ANGUSTIA DE LA LIBERTAD

Por Eduardo Bahamón Horta

A mi pueblo un día llegó de pronto la libertad,

Que venía cansada me dijo, de tanto buscar.
Un lugar donde pudiera por un momento dejar,
De vivir corriendo y con miedo de la humanidad.
Y la vi tan franca y tan vieja que me conmovió,
Y la vi llorando de pena y eso me dolió.

Y sus carnes ya carcomidas por tanto terror,

Y su cuerpo desfallecía cuando me contó.
He caminado tanto por el mundo,
Tengo los años que la vida tiene.
He sembrado paz y he sembrado amor,
Soy hija del tiempo y hermana de Dios.

Y se fue llorando porque hasta en mi pueblo descubrió,

Que también allí la limitan con la condición.
Que debe callarse si va a quedarse y prefirió,
Salir de mi pueblo llorando porque solo vio.
Que la gente se vive engañando sin una razón,
Que mi pueblo se parece a todos los que visitó.

Y se fue caminando despacio con mucho temor,

Y llorando me llamó de lejos y esto me contó:
Seguiré caminando por el mundo,
Y a donde vaya sé que quieren,
Tener libertad, con paz con amor,
Pero todos quieren poner condición (bis).