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■
NOTICIA HISTÓRICA
DE LA DEVOCIÓN Y CULTO
IMACULADA CONCEPCION
DE LA VIRGEN MARÍA
DESDE LOS TIEMPOS DE LA ANTIGÜEDAD
HASTA LA PRESENTE ÉPOCA
POR EL PRESBÍTERO
SEVILLA
GLORIAS SEVILLANAS
NOTICIA HISTÓRICA
DE LA DEVOCIÓN Y CULTO
INMACULADA CONCEPCION
DE LA VIRGEN MARÍA
j
POR EL PRESBÍTERO
SEVILLA
Ejemplar núm. i 2
Al Excmo. Sr. D. MANUEL PÉREZ DE GUZMÁN
Y BOZA, Marqués deXerez de los Caballeros,
Correspondiente de la Real Academia de la
Si la amistad con
V. E. mes honra no mes
ques
impusiera el deler" des ofrecerles estes pobres trabajo,
hijo des un sentimiento p devoción des toda mi vida,
obligáramos á ello el haber" encontrado en <V. E- ge¬
neroso ¿Mecenas,
que, otorgándomes protección inme¬
recida, sacaráles á la luz pública, aunque's despro¬
visto des méritos literarios,
para gloria des la 'Virgen
Jnmaculada p des Sevilla, mi patria, por" la ques
tan entusiasta muestra
ses
siempres V. E.
"Ojalá ques sus aficiones á las glorias p las le¬
tras
españolas sirvan des estímulo á otros para que,
imitando connobles emulación el ejemplo des V. E-,
AL QUE LEYERE
re
de la fe de nuestros antepasados y de
renegar
las gloriosas tradiciones de la capital de Andalucía;
primer padre.
Por eso la fe depueblo, al venerarla en
este
3
CAPÍTULO PRIMERO
(2)
El Typicon de S. Sabas indica el 9 de Diciembre como día de
fiesta. Dice así:
«Conceptio S. Atina:, parentis genitricis Dei*\ es decir, el
día que Sta. Ana concibió á la Santísima Virgen María.
segunda».
Glorias Sevillanas 21
Muerto el rey
Leovigildo (i), vuelve de su destierro san
Leandro, Arzobispo de Sevilla, y en lo primero que se ocu¬
pa es en la gran obra de nuestra restauración litúrgica. El
estudio y examen que había hecho del rito oriental, al que
tanto se asemejaba el nuestro, le hizo comprender lo útil
(1) (Un grabado:). ^[. Libro de los miraglos de sant Isidoro arzo¬
bispo de Sevilla j Primado y doctor excelletissimo de las Españas succes-
sor del |
apóstol Sctiago enellas: co la hystoria de su vida y fin y de su ¡
trasladacio, y del glioso doctor feo Martino su canónigo y co- | pañero. En
que se contiene muchas
cosas devotas y puechosas | pa la cociencia: y para
collegit.» ,
Esto parece lo más seguro en un escritor exacto y fiel, que ansia la palma
de verídico y no el laurel del poeta. El tono de toda la obra respira inge¬
nuidad, respeto venerable: y por ello se ha de estimar como crónica del más
sólido fundamento.»
Artículo publicado en la Ilustración Católica, año de 1879, mes de
Diciembre.
CAPÍTULO II
la grantérmino
VERIFICADA feliz
á que dió
ficando el rito en toda
España,
empezaraS.S.Isidoro,
obra que hermano su
evidente
Leandro,
es rigió
y
uni¬
que en
la Iglesia hispalense, en la cual se puede decir que había
sido preparada la restauración; mas determinar luego con
certeza la época en que concluyó su observancia en este
Obispo D. Juan, que era otrosí orne de Dios é de buena é de Santa vida: é
loávanlo mucho los árabes, é llamábanlo por su nombre en Arábigo Ca-
yed Almatran: é era muy sabio en la lengua arábiga: é fizo Dios por él
muchos milagros: é trasladó las Santas Escripturas en arábigo, é fizo las ex¬
pedazos de piedra ó madera, sin más valor que el que le han dado los años
y los siglos, conservándolos para el estudio del arte en la época en que se
que es el espíritu que las envuelve y casi vivifica; en una palabra, su parte
estética, el ideal que sirvió de norma para darles forma plástica, y al calor
del cual vivieron tantas y tantas generaciones henchidas de fe y entusiasmo,
realizando bajo su égida innumerables proezas, que sirvieron para formar
la patria y la familia cristianas.
Y al tratar de Ntra. Sra. de la Antigua no podemos por menos de ocu-
imprimir á | quatro dias del mes de | Agosto, año d' mil | i quinientos | i
cincue | tas i cinco Años. (1555).
S
34 Glorias Sevillanas
parnos aquí de la última obra publicada por el Sr. D. José Gestoso y Pérez,
á expensas del Excmo. Ayuntamiento, y cuyo título es Sevilla Monumental,
en la que el referido autor, al hablar de tan venerable efigie, dice lo si¬
oponen los caracteres que ofrece la imagen como obra artística y como mo¬
numento arqueológico, á los cuales nos atenemos, por estimar que con¬
vencen más
que los dichos de los historiadores, faltos de crítica y de docu¬
mentos. En más de una ocasión se nos ha argüido diciendo que la imagen
actual está ejecutada sobre la que pintaron los visigodos; pero como ésta no
la hemos visto, ni rastro de ella, y de otra parte nos atenemos solamente á
la que hoy se ofrece á nuestro examen; repetiremos que en nuestro con¬
cepto fué una de las muchas pinturas que adornaron las capillas del Tem¬
plo en el siglo XIV, cuando aún permanecía el edificio de la antigua Mez¬
quita.»
Creemos que se equivoca el Sr. Gestoso al decir que las tradiciones rela¬
tivas á la referida imagen datan de los historiadores de fines del siglo XVI
y de los del XVIL nos parece á nosotros que estas tradiciones son algo más
remotas que la época en que florecieron dichos historiadores, pues de lo
contrario lo que debió decir fué que las inventaron éstos. Que «no conoce
documento fehaciente alguno» con anterioridad á estos historiadores, dice:
cosa que es muynatural, dada la época en que se supone pintada;por lo que
no
parece posible que el Sr. Gestoso encontrara papeles que le acreditasen su
origen, y sólo ha podido hallar las narraciones que nuestros primeros histo¬
riadores pusieron en sus libros, las cuales ellos 710 inventaron, sino que re¬
se sabe que la historia de los pueblos ese es el curso que lleva: primero las
narraciones orales ó tradiciones, y luego las narraciones escritas ó historias;
siendo imposible prescindir de las primeras, pues en este caso habría que
borrar casi toda la Historia. Antes del siglo xvi no tuvimos historiadores
se
diga; pues sin ellos mal pudieron escribir
libros, que, dígase lo que
sus
se
quiera, con ó sin documentos, ellos escriben la historia de Sevilla, que
supone una labor grandísima, que con más ó menos defectos ha servido de
fuente para cuantos
han tratado de escribir después nuevas historias ó cró¬
nicas, en las ha hecho otra cosa que reproducir los trabajos de
que no se
«¿Cómo habrían de haberse contentado (los sevillanos) con rendir los ho¬
menajes de su devoción profunda ante imágenes que no tuvieran las más
remotas procedencias? Obsérvese sinó, cómo las más veneradas eran las que
la tradición tenía por más antiguas».
No queremos creer que el autor, que tanto ha trabajado por los monu¬
mentos hispalenses, haya estampado esas reflexiones con idea de zaherir la
piedad y sentimientos del pueblo sevillano, cosas que se deben respetar
muy mucho, máxime por el Sr. Gestoso, que sabe lo que las Artes y la His¬
toria deben á esa acrisolada piedad religiosa de nuestros mayores. Pero
primero, no admitiendo que sólo eran veneradas las de más antigüedad: las
efigies de los Reyes, del Pilar y otras eran muy veneradas también, y á
todos les constaba la época á que pertenecían.
que poder prejuzgar con criterio claro é indefectible todas las cuestiones
que les están sometidas. Que la Arqueología ha adelantado mucho; que
con respecto á ciertos conocimientos, estilos y épocas
ha hecho mucha luz,
es cosa innegable: pero también es muy cierto que con respecto á algunos
«que si bien pudo trazarse por primera vez en época anterior á la Recon¬
quista, con posterioridad fué tan restaurada, que se llegó á borrar su propia
fisonomía». Asegura que por su altura es bizantina.
Por último: el Sr. Gestoso la califica como obra del siglo XIV, por
juicios que se han hecho sobre el mismo asunto, por arqueólogos tan ilus¬
trados y críticos coetáneos, y que sin embargo difieren totalmente en sus
co?no
quien habla ex cátedra. Creemos, pues, que el Sr. Gestoso no tiene más
fundamento citando clasifica este divino simulacro que su propio criterio; y
nos duele que en nombre de una crítica que no tiene razones sólidas se
baladí, y parece que más va contra él, que le favorece; pues si se destruyó
la mezquita y con ella todas las pinturas murales que cita el Racionero
I.—Missal Hispalense.
Códice que, por sus caracteres, parece de fines del si¬
glo XIII.
En folio; de pergamino avitelado: las letras capitales en
colores ligeros, y casi todas dibujadas sobre un fondo forma¬
do por delicadas sutilísimas líneas en rojo ó azul, ó utili¬
y
zando el mismo color del pergamino; algunas con arabescos
y trazado especialísimo, empleando en ellas el oro: falta la
lámina del Canon. Mide 35 centímetros de longitud por 24
de latitud.
En las tablas del
Santoral, que van al principio, se re¬
gistra la Concepción al día 8 de Diciembre, con la octava.
«Conceptio Ste. Maris, iiij ca. dup. pro.»
Al día 15: «Conceptio ste. Marie. f iiij. cap. dup. pr.
(Lamina i.a)
En su
lugar sólo las oraciones de fiesta.
aparecen
En este misal registra la festividad del Santísimo
no se
II.—Missal Hispalense.
Códice de los mismos caracteres que el anterior, de 0,33
de long. por 0,23 de lat., faltándole así mismo la fiesta del
Corpus. No tiene tantos adornos como el precedente, ni la
tabla con los Santos. En su lugar remite la fiesta de la Con-
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IV.—Ritual Hispalense.
Códice en folio; vitela y caracteres monacales. Tiene 0,33
V.—Pontifical Hispalense.
Códice de 0,44 de long. por 0,30 de lat., del siglo XIV.
Es este libro la joya de más riqueza y valor que conserva el
VI.—Pontifical Hispalense.
Códice en folio, de pergamino avitelado, del siglo XIV.
Caracteres en color rojo y negro, y letras capitales, ya de esta
época, con dibujos de los asuntos de que se ocupan los res¬
pectivos capítulos á que pertenecen. Sus dimensiones son
0,33 de long. por 0,24 de lat.
El libro encuéntrase deteriorado, aunque conserva restos
de lo que fué (Bib. Cap.)
VIL—Misal Hispalense.
Este misal, y ceremonial á la vez, pertenece al siglo XIV:
está dividido en cuatro libros, formando cada uno de ellos
una de las partes en que aparece dividido el misal.
Códice en gran tamaño, de pergamino avitelado. El pri¬
mero de ellos contiene todos los caracteres de la época: las
iniciales prolongan por los márgenes del libro, con tenden¬
se
VIII.—Missal Hispalense.
Códice cuyas dimensiones son 0,41 de long. por 0,27
de lat.; vitela; del siglo XIV. Tiene el mismo corte é índole
de adornos y caracteres que los precedentes. Entre ellos apa¬
rece un escudo de fondo rojo y cruz de oro. Registra en su
día la Concepción, é indica tener Credo.
IX.—Missal Hispalense.
En
folio; pergamino; letra á dos colores, distinguiéndose
de los anteriores por su sencillez en los adornos. Mide 0,29
de long. por 0,21 de lat. Lleva la nota siguiente,de Loaysa:
«Post Concilium Vienense anni 1311 scriptum fuit hoc Missa-
le eo quod in eo Fest. S. S. Corps. Christi invenitur.»
Registra la Concepción.
X.—Missal Hispalense.
Precioso códice en vitela, del siglo XV: su tamaño es
XI.—Diurnal Hispalense.
Códice que mide 0,14 de long. por 0,10 de lat., ilustrado
con orlas y letras en oro y colores.
XII.—Missal Hispalense.
Códice del siglo XV, vitela, de 0,32 de long. por 0,23
en
de lat. Tiene en la hoja sirve de guarda esta nota: «es
que
del año 1450 aprobado y corregido por D. Gonzalo Sánchez
de Cordova, Maestro de Sagrada Teología, Arcediano de
Xerez y Canónigo de Sevilla, está su nombre en la i.a foja.»
Las ilustraciones que lleva acusan la mezcla del estilo de
la época á que pertenece y el del siglo XIV.
Trae la misa de la Concepción, y en las tablas indica la
fiesta con la >5<, iiij cap. pr. p. d. (Cuatro capas, procesión,
primera dignidad.)
Conserva el libro las pastas de madera, embadanadas, sin
los clavos. (Bib. Cap.)
XIII.—Missal Hispalense.
Códice que mide 0,31 de long. por 0,23 de lat., del si¬
glo XV, en vitela. Está adornado con hermosas letras inicia¬
les en oro y colores rojo,
azul y gris. La página correspon¬
diente al día de la Concepción es interesantísima. (Bib. Cap.)
XIV.—Missal Hispalense.
Pertenece á la misma época y estilo que el precedente.
También con la Concepción. (Bib. Cap.)
XV.—Missal Hispalense.
Códiceen pergamino con adornos sólo á dos tintas. Trae
XVI.—Missal Hispalense.
Hermoso códice del siglo XV, en vitela, de 0,48 de long.
por 0,22 de lat. Por el gusto de sus adornos, sobre todo en
orlas, es parecido al marcado con el núm. X. Contiene algu-
Lám.
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ra^Hírpaoiségauffiir ¿segrí; ff K¡lá>>dínr filan
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ñas
páginas notabilísimas, como la que encabeza el rezado
propio de Santos de Sevilla. Le falta la lámina del Canon.
A su vez tiene indicado el rezado del Breviario.
XVIII.—Pontifical hispalense.
Códice que mide
0,33 de long. por 0,23 de lat. Pergami¬
(Bib. Cap.)
Códice de 0,34
de long. por 0,30 de lat.; pergamino; del
siglo XV. Iluminado á dos colores: pasta de madera, emba¬
danada. (Bib. Cap.)
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Códice en vitela, de
de long. por 0,18 de lat.
0,24
Lleva una nota: «La
antigüedad de este Ordinario Ritual
Hispalense excede de 150 años.» Está puesta de mano de
Loaysa.
XXV.—Missal Hispalense.
Hermoso códice, de 0,32 de long. por 0,23 de lat., del
siglo XVI. Pergamino avitelado, con artísticas orlas, letras,
cabeceras y escudetes, entre los que se ve la torre de esta Ca¬
tedral en su antigua forma. Conserva la lámina del Canon,
lugar propio.
Este misal registra así mismo otra misa de Concepción,
(Bib. Cap.)
XXVI.—Missal Hispalense.
De la mismaépoca y estilo, si bien no tan cargado de
adornos, la misa de Cofradía; consérvase otro en la
y con
et que bis
j terque, quaterque legebant tur cum suis re-
|
8.°; frontis; sin foliar; let. gót.; recl.; sign. A-E4. Texto
(Bib. Gallardo.)
ne-
| rationis punctis | suis designa ] to qua op | time.
(Al fin.) Missale diuinorum consuetudine alme ecclesie
Hispalen. de madato Reuerendissimi ac illustrissími dni
dni Alfonsi manrriq pbri Cardinalis tituli basilice. xij.
sin foliar; let. gót.; sign. >5< II-H; port. á dos colores, con
el escudo cardenalicio de D. Alonso Manrique, y á los lados
el versículo «Dispersit dedit pauperibus,» etc. Encima de la
port. se lee: «Cum privilegio;» y debajo: «1534.» Al reverso
de la port. epístola proemial; varias hojas orladas; lámina
del Canon. Se editó nuevamente en 1537.
Registra la Concepción, é indica con respecto á esta fiesta
lo siguiente: «Festum Coceptiois t. oct. solenes: et in ejus
oct. nullu aliud festiu celebrat: pter festu scte lucie: et dnicam
Un vol. en fol. de
ccciiij hojas, más diez preliminares sin
foliar; sign. 38 ij-Piiij.; port.,
y todo el cuerpo del misal, en tin¬
tas á dos colores; let.
gót. En la hoja de la portada, á la
vuelta, una epístola proemial y dos viñetas, con el Calvario
en una y la Virgen en otra. Toda la obra va exornada con
phi. | 1563.
En 8.°; xxi-596 hoj.; recl.; sign. H2a-a-a3; colofón con
ij sequente. Alia festa. ix. lect. celebrentur post octa, per or-
dine: et quotidie fiat come. Adventus. ad Vespe. & ad Matu.
Et legantur lectio. ferie cu sexta lect. festi: q. si fuerit Evan-
en que
termina el examen del año eclesiástico en nuestra
Iglesia Catedral. (Bib. Cap.)
cas ordinata.
Per licent. Sebastianum Vincentium
Villegas, Pres-
biterumHispalen. ipsius Ecclesias Metropolitanas Cere-
moniarum Magister Sancteque Inquisit. Ministrus.
Suscribebat Licent. Paulus a S, Maria Hispalensis.
Auno Domini. 1621.
M. S. en fol. de
250 hoj. Copia. (Bib. Cap.)
Al principio trae índice de las cosas más notables que se
tratan en la obra.
Forma el libro una serie de discursos dilucidando sobre
varios puntos relativos á la misma materia.
Al final de este M. S. está el cuaderno B., con el rezo de
Santos de este Arzobispado, y en el mismo se ve una nota de
D. Alejandro de Gálvez, que dice: «Este Quaderno de Santos
de el Arzobispado de Sevilla, fué dispuesto por el Lic.do Se¬
bastian Vicente Villegas, Maestro de Ceremonias de su Santa
Iglesia Catedral.
(1) En el Archivo de esta Catedral hay una sentencia sobre los diez¬
mos de la heredad de Cartaya, término de Gibraleón, dada
D. Andrés por
García, Deán de Cádiz, Subdelegado Apostólico, en 14 de Diciembre de
1417, por la cual revocó otra dada por el Sr. D. Alonso, Patriarca de
Constantinopla, Administrador perpetuo de la Santa Iglesia de Sevilla, y
entre los capítulos
que propone como fundamento de la revocación, hay
uno
que dice: «La quinto por cuanto la dicha Sentencia fué dada en el día
de la Concepción de Sancta María, que es dia feriado por reverencia de
Dios, según derecho y costumbre notoria, en la dicha Ciudad de Sevilla y
en todo su Arzobispado.»
Glorias Sevillanas
CAPÍTULO III
grandísima.
Los monumentos más antiguos que hemos podido en¬
contrar la historia de la Concepción se remontan al
para
siglo XII: son interesantísimos, por expresar alegóricamen¬
te el pensamiento teológico. Entendemos nosotros que, si¬
indulgencias: no tiene niño en los bracos, antes tiene puestas las manos,
cercada del Sol, coronada de Estrellas, i la Luna a sus pies, con el bordon
de San Francisco á la redonda. Y aun se esfuerca mas esta opinión viendo
que (en la nueva Religión Militar deste Misterio, instituida en Roma con
autoridad de la Santidad de Vrbano VIII.) se embió a 22. de Julio de
1626. con el título de Embaxador á la Magestad Católica, a don Enrique
de Guzman, caballero Sevillano, la estapa con el Abito; que es una Cruz
11
82 Glorias Sevillanas
como no tuvo
padre en la tierra, en todo salió a su Madre, que después
del hijo fue la criatura mas bella que Dios crió. Y asi la alaba el Espíritu
Santo (cuya letra se aplica siempre a esta pintura) Tota pulchra es amica
mea. Ase de pintar con túnica blanca, i manto azul; assí apareció esta Se¬
ssima: que confirmó el Papa Julio Segundo año de 1511. Vestida del Sol
un Sol ovado de ocrei blanco, que cerque toda la imagen unido dulcemente
con el cielo; coronada de estrellas. Doze estrellas compartidas en un círculo
claro entre resplandores, sir viendo depunto la sagrada frente, las estrellas
sobre unas manchas claras formadas al seco de puríssimo blanco, que salga
sobre todos los rayos. Pintólas mas bien que ninguno don Luis Pascual
Monje en la istoria de San Bruno para la gran Cartuxa. Vna corona im¬
perial adorne su cabeca, que no cubra las estrellas. Debaxo de los pies la
Luna; que aunque es un globo solido (tomó licecia para hazerlo) claro i
trasparente sobre los países, por lo alto mas clara i visible la media Luna,
con las puntas abaxo. Si no me engaño pienso que e sido el primero que
a dado mas
Magestad a estos adornos, quien van siguiendo los demás.
a
fines y con Angeles enteros que tienen algunos de los atributos. El Dragón
guna otra población, por rica que sea en obras de arte, que
pueda presentar, perfectamente graduada como en delicada
escala cromática, la serie progresiva de monumentos que
nos señalan los distintos modos ó manifestaciones de este
ideal religioso.
En nuestra
gran Basílica, y precisamente en su gran¬
dioso retablo mayor, obra del siglo XV, podemos examinar
la representación del Misterio en el recuadro que se ve por
cima de la puerta que conduce á la sacristía y que perte¬
nece al lado del
Evangelio: son las imágenes de alto re¬
lieve, de vara y media próximamente: se figura en ellas el
encuentro que tuvieron los santos esposos S. Joaquín y
Virgen María con el Divino Niño, pero sin tocar las ramas
del mismo: simbolismo de su preservación virginal. Consér¬
vase este monumento en la Santa Iglesia
Catedral.
En el convento de Santa Clara, así como en la iglesia
es la
alegoría más acabada, teológica y artísticamente con¬
siderada. Entre la representación de Sta. Ana y S. Joa¬
quín, como simbolismo de este Dogma, y la obra de Luis
de Vargas hay una distancia infinita: sin embargo, así co¬
mo el pensamiento
que se ha querido simbolizar en la pri¬
mitiva alegoría, para significar la Purísima Concepción, fué
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Glorias Sevillanas 9i
Con el título de la
Concepción se clasifica por D. Pa¬
blo Espinosa en su Teatro: está situada al lado derecho
de la puerta conocida vulgarmente con el nombre de los
1635.—Pág. 181.
Retablo de la Catedral, pintado por Luis de Virgas,
con la alegoría del Misterio de la Concepción.
Glorias Sevillanas 93
y por mano tan poco perita, que el Cabildo tuvo que dis¬
poner se procediese inmediatamente á destruir el nuevo
embadurnamiento hecho á la efigie, dejándola como estaba
Sala Capitular.
pies, midiendo dicho lienzo dos metros por uno. Otra del
estilo y modo de Murillo, con el Padre Eterno, se ve en
la capilla de San José. En la de San Antonio se contienen
dos: la primera de Villavicencio, cuyas dimensiones son de
tres metros de longitud por dos de latitud; y la segunda,
CAPÍTULO IV
piamos:
«En nueve dias del mes de Diziembre del año de. im
ccccxl. en el Cabildo del corral de los Olmos los dichos
señores Dean é Cabildo, capitulariter congregati, ordenaron
y mandaron q todas las gallinas que han de si heredades
que de aquí adelante en cada un año se gane por pitanga,
é que esta pitanga se gane á la procession de la missa de
sancta Maria de laConcepción con la missa, é que esta
pitanga de las dichas gallinas ganen los Beneficiados pre¬
sentes é interesentes, é los que estuuieren en verdadero
patitur y en seruicio.
Glorias Sevillanas 109
(1) Aunque de pública voz se dice data su origen del tiempo del
V. Contreras,por haber estado este santo varón al frente del Colegio de
los mozos de coro, es raro que así no lo consignase en su Vida su infa¬
se
atribuye al famoso maestro de música religiosa, el presbítero D. Matías
Romero, conocido vulgarmente por el Maestro Capitán. Estuvo encargado
de la dirección de la Real Capilla, y aleccionó en tan divino arte al Rey
D. Felipe IV.
Glorias Sevillanas .
115
su
possible, ha hecho en estos tiempos, que tan contrastada
ha estado la verdad de su inocencia; que si es cierto han
sido muchas, no han sido de todo iguales, á lo mucho que
esta
gran Señora merece, y las que desean los ánimos de
los Cavalleros de esta Ciudad, y de esta Cofradia, á quien
mas de cerca toca el amparar, y defender esta causa, miran¬
tianas se
apoderaron de Sevilla, le erigen un eremitorio en el prado á que
luego da nombre, y siempre ambos Cabildos han acudido á San Sebastián
en los
períodos tristísimos en que Sevilla hase visto amenazada de grandes
peligros en su salud.
A ejemplo de esta Cofradía, obsérvese cómo siempre colocaron las
hermandades de Sevilla junto á la efigie de la Concepción la de San Sebas¬
mo asunto, la
piedad y opulencia de la Cofradía que pre¬
tendió semejante fundación. Las nuevas fiestas instituidas
en honor de la creencia,
y la erección de tantas otras her¬
mandades que se formaron en su defensa, hicieron que fue¬
ran
disgregándose de esta primitiva institución muchos de
los elementos que la constituían, para formar otros tantos
centros de piedad
y culto mariano. No obstante esto, la
Cofradía continúa hasta el año de 1841, época de la incau¬
tación de los bienes eclesiásticos, con cuyo suceso sufrió
tan rudo golpe el culto en nuestra patria, y sobre todo en
CAPÍTULO V
y
tu que hemostodovisto animar refiere
El espírihispalense
tedral cuanto seen la grandi osa Ca¬
á la devoción
culto de la Virgen en su Purísima Concepción, reflejóse
proporcionalmente en todos los templos que pueblan el dila¬
tado ámbito de esta Ciudad de tal modo, que no quedó
17
130 Glorias Sevillanas
piedad y celo para los actos del culto. Fundó un monasterio de agustinos
junto á Marchena. Quedó viuda el año de I5°3- En Roma dotó el culto
que se daba al Santísimo en la iglesia de San Lorenzo in Damaso, dis¬
poniendo que el Señor, cuando saliese á la calle, fuese bajo palio y con
Glorias Sevillanas
hachas de cera, uso que ella introdujo en Italia. Fundó además la iglesia
colegial y principal de Torrijos, dotándola con sumas cuantiosas, así como
á otras muchas iglesias pobres de España. Edificó otros conventos en Ma-
en pan y semillas
para los labradores, que la hicieron memorable. Fué por
algún tiempo su capellán el V. P. Contreras, que al par dirigía el colegio
que tenía en su palacio para niños desamparados. Fué gran propagadora
del culto al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, teniendo siempre en
su morada ornamentos y objetos propios para su culto y para la celebración
del santo sacrificio de la Misa, los que repartía entre los conventos y las
iglesias necesitadas.
Pero lo que siempre la hará merecedora de eterno recuerdo, es el haber
sido la fundadora y propagadora de las archicofradías del Santísimo por
nuestra patria,virtud de los poderes y facultades que se le otorgaban
en
en la Bula delPapa Julio II, dada en Roma á 11 de Agosto de 1508,
y en la cual se conceden tantas gracias y privilegios á sus cofrades. En el
período que residió en esta capital la Reina D.a Isabel la Católica tuvo
efecto la fundación de las primeras archicofradías del Santísimo ó Sacra¬
mentales que hubo en Sevilla.
132 Glorias Sevillanas
San Andrés.
dice de lo más notable del libro; Prefacio; Texto.—Libro raro. (Bib. Cap.)
136 Glorias Sevillanas
San Bartolomé.
San Bernardo.
Santa Catalina.
Santa Cruz.
San Esteban.
San Gil.
San Ildefonso.
San Isidoro.
19
146 Glorias Sevillanas
no
ay instrumento que certifique que el tiempo de su fun¬
dación mas que la general.»
se llegó á la Palma
y le dixo: Palma, la Madre de Dios
no
quedó virgen después del parto. Otro dia por la mañana
fué á la Inquisición un hombre anciano, y denunció contra
este Herege, el qual Herege prendiéron los Señores Inqui¬
San Julián.
latin que dezia: «Soy de Sevilla de una Capilla junto á la puerta que enca¬
mina á Córdova.»
producir.
Continúa diciendo el referido autor;
152 Glorias Sevillanas
Mosén Pedro de Tous: lejos estaban aquellos devotos de que alguna vez
tom. III: «que pertenece al siglo XIII, y que la firma que lleva del referido
escultor se refiere al estofado
y ensamblamiento de ella.» Vea, pues, el señor
Gestoso cuán fácil es errar en esta materia, aun por los mismos maestros
avezados al estudio de esta clase de conocimientos. Es más: para probar
la divergencia de cuando se trata de marcar la época de algún
pareceres
objeto de arte antiguo, manifestaremos aquí que, según la opinión de un
sabio arqueólogo español de gran nombre, al examinar la imagen objeto
de este estudio, con fotografías á la vista en tres posturas distintas, que dan
idea cabal de ella, el simulacro de Ntra. Sra. de la Hiniesta no es anterior
al siglo XVI.
Ante esta diferencia de pareceres y opiniones, y en vista de la defi¬
ciencia de la Arqueología, qué atacar de manera tan descarada tradi¬
¿por
ciones respetables, que son el fondo de nuestra Historia, sin antecedentes
seguros para ello y sin más apoyo que el criterio particular de un individuo?
Aun cuando la base de esa crítica tuviera algún principio de verdad, habría
siempre medio para salvar la tradición y la leyenda. ¿Acaso la efigie no
hubiera podido ser restaurada hasta lo sumo, borrando los caracteres pri¬
mitivos, y en este supuesto ser cierto lo que nuestra historia nos dice? En
el fondo de todas estas cuestiones arqueológicas sobre asuntos cristianos
no vemos más que dos cosas: una, el afán de emitir juicios novísimos con¬
trarios á todo lo dicho con anterioridad, para ganar plaza de mejor y exce¬
lente crítico; y otra, un fin premeditado para destruir, ó socavar al menos,
las tradiciones y leyendas inspiradas en el espíritu religioso de otras edades.
A «aquellos devotos», que dice el Sr. Gestoso; á aquellos caba¬
lleros cristianos, decimos nosotros, porque vemos con la idea que se les
tacha de tales, no les parecía poco ni mucho señalarle tan remota anti¬
güedad á la vereranda efigie, razón por la que no tenían para qué conten¬
tarse con asignarle su origen en el siglo XIV, como dice en su obra. Repe¬
timos lo que dijimos antes: que mas que la parte de crítica arqueológica,
en estos estudios, nos duele la burla ó mofa con que
se trata de poner en
descubierto las creencias de aquellas generaciones, que merecen tanto res¬
peto.
Por casualidad vino á nuestras manos, y la reproducimos en demos¬
tración de la calidad de los devotos aludidos, la siguiente nómina de her¬
manos de Ntra. Sra. de la Hiniesta en el siglo XVII:
20
154 Glorias Sevillanas
«DIPUTADOS DE GOBIERNO
«HERMANOS.
«Dorotheo de Veas
»Don Lorenzo Vázquez
«Manuel de Valdivia
«Juan de Godoy.
«Tomas de Cordova
«Francisco Luis
«Francisco Baez
«Bartolomé Sánchez
«Pedro Honorio de Palencia
«Pedro Honorio de Palencia su hijo.
«Francisco de Vergara
Glorias Sevillanas
En cuanto á la
propiedad con que pueda ser denomi¬
nada «Concepción» esta veneranda efigie, es cosa que no
puede asegurarse. Dijimos antes que gran número de imá¬
genes se conocían ó eran invocadas con relación al lugar
ó circunstancias que acompañaron á su invención ó hayaz-
•Juan de Barrieta
«Juan de Molina
«Don Diego de Sandovál
«Nicolás de Solo
«Feliciano Perez»
Es decir: lo más florido de la sociedad sevillana. Estas generaciones
de devotos y exaltados fueron las que, á pesar de ser poco ilustradas, nos
legaron esos tesoros del arte cristiano español, que nosotros, hijos del siglo
de la luz y de la crítica prepotente, no hemos sabido conservar; sino que,
por el contrario, hemos derrochado y dilapidado, haciendo un puente de
la revolución anti-religiosa para que lo que no se ha destruido, ó mal con¬
San Lorenzo.
pliegues sobre los pies, que los deja cubiertos: los ojos apa¬
recen velados
por sus párpados: á sus costados, y sobre
la cabeza, multitud de ángeles y querubines, modelos de
belleza por la hermosura de sus rostros.
En la parte alta del lienzo, al lado izquierdo, se ve
la Santísima Trinidad, decretando la Concepción sin man¬
cilla de la Virgen María: las Divinas Personas tienen la
vista fija en Ella, y la contemplan con fruición y compla¬
cencia. Adviértense en la parte baja del cuadro siluetas es¬
bozadas, que representan una vista de Sevilla, la que apa¬
rece rodeada de murallas, y por cima de ellas la Catedral
con la Giralda
y otros edificios, á más de la torre del Oro:
el río corre á los pies de la Ciudad, y en él se descubre una
Santa Lucía.
una
época en que se subvencionan con grandes sumas las diversiones públi¬
cas, las carreras de caballos, de velocípedos y otras de este jaez: es verdad
que esto retrata el período histórico por que atravesamos.
Lám. 27.
4.0; 40 hoj., todas con orla; escudo pontificio; sin lugar de imprenta.
Glorias Sevillanas 163
Santa Marina.
que fue Mocarabe por tradición que ay, de que en ella avia
vn Retablo de pintura
muy antigua, que dezia en su ins-
cripcio: Fue fecho el año de 670. que fué antes de la perdi¬
ción de la Ciudad; y por que en ella ay muchas casas prin¬
San Marcos.
San Martín.
San Miguel.
que teatro.
«Entierro de Martin Yañez Aponte Señor de Chillas,
Caballero de la vanda, Secretario del Rey D. Pedro el Jus¬
ticiero, Fundador de este Santo Templo de S. Miguel, a
cuyacosta Fabricó, Padre de Juan Alvarez de Chillas
se
Caballero de la Vanda. Año de ijóy. Puso esta losa Juan
Ximenez Alvarez de Chillas, y su Hermano Joseph Xime-
nez Alvarez de Chillas sus legítimos Descendientes, y Gas¬
par Ximenez Padres de los Dichos.»
El templo era de los mejores de Sevilla (i): constaba
ladrillos con
múltiples y elegantísimas costillas de piedra, que, arrancando
de sus postes, entrelazaban majestuosas todo el techo.»
Colección deOpúsculos, tom. I.
(1) Relación y sumario | de la Bula que dió la Santidad de | Urbano
Octavo para que se fundase en toda la cristiandad la | Religión Militar de
la Inmaculada Concepción de la Virgen | Santa Maria: y de los grandes
da, que al pre | sente está aprestando con el título de Hermandad Militar
de la | Inmaculada Concepción de la Virgen María, que ha fun | dado para
San Nicolás.
Nuestra Señora de la 0.
cepción.
San Pedro.
\
170 Glorias Sevillanas
sado para celebrar el patronato, que las del actual con mo¬
tivo de la declaración del Dogma y las solemnísimas del
XXV aniversario de este suceso, siempre la acreditarán de
ser la primera cuando
se trata de celebrar la Concepción.
San Román.
San Roque.
El Salvador.
que fué autor del trazado del pesado retablo, así como de
laportada del sagrario y altar de Ntra. Sra. de las Aguas,
cuya labor supera al mal gusto de los mismos.
En la octava de Nuestra Señora colócase 'en el altar
portátil de plata
que hoy posee esta parroquia, y que per¬
teneció á la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, otra
Apóstol Santiago.
San Vicente.
CAPÍTULO VI
Dios, sinó que también existe esta dificultad para con aque¬
llos que hoy abiertos al culto, dado el tras¬
se encuentran
torno que en casi todos ocasionó el espíritu de destrucción
de que fueron objeto en la revolución de 1868; pues por
San Agustín.
patronos.
En el altar próximo al mayor, al lado del Evangelio,
encontrábase una escultura de la Concepción, obra de Pe¬
dro Roldán, según hemos oído decir, ignorando nosotros
dónde se halla en la actualidad. A este simulacro de María
se hicieron grandes fiestas en el pasado siglo con motivo
del Patronato.
El cuadro de la Concepción pintado por Roelas que
hoy se conserva en el Museo Provincial perteneció á este
convento. Mide 3 metros de alto próximamente. El tipo de
23
i78 Glorias Sevillanas
San Alberto.
Fué este
templo, de construcción moderna, de la Orden
hospitalaria de este nombre para la cura de la enfermedad
llamada fuego sacro, encontrándose su origen en el reinado
de Alonso el Sabio. Estaban todos sus muros y techo pin¬
tados al fresco; mas con las obras y restauraciones hechas
en la referida iglesia, han quedado cubiertos con la cal.
Al lado de la Epístola se halla la capilla propia de la her¬
mandad de los Nazarenos de Sevilla y Santa Cruz en Jeru-
salén, como era denominada primitivamente, pues el título
de María Santísima de la Concepción es posterior á la épo-
i8o Glorias Sevillanas
ca de su fundación. No hemos
podido averiguar el período
en
que empiezaá llamarse así, pues en las Reglas que
en la actualidad
rigen, y que fueron dispuestas por el in¬
signe escritor sevillano Mateo Alemán y aprobadas en
1578, no se habla nada referente á ello, y sólo marcan lo
siguiente: «Acordamos ante toda la procesión llevar nuestro
estandarte de color morado, en medio una Cruz santisima
de Jerusalen, y tras de ella veinte y cuatro hermanos ves¬
tidos como los demás de sus túnicas, y doce de cada parte
Este
templo fué saqueado en la invasión francesa, per¬
diendo muchos objetos de arte; consérvase en la actualidad
una
preciosa peana de forma oval, compuesta de una nube
y once cabezas de ángeles, obra de Martínez Montañés,
sobre la que se ostentaba una figura de la Concepción, que
San Buenaventura.
Santa Clara.
San Clemente.
Convento de la Concepción
(vulgo de San Juan de la Palma).
Convento de la Concepción.
Se halla establecida
ella, desde la expulsión de sus
en
moradores el
pasado siglo, la Universidad Literaria ó
en
Espíritu Santo.
seas con
la piedad
que la adornaba, y preguntándose por
algunos devotos cómo la Señora había permitido seme¬
jante atentado, contestábase por otros: «como es tan sevi¬
llana, no se precia de sus adornos».
Por relación impresa del siglo XVII (1), cuya reproduc¬
(1) Historia de los Pintores de todas las Escuelas, por Carlos Blanc.
200 Glorias Sevillanas
San Jerónimo.
rio de la Catedral.
Es una hermosa
imagen, si bien muy restaurada, y afea¬
da con los
ojos de cristal que le han colocado. La Virgen
está sobre hermoso grupo de ángeles, que la sostienen
sobre la Luna y nubes.
204 Glorias Sevillanas
CAPÍTULO VII
Santa Inés.
ES fundaciincorrupto
y cuyo María Coronelclaustros
ón de la célebre D.aguarda
cuerpo , en 1376,
(1).
en sus
que habla la tradición. Más de cinco siglos han pasado desde aquel hecho,
y por nuestra parte nos declaramos incompetentes para considerar las man¬
chas que se ven al presente como resultado del aceite hirviendo, no exis¬
tiendo tampoco vestigios de las cicatrices que debieron afear tan conside¬
rablemente el rostro de la venerable fundadora.»
tal. En el ático del altar hay una buena tabla con la figura
del Eterno Padre.
En el retablo que
figura á la cabeza de la nave de la
Epístola, que por cierto es de muy mal gusto, pues no lo
forman más que recuadros de madera pintada de blanco,
donde encajan trece bellísimas tablas del fin del siglo XVI,
atribuidas á Alberto Durero, se ve pintada la vida de la
teos Gago, en defensa del hecho histórico relativo á la noble hazaña ejecu¬
tada por la ínclita matrona D.a María Coronel, es la que damos al señor
Gestoso.
Hé aquí las palabras del insigne arqueólogo: «¿Y qué decir de las
manchas de que habla el vulgo, según dice el Sr. Tubino, existentes en el
rostro de la momia? Ante Sevilla entera,
testigo del fenómeno, es imposible
que puedan las gratuitas afirmaciones que dejo copiadas. O no es
correr
cierto que el Sr. Tubino haya visto jamás la curiosa momia, ó ha de con¬
fesar que, de cerca ó de lejos, contemplada con holgura ó con apretones,
Pág 351.
Con razón decimos que en la obra Sevilla Monumental se atacan nues¬
tras tradiciones.
Glorias Sevillanas 20 7
Santa Isabel.
parte del histórico monasterio para montar una fábrica de café artificial.
Verdaderamente que esto es bochornoso, no ya sólo para los herederos de
208 Glorias Sevillanas
aquel gran héroe, sino la patria, que debe velar por la memoria de sus
para
grandes hijos; día los gobiernos dispusieron de las rentas y
y ya que un
bienes destinados por Alonso Pérez de Guzmán para invertirlos en obras
de caridad y en hacer bien por su alma en el templo donde se halla su
evitar así la profanación de aquel lugar sagrado, donde el ruido de los arte¬
factos y de la maquinaria ha sustituido á los cánticos sagrados, y en donde
en vez de oirse la oración del religioso, se escuchará quizás la blasfemia
del obrero moderno. Si la figura del gran patricio se levantara de su sepul¬
cro, sin duda creería que la España, por quien sacrificó su propio hijo y
derramó su
sangre, había sido invadida nuevamente por otra raza infiel.
Mas en el
pecado llevamos la penitencia: porque, después de hechos trizas
y despedazados los documentos donde se contenía la voluntad de nuestros
antepasados; después de haber recogido los gobiernos los bienes de todas
las fundaciones piadosas, patronatos, pósitos, monte-píos, capellanías y pro¬
quía, donde el judío españolizado tiene estatua de bronce sobre elevado pe¬
destal, hasta la última aldea se encuentra su nombre rotulando las princi¬
pales plazas, y todos á una le entonan un himno de gratitud y agradeci¬
miento. i Así se envilecen los
pueblos!
Glorias Sevillanas 209
San Jacinto.
cura
y provisor. El territorio exento estaba comprendido
dentro de ciertos límites, que formaban su compás, cuyo
1
Glorias Sevillanas 211
San Luis.
San Pablo.
Regina Angelorum.
en el
siglo XVI, de las llamadas de Penitencia y Luz, la
que hacía estación á la Catedral en la tarde del Jueves San¬
to, conduciendo los cofrades, que vestían túnica blanca y
escapulario celeste, la imagen de Jesús crucificado y la de
su titular. Más tarde transformóse en hermandad de Gloria,
reyes y príncipes.
Santísima Trinidad.
gen de la Concepción.
Venérase en su iglesia,
el altar del lado de la Epís¬
en
tola inmediato al mayor, un
lienzo de metro y medio de
alto, con la imagen de la Concepción: es pintura de escaso
mérito. Este templo perteneció al hospital del mismo nom¬
Hospital de la Caridad.
En la sala llamada de San Antonio de la famosa funda¬
ción de D. Miguel de Manara se ve un notable lienzo del
cepción.
Hospital de la Concepción.
Casa de la Misericordia.
Se fundó en 1476
el sacerdote Antonio Ruiz, el
por
que, unido á otros, formaron una corporación que se tituló
así, Hermandad de la Misericordia, cuyo único objeto era
buscar dotes para doncellas huérfanas y desamparadas, lle¬
Al sitio de las
gradas de la Catedral hállase establecido
este pequeño oratorio,
con su Hermandad propia, fervoro¬
sísima por el culto de la Concepción Purísima de la siem¬
—f
13.
Lám. fui"spo-rque
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Glorias Sevillanas 231
Capilla de la Asunción.
Capilla de la Concepción.
Capilla de la Concepción.
RETABLOS DE CONCEPCIÓN
QUE HABÍA EN LAS GALLES DE SEVILLA
Calle de la Feria.
Calle de la Borceguinería.
En la actualidad se venera una
pintura de la Concep¬
ción, la que existe en dicho sitio desde época inmemorial.
Calle de la Mar.
Patio de Banderas.
Calle de Alemanes.
Resolana de la Macarena.
Calle de Tintores.
Calle de la Alcaicería.
Gradas de la Catedral.
Calle de la Pureza.
hace mención de San Lázaro, San Sebastián, las de algunas casas de cari-
236 Glorias Sevillanas
templos sevillanos.
CAPÍTULO VIII
original!»
Desde ese intante no se dan mano á descansar de su
fin:) Con licencia; | en Seuilla. | Por Alonso Gamarra. Dos hoj. en 4.0)
Que por tenerle a María Que porque vn santo Prelado
Tan grandes obligaciones Cuidando de sus ovejas,
Tenga entre dos opiniones Dé piadosas orejas
El pueblo Fiel la mas pía. Al balar de su ganado,
Que confiesse, noche, y día Os mostréis vos enojado,
Ser linpia al primer instante, No cessará el alegría,
Por serle tan inportante Que si a la Virgen María
Para ser Madre de Dios. (Sin culpa) la onramos nos:
Que se os da a vos? Que se os dá a vos.?
246 Glorias Sevillanas
co
y manto celeste, colores que luego se adoptan para ve¬
nerarla en este Misterio, diciéndole «que un hijo espiri¬
tual del V. Hernando de Mata, sacerdote sevillano, había
de medio para que llegase esta causa á buen término.»
ser
de marchar á la lid.
se proponían.
la Provincia de San Diego, cuando relata lo que se acordó por los piado¬
sos
propagadores, convocando al convento varios poetas para que hiciesen
alguna composición en alabanza del Misterio. Veamos lo que dice la refe¬
rida Historia: «Convocaron á el Convento de San Diego algunos Poetas,
á quienes descubrieron su animo encargándoles, que con metro fácil elo-
giassen el Mysterio: y aviendose compuesto diferentes papeles, los sortea¬
ron todos, con la invocación de el Espíritu Santo, para que fuessen publi¬
cados los que mas conviniessen. Salieron aquellos versos,
que glossan la
redondilla, que dize:
«Todo el Mundo en
general,
A Reyna escogida,
vozes
V
B&cos vucftro
libre de leyes, y
y
vn
Eípofo caro •*
en
que
con fu poder
gracia os llenó,
que la culpa no halló
pudieíTecaer:
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*§■
A
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al padre,y la madre onrar,
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mandó guardar que vueítra cafa en cí Sol
el lo quifo obrar primero: dize Dauid que
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t'encys: ■f
ley celeftiaí De rcíplandor celeíiial 4'aí
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en vos la dexó
cumplida, os cercó el
Rey de la vida, ■8?
pues os hizo concebida para hazeros concebida
fin pecado original. fin pecado original. ; f
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«-• carnes n.uy denotas de ¡osglor¡of¡jlimos SáIoachim,y Santa >Jnna,pcdrti
* fiuefíra Señora?y delgteriofijiimaSan lofepb^fpofn fuyo.' i
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^¿^^^ccnriadel OWnarlo^ot Alonfo RodrÍPuCrGairiTr í yX » V
xm ,ÍP. mí J
Glorias Sevillanas 25 7
INSTRVCCrON.
h os feys primeros "verfos de las coplasfe ha de cantar cada dos en la canturía délos dos p ri"
meros dejlc estribillo }y los dos últimos Verfos de las coplas por los dos últimos de[ta cataría.'
Y alfindecadacoplafedde.repetir^Xoúo el mundo en general,<jrc.
Eíle torio, y coplas fe
á de catar en las Efcuelas cada día, hada que en
dos,otresfemánásferprcndan bien, y aprendidas vna vez bien, íe podran
fiazer cantar cada Sábado, y las vilpcras de nuetaa Señora, porque .fe tome
a deííeo,y
no cayga feniejánte'deuocion,como acaece en otras.
Feío la deuocion que vá ri.oráda al pie de la Eftampa de la Virgen¿ qup
tsj& del Santiísimo Sacramento,y de la Concepción, le á de dezir fiempre
todo el año al principio,y fin del rezar la Dotrina Criftiana, empecando pa
labra por palabra,y reípondiendó todos juntos los niños.
Exemplo deílo:díziedo vno folo en voz alca ¡ALABADO SEA,
y refpondeñ todos ¡ALABÁDOSEAfy buelua a dezir ¡EL S A N-
TISSlMO S ACRA MENTO : y refponden todos ¡ E L SAN-
O SACF, AMENTO; y afsi lo demasjbafta el linde la de¬
uocion que alli eftá.Y afsi mifmo el Maetaó de cada Elcucla,o en qualqifie
ra comunidad de Conuento de Frayles,o Monjas ie pondrá vna Eftampa, y
coplas deltas en vna tabla, o cartón en vna parte publica dóde todos lo pue
dan leer,y aprender.
mos á la
pág. 113, se encuentra ya contenida, y es de
donde procede, como se puede ver. El Alabado, que es el
nombre con que se conoce, ha sido puesto en música por
casi todos los maestros de capilla de esta Iglesia; recor¬
dando nosotros, entre otras, las partituras de D. Francisco
tane \ y
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Glorias Sevillanas
265
»Los españoles,
y más aún los andaluces, se han valido
de este artificio,
el fin de que
con
constantemente sea cele¬
brado este Misterio. Mientras ellos
durmiendo callan, les
sustituyen las piedras, que con elocuente silencio
gritan:
María, concebida sin pecado original.»—G. de Ormachea.
Lo mismo dice el P.
Agustín de Herrera en la Vida de
Doña Beatriz de
Sylva: «que siempre esta Nobilísima Ciu¬
dad fué la primera en los
alientos de toda
piedad, y más
en
aquellos que atienden á las glorias de
María, Madre de
Dios, y este Misterio: así lo repiten
aún las piedras de sus
edificios, templos, palacios, casas, rubricadas con los
mati¬
ces
que callando claman á María Concebida sin
pecado
Original».
Aún en el día se conservan muchos de estos letreros
en
azulejos, y casi hasta nuestra época se distinguieron
per¬
fectamente los caracteres
rojos con que estaban escritos
sobre los muros de la iglesia del Sagrario de esta Catedral.
Por esta fecha
aparece también en las calles de la Ciu¬
dad la primera efigie de Nuestra Señora
para ser venerada
en este Misterio, al sitio de las gradas de la
Catedral: aún
se conserva
por ventura en el mismo
lugar donde la colo¬
cara el devotísimo de la
Concepción, Juan Clemente, vecino
del Sagrario, y que tanto promovió su culto
y fiestas. En
la misma época se colocó otra en el antiguo arco de San
Miguel, inmediato al colegio de este nombre.
No se cansaba la
piedad de los buenos sevillanos en
procurar por todos los medios posibles ensalzar
y alabar la
Concepción Purísima de Nuestra Señora, por lo
que desde
el período crítico de las
disputas establecióse la costumbre
34
266 Glorias Sevillanas
CAPÍTULO IX
dado
l egadolaelideamomento
Erapráctica de marchar
las conferencias tenidas
había desegúnponerse
en queá Roma, lo
la Sala de
en acor¬
en en
Capítulo del
convento de San Diego, á fin de presentar la causa de la
268 Glorias Sevillanas
Obispo de Cuenca.
Cumplido este encargo, salen para Valladolid, reunién¬
dose allí con el P. Fr. Francisco de Santiago, y donde á la
sazón se hallaba la Corte, entrando en dicha ciudad el 23
de Agosto, presentándose el mismo día á cumplimentar
en
á su Prelado y
entregarle carta del de Sevilla. Presentólos
éste en seguida al Duque de Lerma, quien leyó con gran
satisfacción la misiva que le llevaban, logrando que á los
dos días hablaran con el Rey. Verificóse esta entrevista,
«Ha
parecido conveniente con la aprobación de
su Magestad, que el Arzediano de Carmona y el Padre
Bernardo de Toro vayan á Roma en prosecusion de
la demanda de V. S. I, por ser tan piadosa y del ser¬
vicio de Dios y honra de su Madre, alienta á cual¬
«limo y
Rmo. Sr. He visto la de V. S. I. de 14.
del passado, por lo qual tanto me encarga, y enco¬
mienda el negocio de la Limpia Concepción de N.
Señora, el qual de suyo se está tan encomendado,
y encargado, que de mi parte procuraré hazer todo
quanto me fuesse possible en servicio de la Madre
de Dios, á quien por tantas razones está obligada la
Arzobispo de Capua.»
tercesión,
en cuya honra se hacen, para que nos guar¬
de y conserve á vuestra Magestad largos y felices
«Don
Felipe, etc.—Muy Reverendo en Christo
PadreCardenal, mi muy caro y verdadero amigo, Don
Mateo Vázquez de Leca, Arcediano de Carmona, y
en
aquella curia de D. Pedro de Castro, quien se los reco¬
mendó encarecidamente, como así mismo al General de la
Compañía de Jesús, el que les dió entrada libre en la mag¬
nífica biblioteca del Colegio Gregoriano, asignándoles para
asistirles en lo que ocurriese á los RR. PP. Juan Lorino y
Andrea Greco, varones de mucha ciencia, que dirigieron á
los embajadores sevillanos en lo concerniente á la relación
36
282 Glorias Sevillanas
uilla. (Al fin:) Impresso con licencia, en Seuilla por Matías | Clauijo, á la
lugar.
Había escrito el Municipio sevillano á la S. de Grego¬
rio XV, haciéndole presente los deseos de este pueblo por¬
que se declarara Dogma de la Fe cristiana el Misterio de la
Concepción, á cuya solicitud contestó el Pontífice en No¬
viembre de este mismo año en la siguiente epístola:
37
290 Glorias Sevillanas
esto responde.
»Oue todo es notorio, de publica voz y fama y
la verdad so
cargode juramento fecho en que se afir¬
mó y ratificó y que es de la edad de sesenta y dos
años y lo firmó» (1).
de los Apóstoles,
y de la Chancillería Apostólica, y
á la vista deCampo Flora como se acostumbra, se
publique esta presente Bula, y se fixe, la qual obra
308 Glorias Sevillanas
CAPÍTULO X
sagrada imagen.
contaba, que sería muy difícil con sólo una ojeada histó¬
rica dar idea cabal de lo que por este período á que nos
referimos fué la ciudad de Sevilla.
Alcanzó esplendor y brillo tan inusitado nuestra
un
Ciudad en el
siglo XVI, que con sobrada razón pudo ser
denominada emporio de las Españas. Muchas serían las
guientes palabras:
«Llegué, hermosa doña Blanca,
A Sevilla, al mismo centro
De la nobleza, al valor
Del mundo, al humano cielo.»
co, artístico y literario, sin recordar los que tal han hecho
el estado de civilización de aquel pueblo vencido, que si
fuésojuzgado por el poder del alfanje islamita, jamás pudo
ser
sobrepujado en su ilustración, porque de hecho él era
vencedor, en cuanto que el triunfo siempre es de la verdad
moral, que él poseía.
Formada patria al eco estruendoso de aquel con¬
nuestra
y torcedores, de
30000 personas, es así, que de pre¬
mas
sente no
telares, por no tener que hazer, por¬
ay sesenta
que no se gastan los texidos de Sevilla, sino los que traen
de fuera de estos reynos; con lo qual no ay quien compre
seda ni quien la beneficie: y absolutamente se perderá este
trato.»
En fol.;
hoj. sin fol.; sign. A-A^; recl.; á continuación del encabe¬
4
zamiento el texto. (Bib. Cap.)
siglo pasado,
se lee: «En el año de 1632 mantenía esta
ciudad más de 3,000 telares de texidos de oro, plata y
seda, quedó tan aniquilado, que en el año de 1743 sólo
y
habia 96: y mediante la gracia que el Rey nuestro Sr. don
Genova.
Una hoj. en fol.
(1) Al hacer este cálculo debemos hacer presente que el perímetro
de Sevilla ó parte habitable de la misma era mucho más extenso que el
que hoy tiene, refiriéndonos aquí á los arrabales. Cuéntese con que el de
la Macarena se extendía hasta cerca del Empalme, pues la ermita de San
Onofre, que era del arte de la seda, estaba en este sitio y pertenecía al ba¬
rrio; y en pintura que se conserva de la época se ve el Hospital Central
enclavado dentro del casco de la población, pues se ve
rodeado de casas,
que siguen hasta el convento de Capuchinos. El barrio de la Calzada tam¬
bién tuvo muchas más edificaciones de las que hoy se ven, así como existía
Glorias Sevillanas 3i7
tandad que hubo en 1649, cuyos datos están dados por tes¬
tigos oculares de aquellos tristísimos acontecimientos para
nuestra Ciudad; tan tristes, que de esta epidemia parte la
Epidemia.
M. S. de 54 hoj. en fol. cop. (Bib. Cap.)
318 Glorias Sevillanas
que la parte moderna de la Giralda es para vista desde lejos; y que, por lo
tanto, la ornamentación y pormenores de la misma no son para examinados
según dice, uno por uno, sino en conjunto, que es como guardan armonía
y resultan según la mente del que dirigió la obra: en esta forma, vista la
torre á alguna
distancia, se observa cuánto gana en majestad; y en vez de
parecer de mal gusto y abigarrados los detalles ornamentales por su pesadez
y vulgaridad, entonces, examinada en las proporciones debidas, teniendo
en cuenta la altura en
que van colocados esos adornos y detalles arquitec¬
tónicos, resultará la obra digna de encomio, por más que el Sr. Gestoso
no encuentre nada que á él se lo merezca.
Glorias Sevillanas 321
que encierra esta Ciudad, siempre fué la Giralda objeto de nuestra admira¬
ción y encanto; y aun á trueque de no pertenecer, como dice el Sr. Gestoso,
al grupo de los artistas y entendidos, pues en realidad de verdad ni una
41
322 Glorias Sevillanas
traste que formaría al lado de la grao Catedral gótica; por lo que se ve que
todo el valor y encanto actual del monumento se debe al maltratado maes¬
tro Hernán Ruiz, que no amenguó las proporciones de la gran fábrica mu¬
sulmana, sino, antes al contrario, las aumentó y engrandeció en grado muy
elevado.
No merecieron igual juicio este profesor y su obra á los autores del
Diccionario de los Arquitectos y la Arquitectura en España, los señores
D. Eugenio Llaguno y Amírola y D. A. Ceán Bermúdez,
en cuya obra se
lee, refiriéndose á lo que se hizo en la torre:Con esta obra tan atrevida, que
«
sólo pudo emprender un hombre bien seguro de su arte y de su práctica, acabó
de acreditarse Hernán Ruiz de artífice diestro y sólido; y con razón, pues sub¬
siste íntegra no obstante los muchos temblores de tierra que ha padecido.»
en esta sesión:
43
33§ Glorias Sevillanas
sin mancha
(i). Consta por la Relación de las fiestas de la
Hermandad de San Pedro Advíncula que en la procesión
gencias para que los dos acudiessen con todo gusto al ser-
uicio de la Virgen; porque su sagrada Religio de la Com¬
cencia, que auia del Señor Arcobispo para trabajar los dias
de fiesta. Pidieron los materiales necessarios, conforme lo
Dei: y pues los hijos de Dios (por quien entiede eneste lu¬
a vozes
Reyna escojida
diga, que soys concebida
sin pecado original».
aquel dia: fue esta acción del amanecer mucho mas deuota,
que de prima noche, por hazerla los religiosos á sus solas,
y cerradas las puertas sin el ruydo, y tropel de la gente
secular.
»Abrieronse las puertas de la Iglesia después de colo¬
cada la Imagen sn su lugar, y aunque era muy de mañana,
fue copiossísimo el numero de la gente que aguardaua para
entrar; también se abrieron las de los claustro, y se empe-
caron á dezir las Misas en los altares de ellas, con que se
con
graprimor, y arte, y de vna vara de alto, y los bracos
en deuidaproporción, para lleuarla se reuistieron de ami¬
tos, roquetes, y collares dos religiosos de muy buenas fuer-
cas, porque son assí menester, según es el peso, a los la¬
dos de la Cruz yuan otros dos religiossos mancebos reues-
tidos de almaticas muy ricas con ciriales de plata en las
manos; y a las espaldas dellos otros dos con sus capas de
pos vnas grandes jarras, que parecieron muy bien, vna sier¬
pe, vna pirámide, y quatro montante de fuego, que anda-
uan entre la gente por
el suelo muy sin riesgo de los que
trayan, y no con pocodaño de las capas, y sombreros de
los que estauan en la placa. En efecto los fuegos desta no¬
che fueron tan costosos, y vistosos, como los de la pri¬
mera. »
res y entusiastas
defensores de la Concepción, entre ellos
el P. Diego de Xaramillo, Superior del convento de San
Señora, y deuotas de
puríssima Concepción sin pecado
su
original. Recibióse el pregón co vniuersal aplauso, y acla¬
mación, y acudiero todos co singular voluntad, unos al ade-
reco, y ornato de sus pertenencias: y otros al empréstito,
mas en particular
sus intentos santos, y dauan mayor noti¬
cia de su Procession. El Domingo a las doze del dia vuo
vniuersal repique de campanas en las Parroquias, dando
principio a el todas las de la torre de la Catedral. Como a
las quatro poco mas, ó menos comencé a salir la Proces-
Glorias Sevillanas 357
Niño Jesús,
andas todas de plata, con una vandera en la
en
mano, y en ella escrito; Mi Madre fue Concebida sin pe¬
cado: y remataua con una vanderola admirable de tercio¬
pellizes. Fuera de los que yuan siruiendo con las Cruces, &c.
Para el adereco desta Santa Imagen se juntaron las mas ri¬
cas, y costosas joyas, que se hallaron en los plateros de
oro de la Alcaycería, fuera de otras muchas de
personas
particulares, que se valuaron en cien mil ducados por lo
menos. El vestido era vna
saya grande blanca de tela, so¬
bre ropa de raso blaco bordado,
escapulario azul enrique¬
cido de joyas, dos collares de grande precio. Manto azul
de raso bordado, y corona formada de piecas de oro, y dia¬
mates muy particulares en valor, y obra. Después de todo
Segunda relación.
por ella.
»La procession comenco a salir de S. Francisco entre
lugar los santos del Orden. Por medio de este celestial es-
quadron hizo passo la Magestad sereníssima de la Reyna
del cielo, y con su licencia se quedaro los santos en sus lu¬
oy, como ayer. Vnos dizen, que sí, otros quieren que ayan
sido muchas mas. Yo me arrimo a lo primero, aunque no
me entremetí en contarlas este dia: porque dado
que sobre¬
vino la Cofradía de la Vera Cruz con mucho numero de
luzes. Y que los Religiosos fueron en mayor numero, q los
Clérigos: con todo esso, el ser el Lunes dia de trabajo, y
ser muchos hermanos de las Cofradías, que salieron, oficia-
372 Glorias Sevillanas
gran amor, que al par que llenaban el espacio con sus es-
clamaciones de júbilo, vertían lágrimas copiosas, pues que
en aquellas manifestaciones
no les impulsaba otro móvil
que el gran afecto que sentían en sus pechos á la Madre
de Dios. Recuerdo imperecedero dejó en Sevilla la proce¬
sión de Regina, que, además de la relación que acabamos
de copiar, la cantó en octavas reales el poeta sevillano Luis
Belmonte, y en romance popular Gil López de Lucenilla.
(Bibliog., núms. 10, n y 12.)
Glorias Sevillanas
CAPÍTULO XI
zemos
presentación de acuerdo, que se hizo en la di-
Glorias Sevillanas 379
nían en sus
y pudo utilizarse en la decoración del
casas
«LITERARIA JUSTA,
a
que la sagrada Cofradía de venerables Sacerdotes de la
advocación del Príncipe de los Apostóles Sa Pedro ad
Vincula, en su Iglesia desta ciudad de Sevilla. Llama,
y Combida A las Christianas Musas, grandes ingenios,
facundos Oradores, cultos Poetas, que con blacas, y ter¬
sas armas de subtiles plumas,
artificiosas composiciones,
granes prosas, dulces versos, curiosas pinturas, varias
invenciones, prueueu la buena suerte de su valor, alen¬
tados co la esperaca de no vulgares premios, predas de
los mayores q recibirá del Supremo Juez.
»E1
Sempiterno supremo Sacerdote, eternamente
agradecido a la soberana Virgen Madre suya, en cu¬
yo digno Sagrario de sus puríssimas entrañas, reci¬
bió las blancas sacras vestiduras, con q reuestido de
392 Glorias Sevillanas
y acetos.»
III.—Epigramas latinos.
IV.—Versos castellanos glosando la redondilla:
«Oy juro Señora y voto
Que soys limpia, y tan seguro
Estoy, que cuanto mas juro
Me tengo por mas devoto.»
V.—Sonetos en castellano.
VI.—Octavas sobre los misteriosos títulos comprendi¬
dos en estos versos:
lf Virgen, de mi fe enseñado
juro a Dios viuo, q en vos
no cupo jamas pecado,
y os hago voto a los dos
de defender lo jurado.
Oyga el juramento, y voto
el ingrato, y el deuoto,
y entienda que con certeza
vuestra original limpieza
oy juro Señora, y voto.
TI Si me satisfaze el pecho
la razón:
y me assegura
lo que el Pontífice á hecho;
no puedo estar por ventura
TI La ilustre Congregación
de Pedro, vuestra limpieza
oy jura con afición,
porque es bien q su nobleza
jure en vuestra Concepción.
Y si juramento, y voto
hazen, con pecho deuoto,
de defender vuestro onor,
lo mismo, y con tal valor,
oy juro Señora, y voto.
gorio Manrique:
TI Si el juramento acredita
la verdad, y la nobleza,
oy Virgen vuestra limpieza
a
quela jure me exita
para descubrir su alteza.
Y con el agudo Escoto
por hazerme mas deuoto,
que fuistes Virgen sagrada
ele la culpa preseruada,
oy juro Señora, y voto,
De parecer indeuoto
tan lexos estoy, que voto,
q soys limpia, y lo confirmo,
porq quanto mas lo afirmo
me
te?igo por mas denoto.
SONETO
soneto
Se
premiaron otros dos del Mtro. D. Melchor de Aya-
la, de Olivares, y de Fr. Bernardo de Cárdenas, con
cura
sendos pares de guantes de atnbar.
El poeta Rodrigo Fernández de Rivera, secretario del
soneto
y
soneto piscatorio
OCTAVAS
5i
402 Glorias Sevillanas
OCTAVAS
Hermandad.
Llevó el segundo premio Alonso Díaz, que era un volu¬
men de todos los Sermones predicados del Inmaculado Mis¬
terio por varones píos, y doctos bien encuadernado con listo¬
nes de seda.
Copiárnosle á continuación:
SONETO
SONETO
tf soneto escarramanado
Entre boarced acá, sor Hoan Redondo,
Que está aquí Escarraman, y quiere ablalle,
Saquemele boarced hazia la calle,
Que en la Iglesia, ni hablo, ni respondo,
Salga el gallina acá, que no está hondo,
412 Glorias Sevillanas
1f soneto
en coloquio entre vn soldado y vna beata
«ESTATUTO
«Nunquam maledicta.»
Cerraban esta cuadrilla Platón y Aristóteles, vestidos
de griegos, y los motes:
«
Optimi agentis est óptima adducere» y «Natura non ausa est
antevertere gratiam.»
Vino la cuadrilla
siguiente, abriéndola la Medicina, re¬
presentada cómicamente en largo cortejo de enfermos, doc¬
tores y farmacéuticos.
422 Glorias Sevillanas
«Tenerife y su riqueza
Virgen se os ofrece á voz
Pues os a librado Dios
De la Original pobreza.»
La de Gomera, abundante en trigo y pan, «Panem quem
ego dabo», llevaba en la tarja:
«La Gomera, la famosa
Jura que en voz no hay pecado
Por el Pan que le habéis dado.»
Al día
siguiente era la fiesta en la plaza de Maese Ro¬
drigo, consistiendo en una justa, y fiesta de toros, para la
cual preparó convenientemente con andamios y tribunas
se
pectadores.
ron. En la
parroquia de San Miguel hubo novenario reli¬
gioso luminarias todas las noches en el palacio y edifi¬
con
cios de la plaza del Duque de Medina-Sidonia (i) y en las
calles de la feligresía. Otro se hizo en la iglesia de San
Marcos; un decenario en San Francisco de Paula; otro en
los Descalzos de la Merced, y triduo en el hospital de San
Lázaro, de todo lo cual salió papel impreso é hizo rela¬
un
oblación,
que de impossibles de vn alma, a quien amartela
mi amante pecho os consagra. la hermosura que en vos halla.
No, son los dulces requiebros Engolfado estoy, Señora,
del Hijo eterno, que baxa sobre el mar de mi ignorancia,
del cielo, a tomar librea en cuyas naufragas ondas,
gran parte de las calles inmediatas, llamándole barrio del Duque, refirién¬
dose á la histórica Casa de Medina-Sidonia, que tanto significado tiene en
la historia de Sevilla y de la Andalucía; pues este nombre llena las páginas
de nuestras Crónicas durante muchos siglos,
haber contribuido pode¬
por
rosamente á la
reconquista de la patria. En buen hora que se pongan los
nombres de los capitanes modernos en las calles y en las plazas, pero nunca
quitando los de otros que tanta nombradía y recuerdo tienen en esta loca¬
lidad; pues á nuestra historia siempre importará más el título del Duque de
Medina-Sidonia que el de la Victoria.
55
434 Glorias Sevillanas
CAPÍTULO XII
consta:
«JVRAMENTO.
»Ad tuce Maiestatis pedes,
ó celi terraque Regina
Maria, pro voluti, et tua beneficia recolentes, atque
erga Immaculatam tuam Conceptionem deuotioni ac-
cepta referentes; Nos Petras Christi filij tui,famuhis
et Apostólica Sedis gratia Archiepiscopus Hispalensis
pecado.
»En Sevilla, en ocho de Diziebre, de 1617.»
Canónigos.
Don Luys Ponce de León Jubilado.
Doctor Juan Hurtado.
Don Luis Manuel.
Doctor Don Manuel Sarmiento de Mendoza.
462 Glorias Sevillanas
Racioneros.
Diego Vidal.
Don Christoual Llanos de Cancela.
Licenciado Mexía.
Licenciado don Antonio de Couarruuias, y Leyba, Juez
de la Iglesia.
Geronymo de Prado.
Licenciado Don Gonzalo Mexía.
Agustin de Abrego.
Don Pedro de Cañisares.
Don Francisco de la Peña Saauedra.
Doctor Antonio Laynes.
Fernando Sánchez Aluarez.
Martin Ximenez.
Licenciado Lorenzo Hamon.
Licenciado Tomas de Velasco.
Alcaldes mayores.
Veinticuatros.
Geronymo Buron.
Cristóbal Acuña del Barco.
Rafael de Ribera.
Don Fracisco de Corcuera.
Francisco Seco de los Rios.
Francisco de Lara por el Almirante de Castilla.
Don Baltasar de León.
Antonio de Armijo, Escribano de Sacas.
Don Fracisco de Chaues, y Mendoza.
Don Jorge de Balmaseda.
Francisco de Torreblanca.
Don Fernando de Saauedra, y Monsalue.
Glorias Sevillanas 465
Jurados.
Acabado el juramento del Cabildo de la Ciudad, baxó
el procurador mayor á su lugar, y subió a jurar Juan Pe-
rea, y Juan Baptista de Lezana, Mayordomos del de los
Gaspar Dáuila.
Francisco Ramos Vela.
Bartolomé Gutiérrez Pacheco.
Lorenco Diaz de Viruega.
Pedro López de Verasguí.
Juan Gaitan de Ambla.
Gaspar Diaz Cataño.
Francisco Gómez Serrano.
Andrés Ortiz.
Luis Telles de Ribera.
Francisco Ruidias de Pineda.
Don Alonso García de Laredo.
El Licenciado Pedro Sánchez de Vtrera.
Luis Gómez.
Gaspar de Torquemada.
Antonio de Argandona.
Luis Leonardo Aratia.
Juan de Ouiedo.
Luys de Morales.
Christobal deVillegas.
Juan Careo de Maya.
Diego Serrano.
Juan de Cerón.
Pedro Venegas.
Don Diego Cauallero de Illescas.
«
Qni vidit testimoniu perhibuit, et verun est testimoniu
eius.»
das diferentes en las adargas; las tres del puesto del Mar¬
ques de Ayamonte, revolviéron su Señoría, y Don Fernando
de Losada, y Juan Contador, las del puesto contrario, Don
Melchor del Alcázar, Don Fernando Melgarejo,
Don Luis
y
del Alcázar: comenzó el juego de cañas gran rato, siempre
muy entero y muy concertado, sin que en él sucediese ni
un
pequeño desayre. Pusiéronlos en paz los Caballeros Pa¬
drinos: y lo que sobró del dia corriéron siempre á todas
^ Segundo Romance,
de las entradas de las quadrillas en el Real Alcázar.
A
Veynteseys de Nouiembre, los Plateros de Seuilla.
que Domingo fue este dia, Salieron casi a las tres
arrojaron su grandeza con libreas muy luzidas
476 Glorias Sevillanas
vna Rosa de
vn Diamante costamucha, y bolsas francas.
sobre velillo de Nacar,
un Rematóse esta quadrilla,
Tan llenos de pedrería, y el gran Portugal me llama
que para creello basta para que pinte la suya,
el dezir que son Plateros, y aquí mi pluma repara.
que la tienen en sus casas. Que de Reyes
para tratar
No quedó joya ninguna diez y siete, la esquadra,
que es
que en tal ocasión no salga, temo porque a Dios, y a
Reyes
sin que se alquile, o se busque el temer, la ley lo manda.
que ellos nunca alquilan nada. La calle donde los vi
Iuan todos a la brida, a este mismotiempo paran,
con sus
espuelas doradas, y pues ellos hazen alto
melenas a lo Francés, también mi lengua descansa.
480 Glorias Sevillanas
Quarto Romance,
en
que se remata toda la Mascara.
Fue siguiendo por su orden Los criados, qual de Reyes,
a la quadrilla Francesa de quatro en quatro en hilera,
la famosa Lusitana, mas
galanes y briosos
toda llena de grandeza. que vieron las Portuguesas.
Passó vn bizarro Clarín Siguióles otra Quadrilla
muy galanen la librea la mejor, y mas moderna
y el Alférez Real del Reyno q se á visto en nuestra España
con su Estandarte en la diestra. en regozijos, ni fiestas.
CAPÍTULO XlU
«Fue el
objeto del torneo el vencimiento de Adán, por
el pecado y cotraccion del original en todos sus descen¬
dientes, exceptando a la santíssima Virgen, que della que¬
dó vencido: el qual se solenizó y hizo Miércoles quinze de
Nouiembre, desde las cinco de la tarde, hasta las diez y
media de la noche, aunque la misma mañana huuo vna
contradicion (como muchas dellas que en esta materia se
han ofrecido y desecho) que por poco no se hiziera.
»Estuuieron las casas todas de Gradas, de Placentines
»Firmaba luego,
«Yo el pecado Original.»
»A la hora dicha de las cinco, entraron al tablado por
la cruxía de cal de Placetines los Juezes, delate los quales
venían seis caxas con pifaros quatro clarines, las trom¬
tres
noua entró al
palenque, lleuaua botas doradas con cintas
pagizas vñas negras y espolones de de¬
y negras, con vnas
monio, caiga negra de obra, aforrada en tela pagiza, las
cuchilladas quajadas de chochuelos de oro labrado, tonelete
de tela, tonelete
plateado, armas doradas y grauadas, pena¬
cho de plumas carmesíes de vara y tercia de largo, y al
remate vn gallardo mago de doze docenas de gargotas, de
encaje de oro.
»Fue el otauo Justador san Juan Bautista, con doze man¬
cebos delante, ricamente aderegados, cada dos de su ma¬
nera, jubones de tela, sombreros con cintillos y penachos,
hachas blancas encendidas: vn page ricamente vestido, y
morrión en la cabega- con plumas blancas, y vna rodela
cepción de la Virgen.
La Hermandad de los negros realizó las fiestas que de¬
seaba, y que en decir de un escritor de la época del suceso
«asombraron á Sevilla,porque no se habia visto suntuosidad
Glorias Sevillanas 503
rezos
y demás adornos estaban tasados en trescientos mil
ducados: en la popa del barco aparecía una doncella muy
bien vestida, con un clarín en la mano diestra y cornucopia
en la
izquierda, representando á la ciudad de Sevilla en el
acto de proclamar la Concepción de María sin pecado ori¬
prebendados.
En esta forma salieron del templo por las calles de Viz¬
caínos y de la Mar, y llegando á esquina de Gradas vino
el Cabildo con cruz alzada á recibir la procesión, que acom¬
pañó dentro de la Catedral hasta la puerta de los Pa¬
por
los, en la que se había levantado un altar con una imagen
de Nuestra Señora figurada en un jardín de flores natura¬
les. Siguió su curso por la de Génova, en la cual se admi¬
raba grandioso arco de follaje, y en su parte superior Santa
Ana y San Joaquín, con la Virgen enmedio; y por bajo de
sus pies ostentaba un rótulo dorado, que decía: «Concibié¬
con
trajes militares, y las banderas tradicionales de la Her¬
mandad. Siguió por la calle de las Sierpes, donde los pre¬
sos habían hecho á las puertas de la
Cárcel otro altar con
la Virgen del Carmen y S. Dimas. En la fachada del con¬
vento de Nuestra Señora de Consolación de la misma calle
colocaron las hermoso geroglífico de la victoria
monjas un
de la Gracia sobre el pecado de origen, representado por
una pintura de la Virgen María aplastando la cabeza del
(
Glorias Sevillanas 509
vento.
«CARTEL DE DESAFÍO
«Premios de la Invención.
Premio á la Gala.
Premio a la letra.
Premio al Passeo.
Premio de Lancas.
65
5M Glorias Sevillanas
Premios de la Espada.
1. Al que diere cinco, diez, o quince golpes de Es¬
pada, y con mayor destreza los exercitare, se le
dará un aderego de
Espada y daga dorado.
2. Al 2. una caxa de cuchillos con cabos dorados.
Correr la Baila.
Condiciones.
acompañados.
2. Que no pueda entrar ningún aventurero sin in¬
vención, o letra.
3. Que no pueda ningún aventurero entrar en el
palenque sin licencia de los señores juezes.
4. Que pueda el Padrino del Mantenedor, con li¬
cencia de los señores juezes, medir langas y espadas
de los aventureros.
Juezes.
El señor D. Pedro Deza y del Aguila Conde de
la Fuente, Assistente y Capitán General de Sevilla.
El señor D. Pedro Girón Marques de Alcala. El señor
D. Rodrigo Tello de Guzman Baylio del Sepulcro.
Y porque cumpliré lo contenido en este Cartel, lo
firmo de mi nombre. Fecho en Sevilla a 21 de Se¬
tiembre de 1622.
El Caballero de la Inmaculada.»
estas letras S P
Q R.
»Seguíase luego el Aventurero, que vestía caiga blanca
bordada, armas grabadas blancas, tonelete bordado sobre
razo blanco cuajado de lentejuela de plata,
manto blanco
de tela con puntas de plata, plumas blancas zapatos a lo
Romano, cairelado de plata, y quajado de diamantes.
»En tercer lugar entró el caballero de Etiopia, en una
Nao también aderesada y abastecida de todos los instru¬
mentos necesarios a la navegación, que no faltava el menor
tocaron a
guerra con tanto ruido de cajas, pifaros, e ins¬
trumentos bélicos, que parecia hundirse, no solo el palen¬
que, mas toda la plaza, representando todo una gran ba¬
talla, y ordenada pelea. Luegose embistieron con tanta
fuerza y violencia, que en todos los presentes causó admi¬
ración y espanto. Rompieron las lanzas, remitiendo á las
Premios á la invención.
Primero, al caballero de Etiopia.
Segundo, al caballero de la Luna.
Premios de la gala.
Primero al caballero de la flor de lis.
Premios de la letra.
Premios de la espada.
Primero al Mantenedor.
La cuadrilla
siguiente formábanla los romanos, prece¬
didos de dos clarines que llevaban en medio un porta-estan¬
darte vestido de celeste y plata, que conducía á caballo
la insignia del Senado romano, formada de alta vara de
igual color.
La octava cuadrillacomponía de los reyes de Fran¬
se
(1) Signe refiriendo luego el citado historiador Matute, que por esto
se denominó Cruz del Negro desde entonces á la que estaba situada en la
calle de los Catalanes; mas esto no es cierto, pues dicha cruz venía llamán¬
dose así desde hacía muchos años en recuerdo del suceso de que antes
hemos hablado: y esto lo demostramos con la Historia escrita por D. Pablo
Espinosa de los Monteros, publicada en 1630, en la cual ya se designa con
el nombre de la Cruz del Negro á la situada en la calle referida.
532 Glorias Sevillanas
en el altar
principal la imagen de la Concepción de Juan
Martínez Montañés y la custodia grande de la Catedral, á
más de todas las reliquias que en la misma se conservan,
con la candelería de plata de la fiesta del Corpus. El exte¬
«Palestra
Superior á el ingenio.—Justa poética, y
Iustíssimo ardor que aliente las Musas Beticas, que
depuestos los ardores profanos, vistan sagrado el ar¬
nés del Sol, en aplausos
numerosos de la gloria de
Glorias Sevillanas 537
nuevo Breve.
El acuerdo se hizo en la forma siguiente:
/
Reyna.
»En el barandal del Relox se puso otro empavesado co¬
mo el que se puso en las campanas; púsose a la giralda
una banda azul y blanca de nueve varas de larga y una
bandera en la mano de cuatro varas de largo, azul y blan¬
ca.
(1).
(1) Estas noticias, así como algunas otras de las que damos en este
capítulo el anterior, están tomadas del Archivo de la Santa Iglesia
y en
Catedral, donde se han conservado inéditas en papeles manuscritos de la
época hasta la presente publicación.
Glorias Sevillanas 54i
(i) Usaba el Excmo. Cabildo para estas ocasiones en que tenía que
asistir á las distintas iglesias de Sevilla en las grandes fiestas, caballerías y
vehículospreparados al efecto, con guarniciones y jaeces de plata y corres¬
pondientes reposteros de terciopelo rojo con las armas catedralicias.
Glorias Sevillanas 545
licia de la Ciudad.
Glorias Sevillanas 547
cepción.
Al referir las fiestas de 1664, describimos los adornos
y colores con que se engalanó la famosa Giralda, adoptada
desde el siglo XVII, después de la conclusión de las nuevas
obras, juntamente con dos jarras de simbólicas azucenas,
como escudo ó blasón de la Catedral sevillana.
Mas fijando la atención, la banda que
parece que con
se cubriera la magnífica y artística estatua de la Fe triun¬
fante, digna corona y remate del grandioso monumento,
así como con el lábaro ó bandera blanca y celeste que se
gular cantor; á Sevilla, que guarda las más bellas obras del
arte cristiano que representan á la Purísima Virgen María
CAPÍTULO XIV
El P. Hernando de Mata.
sue LIIX.»
En la noche dichosa
En secreto que nadie me vehia
Ni yo miraba cosa,
Sin otra luz, ni guia
Sino la que en el coraron ardia.
En mi pecho florido,
Que entero para el solo guardaba,
Allí quedé dormido,
Y yo le regalaba,
Y el ventalle de cedros ayre dava.
Quedeme y olvideme,
El rostro recliné sobre el Amado,
Cessó todo, y dexeme,
Dexando mi cuydado
Entre las azucenas olvidado.
A donde te escondiste
Amado, y me dexaste con gemido?
Como ciervo huyste,
Aviendome herido,
Salí tras tí clamando y eras ydo.
Pastores los que
fuerdes
Allá por las majadas al otero
Si por ventura vierdes
Aquel que yo mas quiero
Dezidle que adolezco, peno y muero.
en
que habia muerto el P. Hernando de Mata, el sacerdote
ejemplarísimo, guía y pastor de un gran rebaño de almas
cristianas, que al encontrarse sin padre fijan sus ojos en el
humilde y modesto retiro de San Diego, cuyo guardián
Fr. Juan de Prado será en adelante el que las dirija por los
delicados caminos de la vida espiritual, convirtiendo al par
aquella santa casa en foco principalísimo, de donde parte
todo aquel inmenso movimiento que puso á Sevilla como
fuera de sí; preparándose allí mismo el viaje que se empren¬
diera á la capital del orbe católico, en prosecución de la idea
de que se diera por la Santa Sede como dogma de fe la
entonces creencia piadosa de la Concepción Inmaculada de
con el
campo que aquí le ofrecía la dirección del convento
y la numerosa prole espiritual que bajo su cuidado tenía,
ardiendo por la propagación del reino de Cristo, deseaba
con ansias vivísimas desde hacía tiempo ir á predicar el
Evangelio á tierra de infieles. Fué trasladado á Cádiz para
regir aquel convento, y una vez allí empezó á ocuparse del
5^4 Glorias Sevillanas
tuvieron depositados
San Diego en rica urna; pasando
en
luego á San Antonio Abad, y de aquí á la Catedral, donde
en la actualidad se conserva el cráneo del Mártir, habién¬
dose dado las demás reliquias á la Orden de que fué hijo
Fr.Juan de Prado. La Iglesia le venera en sus altares como
campeón de la Fe cristiana.
neral y que le dirija durante los días que dure este retiro
espiritual. Se comprenderá la predilección con que mira
desde ahora Vázquez de Leca al convento de San Diego
cionista.
Bien había comprendido el P. Hernando de Mata des¬
pués de su primera entrevista con Vázquez de Leca, en la
que éste le proponía su pensamiento de retirarse á la vida
más apartada y oscura, ingresando en alguna de las órdenes
Naranjos.
Otras muchas obras de este género dejó, como las que
realizó en la capilla Real, donde empleó gran cantidad en
la restauración del trono de Nuestra Señora, costeándole
además un rico traje
para la fiesta de la Asunción, un
velo de raso rojo
cubrir todo el retablo y una preciosa
para
pieza de terciopelo bordado, para ser colocada en la parte
superior de dicho altar, donde en grandes caracteres de
bruñida plata leíase: «Sin pecado».
73
578 Glorias Sevillanas
Son muy distintos los caminos por los que Dios busca
y llama las almas á sí: van unas conducidas desde sus prin¬
cipios muy dulcemente, sin variar un ápice de la vía que se
les señalara, como esos mansos arroyuelos que esmaltan los
prados, que, noobstante las lluvias torrenciales del invier¬
no, apenas si en ellos se nota alteración ó cambio de im¬
presa santa.
Hemos visto al hablar de las gestiones hechas por esta
Ciudad en
pro del asunto, figurar varios personajes, que
cada uno ocupa su lugar propio; mas entre los que apare¬
cen en primera línea, ninguno demostró la constancia de
tes biográficos.
Debido á este fervor y
á su ejemplarísima vida, fué muy
distinguido el Pontífice Urbano VIII, á instancias del
por
cual se en Roma. El Cardenal Borja,
doctoró después Ar¬
zobispo de esta Diócesis, le apreciaba tanto, que continua¬
mente quería traerle á su lado, ya en la mesa, ya en el pa¬
nando de Contreras.
El más cabal contemporáneo suyo,
encomio, según un
encuéntrase en las
palabras de S. Isidoro al santo Elias:
«Sacerdos magnus fides plenus, devotione summus, in la-
boribus fortis, in industria solers, in excellenti ingenio prce-
ditus, in disciplines sanctee meditatione assiduus, metuque
mortis intrépidas.»
Está enterrado en la
iglesia de Santiago de la Ciudad
Eterna, siendo su epitafio el siguiente:
«D. O. M.
| Doctor Bernardas de Toro | Hispa-
lensis:
\ pro Hispaniarum Rege | in causis Inmacu-
latce ¡ Conceptionis Mariis, \ et canonizationis S. Re-
ni AIDCXVI. | P. I. P. A.
negociaciones pendientes.
Se ofreció D. Pedro de Castro á ir á Roma personal¬
mente después de la buena acogida dispensara el Rey
que
á los agentes de la ciudad de Sevilla; y lo hubiera realiza¬
'
' ;
'
Glorias Sevillanas 595
El caballero sevillano D.
Enrique de Guzmán, memora¬
ble por su acendrada y ardiente devoción á la Inmaculada,
como lo demostró en las gestiones que practica en Madrid
Luis de Vargas.
España.»
La obra magistral debida á su pincel, y por la cual pre¬
cisamente le damos preferente lugar en este libro, es la co¬
nocida vulgarmente con el nombre de La Gamba, aludien¬
do á la pierna de Adán, tan valientemente escorzada se¬
gún la frase de Mateo Pérez Alesio, que al verla le dijo:
«Piu vale la tua gamba, cKl mió San Christophoro.» La
importancia que tiene esta obra como monumento icono¬
gráfico en la historia de la Concepción, juntamente con su
Lám. 20.
Luís de Vargas.
Glorias Sevillanas 599
Francisco Pacheco.
Virgen.
Mas no ya sólo por medio de los pinceles demostró
Francisco Pacheco su entusiasmo por
la Concepción, si que
también con lapluma salió á la defensa de la Virgen Purí¬
sima, no ya bosquejando y trazando la iconografía del Mis¬
terio en su Libro de la Pintara, como vimos en el capí¬
tulo III, sino en el terreno de la discusión, publicando un
folleto, Apacible conversación entre un Tomista y un Con¬
gregado del Misterio de la Purísima Concepción de
acerca
Ntra. Si'a., que se imprimió en Sevilla el año 1620 por
Francisco de Lyra.
Lleva una dedicatoria «Á la venerable Hermandad de
la Santa Cruz en Jerusalen, en San Antonio Abad», en la
que se muestra ardientemente concepcionista. Dice:
«Por muchas razones, reduzco a tres solamente,
que
dedico a vuesas mercedes este
papel (que halló lugar entre
mis ocupaciones.) La primera por ser hermano de esta
Santa cofradía, no menos que desde el año 1583: la otra,
por la demostración tan grande, como es notorio que ha
hecho en honra del Misterio de la Purísima Concepción de
hizo al fresco el
palacio de D. Fernando Henríquez de
en
produce.
Su estudio en Sevilla era centro de reunión para la gente
más selecta en artes y letras de aquel período, pues siem¬
Francisco de Pacheco.
Glorias Sevillanas
á inspiración, en la luz de
su su la belleza de sus
cielo, en
prados, en la grandiosidad de los co¬
sus monumentos, con
lores de sus crepúsculos, y en la fe religiosa de sus hijos,
con la cual fué amamantado,
y de la que dejó pruebas in¬
delebles en
gigantescas creaciones.
sus
rrera artística,
pues á él pertenecen los mejores lienzos que
legó á la posteridad. Empieza por imitar las escuelas que
estudiara, para seguir luego emancipándose en el segundo
período, y terminar creando un estilo propio, que es el mo¬
mento de su mayor auge y encumbramiento.
sora casi todas sus grandes obras, y por haber sido el más
eminente de los profesores de escultura que aquí florecieron,
por cuyos títulos siempre Sevilla podrá considerarle cual
hijo suyo, mientras otra cosa no se demuestre en contra.
Debió nacer el ilustre maestro por los años de 1570 á
1580, si se tiene en cuenta que su primera obra firmada es
del de 1607, y que á la muerte del venerable P. Hernando
de Mata, ocurrida en 1612, en el testimonio de su vida que
dió para calificar sus virtudes y santidad, dice Juan Martínez
Montañés que lo trató por espacio de catorce ó quince años;
lo que prueba, no sólo sus relaciones íntimas con tan es¬
piritual varón, y por lo tanto su buena vida y costumbres,
pues quizás fuera su hijo de confesión, sino que esto da á
entender de manera muy evidente y clara que sería ya su¬
es la animación,
espíritu y vida que ha colocado en el her-
6i6 Glorias Sevillanas
rada, sin dejar por esto de ser muy buena obra, en la que
se ve retratada de la manera más perfecta
la Pureza é Ino¬
cencia virginal, en aquel reposo y paz que respira la bellí¬
sima imagen. .. .
Miguel Cid.
terio, y los Niños de noche por las calles. Con que lo que
yo oy referir y ponderar á mi Padre fué que esta Redon¬
dilla tan celebre, y decantada por todo el Mundo, se hizo
en Sevilla,y por un sujeto natural desta Ciudad.»
«Yo conocí á un hijo suyo, llamado también Miguel Cid,
hombre muy honrado y virtuoso, mui caritativo y en los
bienes de fortuna acomodado... y ya muy anciano tomó el
habito de Religioso de Sto. Domingo....»
Creemos que con el testimonio aducido, juntamente con
lo dicho por los autores ya citados, no quedará duda de
tado, debió morir el año de 1617, pues refiere que, «su me¬
moria quedó tan arraigada, que al cabo de treinta años
los niños, con que mas fué la Procesión mas festiva y so¬
lemne que jamas vió Sevilla, q.e entierro de difuntos: Venia
el cuerpo descubierto con el habito de S.n Fran.co y en las
manos sobre el pecho unas coplas impresas de las suyas,
con que le enterraron.
»Venia al tiempo del entierro una danza de una fiesta
que habia de celebrarse aquel dia en un Convento de reli¬
giosos y los muchachos los hicieron entrar entre ellos dan¬
zando y tocando sus festivos instrumentos; y llegando á la
D. Juan de Jáuregui.
composición:
cada Á la
Asumpcion de Nuestra Señora á los Cielos, y
otras varias que dejó sobre asuntos religiosos.
Alonso Díaz.
Baltasar de Cepeda.
Poeta sevillano que floreció en el primer tercio del si¬
glo XVII, sin más noticias de él. En todas
que se tengan
sus
composiciones confiesa ser hijo de Sevilla. Fué Notario
de la curia eclesiástica, y en sus obras unas veces se llama
Bachiller y otras Licenciado. D. Nicolás Antonio no refiere
nada de su vida, y D. Justino Matute le llama «docto y ele¬
gante poeta».
Puede ser considerado como el más clásico de los ro¬
suyas:
«Relación de algunas procesiones y fiestas en conventos
que ha hecho la famosa ciudad de Sevilla. En Baeza, 1615.»
Testimonio en relación que da el tiempo del estado q. oy
«
en favor de la
Concepción. Del mismo autor son las coplas
que citamos á la pág. 245.
D. Nicolás Antonio cita además otra obra de este au¬
Alonso Maldonado.
lifica D.
Justino Matute de «elegante poeta sevillano», sa¬
biéndose sólo que pertenece al primer tercio del siglo XVII,
marra, 1616.»
« Glossas de la salve de la Madre de Dios, en alabanza
de su
pura y limpia Concepción: juntamente con un ro¬
mance á lo divino de lo que dice la bella Celia... En Sevi¬
D. Juan de Guzmán.
«Verase
un
tiempo en el futuro siglo,
tu Concepción divina celebrada,
á pesar del Vestiglo,
«Los
principes y grandes potentados
tendrán esta opinión por la mas cierta,
y en escudos pintados
en vez de armas
pondrán sobre sus puertas,
el nombre de Maria
sin mancha concebida;
será común en todos la alegría,
por tu defensa habrá quien dé la vida.
empezará Sevilla,
seguirán los reinos de Castilla.»
año de 1617.»
« Vitoria de la Virgen contra la primera culpa. En Se¬
villa, por Francisco de Lyra, 1618.»
«Discurso deuoto á la aparición de la imagen de nues¬
tra Señora de la Iniesta, sita en la iglesia
parroquial de
San Julián de Seuilla, en que se tocan algunos puntos á su
Inmaculada Concepción sin mancha original... En Sevilla,
Es una colección de
poesías dedicadas á cantar el sa¬
grado Misterio: fórmanla cien décimas, un madrigal, un so¬
neto, una canción formada de las primeras letras del título
«María concebida sin pecado original», la glosa de la re¬
dondilla
Antón Tapia.
No poseemos noticia alguna de este poeta, que se lla¬
ma
hijo de Sevilla en el único papel impreso que hemos
visto de él, intitulado: « Treyntay una octavas á las treynta
Y termina:
Cristóbal Castillo.
Lázaro Díaz.
Francisco de la Peña.
Descuellan en
primer término como oradores de la Con¬
cepción en el siglo XVII los sevillanos de que nos ocupa¬
mos á continuación.
El P. Juan de Pineda.
El P. Bartolomé Escobar.
que fué de su Orden, del cual fué así mismo Rector. Ar¬
diente defensor del Misterio de la Concepción, y su predi¬
cador incansable, escribió al fin que solicitaba la ciudad de
Sevilla una « Carta á todos los Prelados de España en nom¬
bre de la Religión del Carmen para que pidan á Su San¬
tidad la declaración en el Articulo de la Concepción de Nues¬
tra Señora... Sevilla, 1615.»
« Tratado de la Inmaculada Concepcioii de la Virgen
Maria Señora nuestra... Sevilla, 1615.»
«Sermones predicables en las fiestas de N.tr0 Señor y la
Santísima Virgen... Sevilla, 1618.»
Murió el año de 1628.
El P. Jerónimo de Guevara.
Fué colegial
mayor del Real de Granada, catedrático de
Teología la Universidad de la misma, y desempeñó la
en
magistralía de su Catedral, cuyos cargos obtuvo siempre
por oposición. En el período de las controversias sobre la
Concepción de Nuestra Señora señalóse marcadísimamente
en su defensa, ya desde el púlpito, ya escribiendo tratados
teológicos en que examinaba la cuestión bajo todos sus
aspectos, como puede verse en su libro «Dos discursos teo¬
lógicos en defensa de la Inmaculada Concepción de Nuestra
Señora dirigidos á Don Alonso de Salazar Inquisidor Ge¬
neral y Canónigo de esta Catedral... Sevilla, 1617.»
Había antes publicado otra obra, titulada: «Relación de
la Pasión de Cristo con algunas consideraciones para me¬
ditar sus misterios... Granada, 1614.»
Murió en el año de 1617, á los cuarenta y ocho de su
edad, habiendo hecho su retrato y semblanza Francisco de
Pacheco.
nuestro primero Padre Adán: ser por la Gracia soberana Hija adoptiva de
Dios, y heredera del Reyno de los Cielos.
P. Quándo fué libre del pecado original?
R. En el instante en que fué concebida.
i
qual no pueden juntarse las tinieblas del pecado: como con la luz del día,
no
pueden juntarse las tinieblas de la noche.
P. Cómo sin aver pecado originalmente, pudo ser redimida con la
pecadores?
R. Porque la redimió preservándola del pecado original, y á los de¬
más hijos de Adán nos redimió librándonos, y sacándonos del pecado ori¬
84
666 Glorias Sevillanas
Año de 1600.—Fúndase en la
iglesia de la Casa pro¬
fesa de la Compañía de Jesús la congregación de Sacerdotes
de la Concepción Purísima de la Virgen.
Glorias Sevillanas 667
Concepción.
1614.—Publica el sevillano Fr. Silvestre de Saavedra,
del orden de la Merced, su libro «Razón del pecadooriginal
y preservación del en la Concepción Purísima de la Reyna
de los Angeles Marías.—Empiezan las funciones y octava¬
rios de fiestas en todos los templos desagraviar á la
para
Santísima Virgen.
1615.—A propuesta del sevillano Tomás Pérez, la her¬
mandad de los Nazarenos de la Santa Cruz en Jerusalén
y artes.
1623.—Muerte de D. Pedro de Castro, después de ha¬
berconsagrado gran parte de su vida á la defensa de la
Concepción.— Regresa de Roma D. Mateo Vázquez de
Leca.
Guzmán.
menzando en la
Iglesia matriz el 8 de Diciembre.
1699.—Publícase en Sevilla el libro titulado «Glorias de
Maria Santísima Nuestra Señora en sus Misterios y festi¬
vidades», por Fr. Francisco Silvestre.
Glorias Sevillanas 677
CAPÍTULO XV
urante el
largo período de fiestas que hemos rela¬
tado,
y después de promulgadas las disposiciones
pontificias defendiendo la creencia piadosa de que la Ma¬
dre de Dios fué exenta de la culpa original en el instante
nos directamente
por los naturales de esta Ciudad para de-
86
682 Glorias Sevillanas
Concepción.
El Excmo. Cabildo de esta Catedral recibió el siguiente
documento:
y Pueblo de Sevilla.»
(0 Os publica concebida
Todo el Mundo general en Sin pecado original.
A voces, Reyna escogida,
*
Glorias Sevillanas 689
87
690 Glorias Sevillanas
gu- | lares beneficios que esta Monarquía ha recebi- | do, y cada dia recibe
de la poderosa mano de | Dios, por la Intercession desta | Señora (Adorno
tipográfico.) Con licencia. En Seuilla, por luán Gómez de Blas. Año 1655.»
Pol.; 2 hojas sin fol ni sign.; port.; á la vuelta el texto.
Texto: «5< El Rey. Concejo, Assistente, Alcaldes, Alguacil mayores,
*
692 Glorias Sevillanas
ces de
petición y súplica para la Santidad de Clemente XIII,
el cual á 7 de Noviembre de igual año daba su Bula acce¬
diendo á lo pedido y declarando Patrona de España y de
sus Indias á la Concepción, concediendo la fiesta de la Vir¬
«El Rey.
tante estabacon
gallardetes, así como la figura de la Fe,
que ostentaba uno de grandes dimensiones con la cruz pa¬
triarcal bordada en colores.
Se gastaron en estos adornos mil y quinientas varas
de tafetán, cuarenta y cuatro de damasco de seda, veinti¬
dós de tisú de oro, y cincuenta de plata.
A las seis de la mañana se manifestó el Santísimo Sa¬
Penitenciario.
En este día, á las dos de la noche, empezaron á salir los
Rosarios, reuniéndose hasta quince en memoria de sus Mis¬
terios; y después de haber recorrido las más principales
calles de la Ciudad cantando la salutación angélica, se di¬
y eran los que siguen: el de Nuestra
rigieron á la Catedral,
Señora del Consuelo, de San Pablo; el de los gorreros y se-
7o o Glorias Sevillanas
que los conducían con trajes militares. Las cruces que van
delante eran, ó talladas ó de metales cincelados, represen¬
tando la del gremio de sederos, la Giralda y encima la cruz
patriarcal, yla del Postigo, la torre del Oro. Los sin-pe-
cados eran costosísimos, de terciopelo y oro, muchos de los
cuales se conservan aún; y dice el referido autor que el costo
con la
efigie de Nuestra Señora, el pavimento alfombrado,
y todo este espacio cubierto con toldos de colores, dábanle
al templo de San Antonio Abad una magnífica entrada.
por los costosos adornos que pusieron, así como las her¬
mandades de los marineros, de la O y de los panaderos,
que daban culto á la cruz que había en el Altozano. (Bi-
bliog., núm. 47.)
Otras de las fiestas más lucidas fueron las efectuadas
por la congregación del Rosario de la capilla de la Con¬
cepción situada en el Postigo del Aceite, por los días 11,
12 y
13 de Julio. A este efecto convirtieron en templo la
plaza del Almirantazgo, cubriéndola de toldos, y revistiendo
paredes, balcones y ventanas con telas, pinturas, retratos,
geroglíficos, versos, emblemas, alegorías, cornucopias, alta¬
res, arañas, banderas y flores, formando en una de sus en¬
tradas un
gran arco de madera forrado con telas, y estatuas
representativas de Sevilla y su devoción al Misterio. Frente
á él levantóse un altar, donde bajo dosel de terciopelo y
oro
aparecía la escultura de la Concepción que se venera
en la dichacapilla, adornada de numerosas alhajas y can¬
delería de plata y jarras de flores. El arco del Postigo re¬
presentó la empresa del Patronato con pinturas alegóricas,
motes, versos, banderas, inscripciones, y los retratos de Cle¬
mente XIII y Carlos III. En medio de la plaza se puso un
riado lo siguiente.
»En las targetasde la parte de proa, en la de la mano
derecha, estaba Santiago adorando á N.ra S.ra del Pilar; y
en la de la mano siniestra San Fernando adorando a N.ra
S.ra de los Reyes. En la de enmedio del lado derecho esta¬
ba nuestro católico monarca el Sr. D.n Cárlos III. con una
tólico Monarca Don Cárlos III.; á los lados estaban dos an¬
pesos.
«Inmediato al carro iban
capellanes con capas
cuatro
Sacramento.
Pertenece el cuerpo tercero al género llamado com¬
puesto, ytodo él representa á la Iglesia triunfante, figurada
por el Cordero Inmaculado, que está sobre el Libro de los
siete sellos en un trono, con los cuatro animales llenos de
ojos que contempló el profeta Ezequiel en su visión; y en
los pedestales de las columnas se ven grabados varios pa¬
planta de la custodia.
Libro rarísimo, pues no se conoce más ejemplar que el que posee el
Excmo. Sr. Duque de T'Serclaes en su selecta librería.
Á
más se conoce el siguiente libro manuscrito:
que luchar con la falta de. buenos profesores (1), pues indu¬
dablemente la época era de decadencia; en cuyas circuns¬
tancias encargó las reformas al Mtro. Juan de Segura, que
las ejecutó en los años de 1668 y 69, colocando en el pri¬
mer cuerpo bajo la imagen de la Concepción, según hemos
dicho antes.
(1) Del mejor ó peor acierto con que se hayan ejecutado reformas
ó restauraciones en ésta, como en otras obras artísticas, jamás podrá ser
responsable el Excmo. Cabildo Eclesiástico, sino la época en que se han
efectuado; pues siempre los gustos dominantes, y la mayor ó menor pericia
de los artistas, son los que se reflejan é imponen en estas materias; por
lo que nunca veremos justificadas las acres censuras que se le dirigen por
los críticos y aficionados, sin tener en cuenta que en estos períodos de de¬
cadencia han participado por igual del mal gusto todas las obras, ya sean
CAPÍTULO XVI
(0 VILLANCICOS Á LA INMACULADA
Tu Concepción celebremos,
¡Oh María Inmaculada!» (1).
<5El tierno y dulce acento
Acoge, Virgen santa,
Con que mi lengua canta
Tu pura Concepción.»
(1) COPLAS
Elmundo, acompañando Á tan sublime canto
Los cantos de la Gloria, De tu
pecho querido,
Tu singular victoria El monstruo corrompido
O)
COPLAS Que se exhala en aromas divinos,
Nos enseñan los rectos caminos;
Norte fijo en el mar proceloso,
Nos prometen la gloria eternal.
Nos liberta del duro naufragio,
Arca Santa, que fuisteis presagio INTRODUCCIÓN
De salud y de vida al mortal;
¿Quién es la que del Cielo
Porque á Tí ni el silbido espantoso Serena se desliza,
Del soberbio Aquilón se resiste,
Del Sol y Luna ornada,
Ni del Cócito impuro acreciste
De estrellas mil ceñida,
Un momento el inmundo raudal.
De fulgor esplendente
Pues de España sois Madre piadosa, En torno circuida,
De la Iglesia Abogada constante, Purísima Azucena,
No nos niegue tu auxilio un instante, Paloma sin mancilla?
Alcanzadnos la gracia final. Es la Madre del Verbo,
Tus virtudes, cual mística rosa Sin mancha concebida.
92
730 Glorias Sevillanas
COPLAS
¡Oh cuánto, Poderoso,
De bienes muy cumplidos
Tu Pureza inmaculada El alma y los sentidos
Cielos y tierra pregonan, De su Amada dotó!
Fulgente Lirio del valle, Así el dragón furioso,
De Jericó esbelta Rosa. Que al hombre vencería,
Postrado ante María,
De su amor ofrenda pía Al Tártaro cayó.
A Tí consagra devota
Sevilla, que reverente ¡Oh! Tú del alto Cielo,
De tu protección blasona. Do riges las estrellas,
Atiende á las querellas
Del pueblo que te amó.
INTRODUCCION
Si no Tí, el consuelo
de
De sus acerbos
males,
¿Por quién á los mortales
Jamás se le otorgó?
(i) «Ademas de los Colegiales, hay los seises, por que son seis, que
visten saya ybonete encarnados y beca azul. A ellos y á su Maestro esta
unida una Ración que hoy percibe por mitad la Fabrica que cuida del ali¬
mento de los niños en el Colegio, y el Maestro que lo es el de Capilla
(Pág. 339.)
Desde la fiesta del Juramento en 1617, á lo menos, cons¬
ta de manera fija é indubitada que han venido bailando los
seises en el día de la Concepción y en su octava, lo cual se
confirma por la disposición que hizo D. Gonzalo Núñez
de Sepúlveda, según el historiador Ortiz de Zúñiga, que
dice hablando de esta materia: «los quales (los albaceas)
acabaron de hacer fabricar el riquísimo temo de subidísima
tela texida á proposito en esta Ciudad, que en tales texidos
no cede á Milán, ni á
Ñapóles, tan cumplido, que hasta ves¬
tidos se hicieron para los niños Cantorcicos que llaman Sei¬
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Glorias Sevillanas 737
place en que su Madre Santísima sea alabada é invocada con las palabras
que se vieron en la Imágen que se cree aparecida, que casi son idénticas á
la invocación que pretendemos extender.
»Me abstengo de hacer reflexiones sobre este asunto. La sabiduría y
devoción de V. E. le surgerirán muchas más las que pudiera dictar
que
mí corta capacidad, y así me limito á suplicar á V. E. que tenga á bien
acceder, y, si en ello no encuentra reparo, promover que otros venerables
hermanos nuestros tributen este obsequio á la Santísima Virgen.
Precedió á la
imponente ceremonia consistorio secreto
del Colegio de Cardenales el i.° de Diciembre, en el cual
el Pontífice pronunció una hermosa alocución, en la que
que peligran socorro, y para que todos los que yerran, apar¬
tada la ofuscación de la mente, vuelvan al sendero de la
verdad y la justicia, y no haya más que un solo redil y
un solo Pastor.»
Tan sublime Declaración venía á coronar el
trabajo em¬
prendido, especialísimamente desde el siglo XVII, por los
Pontífices Paulo V, Gregorio XV, Alejandro VII y Cle¬
mente X, y
en el cual cabía tanta parte, para gloria y honra
suya, á la muy Noble y muy Leal ciudad de Sevilla, que
sin cesar se había agitado á través de los tiempos y de las
edades por que el sucesor de S. Pedro pronunciara tan
consoladoras palabras.
Habían transcurrido doscientos treinta y nueve años des¬
de que llegaran á la Ciudad Eterna dos sacerdotes sevilla¬
cuyas almas
llenarían de júbilo en la otra vida al ver
se
aclamada acá en la tierra por la Iglesia universal la Inma¬
culada Concepción de Nuestra Señora; y hasta las veneran¬
das cenizas del humilde Bernardo de Toro, el Esclavo de
la Virgen, saltarían de gozo al escuchar en su sepulcro el
estampido del cañón anunciando que el inmortal Pío IX
había levantado su voz para proclamar á la faz del universo
«Veráse
un tiempo en el futuro siglo
puso sobre una peana que fué del Convento de San José, la Concepción de
la Capilla grande, y sobre las gradas del presbiterio dos triángulos de bron¬
ce
que eran y servían en el Altar mayor de la Cartuja, y ahora en el Sagra¬
rio, y abajo de las gradas, diez hachas de palo plateados, los seis que fue¬
ron de la Merced y que ahora los tenia la hermandad del Santísimo del
siempre. 1810.»
La búsqueda de esta noticia, así como la de las Actas Municipales
cencia.
Y si á tan lamentable estado se une la situación angus¬
tiosísimaen que se encontraba la Religión en nuestra patria
mosas y numerosísimas
banderas azules y celestes que on¬
deaban en las torres y azoteas y puertas de los templos,
la profusión de luces con que éstos estaban interiormente
iluminados, las ricas y escogidas colgaduras nuevas, las
guirnaldas de flores que á millares cubrian el pavimento,
las bóvedas y los muros, los ricos alfombrados, la elegantí¬
sima combinación de hermosas arañas de cristal, las or¬
»Mes de Febrero.
»Mes de Marzo.
jas de Santa Inés, con más pompa y esplendor que los que
ordinariamente emplea en todas sus funciones y solemni¬
dades. Amor, ternura y patética gravedad se vieron allí
reunidos con la majestad y la magnificencia.
»Dia 6.—La hermandad de Nuestro Padre Jesús de las
Tres Caidas celebró en San Isidoro una solemne función
matutina y vespertina.
»Dia 10.—Función la
iglesia de San Juan de Dios,
en
»Mes de Abril.
»Mes de Mayo.
»Dia 6.—El clero, Sacramental y hermandad de Nues¬
tra Señora de Gracia llamaron justamente la atención por
la solemnidad de estas funciones.
»Dia 17.—Cultos de varios devotos de la Divina Pas¬
tora en el convento deCapuchinos.
»Dia 29.—Los exclaustrados de la Merced solemniza¬
ron la declaración dogmática en el convento de las Merce¬
narias calzadas, con una magnificencia muy superior á la si¬
tuación lamentable en que se encuentran los exclaustrados.
»Mes de Julio
»Mes de Agosto.
»Dias 10, ii y 12.—Suntuosas y magníficas en todas
sus circunstancias y accidentes fueron las adoraciones que
el clero, un devoto y la hermandad del Gran Poder rindie¬
ron en San Lorenzo á la Pureza.
»Mes de Setiembre.
»Mes de Octubre.
»Mes de Noviembre.
/
»Dia 11.—La hermandad de Nuestra Señora de Val-
vanera atrajo granconcurrencia al templo donde celebró
la declaración dogmática.
j6o Glorias Sevillanas
»Mes de Diciembre.
96
762 Glorias Sevillanas
gencia plenaria por una sola vez y para todos los años
á todos los fieles de uno y otro sexo que, después
de purificados por la confesión sacramental y refrige¬
rados con la
Sagrada Comunión, visiten devotamente
la Santa Iglesia Metropolitana de Sevilla ó la insigne
gen María, acudimos á Vos, que sois padre amoroso, para depositar á
Vuestros SS. PP. las lágrimas ardientes de nuestro dolor, las profundas
emociones de nuestras almas y los leales sentimientos de nuestros corazones.
«Hijos Vuestros somos, que hemos sufrido con resignación las repe¬
tidas calamidades con que el Señor nos ha llamado á penitencia; hijos Vues¬
tros somos, que hemos procurado responder á los divinos llamamientos; y
cuando creíamos retirada la mano de los castigos por nuestras humildes ex¬
piaciones, vimos, B. P., caer sobre nuestras cabezas y herir nuestros cora¬
zones un
rayo más terrible que el cólera que nos arrebató nuestros padres,
nuestras esposas y nuestros hijos,
mal más horrendo que la miseria
y un
que aflige estas favorecidas, cuando las virtudes, el fer¬
comarcas antes tan
vor de las oraciones
y el arrepentimiento de las culpas abrian los Cielos
cepción Inmaculada.
Porque juramos defender y no defenditnos con. solicitud y entusiasmo
»
este
dogma sacrosanto; por eso ha permitido Dios que se levante una mano
sacrilega, que aspirando diabólicamente á herir el dogma, ha herido nues¬
tros corazoqes. Compadeceos, B. P., de Vuestros desgraciados hijos, y dig-
766 Glorias Sevillanas
naos absolvernos de una falta que ya queremos lavar con la sangre de nues¬
tras venas.
primeros que sellaran con su sangre el dogma que Dios se dignó revelar¬
nos por Vuestros augustos labios; pero ya que no merecimos ser los pri¬
meros, aspiramos á ser los segundos; y si más mártires quiere Dios para
y las penitencias con que hemos de aplacar las iras del Señor.
«Entre tanto, B. P., los hijos se Sevilla ofrecen á VV. SS. PP. en ex¬
piación de tantos males las lágrimas efe sus ojos y la sangre de sus corazones.
«¡Que los Cielos y la tierra, que los ángeles y los hombres sean testi¬
gos de la eficacia de nuestros deseos!
«Que la bendición apostólica, que humildemente imploramos de V. B.,
sea escudo
que nos defienda, llama que nos inflame, bálsamo que nos cure
y gracia que nos enriquezca.
corazón á los
que nos sucedan que cuando llegue el año de
mil novecientos cincuenta y cuatro, primer centenar de la
En el año de
1879 cumplíase el XXV aniversario de
la declaración del
dogma de la Concepción Inmaculada,
con cuyo motivo la ciudad de Sevilla quiso conmerporar
gaduras que ostentaban las casas, que con muy raras excep¬
ciones todas las lucían. En lo más alto de la Giralda se
ceptos.
772 Glorias Sevillanas
nía, hasta lograr formar de él un número de música tal como hoy se exige,
Glorias Sevillanas 775
Acabada la Misa,
procedióse á organizar la procesión.
Abría la marcha una escolta de la Guardia
Municipal, con
banda de música miltar. Seguían las hermandades de glo¬
para su más fiel y hermosa interpretación; labor que siempre daría al señor
Iñiguez gran nombre, si ya no le tuviera adquirido como insigne maestro.
En estas fiestas se cantó también su
inspirado himno á Pío IX, compuesto
en el año de1878, si bien hasta éste no se logró oirlo en la forma que se
ejecutó, por un coro tan nutrido de voces y las dos bandas militares que
le acompañaron. Bajo su dirección también se ejecutó la composición de
Eslava «Tu es Petrus». En el desempeño de estas obras tomaron parte,
á más de las bandas de música de los regimientos de Soria, Wad-ras y Ca¬
taluña, con susrespectivos Músicos mayores, las diferentes sociedades de
canto que en aquella época había en Sevilla, y gran número de soldados
Para
completar este hermosísimo día, el Excmo. Arzo¬
bispo había dispuesto en el gran salón de su palacio una
Velada artístico-literaria, á la que concurrió toda la socie¬
dad sevillana con las Autoridades de esta localidad. La sala
veíase adornada con sencillez y gusto:
presidía el Arzobis¬
po; componiéndose la sesión nocturna de piezas musicales,
poesías y un discurso inaugural, que pronunció con la elo¬
cuencia que le distingue el limo. Sr. Dignidad de Capellán
la Purísima Concepción.
Puestos de acuerdo los primeros iniciadores del pensa-
Glorias Sevillanas 779
»La voz del Vicario de Jesucristo ha resonado majestuosa bajo las sa¬
»Esa voz
augusta, cuyo dulcísimo eco se ha dejado oir en todos los
corazones, es la voz de la Iglesia Católica, que anuncia á sus hijos el vigé-
simoquinto aniversario de la declaración dogmática de la Inmaculada Con¬
cepción de María.
«JÓVENES CATÓLICOS,
«Por nuestra fe, por nuestra patria, por la dulce y santa memoria de
782 Glorias Sevillanas
«JÓVENES SEVILLANOS,
«¡Gloria á la Inmaculada Concepcioti de la Vírgen María! ¡Gloria
en el Cielo al Pontífice que tantola ensalzó en la tierra! ¡Viva por mu¬
chos años á nuestro amor de
hijos su inmediato sucesor León XIII! ¡Viva
siempre sin mella, y crezca y dilátese sin término la devoción tan antigua,
tan dulce y fervorosa de Sevilla á María Santísima concebida en gra¬
B.
Moga: el templo ofrecía aspecto imponente, pues su gran
nave central veíase toda ocupada por los jóvenes, que, de
rodillas ante la imagen bendita de María, se preparaban
sucesores de los que al celebrar hace veinticinco años la definición del dog¬
ma de la Inmaculada, con regocijos y fiestas formaron época en la historia
y los calurosos y nutridos aplausos con que fueron saludados los jóvenes
«Todo el mundo en
general,
A voces, Reina escogida,
Diga que sois concebida
Sin pecado original»;
fué, dar testimonio público del gran amor que sentía la ju¬
ventud de esta noble tierra por su devoción más pura, her¬
mosa y tradicional.
iglesias parroquiales.
Conmovedora é imponente fué asimismo la que se cele¬
bró en el trascoro de la Santa Iglesia Catedral el último
se
ataque á la Religión, al culto de sus templos, á la prác¬
tica de las costumbres y preceptos religiosos; pero jamás
se podrán destruir estos sentimientos, que vivirán con ella
eternamente.
que por lo tanto débesele ofrecer lo más limpio y puro que ofrece la Na¬
turaleza.
perfectamente su papel: mas en las iglesias debe desterrarse este abuso, que
constituye una verdadera profanación y ofende á la estética cristiana.
Todo esto obedece á yo no sé qué aires transpirenáicos, que tratan
Glorias Sevillanas 797
A. M. G. B. V. M.
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BIBLIOGRAFÍA SEVILLANA
DE
oonsrcEDPGXóisr
DESCRIPCIONES DE FIESTAS
Duque.
Fol.; 2 hs.; recl. (Bib. Cap.)
Foll. de 12 hs.
4.0; sign. A-C2; recl.—Texto.
en
4 hs. en 4.0
| Año M.DC.XVII.
4 hs. en 4.°- recl.—Texto. (Bib. Cap.)
Poema en octavas.—Empieza:
«Prosigo mi afición, repito y canto
(si bien humildad de fabor lleno)
con
festiva aceptación, júbilo santo,
del virginal candor de mancha ajeno,
armiño sin borron, verde amaranto
contra el rigor estubo siempre ameno,
eterna puridad, rosado oriente
del sol, que vivió en él eternamente.»
de la Torre Farfán.
Empieza así:
«Sobre los Regios esmaltes
que á la Augusta Real persona»;
y termina:
«en las
Regiones que habita
las felicidades todas.» (Arcb. Mun.)
mayor.
Un vol. de 40hs. en 4.0 con las licencias y aprobaciones
necesarias—Algunas composiciones poéticas al principio.—
Una est. con las imágenes que venera esta Hermandad: otra
con una vista del adorno que se puso en la calle de las Ar¬
mas á la
puerta de dicha Iglesia.—Texto. (Bib. Prov.)
nuevo
| de María Santissima | en el Mysterio
Patronato
de su
| purissima Concepción, | en los días 10 y 11
del mes de [ Agosto de este presente año | de 1761.
|
en el misterio de su Concepción
| Hizo | la Real Igle¬
sia Parroquial | de | Señora Santa Ana j de Triana | en
los dias 22. 23 y 24 de Agosto [ del año 1761. | Con
licencia | en Sevilla: en la Imprenta del Dr. D. Gero-
Empieza así:
«Mui tia, y Señora mia,
llegué á esta Sudia hontaa
Glorias Sevillanas 825
y en la Jondiga logré
vender presto la cebaá»;
y termina:
«Y Dios guarde á usté su vida
mi Señora Tia Tomasa.» (Arch. Mun.)
88.—Voto, |
Juramento, | que el Serenissimo Señor Don
y
| Juan de Avstria hizo en el Real y Religio | sisimo Mo¬
nasterio de N. Señora de Monserrate, en ¡ defensa y
II
POESÍAS
«Y á ti Sevilla
insigne, tu que as sido
Origen de
que se haya renovado
Lo que con tal valor as defendido,
Lo que con tanto zelo as celebrado;
Los títulos y triunfos que as tenido,
Con este los as todos ilustrado,
Y aumentaras tu fama si le pones
En el primer lugar de tus blasones.
Glorias Sevillanas 841
general», etc.
Acompaña al ejemplar que hemos visto otra hoja en fo¬
lio con una Instrucción para como se han de cantar estas co¬
4 hs. en 4.0
844 GloUias Sevillanas
Empieza así:
«Mándame vuessa merced
que por esta le refiera»,
y acaba:
«de vuessa merced criado
suBaltasar de Cepeda.»
Empieza:
«En el nombre sacrosanto
de la inmensa Trinidad,
una indivisa unidad,
Padre, Hijo, Espiritu Santo.»
Empieza la glosa:
«Toda gracia en vos se encierra
Virgen, que os hizo capaz,
para que entrase de paz
Dios, la culpa destierra.
que
Por tanto elantiguo mal
no quiso que os ofendiesse
4.0; 4 hs.—Romance.
Empieza así:
«Apenas pañales viste
la Princesa Virginal»,
y acaba:
«Salid que
Mari a soy
de gracia el profundo mar,
que en mis aguas cristalinas
veniros tengo ahogar,» etc. (Bib. D. T.)
Es un
romance; empieza:
«A Imágen de la Virgen,
una
Empieza:
«Tu que á Dios pidiendo estas
El perdón no merecido...» (Bib. Gall.)
ii 6.—Glossa peregri | na, en alabang a (sic) de la Inmacu
| lada, Purissima Concepción de la Serenissima Reyna
y
de los | Angeles Madre de Dios, y señora nuestra, Con¬
cebida sin pe | cado original. Compuestas por Alonso
Maldonado vecino de | Seuilla. Con licencia en Seuilla
n
7.—TI Glosas nuevas sobre las coplas | que comiengan,
Todo el mundo en general, Hizoos vuestro Esposo | ca¬
121. —
Esquadron Humilde ¡ levantado | a devoción de
Glorias Sevillanas 855
Empieza así:
«Humíllesete el mundo, oh gran Señora,
Y confiese tu carne inmaculada...» (Bib. Cap.)
Empieza:
«Cuando por lascivos gustos
del godo Rey, miró España
sus católicas riberas,
llenas de velas preñadas.» (Bib. J. S. R.)
sonas
| Luzbel. ¡ El Genero humano | El Pecado Origi-
ginal | El sueño villano | El Tiempo, barba, | La fé |
La Gracia | La Esperanza ] Música (Al fin:) Con licen¬
cia | En Sevilla. Por Juan Gómez de Blas. Año 1655.
(es una lista de las obras que había impreso hasta enton¬
ces). (Bib. Prov.)
M. S. let.
orig.—211 hs. y 5 al fin.—Versos.
Composición de pésimo gusto, de lo que puede servir de
ejemplo la anterior portada. (Bib. de D. José M. de Álava.)
gen Inmaculada.—Texto.
En 1889 se hizo nueva edición, también en Sevilla, por
109
866 Glorias Sevillanas
Empieza así:
«Canto la Concepción mas limpia y pura
que obró en la tierra el sempiterno Padre
en la muger, que preservar procura,
para carne del Verbo, y Virgen Madre.»
Hermosa y elegante composición. (Bib. Cap.)
en
blanco; recl.; sign. aij, cij, A-G, g, iiij.—Dedic. Pról.—
14 sonetos laudatorios en castellano y portugués.—Romance
al autor.—8 epigramas y una elegía encomiástica en latín.—
1859.
Foll.
de 15. hs. en 4°
Trae
composiciones de los poetas Velázquez y Sánchez,
Bueno, Zapata, Ruiz de Apodaca, Benavides, Justiniano y
otros. (Arch. Mun.)
III
TRATADOS TEOLÓGICOS
prueua con el, que della dan los glorio- | sos Mártires
san Cecilio,
y san Tesifon, Obispos de Granada, y dis¬
cípulos del Aposto! Santiago el Zebedeo, en vno de los
Glorias Sevillanas 875
|
| TJ Compuestos, y aora de nueuo añadidos, y enmenda¬
dos por j el Doctor Gongalo Sánchez Luzero, Canónigo
de la Magis- | tral de la santa Iglesia de Granada, y Ca¬
tedrático de | prima de Teologia de aquella Vniuersi-
dad. | A don Alonso de Salazar, Inquisidor Apostólico
en la villa de Llerena, y
su ¡ distrito, y Canónigo de la
santa Iglesia de Seuilla, Primera parte. (Una lám. de la
Foll. en 8.°
Su autor es el pintor y poeta Francisco de Pacheco. No
hemos podido ver ningún ejemplar de la primera edición.
de 1662.
8.°; 30 hs.
Su autor es el jesuíta Alvaro Arias Armenta. (Bib. Prov.)
1658.
Un vol. en
4.0; 320 hs., 14 de princs. y 16 al fin de ta¬
blas.; recl.; sign. "ffA-Tt4.—Port. grab. en acero con los atri¬
butos y símbolos de la Concepción.—Dedic. á la Duquesa
de Arcos.—Al lector.—Censuras y aprobaciones.—Tabla de
los discursos contenidos en la obra.—Texto. (Bib. Prov.)
8.°; 28 págs.
IV
SERMONARIO
sejo de S M.
4.0; 16 hs.; recl.; sign. A-N.—Lic.—Dedic. por la Her¬
mandad.—Texto. (Bib. Prov.
EL OFICIO DE LA CONCEPCIÓN
SEGÚN EL RITO HISPALENSE
Ad Vésperos.
Antiphona.—Gaude, Mater Ecclesia, | Nova frequentans gau-
dia, | Lux micat de calígine, | Rosa de spinae germinet.
Psalmus.—Dixit Dominus, cum allis propiis B. M. V.
Capitulum.—Dominus possedit me, etc.
Responsorium.—Cordis ac vocis iubilo | Pangamus laudes
Domino | Cujus Matris Conceptio | Mundum profudit gaudio.
Ad Completorium.
Antiphona supra dicta, et ad Nunc dimit, ect.
Corde et animo Christo canamque gloriam in hac sacra so-
lemnitate pr®cels® genitricis Dei Mariae.
Ad Matutinos.
In I Noct.
P.—Inde, etc.
V.—Gloria.
In II Noct.
curso, etc.
In III Noct.
Psal.—Cántate, etc.
V.—Conceptio est hodie santae Mariae virginis.
R.—Cujus vita inclyta cuntas illustrat ecclesias.
Lectio VII.—Liber generationis Iesu Christi filii David, etc.
R.—O beata progenies, | O veneranda series, | Unde surgit
ut aurora | Maria virgo decora.
P.—Quae produxit mundo florem, | Veram Dei Patris prolem.
V.—Hsec mérito dicta super omnes est benedicta.
P.—Quae produxit, etc.
Lectio VIII.—Sed quserendum est curtot patrum, etc.
R.—Patriarcharum semine, | Prophetarum origine; | Regum
pellat.
Te sanctarum Virginum chorea amabilis: Virginitatis, et hu-
militatis exemplum praedicat.
Te tota ccelestis curia: Reginam honorat.
Te per universum orbem: Eclesia invocando concelebrat.
Matrem divinas Majestatis.
Venerandam te veram Regis ccelestis puerperam: sancta quo-
que,dulcem, et piam.
Tu Angelorum Domina: Tu Paradisi janua.
Tu scala Regni ccelestis, et glorioe.
Tu thalamus; Tu arca pietatis.
Tu vena misericordia; Tu Sponsa, et Mater Regis aeterni.
Tu templum, et Sacrarium Spiritus sancti: totius beatissimae
Trinitatis nobile triclinium.
Tu mediatrix Dei, et hominum: amatrix mortalium, coelestis
illuminatrix.
114
9 o6 Glorias Sevillanas
superborum.
Tu mundi Domina: cceli Regina, post Deum sola spes nostra.
Patriarcharum.
Tu veritas Prophetarum: prseconium, et doctrix Apostolo-
rum, magistra evangelistarum.
Tu fortitudo Martyrum, exemplar Confessorum; honor et fes-
tivitas Virginum.
Tu ad liberandum exulem hominem: Filium Dei suscepisti
in útero.
Per te expugnato hoste antiquo: sunt aperta fidelibus Regna
coelorum.
Tu cum Filio tuo, sedes ad dexteram Patris.
Tu ipsum pro nobis roga, Virgo Maria, quem nos ad judi-
candum credimus esse venturum.
Te ergo poscimus, nobis tuis famulis subveni; qui pretioso
sanguine Filii tui redempti sumus.
.¿Eterna fac, pia Virgo Maria: cum Sanctis tuis nos in gloria
numerari.
Salvum fac populum tuum, Domina: ut simus participes hse-
reditatis Filii tui.
Et rege nos: et custodi nos in aeternum.
Per singulos dies, ó Domina Maria te salutamus.
Et laudare te cupimus usque in seternum, mente et voce.
In Laudibus.
In secundis Visp.
Officium.
Al hablar en el cap.
III de la iconografía concepcionista, ex¬
poniendo el desarrollo de esta materia en la Escuela pictórica
sevillana, dijimos que nuestros más afamados artistas no acos¬
tumbraron á poner á los pies de la Virgen la figura del dragón
II
III
Al hablar
en el cap. VI de las fundaciones de colegios en esta
IV
Págs.
Dedicatoria. 3
Al que leyere, 5
Capítulo I.—El culto á la Concepción en la Historia.—La tradi¬
ción.—La liturgia primitiva.—El rito Isidoriano y el Mozárabe. 19
Cap. II.—Noticias del llamado rito Hispalense.—Causas que le die¬
ron
origen.—Sus documentos más importantes.—La Concepción
en la
liturgia Hispalense.—Fuentes principales para su conoci¬
miento.—De las diferencias entre las ceremonias y prácticas de
esta Iglesia y el Ritual Romano 3o
Cap. III.—Iconografía de la Concepción.—La Escuela pictórica se¬
villana.—Principales monumentos iconográficos concepcionistas
en esta Ciudad.—Imágenes de la Concepción que se veneran en
la Catedral.—Capilla del Chantre D. Juan de Medina.—Capilla
de la Puebla.—Capilla del Jurado D. Francisco Gutiérrez de Mo¬
negildo 176
Cap. VII.—Santa Inés.—Santa Isabel.—San Isidoro del Campo.—
San Jacinto.—San José, vulgo Santa Teresa de Jesús.—San Jo¬
— Págs.
—Santa María de Jesús.—Santa María Madre de Dios.—Santa
María de Monte-Sión.—Santa María del Pópulo.—Santa María la
Real.—Santa María de los Reyes.—Santa María de la Victoria.
—Nuestra Señora de las Mercedes.—San Pablo.—Santa Paula.
—Nuestra Señora de la Paz.—San Pedro Alcántara.—Regina
Angelorum.—Hermandad de la Concepción.—Nuestra Señora de
los Remedios.—Santa Rosalía.—Nuestra Señora de la Salud.—
917 — J
lizado por los Domingo de Molina y Pedro Fernández
negros
Moreno.—Privilegio litúrgico en esta Diócesis á la fiesta de la
Concepción el año de 1619.—Publicación de la Bula de Grego¬
rio XV en 1622. —Las fiestas y funciones que Sevilla hizo en su
honor.—La celebrada por los dos Cabildos.—Suntuosa y notable
procesión de las Comunidades, Gremios y Hermandades.—Otra
Justa de los sederos y gorreros en la plaza de San Francisco.—
La cabalgata histórica de las Platerías.—Funciones religiosas en
Págs.
Portada.
Lámina 1.a—Misal hispalense anterior al año 1311, con la fiesta de
laConcepción, sin registrar la del Corpus Christi 44
Lám. 2.a—El Canon de un Pontifical hispalense del siglo XIV. . 46
Lám. 3.a—Misal hispalense del siglo XIV, con la Misa propia de la
Concepción 48
Lám. 4.a—Misal hispalense del siglo XV, con la Misa de la Con¬
cepción S°
Lám. 5.a—Retablo de la Catedral, pintado por Luis de Vargas, con
la alegoría del Misterio de la Concepción 92
Lám. 6.a—Tema musical que aparece en manos de un ángel del re¬
tablo de Luis de Vargas, en loor de la Concepción 91
Lám. 7.a—Imagen de la Concepción, de J. Martínez Montañés, que
se venera en la Catedral 97
Lám. 8.a—Cuadro de Francisco de Pacheco, de la Catedral.—La
Concepción y Miguel Cid 102
Lám. 9.a—La Concepción de Alonso Cano, del templo de S. Andrés. 136
Lám. 10—Antiquísima imagen de Ntra. Sra.. de la Hiniesta, en el
16 22 I750. 1761,
7i 20 D. Felipe IV, D. Carlos II,
7i 32 litium lilium
73 5 imprecación deprecación
132 6 anagrama monograma
246 25 Cafadre Cofadre
264 6 anagrama, monograma,
268 32 Pinedo, Pineda,
282 34 Se abrió Abriéronse
338 32 de la insigne Cofradía de la Bandera
375 7 que al par y al par
455 6 anuntiavit annuntiavit
773 29 cantares. cánticos.
797 25 respele repele
116
.
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©
f EN LOOR Y ALABANZA
de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, hace fin
este libro intitulado Glorias Sevillanas. Fué impreso
en la
Muy Noble y Muy Leal Cuidad de Sevilla, á
expensas del Excmo. Sr. D. Manuel Pérez de Guz-
mdn y Boza, Marqués de Xerez de los Caba¬