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El monitor de la educación” U2
La cría humana pasa un largo proceso de dependencia del Otro, es aquel que lo constituye como
ser humano. El parasitismo simbólico y amoroso del adulto sobre el niño es el que da las
condiciones reales de humanización.
La educación como el modo privilegiado con el cual cada sociedad implementa la producción de
subjetividad es insoslayable que el lugar de información, sino el caldero mismo donde se generan
las premisas que definen los modos de instituirla.
La atribución de pensamiento a representaciones a la cría humana es la condición misma de su
posibilidad, el Otro resulta fundamental porque en ese cuidado transmite modos de subjetivación
que generan ese ser extraño que es el hombre, desadaptado de la vida natural como condición
misma de su adaptación al medio humano.
La educación, concebida entonces como proceso de producción de subjetividad y no solo como
rectificación o impartición de habilidades, implica a quien la ejerce mucho mas aquello que
supone trasmite. Debajo de la enseñanza, de la impartición de conocimientos, se perfilan modos
de concebir al Otro no solo en su hacer presente sino en el proyecto al cual se lo destina. Tanto
padres como educadores transmiten múltiples maneras de concebir el conocimiento y transmitir el
proceso de inclusión al cual el niño esta destinado.
Montes E. “¿Qué adultos necesitan los niños y adolescentes hoy? U2
Los tiempos cambian y estos cambios tienen efecto en la subjetividad, los sujetos son diferentes.
Los niños y adolescentes son sujetos en proceso de constitución de reconocimiento de si mismo,
del mundo y de las responsabilidades que les compete siendo estas diferentes. Estos transitan un
tiempo posmoderno en donde se muestra un desentendimiento del adulto en sus funciones
educativas, un fenómeno de autonomía anticipada (viven en la inmediatez) pretendiendo que los
adultos puedan aliviar la tensión de sus deseos y en contraposición puede provocar violencia.
Los adultos perdieron autoridad y produce riesgosos estados de ansiedad y angustia frente a la
fantasía de autonomía y libertad.
Citando a Bleichmar, quien planteaba sobre la obligatoria asimetría del adulto con el niño. El
hecho que el adulto establece por la indefensión de la cría humana posibilita la humanización, el
ingreso al mundo simbólico y su instauración de la psiquis, de las normas y el aprendizaje. El
primer derecho del niño es la protección que integra al sujeto, es decir la ley.
Hoy podemos advertir un fenómeno grave: se invierte la culpabilidad y se culpa a los niños y
jóvenes que no se dejan educar. Esta subversión es la base de la criminalización infantil, como un
modo encubierto de la desresponsabilidad de los adultos, los fracasos en sus funciones de
protección y amparo.
Mercedes Minicelli plantea que los procesos subjetivos de la infancia y adolescencia son
procesos que se deben cursar y se requiere de tiempo para su transmisión.
Los niños y adultos tienen su periodo de desarrollo cognitivo y de afecto por los padres. Los
modos de concebir al Otro, según Bleichmar, fundan y sostienen la amorosa manera de educar al
Otro.
Osorio Fernando “Estrategias para coordinar grupos con niños y adolescentes.” U2
Lo que aprende un niño y como aprende resulta necesario para hacer un cierto rodeo por otro
tiempo subjetivo.
Un niño aprende participando de un circuito de demandas entre él y el Otro, tiene un deseo de
aprender y demanda a ese Otro para que lo eduque.
El niño que contesta todo, produce el efecto de obstruir su curiosidad, es probable entonces que
deje de preguntar. El curiosear de los niños aparece con la sexualidad como cuestión de develar
el interés de un niño sano. El curiosear, pudo ser desarrollado y acompañado por los adultos
significativos para el niño, que después se transfiere en el ámbito escolar. El plan inconsciente del
niño pone en falta al adulto, así como también lo pone en juego en la escuela con sus maestros.
Los consideramos como autosuficientes y muy completos en cuanto a la información que
transmiten y a la enseñanza que imparten. Hay maestros excelentes con respecto a su formación,
que no logran ver en su propia representación omnipotente y omnisciente. La etiología del
conflicto con sus alumnos no advierte que su posición avasalla el deseo de un niño por aprender,
si no hay lugar para el interrogante y la duda, el desconocimiento legítimamente plateado se
produce en una paradoja: el proceso de aprendizaje se detiene.
El deseo materno en sus inicios se muestra omnipotente y omnisciente, si el niño no ha aprendido
a lidia con el deseo materno, está permanentemente transferido en el ámbito escolar y en el
docente este malestar. Así mismo origina conflicto entre el niño con el docente, hace que esto
empiece a generar psicopatologías en ese niño. El o poder definir en qué lugar queda, sino como
sujeto o como objeto del deseo materno, o del deseo del docente que genera enfermedad.
Sigmund Freud “Sobre la psicología del colegial” U2
Se obedece automáticamente, es curioso como se acepta las tareas.
El psicoanálisis llama ambivalencias a esta proposición por las actitudes antagónicas, tampoco se
ve en aprietos al tratar de demostrar el origen de semejante ambivalencia afectiva. Las actitudes
afectivas frente a otras personas, actitudes tan importantes para la conducta del individuo,
quedan establecidas en una época increíblemente temprana.
La influencia del pequeño ser humano fijado de una vez por todas en la forma y el tono afectivo
de sus relaciones con los individuos del sexo propio y opuesto.
Todos los hombres que haya de conocer posteriormente serán para él personajes sustitutivos de
estos primeros objetos afectivos (quizás junto a los padres e incluso también los personajes
educadores) y los ordenara en series que parten todas las denominaciones en imágenes del
padre, de la madre, de los hermanos, etc. Estas relaciones asumen una especie de herencia
afectiva y son seleccionadas sobre la base de las huellas mnemónicas que cada uno de aquellos
modelos primitivos haya dejado, pero de todas las imágenes de la infancia, por lo general
extinguidas en la memoria mnémica, tiene para el adolescente o para el hombre mayor
importancia que la del padre. El impacto de lo orgánico ha impuesto a esta relación con el padre
una ambivalencia afectiva cuya manifestación mas impresionante quizás sea la del mito griego
del rey Edipo.
El padre también es identificado como el todo poderoso perturbador de la propia vida instintiva, se
convierte en el modelo que no solo se quería imitar sino también destruir.
Las antítesis residen en la esencia de lo que denominamos ambivalencias afectivas. La influencia
se prepara a un cambio de esta relación con el padre.
Violeta Núñez “Agentes de la educación. Vaciar para inventar.” U2
Maneras de educar en consonancia con los nuevos tiempos. Las nuevas generaciones o nativos
digitales muestran que el sujeto de la educación ya no se presenta como aquel cuya conciencia
ciudadana hay que moldear, es un sujeto de las percepciones.
La subjetividad mediática emerge del conjunto de transformaciones de la actual y permanente
revolución tecnológica.
Permitir que la conciencia pueda percibir y ser estimulada a través de los medios y las
tecnologías digitales, esto introduce hoy un reto en el campo de las practicas educativas por lo
cual en contramano un sujeto de la percepción hábil.
Los sujetos se presentan con una atención dispersa en diversas fuentes simultaneas (móviles,
pantallas de ordenador, pantallas televisivas, consolas, etc). No reconocen ninguna autoridad en
ninguna materia y que si se les coacciona respondan bien sea con grados diversos de
agresividad.
La lógica del consumo preside las relaciones con el conocimiento. El profesor es un tertuliano
más, un opinador cuyos argumentos carecen de otro peso que el que se adjudica a todo lo
demás: televisión, compañeros de cursos, webs.
La clase deviene del aula, lleva a una fragmentación y a la dispersión, esto opera como potentes
elementos de configuración del imaginario social. Permitir ofrecer espacios diversificados que
tienen en cuenta la movilidad de los jóvenes, espacios no obligatorios y simultáneos. Hacerles
pasar por situaciones distintas y dar lugar a conexiones no previstas, puede contribuir a propiciar
algún giro en las posiciones frente al mundo a la elaboración de algún saber.
La movilidad transforma esa atención dispersa en atención flotante, dando curso a la posibilidad
de engancharse o conectarse con algún objeto cultural, esto tendrá un brillo o interés que lo
enganche y lo remita a un nuevo espacio cultural.
¿Qué es lo que necesita para el acto educativo?
a) No se debe cerrar tanto el agente como el sujeto de la educación, realizan sus caminos de
relación con la cultura. Aunque el recorrido que realice el agente sea el que ponga
(suponga) en acto las posibilidades del sujeto.
Cultura
Agente de la educación Sujeto de la educación
b) Podemos ubicar ese espacio vacio en los marcos dentro de los cuales podemos abrir la
idea de que este viene a orientar una exploración, promover interrogantes, introducir algo
que haga un corte. Promover que una atención dispersa, desinteresada pueda
transformarse en atención flotante para poder fijarse en algo y darse la oportunidad de
decirse otra cosa.
Elichiry, N. ¿Dónde y cómo se aprende? U3
Daniel Valdez: El psicólogo educacional: estrategias de intervención en contextos escolares.
Se encuentra una relación controvertida entre el campo de la psicología y el de la educación,
ambos avatares se reactualizan entre la certeza y la incertidumbre de las practicas educativas.
Reflexión acerca del campo de prácticas del psicólogo educacional en el contexto escolar, se
presentan las perspectivas aportadas y algunos de los actores de distintas instituciones
educativas como ser maestros, psicólogos, directores. Las características específicas del ámbito
de desempeño del psicólogo educacional que forma parte de la comunidad educativa y como tal
especificidad, se articula con sus estrategias de intervención. Se propondrán como ejes
problemáticos dimensiones de análisis de tales problemáticas.
¿Especificidad de las practicas o contaminación escolar?
Se encuentra un abanico de posibilidades muy diversas al analizar la actividad que realiza un
psicólogo en el contexto escolar. La mayor parte de los profesionales que trabajan en escuelas no
se llaman así mismos psicólogos educacionales, ya que se es psicólogo educacional se tanto se
trabaja e un contexto escolar. No todo psicólogo que trabaja en una escuela delimita un campo
practico que podría definirlo como “psicólogo educacional”, ni todo psicólogo educacional se
desempeña en un contexto educativo formal.
Una de las demandas especificas es que los psicólogos deben solucionar laos problemas de los
alumnos problemáticos ya que para los docentes es un trabajo agotador lidiar con estos tipos de
alumnos. Algunos esperan ese asesoramiento y orientación, y no solo que se haga cargo del
alumno derivado. Se requiere más apoyo sostenido y un trabajo de colaboración
docente/psicólogo. El trabajo con el gabinete implica una sobre carga en su labor profesional y
prefieren obviar todo contacto con él. En dichos casos algunos docentes se sienten controlados
por los psicólogos y otros comprendidos. Los psicólogos podrán revelar las cosas profundas del
problema de aprendizaje y conducta.
Una de las expectativas expresadas en el “rol del psicólogo” e que si va como resguardo de la
salud mental de los integrantes de la institución educativa y pretenden que intervenga cuando se
le realiza una demanda explicita. Los psicólogos dicen intervenir ante situaciones problemáticas a
partir de demandas concretas. Las condiciones de trabajo son criterios. La mayoría lo hace
individualmente y asisten a la escuela 2 o 3 veces por semana.
Por otro lado, muchas veces los psicopedagogos o trabajadores sociales desarrollan actividades
similares a los equipos, distribuyéndose la tarea según posibilidades reales que llevan a cabo el
trabajo encomendado. Los enfoques interdisciplinarios en ocasiones son reemplazados por la
acumulación y distribución de tareas según las necesidades de la conducta laboral.
La escuela y sus características específicas.
El análisis de las practicas institucionales de poder no podríamos comprender porque son que
condiciones la escuela pretende transmitir. Un curriculum determinado en la dirección indicada
por una política de gobierno. Tal curriculum no implica solo una formulación de sujetos educativos
y una serie de contenidos escolares-conceptuales, un conjunto de normas, valores y pautas de
convivencia en marcados en la concepción particular del hombre y del mundo que escapan a la
explicación formal.
Se manifiesta discusiones acerca de los problemas es aprendizajes que es de la obligatoriedad
de la escuela primaria (o EGB). El conjunto de restricciones impuestas a los alumnos relativas a
lo que se debe aprender cuando se debe aprender, donde se deben hacerlo y bajo que
condiciones las sustituye una realidad naturalizada, a tal punto de atribuir a los propios alumnos el
proyecto de ir a la escuela y aprender.
La falta de motivación es un tema recurrente en los maestros, se puede admitir que los alumnos
no están motivados en relación con los contenidos que la escuela le propone.
El trabajo escolar, según Perrenoud, es un trabajo fragmentado, repetitivo, no retribuido,
impuesto, con un sujeto a la evaluación mas o menos constante del maestro. Se procura cumplir
con rituales externos que constituyen las rutinas escolares, esto no se acompaña necesariamente
de un vacío de contenido curricular, pero con frecuencia los alumnos se preocupan por cumplir
con tales tareas, rutinas, tratando de adivinar cuales son los contenidos que el maestro se
propone transmitir y luego evaluar.
Al fracasar en el intento de comprender el fondo de la cuestión (conocimientos explicativos y
reflexivos) se adhieren a las actividades propuestas para respetar al menos las formas. La activa
participación en estos rituales, e ocasiones asegura la aceptación de los pares y del docente.
Comprender la lógica de estas dinámicas pedagógicas y “hacerles el juego” puede posibilitar,
llegado el caso ser evaluado positivamente respecto al trabajo escolar.
Los alumnos aprenden que no en todas las actividades propuestas son evaluados de la misma
manera y que según quien lo evalué y el tipo de exigencias, puede ser diferente. Los alumnos
aprenden que hay profesionales mas preocupados que otros por la buena conducta, la prolijidad,
la presentación formal de los trabajos, la letra clara y que otros profesores prestaran más atención
a otros factores como que los trabajos estén completos, los resultados correctos, los ejercicios
resueltos.
El propio dispositivo escolar genera un universo de relaciones atravesados por la red organizada
de jerarquías prácticas y saberes específicos. Al mismo tiempo, los procesos de negociación de
significados confirman una forma compleja que se va entretejiendo e la tensión entre las
concepciones cotidianas del mundo del niño y los conocimientos escolares.
Hacia la recontextualización de la intervención del psicólogo educacional.
Descontextualizando las practicas implicaría resituar nuestras temáticas tanto a ejes problematizó
que nos desafían a delimitar un campo de intervención del psicólogo educacional quien se halla
en medio de las tensiones que atraviesan diversos ejes problemáticos de los cuales son:
a) la tensión establecida entre el modelo medico/psicológico y una intervención contextualizada
en la comunidad educativa.
La descontextualización de las prácticas de intervención supondría colocar en el fondo de debate
a la extrapolación llena del terreno escolar es pertinente la profundización del debate acerca del
modelo psicológico clínico y los abordajes psicoeducativos en contextos escolares.
Selvini Palazzoni plantea que quien demanda a la intervención del psicólogo no lo hace para él,
así que la situación problemática que el psicólogo deberá encarar no solo se repite al solicitante,
sino que tampoco tiene nada que ver cn las relaciones que este mantiene dentro de la escuela.
El interrogante resulta ser quien consulta cuando se pretende colocar psicología escolar en lugar
de terapeuta. Si este se pone en el lugar de “terapeuta” y transforma su gabinete en un
consultorio puede padecer el síndrome de mago sin magia, puede llegar a transformarse como el
mago omnipotente, a la de diagnosticador o a la de terapeuta impotente.
b) la intervención sobre individuos o sobre sistemas escolares.
Este eje está íntimamente vinculado con el anterior. La intervención sobre el alumno problema
presupone la ilusión de un tratamiento posible consolador, el alumno, cuya dinámica de
participación en la institución le configure su razón de ser. Los problemas de conducta o los de
aprendizaje, no pueden describirse, analizarse y comprenderse de los fenómenos señalados, sino
es el propio seno de los dispositivos que los generan. No se trata en cualquier caso de un sujeto
que no aprende, sino de un sujeto educativo que en un salón de clases junto a otros términos y
en interacción con ellos y/o con su maestro se apropia determinados contenidos curriculares.
c) eje anterior nos vincula con otro, el pesaje del control a la comprensión.
Una intervención que supera extinción de conductas no deseadas, control de los alumnos
problemas y dispositivos de disciplinamiento y/o exclusión, que al psicólogo en el lugar de guiar
legitimas decisiones (políticas) institucionales, el espacio del gabinete aparece connotado
negativamente.
Un psicólogo que participe activamente en reuniones de profesores en las clases con alumnos, en
los momentos de recreo o que colabore en el diseño del proyecto institucional, en definitiva, que
salga del ámbito de su sala o gabinete para compartir diversos momentos de la vida en la
escuela, creara alternativas que diversifiquen su modo de inserción y sus posibilidades de
intervención.
d) del concepto de rol al proceso de construcción de la identidad profesional.
Hablar del rol del psicólogo educacional, limita la posibilidad de intervención y las reduce del
despliegue de un papel esperado que ha de jugar el psicólogo de la institución.
El rol es considerado como un a priori como lugar a ocupar según expectativas preestablecidas,
tiende a la capacidad de generar nuevas estrategias de trabajo y sufre serias restricciones. La
tarea del psicólogo implica un proceso de construcción de la identidad profesional.
e) modalidades de intervención
La intervención puede situarse en distintos extremos de un continuo que va de la intervención
enriquecedora a la intervención correctiva. Se presenta 3 tipos de intervención:
*Intervención preventiva: intenta detectar precozmente distintos tipos de problemas (sean de
naturaleza pedagógica, psicológica, social, comunitaria, etc.)
*Intervención enriquecedora: supondría una tarea que iría muchos pasos por delante de los
problemas.
*Intervención correctiva: es la que se encuentra mas generalizadas en gran parte de nuestras
escuelas.
En cualquier caso, consideramos que la modalidad de intervención no entramado mas amplio en
el que se entrelazan factores sociales, económicos y culturales.
Los ejes problemáticos mencionados no aprenden en su totalidad la riqueza de alternativas que
ofrece el análisis de la labor del psicólogo educacional.
Beatriz Greco “Sobre dispositivos y la intervención institucional. Sugerencias para
pensar la construcción de dispositivos.” U3
Los dispositivos que nos interesan son aquellos que se inscriben en intervenciones
institucionales, no son dispositivos de formación en sentido estricto, ni dispositivos pedagógicos,
en un sentido acotado. El dispositivo de intervención no es un conjunto de actividades, aunque
puede implicar actividades que resultan siempre ligadas entre si y pueden incluir dispositivos de
formación, como ser modalidades de encuentro entre estudiantes, profesionales.
Los dispositivos justamente brindan y ponen a disposición un conjunto de elementos diversos
para que se inicien procesos, son artificios creados para producir algo, para generar movimiento
en los sujetos, para disponer relaciones y espacios, tiempos, tareas de modo de crear y motivar
transformaciones. Los otros dispositivos no pueden cristalizarse, necesitan de revisión de
reflexión. Esto implica: espacios – tiempos – formatos – propuestas curriculares – posiciones, es
decir, inventar otra manera de entramarlo, ponerlos en relación y potenciarlos.
La elaboración de dispositivos de intervención responde a una intencionalidad ligada al campo y a
la concepción política de ese cambio. Dispositivos es lo que dispone y también lo que pone a
disposición de otros. Permite crear y desarrollar. Encierra el doble significado de lo que abre y lo
que construye, enmarca, delimita y promueve.
Daniel Korinfeld, Daniel Levy y Sergio Rascovan “Entre adolescentes y adultos en la
escuela. Puntuaciones de época.” U3
La escuela, tal como la conocemos hoy, ha sido un invento de la modernidad cuya función
principal fue y aun sigue siendo, la transmisión y apropiación cultural. Surge como respuesta a las
demandas y exigencias de las sociedades capitalistas, donde era encargada de adaptar a los
sujetos a la lógica de una maquinaria social que requería mano de obra para nutrir el aparato
productivo.
A fines del siglo XIX y principios XX la escuela constituyo una idea revolucionaria que edifico la
cultura escolar, priorizando los aspectos racionales, conscientes, evaluables. En la actualidad, el
dispositivo escolar no responde a las nuevas demandas y, por lo tanto, debe ser urgente
revisado, reformado, recreado, incluyendo una critica al modelo socioeconómico-cultural
hegemónico.