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El Romance de antes y el Romance actualmente.

Antes el romance y la forma de conquistar a una mujer era completamente diferente.


Era algo con sentido, con ese sabor a realidad, a misterio y lo tomábamos en serio.
Eramos más responsable. Todo era muy lento, fríamente calculado, todo tan
meticuloso y cuidado... Llegar tarde a una cita no era posible, debido a la ausencia de
Whatsapp o Facebook, los amores no quedaban sometidos a tantas dudas
existenciales o ambiciones personales, sino que formaban verdaderamente la base de
algo grande, de una historia en la que había cooperación, las discusiones se
soportaban mejor y el compromiso no era un mal temido como es hoy día.

Salir con una chica era todo un honor, así como el primer beso era un paso enorme, porque
era señal de que algo era cierto, ahora no, no hay ese misterio. No estar a solas con un
hombre, sino siempre acompañada, miradas furtivas, piropos educados y hasta poéticos...
¿Es cierto también que algunas cosas quizá eran demasiado estructuradas o formales, tenían
mucho protocolo, posiblemente antes todo era más edulcorado y pastelón. Creo que
nada, hoy todo es tan fugaz, tan acelerado, tan rápido. Se saltan miles de pasos y
se va directo al grano.

Cuarenta años atrás, entablar relaciones amorosas no era algo tan fácil; existían
diferencias, prejuicios, las pasiones se escondían, y los puntos de encuentro para
conocer a alguien eran totalmente distintos a los que tenemos hoy en día. Conocer a
nuestra futura pareja significaba tener que ir en busca de ella, en una salida con amigos, en
el trabajo o en el barrio. También, la monogamia, era uno de los valores principales que podía
tener una pareja tradicional. Actualmente los encuentros son cada vez menos casuales, y las
infidelidades se perdonan cada vez más. Y es que hoy, el avance de la tecnología, interfirió en
todos los ámbitos, y el amor no se quedó atrás.

"Conocemos la forma clásica de relacionarse; yo contigo y tu conmigo y tenemos exclusividad


sexual. La forma clásica no va a desaparecer nunca pero sí empieza a tener que compartir
con otras formas de estar en pareja. Ya no hay una única, sino que se van a ir sumando otras
maneras de convivir y formar una relación, con particularidades y diferencias, que chocan
para ciertas generaciones". Por ejemplo, ciertos ideales y filosofías de vida se han ido
despertando, como el llamado "poliamor".

La tecnología ha hecho que las personas se puedan conocer de otra manera a la que
conocemos históricamente. "Antes dependías de la suerte de conocer a alguien en tu entorno.
Hoy las redes sociales te permiten relacionarte con personas que no necesariamente te
cruzas en tu barrio. Abrió el panorama de encontrarse con muchas personas que en otro
momento de tu vida no habrías podido".También permite que si eres un poco tímido, o te
cuesta relacionarte, puedas contactarte con alguien a través de un teléfono e iniciar una
conversación sin problemas".

Es verdad que las nuevas tecnologías ofrecen ventajas (comunicarse a distancia, amor
a la carta gracias a numerosas apps de ligue o como elemento lúdico en la relación), pero
también otras desventajas (frivolidad, asalto de la privacidad y una leve involución en
unas parejas cada vez más esclavizadas al mundo encerrado bajo una carcasa).
En particular, las redes sociales tienen sus aspectos positivos, también existen los negativos.
Y esta nueva manera de relacionarse con otros también ha generado que la infidelidad
comience a ser algo que se da de manera más recurrente en una pareja. "Facilita mucho las
oportunidades de ser infiel. Ves más gente, o te puedes contactar con algún compañero de la
secundaria. Hoy es más fácil cometerla pero también detectarla".

La peor de las desventajas, de antes, era, el machismo y la condición de una mujer


solapada a la condición de miembro sumiso en la pareja, destinada a ejercer un papel
de mujer tradicional, reprimida y dominada por la presencia de los hombres, algunos de los
cuales aprovecharon más que otros la situación.

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La liberación de la mujer ha influido notablemente en el nuevo modelo de
relaciones amorosas, ya que al abrirse al mercado laboral esto ha modificado el estereotipo
hombre trabajador - ama de casa que se estilaba antes. La posibilidad de elección e
independencia en la actualidad, nos ha llevado a ser más exigentes, menos conformistas
y, tenemos que reconocerlo, algo alérgicos al compromiso.

El mundo se ha convertido en un lugar en el que puedes cumplir todos tus sueños, dar rienda
suelta a un libertinaje visto incluso mejor que antes por la sociedad y un placer que frivoliza
las relaciones. Podemos elegir (no como antes) pero quizás hacemos demasiadas elecciones,
desembocando en tierra de nadie.

Últimamente se puso de moda exponer nuestras vidas al 100% en las redes sociales: subir
una foto a Facebook de la cena romántica con nuestra pareja o una historia a Instagram del
regalo que nos hicieron para San Valentín. Pero es necesario saber, que no todo lo que se ve,
es real y que una foto puede representar un segundo de un momento en nuestras vidas.
"Si veo la foto de una pareja feliz con un regalo, la cena y las velitas, hay que entender que
eso representa un instante, porque por ahí a los cinco minutos terminan en una discusión. Si
lo tomo como algo real, no estoy entendiendo las redes sociales y siempre terminan siendo
un juego, donde el otro te quiere mostrar siempre lo positivo.
¿Vacilamos? Sí, ok. Besos, caricias, locura, sexo (de pronto) y al otro día… ¡Nada más! No hay
compromiso, seriedad, nada. Antes nos enamorábamos, hoy en día estamos…así, ¡estamos!

Las relaciones antes vs las relaciones actualmente.


Eran directos
Te pedían una cita directamente o si querías ser su novia en persona, ahora si le gustas sólo
lo insinúan, no tienen seguro si lo deben de intentar, y van directo al grano y sin tantos
rodeos

No estaba tan pendiente del móvil


Se disfrutaba de la compañía de esa persona sin estar tan pendiente del móvil, de los
mensajes instantáneos o de capturar el momento para compartirlo en sus redes sociales.

No eras una súper espía


Cuando comenzabas a conocer a una persona era mediante las charlas constantes por
teléfono y citas, si tenían cosas en común el romance iniciaba, y no porque ya habías revisado
su perfil de Facebook de inicio a fin, fotos, gustos, lugares que visito, etc, todo era sorpresa y
no preconcebido.

Las citas
Planeaban con días esa salida y sólo se cancelaba por alguna razón de fuerza mayor, ahora
hacer citas es un caos, cuadran tiempos, eligen un lugar que les agrade a los dos y pueden
cancelar o adelantar la cita.

Los mensajes de amor


Antes se recibían cartas expresando todo lo que sentías, ahora mandar un mensaje amoroso
se cuestiona ¿Por qué me dijo eso? ¿Si lo sentirá?, el escribir lo que sentía era claro el decir
“te quiero”, “Me gustas”, “Estoy molesta”, en vez de recibir solo emoticonos que analizas con
tus amigas.

Dedicar canciones
Que te llegará esa llamada de un programa de radio para dedicarte una canción o un casete
con las canciones más románticas del momento era una verdadera prueba de amor. Ahora
sólo le mandas un link para que escuche esa canción.

Llevaban tu foto

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Antes te pedían una foto para llevarla en su cartera, no importaba si era tamaño infantil o
normal, es más no importaba si te veías bien o no, ahora te tardas horas tomándote fotos
para elegir la perfecta, editarla y mandarla.

Las buenas noches


Antes te llamaba ese chico a tu casa con el temor de que tu papá no te pasará el teléfono,
sólo para desearte una bonita noche, ahora basta un mensaje y un emoticono o peor aún, al
otro día recibir un mensaje “perdón me quede dormido”

Era más fácil superar a un ex


Antes no veías constantemente si tu ex ya estaba rehaciendo su vida y ahora por medio de
todas las redes sociales te vuelves una espía de su vida para torturarte si ya está con otra
persona y es más feliz que contigo.

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