El Caso Emblemático Corregimiento Arboleda – Caldas nos reconstruye unas de las tantas

tomas guerrilleras que se ejecutaron entre los años 1998 y 2001, acciones en las cuales los
grupos armados ilegales “guerrilla” cometieron un sin número de actos violatorios de los
derechos humanos y el derecho internacional humanitario afectando a miembros de la
fuerza pública (combatientes) y a la población civil, causando muertes, tratos crueles,
desaparición forzada, desplazamientos, torturas y demás vejámenes.

Entre los años1998 y 2001 la guerrilla tuvo un crecimiento y aumento en los hombres de
sus filas y en su arsenal, esto aumento sus capacidades para realizar acciones subversivas
contra una institución carente y limitada de recursos para reaccionar ante estos eventos
bélicos.

Lo hecho ocurridos en el corregimiento la Arboleda, municipio de Pensilvania

departamento de Caldas los días 29 y 30 de julio del año 2000, son un conjunto de acciones
violatorias de derechos humanos y el derecho internacional humanitario, este último
entendido como “el conjunto de normas cuya finalidad, en tiempo de conflicto armado es,
por una parte, proteger a las personas que no participan, o han dejado de participar, en las
hostilidades y, por otra, limitar los métodos y medios de hacer la guerra”. Y hacen parte del
conjunto de normas del derecho internacional humanitario tratados y convenios que regulan
el trato de los heridos y enfermos en combate, el trato de los prisioneros de guerra, regulan
el uso y utilización de armas, municiones y explosivos. Con lo anterior expuesto inferimos
que los hechos relatados en el caso emblemático en mención como el asesinato y tortura de
uniformados de la Policía Nacional que se entregaron y manifestaron su rendición, el
asesinato de la población civil, el sometimiento de la población, el uso de explosivos no
convencionales como cilindros bomba y todas los actos reprochables que se relatan, todos
son contrarios a los normado en los tratados y convenios que hacen parte del derecho
internacional humanitario los derechos humanos.

No se evidencia la aplicación de los principios de humanidad, distinción, necesidad,

limitación, proporcionalidad, inviolabilidad, protección, entre otros y la más afectada fue la
población civil, quienes posterior a los hechos continuaron bajo el dominio de la guerrilla,
debido a la poca presencia del estado en la región, para la época, sometidos a su voluntad,
generando desplazamiento, afectación psicológica y los uniformados sobrevivientes, sus
familiares y las familias de las víctimas, afectados por las circunstancias inhumanas en las
que murieron sus familiares.

Este tipo de acciones muestra la crueldad de los grupos guerrilleros en la época, y las
limitaciones del estado para controlar y hacer frente a sus acciones, hoy en día las
situaciones han cambiado, la historias ha dejado lecciones aprendidas que han permitido
mejorar en muchos aspectos la sociedad y limitar este tipo acciones violentas.
Año 2000por el ataque guerrillero perpetrado por un Grupo guerrillero los días 29 y 30 de
julio del año 2000 en el corregimiento de la Arboleda, municipio Pensilvania,
Departamento de Caldas.

Sin duda alguna estos hechos son tristes y aberrantes, y rememoran todos esos actos
crueles e inhumanos que cometían los grupos armados ilegales en el país no solo en
contra del personal uniformado de la Policía Nacional, sino también en contra de la
población civil, haciendo del conflicto armado no internacional uno de los más
sangrientos y duraderos de la historia, marcado por la inminente violación a los
derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Una vez analizado el tema para la participación en el presente foro “Caso

emblemático, corregimiento Arboleda – Caldas. Año 2000”, puedo decir que allí se
presenta un estudio pormenorizado de todos los aspectos que confluyeron en estos
hechos, de tal manera que permite evidenciar el contexto social de la época donde
para el año 2000 los grupos guerrilleros ganaban terreno en la práctica de acciones
armadas en contra del Estado y contra sus fuerzas armadas y de policía, teniendo
como pretexto ideológico la desigualdad social y la opresión estatal.

Dentro de las modalidades más reprochables se encontraban las citadas en el artículo

en estudio; las tomas de estaciones, subestaciones y comandos de policía utilizando
la desproporción armada, con acciones que se encontraban por fuera del derecho
internacional humanitario y rayando en delitos de lesa humanidad; los asesinatos de
policías en estado de indefensión cuando ya habían depuesto las armas, la utilización
de armamento no convencional, la aplicación de actos de tortura a los uniformados,
el asesinato de personas civiles que no participaban del conflicto y la utilización de la
población civil como escudo para evitar la retoma por parte del Estado.

El grupo armado que realizó la toma guerrillera no tuvo en cuenta los principios de   
humanidad, distinción, necesidad, limitación, proporcionalidad, inviolabilidad,
protección, entre otros, que debieron ser observados a la luz del cumplimiento
del derecho internacional humanitario, a diferencia de ello se vulneraron de manera
sistemática con actos denigrantes que fueron en contra de la dignidad humana, la
integridad personal y la vida.

Ahora bien, la investigación retracta un aspecto que no es menos relevante, y es la

afectación que generan este tipo de acciones violentas en el conglomerado social, es
decir que la violación al derecho internacional humanitario en la población del
corregimiento la Arboleda trajo consigo el desplazamiento y el destierro de la
población, afectaciones psicológicas al personal uniformado sobreviviente, a sus
familiar y a la población civil en general, afectaciones económicas, entre otros, pero lo
más importante es sin duda la poca presencia estatal de la época, pues fueron
muchos años en los que estuvo la población bajo el dominio del grupo armado ilegal.

Esta lectura nos permite conocer hechos que tal vez no son conocidos por estas
nuevas generaciones de policías, pero sin duda nos lleva a pensar e interiorizar sobre
el legado de barbarie que vivieron muchos de nuestros compañeros, hasta llegar a
ofrendar sus vidas.