia en muchos aspectos: como tecnología, finanzas,
movilidad del ser humano, comunicaciones telefónicas, radiales,
televisivas, terrestres, marítimas, aéreas, etc.;
b) La cooperación internacional altamente desarrollada hoy en día en todas
las ramas de la actividad humana;
c) El Derecho Internacional Público se basa todavía en gran parte en “la
costumbre” y ésta se fortalece por medio de su observancia; si un
Estado infringe una regla de Derecho Internacional consuetudinario,
puede encontrarse con que ha creado precedentes que podrían ser
usados en contra de él;
d) Los Estados son escasos en número y están establecidos en un
territorio que necesita de los otros, y no pueden vivir indefinidamente
aislados de los otros.
8
DESARROLLO DEL DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO

En los momentos de gran tensión internacional el Derecho Internacional


experimenta su desarrollo y sus mejores momentos. Algunas veces para
justificar actos que chocan al mundo, otras para introducir una relajación de
tensiones internacionales, etc. Los Estados involucrados van introduciendo
nuevas nociones o nuevos modus vivendi en el Derecho Internacional.
Es así para justificar ante el mundo lo que se calificó por parte de los
En su defensa Israel invocó como base las disposiciones de las Naciones
Unidas que si bien es cierto prohíben la agresión internacional también es
cierto que reconocen el derecho legitimo de todo Estado a autodefenderse
frente a un ataque armado. Esta definición de ataque armado las Naciones
Unidas lo ampliaron incluyendo “ataques anticipados (pre- emptive attacks)”
cuando exista evidencia abundante que un agresor está planeado un acto hostil
a realizarse en el futuro inmediato.
En el pasado, la Organización de las Naciones Unidas justificó la agresión de
Israel contra Egipto porque Egipto si se preparaba a invadir y atacar Israel;
ahora en el caso de Irak los juristas y otros creen que no había razón para ello.
Sin embargo, Israel justificó su ataque con base en las pasadas declaraciones
de Irak en las cuales éste afirmó que los países árabes, y especialmente Irán,
no debían temer la planta nuclear de Irak porque ella estaba dirigida contra el
sionismo (Time, June 22, 1981: 8-15).
SEGUNDA PARTE
LOS ESTADOS
9
SUJETOS DEL DERECHO
INTERNACIONAL PÚBLICO

Determinar quién o quiénes son los sujetos del Derecho Internacional Público
ha entrado en crisis en la actualidad; esta cuestión está íntimamente ligada a la
descripción o definición del mismo.

9.1. Escuelas
La Escuela Clásica, la más antigua, sostiene que solamente los Estados son
sujetos del Derecho Internacional Público. A esta Escuela se le reprocha el
ignorar la existencia actual de los Organismos Internacionales. El Derecho
Internacional Público moderno atribuye a los Organismos Internacionales
derechos y obligaciones. Por consiguiente, la escuela clásica, si bien tuvo
mérito en su tiempo, se encuentra totalmente alejada de la realidad en la
actualidad.
La Escuela Positivista sostiene que el único sujeto del Derecho Internacional
Público es el individuo, porque: a) el Estado es una ficción del derecho; b) el
Estado actúa por medio de agrupaciones sociales que a su vez están formadas
por individuos; c) el receptor final del derecho en todas sus manifestaciones es
el individuo. A esta escuela se le critica el que esté desenfocada con la práctica
jurídica.
La Escuela Contemporánea o Ecléctica, combinando las dos tendencias
anteriores y ajustándose a la realidad y a la práctica jurídica internacional
contemporánea, sostiene que el Estado es el sujeto más importante del
Derecho Internacional Público, pero también lo son los Organismos
Internacionales Intergubernamentales y en casos bien determinados los
individuos.
9.2. Clasificación de los Sujetos
A la luz de la práctica internacional contemporánea, podemos clasificar los
sujetos del Derecho Internacional Público, en tanto que Estados, de la siguiente
forma:
a) Sujetos de Derecho: aquellos a quienes el Derecho Internacional
concede un derecho de acción ante un tribunal internacional; y Sujetos
de Deberes u Obligaciones: aquellos que directamente responden por
las infracciones del Derecho Internacional.
b) Sujetos Ordinarios: aquellos que desde su origen fueron reconocidos
como tales, y cuyo origen se remonta bastante lejos, por ejemplo, Italia,
España, Gran Bretaña, Francia, etc.; y Sujetos Admitidos: aquellos que
la Comunidad Internacional admitió como tales posteriormente, por
ejemplo, Cuba, Panamá y todas las colonias que recientemente
obtuvieron su independencia.
c) Sujeto Activos: aquellos que no sólo tienen derechos y obligaciones,
sino que cooperan en la creación de la fuente de derechos y
obligaciones, es decir en la creación del Derecho Internacional; y
Sujetos Pasivos: aquellos que no crean la fuente de derechos y
obligaciones de manera explícita.
d) Sujetos Permanentes: aquellos cuya vida es constante; Sujetos
Transitorios. Aquellos cuya situación jurídica internacional es temporal,
tiene vida mientras dura una situación o bien se les d una existencia
temporal, por ejemplo, los grupos beligerantes y los grupos insurgentes.
e) Sujetos con Capacidad Plena: aquellos que están plenamente
organizados y reconocidos por la Comunidad Internacional; se incluye
aquí todos los Estados con autogobierno; tienen el pleno ejercicio de su
soberanía en todos sus aspectos. Sujetos con Capacidad Limitada:
aquellos cuya soberanía se encuentra limitada en su ejercicio, por
ejemplo, los protectorados, las colonias, los que han confiado su
representación internacional o su defensa de las Naciones Unidas.
f) Sujetos Generales: aquellos que son reconocidos por todos los Estados,
Sujetos Particulares: aquellos que no son reconocidos por todos los
Estados; aquellos con autogobierno parcial, por ejemplo, los territorios
bajo fiducia, bajo tutela, bajo mandato, bajo la protección de las
Naciones Unidas.
g) Sujetos Aparentes: aquellos cuya situación jurídica no es clara desde el
punto de vista soberanía, más que todo debido a sus fines, por ejemplo,
el Vaticano. Sujetos Reales: aquellos que son aceptados sin discusión.
La clasificación anterior responde a diferentes consideraciones; es, si
podemos decirlo así, el mismo sujeto visto desde diferentes ángulos

9.3. Los Estados


De la clasificación anterior podemos concluir que el sujeto perfecto será aquél
que sea al mismo tiempo sujeto de derechos y obligaciones, originario o
admitido, activo, permanente, con capacidad plena, general y real. A esta
definición corresponde solamente el Estado en su pleno sentido.

9.4. Los Organismos u Organizaciones Internacionales


De la clasificación anterior también se concluye que además de los Estados
existen otras entidades llamadas Organismos u Organizaciones Internacionales
que son Sujetos del Derecho Internacional Público.
Los Organismos u Organizaciones Internacionales Intergubernamentales tienen
derechos y obligaciones internacionales, por consiguiente, personalidad
internacional. Tienen capacidad para contratar, adquirir y disponer de bienes
muebles e inmuebles, así como de entablar procesos legales. Tienen
capacidad para unirse a otro Organismo u Organización para formar con éstos
una entidad jurídica distinta. A sus ejecutivos se les otorgan inmunidades y
privilegios de la misma naturaleza que los otorgados a los representantes de
los Estados. Algunos Organismos u Organizaciones como la ONU emiten
resoluciones y recomendaciones cuya observancia deviene casi obligatoria a
juzgar por la práctica y experiencia internacional. Algunos órganos de dichas
instituciones como el Consejo de Seguridad, tienen facultad para imponer
sanciones de alcance internacional y a veces hasta tomar. Acción
Internacional, inclusive la “Acción Armada”. En estas organizaciones se
adoptan instrumentos con el carácter de tratados Multilaterales de observancia
universal. De ahí pues, que la experiencia y la realidad internacionales
confirman que dichos Organizaciones u Organizaciones si son sujetos del
Derecho Internacional Público.

9.5. El Individuo
“Algunos autores sostienen que los individuos son sujetos de Derecho
Internacional, pero no de manera inmediata, o bien sólo excepcionalmente.
(Kelsen, Théorie genérale du Droit International Public, 42 HR, 170 (1935).
Otros, mientras admiten que los individuos son sujetos de Derecho
Internacional, califican su tesis agregando que tal condición no es posible sin la
intervención del Estado al cual pertenece el individuo (Sioto- Pintor, Les Sujets
du Droit International autre que les Etast, 41 HR, 251 (1932 en 356)). Aun hay
otros que se refieren a los individuos como a sujetos secundarios del Derecho
Internacional (Redslob, Les Principes du Droit des Gens Moderne, pp. 24 y 208
y ss. Ver también Fiztmaurice, The General Principles of International Law
Considered from the Standpoint of the Rule of Law, 92 HR, en 11 (1957)”
(Sorensen, 1973: 275).
Lo anterior, expuesto por Sorensen, nos da una idea general de las posiciones
doctrinarias actuales en relación con el individuo como sujeto del Derecho
Internacional Público. Hoy en día los individuos tienen derechos en el ámbito
internacional y a dicho efecto entendemos los contenidos en “la Declaración
Universal de Derechos Humanos y los Pactos Internacionales sobre Derechos
Humanos Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales”; en algunos
casos pueden acudir a foros internacionales para hacer valer dichos derechos ,
por ejemplo al Consejo de Europa al aceptar la Convención Europea para la
Protección de Derechos Humanos; en América a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos; en América a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos; en otros casos se ha Pedido a los endemismos cuentas sobre su
conducta en Tribunales Internacionales por ejemplo el Tribunal Militar
Internacional de Nuremberg y el Tribunal Militar Internacional para el Lejano
Oriente ( Japón), en los que se juzgó a personas por crímenes contra la
humanidad, crímenes contra La Paz y el genocidio. Asimismo, se ha impuesto
al individuo “Deberes Internacionales” por los cuales debe asumir
“Responsabilidad Internacional”, tal el caso de la piratería, la trata de blancas,
el narcotráfico, responsabilidad por ruptura Internacional de cables marinos.
Todo lo anterior nos conduce a afirmar que el individuo sí es sujeto del Derecho
Internacional Público, aún y cuando lo podamos calificar de Sujeto sui generis
“Esta circunstancia ha dado lugar a la formación del Derecho Internacional
sobre Derecho Humanos” que no debe en ninguna forma confundirse con el
“Derecho Internacional Humanitario”, ya que el primero se aplica en tiempo de
paz y el segundo en tiempo de guerra.

9.5.1. Derechos Humanos

9.5.1.1. Descripción
Las descripciones aportadas por los diferentes autores son abundantes. “Las
Facultades Propias que todo ente humano tiene por el hecho de ser” (Citado
por Zenteno Barrillas, 1986: 12). “Los Derechos subjetivos inherentes a la
persona humana en el entendido que ella posee personalidad. Nacen junto con
la persona Humana y la acompañan en toda la trayectoria de la existencia del
hombre. Por eso son llamados derechos del hombre en género singular y no
derechos de los hombres o derechos de ciertos grupos humanos” (citado por
Zenteno Barrillas, 1986: 12). “Decir que hay Derechos Humanos o Derechos
del Hombre en el contexto histórico- espiritual “que es el nuestro” equivale a
afirmar que existen derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho
de ser hombre, por su propia naturaleza y dignidad; derechos que le son
inherentes, y que, lejos de nacer de una concesión de la sociedad política, han
de ser por ésta consagrados y garantizados" (citado por Sagastume Gemmell,
1987:1). Según sea el enfoque: iusnaturalista, moral, u otro, que cada autor
haga de los derechos humanos, así será el contenido de la descripción que de
los mismos aportes. En general podemos decir que el meollo de todas las
definiciones tiende a presentar los “Derechos Humanos” como algo que ha sido
concedido gratuitamente al hombre por el solo hecho de ser “ser humano”.
9.5.1.2. Características
De conformidad con lo resuelto en la Conferencia Mundial para los Derechos
Humanos celebrada en Viena en el mes de junio de 1993, los Derechos
Humanos gozan de las características siguientes: universalidad,
interdependencia, indivisibilidad e interrelación. Por consiguiente: a) todos los
Estados deben tratar los Derechos Humanos de manera global, justa y
equitativa, en pie de igualdad y con la misma urgencia; y b) todos los Estados,
sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales, tienen el
deber de promover todos los Derechos Humanos y todas las libertades
fundamentales.

9.5.1.3. Denominaciones
El Licenciado Arturo Martínez Gálvez (1990: 3-16) describe las diferentes
acepciones, según las épocas, con que se han conocido los “Derechos
Humanos”. Se les ha denominado: “Derechos Naturales”, para indicar que los
mismos correspondían al hombre por el solo hecho de ser hombre. “Derechos
Innatos", para indicar que los mismos correspondían al hombre mismo; el
hombre nace con dichos derechos y no le pueden ser sustraídos por el Estado
sin incurrir en violación de dichos ordenamientos natural. “Derechos
Fundamentales”, para indicar que son secundarios ni derivados y por
consiguiente forman parte necesariamente de un orden jurídico positivo.
“Derechos Individuales”, como una reminiscencia de la postura que asumió la
Revolución Francesa en relación con el respecto de las libertades individuales;
esta posición hoy en día ha sido ya superada. “Derechos Públicos y
Subjetivos", para indicar la vinculación de dichos Derechos con el Estado;
descarta por sí misma que los Derechos del Hombre sean anteriores al Estado.
“Derechos Subjetivos”, como una facultad que nace de la norma jurídica y en
este sentido vendrían a ser derivaciones de la voluntad del Estado. “Libertades
Públicas” o “Constituciones Fundamentales", términos que ha sido empleados
en algunas Constituciones de los Estados y en las Declaraciones y
Documentos de las Naciones Unidas (por ejemplo, en el Artículo 5 e) de la
Carta). El autor citado nos dice que “Todas estas denominaciones… tienen en
algo de cierto, puesto que todas ellas recogen lo que estos derechos han
significado en un cierto lugar y épocas determinadas y ha sido una exigencia
del momento histórico que se ha vivido” (Martínez Gálvez, 1990: 3-16).

9.5.1.4. Clasificación
Los Derechos Humanos son “indivisibles" pero para mejor entenderlos,
académicamente y de conformidad con el orden de su aceptación histórica, se
les clasifica como: Derechos Humanos de Primera Generación, Derechos
Humanos de Segunda Generación y Derechos Humanos de Tercera
Generación. Esta clasificación ha sido tajante y rotundamente negada por
muchos autores y sólo le reconocen un valor académico.

9.5.1.4.1. Derechos Humanos de Primera Generación


Se le conoce como “Derechos Humanos Individuales” y tienen tres
características: a) imponen al Estado la obligación de respetarlos; b) los
titulares son, en el caso de los derechos civiles, los ciudadanos en general y en
el caso de los derechos políticos el ciudadano en ejercicio; y c) son
reclamabais en todo momento y lugar y no están sujetos a variación de factores
sociales o políticos. Estos derechos son, entre otros: la vida, la libertad, la
propiedad, la seguridad, la igualdad ante la ley, la prohibición de la tortura y los
tratos crueles o degradantes, derecho a la personalidad jurídica, derecho a no
ser detenido arbitrariamente, las garantías procesales, derecho a su imagen
(intimidad y honra), derecho a la libre circulación y a la residencia, derecho a la
nacionalidad (adquirirla y cambiarla), derecho al matrimonio y a fundar una
familia, derecho a la libertad de pensamiento así como libertad de conciencia y
de religión, derecho a la libertad de opinión y expresión así como a la
información, la resistencia a la opresión, el derecho a intervenir en la
elaboración de leyes, el derecho de acceso a cargos públicos. Se desarrollaron
entre 1679 (Ley de Hábeas Corpus en Inglaterra) y 1917 cuando ya tienen de
común el haber sido elevado a categoría de normas constitucionales.

9.5.1.4.2. Derechos Humanos de Segunda Generación


Se les conoce como “Derechos colectivos” y se caracterizan por ser derechos
económicos, sociales y culturales. Incluyen: el derecho al trabajo, el derecho a
la libre elección del trabajo, el derecho a condiciones equitativas de trabajo,
derecho a un salario suficiente y digno, derecho a la sindicalización, derecho al
descanso, derecho al disfrute del tiempo libre, derecho a la limitación razonable
del trabajo, derecho a vacaciones pagadas, derecho a un nivel de vida
adecuado , derecho a la seguridad social, derecho de la maternidad y la
infancia a disfrutar de una asistencia específica, derecho de todos los niños a
protección social, derecho a la educación (gratuidad, obligatoriedad de la
educación elemental, elegir el tipo de educación para sus hijos), derecho a
participar en la vida cultural (gozar de las artes), derecho a participar en el
progreso científico, derecho a la protección de los derechos de autor.
Obviamente estos derechos imponen al Estado la obligación de adoptar los
medios adecuados para garantizar a su población y para que ésta los alcance.
A partir de 1917 la mayoría de los Estados los incorporan en sus propias
Constituciones.

9.5.1.4.3. Derechos Humanos de Tercera Generación


Se les conoce también como Derechos Humanos “transterritoriales" porque
trascienden las fronteras de los Estados y devienen, en cierta forma, “Derechos
Humanos Internacionales” en el sentido de que corresponde a la humanidad en
tanto que sociedad universal. Podemos mencionar: derecho al desarrollo,
derecho a un medio ambiente sano y adecuado, derecho a la libre
determinación de los pueblos, derecho a la comunicación internacional,
derecho a La Paz y seguridad, derecho a beneficiarse del patrimonio común de
la humanidad, derecho de los cónyuges a decidir libre y responsablemente el
número y el momento de nacimiento de sus hijos, así como el derecho a una
educación e información adecuada a este respecto; derecho a objeción por
motivos de conciencia (García Baúer, 1987:72).

9.5.1.5. Bosquejo del Desarrollo Histórico de los Derechos Humanos

Distinguimos claramente tres etapas en el desarrollo de los Derechos


Humanos: a) Primera Etapa embrionaria en la cual los Derechos Humanos no
estaban precisamente escritos en textos con fuerza de ley; la Biblia contiene
conceptos en esta dirección; nos podemos remontar hasta tiempos muy
remotos en donde los Derechos Humanos resaltan más por su proyección
negativa que por su proyección positiva. B) segunda etapa en que los
Derechos Humanos comienzan a plasmarse en textos escritos con fuerza de
Ley. Se inicia, según el consenso de los juristas especialistas en esta materia,
en el año 1215 con la adopción de la Carta Magna. En Inglaterra.
Esencialmente establece garantías procesales. Le sigue en 1628 la Petition of
Rights, en 1679 la “Ley de Hábeas Corpus" y en 1689 se promulga el Bill of
Rights. Estos tres últimos documentos complementan y desarrollan la Carta
Magna. En 1776 aparece “La Declaración de Virginia” cuyo contenido es
incorporado en el Acta de Independencia de los Estados Unidos de América,
con lo cual los Derechos Humanos Individuales ascienden a “nivel
constitucional”; esta tendencia siguió en las Declaraciones de Independencia y
las Constituciones de los nuevos pueblos de América. En 1789 en Francia se
aprueba la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, cuyo
contenido es incluido en la Constitución Francesa de 1793. Luego aparecen los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales quedando éstos incorporados con
la calidad de garantías constitucionales. Hasta este momento los Derechos
Humanos son considerados algo puramente “interno”. C) Tercera Etapa que se
inicia en 1917. Esta etapa se caracteriza: a) por el salto de los Derechos
Humanos del “Nivel Nacional” al “Nivel Internacional”; b) la adopción de
Instrumentos Internacionales: Carta de las Naciones Unidas, Declaración
Universal de Derechos Humanos, Pactos Internacionales sobre Derecho
Humanos (Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales), Declaraciones
y Convenios Regionales sobre Derechos Humanos (Europa, América); c)
Comisiones especificas regionales (Europea e Interamericana); d) Órganos
Jurisdiccionales para conocer sobre violación de Derechos Humanos (Corte
Europea y Corte Interamericana, ambas sobre Derechos Humanos, etc.); e)
Convenios específicos (sobre Derechos de la Mujer, Derechos del Niño, etc.); f)
la aparición de nuevos derechos que se califican como “Derechos Humanos de
la Tercera Generación”.

9.5.1.6. Instrumentos Internacionales Universales sobre Derechos


Humanos

Carta de Naciones Unidas. En la Conferencia de San Francisco se discutió si


la Carta de Naciones Unidas debía contener un listado de Derechos Humanos,
y se concluyó que no; sin embargo, se dejó claro que, a partir del momento de
la fundación de la ONU, los Derechos Humanos pasaban a ser “preocupación
universal”. La Carta se refiere a los Derechos Humanos en las siguientes
disposiciones: Preámbulo, artículos 1, 3, 13, 55, 56, 62, 68 y 76. Es importante
mencionar “La Comisión de Derechos Humanos” con sede en Ginebra, “La
Comisión de Derechos Humanos” con sede en Ginebra, “La Subcomisión de
Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías” y “La Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer”.

La Declaración Universal de Derechos Humanos. Fue adoptada y aprobada


en la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Consta de un
prólogo y 30 artículos. Es importante citar el contenido de los artículos 1 y 2
que de inmediato plantean el contenido general de la Declaración: Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los uno con los otros. Articulo 2. (1) Toda persona tiene todos los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
(2) Además no se hará distinción alguna fundada en la condición política,
jurídica o internacional del país independiente como de un territorio bajo
administración fiduciaria, no autónomo a sometido a cualquier otra limitación de
soberanía. Los artículos 3 al 21 establecen los derechos. Civiles y Políticos.; y
los artículos 22 al 27 establecen los derechos. Económicos, Sociales y
Culturales. Los artículos 28 al 30 establecen el derecho a la plena eficacia de
los Derechos y Libertades Fundamentales, la proclamación de los deberes para
con la comunidad, el principio de legalidad en el ejercicio de los derechos y
libertades, el límite del ejercicio de los derechos y el principio de interpretación
de la Declaración.
La declaración fue adoptada universalmente por consenso; largo tiempo estuvo
en discusión su obligatoriedad jurídica, por parte de los Estados y se le ha
reconocido una obligación moral. Tiene el mérito de constituir el primer
catalogo universalmente aceptado de aquellos derechos mínimos que deben
respetarse en cada ser humano (ver anexo I).

Pactos Internacionales sobre Derechos Humanos. El propósito de los


Pactos Internacionales sobre Derechos Humanos es el de crear instrumentos
jurídicos de carácter jurídicamente obligatorio par los Estados. Fueron
adoptados en diciembre de 1966 en la ciudad de Teherán, y entraron en
vigencia diez años más tarde (1976).
a) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Recoge todos
los derechos civiles y políticos contenidos en la Declaración Universal de
Derechos Humanos con algunas excepciones (asilo, nacionalidad y
propiedad, por ejemplo) y además contiene otros Derechos que no están
en la Declaración Universal. Crea el Comité de Derechos Humanos con
competencia para conocer y examinar los informes y denuncias de los
Estados. Es requisito indispensable que los Estados involucrados en las
denuncias hayan ratificado y expresamente aceptado la competencia del
Comité. Adicionalmente se adoptó un Protocolo que abre la puerta a la
denuncia individual y/o colectiva a través de un procedimiento simple
(Ver Anexo II).
b) Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. Al igual que el Pacto Internacional del Derechos Civiles y
Políticos recoge la mayoría de los Derechos contenidos en la
Declaración Universal y añade otros nuevos. Establece el compromiso
de los Estados a adoptar las medidas necesarias para su complimiento y
a informar al Consejo Económico Social de la ONU periódicamente
sobre el cumplimiento de dicho compromiso (ver anexo IV).

Otros Instrumentos Universales. Además de los instrumentos ya


mencionados, que pueden catalogarse de “Principales”, sin que ello signifique
que los otros no sean, también se han adoptado instrumentos internacionales
sobre Derechos Humanos específicos dirigidos a proteger los Derechos de la
mujer, del niño, de los pueblos indígenas.
9.5.1.7. instrumentos Regionales sobre Derechos Humanos
En los ámbitos regionales los instrumentos jurídicos sobre Derechos Humanos,
más importantes, han sido adoptados en Europa y América.
Europa. en el ámbito europeo se adoptó la Convención Europea para la
Protección de los Derechos Humanos en diciembre de 1959 habiendo entrado
en vigencia en 1953. Este Convenio crea los mecanismos de protección de los
Derechos Humanos a través de “La Comisión Europea de Derechos Humanos”
y “El Tribunal Europeo de Derechos Humanos” así como “El Comité de
Ministros del Consejo de Europa”.
América. En América se adoptó la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en noviembre de 1969 habiendo entrado en vigor en 1978. Este
Convenio, además de los Derechos Humanos protegidos, crea los mecanismos
de protección de los Derechos Humanos a través de La Corte Interamericana
de Derechos Humanos y La Corte Interamericana de Derechos Humanos,
ambos Organismos con sede en San José de Costa Rica (leer anexo V).

9.5.1.8. El Alto Comisionado


a) Origen
El Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos se creó en la Declaración y Programada de Acción de Viena y
la Resolución 48/141 de la Asamblea General de la Organización de
Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1993 y desde el 15 de
septiembre de 1997 el ACNUDH y el Centro de Derechos Humanos de
la ONU han pasado a ser una sola dependencia llanada Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Está
presidia por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos.
b) Funciones
En la Resolución 48/1412 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas se especifican las responsabilidades del Alto Comisionado, entre
otras: a) promueve el disfrute universal de los derechos humanos; b)
desempeña un papel de dirección; c) promueve la cooperación
internacional; d) estimula y coordina las actividades, e) promueve la
ratificación y aplicación de normas, g) presta apoyo; h) reacciona ante
las violaciones graves. Como Oficina protege y promueve la totalidad de
los derechos humanos para todos. Su actividad se fundamenta y orienta
por las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración
Universal de Derechos Humanos, la Declaración y Programa de Acción
de Viena, y lo aplicable derivado de la fusión. Interactúa con todos los
Organismos especializados de la ONU, tales como la UNESCO, la OIT,
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el ACNUR, la OMS, etc.

c) Sede y Organización
Tiene su Sede en Ginebra, Suiza, en el Palais Wilson y su subsede en
Nueva York, USA. Reporta al Secretario General de la ONU. Cuenta
con: a) una Oficina Auxiliar; b) su Sección Administrativa; c) una
Subdivisión de Investigación y del Derecho al Desarrollo; d) una
Subdivisión de Servicios de Apoyo; e) una Subdivisión de Actividades y
Programas. Además, puede abrir Oficinas en cualquier país que lo
solicite; el objeto de estas oficinas es aportar apoyo y asesoría no
solamente a entidades de gobierno sino también a entidades no
gubernamentales. En Guatemala se negoció el establecimiento de una
de estas oficinas en el año 2005.

9.5.1.9. Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas tuvo su origen en


el articulo 68 de la Carta de la ONU que ordena al Consejo Económico y Social
la formación de comisiones de orden económico y social y para la promoción
de los derechos humanos. Fue creada en el año 1946 e inicialmente se integró
solamente con 18 Estados; posteriormente 53 Estados formaron parte de esta
Comisión y los representantes de los mismos tuvieron no solamente carácter
permanente sino estatuto diplomático; tuvo su sede en Ginebra, Suiza y se
reunía en Asamblea General, durante seis semanas, una vez por año en los
meses de marzo- abril para revisar el estado de respeto a los Derechos
Humanos en todos los Estados del mundo.
La Agenda anual contenía entre 18 y 30 puntos generales que abordaban
temas sobre discriminación, libre determinación, racismo, desarrollo,
desapariciones, tortura, detenciones arbitrarias, ejecuciones sumarias, libertad
de expresión, independencia del poder judicial, impunidad, intolerancia
religiosa, la mujer, el niño, migrantes, desplazados, protección de minorías, etc.
Y en su trabajo se auxiliaba de expertos, grupos de trabajo, representantes y
“Relatores” que visitaban entre 3 y 5 países anualmente y luego presentaban
su informe en la Asamblea General Anual, haciendo sus recomendaciones que
podía o no hacer suyas la Comisión estos “Relatores” eran nombrados para
examinar la situación general de los Derechos Humanos en un país (Relatores
para País) o la situación de un tema especifico (Relatores Temáticos). Esta
Comisión desapareció en 2006.

9.5.1.10. Consejo de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos


El consejo de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos nació al
desaparecer la Comisión y es una entidad intergubernamental integrada por 47
miembros responsables de fortalecer la promoción y la protección de los
Derechos Humanos en el mundo. Fue creado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en la resolución 60/251 del 15 de marzo de 2006 con el
objeto principal de vigilar las violaciones de Derecho Humanos y de hacer
recomendaciones. El 18 de junio de 2007 adoptó los instrumentos que la
institucionalizaron. Debe hacer un examen periódico de la situación de respeto
de los Derechos Humanos en todos los Estados Miembros. Cuenta con un
Comité Asesor integrado por 18 expertos: 5 de África, 5 de Asia, 2 de Europa
del Este, 3 de América latina y 3 de Europa Occidental; asimismo tiene un
procedimiento de quejas presentadas tanto por individuos como
organizaciones; además adoptó los Procedimientos Especiales instituidos por
la Comisión que lo precedió. Tiene su sede en Ginebra, Suiza El mandato de
los Relatores y de Grupos Especiales de expertos fue renovado hasta nueva
decisión. La propuesta, selección y nombramiento de los Mandatarios del
Consejo (Relatores, Expertos, Integrantes de los Grupos) debe estar
fundamentada en los criterios de: a) Conocimiento como experto; b)
Experiencia en el campo de los Derechos Humanos; c) Independencia; e)
Imparcialidad; f) Integridad personal y f) Objetividad. Debe observarse una
representatividad de género y geográfica balanceada. Las propuestas las
harán: a) los Gobiernos; b) los Grupos Regionales que operan en las Naciones
Unidas dentro del sistema de Derechos Humanos; c) Las Organizaciones
internacionales; d) las organizaciones no gubernamentales; e) otros grupos de
Derechos Humanos; y f) las personas individuales.
La revisión periódica la hace tomando en cuenta: a) la Carta de las Naciones
Unidas; b) la Declaración Universal de Derechos Humanos; c) los Instrumentos
internacionales adoptados por los Estados; d) los compromisos voluntarios de
los Estados.
Algunos de sus principios son: a) Promover la universalidad, interdependencia,
indivisibilidad e interrelación de todos los derechos humanos; b) Ser un
mecanismo de cooperación; c) Asegurar cobertura universal e igualdad de trato
a todos los Estados; d) Ser un proceso intergubernamental; e) Complementar y
no duplicar otros mecanismos sobre derechos humanos; f) involucrar
totalmente al Estado que se revista; h) Tener una duración razonable y no
involucrar grandes cantidades de dinero; i) Conducir la investigación de manera
objetiva, transparente, no selectiva, constructiva, no confrontativa y no
politizada.
Los objetivos, entre otros, son: a) Mejorar la situación de los Derechos
Humanos “in situ"; b) El cumplimiento de las obligaciones y compromisos de los
Estados en relación a los Derechos Humanos así como los logros; c) La
superación de la capacidad del Estado así como promover asistencia técnica;
d) el compartir las “mejores prácticas” para superación del Estado en relación a
los Derechos Humanos; e) Apoyar la cooperación y promoción así como la
protección de los Derechos Humanos; f) Alentar la cooperación y el
compromiso plenos con el Consejo y otras instituciones y la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

9.5.1.11. Obligaciones Internacionales del Individuo y Foro Jurisdiccional


El Derecho Internacional Privado regula las relaciones de los individuos que
pertenecen a diferentes nacionalidad cuando en sus relaciones jurídicas
presentan situaciones que pueden estar sometidas a más de una legislación o
jurisdicción El Derecho Internacional Público regula las relaciones de los
sujetos del Derecho Internacional Público: los Estados; los Organismos
Internacionales Gubernamentales; algunos particulares y el “individuo en el uso
y goce de aquellos derechos catalogados como derechos humanos”.
En la actualidad hay actos cometidos por los individuos, causando un daño
irreparable o lesionando la conciencia Internacional en el actual mundo
civilizado; actos que por carecer de instrumentos adecuados quedan impunes.
Es el caso de aquellos gobernantes que, al amparo de la guerra, crímenes
contra La Paz, crímenes de lesa humanidad, genocidio, violaciones graves a
los derechos humanos, asesinatos, secuestros de personas protegidas por el
Derecho Internacional, violación de mujeres como medio de hacer la guerra,
torturas terrorismo internacional, secuestro de naves, aeronaves y agentes
diplomáticos, acciones de mercenarios, lavado de dinero y otros activos,
narcotráfico, tráfico de personas, etc.
La comunicación internacional ha trabajado a través de los tiempos para la
creación, de un “Tribunal Penal Internacional” y a ese efecto ha concretado en
“Tribunales Penales Internacionales ad hoc": Nuremberg, Tokio Yugoslavia,
Ruanda, Camboya, Sierra Leona. En Roma (1998) finalmente se creó “El
Tribunal Penal Internacional Permanente”. Más adelante, en esta misma obra
en el punto 35, se aborda el caso de los “Medios Jurisdiccionales
Internacionales”. Esto nos indica que el Derecho Internacional Público ha
evolucionado hacia el hecho de que el individuo no solamente tiene “derechos
de transcendencia internacional" sino también tiene “obligaciones de
trascendencia internacional” por las que debe responder eventualmente ante la
Comunidad Internacional en el momento adecuado.

9.6. Otros Sujetos


De la clasificación anterior concluimos que existen otros organismos u
organizaciones que también son sujetos del Derecho Internacional Público,
aunque con una extensión mucho más restringida, en aspectos muy
particulares, y de mucha menor importancia. Algunos de estos sujetos son:

9.6.1. La Orden de Malta


Su verdadero nombre es “Soberana Orden Militar de Malta". Tuvo su origen en
un hospital establecido en Jerusalén para atender a los peregrinos cristianos en
el siglo XI; al caer Jerusalén se trasladó a San Juan de Acre, más tarde a
Chipre luego a Rodas y por último, en 1523, cuando Carlos V concedió la Isla
de Malta en feudo a los Caballeros Hospitalarios den San Juan, se estableció
en Malta, de la cual toma su nombre actual; allí permanecieron hasta el año
1798 cuando Napoleón navegando hacia Egipto, se apoderó de la isla. En la
actualidad tiene su sede en Roma en donde el Papá León XIII concedió a la
Orden la Iglesia de San Basilio. No ejerce soberanía alguna sobre ningún
territorio, sin embargo, ostenta privilegios consagrados por el Derecho
Internacional Público; tiene derecho reconocido de legación activo y pasivos;
hasta 1983 el Embajador de Guatemala ante la Soberanía Orden Militar de
Malta fue el Decano del Cuerpo Diplomático acreditado ante dicha Orden.
Además de tener representantes diplomáticos ante muchos Estados también
tiene representantes diplomáticos ante organismos; es miembro del Comité
Internacional de Medicina y Farmacia Militares, con sede en Lieja, Bélgica.
Según algunos autores para la Soberanía Orden de Malta solamente rigen el
Derecho Diplomático y lo aplicable en los tratados. En realidad, se trata de una
persona jurídica colectiva, cuyos fines son religiosos y en el pasado fueron
humanitarios (Ortiz Ahlf, 1993:71).

9.6.2. Las Sociedades (Multinacionales- Transnacionales)


Que las sociedades en general sean sujeto del Derecho Internacional es
todavía muy discutido. “En el siglo actual, se advierte una creciente tendencia a
reconocer que los individuos (y sociedades) gozan en alguna medida de
personalidad Internacional; pero la cuestión se encuentra muy sometida a
discusión. Los internacionalistas soviéticos admiten la posibilidad de que los
individuos sean declarados responsables de delitos contra el Derecho
Internacional, como los crímenes de guerra, pero suelen negar que tanto los
individuos como las sociedades gocen de derechos internacionales. Es posible
que teman que el reconocimiento de tales derechos ponga en peligro el poder
de los Estados sobre sus propios nacionales. La doctrina italiana suele
sostener, con gran sutileza, aunque sin motivos políticos especiales, que los
individuos y sociedades no son sujetos del Derecho Internacional. En los
restantes países occidentales, la doctrina y los gobiernos suelen manifestarse
partidarios del reconocimiento de cierta personalidad jurídica internacional a los
individuos y sociedades; pero siempre atribuyen limitaciones a tal personalidad,
en forma incluso más restrictiva que con respecto a las organizaciones
internacionales. Los individuos y sociedades pueden gozar de determinados
derechos en virtud de acuerdos especiales, por ejemplo, pero nunca se ha
llegado a sugerir que pueden imitar a los Estados con la adquisición de
territorio, designación de embajadores o declaración de guerra… Existen
muchas reglas de Derecho Internacional en beneficio de los individuos y
sociedades, pero esto no quiere decir necesariamente que dichas reglas creen
derechos para tales individuos y sociedades. Una forma de probar la existencia
de derechos de individuos o sociedades bajo el Derecho Internacional consiste
en demostrar que el tratado que los establece otorga a los individuos o
sociedades el acceso ante tribunales internacional; pero la cuestión se
encuentra muy sometida a discusión. Los internacionalistas soviéticos admiten
la posibilidad de que los individuos sean declarados responsables de delitos
contra el Derecho Internacional, como los crímenes de guerra, pero suelen
negar que tanto los individuos como las sociedades gocen de derechos
internacionales. Es posible que teman que el reconocimiento de tales derechos
ponga en peligro el poder de los Estados sobre sus propios nacionales. La
doctrina italiana suele sostener, con gran sutileza, aunque sin motivos políticos
especiales, que los individuos y sociedades no son sujetos del Derecho
Internacional. En los restantes países occidentales, la doctrina y los gobiernos
suelen manifestar partidarios del reconocimiento de cierta personalidad jurídica
internacional a los individuos y sociedades; pero siempre atribuyen limitaciones
a tal personalidad, en forma incluso más restrictiva que con respecto a las
organizaciones internacionales. Los individuos y sociedades pueden gozar de
determinados derechos en virtud de acuerdos especiales, por ejemplo, pero
nunca se ha llegado a sugerir que pueden imitarlas con la adquisición de
territorio, designación de embajadores o declaración de guerra. Existen muchas
reglas de Derecho Internacional en beneficio de los individuos y sociedades,
pero esto no quiere decir necesariamente que dichas reglas creen derechos
para tales individuos y sociedades. Una forma de probar la existencia de
derechos de individuos o sociedades bajo el Derecho Internacional consiste en
demostrar que el tratado que los establece otorga a los individuos o sociedades
el acceso ante tribunales internacionales para el reconocimiento de sus
derechos… así el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento ha
establecido un tribunal arbitral internacional para resolver litigios resultantes de
inversiones, entre Estados y Súbditos de otros Estados… nada impide a un
Estado u organización internacional el que llegue a un acuerdo con un individuo
o sociedad y declare que dicho acuerdo se regirá por el Derecho Internacional.
Se suele recurrir a este procedimiento en el caso de concesiones petrolíferas.
En términos económicos, las grandes compañías petrolíferas son, con
frecuencia, tan poderosas como los Estados, y no se suelen sentir muy
inclinadas a que sus concesiones se rijan por el Derecho de un país extranjero.
La solución más razonable consiste en hacer que dichas concesiones se rijan
por el Derecho Internacional”. (Ortiz Ahlf, 1993: 71).
9.6.3. El Vaticano
En la Edad Media la Santa Sede constituía y estaba envestida de Poder
Temporal. En 1870 terminó el dominio temporal al producirse la unidad del
territorio italiano. Pasó a formar parte de Italia. Subsistió como institución
universal con gran influencia moral y religiosa. Por dicha razón se consideraba
al Papa como un soberano, otorgándole el derecho de legislación (activo y
pasivo) y facultad para celebrar concordados con los gobiernos. En 1871 se
emitió en Italia la “Ley de Garantía”; unilateralmente el gobierno italiano le
aseguró por eta ley ciertas prorrogativas de soberano al Papa, a saber: a)
inviolabilidad de su persona; b) inmunidad de su residencia; c) exención de
jurisdicción penal; d) derecho de tener una guardia armada (la Guardia Suiza);
e) una subvención anual; f) inmunidad de los cónclaves y concilios; g)
inmunidad de los diplomáticos enviados o recibidos por la Santa Sede; h)
libertad de comunicaciones. Sin embargo, los Papas no aceptaron esta
situación y en protesta se contribuyen en prisioneros voluntarios del Estado del
Vaticano. En 1929 Italia y El Vaticano firmaron el “Tratado de Letrán” en el cual
se reconoció: a) la plena propiedad y exclusiva y absoluta potestad y
jurisdicción sobre determinado territorio de la ciudad de Roma que se llama
“Ciudad del Vaticano”; b) Derecho de legación activo y pasivo; c) libertad
absoluta de comunicación con el exterior en tiempos de paz en tiempos de
guerra; d) jurisdicción sobre ciertas iglesias en la ciudad de Roma; e) una
residencia o casa de verano en Castelgandolfo, que también gozo de
extraterritorialidad; f) carácter de neutralidad o inviolabilidad.
Sobre la base de los Tratados de Letrán, El Vaticano se organizó así: a)
territorio de 44 hectáreas; b) población permanente aproximadamente mil
personas; c) tiene su propia moneda y especies postales y fiscales; d) en
ciertos casos otorga una ciudadanía vaticana; e) ejerce funciones ejecutivas (el
Papa), legislativas (Código Canónico) y judiciales (sus propios tribunales: rotas
romanas).
Los que sostienen que si es “sujeto” del Derecho Internacional Público lo
fundamentan en que: a) tiene individualidad propia; b) tiene acción
independiente; c) es universal; d) es organizado; e) concluye tratados llamados
concordatos; y f) tiene derecho a legación. Es sujeto de Derecho Internacional
Público en el pleno sentido de la palabra, porque tiene todos los elementos de
un Estado, aun cuando algunos de estos lo sean lato sensu.
Los que sostienen que no es sujeto de Derecho Internacional Público lo
fundamentan en que: a) las relaciones entre la Iglesia y el Estado están
reguladas por Derecho Interno y no por Derecho Internacional Público, y b) la
personalidad internacional del Papa es reconocida solamente por algunos
Estados.
Hoy por hoy la práctica universal es un reconocimiento como Estado y por
consiguiente como sujeto del Derecho Internacional Público “de hecho”; aun los
países que no mantienen relaciones diplomáticas le otorgan al Papa calidad de
Jefe de Estado y por consiguiente Sujeto del Derecho Internacional Público. La
influencia moral del Papa es grande; se le consulta por parte de los Jefes de
Estado de los países más influyentes en el mundo; se le llama como mediador
para problemas de carácter internacional. Todo lo anterior nos confirma que si
es Sujeto de Derecho Internacional Público, aunque lo sea sui generis.

9.7. Grupos Beligerantes


Se da cuando dentro de un Estado existe un conflicto armado de carácter
general, en el cual las partes en conflicto son perfectamente identificables; una
ilegal dentro del marco jurídico del Estado tratando de derrocar a la otra que
detenta el ejercicio del poder legalmente. Ante el formal reconocimiento por
terceros Estados, este grupo ilegal se convierte en sujeto del Derecho
Internacional Público; es una situación pasajera.
Al hacerlos sujetos de Derecho Internacional Público, éstos quedan sometidos
a la obligación de respetar el Derecho Internacional Humanitario, a respetar a
los extranjeros y sus bienes, a dar cuenta de sus actos ante tribunales
internacionales, etc. De otra parte, adquieren la posibilidad de enviar
representantes a explicar su causa ante países y gobernantes extranjeros y
derecho a que se les tome en cuenta para negociaciones formales dentro del
Estado donde luchan.

9.8. Grupos Insurgentes


Se da la misma situación anterior, excepto que el grupo insurgente no detenta
el control efectivo de ninguna parte sustancial del territorio. Si algún Estado,
debido a sus propios intereses en juego, directa o indirectamente decide
establecer relaciones de acuerdo con el Derecho Internacional con estos
grupos, dichos grupos se convierten automáticamente en sujetos temporales
del Derecho Internacional Público.
Estos grupos contraen más que todo obligaciones, por ejemplo, obligación de
respetar a los prisioneros que se consideran “de guerra”, respeto a los
extranjeros y sus bienes, respeto a los civiles. También obtienen algunos
derechos muy limitados, por ejemplo, que no se les considere y trate como
delincuentes comunes, poder acogerse eventualmente a una amnistía
decretada legalmente, poder solicitar asilo diplomático y territorial, etc.

9.9. Movimientos de Liberación Nacional


“…se distingue de otros grupos de Derecho Internacional, bien sea por el
objetivo que persiguen en la lucha, por quienes lo integran o el régimen
gubernamental contra el cual luchan. (Arguello, 1982: 38; Verdross, 1961: 5,
109, 485)”
El objetivo buscado es generalmente la “autodeterminación”; los individuos que
lo integran son poblaciones indígenas y los regímenes impugnados son por lo
general regímenes racistas, ocupacionales extranjeras u ocupaciones ilegales,
su personalidad jurídica internacional se manifiesta principalmente en tres
ámbitos el derecho humanitario, el derecho de los tratados y las relaciones
internacionales. (Akehurst, 1975: 115-120). Citemos como ejemplos la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el SWAPO. Como sujetos
especiales del Derecho Internacional se les aplican las Convenciones de
Ginebra de 1949 y el Protocolo I adicional; firman tratados sobre fin de guerras,
limites, establecimiento de fuerzas armadas en territorio extranjero; abren
embajadas, misiones diplomáticas, oficinas ad hoc, oficinas de información y se
contribuyen como observadores en Organizaciones Internacionales,
especialmente la ONU.

10
ELEMENTOS DEL ESTADO

10.1. Elementos Esenciales


De conformidad con el Derecho Consuetudinario Internacional y la Convención
sobre los Derechos y Obligaciones de los Estados, firmada en Montevideo el 6
de diciembre de 1993, en la VII Conferencia Interamericana, en su artículo 1º.
El Estado como sujeto (persona) de Derecho Internacional debe poseer las
siguientes calificaciones: a) una población permanente; b) un territorio definido;
c) un gobierno; y d) capacidad para establecer relaciones con otros Estados.
Según el Arbitral Mixto Germano- Polanco, un Estado existe tan sólo a
condición de poseer un territorio, una población que habite dicho territorio y un
poder político que se ejerza sobre la población y el territorio (Reccueil, Vol. IX,
1 de agosto de 1939: 336).
Una nación organizada política y jurídicamente debe poseer concurrentemente
cuatro elementos:

10.1.1. Población: Nación


Entendemos por nación una comunidad de hombres unidos por vínculos de
idioma, raza, costumbres y tradiciones comunes, con carácter permanente.
Según Rousseau una nación es un conjunto de individuos unidos por un
vínculo jurídico y político que llamamos nacionalidad, caracterizado por
permanencia y continuidad (Rousseau, 1966: 84).
A veces “Nación” se confunde con “Estado”, lo cual no es correcto, porque en
un Estado pueden convivir varias naciones por ejemplo Canadá, España,
Bélgica, Rusia, Estados Unidos, Guatemala, etc. A veces sucede que un
Estado está formado por una sola nación, por ejemplo, Costa Rica, Argentina;
etc. También se puede dar el caso de que una Nación esté dispersa en varios
Estados, que es el caso de la nación Kurda.

10.1.2. Territorio
Entendemos por territorio la limitación geográfica específicas. A veces el
territorio está fraccionado, por ejemplo, Pakistán antes de la separación; la
Madre Patria y sus colonias, etc. No se requiere absoluta certeza sobre sus
fronteras, pues pueden existir disputas fronterizas con sus vecinos, pero si se
requiere que por lo menos un 80 % de su territorio esté definido.

10.1.3. Gobierno
Deben existir órganos a través de los cuales se ejerce el “poder soberano”
sobre la nación y el territorio; generalmente Poder Ejecutivo, Legislativo y
Judicial. No siempre se aplica en forma rígida, por ejemplo, el caso de las
guerras civiles, excepto cuando una parte de la población desea separarse
para formar un nuevo Estado.

10.1.4. Capacidad de Establecer Relaciones con otros Estados


Esto no significa que efectivamente establezca relaciones con todos los
Estados, ni siquiera con la mayoría. Se habla de “capacidad” no de ejercicio
efectivo. En algunos casos el ejercicio se deja a terceros.
Esta definición fue invocada al solicitar la admisión de Israel a las Naciones
Unidas, y en esa ocasión el proponente hizo notar que el último requisito no era
de la esencia del Estado, al punto de que en ese momento había Estados
miembros que no tenían el control de sus Relaciones Exteriores, por ejemplo,
Ucrania con la URSS.
En algunos casos, los Estados pueden contratar con otros Estados algunos
aspectos “administrativos”, por ejemplo, aduanas, servicios postales, servicios
telegráficos y telefónicos, representación diplomática, etc. Y en ese caso están
Mónaco, Luxemburgo; Liechtenstein, Andorra, Belice para no citar sino algunos
a manera de ejemplo.
Algunos autores añaden como condición “el reconocimiento”; hoy en día se
sostiene que el reconocimiento es sólo una “prueba” de que se llenan los
requisitos anteriores.

10.2. Elementos Secundarios


Además de los mencionados como esenciales existen algunos otros elementos
secundarios, por ejemplo: moneda propia, bandera, himno, sellos, flores
nacionales, escudo nacional, etc.

11
CLASIFICACIÓN
DE LOS ESTADOS

La clasificación de los Estados se hace generalmente partiendo de la noción de


soberanía, entendiendo por ésta la facultad o función de regir o gobernar con
exclusión, en principio, de cualquier otro poder. Algunos Estados no tienen el
ejercicio de su soberanía o si lo tienen, lo tienen restringido. Dentro de aquellos
Estados que ejercen plenamente su soberanía existen diferentes modalidades
de organización interna. De ahí que a los primeros se les llama Estados
independientes o plenamente soberanos, y a los segundos Estados
dependientes o parcialmente soberanos. A estos añadimos otra clase de
“territorios” que gozan de un estatuto muy especial; no se trata de Estados
propiamente dichos; tampoco se trata de colonias o protectorados, mandatos o
fideicomisos. Se trata de aquellos territorios “internacionalizados”.

11.1. Estados Independientes


En primer lugar, tenemos aquellos cuya organización esta representada por
una autoridad política central que ejerce la soberanía interior y exterior; estos
se llaman tradicionalmente Estados Simples o Unitarios. En segundo lugar,
tenemos aquellos Estados “compuestos” cuya soberanía es ejercida por varias
autoridades políticas, algunos ejercen la soberanía interior o algunos de sus
aspectos, y otros ejercen la soberanía exterior o alguno de sus aspectos.
En este segundo grupo tenemos: a) la Confederación, la cual se forma por la
asociación política de varios Estados, cada uno de los cuales conserva su
personalidad jurídica plenamente reconocida como tal; cada uno conserva
derecho de legación activo y pasivo es decir ejerce soberanía interior y exterior;
tiene un órgano central que ejerce ciertos poderes sobre todos los Estados que
componen la asociación; este órgano central se llama “Dieta” y reviste un cierto
carácter diplomático pues en ella están representados todos los Estados
miembros por medio de plenipotenciarios que toman decisiones “por
unanimidad”; de ahí que el desacuerdo de un Estado tiene efectos de “veto”.
Rousseau la llama “un Estado de Estados” (Rousseau, 1966: 112); b) la
Federación, se forma por la asociación política de varios Estados, cada uno de
los cuales conserva en gran parte su soberanía interna delegando en un
órgano central llamado “federal” ciertas esferas de su soberanía interna y la
totalidad de la soberanía externa, de manera que en la Federación el Derecho
Internacional no se ocupa de los Estados que la forman; en este caso estaba
Ucrania y Bielorrusia dentro de la antigua URSS y constituían un caso
particular ya que contaban con representación individual en la Organización de
Naciones Unidas; c) la Unión Personal, se da cuando el trono de dos países
corresponde a un solo soberano, sea por razones hereditarias u otras causas;
en tal caso cada Estado conserva su personalidad internacional y la autonomía
de su organización política; d) la Unión Real, se da cuando además de tener el
mismo soberano unifican su organización política, y solamente tienen una
personalidad jurídica reconocida.
De las cuatro formas anteriores solamente la Federación tiene hoy en día
importancia, porque las otras tres formas ya no se dan; desaparecieron al
impulso de las ideas de soberanía e igualdad jurídica de los Estados y la
autodeterminación de los pueblos. Ejemplos de las formas ya mencionadas son
las siguientes.
a) Confederación: Estados Unidos en alguna época de su historia,
Alemania, Suiza;
b) Federación: Estados unidos en la actualidad, México, Brasil;
c) Unión personal: las coronas de Gran Bretaña y Hannover en alguna
época de su historia;
d) Unión real: el Imperio austro- húngaro, Suecia; Noruega en 1814.

11.2. Estados Dependientes


Dependientes, como su nombre lo indica, son aquellos Estados que están
sujetos a otros; con la doctrina de autodeterminación de los pueblos y las
condiciones impuestas a los países colonizadores durante y después de la II
Guerra Mundial, esta clase de Estado ya no existe en la actualidad, por lo que
esta parte de la doctrina solamente conserva un interés histórico- académico.
En esta categoría encontramos: a) los vasallos; b) los protectorados; c) los
mandatos; y d) los fideicomisos.
En el caso de los vasallos la soberanía exterior estaba totalmente sujeta a otro
Estado, conservando total o parcialmente el ejercicio de su soberanía interior;
en algunos casos pagaban impuestos convirtiéndose en Estados tributarios;
constituyen una figura jurídica de consonancia bastante peyorativa y
completamente fuera de tiempo. En el caso de los protectorados, como su
nombre lo indica, viene de “protección” y es porque existían y subsistían “al
amparo” de otros Estados considerados más fuertes; originalmente eran
Estados totalmente independientes y por razones políticas, militares,
económicas u otras comprometieron su soberanía; generalmente se establece
por convenio; la soberanía exterior la ejercía el protector y la soberanía interior
la ejercía el Estado protegido pero sujeto a la supervisión de un gobernador
nombrado por el protector. En el caso de los Mandatos, estos tuvieron su
origen en el articulo 22 de la Carta de la Sociedad de Naciones y fueron
Estados vencidos confiados a la autoridad de los vencedores quienes ejercían
por ellos la soberanía interior y exterior, con el objeto de prepararlos a una vida
independiente democrática, autosuficiente, fueron de diferentes categorías
según fuese el grado de soberanía del Estado mandatario; los Mandatos
fracasaron y nunca se logró parcial o totalmente el fin para el que fueron
creados. En el caso del Fideicomiso éste tuvo su origen en la Carta de San
Francisco, Organización de Naciones Unidas, al finalizar la II Guerra Mundial;
su objeto se sustituir a lo Mandatos; a dicho efecto se creó un órgano especial
de la Organización de Naciones Unidas llamado “Consejo de Administración
Fiduciaria” con carácter de permanente; los fideicomisos fueron los países
vencedores o Potencias; entre sus fines tiene: salvaguardar la paz y seguridad
internacionales, mantener el respeto a los Derechos Humanos, promover el
adelanto político, social y educativo, y finalmente asegurar igual otro a todos los
miembros en el campo jurídico, económico y comercial de los Estados
Fideicomitidos.
11.3. Territorios Internacionales

11.3.1. Dantzing (Gdansk)


Origen
La ciudad de Dantzing era reclamada, al final de la I Guerra Mundial, tanto por
Polonia como por Alemania. La razón aducida fue su posesión estratégico-
natural por parte de Polonia, y la población netamente alemana por parte de
Alemania. El Tratado de Versalles (Sección XI, Artículos 100 a 108) y el
Tratado ente Polonia y Dantzing regló la situación creando para esta ciudad un
estatuto especial: la Internacionalización.
Estatuto
Alemania renunció, a favor de las principales potencias aliadas y asociadas, a
todos los derechos y títulos sobre el territorio de la ciudad de Dantzing, territorio
que fue bien delimitado en el articulo 100 del Tratado de Versalles. Las líneas
fronterizas fueron fijadas por una Comisión compuesta por un Alto
Comisionado nombrado por las principales potencias aliadas y asociadas y un
miembro nombrado por Polonia y otro por Alemania. La ciudad de Dantzing se
constituyó en “ciudad libre” bajo la protección expresa de la Liga de Naciones
(Sociedades de Naciones); su constitución interna fue elaborada por
representantes de la misma ciudad, quienes Fueron nombrados y regularmente
designados bajo la supervisión y con el acuerdo del Alto Comisionado de la
Liga de Naciones.

Administración
Por medio de un convenio entre Dantzig y Polonia se aseguró la buena
administración de la ciudad libre de Dantzig; en el mismo, de conformidad
como lo dispuesto en el articulo 104 del Tratado de Versalles se estableció que:
a) aduanalmente Dantzig y Polonia constituían un solo territorio, con la
existencia de un puerto franco en Dantzig; b) para las comunicaciones
marítimas Polonia tenia libre uso de las vías de las aguas, docks, dársenas,
muelles, etc. Situadas en Dantzig necesarias para las importancias y
exportaciones de Polonia; c) ferroviariamente Polonia tendría el control y la
administración del conjunto de la red ferroviaria entre los límites de la ciudad,
salvo los tranvías y demás vías férreas que servían a las necesidades de la
ciudad libre; d) diplomáticamente Polonia quedó encargada de la dirección de
las relaciones exteriores de la ciudad libre de Dantzig, así como de la
protección consular; en la práctica Polonia escogió representantes a manera
de dar participación a los nacionales de Dantzig; e) administrativamente
Polonia y Dantzig tuvieron siempre igual número de representantes.
Término
Al llegar Hitler a la cúspide del poder reincorporó la ciudad libre de Dantzig a
Alemania. Posteriormente al terminar la II Guerra Mundial, Polonia simplemente
anexó este territorio al suyo propio y le dio el nombre de Gdansk, que
posteriormente se hizo famosa por ser la sede del sindicato “Solidaridad” de
donde salió su gobernante Lech Walesa.

11.3.2. Territorio de la Cuenta de La Sarre (1029- 1935)


Origen
La fundación de este territorio fue también dispuesta en el Tratado de Versalles
(artículo 45- 50). El articulo 45 dice: “como compensación por la destrucción de
las minas de carbón del Norte de Francia y como parte del pago total de
reparaciones que debe Alemania por los daños resultantes de la guerra.
Alemania cede a Francia, en posesión plena y absoluta con exclusivos
derechos de explotación, sin molestia alguna y libre de toda deuda y carga de
cualquier género, las minas de carbón situadas en la Cuenca del Sarre. “La
delimitación del territorio fue llevada a cabo por una comisión compuesta de
cinco miembros; uno nombrado por Francia, otro por Alemania y tres por la
Liga de Naciones.
Estatuto y Término
El articulo 49 nos dice: “Alemania renuncia en favor de la Liga de las Naciones
en calidad de Fideicomisaria, el Gobierno del territorio definido anteriormente.
Al terminar los quince años posteriores a la entrada en vigor del presente
Tratado, se llamará a los habitantes de dicho territorio para que indiquen bajo
qué soberanía quieren quedar. “Esta votación se refería a un plebiscito que
quince años mas tarde fue manipulado por las nazis logrando una votación en
favor de su reintegro a Alemania en 1935.
El anexo adjunto a estos artículos estipuló cómo debía efectuarse la cesión “de
las mismas”, las medidas que garantizaron los derechos y bienestar de los
habitantes, el Gobierno (administración) del territorio y las condiciones del
plebiscito. Por consiguiente, La Cuenca o Territorio de La Serra no fue un
Estado ya que no hubo ejercicio autónomo de la soberanía; tampoco fue una
colonia porque hubo cesión de soberanía; lo que se cedió a Francia fue el
derecho sobre la explotación de las mismas. Alemania cedió por otra parte “el
ejercicio de la soberanía”, la cual fue ejercitada por la Sociedad de Naciones
por medio de una “Comisión de Gobierno” compuesta por un francés, un
originario de la Sarre no francés y tres miembros nacionales de otros países. El
régimen aduanal se rigió por el régimen francés. La comisión estuvo asistida de
un consejo consultivo y un Comité de Estudio.

11.3.3. Zona da Tánger (1923-1956)


Origen
Tánger parece haber sido predestinada para ser una ciudad libre puesto que ya
en el año 42 a. c. era una ciudad libre. Situada a la entrada del Estado de
Gibraltar su posición es más estratégica y por consiguiente enviada por
pequeñas y grandes potencias. En el año 1923 se convirtió oficialmente en una
ciudad internacional gobernada por un régimen compuesto por representantes
de Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Italia, Bélgica, Holanda, Suecia, y
más tarde Estados Unidos de América, aunque en sus inicios solamente
intervino España, Gran Bretaña y Francia.

Estatuto
Tánger se llamó “ciudad Marroquí administrada internacionalmente” y
contrariamente a los dos casos anteriores, su administración y gobierno no fue
confiado a La Sociedad de Naciones sino a los países firmantes del tratado de
su creación. Durante la II Guerra Mundial, España, asumió el control absoluto
de la ciudad, dándole así un carácter neutral.

Administración
Fue administrada a través de: a) una Asamblea Legislativa internacional (27
miembros); b) un administrador nombrado por la Asamblea; c) un Comité de
control (8 miembros llamados cónsules); d) un Tribunal Mixto de Jurisprudencia
Internacional (tres magistrados: Gran Bretaña, Francia y España).

Término
La independencia de Marruecos conllevó la independencia de Tánger y su
anexión a Marruecos y desde 1962 se convirtió en la Residencia Real de
Verano del soberano Marroquí.

11.3.4. Territorio de Trieste (1947-1954)


Origen
Trieste tiene una posición estratégica para el comercio marítimo internacional y
al igual que Tánger siempre fue codiciada por pequeñas y grandes potencias
Yugoslavia la ocupó y la reclamó para sí, en 1947 en el Tratado de París se
creó el Territorio Libre de Triste.

Estatuto
Se declaro su “internacionalización” consistente en que su existencia seria
garantizada por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones
Unidas.

Administración
Dos órganos locales se encargaron de su administración: a) el Consejo de
Gobierno y b) la Asamblea Popular. Tuvo régimen económico especial.

Término
El Estatuto de Internacionalización no funcionó y en 1954 una parte del
territorio se entregó a Yugoslavia y otra a Italia.

11.3.5. Proyecto de internacionalización para Jerusalén


Origen
Jerusalén es el símbolo y la inspiración para tres grandes religiones
monoteísta, a saber; para el Judaísmo y los judíos a través del mundo
representa la prueba viviente de su antigua grandeza, de su actual
renacimiento y el centro de las promesas divinas contenidas en el Antiguo
Testamento de la Biblia; para el Cristianismo y los cristianos a través del
mundo representa el escenario de la agonía y el triunfo de Cristo; para el
Islamismo y los musulmanes es el sitio de una de las basílicas más sagradas.
Todos vean hacia allí y hacia allí para revalorizar su fe.
De 1948 a 1967 la ciudad estuvo divida en dos sectores: el israelí y el jordano.
Los israelitas conquistaron la parte jordana durante la guerra de los seis días
en 1967 y establecieron definitivamente allí su capital. La pretensión de Israel
no es reconocida por Jordania ni tampoco por la Organización de Naciones
Unidas y esto es fuente de múltiples disputas.

Estatuto propuesto
Para resolver esta disputa la ONU en tres ocasiones (29 de noviembre de
1947, 11 de diciembre de 1948 y 9 de diciembre de 1949) propuso un Estatuto
Internacional para Jerusalén. El 14 de junio de 1950 se presentó a la Asamblea
General un proyecto de Estatuto que considera un corpus separatum, que
extiende a los “Lugares Santos”, que estaría bajo la soberanía colectiva de la
ONU, administrativa por un Gobernador nombrado por el Consejo de Seguridad
cada 3 años y un Consejo Legislativo compuesto de 40 miembros. Su
protección estaría a cargo de una policía internacional y seria un territorio
desmilitarizado, neutralizado y con carácter de zona franca. Hasta el momento
este proyecto no ha prosperado, y tanto Jordania como Israel se oponen a él.

11.3.6. La América
La América, en la actualidad, también goza de un Estatuto de
Internacionalización, aunque no por las mismas razones que las antes
mencionadas.

Datos geográficos
La Antártida es en sí un continente compuesto de dos subcontinentes: la
Antártida Este y la Antártida Oeste. Tiene una extensión territorial de
aproximadamente 14,200,000 kilómetros cuadrados (5,000,000 millas
cuadradas). Se encuentra cubierta de hielo, alcanzando éste en algunos
lugares hasta 2,000 metros de espesor. En la actualidad tiene poco interés
económico; su importancia radica en que su posición la hace propia para la
investigación y en algunos casos reviste valor estratégico.

Soberanía
Ningún Estado ha logrado establecer su soberanía en la Antártida, aun cuando
varios la han reclamado en relación con algunas partes. Los Estados que han
pretendido ejercer soberanía sobre partes de la Antártida han sido: Francia,
Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Chile, Gran Bretaña, Argentina. Estos
reclamos se fundamentan e los pretendidos derechos que se adquirieron
provenientes de las exploraciones. Sin embargo, otros Estados también han
llevado a cabo exploraciones, por ejemplo, la antigua Unión Soviética, Estados
Unidos de América, África del Sur, Alemania, Bélgica, Japón y Suecia, y esto
no ha sido razón para pretender reclamos de soberanía. En relación con estos
pretendidos derechos de soberanía el Secretario de Estado de Estados Unidos
Charles Evans Hughes expresó el sentir del Derecho Internacional al decir que
el descubrimiento de tierras desconocidas para la civilización, aún cuando éste
se acompañe de una toma formal de posesión, no fundamenta válidamente un
reclamo de soberanía a menos que esté también acompañado de un
asentamiento humano efectivo.

Internacionalización
Entre 1957 y 1958 se celebró el año Internacional de Geofísica y la Antártida
fue decisiva para las investigaciones. Al finalizar este año los Estados Unidos
iniciaron esfuerzos para obtener un tratado que declarara la Antártida “zona
internacional” dedicada exclusivamente a la investigación y experiencias
científicas. El primero de octubre de 1959 se convocó a una conferencia
internacional sobre la Antártida a celebrarse en Washington la cual culminó con
el Tratado sobre la Antártida, firmada el 23 de junio de 1961. En la actualidad
son partes a este tratado. Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón,
Nueva Zelandia, Noruega, África del Sur, Gran Bretaña, Estados Unidos de
América, la antigua Unión Soviética (actualmente Rusia), que fueron los que
originalmente firmaron y ratificaron; además se adhirieron al mismo
Checoslovaquia (hoy dividida en dos Estados), Polonia, Dinamarca, Holanda y
Rumania. El tratado se prorrogó y está vigente actualmente.

Régimen jurídico
a) Los Estados firmantes convienen en que la Antártida se utilizará única y
exclusivamente para actividades de fines pacíficos. Con este objeto se
establece “Libertad” para la investigación por parte de los Estados parte
del Convenio y “Cooperación” que se traducirá por intercambio de
información sobre los proyectos de programas científicos en la Antártida,
intercambio de personal científico entre las expediciones y estaciones e
intercambio de observaciones y resultados científicos.
b) Queda prohibido el establecimiento de bases militares, fortificaciones
militares, maniobras militares, ensayos de armas convencionales,
explosiones nucleares y eliminación de desechos radioactivos.
c) Quedan en suspenso los reclamos de soberanía, pero las disposiciones
del Tratado no afectan los derechos de soberanía que válidamente se
hubiesen reconocido precedentes; tampoco afectará a los reclamos
vigentes y al fundamento de los mismos, y mientras el Tratado esté
vigente no se harán más reclamos de soberanía.
d) Cada una de las partes al Tratado podrá nombrar observadores para
cerciorarse de un estricto cumplimiento por las otras partes.
e) Toda controversia no resulta por medios amigables deberá ser sometida
a la consideración de la Corte Internacional de Justicia.

Tratado adicional
En el año 1964 se firmó un Tratado adicional en el cual se fijaron medidas para
la protección del medio ambiente en la Antártida y se admitió que se
incorporaron más Estados.
Actitud del resto de la comunidad internacional
Actualmente la Zona de la Antártida ha sido tema de debate en la ONU; la
razón es que se sospecha que en dicho territorio existen supuestos grandes
reservorios de recursos naturales; se afirman que existe más petróleo y gas
que en Alaska y que cuenta con gigantescas reservas de carbón, cobre, azufre,
hierro, molibdeno y manganeso. La cuestión fue incluida en la Agenda de la
sesión de 1983 por Malasia y Antigua en representación de un grupo de
gobiernos de Estados No Alineados que se sintieron excluidos de la Antártida y
pretenden una regulación clara sobre la explotación de los mencionados
recursos. La Secretaria General de la ONU fue encargada por la Asamblea de
llevare a acabo un estudio amplio y objetivo que debía ser presentado en la
sesión de 1984. Todavía están pendientes de arreglo estas pretensiones.

11.4. Mancomunidad Británica y Dominios


Mención aparte merece la Mancomunidad Británica o Commonwealth; no se
trata de una persona internacional sino de una Asociación de Estados que
formaron parte del Imperio Británico, que accedieron súbita o gradualmente a
un mayor o menor grado de independencia y que poseen una herencia común;
en la actualidad es una especie de organización internacional muy especial,
con secretariado propio, y que, entre otros, tiene como fin la ayuda mutua en
todas las áreas de la actividad humana.
Mención especial merece también “El Dominio"; se trata de una figura
típicamente inglesa y se refiere a un territorio que Soberano tiene o tenía bajo
su jurisdicción en calidad de Colonia. Al principio la Corona gobernaba en ellas
a través de Gobernadores Generales o Vice- reyes, aplicando y ejerciendo
soberanía plena en lo ejecutivo, legislativo y judicial. Posteriormente accedieron
a la independencia en forma tan gradual que resulta en algunos casos poco
menos que imposible fijar una fecha exacta como la de su independencia; en
algunos casos se les fue acordando la soberanía legislativa, después la
ejecutiva y finalmente la judicial; algunos no tienen propiamente una
Constitución sino una Carta otorgada por, y depositada en, la Corona para cuya
reforma deben repatriar dicha Carta, adquiriendo así la soberanía en toda su
extensión, tal el caso de Canadá que lo hizo en 1982. Los Estados que llevan
el nombre de Dominios, gozan de autonomía política, administrativa, legislativa
y judicial; tienen sus propias finanzas, su propia moneda, algunos tienen su
propia bandera, su propio himno nacional, etc. Es decir que, excepto por el
hecho de que no pueden enmendar su propia Carta constitutiva sin haberla
repatriado previamente, son Estados independientes en el pleno sentido de la
palabra.
En la actualidad en los dominios o antiguas colonias inglesas que no se
constituyeron en República o Estados Federados, al igual que en el Reino
Unido de Inglaterra, el Rey preside, pero no gobierna. Un hecho notable es que
la casi totalidad de los dominios, antiguas colonias inglesas, son hoy en día
verdaderas potencias militares, económicas e industriales.
12
VIDA DE LOS ESTADOS

Al igual que las personas individuales, los Estados nacen, crecen, se


desarrollan y eventualmente mueren; la diferencia está en la denominación que
se da a cada una de esas etapas. Equivale a decir que los Estados tienen vida,
son entes dinámicos, manifestando así su verdadera personalidad jurídica.
12.1. Nacimiento de los Estados
Algunos Estados existen desde tiempo “inmemorial", lo que no significa que en
algún momento no hayan comenzado a existir: en general podemos decir que
los Estados comienzan a existir en el momento en que reúnen lo que se
considera como elementos esenciales, ya antes vistos; puede existir dificultad
en determinar el momento exacto en que reúnen dichos elementos, pero el
hecho es que ese momento existe y que ese momento se considera el de su
nacimiento. Cuando decimos “inmemorial" significamos que la memoria o la
historia no ha registrado el momento exacto de su aparición. Entre estos
Estados podemos mencionar Gran Bretaña, Francia, España, Grecia.
Otros Estados nacen a la vida internacional por “asentamiento” o sttlement
como dicen los ingleses, consiste en el establecimiento espontáneo de una
comunidad de personas con intereses y tradiciones comunes en un lugar
considerado como tierra nullius, es decir, un territorio “no reclamado" por nadie.
También nacen los Estados por “emancipación” como fue el caso de todos los
Estados americanos y lo es el de las antiguas colonias inglesas, francesas,
portuguesas, belgas, holandesas. La emancipación puede fundamentar
también en un acuerdo de voluntades inscrito dentro de una vía constitucional,
por ejemplo, el caso de las antiguas colonias inglesas.
A veces sucede que un país que geográficamente esté “fraccionado”, como fue
el caso de Pakistán, se desarrolla en forma tal que cada fracción va
adquiriendo personalidad propia, hasta llegar al momento en que
inevitablemente deben separarse para formar dos Estados, dando así
nacimiento a un nuevo Estado que será una de las fracciones.

12.2. Modificación de los Estados


Los Estados pueden también sufrir modificaciones; dichas modificaciones a
veces afectan su personalidad Internacional total, transformando su estatuto
jurídico, por ejemplo en la Unión Real, o bien perdiendo parcialmente su
independencia como en el caso de la formación de federaciones, protectorado
u otros; en otras ocasiones las modificaciones no afectan su personalidad
internacional pero producen en su interior un cambio sustantivo de estructuras
políticas; por ejemplo el caso de Francia que ha atravesado a la fecha por cinco
etapas republicanas o bien el de España que de República pasa a ser una
Monarquía o de Grecia que de Monarquía pasa a ser una República, o el caso
de la tierra de Bokasa I que se convirtió en Imperio. En Brasil se llamó a un
plebiscito para que los habitantes escogieran la estructura política que
deseaban para el Estado: república, imperio, reino, régimen parlamentario
puro; escogieron la república.
12.3. Extinción de los Estados
La extinción de los Estados pueden ocurrir por cualquiera de las consiguientes:
a) por fusión con otro Estado, por ejemplo el Estado Libre del Congreso c9n
Bélgica en 1908; b) por anexión de un Estado por otro, por ejemplo Corea por
Japón en 1910; generalmente este último caso proviene de guerras; c) por
fraccionamiento de un Estado en varios Estados, tal fue el caso de
Centroamérica en 1838 que dio lugar a las repúblicas centroamericanas
actuales; también el caso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que
dio lugar a nuevos Estados (Alemania, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia,
Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia, Tayikistán,
Turkmenistán, Ucrania, Uzbekistán, Rusia); d) por fraccionamiento de un
Estado y su anexión posterior por otro Estado circundante, por ejemplo Polonia
entre Austria, Prusia y Rusia; y e) por conquista, cuando un Estado
generalmente en forma cruenta, adquiere un nuevo territorio que era
independiente.
12.4. Sucesión de los Estados
La sucesión de los Estados se produce cuando una persona internacional
ocupa el lugar de otra persona internacional a causa de ciertos cambios en las
condiciones de esta última. Se puede dar en dos formas: a) sucesión universal:
desaparece el Estado y es absorbido por otro; y b) sucesión parcial y en este
caso puede suceder: b1) porque se independiza una parte de un Estado, por
ejemplo un Estado que se separa de la Federación Estadounidense como fue
el caso de Texas, como también se esté tratando de hacer en Canadá por
parte de Quebec, como fue el caso de los nuevos Estados al desintegrarse la
antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; b2) porque una persona
internacional adquiere parte del territorio de otro Estado como fue el caso de
Estados Unidos con Alaska comprado a Rusia,
Florida a España, Louisiana a Francia; b3) porque un Estado soberano pasa a
formar parte de una federación o se somete como protectorado. La sucesión de
Estados da lugar a problemas interesantes desde el punto de vista jurídico.
Mencionamos los siguientes:

12.4.2. Los Tratados


Surge una nueva nacionalidad. ¿Qué hacer con los inconformes?
Generalmente se fija un tiempo limite para que los inconformes opten por la
nueva nacionalidad o emigren al lugar de su elección a condición de que el
Estado escogido los acepte; en cualquier caso, pueden regresar a el Estado de
su antigua nacionalidad sin que éste esté en libertad de rechazarlos. Fue el
caso de Guatemala y México al Zanjar la cuestión de Chiapas y Soconusco;
también el caso de los nuevos Estados surgidos de la desintegración de la
URSS.

12.4.2. Los Tratados


¿Qué sucede con los tratados? Generalmente se distingue entre varias clases
de tratados: los “tratados políticos” generalmente desaparecen, aunque
aquellos referentes a la extradición son sujetos de discusión, los mismos
referentes a limites, derechos de paso; los “tratados apolíticos”, es decir
aquellos referentes a cooperación, explotación conjunta de algún recurso
natural en el Estado sucedió, etc. Subsisten, porque son en su propio interés.
El caso de los Estados surgidos de la desintegración de la URSS es
interesante porque ahí había tratados sobre cuestiones militares, desarme,
representación en el Consejo de Seguridad de la ONU, etc. Y en tal caso para
arreglarlos hay que tomar en cuenta criterios no estrictamente nacionales sino
también internacionales y la realidad del estado de cosas existentes.

12.4.3. La Deuda Pública


Deben aplicarse los principios de equidad y justicia. Generalmente se va a la
fuente de la deuda; si ésta se incurrió por causas de guerra desaparece para el
Estado que se separa ya que se considera que las deudas públicas por esa
causa benefician más al Estado madre. Si la deuda pública fue contraída para
las obras de beneficio común, por ejemplo, construcción de carreteras,
construcción de edificios, construcción de hidroeléctricas, investigación, etc. La
deuda de divide a pro rata: cada uno paga en la medida que se ha beneficiado.
12.4.4. Legislación
El tiempo resuelve el problema con la emisión de nuevas leyes que van
sustituyendo a las antiguas.
12.4.5. Poder Judicial
En cuanto a los fallos, éstos pasan como “cosa juzgada”; en cuanto a los juicios
en trámite, cualquiera que sea su estado, es consenso que se aplica la ley del
nuevo Estado en la medida en que ello sea factible y siempre que no sean
desfavorables. En materia penal rige el principio universal de que la ley penal
no tiene efecto retroactivo a menos que beneficie al reo.

13
DERECHOS
DE LOS ESTADOS
Como personas que son, los Estados tienen derechos y obligaciones ante el
Derecho Internacional. En 1933, en Montevideo, durante la VII Conferencia
Internacional Americana, se firmó la Primera Convención sobre Derechos y
Deberes de los Estados, la cual en su parte conducente estableció lo siguiente:
Artículo III. Aún antes de reconocido el Estado tiene el derecho a defender su
integridad e independencia; promover a su conversación y prosperidad y por
consiguiente a organizarse como mejor lo entendiere, legislar sobre sus
intereses, administrar sus servicios y determinar la jurisdicción y competencia
de sus tribunales.
El ejercicio de este derecho no tiene otros limites que el ejercicio de los
derechos de otros Estados conforme al Derecho Internacional.

Artículo IV. Los Estados son jurídicamente iguales, disfrutan de iguales


derechos y tiene la igual capacidad para ejercitarlos. Los derechos de cada uno
no depender del poder que dispongan para para asegurar su ejercicio, sino del
simple hecho de su existencia como persona de derecho Internacional.

Artículo V. Los Derechos fundamentales de los Estados no son susceptibles


de ser afectados en forma alguna. “La Carta de la Organización de Naciones
Unidas también consagra los Derechos de los Estados. Veamos algunos
pasajes de la misma: “Nosotros los Pueblos de las Naciones, Resueltos… a
reafirmar la fe en la igualdad de las naciones grandes y pequeñas, a crear
condiciones bajo las cuales pueden mantenerse el respeto a las obligaciones
emanadas de los tratados y de otras fuentes del Derecho Internacional hemos
decidido aunar nuestros esfuerzos para realizar estos designios.

Artículo 2º. Para la realización de los Propósitos consignados en el artículo 1º.,


la Organización y sus Miembros procederán de acuerdo con los siguientes
Principios: …
1. La Organización está basada en el principio de la igualdad soberana de
todos sus Miembros...

La Carta de la Organización de los Estados Americanos dedicó un capitulo


especifico a la cuestión de los Derechos y Deberes Fundamentales de los
Estados. Dice así:

“Capitulo IV. Derechos y Deberes Fundamentales de los Estados.


Artículo 9. Los Estados son jurídicamente iguales, disfrutan de iguales
derechos e igual capacidad para ejercerlos, y tienen iguales deberes. Los
Derechos de cada uno no dependen del poder de que dispongan para asegurar
su ejercicio, sino del simple hecho de su existencia como persona de Derecho
Internacional.
Artículo 10. Todo Estado americano tiene el deber de respetar los derechos de
que disfrutan los demás Estados de acuerdo con el Derecho Internacional.
Artículo 11. Los Derechos Fundamentales de los Estados no son susceptibles
de menoscabo en forma alguna.
Artículo 12. Aún antes de ser reconocido, el Estado tiene el derecho de
defender su integridad e independencia, proveer a su conversación y
prosperidad y por consiguiente, de organizarse como mejor lo entendiere,
legislar sobre sus interese, administrar sus servicios y determinar su
jurisdicción y competencia de sus tribunales. El ejercicio de estos derechos no
tiene otro limite que el ejercicio de los derechos de otros Estados conforme al
Derecho Internacional.
Artículo 14. El derecho que tiene el Estado de proteger y desarrollar su
existencia no la autoriza a ejecutar actos injustos contra otro Estado.
Artículo 16. Cada Estado tiene el derecho de desenvolver libre y
espontáneamente su vida cultural, política y económica.
Artículo 17. El respeto y la fiel observancia de los tratados constituyen normas
para el desarrollo de las relaciones pacificas entre los Estados.
Algunos autores hablan de “Derechos Naturales”, pero como contratamos con
la lectura de los instrumentos anteriores, más apropiado es utilizar la
denominación de Derechos Fundamentales ya que los mismos constituyen el
fundamento del Estado en su más pura expresión. Su naturaleza jurídica
exacta, así como su clasificación, son objeto de discusión. Clasifiquémoslos
así:
13.1. Derecho a la Independencia y a Ejercer jurisdicción
Se fundamenta en la soberanía y el respeto a la independencia política; hacia
el interior consiste en la supremacía territorial y personal (dominium-imperium);
hacia el exterior consiste en la libertad de acción en su relación con otros
Estados y la toma de posiciones en los foros internacionales de conformidad
con sus mejores interese. La independencia política no significa libertad
absoluta hacia el Derecho Internacional sino libertad con respecto al “poder de
mando” de otro Estado. Este Derecho se manifiesta en: a) que los otros
Estados tienen la obligación de abstenerse de violar su soberanía cumpliendo
con el principio de par inter parem no habet imperium; ningún Estado esté
sujeto al ordenamiento jurídico de otro Estado, excepto cuando un Estado,
actuando como persona privada adquiere derechos privados en otro Estado; b)
que cada Estado puede y debe dirigir sus asuntos internacionales según su
criterio, haciendo alianzas, firmando tratados, enviando y recibiendo
representantes diplomáticos y consulares, adquiriendo y cediendo territorios de
conformidad con sus disposiciones constitucionales, votando como mejor la
parezca en los foros internacionales, etc. Y c) que cada Estado puede ejercer
su autoridad con las personas que se encuentren en su territorio, naturalmente
respetando el mínimo de derechos que el Derecho Internacional acuerda a
todas las personas.}
Este Derecho encuentra cierta limitaciones, específicamente: a) cuando se ha
renunciado a parte de su soberanía por tratado, por ejemplo Haití respecto de
Estados Unidos en 1915; Cuba respecto de Estados Unidos en 1903; Puerto
Rico respecto de Estados Unidos en la actualidad; b) obligación de permitir la
navegación aérea de aeronaves civiles, con fines no comerciales; c) obligación
de permitir la navegación marítima pacifica por el mar territorial; d) la
internalización de los ríos que atraviesan diferentes Estados y son de utilidad a
todos ellos; e) la extraterritorialidad de las Embajadas; f) la inviolabilidad de los
Jefes de Estado y de sus legítimos representantes en calidad de Agentes
Diplomáticos; g) la inviolabilidad de los buques de guerra.

13.2. El Derecho a la Conversación y a la Defensa


Es el Derecho que tiene todo Estado a tomar los medios que aseguren su
existencia y el orden público interno; se manifiesta especialmente en: a) el
derecho a armarse, lo cual se ha llevado a extremos peligrosos hoy en día
produciéndose las carreras armamentistas entre las grandes potencias
industriales, militares y económicas, y quienes en la actualidad tratan de
regularlo por medio de tratados; b) derecho a controlar la criminalidad ya sea
tomando medidas para proteger a sus habitantes dentro de su territorio
expulsando a extranjeros indeseables, ya sea tomando medidas para impedir la
entrada de elementos extranjeros indeseables; c) derecho a controlar a los
extranjeros que ingresen a su territorio para dedicarse al trafico de
estupefacientes, tráfico de blancas, contrabando, falsificación de moneda,
tráfico de niños, portadores de enfermedades infecto contagiosas, etc. Estos
extranjeros pueden ser simplemente rechazados o bien puestos en cuarentena
en el caso de enfermedades sin que ello signifique “incomunicación”; d)
derecho a la legitima defensa que se extiende hoy en día hasta evitar “un
peligro que se cree razonablemente inminente”.

13.3. Derecho a la Igualdad


Todos los Estados son iguales “jurídicamente”, no política ni económicamente,
ni muchos menos militarmente. Esto trae como consecuencia que en los foros
internacionales cada Estado tiene un voto de igual valor; que ningún Estado
tiene jurisdicción sobre otro Estado; y que los tribunales de un Estado no
pueden poner en duda la validez o legalidad de los actos oficiales de otro
Estado o de sus agentes reconocidos oficialmente, si estos actos no son
contrarios al Derecho Internacional. Es claro que la cuestión del voto no
siempre es del agrado de todos los Estados, especialmente aquellos que
siendo más populosos, más ricos, más industrializados ven sus ponencias
derrotadas por el voto de Estados que en su conjunto no llegan ni siquiera a
reunir una población, una riqueza o de un poderío igual al ponente.
En algunas organizaciones, especialmente aquellas de carácter económico, al
momento de su fundación aceptaron el voto “relativo”. En estas organizaciones
se tienen tantos votos como acciones o puntos se poseen en la organización;
son comparables a lo que sucede en las sociedades mercantiles accionadas:
tanto votos como acciones. Estamos aquí frente a un voto “proporcional” al
poderío económico que no infringe el derecho de igualdad de los Estados.

13.4. Derecho al Respeto Mutuo


Este derecho se manifiesta en: a) el derecho que todo Estado tiene su
dignidad; de manera que no se puede arbitrariamente emitir actos que
empañen la imagen de otro Estado; b) la inviolabilidad de su diplomáticos; c) el
respeto a sus símbolos patrios; d) uso internacional del ceremonial protocolario;
e) no llevar a cabo actos de carácter “oficial” sin permiso del Estado huésped
por ejemplo sanción de leyes cuando se está de vista oficial en un Estado
extranjero, apresamiento/secuestro de personas para ser procesadas en otro
país. A este respecto recordemos el caso Eichman, el caso del medico
mejicano secuestrado por ser juzgado en los Ángeles, el caso del general
Noriega, la sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos de América
sobre “conducción de extranjeros para ser juzgados en Estados Unidos”.
Los anteriores casos están sujetos a discusión.

13.5. Derecho a la Comunicación


Derecho de tránsito libre, de navegación en la alta mar y el paso inocente en el
mar territorial y espacio aéreo; derecho a las personas a desplazarse por el
mundo siempre que cumplan las leyes internas de cada Estado; derecho de las
personas a residir en otro país condicionado a la observancia de las leyes;
derecho a tender cables submarinos; derecho al uso de satélites para fines de
comunicación telefónica, radio, televisión, telegrafía, meteorología, transporte
aéreo, transporte marítimo, prospección, explotación de recursos naturales,
investigación arqueológica, etc.

13.6. Derecho a Desarrollar y Preservar su Propia Identidad


Sin menoscabar la libre emisión del pensamiento o artística en todas sus
formas, cada Estado tiene el derecho de emitir disposiciones tendientes a
proteger todas aquellas expresiones que constituyen su patrimonio cultural,
tales como manifestaciones folclóricas en cualquiera de sus formas, riquezas
arqueológicas, etc. Asimismo, tiene el derecho de adoptar medidas tendientes
a preservar su patrimonio ideológico y por consiguiente a prohibir todo aquello
que atente contra ello. Cada Estado tiene asimismo derecho a escoger el
patrón económico que responda a su identidad y a escoger su organización
política.

14
LA INTERVENCIÓN

La Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados, firmada en


Montevideo en 1933, dispone lo siguiente:
“Articulo VIII. Ningún Estado tiene derecho a intervenir en los asuntos internos
ni en los externos de otro.
Artículo XI. Los Estados contratantes consagran en definitiva como norma de
su conducta, la obligación precisa de no reconocer las adquisiciones
territoriales o de ventajas especiales que se realicen por la fuerza, ya sea que
ésta consista en el uso de armas, en representación diplomática conminatorias
o en cualquier otro medio de coacción efectiva. El territorio de los Estados es
inviolable y no puede ser objeto de ocupaciones militares ni de otras medidas
de fuerza impuestas por otro Estado, ni directa ni indirectamente, ni por motivo
alguno ni aún de manera temporal.”
La Carta de la Organización de Naciones Unidas dispone lo siguiente: “Artículo
1º. (Propósitos y principios). Los propósitos de las Naciones Unidas son:
 Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basada en el respeto
al principio de la igualdad de derechos, al de la libre determinación de
los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer La Paz
universal.
 Artículo 2º. Para la realización de los propósitos consignados en el
artículo 1º la Organización y sus miembros procederán con los
siguientes principios:
 Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se
abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la
integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
 Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a
intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna
de los Estados, ni obligar a los miembros a someter dichos asuntos a
procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta;”

La Carta de la Organización de los Estados Americanos dispone los siguiente:


“Artículo10. Todo Estado americano tiene el deber de respetar los derechos de
que disfrutan los demás Estados de acuerdo con el Derecho Internacional.
Artículo 18. Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho a intervenir
directa indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o
externos de cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza
armada sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia
atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos,
económicos y culturales que lo constituyen.
Artículo 19. Ningún Estado podrá aplicar o estimular medidas coercitivas de
carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de otro Estado y
obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza.
Artículo 20. El territorio de un Estado es inviolable, no puede ser objeto de
ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado,
directa o indirectamente, cualquiera que fuere el motivo, aún de manera
temporal. No sé reconocerán las adquisiciones territoriales o las ventajas
especiales que se obtengan por la fuerza o por cualquier otro medio de
coacción”.
Es el punto anterior tratamos los Derechos de los Estados; lógico seria tratar
específicamente los Deberes de los Estados. Podemos resumirlos en dos
palabras: no intervención. Asimismo, podemos indicarlo diciendo que los
Deberes de los Estados se resumen en “respetar los Derechos de los Estados”.
Cualquier acto que venga a coartar o hacer difícil su ejercicio es intervención
prohibida por los principios consuetudinarios y convencionales del Derecho
Internacional, como lo confirma el contenido de los Convenios antes citados.
La intervención podemos describirla como la injerencia de un Estado o grupo
de Estados o de organización multinacionales o transnacionales u organismos
internacionales, o de compañías multinacionales o transnacionales, o la
complacencia por parte de los Estados a la injerencia de sus nacionales, en
asuntos internos o externos propios de otro Estado, en tiempo de paz, con el
objeto de imponerle su voluntad, influir en sus decisiones, conducirlo al fracaso
o a la pérdida de quienes se desempeñan en sus órganos.
En la antigüedad la ambición territorial, la ambición de poder, el primitivismo de
las instituciones, el absolutismo religioso, la anarquía, etc. Conducían a una
intervención de tipo físico, militar, plasmado en conquista, guerras, etc. Se
daba generalmente por parte de país fuertes hacia países más débiles.
Hoy en día, sin que ello signifique que la intervención militar haya
desaparecido, la intervención también adopta formas más sofisticadas; es
intervención: a) hacer declaraciones públicas y oficiales alentando movimientos
insurgentes o beligerantes en otro Estado; b) hacer declaraciones públicas
apoyando políticas de terceros países que se sabe van al encuentro de la
política de Estados amigos o vecinos; c) obtener el voto favorable de otros
Estados en los foros internacionales bajo la presión de suspender la ayuda
económica; d) llevar a cabo bloqueos económicos por el solo hecho de no
comulgar con la política o forma de gobierno de otro Estado; e) llevar a cabo
bloqueos técnicos por el solo hecho de no aprobar la política de otro Estado; f)
no vender repuestos de maquinaria por el solo hecho de estar en desacuerdo
con la línea política de otro Estado; g) no vender armas por solidaridad con un
tercer Estado; h) aportar armas a movimientos subversivos, insurgentes o
beligerantes en otro Estado; j) apoyar campañas publicitarias o movimientos
que abiertamente se dedican a denigrar a otro Estado ; k) financiar programas
que contravengan la fe religiosa, las costumbres, la forma de vida, etc. De otro
Estado: 1) exigir cambios legislativos previo a otorgar ayuda financiera ya sea
ésta en forma de donaciones o préstamos internacionales.
Especialmente mención merece la “intervención financiera”. Tiene su
fundamento jurídico en: a) un Tratado concluido entre el Estado deudor y la
potencia cuyos súbditos son acreedores de aquél; b) un contrato entre el
Estado deudor y los agrupados en un cuerpo organizado; c) en un acto
unilateral de un Estado extranjero que sirve para disimular una intervención
política.
En la actualidad la intervención se da por razones de tipo político (equilibrio
político), no tanto por deseo de preservar el derecho de conservación y
defensa.
La intervención, en cualquiera de sus formas, declara, presupone, implica y/o
conlleva la negación de la soberanía del Estado, deliberada, diplomática o
solapadamente agredido; la intervención va a la raíz de la razón de ser el
Estado; toca a el Estado en sus bases y es un insulto a la razón y a la persona
de sus nacionales. De ahí que nada une más a un pueblo que la lucha contra la
intervención en cualquiera de sus formas; las crisis provocadas por la
intervención hacen olvidar cualquier problema interno, cualquier diferencia
política interna, cualquier ambición personal. Piénsese por ejemplo en
Argentina frente a Inglaterra.
Existe, sin embargo, una clase de intervención que se califica de “licita". Existe
en los caso siguientes: a) cuando se invoca un Tratado Internacional de
Asistencia Recíproca (TIAR); b) cuando se produce una petición formal de
parte de un gobierno constitucional porque está siendo agredido desde fuera;
c) cuando el Estado “interventor" puede invocar un interés legítimo, por ejemplo
la protección de sus nacionales o de sus bienes, pero en tal caso deben existir
“proporción", de otra forma se convierte en “intervención ilícita”; recuérdese la
invasión estadounidense en Santo Domingo, en Granada, en Panamá; d)
cuando el Estado “interventor" actúa en beneficio del interés general de la
comunidad internacional civilizada, por ejemplo el caso de Francia para
derrocar a Bokasa I; el caso de Zaire contra Idi Amín; el caso de la acción de la
ONU contra Irak; el caso de la ONU en Somalia desarmando a los grupos; el
caso de la ONU en Bosnia-Herzegovina. En todos estos casos se invoca un
“derecho” que la mayoría de las veces es subjetivo y por consiguiente “muy
difícil” de sustanciar, justificar o explicar. En conclusión, según la doctrina
anterior, las intervenciones ilícitas son aquellas en las cuales no existe ningún
título jurídico suficiente.
15
DOCTRINA DE LA
NO- INTERVENCIÓN

La doctrina de la no- intervención consiste en afirmar que cada Estado tiene


derecho de arreglar sus asuntos internos como le place, mientras no lesione el
derecho de sus vecinos; es asimismo el principio por el cual una nación está
obligada a no poner obstáculo, directa o indirectamente, expresa o
implícitamente, o mediante, o mediante la fuerza, al desarrollo normal de la
vida política, económica, cultural, social de otro Estado.
En la actualidad el principio o doctrina de la no- intervención es de aceptación
universal; ha sido consagrada en muchos instrumentos jurídicos multilaterales;
por ejemplo, la Carta de las Naciones Unidas y también en la Carta de la
Organización de Estados Americanos. El principio de la autodeterminación de
los pueblos le es afín porque se extiende entre otros a la facultad que tienen los
pueblos de escoger la clase, tipo y carácter de gobierno, sistema económico,
tendencia cultural, etc. Que crea más conveniente a sus propios interese.

15.1. Origen
Al principio del siglo XIX los rusos fundaron colonias en territorio americano,
una en las Islas Sándwich y otra cerca de San Francisco; los rusos declararon
además su propósito de preservar para sus ciudadanos el comercio pesquero
en la zona comprendida entre el Estrecho de Bering y el grado 51 de latitud
norte. Lo anterior dejó entrever una política imperialista rusa de expansión cuya
verdadera extensión se desconocía, pero se sospechaba; esa actitud ponía en
peligro no sólo a Estados Unidos sino a toda América recién salida de un
periodo colonial; la mayoría de los Estados americanos eran de recién acceso
a la vida independiente y enfrentaba ya las ambiciones de otra potencia
europea. El presidente Adams se preocupó y en su diario esbozó lo que más
adelante expondrá el presidente Monroe.

15.2. Doctrina Monroe


Debido a los peligros ya explicados el presidente estadounidense James
Monroe dirigió al Congreso un Mensaje el 2 de diciembre de 1823, y en el
mismo expuso los principios siguientes: a) el Principio de No- Colonización: los
pueblos de América no están sujetos a colonización por parte de ninguna
potencia europea; b) principio de Aislamiento: Estados Unidos se desinteresa
definitivamente de los asuntos de los países europeos; no se mezclará en ellos
ni intervendrá en ninguna forma; y c) Principio de No-Intervención, que se
resume así: c.1) ningún país europeo puede extender su sistema político al
continente americano; c.2) ningún país europeo puede atentar contra la
independencia de los países americanos; y c.3) ningún país europeo puede
combatir o suprimir las libertades que disfrutan los pueblos de los jóvenes
Estados americanos. Algunos lo han resumido así: “América para los
americanos”, que ha dado lugar a comentarios y reflexiones maliciosas
políticamente.

15.3. Doctrina Drago


En el año 1902 Alemania, Inglaterra e Italia establecieron en contra de
Venezuela un bloqueo armado, bombardearon sus puertos para obligarla a
pagar deudas contraídas con súbditos de los tres Estados. Luis María Drago,
Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, enterrado de la agresión
armada por el cobro de deudas, dirige a Washington una nota diplomática en la
cual expone que el cobro militar supone la ocupación territorial y está significa
la supresión o subordinación de los gobiernos locales, lo cual es una violación
flagrante y clara de la doctrina Monroe sostenida por los Estados Unidos,
además que el Estado acreedor al actuar así está actuando irreflexivamente
porque al contraer la deuda sabia muy bien el riesgo; riesgo que en suma no
debe sobreestimar porque el Estado es un ente permanente que tarde o
temprano estará en posesión de pagar. En resumen, el uso de la fuerza por
deudas es inadmisible.

15.4. Doctrina Calvo


El doctor Carlos Calvo, también de origen argentino, estructuró más este punto;
según él, en Derecho Internacional estricto cobro de créditos y la demanda de
reclamaciones privadas, no justifican de plano la intervención armada de los
gobiernos, y como los Estados europeos siguen invariablemente esta regla en
sus relaciones recíprocas, no hay motivo para que ellos no la impongan
también en sus relaciones con las naciones del nuevo mundo (Madrazzo, 681).

15.5. Desarrollos Posteriores


Posteriormente esta doctrina de Drago y Calvo se intentó modificar
pretendiendo que la intervención armada sólo es permitida después de haber
agotado todos los medios jurídicos: arbitraje y juicio. En la actualidad la
doctrina de la No-Intervención aplicable es una conjugación de la Doctrina
Monroe, Drago, Calvo y convenciones internacionales. La No-Intervención ha
devenido en un principio convencional del Derecho Internacional Público.

15.6. Intervenciones
Cualquiera afirmaría o separaría que Estados Unidos políticamente hubiese
llevado los principios expuestos por el presidente Monroe hasta sus últimas
consecuencias sin embargo la historia es bien triste al mostrar que
precisamente Estados Unidos ha sido el que más se ha distinguido por
intervenir abiertamente en Latinoamérica: Polk (1848), Grant (1870), Olner
(1895), Roosevelt (1905),Lodge (1912), Reagan (República Dominicana
Grenada), Bush (Panamá), sin que esto sea una lista exhaustiva, todos ellos
tienen una larga historia de intervencionismo y menosprecio hacia los principios
Monroe. Tampoco salieron a la defensa ante las intervenciones europeos y
ejemplos de ello son: las Islas Malvinas ocupadas por la fuerza por Gran
Bretaña en 1933 y su posterior intento de recuperación por la fuerza por parte
de Argentina; la expansión territorial de Gran Bretaña en Belice que culminó
con la independencia de este Estado; las intervenciones Franco inglesas en el
Río de La Plata en 1838-45; ocupación de España en las Islas Chinchas en
1864; Alemania en Haití en 1897; etc.
Estas actitudes de Estados Unidos, podrían explicarse, nunca justificarse, en
que Estados Unidos nunca consideró que la doctrina Monroe imponía a él
alguna clase especial de obligaciones o compromisos; en año 1826, Daniel
Webster, entre otros, dirigió al Senado los siguientes conceptos:
“La Declaración Monroe no nos obliga en ningún evento a tomar las armas por
cualquiera indicación de sentimientos hostiles de parte de las potencias
europeas hacia Sudamérica. Si, por ejemplo, todos los Estados de Europa se
hubieran negado a mantener relaciones comerciales con Sudamérica hasta
que sus Estados volviesen a su anterior sujeción esto no nos proporcionan
motivos para intervenir. O si un armamento hubiese sido dado por los aliados
con el objeto de operar contra las provincias más remotas de nosotros, como
Chile o Buenos Aires, como la distancia del teatro de la acción habría
disminuido nuestros temores de peligro y nuestros medios de intervención
eficaz, nos deberíamos contentar con hacer observaciones. Pero surgiría un
caso muy diferente, si un ejercicio equipado y manteniendo por aquellas
potencias fuese desembarcada en las orillas del Golfo de México y
emprendiera operaciones militares en nuestra inmediata vecindad. Aquel
suceso podría con justicia ser considerado como peligroso para nosotros
mismos, y por ese motivo exigiría una intervención inmediata y decidida de
nuestra parte. Los sentimientos y la política expresados por la declaración
entendida en esta forma, estarían por consiguiente de acuerdo estricto con
nuestros deberes y nuestro interés (Madrazo, 680).
No podemos afirmar que ésta sea una interpretación oficial de doctrina Monroe
por parte de Estados Unidos, pero lo cierto es que a la luz de la historia y la
experiencia podemos afirmar que el principio mismo es bastante obscuro,
sujeto a interpretaciones que se acomodan a las circunstancias, y en todo caso
una manera muy particular de interpretar la realidad.
En la actualidad existe el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR) que hasta la fecha no ha sido aprobada en el campo de fuego; el caso
de las Islas Malvinas no aportó mayor luz en este aspecto, aún cuando dejó en
Latinoamérica un sabor muy amargo y un sentimiento de que el TIAR es sólo
papel y nada más.
Es ilustrativo transcribir aquí lo publicado por la revista Time con ocasión de la
invasión de Grenada por parte de Estados Unidos.
“La intervención armada es una práctica Internacional común, a pesar de la
repulsa que muchas naciones expresan cuando la misma es llevada a cabo por
los otros. Desde Suez hasta las Islas Malvinas las grandes potencias han
utilizado la fuerza en contra de naciones más débiles para proteger sus
intereses de seguridad reales o presuntos. En 1979 los franceses trabajaron la
caída del Emperador Bokasa en la República Central de África y designaron un
nuevo presidente para el país. La ocupación militar actual de Israel en el Sur de
Líbano, la que se inició con la invasión israelita de dicho país en 1982, es
solamente el último esfuerzo de los muchos llevados a cabo a proteger su
territorio de los ataques terroristas palestinos. En 1979 Moscú acometió una
invasión masiva de Afganistán cuando pareció tambalear el régimen dominado
por los comunistas allí. Más de 100 mil soldados soviéticos estuvieron varios
años empantanado en un esfuerzo agresivo contra la insurgencia para proteger
el flanco sur de la Unión Soviética, finalmente salieron al estilo de los
estadounidenses de Vietnam.
La actitud del presidente Reagan y del presidente Bush revivió una larga
tradición de agresividad americana en el hemisferio. Como dijo en 1904 el
presidente Theodore Roosevelt, es esgrimido original del gran garrote: La
Doctrina Monroe podría forzar a Estados Unidos a ejercer un poder de policía
internacional, aún cuando en ocasiones lo haga a su pesar en casos de
fechorías o impotencia. Durante el decenio de 1920 los marines
estadounidenses se vieron involucrados en ocupaciones en Nicaragua, Haití y
la República Dominicana. Durante este siglo las tropas estadounidenses han
intervenido 26 veces en Latinoamérica.”
Lo anterior no incluye la invasión de Panamá; hemos de puntualizar también
que la Unión Soviética ya se desintegró y antes de ello se retiró de Afganistán.
¿Qué es agresión?
Ningún Estado o grupo de Estados tiene el derecho a intervenir directa o
indirectamente, por cualquier razón que sea, en los asuntos internos o externos
de cualquier otro Estado. Este principio general contenido en una resolución de
la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1970, pareció ser lo que la
mayoría de los miembros tenían en sus espíritus la semana pasada al votar
108 a 9, para deplora profundamente la invasión de Grenada por parte de la
administración de Reagan. A los ojos de la mayoría de los miembros de las
Naciones Unidas la acción de Estados Unidos pareció proporcionar un caso
claro y evidente de la clase de intervención directa que durante mucho tiempo
ha sido prohibida por el Derecho Internacional. Pero para muchos juristas las
cuestiones presentadas por la lucha en el Caribe son más complicadas.
Dice N.A. Marian Green abogado inglés. Nuestras naciones actuales sobre la
agresión son anticuadas. La invasión de Grenada trajo a primera línea la
necesidad de redefinir algunos términos en el Derecho Internacional.
Green y otros expertos temen que los cursos actuales de Derecho Internacional
no tomen en cuenta la multitud de actos de agresión indirecta que cada día
ocurren más en la política mundial. Dice Jacques Kosciusko Morrizay, antiguo
Embajador de Francia en Estados Unidos: “Es fácil señalar las tropas que
invaden su territorio y decir que eso es agresión”. Pero existen otras formas de
agresión indirecta, tales como la subversión o el cambio de gobiernos a través
de golpes de Estado con la amenaza de una potencia exterior. “En opinión
administración Reagan, Grenada es un caso típico: Estados Unidos puede
haber intervenido directamente hace dos semanas, pero los soviéticos y los
cubanos han estado comprometidos en agresión indirecta durante años en el
hemisferio occidental”. (La semana pasada el Senado Americano aprobó $19
millones en ayuda encubierta para los insurgentes de Nicaragua), dice Detleve
Vagts, profesor de Derecho en Harvard: “Yo pienso que el Derecho
Internacional todavía no se ha ocupado de la cuestión de la actividad
encubierta en la cual se arma y apoya a rebeldes dentro de un Estado”.
Otras complicaciones es que las violaciones del Derecho Internacional muchas
veces están sujetas a interpretaciones por parte de la Asamblea General que
actualmente está dominada por nuevas naciones independientes procedentes
del Tercer Mundo. Para muchas de estas naciones no hay nada de malo con la
intervención que puede ser calificada de anticolonialista. El profesor Rosalyn
Higgins de la London School of Economics dice: “La preocupación con la
autodeterminación y el fin del colonialismo ha conducido a dar énfasis y
evidencia a los antiguos límites sobre el uso de la fuerza. En la tendencia más
reciente dar ayuda para la autodeterminación es aceptado”. Para los gobiernos
marxistas-leninistas es todavía más fácil aplicar un doble criterio ya que la
ideología comunista rechazada las formas de gobierno no-marxistas. Nos dicen
Alfred P. Rubin, profesor en la Fletcher School de Derecho y Diplomacia: “Los
soviéticos pueden llevar a cabo violaciones mayores, menores o teóricas del
Derecho Internacional porque en el mundo ellos guardan una posición de
despreocupación sobre el respeto a las minucias legales". Estados Unidos ñ,
por el contrario, se atiene a patrones morales y legales más elevado.
Muchos expertos juristas piensan que el problema de la agresión indirecta ya
está adecuadamente tratado en los cánones del Derecho Internacional. Entre
otras cosas ellos hacen notar la resolución de las Naciones Unidas enn1970
que dice que no solamente la intervención armada sino también todas las otras
formas de interferencia o amenazas contra la personalidad del Estado o sus
elementos políticos, económicos y culturales constituyen violación del Derecho
Internacional.
Resume Derek Bowett, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de
Cambridge: “Todo lo que el Derecho puede hacer es proporcionar reglas
fundamentales, la aplicación de las cuales requiere mucho juicio. Ningún
sistema legal se fundamenta en la fuerza. Todo depende de la opinión mundial.

16
EL RECONOCIMIENTO

La Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados firmada en


Montevideo en 1933, contiene las siguientes disposiciones:
Artículo III. La existencia política del Estado es independiente de su
reconocimiento por los demás Estados.
Artículo VI. El reconocimiento de un Estado meramente significa que el que lo
reconoce acepta la personalidad del otro con todos los derechos y deberes
determinados por el Derecho Internacional. El reconocimiento es incondicional
e irrevocable.
Artículo VII. El reconocimiento del Estado podrá ser expreso o tácito. Este
último resulta de todo acto que implique la intención de reconocer al nuevo
Estado.
La Carta de la Organización de los Estados Americanos dispone lo siguiente:
Artículo 12. La existencia política del Estado es independiente de su
reconocimiento por los demás Estados.
Artículo 13. El reconocimiento implica que el Estado que lo otorga acepta la
personalidad del nuevo Estado con todos los derechos y deberes que para uno
y otro determina el Derecho Internacional.

16.1. Teoría General

16.1.1. ¿Qué es el Reconocimiento?


El reconocimiento es el acto por el cual se admite a la vida internacional a un
Estado, a un Gobierno, a un grupo beligerante a un grupo insurgente, en forma
permanente o temporal. Por el reconocimiento se adquiere el respeto de la
comunidad internacional. Por el reconocimiento se sale del aislamiento
internacional. El reconocimiento es importante para la vida del Estado y es una
cuestión de intención. La cuestión del reconocimiento involucra aspectos y
razones políticas ya que los Estados suelen estar más influenciados por
razones políticas que por razones jurídicas cuando se trata de otorgar o retirar
su reconocimiento.
16.1.2. ¿Qué Valor Jurídico tiene el Reconocimiento?
Dos teorías disponen el favor de los juristas. La Teoría “Constitutiva” que afirma
que el reconocimiento es “indispensable” para “existir”, es decir para nacer a la
vida internacional; en este caso “La existencia misma” se recibe del
reconocimiento y si éste no llega, “nunca” se existe. La Teoría “Declarativa"
afirma que el reconocimiento no es un elemento indispensable para “existir"
como sujeto del Derecho Internacional sino la consagración jurídica de un
hecho preexistente.
Entre ambas teorías, aún y cuando tienen grandes juristas como defensores,
es la declarativa la que más eco ha encontrado en la actualidad; oficialmente
fue consagrada en Montevideo en la Convención Interamericana sobre
Derechos y Deberes de los Estados en 1939, artículo 3 y artículo 6, los cuales
disponen lo siguiente: Artículo 3. La existencia política de un Estado es
independiente del reconocimiento de los otros Estados. Aún antes del
reconocimiento el Estado tiene derecho a defender su integridad e
independencia, a ver por su conservación y prosperidad y, consiguientemente,
a organizarse según su conveniencia, a legislar de acuerdo a sus intereses,
administrar sus servicios y definir la competencia y jurisdicción de sus
tribunales. Artículo 6º. El reconocimiento de un Estado solo significa que el
Estado que lo reconoce acepta la personalidad del otro con todos los derechos
y obligaciones determinados por el Derecho Internacional. El Reconocimiento
es incondicional e irrevocable.
Lo mismo encontramos en la Carta de la OEA.
16.2. Reconocimiento de Estados
16.2.1. ¿Qué es el Reconocimiento de un Estado?
El reconocimiento de un Estado es el acto por el cual un Estado es admitido a
la vida internacional en forma permanente; es la aceptación pro parte de los
otros Estados para que acceda a formar parte de la comunidad internacional;
es la conformidad de los otro Estados en que este nuevo Estado reúne todos
los requisitos necesarios para ser tratado como Estado, con derechos y
obligaciones a nivel internacional sólo concedidos a los Estados como tales.
El reconocimiento de un Estado viene al final de un largo camino recorrido por
éste; los que reconocen, según la corriente actual, no hacen sino plegarse a n
hecho consumado. Ha sucedido en la historia que un Estado sea reconocido
cuando aún no ha accedido a la vida independiente, por ejemplo el
reconocimiento de Estados Unidos de América por Francia en 1778 cuando
aún estaba en guerra de independencia; esto provocó el que Gran Bretaña
declarara la guerra a Francia. Es admisible reconocer, una vez efectuada la
secesión, que cuando la madre reconocimiento que dieron Portugal y Estados
Unidos a los países latinoamericanos después de su independencia aún
cuando España no aceptaba el hecho todavía.
16.2.2. Formas del Reconocimiento
El reconocimiento puede otorgarse en cualquiera de las siguientes formas: a)
expreso, cuando no se lleva a cabo por medio de la celebración de un convenio
o tratado, en algún otro acto que no deja lugar a ninguna duda sobre que se
trata de un reconocimiento; b) tácito o implícito, cuando se ejecutan actos que
involucran necesariamente el reconocimiento de la existencia como Estado, por
ejemplo el envió de un Embajador; pero en ninguna forma constituye
reconocimiento tácito la firma de un convenio multilateral, ni las misiones
comerciales, ni la presentación de un reclamo, ni el pago de una indemnización
internacional, ni la pertenencia a organizaciones multilaterales, como sucede
entre Israel y los Árabes, De Gaulle y Roosevelt, etc.; c) plena, es decir sin
ninguna condición; d) condicionado, cuando no se impone condiciones en el
otorgamiento del reconocimiento, por ejemplo reconocimiento de Panamá por
Estados Unidos, reconocimiento que se hizo del Estado del Congo en 1885 a
condición que respetara la libertad de comercio, etc.; e) colectivo, cuando dos o
más Estados le otorgan su reconocimiento a un Estado, puede ser en
diferentes formas: e.1) consultando, cuando no previo a reconocer un Estado,
dos o más Estados intercambian consultas, por ejemplo Bolivia en 1942-47;
e.2) concertado, cuando varios Estados se consultan y llegan a consenso
obligatorio sobre el reconocimiento o no reconocimiento; e.3) simultáneo, al
mismo tiempo o en un solo acto varios Estados reconocen a otro (antes se
usaba en Centroamérica), y finalmente, e.4) propiamente dicho, cuando se da
el reconocimiento colectivo por medio de un acto en un foro internacional como
la OEA y ONU, lo cual hasta la fecha todavía no se ha dado.
El reconocimiento de Estado reviste las siguientes características: a) es
irrevocable, es decir que una vez otorgado no puede revocarse; en su lugar
procede la “ruptura de relaciones diplomáticas; b) retroactivo, es decir se
reconoce todo lo actuado desde el primer momento de su nacimiento.

16.2.3. ¿Cuándo otorgar el Reconocimiento?


En general el reconocimiento debe otorgarse al momento de nacer el Estado;
generalmente los Estados amigos reconocen al momento de declararse la
independencia avalando ésta con la presencia de su Jefe de Estado o con su
representante. Los Estados que tienen conflictos con los nuevos Es6deben
reconocerlos ‘oportunidades", es decirnos ni muy rápido para salvaguardar las
pretensiones de soberanía y su dignidad, ni muy tarde para no caer en el
ridículo frente a la comunidad Internacional.

16.3. Reconocimiento de Gobiernos


Todo lo expuesto respecto a los Estados se aplica a los Gobiernos. El
problema surge cuando hay que reconocer gobiernos de facto.
16.3.1. Clasificación de Gobiernos
El Derecho acepta que existen dos clases de gobiernos: a) gobiernos de iure:
aquellos que asumen el poder de manos de otro gobierno de derecho conforme
a un procedimiento regulado en su carta fundamental; b) gobiernos de facto:
aquello que asumen el poder por medios no constitucionales, a veces a través
de la violencia; algunos califican este hecho como “asalto del poder".
Esta distinción de gobiernos de iure y gobiernos de facto es cuestionada por
muchos autores (Akehurst, 1975: 103-105) apoyando su desacuerdo en los
argumentos siguientes: a) una revolución triunfante suelen acarrear una
modificación en el Derecho Constitucional existe en el país, y es el gobierno el
que hace el Derecho y no éste el que hace a aquel; b) el Derecho Internacional
no impone a los Estados la adopción de una determinada forma de gobierno; lo
que para el Derecho Internacional cuenta es el “control efectivo” del país por
muy revolucionado o antidemocrático que sea; c) en este concepto la
legitimidad resulta definida en términos de ideología política y no en términos
jurídicos; d) la distinción entre gobiernos de iure y gobiernos de facto se basa
en el grado de efectividad en el ejercicio del poder.
Otros ven la cuestión en la forma siguiente: cuando se realiza una verdadera
revolución, que conlleva cambio de estructuras, el gobierno de facto convierte
en gobierno de iure al momento en que establece sus propias normas y ejerce
su autoridad única en todo el territorio. Esta afirmación y la doctrina antes
expuesta es aventurada y de aceptarse no haría sino crear la inseguridad y
alentar el aventurerismo; el reconocimiento de un gobierno puede servir para
ofrecer y aceptar cooperación a diferentes niveles, para asegurar y continuar
las relaciones diplomáticas, para continuar las relaciones comerciales, pero
nunca para resolver una cuestión jurídica interna sobre si el gobierno de facto,
por el hecho del reconocimiento, se convirtió en gobierno de iure o si continúa
siendo gobierno de facto. Es un hecho que el gobierno que nace como de facto
no será el reconocimiento el que cambiará sus orígenes; aún con el ave que da
el reconocimiento otorgado por la comunidad internacional, el gobierno seguirá
siendo de origen “factual”. Es precisamente esta cuestión del reconocimiento
de los gobiernos de facto la que ha dado lugar a diferentes doctrinas sobre la
conveniencia o inconveniencia de reconocer gobiernos, su procedencia o
improcedencia.

16.3.2. Doctrinas sobre el Reconocimiento de Gobiernos


Doctrina Tobar
Propuesta en 1907 por el doctor Carlos Tobar, Ministro de Relaciones
Exteriores de Ecuador. También se le llama “La Doctrina de la Legitimidad
Democrática” y “Doctrina de la Legitimidad Constitucional”. Con el fin de evitar
los constantes golpes de Estado en América Latina, aboga por el no
reconocimiento de los gobiernos de facto.
En Centroamérica se completo esta doctrina así: “no reconocimiento de los
gobiernos de facto hasta que la representación del pueblo libremente electa no
haya organizado el país en forma constitucional” (Tratado de Paz y Amistad
Centroamérica firmada en 1907). Esto retrasó el reconocimiento de algunos
gobiernos centroamericanos. Esta doctrina estuvo vigente hasta 1930.
Doctrina Wilson
Propuesta por el Presidente norteamericano Wilson en 1913; parecido a la
doctrina Tobar. No tuvo mucha aceptación debido a los tratados
centroamericanos firmados en Washington, con más menos larga vida. De
hecho, existió consenso hasta 1932, fecha en que terminó por denuncia de
Costa Rica el último tratado sobre reconocimiento en Centroamérica a los
gobiernos de facto.

Doctrina Stimson
Resultó del hecho que en 1931 Japón instaló en Manchukuo (Manchuria), que
hasta entonces era parte de China, un gobierno títere. Casi todos los Estados
consideraron a Japón como agresor y entonces Stimson, Secretario de Estado,
declaró que su gobierno no reconocería las situaciones creadas por medios
violentos. Fue una doctrina aceptada por la Sociedad de Naciones y la OEA.
Guatemala en 1945, en Chapultepec, representa por el Licenciado Enrique
Muñoz Meany, sostuvo que no debía reconocer en América Latina los
regímenes dictatoriales y/o antidemocrático. Esta doctrina se diferencia de la
Tobar en el sentido que se pretendió imponer a nivel universal.

Doctrina Estrada
Fue formulada el 27 de septiembre de 1930 por el Ministro de Relaciones
Exteriores de México para evitar los problemas de calificación de
reconocimiento, opinando que su país sólo reconoce Estados y que en Londres
sucesivo su país se limitará a mantener o retirar, cuando le parezca
procedente, a sus Agentes Diplomáticos y a continuar aceptando, también
cuando lo considere conveniente, a los agentes diplomáticos que las naciones
respectivas tengan acreditadas en México; aunque el tenor literal de esta
declaración va en el sentido de una absoluta facultad discrecional de los
Estados en materia de relaciones diplomáticas, problema distinto
conceptualmente del de reconocimientos de gobiernos, ha sido interpretada
generalmente en el sentido de que el reconocimiento no se subordina a
ninguna condición, evitando diferenciaciones entre reconocimiento de iure y de
facto; por otro lado la doctrina Estrada, con su énfasis en las relaciones
diplomáticas tiende a facilitar las formas de reconocimiento tácito (Akehurst,
1975: 112)
Antes del año 2009 la doctrina Estrada cobró mucho auge y aceptación;
evitada a los Estados problemas de calificación, evitada el que los Estados se
comprometieron y otorgasen a carácter de permanencia al reconocimiento
estatal; daba más importancia a las relaciones amistosas entre los pueblos. La
invocaban no sólo los países latinoamericanos sino también los Estados
anglosajones, europeos y asiáticos. Después del tema de Honduras en el año
2009 esta doctrina Estrada parece haber perdido aplicación; ni México parece
aplicarla.
Doctrina de Santiago de Chile
Esta doctrina, llamada también “Doctrina de la Democracia Representativa” fue
precedida de las Reformas a la Carta de la OEA en 1985 cuando se incluye
entre los propósitos esenciales de la misma el “promover y consolidar la
democracia representativa dentro del respeto al principio de la No-
Intervención”. En junio de 1991 se reúne la OEA en Santiago de Chile. En esta
reunión se da gran importancia al tratamiento de la conservación y fomenten
del Estado democrático en América. En la tercera sesión plenaria los Estados
miembros declaran su compromiso indeclinable con la defensa y promoción de
la democracia representativa y de los derechos humanos en la región, dentro
del respeto a los principios de libre determinación y no intervención. Lo anterior
se considera una condición indispensable para la estabilidad, La Paz y el
desarrollo de la región, así como para el éxito del proceso de cambios y
renovación que requiera el sistema Interamericano en el umbral del siglo XXI.
Se adopta la Resolución AG/RES 1080 que fija la conducta a seguir en caso de
“golpe de Estado" o “rompimiento del Estado de derecho democrático-
constitucional".

Golpe de Estado
La OEA resuelve: 1. Instruir al Secretario General que solicite la convocatoria
inmediata del Consejo Permanente en caso de que se produzcan hechos que
ocasione una interrupción abrupta o irregular del proceso político institucional
democrático o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno
democráticamente electo, en cualquiera de los Estados miembros de la
Organización, para, en el marco de la Carta, examinar l situación, decidir y
convocar una reunión ad hoc de Ministros de Relaciones Exteriores, o un
periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, todo ello dentro de
un plazo de 10 días. Y 2. La Reunión ad hoc de Ministros de Relaciones
Exteriores o el Periodo Extraordinario de Sesiones de Asamblea General
tendrán por objeto analizar colectivamente los hechos y adoptar las decisiones
que se estime apropiadas, conforme a la Carta y al Derecho Internacional.
Esta Resolución ha operado ya, favorablemente, en cuatro casos específicos:
Haití (1991), Perú (1993) y Paraguay (1996); en el primer caso el proceso fue
más largo que en los otros; en el último caso no llegó a aplicarse de mera
estricta y total.
En el año 1992 se enmienda de nuevo la Carta de la OEA y en el Protocolo
correspondiente queda estipulada la posible suspensión de las actividades de
la OEA en el Estado miembro cuyo gobierno democráticamente constituido sea
Democracia (UPD) cuya función es el ser el “instrumento ejecutivo” de la OEA
para consolidar las instituciones democráticas (parlamento, ejecutivo, judicial,
electoral, formación, cooperación) de América (Perina, 1997).
Lo resuelto por la OEA tiende, en la práctica, a dejar fuera del marco legal la
posibilidad del “reconocimiento de los gobiernos de facto” sobre la base de
ciertos requisitos que se aceptan tradicionalmente.
Doctrina de la “Carta Democrática Interamericana" (2001)
En abril del año 2001 se celebró en Quebec, Provincia de Quebec, Canadá, la
“Tercera Cumbre de las América” y en la misma se adoptó una “cláusula
democrática” estableciendo que cualquier alteración o ruptura inconstitucional
del orden democrático en un Estatuto del hemisferio constituye un obstáculo
insuperable para la participación del gobierno de dicho Estado en el proceso de
Cumbres de las Américas. En esta cumbre se encomienda la preparación de
una Carta que proteja la Democracia Representativa de América.
El 11 de septiembre del 2001, en Lima, Perú, en la sesión extraordinaria de la
Asamblea General, 34 países democráticos de las Américas firmaron la “La
Carta Democrática Interamericana”. La Carta fue el fruto final de un trabajo en
el que participaron varios gruidos. El grupo de trabajo de la OEA negoció el
testo final, tomando en cuenta opiniones escritas presentadas por gobiernos y
por ciudadanos de los países de las Américas. La OEA invitó a la sociedad civil
a contribuir a través de un sitio de Internet especial.
La Carta intenta responder no sólo cuando haya Golpes a el Estado, cualquiera
sea su forma, sino también cuando el orden democrático sea seriamente
alterado y ponga en riesgo la democracia. – Se enfatiza que la respuesta para
la preservación de la democracia representativa debe enmarcarse dentro del
principio de “no intervención”.
El contenido de la Carta Democrática Interamericana se divide así:
I. La Democracia y el Sistema Interamericano. Considera la
Democracia como esencial para el desarrollo social, político y
económico y la base del estado de derecho y de los regímenes
constitucionales. Como elementos esenciales de la democracia
representativa enumera, entre otros, a) el respeto de los derechos
humanos y libertades fundamentales; b) el acceso al poder y sus
ejercicios con sujeción al estado del derecho; c) Celebración de
elecciones periódicas, libres, justas, voto universal y secreto; d) el
régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y e) la
separación e independencia de los poderes públicos.
II. La Democracia y los Derechos Humanos
III. La Democracia, desarrollo integral y combate a la pobreza.
IV. .” IV Fortalecimiento y Preservación de la Institucionalidad
Democrática.
Artículo 17. Cuando el gobierno de un Estado Miembro considere que está en
riesgo su proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del
poder, podrá recurrir a el Secretario General o al Consejo Permanente a fin de
solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad
democrática.
Artículo 18. Cuando un Estado Miembro se produzcan situaciones que pudiera
afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legitimo
ejercicio del poder, el Secretario General o el Consejo Permanente podrá, con
el consentimiento previo del gobierno afectado, disponer visitas y otras
gestiones con la finalidad de hacer un análisis de la situación. El Secretario
General elevará un informe a el Consejo Permanente, y éste realizará una
apreciación colectiva de la situación y, en caso necesario, podrá adoptar
decisiones dirigidas a la preservación de la institucionalidad democrática y su
fortalecimiento.
Artículo 19. Basado en los principios de la Carta de la OEA y con sujeción a
sus normas, y en concordancia con la cláusula democrática contenida en la
Declaración de la Ciudad Quebec, la ruptura del orden democrático o una
alteración del orden constitucional que afecte gravemente a el orden
democrático en un Estado Miembro constituye, mientras persista, un obstáculo
insuperable para la participación de su gobierno en las sesiones de la
Asamblea General, de la Reunión de Consultas, de los Consejos de la
Organización y de las conferencias especializadas, de las comisiones, grupos
de trabajo y demás órganos de la organización.
Artículo 20. En caso de que un Estado Miembro se produzca una alteración del
orden constitucional que afecte4 gravemente su orden democrático, cualquier
Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria
inmediata del consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la
situación y adoptar las decisiones que estime conveniente.
El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las
gestiones diplomáticas necesarias, incluidas los buenos oficios, para promover
la normalización de la institucionalidad democrática.
Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo
aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un periodo
extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las
decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas,
conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las
disposiciones de la presente Carta Democrática.
Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias,
incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la
institucionalidad democrática.
Artículo 21. Cuando la Asamblea General, convocada a un periodo
extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden
democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido
infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a
dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA
con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros. La
suspensión entrará en vigor de inmediato.
El Estado Miembro que hubiera sido objeto de suspensión deberá continuar
observando el cumplimiento de sus obligaciones como miembro de la
Organización, en particular en materia de derechos humanos.
Adoptada la decisión de suspender a un gobierno, la Organización mantendrá
sus gestiones diplomáticas para el establecimiento de la democracia en el
Estado Miembro afectado.
Artículo 22. Una vez superada la situación que motivó la suspensión, cualquier
Estado Miembro o el Secretario General podrá proponer a la Asamblea General
el levantamiento de la suspensión. Esta decisión se adoptará por el voto de los
dos tercios de los Estados Miembros, de acuerdo con la Carta de la OEA”.
En este contexto la Carta Democrática Interamericana representa: a) un
compromiso político serio; b) un hito histórico para los pueblos de América; y c)
un instrumento jurídico que, aunque no es Tratado si es una Resolución de
especial transcendencia. Discutir el caso de Honduras (junio 2009) en este
marco jurídico.

16.3.3. Requisito Aceptados para el Reconocimiento de Gobiernos de


Facto
La historia nos enseña que es un hecho que los gobiernos de facto se hacen
finalmente “aceptar” en la comunidad internacional, tarde o temprano; o por lo
menos son tolerados. Ante esta situación, aun y cuando los Estados son
generalmente prudentes, antes de otorgar su reconocimiento tácito o expreso,
han logrado un cierto consenso doctrinarios; como condiciones mínimas para
su reconocimiento, un gobierno de facto debe mostrar: a) que tiene efectividad
en el mando, es decir existencia real y que sea obedecido; b) que tiene aptitud
y disposición para cumplir con sus obligaciones internacionales; c) que en su
acceso al poder y el posterior sostenimiento en él, no ha violado principios de
Derecho Internacional. Podemos afirmar que, llenados los requisitos mínimos
anteriores, el reconocimiento es lícito pero optativo; es prudente en todo caso
otorgarlo cuando se llenan claramente los requisitos anteriores.

16.4. Reconocimiento de Organizaciones Internacionales


Al principio vimos que ciertas organizaciones internacionales también son o
pueden ser, bajo ciertos aspectos, sujetos de Derecho Internacional Público.
En cuanto a las organizaciones internacionales de conformación universal tal la
ONU y sus organismos especializados, no existen problemas. Son más bien las
organizaciones internacionales regionales las que a veces no obtienen el
reconocimiento de todos los Estados de la región o fuera de la misma.

16.5. Reconocimiento de Grupos Beligerantes


16.5.1. Definición
Un grupo beligerante se considera aquel que se ha formado dentro de un
Estado, combatiendo contra el gobierno legitimo y que ha organizado alguna
forma de administración en el terreno que supuestamente domina. Debe
tratarse de un grupo formado por una parte de la población originaria, y
además que la actividad del mencionado grupo ponga en peligro el
cumplimiento, por parte del gobierno constituido, de las obligaciones
internacionales.

16.5.2. Reconocimiento
El reconocimiento en esta materia especifica no es sino una constatación de un
hecho existente; en ninguna forma se esta “creando”, solamente se esta
“declarando”. El reconocimiento tácito; algo que se deduce de las actitudes de
terceros Estados; por ejemplo: declaraciones expresas de neutralidad, negativa
a vender armamento al gobierno que se considera legítimo, bloqueo
económico, bloqueo marítimo, asilo fácil para los beligerantes, promoción y
protagonismo internacional, facilidad para los brazos políticos-diplomáticos de
los beligerantes, facilidades para proyectar a los beligerantes
internacionalmente, acceso, aunque discreto la mayor de las veces, a fuentes
de financiamiento a los beligerantes.
16.5.3. Fundamento
El reconocimiento de los grupos beligerantes se lleva a cabo principalmente por
dos razones: a) conveniencia, es decir, proteger sus propios intereses en el
territorio bajo control de los beligerantes: minas, exploraciones, negocios,
nacionales, etc. Y b) humanitario, es decir, evitar que los delincuentes comunes
sean tratados como subversivos y éstos como delincuentes comunes,
humanizar el conflicto. Además, para aportar ayuda humanitaria.
16.5.4 Requisitos
Para que el reconocimiento pueda ser justificado, debe por lo menos, llenarse
los siguientes requisitos mínimos: a) que exista un conflicto armado de carácter
general; b) que el grupo beligerante ejerza un control efectivo sobre una parte
sustancial del territorio; c) que el grupo beligerante ocupe efectivamente una
parte sustancial del territorio, d) que el grupo beligerante actué permanente
bajo autoridad responsable y que en las hostilidades respeten efectivamente
las leyes y costumbres de la guerra; e) que ofrezca posibilidades de poder
cumplir con los compromisos internacionales que eventualmente puedan recaer
sobre ellos. Este reconocimiento le puede venir a el grupo beligerante del
mismo Estado dentro del cual está luchando; es una forma de humanizar la
contenida y en tal caso los prisioneros de ambos campos se toman como
prisioneros de guerra. Los grupos beligerantes, una vez reconocidos, pueden
enviar delegados especiales con estatuto diplomático a explicar sus puntos de
vista ante los foros y Estados que lo han recorrido. Como ejemplo citemos al
Frente Sandinista, al Frente Farabundo Martí. La actitud más común, por parte
de los Estados que desean otorgar un cierto reconocimiento a grupos
beligerantes, es que se declaren en estado de completa “neutralidad”, por
ejemplo, Inglaterra durante la Guerra Civil de Estados Unidos de América.
Franco durante la Guerra Civil Española, etc.

16.6. Reconocimiento de Grupos Insurgentes


16.6.1. Definición
Es una fase previa a la beligerancia; algunos nunca la alcanzan y son
eliminados somo “subversivos”. A estos grupos les falta el control efectivo
territorial o bien carecen de una línea de autoridad válida.
16.6.2. Posición Internacional
La insurgencia no origina derechos y obligaciones definidos; sucede que
cuando la insurgencia cae en lo inhumano ciertos Estados por razones de
interés nacional otorgan necesariamente un reconocimiento pleno, sino un
reconocimiento ad hoc, sui generis, que los somete a las leyes de la guerra, al
intercambio de prisioneros, a exigir respeto a los civiles, etc. En opinión la
Lauterpacht el reconocimiento de la insurgencia es la renuncia de los Estados a
tratar a los insurgentes como simples violadores del derecho. Se trata aquí de
un reconocimiento de facto no de iure. Es de naturaleza provisional.
El reconocimiento otorgado a los insurgentes es más que todo de naturaleza
“política” de manera que ello permita abrir un canal de negociación con cierto
revestimiento de legalidad; ello permite a terceros países otorgar asilo y
facilidades para la negociación. Este reconocimiento otorga un estatuto cuasi-
diplomático a los representantes negociadores de los grupos insurgentes; el
reconocimiento acepta que los insurgentes son grupos políticos dignos de
tomarse en cuenta para arreglar una situación de guerra. En este caso
tenemos a la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP), el Frente Guerrillero
Polisario. El reconocimiento de estos grupos es la aceptación de que los
mismos representantes el interés de un grupo considerables y respetable a la
luz de sus ejecutorias de guerra.
TERCERA PARTE

LOS TRATADOS

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