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Curso 2DB
Universidad Libre Seccional Cúcuta
Dr. Luis Alejandro Corzo
Para poder llegar a saber cual o cuales son las experiencias que me causan
placer y felicidad es de gran importancia traer a colación la definición de estos
términos.
A pesar de que los obstáculos o problemas hayan sido una parte persistente en la
vida de alguien no significa que no sea feliz. La felicidad es ilustrada como un
plano de un edificio ya que se debe esforzar y ponerle empeño para que logre salir
exitoso de lo contrario quedaría en el punto inicial, en un plano
Los principales placeres que hemos de perseguir no son los corporales, pues,
pese a su intensidad, son efímeros y desaparecen enseguida. Hemos de buscar
antes los placeres espirituales. Ahora bien, para escoger y saciar cualquier deseo
placentero, es necesario hacer uso de una virtud, la prudencia, pues sólo con ella
podremos disfrutar de un modo inteligente. Es gracias a la prudencia que somos
capaces de rechazar un placer que más tarde podría provocarnos dolor (como
ocurre con las adicciones).
La relación que mantengo con Dios es una constante en mi vida, por lo mismo y
tanto sin importar la cantidad de dificultades que se presenten en este proceso
denominado vida si lo posiciono como en el primer lugar de mis prioridades puedo
tener la seguridad que la felicidad que poseo no se vería afectada en mi diario de
vivir
Existe una infinita variedad de componentes que podría mencionar que hacen
parte de aquella esfera de experiencias que me causan placer, pero no es el
objeto de este escrito. La felicidad y el placer se relacionan, pero no son
sinónimos, no tiene el mismo efecto expresar mi felicidad por leer cierto libro que
expresar el placer que me causó como lo hemos visto en el transcurso de estos
párrafos