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Fray Miguel Ángel Estupiñán Zafra, OFM.

Tolerancia y diálogo en Ramón Llull

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo central hacer un acercamiento a parte del
pensamiento del beato franciscano Ramón Llull y, a la vez, mostrar cómo puede haber en
su filosofía y teología un vestigio de diálogo y tolerancia entre las religiones, especialmente
entre los judíos, musulmanes y católicos. Este objetivo se llevará a cabo gracias a las
diversas investigaciones que se han realizado para rastrear una posible actualización del
pensamiento tolerante y fraterno de Ramón Llull para nuestros días.

Palabras Clave: Ramón Llull, diálogo, tolerancia, Dios, judíos, musulmanes, católicos,
Filosofía, Teología.

I. Ramón Llull: entre Filosofía y Teología

Hablar de la persona de Ramón Llull implica volcar nuestra mirada hacia la Edad Media,
más exactamente entre los años 1233 (fecha de su nacimiento en Palma de Mallorca,
España) y 1316 (fecha en que aproximadamente falleció en Túnez, África del Norte,
martirizado al evangelizar en el nombre de Dios). Ahora bien, innumerables historiadores
han querido recopilar su biografía y sus amplias obras, de las cuales se conocen muy pocas,
ya que, dado su contenido vanguardista para la época, muchos de sus escritos fueron
destruidos, incluso por la misma Iglesia. Sin embargo, actualmente algunos pioneros de la
espiritualidad franciscana del siglo XX han querido resaltar las características más
importantes del pensamiento llulliano; entre ellos, encontramos a dos figuras
representativas del franciscanismo como lo son Fray José Antonio Merino y Fray Francisco
Martínez Fresneda, quienes en el Manual de Teología Franciscana subrayan la importancia
del pensamiento de Ramón Llull, su versatilidad y capacidad para poner a dialogar la
Filosofía y la Teología.

En este sentido, Merino y Martínez Fresneda subrayan que con una vocación insólita para
conducir a los hombres a la verdad de la razón y a las fuentes auténticas de la Revelación,

1
Ramón Llull abrazó un proyecto de vida de hondas raíces franciscanas, a saber: luchar por
la plenitud de la vida desde su perspectiva cristiana abarcando la vecina cultura y religión
musulmana1. Además, según estos franciscanistas, los medios que emplea Llull, también
siguiendo a Francisco de Asís, son muy diferentes a los violentos que solía usar la
comunidad cristiana, es decir, la cultura como instrumento de la verdad para convertir y
convencer a los infieles, e instruir a los cristianos por el conocimiento de la lengua árabe 2.
Asimismo, Merino y Martínez Fresneda añaden que el propósito principal de Ramón Llull,
cosa que no fue bien vista por la Iglesia en su tiempo, fue lograr la adecuación de la razón a
la fe; en otras palabras, suscitar un diálogo permanente, fructífero y deliberativo entre la
Teología y la Filosofía. Al respecto Merino y Martínez Fresneda señalan:

“No valen las armas para conquistar a los pueblos y convertirlos a la única verdad – a la
vista está el fracaso de las cruzadas por la mayor potencia de los pueblos árabes -, sino
demostrar la verdad de la fe como Verdad absoluta de un Dios absoluto, en la que se
incluye el hombre y el mundo. Y a esto se dedica con todas sus fuerzas desde el paradigma
agustiniano y bonaventuriano medieval en el Arte Magna, como Buenaventura lo intenta
con el Ejemplarismo y Roger Bacon con la Ciencia, a fin de integrar los conocimientos
científicos, filosóficos y teológicos en una unidad indestructible y universal” (Merino y
Martínez Fresneda, 2004, pág., 51).
Es precisamente éste el sentido del presente escrito donde se busca identificar grosso modo
cómo Ramón Llull trata de poner en diálogo la filosofía y la teología de las tres grandes
religiones: musulmana, católica y judía. Lo hace exponiendo una historia en donde la razón
entra en relación con la fe y determina la lógica y la veracidad de los argumentos expuestos
por los protagonistas de la misma. Así la razón y la fe, para Llull, se relacionan
intrínsecamente y pueden permanecer unidas en relación al mismo objeto de estudio como
lo puede ser Dios.

II. Diálogo y Tolerancia: el núcleo de El Gentil y los tres sabios


Ahora bien, para los grandes investigadores de los posibles vestigios de diálogo y tolerancia
interreligiosa, como es el caso del profesor de Literatura Medieval de la Universidad de
Barcelona Joan Santanach3, se ha dicho, certeramente, que el diálogo llulliano no está
1
Merino, José Antonio y Martínez Fresneda, Francisco. (2004) “La Teología universitaria” En: Manual de
Teología Franciscana. Biblioteca de Autores Cristianos (B.A.C): Madrid, págs., 50-52.
2
Ibíd., pág., 51.
3
Joan Santanach y Suñol (Barcelona, 1.973) es filólogo, editor y profesor de la Universidad de Barcelona,
sección de literatura del Departamento de Filología Catalana, y coordinador del Editorial Barcino. Es,

2
exento de conflicto. La estancia en Bugía en 1307 y la actitud desafiante que el beato
adoptó, como también múltiples pasajes recogidos a lo largo de toda su producción,
evidencian que la confrontación forma parte del repertorio de posibilidades con el que Llull
afrontó el contacto con las religiones distintas de la Católica4.

Asimismo, Santanach subraya que la actuación de 1307, en la que en medio de la plaza


principal de la ciudad afirmó en voz alta la falsedad de la fe musulmana, fue una de las más
duras e intransigentes que se le conoce, pero responde a la convicción que Llull tenía de la
superioridad de la fe cristiana respecto al resto de confesiones. No en vano, uno de los tres
objetivos que se había marcado en el momento de su conversión a la penitencia fue
«escribir un libro contra los errores de los infieles», como recordaba, casi 50 años después,
en la Vita Coetanea5. Asimismo, un dato importante para comprender el objetivo de Lull, lo
señala Santanach con las siguientes palabras:

“Cuando Llull dictó su biografía a los monjes de la cartuja de Vauvert, en 1311, y después
de haber redactado no uno, sino un gran número de libros contra los errores de los infieles,
este convencimiento continuaba siendo fundamental en sus estrategias misioneras 6. Pero a
pesar de ello, según Santanach, algunos textos suyos, de tono menos combativo, e incluso
amable, han contribuido modernamente a crear una imagen de Llull que se aleja de la del
apologeta del cristianismo que acabo de esbozar, y que atribuye al mallorquín una actitud
mucho más conciliadora y tolerante hacia las creencias de los no cristianos de lo que los
datos históricos de que disponemos, y las propias obras que dejó escritas, nos permiten
presuponerle. En la difusión de esta visión, que es obvio que habría que matizar y revisar en
varios aspectos, ha ejercido un papel determinante una obra escrita durante los primeros
años de su producción, el Libro del gentil y de los tres sabios 7.” (Santanach, 2008, pág.,
375)

también, secretario académico del Departamento de Filología Catalana de la UB. En junio de 2015 se anunció
que sería el comisario del Año Llull 2016.
4
Santanach Joan, Sobre el Libro del Gentil y la coherencia doctrinal de Ramón Llull, en: Quaderns de la
Mediterrània = Cuadernos del Mediterráneo, ISSN 1577-9297, Nº. 9, 2008 (Ejemplar dedicado a: Ramón
Llull y el islam, el inicio del diálogo), págs. 374-376.
5
Ibíd., pág., 374.
6
Para la Vita Coetanea, véase A. Bonner (ed.), Obres selectes de Ramón Llull, vol. I, Palma de Mallorca,
Editorial Moll, 1989, pp. 3-54; y específicamente para la estancia en Bugía de 1307, el reciente catálogo de la
exposición Raimundus, christianus arabicus. Ramon Llull y el encuentro entre culturas, Barcelona, Instituto
Europeo del Mediterráneo, 2007.
7
La redacción de esta obra debe situarse en los años que van de 1274 a 1283, correspondientes al primer ciclo
artístico de la producción luliana. Para este texto, véase Ramon Llull, Llibre del gentil e dels tres savis,
edición crítica de Anthony Bonner, «Nova Edició de les Obres de Ramon Llull», vol. II, Palma de Mallorca,
Patronat Ramon Llull, 2001.

3
De esta manera, siguiendo el estudio de Santanach, en esta obra Llull plantea una ficción
narrativa en la que un gentil que no tiene ningún conocimiento sobre Dios, pero sí una
cierta formación filosófica; es adoctrinado por tres sabios, un judío, un cristiano y un
musulmán, que le justifican la necesaria existencia de la divinidad. Una vez el gentil se
declara convencido y consolado por esta creencia, al final del primer libro de la obra, los
sabios le aclaran, sin embargo, que la cosa no es tan sencilla, ya que ellos pertenecen a
religiones diferentes. Entonces, el gentil escucha las explicaciones que cada uno de los
sabios da de las propias creencias en los tres libros siguientes. Mientras uno de ellos expone
sus razones, los otros dos permanecen en silencio, y en ningún caso interrumpen o niegan
las afirmaciones del que habla; así, el único que formula preguntas para acabar de aclarar
aspectos que quizá son poco evidentes es el gentil –al que, en principio, debemos
considerar imparcial–. Al final, después de que los sabios le hayan explicado los artículos
principales de sus religiones respectivas, se niegan a escuchar cuál de las tres ha decidido
adoptar el gentil, para poder continuar sus discusiones sobre temas religiosos con la misma
cordialidad y amabilidad que han mostrado a lo largo de toda la obra. En este sentido, la
actitud respetuosa de los sabios y, sobre todo, el final del libro, abierto sólo en apariencia,
ha contribuido a crear una imagen de un Llull tolerante y dispuesto a aceptar las creencias
del otro si éste era capaz de demostrarlas.

Por otra parte, siguiendo el detallado recuento de la historia del Gentil y los tres sabios, nos
encontramos con que Llull centra sus esfuerzos en probar la necesidad de los dos dogmas
centrales del cristianismo –la Trinidad y la Encarnación de Jesucristo–, que sirven para
individualizarlo respecto a las demás confesiones 8. Asimismo, en el libro se puede apreciar
claramente que la intención de los sabios no es otra que defender razonablemente cada una
de sus religiones; Llull, en el Libro del Gentil de los tres sabios9 nos dice:

“Como! Dixo el gentil. ¿E non sodes todos tres una ley e en una creencia? Non ,
rrespondieron los sabios, ante somos diversos en creencias e en ley, ca el uno de nos otros
es judío, e el otro es cristiano, e el otro moro. ¿E qual de vos otros, dixo el gentil, es en
8
Para un análisis de la argumentación desarrollada en torno a la Trinidad en el Libro Del Gentil, en el que al
mismo tiempo se destaca la estrecha relación que hay en la obra entre elementos artísticos y literarios, véase
L. Badia, «Poesia i art al Llibre del gentil de Ramon Llull», en su Teoria i pràctica de la literatura en Ramon
Llull, Barcelona, Quaderns Crema, 1992, pp. 19-29.
9
Llull, Ramón. El libre del gentil e dels tres savis, edición de A. Bonner, Palma de Mallorca, 1993 (Nova
edició de les obres de Ramón Llull, vol 2). Edición latina: Raimundi Lulli Opera Omnia, edición de I.
Salzinger, vol 2, 21-114, Mainz, 1721 (reimpresa en Frankfurt, 1965).

4
mejor ley, o sy cada una de las leyes es verdadera? Cada uno de los tres sabios les
rrespondieron, e dixeron uno contra otro e cada uno loo su creencia e rreprehendie al otro
eso que creye. El gentil oyo e vio que los tres sabios se contrastavan. (Lull, Ramón. 1993,
El Libre del gentil e dels tres savis. Pág., 51).

Ahora bien, si nos detenemos en la argumentación, vemos que en el Gentil Llull no sólo
justifica la divinidad de Jesucristo, sino que introduce dudas, como no podía ser de otra
manera, en dos cuestiones que, como ya he indicado, había rechazado de plano en la
Doctrina pueril: la esperanza judía en el advenimiento del Mesías y el carácter profético de
la figura de Mahoma. Al hablar sobre el advenimiento del Mesías, en el segundo libro de la
obra, el sabio judío justifica la situación de subordinación y cautividad que sufría su pueblo
en el siglo XIII por su amor a Dios; Dios, a su vez, se apiadaría de ellos y les enviaría al
Mesías para que los sacara de la cautividad y pudiesen adorar a la divinidad tal como
correspondía; si no, la bondad de Dios no sería perfecta en lo que respecta a grandeza,
poder y amor10.

Es allí donde podemos vislumbrar entonces cómo la teología hace su despliegue en tanto a
la esperanza de un Dios que salva y que cumple sus promesas; y, por otra parte, la filosofía
se impone tras pedir razonamientos argumentados para que el creyente afirme tales asuntos.
Parece ser, entonces, que no le es difícil a Ramón Llull hacer una especie de careo pacífico
entre la razón y la fe en este sentido. En palabras del mismo Llull, en su obra nos muestra
cómo la cortesía puede estar por encima de cualquier diferencia:

“Cada uno pidio perdon al otro sy avia dicho contra su ley alguna villana palabra; e el uno
perdono al otro. E quando fueron en eso que se quisieron partir, el un sabio dixo: De la
aventura que nos es venida en la floresta donde venimos, seguirse a nosotros algun
provecho. ¿Paresce vos bueno que por la manera de los cinco arboles e por las diez
condiciones significativas por sus flores, cada un dia una vegada, disputasemos, e que
siguesemos la manera que la dueña inteligencia nos a dada; e que tanto tiempo durase
nuestra disputacion fasta que todos tres oviesemos una fe, una ley tan solamente, e que
entre nos oviesemos manera de onrrar e servir el uno al otro, por eso que ante nos podamos
concordar? Ca guerra, e trabajo, e malquerencia e dar daño e onta, enpachan a los omnes a
ser concordantes a una creencia” (Lull, Ramón. 1993, El Libre del gentil e dels tres savis.
Pág., 51).

Así las cosas, podemos inferir que para Llull el reconocimiento del otro es presupuesto de
toda reflexión y de toda posibilidad de argumentación. También, en una comunidad de

10
Véase el libro II, cap. 4, flor 2, «De bonea caritat», en la edición del Llibre del gentil citada, pp. 67-68.

5
“comunicación ideal” que representan el gentil y los tres sabios, Llull presupone, para que
el discurso pueda ser puramente argumentativo, una situación libre de coacción. Ahora
bien, aunque hablar aquí de interculturalidad sería un caer un posible anacronismo por la
actualidad del término, el concepto de “comunidad” manejado por Llull podría convertirse
en el cimiento de una sociedad multicultural. Asimismo, a la vez que Llull critica cada vez
con más vehemencia el sistema, se impone su convicción de que la convivencia entre las
religiones y las culturas no sólo debe ser comprendida como reguladora, sino como
alternativa a la soberanía y al poder fáctico. Ahora bien, esta postura, tan vanguardista para
el momento, trajo consiga consecuencias negativas para el propósito inicial de Ramón
Llull, ya que, como lo sabemos, la Iglesia en la Edad Media buscaba imponerse
radicalmente como el único credo verdadero y justificado.

En síntesis, el Libro del Gentil y los tres sabios no es una obra apologética en el sentido
clásico, pues la reivindicación de una religión sea la única y verdadera no se afirma
literalmente; sino que la finalidad del diálogo es acercarse mutuamente y nunca cesar en el
esfuerzo por dialogar. Así pues, nadie sabe de antemano el resultado del encuentro entre las
religiones, ni el partido por el que se decidirá el gentil; sin embargo, una cosa si es segura:
al finalizar el diálogo, ninguno de los interlocutores puede ser el mismo que cuando inició.

III. Ramón Llull: Diálogo y Tolerancia hoy

En consecuencia, con lo expuesto anteriormente, del pensamiento llulliano en torno a la


tolerancia y el diálogo religioso, poder tratar de actualizar su pensamiento siguiendo la
línea de algunos investigadores que en la actualidad buscan darle un lugar pionero a Ramón
Llull respeto a este asunto. Uno de los principales autores que ha podido concretizar en el
ahora el vestigio del diálogo interreligioso desde Ramón Llull ha sido el profesor José
María Carabante, quien es su obra ¿Es posible hoy un verdadero diálogo interreligioso?
Ramón Llull, precursor de la tolerancia ha pretendido justificar la actualización y
continuidad del pensamiento pacífico y tolerante de Ramón Llull.

Según Carabante, al hacer referencia al Libro del Gentil y los tres sabios, se puede observar
una orientación metódica que es notable por su potencialidad para afrontar racionalmente la

6
acentuación de la pluralidad cultural a la que actualmente nos vemos incluidos, pero
también muy esperanzadora para superar el desánimo con el que en algunos sectores
filosóficos se han acogido la aparentemente inconmensurable diversidad cultural y sus cada
vez más frecuentes, por desgracia, conatos de violencia. En este sentido, lo que Carabante
trata de demostrar es cómo las herramientas lulianas y la concepción del diálogo propuesta
en el Libro del Gentil y los tres sabios constituyen un camino fecundo para salvar las
disyuntivas cosmovisivas y abren una senda para articular una alternativa fecunda y
pacífica en la que fundar la convivencia intercultural e interreligiosa11.

Así pues, el contexto plural y globalizado, salvando las distancias, pero con analogías con
el momento en el que Llull vivió, validan con matices su aproximación al fenómeno. Junto
a esos factores —pluralidad y globalización— hay dos más que nos conminan a volver a
repensar los argumentos del autor de Blanquerna y que certifican la actualidad que
suponemos, pues retoman uno de los aspectos más importantes en relación con la fe
religiosa en tiempos postseculares: la razonabilidad o no de la fe12.

En este sentido, sería inadecuado reducir el diálogo interreligioso al intercambio de


opiniones entre creyentes de diversas confesiones religiosas; hoy ese diálogo ha de incluir
la relación entre creyentes y no creyentes, como ha indicado Habermas en sus últimos
trabajos. Que uno de los personajes centrales de la narración de Llull sea justamente un
gentil no es, pues, un elemento superficial para la lectura que proponemos aquí.

Por otro lado, a la necesidad de recuperar la razonabilidad de la fe han contribuido dos


hechos: en primer lugar, no podemos dejar de aludir al yihadismo y terrorismo islamista,
que ha vuelto a destacar el posible vínculo que existe entre religión y violencia; en segundo
término, las secuelas de las propias actitudes secularistas, desde las cuales se observa con
condescendencia la fe religiosa. Llull, al intentar intelectualizar la creencia, ayuda a
profundizar sobre la armonía entre fe y razón y su íntimo convencimiento de que estas dos
fuentes de saber no se contraponen pueden servirnos hoy de orientación para aclarar los
presupuestos gnoseológicos de la creencia.

11
Carabante, José María. (2018) ¿Es posible hoy un verdadero diálogo interreligioso? Ramón Llull,
precursor de la tolerancia. Universidad Complutense de Madrid. Págs., 299-312.
12
Carabante: citando a Habermas, Jürgen (2015). Mundo de la vida, política y religión. Madrid:
Trotta.

7
En este orden de ideas, es necesario subrayar que actualmente también se han dado grandes
pasos por recuperar ese diálogo tan requerido por todo el mundo; es el caso del liderazgo
que en este sentido ha llevado a cabo Su Santidad, el Papa Francisco, quien con sus
diversos gestos de cercanía y disposición ha dado vuelta su mirada a una Iglesia abierta al
diálogo y a la tolerancia. Muestra de ello fue el viaje que realizó a los Emiratos Árabes
Unidos, donde dejó por sentado que un diálogo pacífico y respetuoso sí era posible. Parte
de su reflexión13 al llegar de su viaje reza de la siguiente manera:

“El diálogo, la comprensión, la difusión de la cultura de la tolerancia, de la


aceptación del otro y de la convivencia entre los seres humanos contribuirían
notablemente a que se reduzcan muchos problemas económicos, sociales, políticos y
ambientales que asedian a gran parte del género humano. El diálogo entre los
creyentes significa encontrarse en el enorme espacio de los valores espirituales,
humanos y sociales comunes, e invertirlo en la difusión de las virtudes morales más
altas, pedidas por las religiones; significa también evitar las discusiones inútiles”
(Papa Francisco, 2019).
Como se puede apreciar, Ramón Llull pudo haber sembrado las bases para el diálogo
interreligioso propiamente hablando, ya que son las mismas palabras del Papa Francisco las
que, de una u otra manera, resumen el cometido de Llull. Tal vez en el momento histórico
en el que vivió pudo no haber sido valorado, pero está en las manos de quienes deseen
adentrarse a su pensamiento, poder rescatar su objetivo y misión.

Ahora bien, regresando a la posible actualización del pensamiento de Llull, Carabante


expone que pesar de las críticas que se han hecho a su planteamiento —afirmando, por
ejemplo, que era herético por someter la fe a la razón—, la concepción luliana es hoy
adecuada para soslayar tanto el fundamentalismo religioso como el fundamentalismo de la
razón. La forma de evitar esas dos tentaciones, igual de destructivas, es repensando las
fronteras entre la fe y la razón, pero también protegiendo ambas esferas de los raptos
exclusivistas14. En otras palabras, si el fundamentalismo religioso irrumpe cuando se
extrema injustificadamente la frontera de la fe y se reduce la de la razón, el dogmatismo

13
Papa Francisco. (2019) Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz mundial y la Convivencia
común.En:http://w2.vatican.va/content/francesco/es/travels/2019/outside/documents/papafrancesco_20190204
_documento-fratellanza-umana.html.
14
Carabante, José María. (2018) ¿Es posible hoy un verdadero diálogo interreligioso? Ramón Llull,
precursor de la tolerancia. Universidad Complutense de Madrid. Págs., 299-312.

8
racionalista, hostil a la creencia, surge cuando se ensancha arbitrariamente el espacio de la
racionalidad y se excluye la cognoscibilidad propia de la fe.

IV. Conclusiones

Para finalizar, podemos concluir afirmando que, efectivamente, es posible vislumbrar en el


pensamiento llulliano vestigios muy fuertes de diálogo entre religiones. Sin embargo, este
diálogo no sólo se reduce a una mera presentación de argumentos, sino que debe buscar
ante todo la tolerancia, es decir, la capacidad de respetar y comprender la creencia y la fe
del otro, sin atropellarla: eso es el diálogo para Ramón Llull. Además, esta reflexión nos
lleva a comprender cómo para Llull es igual de importante la creencia como la capacidad
que tengo para exponer mi creencia y defenderla con argumentos claros y justificados. En
ese orden de ideas, con Ramón Llull nos acercamos también a una posible mediación entre
la Filosofía y Teología, en tanto a la necesidad de comprender cómo tanto la una como la
otra se pueden complementar entre sí.

En últimas, se puede afirmar que el interés de la obra de Llull hoy está en la posibilidad que
tenemos de descubrir, gracias a sus intuiciones, las condiciones, la práctica, los rasgos y los
límites de esos dos diálogos que en la actualidad resultan inexcusables para fundamentar
una convivencia pacífica en nuestras sociedades post-seculares: el diálogo entre creyentes y
no creyentes y el propiamente interreligioso. Antes de ello, debemos sin embargo estudiar
el fundamento que hace posible el despliegue de esos dos diálogos, es decir, cuál es la
concepción que tiene Llull acerca de las relaciones entre fe y razón y lo que aporta su
visión al caudal de la teología y filosofía medieval.

Referencias bibliográficas

- Llull, Ramón. El libre del gentil e dels tres savis, edición de A. Bonner, Palma de Mallorca,
1993 (Nova edició de les obres de Ramón Llull, vol 2). Edición latina: Raimundi Lulli
Opera Omnia, edición de I. Salzinger, vol 2, 21-114, Mainz, 1721 (reimpresa en Frankfurt,
1965).

9
- Merino, José Antonio y Martínez Fresneda, Francisco. (2004) “La Teología universitaria”
En: Manual de Teología Franciscana. Biblioteca de Autores Cristianos (B.A.C): Madrid,
págs., 50-52.
- Santanach, Joan. Sobre el Libro del Gentil y la coherencia doctrinal de Ramón Llull, en:
Quaderns de la Mediterrània = Cuadernos del Mediterráneo, ISSN 1577-9297, Nº. 9,
2008 (Ejemplar dedicado a: Ramón Llull y el islam, el inicio del diálogo), págs. 374-376.

- Para la Vita Coetanea, véase A. Bonner (ed.), Obres selectes de Ramón Llull, vol. I, Palma
de Mallorca, Editorial Moll, 1989, pp. 3-54; y específicamente para la estancia en Bugía de
1307, el reciente catálogo de la exposición Raimundus, christianus arabicus. Ramon Llull y
el encuentro entre culturas, Barcelona, Instituto Europeo del Mediterráneo, 2007.
- Carabante, José María. (2018) ¿Es posible hoy un verdadero diálogo interreligioso?
Ramón Llull, precursor de la tolerancia. Universidad Complutense de Madrid. Págs., 299-
312.
- Papa Francisco. (2019) Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz mundial y la
Convivencia
común.En:http://w2.vatican.va/content/francesco/es/travels/2019/outside/documents/papafr
ancesco_20190204_documento-fratellanza-umana.html

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