CLASE DE ACTUACION: ACCION DE TUTELA – SEGUNDA INSTANCIA TIPO DE PROVIDENCIA: SENTENCIA FECHA: 26/06/2019 PONENTE: FERNANDO CASTILLO CADENA DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de sucesión: razonabilidad de la decisión que se abstiene de dar trámite a la solicitud de incorporar a los accionantes como parte en el proceso al carecer de vocación hereditaria por no ser legitimarios
CONSIDERACIONES:
Para proteger los derechos fundamentales de cualquier persona, amenazados o
vulnerados por acción u omisión de una autoridad pública, se estableció en el artículo 86 de la Constitución Política la acción de tutela, que le permite a todo ciudadano acudir a las autoridades judiciales en busca de una orden que impida el acto amenazante o lo suspenda
En atención a los principios de cosa juzgada y de autonomía judicial, esta Sala ha
mantenido el criterio de la improcedencia de la tutela contra providencias, salvo que con las actuaciones u omisiones de los jueces, resulten violados en forma evidente,
De tiempo atrás esta Sala de la Corte asumió el conocimiento de tutela contra
providencia judicial, en tanto consideró que en eventuales casos las decisiones adoptadas en los procesos, podían ser lesivas de los derechos fundamentales, sin que las partes contaran con otros dispositivos procesales para remediar tales afectaciones.
La discusión planteada en este asunto, se dirige contra la providencia del 16 de
enero de 2019 emitida por el despacho de primera instancia y del auto dictado por el Tribunal accionado el 21 de marzo del mismo año, toda vez que a consideración de la accionante, violentaron el derecho fundamental invocado al interior de la presente acción constitucional, por lo que solicita que se declare nulidad de los mentados proveídos, a fin que se le reconozca como heredera en representación de María Ligia Jaramillo Mejía hermana de Emilia Jaramillo de Gómez dentro del proceso sucesoral cuestionado En lo que interesa a la Sala, se advierte que se estudiará la decisión tomada por el ad quem el 21 de marzo de 2019, en la cual definió de manera definitiva lo pretendido interpuesta por la aquí accionante, oportunidad en la que determinó lo siguiente:
En el caso de estudio se estableció que Emilia Jaramillo de Gómez otorgó
testamento en el que instituyó como herederos de todos los bienes que puedan existir al momento de su fallecimiento a sus hermanos (...); pero las tres últimas [Margarita, María Ligia y Adela] fallecieron antes del deceso de la testadora. Entonces, si bien ellas fueron instituidas por la testadora como sus herederas universales, también lo es que al momento de abrirse la sucesión de la testadora - Emilia Jaramillo de Gómez - aquéllas no existían, porque ya habían fallecido, no cumpliéndose así la regla de oro en materia hereditaria prevista en el artículo 1019 inciso 1º del C.C.: “Para ser capaz de suceder es necesario existir naturalmente al tiempo de abrirse la sucesión; salvo que se suceda por derecho de transmisión, según el artículo 1014, pues entonces basta existir al abrirse la sucesión de la persona por quien se transmite la herencia o legado”, razón por la cual es impropio afirmar que estas tres últimas tienen la calidad de herederas de dicha causante, porque cuando operó la delación de la herencia, que es el llamado de la ley a aceptarla o repudiarla, estás ya habían muerto.
Ahora, como Margarita, María Ligia y Adela Jaramillo Mejía, respecto de la
testadora y causante tienen la calidad de hermanas, es decir, parientes colaterales en segundo grado, significa que no son legitimarias de ellas, en el entendido que los legitimarios son los descendientes y ascendientes de la persona difunta de cuya sucesión se trata, en otras palabras, no son asignatarios forzosas de aquélla (...) Así las cosas, si
Así las cosas, si Emilia Jaramillo de Gómez no dejó legitimarios y otorgó
testamento que a la fecha no ha sido declarado nulo, ello significa que su sucesión se rige por las normas de la sucesión testada, siendo absolutamente claro que sus herederos son aquellos que ella designó como tal en su memoria testamentaria y que al abrirse su sucesión le sobrevivieron un instante siquiera.
Razón por el cual, los impugnantes que sí tienen la calidad de legitimarios
respecto de cada una de sus progenitoras, mas no de Emilia Jaramillo de Gómez, quien fue tía materna de éstos, carecen de derecho para representar a sus madres, porque se repite, ellas no son legitimarias y por ende tampoco son herederas de la causante de cuya sucesión se trata. Simplemente tenían una expectativa de llegar a ser herederas de su hermana, pero no cumplieron la condición, esto es, sobreviviría un instancia, motivo por el cual esa expectativa de heredarla nunca se concretó. De lo anterior se deriva que lo resuelto por la autoridad judicial, está lejos de configurar una violación constitucional, dado que es producto de una interpretación jurídica respetable, con apego a las normas que gobiernan el asunto sometido a su consideración, de acuerdo con la cual estimó que la aquí accionante no tenía la vocación de heredera de Emilia Jaramillo de Gómez frente a la sucesión testada cuestionado, toda vez que su madre no tenía legitimación para suceder, máxime cuando está falleció antes que la testamentaria.
De ahí que, esa determinación judicial no es arbitraria o caprichosa, ni está
desprovista de sustento jurídico. Por el contrario, se apoya en un adecuado análisis de la situación fáctica y jurídica sometida al escrutinio del fallador accionado, lo que le impide al juez de tutela interferirla, pues de hacerlo, rebasaría la órbita de su competencia.
En suma, lo resuelto por el juzgador, está lejos de configurar una violación
constitucional, dado que es producto de una interpretación jurídica sensata, que está edificada en el criterio del funcionario competente, sin que el mero desacuerdo de la parte actora tenga la virtualidad de desquiciar esa manifestación judicial, como inveteradamente lo ha precisado la jurisprudencia de esta Sala (CSJ STL911-2017).
Las anteriores consideraciones resultan suficientes para negar por improcedente