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cerebro humano sobre corteza frontal inferior y el lóbulo parietal superior; estas regiones
se activan cuando alguien realiza una acción y también cuando ese alguien observa
mientras otra persona realiza una acción. En efecto, la evidencia sobre la cual se apoya
eminente.
Cuando vemos a alguien hacer algo, bien sea anotar un gol de pena máxima o tocar
fuéramos nosotros mismos los autores de esas actividades. En pocas palabras, es como si
Las neuronas espejo explican por qué sonreímos cuando vemos a una persona feliz o
hacemos una mueca de dolor cuando vemos a alguien que sufre físicamente. La
científica Tania Singer hizo imágenes cerebrales en momentos en que los sujetos del
estudio observaban a otra persona experimentar dolor físico y vio que se activaban en
ellos las regiones del cerebro relacionadas con el dolor entre ellas la corteza
dolor de otro hacía que esas personas sintieran el dolor como propio.
Repetimos en la mente todas las acciones que observamos, Así, las neuronas espejo
no solo nos ayudan a imitar a otras personas sino que son las encargadas de la empatía.
Envían señales al sistema límbico o región emocional del cerebro, la zona que nos ayuda
a sintonizarnos con los sentimientos y las reacciones de otras personas, de modo que
imitaran mentalmente el movimiento del estudiante, también hacen que los seres
humanos imitemos los comportamientos de compra de los demás. Por tanto, cuando
vemos unos audífonos poco comunes conectados a los oídos de otro, nuestras neuronas
espejo disparan en nosotros el deseo de poseer esos mismos accesorios fuera de serie.
Pero las neuronas espejo no trabajan solas. Con frecuencia funcionan al tiempo con la
dopamina, una de las sustancias químicas del cerebro encargadas de producir placer. La
dopamina es una de las sustancias más adictivas conocidas hasta ahora, y sus efectos
Cuando decidimos comprar algo, las células del cerebro que liberan la dopamina
segregan una ráfaga de bienestar, y esa dosis de dopamina alimenta nuestro instinto de
suficiente. Según las palabras del profesor David Laibson, economista de la Universidad
monetaria o social.
respuesta es clara, entre las neuronas espejo que despiertan la sensación de sensualidad y