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CRISIS DE VALORES Y AUTORIDAD MORAL EN GUATEMALA

IMPLICACIONES, ALCANCES Y PROPUESTA DE SOLUCION.


INTRODUCCION
Para empezar no me detendré a decir que en Guatemala y el mundo tenemos una crisis de valores
y autoridad moral, sería muy extenso el dar una descripción de todo lo que está pasando y creo
que todos nos damos cuenta de esto; me gustaría más bien acercare o enfocarme a un punto que
creo es clave en esta deformación o perdida de los valores y tratar de ver cuál es la solución o
quienes somos responsables de un posible cambio.
Antes de empezar, considero correcto hacer la aclaración de que me considero una persona muy
optimista pero a veces parezco pesimista y lo que pasa es que hablo de lo que está mal, me enoja
el positivismo falso que gobierna actualmente en Guatemala, me refiero a esos movimientos
light que quieren cambiar a el país, pero solo a base de positivismo (cancioncitas felices, que
muestran una Guatemala que realmente no existe, acciones buenas que son mal usadas como por
ejemplo el día del Big Mac, porque aunque ayudan, sirven para limpiar la conciencia de muchos
y limita la responsabilidad personal a la compra de una hamburguesa) sin ninguna evaluación de
fondo de los verdaderos problemas de nuestro país, de las causas estructurales de los problemas
que venimos arrastrando desde hace siglos y hasta que como sociedad nos volvamos a Dios, pero
que entendamos que significa volverse a Dios de verdad vamos a empezar a ver algunos
cambios, creo que la iglesia es una parte fundamental del cambio, y ya que está compuesta por
personas, y son las personas que moldeadas por las ideas con las que han crecido forman lo que
llamamos país, es aquí donde yo veo el potencial de cambio. En el renovar nuestra forma de
pensar para poder actuar correctamente.

Después de esa larga y tal vez confusa aclaración(introducción), quiero usar de referencia algo
que leí recientemente en un libro de Erich Fromm (uno de mis autores favoritos) quien dice en su
libro “Sobre la Desobediencia” que los profetas de la biblia a quienes presenta como personas
que conocieron la verdad y esta verdad les hizo querer decirla y vivirla, pero también querían
que otros la conocieran, para poder también vivir lo que ellos estaban viviendo, personas
motivadas por la búsqueda de lo correcto, a quienes no les intimidaban los poderosos, dijeron la
verdad aunque esto los llevara a la cárcel, eran personas que no querían el poder, lo evitaron,
eran personas que se sintieron responsables de hacer el cambio y para lograrlo no amenazaron a
sus semejantes sino que mostraron alternativas con las que se enfrentaba el hombre. Pero porque
menciono esto? Lo Menciono porque estoy convencido de que la crisis de valores que tenemos
actualmente la podemos revertir siendo como profetas, primero tomando conciencia de la verdad
y luego responsabilizarnos por ella, esto es aplicable a cada persona a un nivel individual, que si
se logra en varias personas eventualmente hace un cambio en la sociedad. Cuando un hombre se
siente responsable, no tiene más opción que volverse profeta, porque es función del profeta
mostrar la realidad, señalar alternativas y protestar; es su función hablar en voz alta, despertar a
sus iguales de ese letargo del consumismo, egoísmo, corrupción, indiferencia y falta de dignidad
propia y hacia los demás.
Es aquí donde viene la posible solución a muchos de nuestros problemas, la solución es el
promover el cambio de ideas en cualquier ámbito, de tener una conciencia propia, no guiada por
otros, no que esto sea malo, lo que pasa es que si nosotros no estamos convencidos y conocemos
lo que tenemos que hacer, seguiremos a cualquier persona que nos diga algo que nos guste como
suena, que puede ser bueno, pero que si no las hacemos propio no lo vamos a vivir de adentro
hacia a afuera. Cito a Fromm: “los profetas viven sus ideas. Los sacerdotes las administran a la
gente que se adhiere a la idea. La idea ha perdido su vitalidad. Se ha transformado en una
formula.” El autor se refiere a sacerdotes a todos aquellos que guían ya sea en lo religioso en lo
filosófico o en lo político, son sacerdotes todos aquellos que generan ideologías. Y básicamente
nos dice que hemos dejado que la “idea”, lo bueno, los valores que Dios nos dejó en su palabra,
mueran y que sigamos solo la “formula “que es fácil ya está preparada y digerida por otros pero
no por nosotros mismos que debemos volver a lo que Dios nos dijo en su palabra que era bueno.

Espero que todo esto tenga sentido, lo que quise decir es que debemos responsabilizarnos de
hacer lo correcto aunque otros no lo hagan y que para empezar a cambiar las cosas hay que
conocerlas de manera objetiva y que la “idea” o verdad ya está en nuestros corazones y debemos
hacerla vivir cada día en nuestra forma de comportarnos, ya que el cambio está en nosotros

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