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EL ROL DEL DOCENTE MEDIADOR EN ÉPOCA DE PANDEMIA

El rol del docente cambió a lo largo de la historia, y así como en sus inicios el profesor o maestro

sigue siendo orientador del saber, a lo largo del tiempo y con el avance de las sociedades y la

irrupción de tecnologías cada vez más complejas, su perfil fue reconfigurándose. De un tiempo a

esta parte, el docente se ha ido perfilando como mediador del hecho educativo, capaz de diseñar y

crear oportunidades únicas de aprendizaje. Es este el rol, el de docente mediador, el que quizás

hoy más que nunca cobre relevancia y nos permita avanzar en la tarea de educar en circunstancias

de incertidumbre, tal como la que atravesamos.

Lo cierto es que, para hacer frente a esta contingencia, desde el 23 de marzo, los profesores

tuvimos que hacer uso de diversos instrumentos para seguir promoviendo el aprendizaje de los

niños de modo colaborativo con padres de familia. Esto implicó que tuviéramos que cumplir

diferentes objetivos: Por una parte, las autoridades inmediatas nos han solicitado que como

docentes evolucionemos de un papel tradicional a ser entes mediadores entre el alumno y el

desarrollo de su aprendizaje, además de ser reflexivos acerca de nuestra práctica e innovadores

con un enfoque en el dominio de las tecnologías de la información.

En este contexto el rol del docente como mediador de la propuesta pedagógica, se revitaliza

procurando la coherencia didáctica en la tarea de enseñar, aún en la emergencia. En esa búsqueda

de consistencia intrínseca, se pretende favorecer prácticas educativas de calidad caracterizadas

“por el aprendizaje, por la participación y la construcción de conocimientos” (Gutiérrez y Prieto

Castillo, 1999, p. 11), enfocadas asimismo en la comprensión genuina del contenido enseñado

(Perkins, 1999).

Tenemos un gran reto frente a nosotros, ser capaces de despertar la motivación y el interés en

nuestros alumnos, atender cada estilo de aprendizaje, innovar y hacerles sentir parte de un grupo
a pesar de la distancia. Favorecer que los deberes les permitan sentirse motivados y renazca en

ellos el deseo por aprender, incluso ante una situación compleja. En este nuevo panorama de

realidad, la voz docente debe ser el faro de esperanza que tanto anhela la sociedad en un

escenario donde la pandemia nos dice: “Quédate en Casa”, pero aprende de ello.

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