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::: José: Un Modelo De Integridad (Génesis 39-7-16)

En la Biblia podemos tomar la vida de José, hijo de Jacob, como un


modelo de integridad, porque en él se ven reflejadas con claridad varias
de las características de ella.
Génesis 39:7-16 dice: Sucedió después de estas cosas que la mujer de su
amo miró a José con deseo y le dijo: Acuéstate conmigo. Pero él rehusó y
dijo a la mujer de su amo: Estando yo aquí, mi amo no se preocupa de
nada en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que posee. No hay nadie
más grande que yo en esta casa, y nada me ha rehusado excepto a ti,
pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad
y pecar contra Dios? Y ella insistía a José día tras día, pero él no accedió
a acostarse con ella o a estar con ella. Pero sucedió un día que él entró
en casa para hacer su trabajo, y no había ninguno de los hombres de la
casa allí dentro; entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate
conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera. Y
cuando ella vio que él había dejado su ropa en sus manos y había huido
afuera, llamó a los hombres de su casa y les dijo: Mirad, nos ha traído un
hebreo para que se burle de nosotros; vino a mí para acostarse conmigo,
pero yo grité a gran voz. Y sucedió que cuando él oyó que yo alzaba la voz
y gritaba, dejó su ropa junto a mí y salió huyendo afuera. Y ella dejó junto
a sí la ropa de él hasta que su señor vino a casa (énfasis agregado).
José fue un hombre íntegro y su historia puede ayudarnos a
entender bien lo que se requiere para mantener la integridad.
1-. Mantener La Integridad Requiere Dominio Propio. En el versículo ocho
vemos cómo José no accedió a la invitación que le estaba haciendo la
mujer de Potifar; esto requirió Dominio Propio y firmeza de su parte.
2-. Mantener La Integridad Requiere Responsabilidad. José escuchó la
invitación, y la rechazó, pues él era consciente de la responsabilidad que
su amo había dejado en sus manos de cuidar de su casa y de todo
cuanto era suyo, lo cual incluía también a la esposa de Potifar. El sentido
del deber le decía a José que él no podía hacerle eso a su amo.
3-. Mantener La Integridad Requiere Temor De Dios. José estaba al
mando de la casa de Potifar, y en ausencia de este nadie tenía mayor
autoridad que José. Sin embargo, no fue solo su sentido de
responsabilidad para con Potifar lo que lo mantuvo firme ante la prueba,
sino que José sabía que había un Dios santo cuyo estándar moral él
deseaba honrar: ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y
pecar contra Dios? (v. 9). El temor reverente a Dios es lo que nos va a
ayudar a mantenernos firmes ante la tentación.
4-. Mantener La Integridad Requiere Poner Límites. Nada le había sido
negado a José de la casa de Potifar, excepto su esposa. Había un límite
puesto de antemano, de manera que, a pesar de la insistencia de la
mujer, que según el versículo 10 era día tras día, José no accedió a estar
con ella. Y esto es una gran enseñanza: las decisiones morales deben
tomarse con antelación, no en el momento de la tentación.
5-. Mantener La Integridad Requiere Huir De La Tentación. Muchas veces
pecamos porque no sabemos reconocer nuestra debilidad y salir
corriendo cuando vemos que la prueba se nos acerca. Nos creemos más
fuertes de lo que en verdad somos y nos sentamos a coquetear con el
pecado, pensando siempre que no nos dominará. Pero salir corriendo
ante la tentación no es una muestra de debilidad, sino de fortaleza. Se
requiere mucho valor para huir de la tentación.
6-. Mantener La Integridad Requiere Pagar Un Precio. En el caso de José,
el precio fue ser encarcelado de manera injusta (Gén. 39:19-20). No
siempre sabremos cuál será el costo que terminaremos pagando por
nuestra integridad, pero, si queremos vivir de manera íntegra, tenemos
que reconocer que habrá un precio que pagar y debemos estar
dispuestos a pagarlo sin importar qué tan alto sea.

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