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ROBO.

VIOLENCIA FÍSICA EN LAS PERSONAS: Privación ilegítima de la


libertad.

Con respecto a la "violencia física en las personas", en tanto elemento del tipo de la figura
del robo (art. 164 C.P.), las privaciones de libertad, en la medida en que ellas han
constituido precisamente la forma de obligar a soportar la consumación o de impedir la
persecución y recuperación de la cosa o la detención del culpable, resultan absorbidas por
aquella figura. En cambio, si esos atentados a la libertad ambulatoria que importa el
despliegue de la violencia en las personas exceden las exigencias propias del logro de tales
finalidades, la conducta desplegada por el autor debe analizarse bajo la óptica del concurso
real de delitos (art. 55 C.P.). Es que la privación de libertad que queda comprendida en el
concepto de violencia, es aquella tendiente a anular la resistencia de la víctima y que no se
prolonga más allá del tiempo necesario para su facilitación, consumación o impunidad.

T.S.J., Sala Penal, Sent. nº 13, 24/03/2004, "Carrizo, Darío Germán p.s.a. robo, etc.
-Recurso de Casación-" (Dres. Cafure, Tarditti, y Rubio).

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SENTENCIA NUMERO: TRECE

En la ciudad de Córdoba, a los veinticuatro días del mes de marzo de dos mil cuatro,

siendo las once horas, se constituyó en audiencia pública la Sala Penal del Tribunal Superior

de Justicia, presidida por la señora Vocal doctora María Esther Cafure de Battistelli, con

asistencia de los señores Vocales doctores Aída Tarditti y Luis Enrique Rubio, a los fines de

dictar sentencia en los presentes autos caratulados "Carrizo, Darío Germán p.s.a. robo,

etc. -Recurso de Casación-" (Expte. "C", 47/02), con motivo del recurso de casación

interpuesto por el Dr. Carlos J. Martínez Cherini, en representación del acusado Darío

Germán Carrizo, en contra de la sentencia número cuarenta y siete, de fecha cuatro de julio

de dos mil dos, dictada por la Cámara Criminal y Correccional de la ciudad de Río Tercero

(Provincia de Córdoba).

Abierto el acto por la Sra. Presidente se informa que las cuestiones a resolver son las

siguientes:

1º) ¿Han sido erróneamente aplicados los arts. 55 y 142 inc. 1ro. del C.P., con

relación al nominado "Primer Hecho"?.

2°) ¿Qué resolución corresponde dictar?.

Los señores Vocales emitirán sus votos en el siguiente orden: Dres. Aída Tarditti,

María Esther Cafure de Battistelli y Luis Enrique Rubio.

A LA PRIMERA CUESTION:

La señora Vocal, doctora Aída Tarditti, dijo:

I. Por sentencia número cuarenta y siete, de fecha cuatro de julio de dos mil dos, la

Cámara Criminal y Correccional de la ciudad de Río Tercero (Provincia de Córdoba), en lo

que aquí concierne, resolvió declarar que Darío Germán Carrizo es co-autor responsable de

los hechos calificados como robo reiterado -dos hechos- en concurso real, y privación

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ilegítima de la libertad calificada reiterada -cuatro hechos- en concurso real (nominado

primer hecho), robo calificado por el uso de armas reiterado -dos hechos- en concurso real

(nominado segundo hecho), y robo calificado por el uso de armas reiterado -tres hechos- en

concurso real (nominado tercer hecho), todo en concurso real (arts. 45, 164, 142 inc. 1ro.,

166 inc. 2do., 1er. sup., y 55 C.P.), y le impuso la pena de siete años de prisión, con

accesorias de ley y costas (arts. 5, 9, 12, 23, 29 inc. 3ro. C.P.; 550 y 551 C.P.P.)(ver fs. 384

vta. y 385).

II. El Dr. Carlos J. Martínez Cherini, en representación del acusado Darío Germán

Carrizo, invocando el motivo sustancial de casación (art. 468 inc. 1ro. C.P.P.), se agravia de

la sentencia de marras, por entender que el tribunal a quo ha aplicado incorrectamente la ley

sustantiva, al haber calificado el nominado primer hecho, como privación ilegítima de la

libertad calificada reiterada (cuatro hechos) en concurso real (arts. 142 inc. 1ro. y 55 C.P.),

siendo que dicha conducta debió haberse encuadrado en la figura del robo simple reiterado

-dos hechos- (art. 164 C.P.), puesto que no constituyó un accionar independiente de dicho

delito, sino la violencia empleada por su cliente en la fase final del iter criminis del robo, es

decir, durante la consumación y a los fines de lograr la impunidad del mismo (ver fs. 389 a

390).

III.1. En lo que aquí concierne, el tribunal a quo dejó fijado el nominado "Primer

Hecho" del siguiente modo: "Que entre las 16:30 horas del día cinco de noviembre de dos

mil uno y las 10:00 horas del día seis del mismo mes y año, los imputados Darío Germán

Carrizo, Pedro Rafael Trejo y Víctor Hugo Carrizo..., se hacen presentes a bordo de un

vehículo marca Ford Ranchera color verde claro, con partes negro, sin dominio, frente al

campo, propiedad de Lanza Castelli, ubicado en el Paraje El Durazno, a dos kilómetros al

sur del Río del Durazno, y a unos seis kilómetros de la localidad de Yacanto, Departamento

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Calamuchita, en donde previo cortar una cadena del portón de ingreso, acceden, siempre a

bordo del vehículo, al predio mencionado. Una vez en el lugar ingresan a dos cabañas (una

de piedra y otra de madera) y un galpón existentes en el lugar, debiendo para ello romper

un vidrio de una ventana (en la cabaña de piedra), un vidrio en la puerta de ingreso (en la

de madera), y violentar el ojo del pasador que se encontraba con candado (en el galpón),

lugares de donde se apoderaron en forma ilegítima de una carabina calibre 22 largo FM,

dos generadores marca Honda, dos motosierras, dos cajas de herramientas, avíos de pesca,

un GPS, dos equipos de comunicación Motorola, cuchillos, utensilios de cocina y ropas

varias, elementos éstos que cargaron en la camioneta intentando alejarse del lugar, no

logrando su cometido, dado que no pudieron subir la cuesta del arroyo con el vehículo.

Que, así las cosas, siendo aproximadamente las 10:00 horas, se hacen presentes en el lugar

Juan Carlos Drachenberg, Daniel Silvero y Walter Romero (empleados de Lanza Castelli),

acompañados por Sergio Lo Presti, en el camión marca Chevrolet 15190, ingresando al

campo por la tranquera, la cual ya se encontraba sin la cadena y el candado, los cuales

luego de llegar frente a una de las cabañas descienden del camión, siendo sorprendidos en

esos momentos por los imputados, que se habían escondido en la misma, los cuales

portando armas (el prófugo Víctor Hugo Carrizo la carabina cal. 22 y Darío Germán

Carrizo y Pedro Rafael Trejo sendos cuchillos) los obligan bajo amenazas a ingresar a una

habitación destinada a monturero en donde Trejo y Darío Carrizo proceden a atarlos de

pies y manos con alambres de fardo y a amordazarlos con trapos, a excepción de

Drachenberg que, para que colaborara a sacar la camioneta, fue conducido, siempre

amenazado con los cuchillos por Trejo y Darío Carrizo hacia el lugar en donde se

encontraba la misma con los elementos sustraídos, quedando el prófugo Víctor Hugo

Carrizo custodiándolos; que luego de unas horas, y ante la imposibilidad de sacar el

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rodado menor de la cuesta del arroyo, vuelve el incoado Darío Germán Carrizo, y son

trasladados, siempre amenazados con el cuchillo y la carabina, Lo Presti, Romero y Silvero

a donde se encontraba Drachenberg con Trejo, intentando nuevamente desatascar la

camioneta, pero con resultado negativo..." (ver fs. 362 vta. a 363 y 381).

2. Luego, al abordar la cuestión relativa a la calificación legal del hecho bajo examen,

el tribunal de mérito justificó la subsunción de un tramo del mismo en la figura del art. 142

inc. 1ro. del C.P., en que "...los acusados (siempre actuando conjuntamente con el prófugo

Víctor Carrizo), varias horas después de cometer los delitos contra la propiedad referidos

y para lograr el fin propuesto, impidieron la libertad ambulatoria y de movimiento

corporal e igualmente les impusieron determinados desplazamientos a cuatro personas que

llegaron al lugar (Drachenberg, Silvero, Romero y Lo Presti), empleando violencias y

amenazas..." (ver fs. 381 vta. - lo resaltado es nuestro).

IV. De la lectura del agravio bajo examen, se advierte que su meollo consiste en que

el tribunal de juicio habría calificado erróneamente las conductas llevadas a cabo por los

acusados en contra de Juan Carlos Drachenberg, Daniel Silvero, Walter Romero, y Sergio

Lo Presti, a saber: el haberlos obligado a tres de ellos, bajo amenazas mediante cuchillos y

un arma de fuego, a ingresar a una habitación de una cabaña, maniatarlos y amordazarlos,

mientras obligaban a Drachenberg a desatascar la camioneta en donde estaban cargados los

efectos sustraídos a los Lanza Castelli; y más tarde, haberlos conducido, también bajo

amenazas mediante las aludidas armas, para que ayudaran a Drachenberg y a Trejo a

desatascar la camioneta.

Al respecto, refiere que el a quo consideró a dicho accionar como un hecho

independiente del robo perpetrado varias horas antes en contra de los Lanza Castelli, siendo

que el mentado obrar constituye la violencia empleada para consumar dichos

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desapoderamientos, y para lograr su impunidad, por lo cual el suceso criminoso sólo debió

haber sido encuadrado en la figura prevista por el art. 164 del C.P., y no también en

concurso real con la de privación ilegítima de la libertad calificada (arts. 55 y 142 inc. 1ro.

C.P.).

Sobre el tema recién enunciado, esta Sala, con idéntica integración, ya ha tenido

oportunidad de expedirse (en "Ruarte", S. nº 29, 28/4/2000; y en "Torres", S. nº 63,

23/8/2002), por lo cual resulta pertinente reiterar lo allí sostenido.

1. Al analizar la "violencia física en las personas", en tanto elemento del tipo de la

figura del robo (art. 164 C.P.), la doctrina nacional ha sido conteste en sostener que "...las

privaciones de libertad, en la medida en que ellas han constituido precisamente la forma de

obligar a soportar la consumación o de impedir la persecución y recuperación de la cosa

o la detención del culpable", resultan absorbidas por aquella figura (Soler, Sebastián,

"Derecho Penal Argentino", IV, TEA, Buenos Aires, 1970, p. 255; en sentido semejante,

Núñez, Ricardo C., "Derecho Penal Argentino", V, EBA, 1967, p. 226; Laje Anaya, Justo -

Gavier, Enrique A., "Notas al Código Penal Argentino", Lerner Editora Córdoba, 1995,

nota 20 al art. 164, p. 311; Sánchez Freytes, Alejandro, Robo, en "Estudio de las figuras

delictivas", II-A, Advocatus, Córdoba, 1994, p. 67).

Dicha intelección nos permite inferir, a fortiori, que cuando esos atentados a la

libertad ambulatoria que importa el despliegue de la violencia en las personas exceden las

exigencias propias del logro de tales finalidades, la conducta desplegada por el autor debe

analizarse bajo la óptica del concurso real de delitos (art. 55 C.P.).

Es que la privación de libertad que queda comprendida en el concepto de

violencia, es aquella tendiente a anular la resistencia de la víctima y que no se prolonga

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"más allá del tiempo necesario para su facilitación, consumación o impunidad"

(Sánchez Freytes, Alejandro, op. y p. cit.).

Horacio Baquero Lascano, quien procuró sentar las bases para la concurrencia

material de los delitos de robo y privación ilegítima de la libertad, señala de modo

semejante que aquélla se verifica "cuando el agravio sufrido por el sujeto pasivo del delito,

constituyó un plus, es decir que se excedió por su propia naturaleza al marco de la necesidad

-en la especie asegurar la impunidad para el autor- revelando en el dolo del justiciable

otra finalidad, no limitada al menoscabo de la propiedad, sino ofender el bien jurídico

de la libertad" (Baquero Lazcano, Horacio J., "Robo y privación ilegítima de la libertad:

bases para su concurrencia material", publicado en "Semanario Jurídico", nº 644, del

18/6/1987, p. 6).

2. En autos, adelanto mi opinión de que le asiste la razón al recurrente.

En efecto, una atenta lectura al fallo en crisis revela que la principal razón esgrimida

por el a quo a efectos de concursar materialmente las figuras del robo simple y la privación

ilegal de la libertad calificada (arts. 55, 164 y 142 inc. 1ro. C.P.) fue que, cuando los

encartados atentaron contra la libertad ambulatoria de las víctimas, ya habían mediado

varias horas desde que los desapoderamientos se habían consumado. Concretamente, los

efectos pertenecientes a los Lanza Castelli ya habían sido sustraídos del interior de las

cabañas y del galpón, donde se encontraban, y habían sido trasladados y cargados en la parte

posterior de la Ford Ranchera.

Sin embargo, a partir de la postura de este Tribunal, arriba reseñada, se infiere el

yerro del tribunal de mérito, a saber: el no haber tenido en cuenta que la figura del robo

simple también absorbe aquellas violencias que, aún llevadas a cabo después de cometidos

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los desapoderamientos, resultaban necesarias para lograr la impunidad, siendo justamente

éste el supuesto fáctico acaecido en la presente causa.

En efecto, las referidas privaciones de libertad cometidas en perjuicio de Juan Carlos

Drachenberg, Daniel Silvero, Walter Romero, y Sergio Lo Presti sólo perseguían el claro

objetivo de anular su resistencia, y de desatascar la camioneta en donde estaban cargados los

objetos sustraídos, y así poder huir con los mismos, y -en definitiva- lograr la impunidad.

Repárese en que, tal como quedó fijada la plataforma fáctica, la conducción obligada,

primero de Drachenberg, y luego de Silvero, Romero, y Lo Presti, hacia la camioneta donde

estaban cargados los efectos sustraídos, fue efectuada a fin de que colaboraran a sacar a la

Ford Ranchera de la cuesta del arroyo. A su vez, el tiempo en que Daniel Silvero, Walter

Romero, y Sergio Lo Presti fueron atados de pies y manos y amordazados, a fin de impedir

que se opusieran al asalto, coincide con el lapso durante el cual Drachenberg intentaba, sin

éxito, desatascar el vehículo de los encartados.

Por último, cabe resaltar otra circunstancia fáctica, que confirma lo ya apuntado, en

cuanto a la ausencia de un plus ajeno a la violencia necesaria para lograr la impunidad por el

robo cometido. En efecto, luego de que los encartados consiguieron un vehículo apto para

huir del lugar con los efectos sustraídos (esto es, el automóvil de César Lanza Castelli), se

limitaron a asegurarse de que las víctimas no los siguieran (efectuando disparos

intimidatorios, y otros en contra de algunas cubiertas de los rodados que quedaban en el

lugar), sin efectuar conducta alguna tendiente a privarlas de su libertad ambulatoria (ver fs.

364 vta.).

En virtud de lo antedicho, comparto la conclusión del recurrente, en el sentido de que

las privaciones ilegítimas de la libertad sufridas por Drachenberg, Romero, Silvero, y Lo

Presti, en virtud de las circunstancias fácticas en torno de las cuales fueron cometidas, no

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excedieron de las violencias necesarias para que los partícipes en el robo a los Lanza

Castelli lograran su impunidad, revelando en el dolo de los justiciables una finalidad sólo

limitada al menoscabo de la propiedad, y no a ofender el bien jurídico de la libertad.

V. Sin embargo, cabe sostener que, una vez declarada abierta la competencia por la

vía del motivo sustancial de casación, este Tribunal tiene la potestad para brindar la

solución jurídica adecuada del caso bajo examen, aun valiéndose de argumentos distintos

de los esgrimidos por los impugnantes, siempre que deje incólumes los hechos fijados por el

Tribunal a quo en la sentencia de mérito y no se viole la prohibición de la reformatio in

peius -arts. 456 y 479 C.P.P.- (T.S.J., Sala Penal, "Nardi", S. 88, 19/10/2000; "Cuello", S.

39, 10/5/2001; "González", S. 66, 27/7/2001; "Sarsfield Novillo c/ Croce", S. 100,

2/11/2001; "Angioletti", S. 122, 27/12/2001 -entre otros-. Cfr. NUÑEZ, Ricardo C.,

"Código Procesal Penal", Lerner, Córdoba, 1986, p. 484, nota 2; BARBERA DE RISO,

María Cristina, "Manual de casación penal", Advocatus, Córdoba, 1997, pág. 23, 26 y 27).

En este sentido, cabe reparar en que el tribunal a quo dejó establecido que, a los fines

de lograr su impunidad, Darío Germán Carrizo, Pedro Rafael Trejo y Víctor Hugo Carrizo,

privaron de su libertad a Juan Carlos Drachenberg, Daniel Silvero, Walter Romero, y Sergio

Lo Presti, y que dicha violencia se llevó a cabo mediante el empleo de armas, a saber: el

prófugo Víctor Hugo Carrizo portaba una carabina cal. 22 -la que luego fue utilizada para

reventar dos neumáticos de los vehículos que quedaron en el lugar siniestrado-, y Darío

Germán Carrizo y Pedro Rafael Trejo blandían sendos cuchillos de caza, con mucho filo y

punta y hoja de acero, de 20 a 30 cms. de largo. Además, en el tramo final de los robos aquí

investigados, Pedro Rafael Trejo apuntó intimidatoriamente a las víctimas con un revólver

marca Smith & Wesson, cal. 357, cargado con seis proyectiles, y apto para disparar (ver fs.

363 a 364 vta., 381, y 382 a 383).

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Entonces, no cabe duda de que el suceso nominado como "Primer Hecho", debe

subsumirse en la figura de robo con uso de armas (art. 166 inc. 2do., 1er. sup., C.P.).

Sin embargo, corresponde mantener la pena impuesta a Darío Germán Carrizo, a fin

de no vulnerar la prohibición de la reformatio in peius (arts. 456 y 479 C.P.P.).

Así voto.

La señora Vocal, doctora María Esther Cafure de Battistelli, dijo:

La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden

correctamente la presente cuestión. Por ello adhiero a su voto, expidiéndome en igual

sentido.

El señor Vocal, doctor Luis E. Rubio, dijo:

Estimo correcta la solución que da la señora Vocal Dra. Aída Tarditti, por lo que adhiero a

la misma en un todo, votando en consecuencia, de igual forma.

A LA SEGUNDA CUESTION:

La señora Vocal, doctora Aída Tarditti, dijo:

I.1. A mérito del resultado de la votación que antecede, corresponde hacer lugar al

recurso de casación deducido la defensa del acusado Darío Germán Carrizo y, en

consecuencia, casar parcialmente la sentencia número cuarenta y siete, de fecha cuatro de

julio de dos mil dos, dictada por la Cámara Criminal y Correccional de la ciudad de Río

Tercero (Provincia de Córdoba), en cuanto resolvió declarar que Darío Germán Carrizo es

co-autor responsable de los hechos calificados como robo reiterado -dos hechos- en

concurso real, y privación ilegítima de la libertad calificada reiterada -cuatro hechos- en

concurso real (nominado primer hecho), robo calificado por el uso de armas reiterado -dos

hechos- en concurso real (nominado segundo hecho), y robo calificado por el uso de armas

reiterado -tres hechos- en concurso real (nominado tercer hecho), todo en concurso real

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(arts. 45, 164, 142 inc. 1ro., 166 inc. 2do., 1er. sup., y 55 C.P.), y le impuso la pena de siete

años de prisión, con accesorias de ley y costas (arts. 5, 9, 12, 23, 29 inc. 3ro. C.P.; 550 y 551

C.P.P.)(ver fs. 384 vta. y 385).

2. En su lugar, corresponde declararlo co-autor responsable de los hechos calificados

como robo calificado por el uso de armas, reiterado -dos hechos- en concurso real

(nominado primer hecho), robo calificado por el uso de armas, reiterado -dos hechos- en

concurso real (nominado segundo hecho), y robo calificado por el uso de armas, reiterado

-tres hechos- en concurso real (nominado tercer hecho), todo en concurso real (arts. 45, 166

inc. 2do., 1er. sup., y 55 C.P.), manteniendo la pena de siete años de prisión, con accesorias

de ley y costas, a él impuesta (arts. 5, 9, 12, 23, 29 inc. 3ro. C.P.; 456, 479, 550 y 551

C.P.P.).

II. Sin las costas de esta Sede, por el agravio aquí tratado (art. 550 y 551 C.P.P.).

Es mi voto.

La señora Vocal, doctora María Esther Cafure de Battistelli, dijo:

La señora Vocal preopinante da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden

correctamente la presente cuestión. Por ello adhiero a su voto, expidiéndome en igual

sentido.

El señor Vocal, doctor Luis E. Rubio, dijo:

Estimo correcta la solución que da la señora Vocal Dra. Aída Tarditti, por lo que

adhiero a la misma en un todo, votando en consecuencia, de igual forma.

En este estado, el Tribunal Superior de Justicia, por intermedio de la Sala Penal,

RESUELVE: Hacer lugar al recurso de casación deducido la defensa del acusado Darío

Germán Carrizo, y en consecuencia:

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I) Casar parcialmente la sentencia número cuarenta y siete, de fecha cuatro de

julio de dos mil dos, dictada por la Cámara Criminal y Correccional de la ciudad de Río

Tercero (Provincia de Córdoba), en cuanto resolvió declarar que Darío Germán Carrizo es

co-autor responsable de los hechos calificados como robo reiterado -dos hechos- en

concurso real, y privación ilegítima de la libertad calificada reiterada -cuatro hechos- en

concurso real (nominado primer hecho), robo calificado por el uso de armas reiterado -dos

hechos- en concurso real (nominado segundo hecho), y robo calificado por el uso de armas

reiterado -tres hechos- en concurso real (nominado tercer hecho), todo en concurso real

(arts. 45, 164, 142 inc. 1ro., 166 inc. 2do., 1er. sup., y 55 C.P.), y le impuso la pena de siete

años de prisión, con accesorias de ley y costas (arts. 5, 9, 12, 23, 29 inc. 3ro. C.P.; 550 y 551

C.P.P.)(ver fs. 384 vta. y 385).

II) En su lugar, declararlo co-autor responsable de los hechos calificados

como robo calificado por el uso de armas, reiterado -dos hechos- en concurso real

(nominado primer hecho), robo calificado por el uso de armas, reiterado -dos hechos- en

concurso real (nominado segundo hecho), y robo calificado por el uso de armas, reiterado

-tres hechos- en concurso real (nominado tercer hecho), todo en concurso real (arts. 45, 166

inc. 2do., 1er. sup., y 55 C.P.), manteniendo la pena de siete años de prisión, con accesorias

de ley y costas, a él impuesta (arts. 5, 9, 12, 23, 29 inc. 3ro. C.P.; 456, 479, 550 y 551

C.P.P.).

III) Sin las costas de esta Sede, por el agravio aquí tratado (art. 550 y 551

C.P.P.).

Con lo que terminó el acto que, previa lectura y ratificación que se dio por la

señora Presidente en la Sala de Audiencias, firman ésta y los señores Vocales todo por ante

mí, el Secretario, de lo que doy fe.

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Dra. María Esther CAFURE DE BATTISTELLI
Presidenta de la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia

Dra. Aída Lucía Teresa TARDITTI Dr. Luis Enrique RUBIO


Vocal del Tribunal Superior de Justicia Vocal del Tribunal Superior de Justicia

Dr. Wilfrido de Jesús Pérez


Secretario del Tribunal Superior de Justicia

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