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Vamos a empezar marcando nuestra línea de horizonte, recuerda que esta es donde se une
el cielo con la tierra, en este caso la línea va a estar donde se une el bosque con el suelo.
Ahora agrega los troncos y ramas aplicando un poco de presión a tu lápiz para que estos
sobresalgan de las hojas, recuerda que la luz viene de arriba, así que entre más nos
acerquemos a nuestra línea de horizonte en los extremos los valores deben ser más oscuros.
Ya que tenemos los trazos que definen las rocas en nuestro dibujo es momento de agregar
los valores, empieza por las rocas más lejanas, no olvides los trazos tridimensionales, sigue
la forma de cada objeto al aplicar el valor, así cuando apliques los valores sobre el agua esta
podrá separar estos dos objetos en nuestro dibujo.
Esto mismo debemos hacerlo con el agua, las rocas tienen trazos en su mayoría
horizontales, y el agua en cambio tiene trazos verticales, pero también observa como en
algunos lugares debemos dejar espacios en blanco, como si el agua se deslizara por algunas
rocas, y también al tener valores con más luz damos la sensación que el agua refleja la mayor
cantidad de luz.
Encontramos en nuestro dibujo que algunas rocas se reflejan en el agua, para conectar estos
dos objetos, debemos hacer un reflejo debajo de la roca, este lo hacemos siguiendo trazos
siguiendo la forma de la roca sobre el agua, pero con un valor más oscuro que el que usamos
con el agua.
Sigue haciendo la
corriente del agua,
recuerda observar bien
como esta cambia de
dirección para dar la
sensación de
movimiento, y de cuidar
los pequeños valores
claros sobre ella.
¡Y listo! no queda más que remarcar algunas sombras de los árboles que se encuentran
lejos, al igual que las rocas distantes, puedes hacer un repaso general para ver que mejorar.