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Universidad Nacional de Agricultura

Economía Agrícola

Estado y actividad económica


Política Fiscal

Docente
Ing. Mariano Guillen

Integrantes:

 Bejarano Trejo Eneidy Gissela 18 A0256


 Bautista Gonzales Kevin Martin 18 A0739
 Ballesteros Marcia Cherly Yessamin 16-0165
 García Carranza Bayron Paul 18A 0099
 Romero Benítez Elisa María 18 A0101

Sección: H
Catacamas, Olancho abril 2020
INTRODUCCION

La política fiscal se refiere al uso de un conjunto de instrumentos de los cuales dispone un


país para dirigir la economía y hacia ciertas metas las herramientas fundamentales que
utiliza el gobierno está relacionadas con los ingresos y lo gastos sobre los cuales tiene
influencia desde el punto de vista del ingreso, el gobierno puede controlar principalmente el
cobro de impuestos y algunos ingresos asociados a la explotación de ciertos recurso
naturales por el lado del gasto el gobierno y tiene influencia sobre el pago de subsidios
pagos de salarios a empleados públicos, pagos de pensiones públicas de obligaciones
financieras de estado con terceros las contrataciones las transferencias a los departamentos
y municipios etc.
OBJETIVOS

General:

 Las acciones que realiza el estado en un país con el fin de buscar un equilibrio
económico para obtener un bienestar a la comunidad a través de los ingresos de los
impuestos del endeudamiento y la creación del dinero se sostienen y financia sus
gastos

Específicos:

 Una política de rebajar impuestos en una recesión podría reducir el desempleo al


terminar temprano la recesión acelerar el ritmo de la recuperación de la recesión.

 El presupuesto público debe mantenerse equilibrado ante una recesión el


presupuesto debe ser equilibrado clínicamente para que no ocurra un déficit.
Estado y actividad económica
Política Fiscal
Política Fiscal: Conjunto de medidas e instrumentos que utiliza el Estado para la obtención
de ingresos (principalmente, mediante la recaudación de impuestos) y la aplicación del
gasto público con el fin de obtener un crecimiento de la producción, reducir el desempleo y
alcanzar la estabilidad de precios.

Instrumentos de la Política Fiscal

Para que exista equilibrio en la economía de un país es necesario que su oferta agregada (la
producción) coincida con su demanda agregada.

Oferta agregada

Valor total de bienes y servicios (producción) que las empresas de un país están dispuestas
a producir para cada nivel de precios, durante un período de tiempo determinado.

Demanda agregada

Valor total de gastos en bienes y servicios que los agentes económicos (consumidores, las
empresas y el Estado) están dispuestos a comprar para cada nivel de precios, en un periodo
determinado de tiempo. [ CITATION YIR \l 18442 ]

La actividad económica está presente en casi todos los aspectos de la sociedad. Cualquier
tienda, restaurante, casi cualquier bien o servicio ha formado parte de la actividad
económica.

Sectores de la actividad económica

Existen cinco sectores presentes en la actividad económica. Tradicionalmente, todo sea


indicado, eran tres. Sin embargo, la evolución continua e incesante de la ciencia económica
ha añadido dos más. Del mismo modo, por cierto, que en su momento hubo que añadir el
sector industrial y el de servicios. Pues, como la historia demuestra al principio la
economía era principalmente primaria.
Actividad económica y Estado

Podríamos pensar que actividad económica es todo lo que genera beneficio. Sin embargo,
sería faltar a la verdad histórica del término economía. La economía, de la que deriva la
ciencia económica, nace bajo la idea de administrar recursos disponibles y normalmente
escasos para satisfacer las necesidades humanas. Por tanto, el lucro no es condición
necesaria para considerar una actividad como económica. Así, una cosa es actividad
económica y otra una actividad lucrativa.

El Estado también forma parte de la actividad económica y no exclusivamente desde la


perspectiva de recaudador. Así, si ofrece determinados servicios públicos, para que estos
sean posibles y sostenibles debe realizar una administración con los recursos que cuenta.

La política fiscal es una rama de la política económica que configura el presupuesto del


Estado, y sus componentes, el gasto público y los impuestos, como variables de control
para asegurar y mantener la estabilidad económica, amortiguando las variaciones de los
ciclos económicos, y contribuyendo a mantener una economía creciente, de pleno empleo y
con baja inflación.1 El nacimiento de la teoría macroeconómica keynesiana puso de
manifiesto que las medidas de la política fiscal influyen en gran medida en las variaciones a
corto plazo de la producción, el empleo y los precios.

La actividad económica que el Estado desempeña en las sociedades comprende tres


funciones básicas: una función de asignación de recursos, una función redistributiva, y una
función estabilizadora. Mediante la función de asignación, el Estado suministra bienes que,
en determinadas circunstancias, el mercado no proporciona adecuadamente debido a la
existencia de los denominados fallos del mercado. Con la función redistributiva, trata de
conciliar las diferencias de criterio que se producen entre la distribución de la riqueza que
realiza el sistema de mercado y la que la sociedad considera justa. En la tarea de
redistribución, intervienen fundamentos éticos, políticos, y económicos. La función
estabilizadora, donde se encuadra la política fiscal, trata de conseguir la estabilidad del
sistema económico, evitar sus desequilibrios, y provocar los ajustes necesarios en
la demanda agregada para superar en cada caso las situaciones de inflación o desempleo
Los objetivos principales de toda política fiscal son:

 Acelerar el crecimiento económico.


 Plena ocupación de todos los recursos productivos de la sociedad, tanto humanos
como materiales y capitales.
 Plena estabilidad de los precios, entendida como los índices generales de precios
para que no sufran elevaciones o disminuciones importantes.

La manifestación principal de la política fiscal se materializa en los presupuestos del


Estado y consiste en el conjunto de medidas que toma un gobierno referente al gasto
público y a los ingresos públicos. En lo referente al gasto, se ha de determinar su cuantía
total, concretando la composición del mismo, y su destinatario, es decir, si son compras
directas de bienes y servicios por el Estado o transferencias de fondos realizadas a las
empresas y al ciudadano

Uno de los objetivos de toda política gubernativa es lograr el desarrollo económico y social
de un país, y con tal fin se elaboran planes nacionales y sectoriales de desarrollo. Mediante
la planificación se trata de acelerar la tasa de crecimiento del Producto Geográfico Bruto,
redistribuir los ingresos y la propiedad, y elevar el nivel de vida de los pueblos. También se
busca lograr metas de empleo, facilitar la movilidad social y la geográfica de la mano de
obra y el capital, evitar presiones inflacionarias y mantener el endeudamiento externo
dentro de cifras manejables.

Sectores económicos en la pandemia


Un principio rector de la economía de libre mercado es la privatización de las ganancias y
la socialización de las pérdidas. Sin embargo, en el marco de la actual pandemia, incluso
los libertarios más fundamentalistas están exigiendo regulaciones del mercado más estrictas
y un papel más activo para el Estado. En la mayoría de los países del mundo (con la
probable excepción de Corea del Norte, y solo hasta cierto punto), la economía nacional se
estructura básicamente en torno a tres componentes: consumo de los hogares, gasto público
e inversión del sector privado. En tiempos “normales”, los gastos de los hogares y las
inversiones privadas aseguran el crecimiento económico, pero en tiempos de crisis más allá
de su origen incluso los defensores más fervientes de la libertad mercantil exigen que el
sector público los proteja.

Retos del COVID-19 para las políticas fiscales

El COVID-19 presenta grandes retos en asegurar los fondos necesarios para combatir la
pandemia y minimizar efectos sobre el crecimiento y la sostenibilidad fiscal. Además,
como bien expresó recientemente el Presidente del BID, la crisis “expone todos los
problemas endémicos de la región”.

Es por ello que las medidas de política y gestión fiscal se encuentran en el frente de las
políticas globales para poder mitigar y reducir los efectos de la pandemia. Por un lado, se
requieren prioritariamente que mayores fondos presupuestarios puedan ser dirigidos
rápidamente al sector salud para atender las mayores demandas. Los sistemas de salud de la
región ya contaban con serias deficiencias y baja equidad en el acceso a servicios de
calidad, y además no estaban preparados para gestionar pandemias. Por ello requiere una
amplia tarea y acompañamiento del sector fiscal; incluso para reforzar los sistemas de
compras públicas en la emergencia; garantizar que los fondos estén bien focalizados,
distribuidos geográfica y equitativamente.[ CITATION BID \l 18442 ]

La gestión fiscal durante la pandemia

Para asegurar que las políticas fiscales diseñadas para atender la crisis sanitaria y
económica cumplan con los objetivos establecidos, es sumamente importante alentar una
gestión eficiente de su implementación, para que los recursos financieros lleguen de manera
oportuna y focalizada al sector salud, a los hogares más vulnerables y a las firmas más
afectadas. Para esto se requiere de una infraestructura de gestión fiscal que no todos los
países de la región tienen. Por tal razón, los sistemas e instituciones de gestión hacendaria
tienden a volverse imprescindibles para lograr una rápida y eficiente respuesta del sector
público más que ser cuellos de botella como ha ocurrido en crisis anteriores.

 
En cuanto a Honduras, el país no tiene un mercado de capitales desarrollado ya que,
aunque existe una bolsa de valores, esta constituye un mercado de deuda (Bonos), por
lo tanto, tiene menos exposición a shocks financieros internacionales causados por la
caída de las bolsas de valores. Sin embargo, la economía real nos dice que si se
desacelera la demanda de productos de la maquila hondureña en los Estados Unidos
de América podría haber efectos adversos en el volumen de exportaciones y entrada
de divisas, afectando inclusive otros sectores productivos también.

 La rápida difusión mundial del COVID-19 no fue una sorpresa para muchos
epidemiólogos y otros especialistas en salud pública que venían advirtiendo desde hace
varios años sobre los riesgos de una pandemia. Si los países europeos hubieran invertido en
las capacidades físicas y sociales necesarias para enfrentar crisis de este tipo, la región
habría estado mucho mejor preparada para controlar la transmisión del virus.

Una medida sana es mantener un adecuado volumen de reservas internacionales (RIN). Sin
embargo, la caída en el ingreso de divisas en el sector turismo es previsible ante una
reducción del flujo turístico. Por otra parte, se esperaría que el flujo de remesas continúe la
misma tendencia, a menos que la pandemia del coronavirus afectara el mercado laboral en
la mayoría de los estados de la unión americana.  Las medidas tomadas por el gobierno
federal en materia de prevención en salud y en políticas económicas como la reducción de
la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y algunas propuestas en materia fiscal
mitigarían el riesgo al mercado laboral.

En la actualidad en Honduras hay poco espacio para medidas de política monetaria


expansivas para estimular la economía en este momento, como ser la reducción de la TPM
debido a que ya se ha reducido dos veces esta tasa en los pasados 12 meses. Es muy
prematuro ver el efecto de estas reducciones. Igualmente, las expectativas inflacionarias
continúan siendo bajas, no obstante, la demanda especulativa de algunos productos de
consumo como los del cuidado de la salud y alimentos podría tener efectos en el índice de
precios al consumidor (IPC) y consecuentemente la inflación. [ CITATION Ale19 \l
18442 ]

Lo que vaya a ocurrir a partir de ahora dependerá en gran medida de cómo evolucione la
crisis del Covid-19 y qué tan efectivos será los gobiernos para mitigar el daño. En el mejor
de los escenarios se lograría contener el virus (o al menos, este empezaría a remitir
lentamente), la actividad comercial se recuperaría y el crecimiento económico tendría un
respiro.

CONCLUCION

Un diálogo social constructivo y continuo entre los gobiernos y los interlocutores es


primordial para dar respuestas eficaces a escalas empresarial, sectorial y macroeconómica,
como pone de manifiesto la experiencia adquirida en anteriores crisis económicas. Los
gobiernos no pueden abordar las causas y las consecuencias de las crisis ni garantizar la
estabilidad social o la recuperación sobre la base de medidas unilaterales. El diálogo social
constituye un instrumento indispensable para gestionar las crisis de forma armonizada y
eficaz y facilitar la recuperación, y es un método de gobernanza primordial para llevar a
cabo cambios. El establecimiento de canales de comunicación eficaces y el diálogo
ininterrumpido con los gobiernos son fundamentales para que las organizaciones de
trabajadores y de empleadores puedan gestionar la reestructuración empresarial de manera
sostenible y conservar el empleo.
Bibliografía

Aronne, A. (2019). CONSEJO NACIONAL DE INVERSIONES . Obtenido de


https://cni.hn/consecuencias-en-la-economia-hondurena-ante-la-potencial-epidemia-
del-coronavirus-y-la-tendencia-bajista-de-los-mercados-de-capitales-en-los-estados-
unidos-de-america/

BID. (s.f.). Política y gestión fiscal durante la pandemia y la post-pandemia en América


Latina y el Caribe. Obtenido de https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/es/politica-y-
gestion-fiscal-durante-la-pandemia-y-la-post-pandemia-en-america-latina-y-el-
caribe/

YIREPA, f. b. (s.f.). La Política Fiscal. Obtenido de https://yirepa.es/la%20pol


%C3%ADtica%20fiscal.html

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