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Corporación de Asistencia Judicial R.M.

Centro de Atención Jurídico y Social LA FLORIDA


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FOP

EN LO PRINCIPAL: Solicita suspensión del régimen de relación directa y regular; EN EL PRIMER


OTROSÍ: Acompaña documentos; EN EL SEGUNDO OTROSÍ: Patrocinio y poder.

S. J. de Familia de Santiago (2º)

MARÍA JOSÉ HERMOSILLA COURBIS, cédula de identidad Nº 17.004.476-2, chilena,


soltera, vendedora, domiciliada en Cerro La Pirámide Nº 10430, comuna de La Florida, en causa
sobre Relación directa y regular, caratulada “LÓPEZ con HERMOSILLA”, RIT C-2115-2011, a
S.S. respetuosamente digo:

Que vengo en solicitar la suspensión del Régimen de relación directa y regular


establecido en la presente causa a favor de Pablo Andrés López Cáceres, cédula de identidad Nº
16.914.037-5, chileno, soltero, desconozco profesión u oficio, domiciliado en Las Flores Nº 78,
comuna de Cerrillos, respecto de nuestro hijo Simón Pablo López Hermosilla, por las siguientes
consideraciones de hecho y de derecho que a continuación expongo:

LOS HECHOS

1.- Junto con Pablo Andrés López Cáceres somos los padres del menor Simón Pablo López
Hermosilla, actualmente de 3 años y 7 meses de edad.

2.- Con fecha 18 de mayo de 2011, en la audiencia preparatoria de la presente causa las partes
acordamos como régimen de relación directa y regular entre Pablo López y Simón López todos
los días sábados de 10.00 a 18.00, en horario de invierno, debiendo el padre retirar y regresar al
niño desde el hogar materno, extendiéndose hasta las 20.00 en horario de verano y pudiendo
cambiar el día sábado por otro de la semana de mutuo acuerdo. Personalmente no tenía
problemas en dejarle al niño a Pablo más tiempo de lo acordado, e incluso en entregárselo en días
que no le correspondían visitas, pensando que con ello le hacía un favor a mi hijo.
Lamentablemente, resultó ser todo lo contrario.

3.- Desde el mes de noviembre, Simón empezó a contarme ciertas cosas. El niño reiteraba algo
que antes jamás había dicho: “pene en boca”, y hablaba de su padre Pablo López y del abuelo
paterno. Esto se sumó a otras circunstancias que me habían suscitado sospechas. En efecto, me
parecía muy extraño que el niño llegara con la boca irritada, vómitos y diarrea desde la casa
paterna. También me había llamado la atención que, desde un hace un par de meses, el lenguaje
del niño se centraba demasiado en sus genitales, tocándose mucho, lo que en un principio asocié a
un natural proceso de exploración del propio cuerpo, pero ahora parece claro que se debe a otras
razones. Asimismo, la conducta de Simón había cambiado de un tiempo a esta parte, mostrándose
muy agresivo e irritable, lo que motivó que quisiera llevarlo al psicólogo, encontrándome con la
negativa del padre, que buscó impedir que el niño fuera a un especialista. No deja de llamar la
atención esto último, desde que todo padre, ante el cambio negativo en el comportamiento de su
hijo, se preocupa e intenta solucionarlo, idealmente con ayuda profesional.

4.- De inmediato hablé con Pablo López, pero éste sólo atinó a reírse y defender a rajatabla al
abuelo paterno del niño, dudando de la palabra del niño y cuestionando que le diera credibilidad a
sus dichos y advirtiéndome que estuviera muy segura de lo que hablaba, pues podía demandarme
con posterioridad. Le hice presente que no podía dudar de lo que dijera nuestro hijo. Dada la
situación, decidí no entregarle al niño para que lo retirara, pero sí le ofrecí que lo visitara bajo mi
supervisión, a lo que Pablo López accedió, lo que deja entrever que reconoce cierta plausibilidad
en lo referido por el menor. Esta forma de visitas se verificó una sola vez, el día domingo 9 de
diciembre, por cuanto se había conversado previamente realizar la visita ese día y no el sábado,
como correspondía. En el marco de la referida visita nos dirigimos a un mall, lugar donde el niño
tuvo una crisis, teniendo una erección y señalando que “no quería ese pene”, que ese “pene estaba
malo”. Le hice ver a Pablo que estas crisis se estaban presentando con cierta regularidad, pero
éste no le dio importancia alguna ni manifestó apoyo hacia el niño.

5.- La primera semana de diciembre, Simón volvió a decir cosas de connotación sexual,
mencionando esta vez también a la parvularia del establecimiento educacional donde asiste. Acudí
a conversar con la Directora y, acto seguido, me dirigí a Fiscalía, interpuse denuncia por abuso
sexual impropio el día 6 de diciembre, RUC 1201214141-4, quedando la fiscal Claudia Barraza a
cargo de la investigación. Sin embargo, en circunstancias que Simón siguió diciendo cosas sobre
los genitales y de connotación sexual, pero refiriéndose únicamente a su papá y abuelo paterno, al
día siguiente (7 de diciembre) volví a Fiscalía para ampliar la denuncia a estas personas. No
existiendo más antecedentes en relación con la parvularia, y acotando el menor sus dichos sólo a
su papá y abuelo, la Fiscal me indicó que centraría la investigación en relación con ellos.
Acompañaré copia de la carpeta investigativa apenas me sea entregada, toda vez que ya presenté
una solicitud de entrega de copias en Fiscalía.

6.- La mala relación entre la abuela materna y Pablo López me obligó a indicarle a este último que
no podía volver a mi domicilio. Se le avisó que la semana del 10 de diciembre el niño iría al
consultorio, a una hora al psicólogo, pero que como iría yo y mi mamá (abuela materna de Simón),
por favor no asistiera para evitar altercados. Pablo López no hace caso y fue a mi domicilio; pese a
ello se le hizo pasar y se le explicó que, por una parte, no se hablaría más del tema frente al niño y,
por otra, que había que esperar a que todo fuera investigado por Fiscalía, toda vez que Simón
hablaba de la casa paterna y de su papá. Pablo López dijo que entendía.

7.- Llamé a Pablo para averiguar la dirección del abuelo paterno, porque me lo había pedido
Fiscalía, ante lo cual Pablo López reaccionó asustado, preguntando si el niño había hablado más
cosas. Éste no la entregó, y tuvo que llamarlo Fiscalía para que lo hiciera. Él comenzó a insistirme
que quería ir a mi domicilio a conversar, pero le hice ver que ello no era conveniente, para evitar
discutir el asunto frente a Simón. No obstante, Pablo llamó a casas vecinas para averiguar si había
gente en el hogar materno. Se presenta el día jueves 13 de diciembre, no siendo día de visitas,
pero nadie salió a abrir, ante lo cual se dirige a Carabineros a dejar una constancia señalando que
“había ido para ver la salud del niño”, lo que no es cierto por cuanto sólo se desesperó y quiso ir
cuando supo que Fiscalía estaba involucrada en el tema, investigando. Con posterioridad remitió
dicha constancia en una presentación que efectúa ante los juzgados de familia, el día martes 18 de
diciembre. Asimismo, en este escrito acompaña otra constancia, realizada el día sábado 15 de
diciembre, en la cual reconoce expresamente haber hecho un escándalo fuera de mi casa.

8.- El día viernes 14 de diciembre, comparecí personalmente ante el juzgado de familia,


acompañando los antecedentes de la investigación que inició Fiscalía, para solicitar la suspensión
del régimen de relación directa y regular, explicando detalladamente la situación a fin de demostrar
que la petición efectuada y la negativa de entregar al niño sin su supervisión, lo que se materializó
el día sábado 15, no son decisiones antojadizas ni caprichosas, sino razonadas y meditadas, cuyo
único norte es el bienestar del niño, esto es, su interés superior.

9.- El día sábado 15 de diciembre Pablo López se acercó a mi domicilio, esperándome en las
cercanías cuando me dirigía a mi trabajo, increpándome y gritándome que quería que le
entregara al niño, amenazándome incluso de muerte si no me lo entregaba. Ello motivó que la
autoridad librara una medida de protección a mi favor. La conducta de Pablo se volvió totalmente
irracional: empezó a hacer escándalo fuera de mi casa, gritaba que mi familia y yo le metíamos
cosas en la cabeza al niño, que lo tenían secuestrado e incluso rompió un carro que utilizo para
llevar mis cosas de trabajo.

10.- El niño ha presenciado varios de los escándalos que hace su papá Pablo López,
situación que a éste le da exactamente igual o, si no, no lo haría, sería más prudente o tendría más
cuidado. Simón se asustó mucho, lloraba y tiritaba. Le hice presente a Pablo que si seguía con esa
actitud, iba a perder las visitas con el niño. Su descontrol llegó a tal nivel que intentó golpear a mi
mamá, la abuela paterna de Simón. Carabineros se hizo presente, luego que tanto yo y Pablo
López los llamáramos, explicándoles lo sucedido y el por qué no se le entregaba al niño a su papá.
Aproveché de recordar la suspensión de visitas solicitada ante el juzgado de familia y me dirigí a la
Comisaría, a colocar la pertinente denuncia, que se envió a Fiscalía. Por su parte, Pablo colocó el
incumplimiento de visitas.

11.- Durante cinco sábados seguidos se ha repetido la misma situación. Pablo va a mi domicilio
acompañado de amigos y familiares, hostigando a mi familia, gritándonos desde la calle, sin
importarle que los vecinos se enteren de todo y grabando con la única finalidad de intimidar a
quienes moramos en Cerro La Pirámide N° 10430, La Florida. No conforme con ello, el sábado 29
de diciembre Pablo López fue a hacer escándalo al frente de mi casa, donde vive una tía y mis
primos. Ante la serie de insultos proferidos por Pablo López a mi tía, uno de los hijos de ella (mi
primo), lo encaró y golpeó. Después de todo lo sucedido, Pablo López hipócritamente denuncia
que lo amenazan a él, concurriendo a tribunales a informar que desconoce el por qué no se le
permite cumplir el régimen de relación directa y regular, en circunstancias que desde que noté el
cambio en la conducta de Simón le hice presente que lo mencionaba junto con las referencias de
connotación sexual que se han hecho habituales en el menor. Demuestra su mala fe el padre, por
lo demás, al señalar que las amenazas y el golpe de que fue objeto las recibió en mi domicilio,
cuando lo cierto es que desde mi domicilio nadie quiso salir a la calle, precisamente para evitar
incidentes, ocurriendo éstos en la casa del frente, donde vive mi tía con mis primos.

12.- El niño me señala que la tía Tala, hermana de Pablo López, también le hacía cosas, lo que fue
oportunamente expuesto a Fiscalía, que sigue con la investigación, donde incluso existe un video
del niño señalando explícitamente los hechos delictivos de los que habría sido víctima, esto es, de
las situaciones acaecidas en el hogar paterno. En efecto, el 24 de diciembre entregué un video en
Fiscalía donde Simón explica lo que vivió en el hogar de su papá, explícitamente, recreando que
éste le habría introducido el pene en la boca, bajándose el pantalón incluso, y el 4 de enero
entregué ante la misma institución un cd de audio donde el niño relata estos mismos hechos.

13.- En todo momento he estado llana a explicar la razón del por qué no entrego el niño a
Pablo López. Lo he señalado ante tribunales, Fiscalía y Carabineros. Pablo López incluso ha
llegado al descaro de señalar que escucha al niño llorar desde la calle, y que eso se debe a que
éste lo extraña y quiere verlo, cuando es del todo ilógico que un niño vea a su progenitor haciendo
un escándalo en plena vía pública, gritando, gesticulando, insultando, y quiera compartir con la
persona que despliega dicho comportamiento. Por el contrario, lo racional es que el menor llora
porque se asusta al ver a una persona haciendo escándalo frente a su casa.

14.- Dadas las amenazas de muerte que Pablo López ha proferido en mi contra, se libró una
medida de protección para mantenerlo alejado de mi casa. Sin embargo, dicha medida contempla
una excepción, esta es, que queda sin efecto los días sábados de 10.00 a 20.00 horas, para que él
concurra a mi domicilio a buscar a Simón. La mencionada excepción se debe a que Pablo López
también pidió una medida de protección cuando tuvo el incidente al frente de mi casa, con mi tía y
mis primos, pero dando mi domicilio, con la clara intención de hacer parecer a mi y a mi familia
como personas violentas, en circunstancias que de mi casa no salió nadie a la calle, como se dijo,
para evitar cualquier tipo de altercado.

15.- De lo expuesto fluye que es absolutamente necesario e imprescindible suspender el


régimen de visitas, a lo menos mientras dura la investigación, esto es, mientras se aclara lo
sucedido. Sólo de esta manera es posible garantizar la seguridad del niño, que no sólo se ha visto
vulnerada por los sucesos acaecidos en el hogar paterno, los cuales han significado un tremendo
cambio en la conducta del menor, y por los hechos que acontecen sábado a sábado frente a la
casa materna, donde Pablo López abusa de la posibilidad de acercarse a mi domicilio, a sabiendas
que existen motivos sumamente plausibles para evitar que se acerque al niño, alterando el orden
público sin importarle las nefastas consecuencias que ello acarrea en Simón, quien observa todo lo
que sucede con mucho miedo y temor. El padre, más que preocuparse del bienestar del niño, sólo
se interesa en mostrarse como víctima, recalcando que no tiene idea de por qué no le permiten
tener contacto con su hijo, en circunstancias que desde la primera vez que el niño mencionó algo
en relación con él, lo busqué para conversar y aclarar el tema. A mayor abundamiento, en este
tiempo en que ha estado alejado de su padre, Simón no ha manifestado extrañarlo, ni pregunta
donde está o por qué no lo ha visto.

EL DERECHO

El artículo 229 del Código Civil prescribe “El padre o madre que no tenga el cuidado
personal del hijo no será privado del derecho ni quedará exento del deber, que consiste en
mantener con él una relación directa y regular, la que ejercerá con la frecuencia y libertad
acordada con quien lo tiene a su cargo, o, en su defecto, con las que el juez estimare conveniente
para el hijo.

“Se suspenderá o restringirá el ejercicio de este derecho cuando manifiestamente


perjudique el bienestar del hijo, lo que declarará el tribunal fundadamente”.

Lo anterior se ve corroborado y desarrollado por el artículo 48 inciso 5º de la Ley de


Menores, Nº 19.618, que dispone “Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso anterior, la suspensión
o restricción del ejercicio del derecho por el tribunal procederá cuando manifiestamente perjudique
el bienestar del hijo. Si se acompañan antecedentes graves y calificados que lo justifique, podrá
accederse provisionalmente a la solicitud. La resolución del tribunal deberá ser fundada y, cuando
sea necesario para su adecuado cumplimiento, podrá solicitarse que se ponga en conocimiento de
los terceros que puedan resultar involucrados, como los encargados del establecimiento
educacional en que estudie el menor”. En efecto, en el caso de autos, estamos precisamente frente
a la hipótesis que establecen las normas comentadas, puesto que los hechos, denunciados
oportunamente ante el Ministerio Público y que motivaron el inicio de una investigación en dicha
sede, son de suma gravedad, viéndose perjudicado mi hijo, Simón, en su bienestar si se permite a
su padre ejercer el régimen de relación directa y regular vigente. Resulta de toda lógica que,
mientras no se hayan esclarecido los hechos materia de la investigación en Fiscalía, Pablo López
no tenga contacto con su hijo. Cabe recordar en este aspecto el artículo del Código Procesal
Penal, un sujeto tiene la calidad de imputado “…desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra…”.

Por otra parte, el artículo 13 inciso 1º de la Ley de Tribunales de Familia, Nº 19.968, señala
“Actuación de oficio. Promovido el proceso y en cualquier estado del mismo, el juez deberá adoptar
de oficio todas las medidas necesarias para llevarlo a término con la mayor celeridad. Este
principio deberá observarse especialmente respecto de medidas destinadas a otorgar protección a
los niños, niñas y adolescentes y a las víctimas de violencia intrafamiliar”. Tratándose de un niño
de apenas 3 años y 7 meses, se hace más urgente que el tribunal acceda a la presente solicitud,
con la vista únicamente en su interés superior y debida protección. Si la norma menciona que la
actuación de oficio procede tratándose de violencia intrafamiliar, con mayor razón tiene lugar
tratándose de ilícitos penales.
Asimismo, el artículo 22 incisos 1º y 2º de la Ley de Tribunales de Familia, Nº 19.968,
establece “Potestad cautelar. Sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales, en cualquier etapa
del procedimiento, o antes de su inicio, el juez, de oficio o a petición de parte, teniendo en cuenta
la verosimilitud del derecho invocado y el peligro en la demora que implica la tramitación, podrá
decretar las medidas cautelares conservativas o innovativas que estime procedentes. Estas
últimas sólo podrán disponerse en situaciones urgentes y cuando lo exija el interés superior del
niño, niña o adolescente, o cuando lo aconseje la inminencia del daño que se trata de evitar.

“Las medidas cautelares podrán llevarse a efecto aun antes de notificarse a la persona
contra quien se dicten, siempre que existan razones graves para ello y el tribunal así lo ordene
expresamente. Transcurridos cinco días sin que la notificación se efectúe, quedarán sin valor las
diligencias practicadas. El juez de familia podrá ampliar este plazo por motivos fundados”. A fin de
demostrar la verosimilitud de la solicitud contenida en esta presentación, es que se acompañan los
documentos con que contamos hasta el momento, a los que añadiré, como se expresó en el punto
5.- de LOS HECHOS, los que el Ministerio Público me vaya facilitando, a fin de mantener al tribunal
al tanto de lo que acontece por la cuerda penal, todos los cuales refuerzan la plausibilidad de lo
aquí desarrollado y solicitado.

Finalmente, no puede dejarse de lado la Convención sobre los Derechos del Niño,
incorporada en nuestro ordenamiento interno por el DS Nº 830, de 1990, del Ministerio de
Relaciones Exteriores y de rango constitucional en virtud del artículo 5º inciso 2º de la Carta
Fundamental. Además de consagrar el principio del interés superior del niño en su artículo 3º Nº 1,
idea que la Ley de Tribunales de Familia recoge expresamente en su artículo 16, la Convención en
comento establece, en su artículo 19, “1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda
forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación,
incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.

“2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos


eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia
necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la
identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación
ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda, la intervención
judicial”. En la especie, la suspensión del régimen de relación directa y regular es imprescindible y
absolutamente necesaria, como medida mínima para cautelar los derechos de mi hijo, Simón,
atendida la entidad de los hechos materia de la investigación en Fiscalía.

POR TANTO,

Según lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 5º inciso 2º de la Constitución Política de la


República, 229 del Código Civil, 48 de la Ley Nº 19.618, 13 y 22 de la Ley Nº 19.968, y 3º y 19 de
la Convención sobre los Derechos del Niño, y demás que resulten pertinentes,
Solicito a S.S.: Ordene la suspensión del régimen de relación directa y regular establecido entre
Pablo Andrés López Cáceres, ya individualizado, y Simón Pablo López Hermosilla, mientras se
esclarecen los hechos que son materia de la investigación RUC 1201214141-4, llevada por la
Fiscalía Local La Florida en contra del primero, por el delito de abuso sexual impropio.

PRIMER OTROSÍ: Sírvase su S.S. tener por acompañados los siguientes documentos:

- Copia de Formulario de Solicitud de la Fiscalía Región Metropolitana Oriente La Florida, de 7 de


diciembre de 2013, con el timbre de la Fiscalía Local La Florida, mediante la cual aporto
antecedentes a la investigación RUC 1201214141-4.

- Copia de Formulario de Solicitud de la Fiscalía Región Metropolitana Oriente La Florida, de 13 de


diciembre de 2012, con el timbre de la Fiscalía Local La Florida, mediante la cual aporto
antecedentes a la investigación RUC 1201214141-4.

- Copia de Formulario de Solicitud de la Fiscalía Región Metropolitana Oriente La Florida, de 24 de


diciembre de 2012, con el timbre de la Fiscalía Local La Florida, mediante la cual aporto
antecedentes a la investigación RUC 1201214141-4.

- Copia de Constancia de la 36va. Comisaría de La Florida, de 31 de diciembre de 2012, que da


cuenta de las razones por las cuales no se entregó al menor Simón López a su padre Pablo López
los días sábados 15, 22 y 29 de diciembre, y de los escándalos que éste último efectúa fuera de mi
domicilio.

- Copia de la Medida de Protección, de 31 de diciembre de 2012, dirigida por la Fiscalía Local La


Florida a la 36va. Comisaría de La Florida, decretada a favor de mi persona, María José Hermosilla
Courbis.

- Constancia de la 36va. Comisaría La Florida, de 12 de enero de 2013, motivo “Régimen de visita”,


que da cuenta de las razones por las cuales no se entregó al menor Simón López a su padre Pablo
López en esa fecha.

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