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HEPATITIS A:

La hepatitis causada por el virus de la hepatitis A es una enfermedad aguda,


frecuente a nivel mundial. Aunque permanece endémica en países en desarrollo,
las tasas de seroprevalencia en los países desarrollados continúan disminuyendo.
En los niños la infección aguda usualmente es asintomática; sin embargo, en los
adultos se pueden presentar una variedad de manifestaciones clínicas que van
desde leves hasta una falla hepática fulminante, la cual afortunadamente, es muy
poco frecuente. La transmisión de virus es generalmente por la ingestión de agua
y alimentos contaminados con materia fecal que está infectada con el virus.

AGENTE CAUSAL El virus de la hepatitis A (VHA) es un ARN virus, esférico y sin


envoltura, de la familia Picornaviridae. Es muy resistente a los agentes externos y
no se inactiva por el alcohol.

PERIDODO PREPATOGÉNICO:
FACTORES EXÓGENOS: En las infecciones exógenas, el agente es transportado
desde una fuente externa hasta el huésped.
 Se asocia a la falta de agua salubre y a las malas condiciones higiénicas
(manos sucias, por ejemplo) y de saneamiento.
 En los países donde la transmisión a través del agua no es frecuente, se
dan brotes entre varones que mantienen relaciones homosexuales y
consumidores de drogas inyectables.
 convivencia con una persona infectada
 relaciones sexuales con una persona con infección aguda por VHA
 viajes a zonas de alta endemicidad sin inmunización previa.

FACTORES ENDÓGENOS:
 Cualquier persona que no se haya vacunado o infectado puede contraer la
hepatitis A. En las zonas donde el virus está extendido (zonas de alta
endemicidad), la mayoría de las infecciones se producen durante la primera
infancia.
PERIODO SUBCLÍNICO: La enfermedad tiene un período de incubación que va
de 15 a 50 días, y a mayor dosis de virus, menor tiempo de incubación.
La infección natural por el virus de la hepatitis A usualmente se da después de la
ingestión del virus a través de agua o alimentos contaminados con materia fecal
que contengan el virus. El ciclo comienza con la entrada del virus al tracto
gastrointestinal y por su tropismo llega al hígado y penetra a los hepatocitos,
donde comienza el ciclo de replicación viral. Durante el periodo de incubación, se
presenta viremia al mismo tiempo que la excreción de virus por las heces; se cree
que el virus llega al intestino a través de la bilis. La viremia comienza a disminuir a
medida que se desarrolla la hepatitis, pero la excreción del virus en la materia
fecal puede permanecer por una o dos semanas más. Se cree que no es el virus
directamente el que produce el daño hepático, sino que se produce por
mecanismos inmunes por acción de células NK y linfocitos T citotóxicos, entre
otros.

PERIODO PODRÓMICO: Síntomas inespecíficos. Los síntomas son fiebre,


náuseas, vómitos, pérdida del apetito y cansancio

PERIODO CLÍNICO: En el periodo clínico aparecen síntomas específicos de la


enfermedad, los cuales son: piel y ojos amarillos (ictericia), hinchazón o dolor de
estómago agudo, salpullidos o artritis, náuseas y vomitos, orina oscura, fiebre y
cansancio.
Otras manifestaciones menos frecuentes incluyen artralgias, tos y síntomas
respiratorios, estreñimiento o diarrea, y prurito. Después de este periodo, el
paciente desarrolla ictericia progresiva, que en un importante número de pacientes
se acompaña de acolia y coluria. Puede haber hepatomegalia leve y aunque
menos frecuente, esplenomegalia. El cuadro puede durar aproximadamente hasta
12 semanas y es autolimitada.
En algunos pacientes adultos puede persistir la ictericia por un lapso de 18
semanas y cuyo síntoma principal es el prurito.
Generalmente la persona que tiene acolia también va a desarrollar ictericia (la
coloración amarillenta de las mucosas corporales y piel por aumento de bilirrubina)
y la coluria (orina de color oscuro causado por la excreción del exceso de
bilirrubina por vía urinaria.
El diagnóstico se establece mediante la detección en la sangre de anticuerpos IgM
dirigidos específicamente contra el VHA. Otra prueba utilizada es la reacción en
cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT-PCR), que detecta el ARN del
VHA, pero normalmente se realiza solo en laboratorios especializados.

PERIODO DE RESOLUCIÓN: La hepatitis aguda se resuelve finalmente sin dejar


secuelas y sólo en menos del 0,1% de los casos puede desarrollarse falla hepática
aguda, especialmente en pacientes adultos o en los que tienen algún tipo de
enfermedad hepática crónica preexistente. En algunos pacientes, especialmente
en mujeres jóvenes, la hepatitis aguda por virus de la hepatitis A puede
desencadenar una hepatitis autoinmune No se ha descrito hepatitis crónica
asociada a la infección por el virus de la hepatitis A.

Tratamiento: Los pacientes que desarrollen una falla hepática aguda serán
manejados según las normas establecidas para este tipo de síndrome [39]. No se
ha demostrado la eficacia de ningún tratamiento para el episodio agudo de
hepatitis A, excepto del manejo sintomático, de las nauseas, el vómito y la
deshidratación si se ha desarrollado. La utilización de los antihistamínicos está
indicada en aquellos pacientes que desarrollan colestasis sostenida y en los
cuales el prurito puede llegar a ser muy severo( bilastina, cetirizina, desloratadina,
ebastina, fexofenadina, levocetirizina, loratadina, mizolastina y rupatadina. ). Los
pacientes que desarrollen una falla hepática fulminante serán manejados según
las normas establecidas para este tipo de síndrome.

NIVELES DE PREVENCIÓN:

PRIMARIO: La aplicación de estrategias para garantizar la seguridad de la sangre,


como el suministro basado en donaciones voluntarias no remuneradas, la
educación pública eficaz sobre la necesidad de donar sangre, la selección de los
donantes y el análisis para garantizar la calidad de toda la sangre donada y de los
hemoderivados que se utilizan en las transfusiones puede prevenir la transmisión
del VHB y el VHC.
• Las medidas de control de infecciones en los establecimientos sanitarios y en la
comunidad pueden prevenir la transmisión de las hepatitis virales y de otras
enfermedades.
Educación higiénica
Selección de donadores de sangre
Dotación de agua potable
Instalación de drenaje, control y vigilancia de alimentos
Mejoramiento de las condiciones higiénicas.

SEGUNDARIA: Prevención secundaria


Diagnostico temprano y tratamiento oportuno: El diagnóstico temprano brinda la
mejor oportunidad para la intervención médica eficaz y para prevenir que la
infección siga propagándose. También permite que las personas infectadas
adopten las medidas necesarias para prevenir la transmisión de la enfermedad. El
diagnóstico temprano de la infección crónica también permite a las personas tomar
precauciones para proteger el hígado de daños adicionales, específicamente
abstenerse de tomar alcohol y evitar determinados medicamentos que se sabe
que son hepatotóxicos.
•examen general de orina
•biometría hemática
•determinacion de fosfatasa alcalina
• determinación de bilirrubinas séricas
• determinación de transaminasas glutámico-piruvica y glutámico-oxalacetica
•evitar complicaciones
•prevenir enfermedades secundarias

La realización de pruebas confirmatorias y la notificación y el asesoramiento a los


donantes de sangre con resultados positivos en los análisis sistemáticos de la
sangre donada, brindan una oportunidad excepcional para realizar un diagnóstico
temprano y ofrecer apoyo médico a las personas asintomáticas que concurren a
donar sangre.

TERCIARIA:
Incluye la rehabilitación del paciente. Busca el estado compensado de la
enfermedad mediante dieta y tratamiento médico adecuado (profilaxis)

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