Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Creative Commons
ThisLicense
work is licensed under a Creative Commons CC_BY International License.
RESUMEN
Con ocasión de haberse cumplido 35 años de la entrada en vigencia del Código Civil
peruano, el autor expone las categorías de dicho cuerpo normativo que considera deben
ser suprimidas, ampliadas o definidas. Así, por ejemplo, estima que las categorías de
daño al proyecto de vida y de fe pública registral deben ser eliminadas. Igualmente,
afirma que la categoría del fin ilícito del negocio jurídico debe ser bien definida, e invoca
que se debe tomar una posición sobre el principio de la solidaridad contractual. Final-
mente, apunta que a fin de proporcionar claridad cuando se aplican las causales de nuli-
dad y de anulabilidad se debe elegir entre un modelo de invalidez: el francés o el alemán.
* Doctor en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor de Derecho Civil en dicha universidad.
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 78 • DICIEMBRE 2019 • ISSN 2305-3259 • pp. 23-30 23
Una primera reforma sería eliminar cate-
COMENTARIO RELEVANTE DEL AUTOR gorías jurídicas que han desnaturalizado la
esencia de la realidad y en su caso han igno-
rado intereses dignos de tutela. Un par de
Una reforma comporta observar ejemplos grafican esta propuesta. La cate-
cómo se han dado las dos reformas goría “daño a la persona” entendido como
de la codificación civil en Alema- daño al proyecto de vida en la responsabi-
nia y en Francia respectivamente: lidad extracontractual debe eliminarse por
Ley de Modernización del Derecho cuanto es imposible proteger y menos cuan-
de las Obligaciones de 2001; y la tificar un proyecto de vida. Cada ser humano
Reforma del derecho de contratos tiene su proyecto de vida, pero ello le es
del régimen general y de la prueba indiferente al ordenamiento jurídico. Ahora
de las obligaciones de 2016. Ello sig- bien, si por el contrario se le asigna a dicha
nifica que cualquier reforma debe categoría el significado de daño a la integri-
dad física, ya no tendría sentido que sub-
hacerse bajo ciertos presupuestos:
sista normativamente porque el daño moral
una doctrina y una jurisprudencia
lo incluiría. Recuérdese que el daño moral
consolidadas. “comprende el daño a la persona, a los dere-
chos de la personalidad, además de los pade-
cimientos de ánimo” (León Hilario, 2017,
p. 429). En efecto, daño moral “es todo daño
significa que cualquier reforma debe hacerse que se fundamenta en los sentimientos, en el
bajo ciertos presupuestos: una doctrina y una sufrimiento, en la reputación o en la angus-
jurisprudencia consolidadas. En el Perú, la tia, en fin, afecta a la esfera psicofísica pero
doctrina propone interpretaciones de los tex- también supone el menoscabo de los bienes
tos normativos que contienen categorías; y y derechos de la personalidad. De ahí que los
la jurisprudencia normalmente se adhiere a mecanismos de reparación de esta clase de
ellas. No obstante, no se puede afirmar con perjuicios resulten tan complejos” (Corral
certeza que existen interpretaciones consoli- Talciani, 2013, pp. 143-144).
dadas que sean merecedoras de adhesión. Al
contrario, muchas controversias sobre casos El daño a la persona entendido como el daño
concretos generan interpretaciones de todo al proyecto de vida es una réplica de la cate-
tipo. Otro presupuesto importante es conocer goría italiana daño existencial. Como lo
los aspectos consecuenciales de las catego- indica una atenta doctrina chilena, el daño
rías. Y ese dato normalmente lo proporcio- existencial italiano –o el daño a la persona
nan los especialistas de las ciencias sociales peruano– está incluido en la categoría gene-
(por ejemplo, sociológos y antropólogos); ral de daño moral: “Nos parece que la mayor
y de las ciencias exactas (por ejemplo, los parte de los perjuicios que se intenta reunir
economistas). Hasta la lingüística puede ser bajo la común denominación de ‘daño exis-
muy útil por ser una ciencia plural que puede tencial’ pueden ser suficientemente cubiertos
aportar mucho para conocer los problemas por el uso de las nociones de daño emocional
de una sociedad peruana con pluralidad de y lesión a los derechos de la personalidad”
costumbres. (Corral Talciani, 2013, p. 153). Entonces,
no es posible que subsistan normativamente
Entonces, dejamos constancia que las pro- el daño moral y el daño a la persona. Esta
puestas no tienen un orden de prioridad y última categoría debe eliminarse porque no
que no comportan la idea de renuncia a una solo genera confusiones sino también otor-
reforma integral del Código Civil. gamientos de resarcimientos sin justificar
24 pp. 23-30 • ISSN 2305-3259 • DICIEMBRE 2019 • Nº 78 | GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
ESPECIAL | CÓDIGO CIVIL: ANÁLISIS INTEGRAL A SUS 35 AÑOS
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 78 • DICIEMBRE 2019 • ISSN 2305-3259 • pp. 23-30 25
determinante de la voluntad’” (Rojina Ville-
COMENTARIO RELEVANTE DEL AUTOR gas, 2010, p. 335). Una doctrina portuguesa
ha precisado qué sentido tiene la expresión
“fin”: “En lo referente al fin del negocio,
La fe pública registral es otra cate- podemos distinguir: El fin expresado o clau-
goría que merece ser eliminada por sulado: el propio negocio, en su preámbulo
cuanto no toma en cuenta que las cuando exista, o en las reglas que establezca,
impugnaciones negociales como la fija un objetivo para lo acordado; - El fin
invalidez y la ineficacia en sentido exterior implícito: las partes –o una de ellas–
estricto pueden ejercerse también celebra el negocio con un objetivo que, en
contra el tercero que inscribió su cuanto no expresado en el negocio, resulta de
contrato. las circunstancias; el fin interior explícito: la
parte celebra un negocio con un objetivo en
sí indescifrable, pero lo comunica a la otra;
el fin íntimo: cada parte tiene sus intenciones
sino también del sujeto que está en un estado más o menos asumidas cuando celebra un
de ignorancia producto de su analfabetismo: negocio, todavía no se exterioriza” (Mene-
no solo quien no sabe leer ni escribir sino zes Cordeiro, 2014, p. 572). De ahí que “fin”
quien no tiene experiencia en negociar cier- solo se debe referir a los tres primeros signi-
tos tipos de contratos. ficados: “Y así, no se exige que el fin último
Una tercera reforma debe definir algunas del negocio sea activamente buscado por
categorías y precisar en qué casos deben ambas partes; basta que se trate del fin de una
aplicarse. Un ejemplo es el fin ilícito del de ellas, expresa o implícitamente conocido
negocio jurídico. El Código Civil debería por la otra en la contratación. La persona que
definir qué entiende por fin y luego señalar vende un arma nada tiene que ver con el uso
cuándo el fin es ilícito. La denominación fin ulterior de la misma; pero debe rechazar el
fue tomada de los Códigos Civiles mexicano negocio si sabe que, con ella, el adquirente
de 1928 1 y Portugal de 19662. En dichos pretende perpetrar un robo” (Menezes Cor-
códigos civiles se regula el fin del negocio deiro, 2014, p. 573).
jurídico. Una doctrina mexicana ha señalado Ahora bien, luego de especificar el signifi-
la razón de utilizar la denominación “fin” y cado de “fin”, es necesario saber cuándo el
no “causa” del contrato como en el Código fin es ilícito. Sobre ello, he afirmado que:
Civil francés de 1804 y el Código Civil ita-
liano de 1942: “Nuestro Código vigente, “[L]icitud del fin debe ser entendida
siguiendo a la jurisprudencia francesa, a las según lo normado en el artículo V del
ideas de Bonnecase y Duguit, abandona por Título Preliminar. Entonces, el numeral
impropio y por ser fuente de confusiones, 8 del artículo 219 es redundante porque
el término ‘causa’ y prefiere usar como ele- el numeral 4 del artículo 219 regula la
mento del contrato la palabra ‘fin’ o ‘motivo misma hipótesis. Lo ideal hubiese sido
1 Artículo 1831 del Código Civil mexicano de 1928.- El fin o motivo determinante de la voluntad de los que contra-
tan, tampoco debe ser contrario a las leyes de orden público ni a las buenas costumbres.
2 Artículo 281 del Código Civil portugués de 1966.- Fin contrario a la ley o al orden público u ofensivo de las bue-
nas costumbres.
Cuando el fin del negocio jurídico es contrario a la ley o al orden público, u ofensivo de las buenas costumbres, el
negocio solamente es nulo cuando el fin sea común a ambas partes.
26 pp. 23-30 • ISSN 2305-3259 • DICIEMBRE 2019 • Nº 78 | GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
ESPECIAL | CÓDIGO CIVIL: ANÁLISIS INTEGRAL A SUS 35 AÑOS
3 Artículo 1355 del Código Civil peruano de 1984.- La ley, por consideraciones de interés social, público o ético
puede imponer reglas o establecer limitaciones al contenido de los contratos.
4 Esta propuesta formó parte de las “Propuestas de reforma al Código Civil”. Separata Especial del diario oficial El
Peruano, 11 de abril de 2006, pp. 18-21. Por Resolución Ministerial Nº 043-2006-JUS, publicada el 5 de febrero de
2006 en el diario oficial El Peruano, se otorgó la calidad de reformas urgentes al Código Civil a tales propuestas.
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 78 • DICIEMBRE 2019 • ISSN 2305-3259 • pp. 23-30 27
normativista” (Menezes Cordeiro, 2005,
COMENTARIO RELEVANTE DEL AUTOR p. 391). Por el contrario, el “Derecho pos-
tula un sistema abierto, interna y externa-
mente, por lo que no tiene sentido limitarlo
Una tercera reforma debe defi- a jerarquías de fuentes, de leyes o de nor-
nir algunas categorías y precisar en mas. Pero con esta prevención, surge hoy,
qué casos deben aplicarse. Un ejem- como dato irresistible de la moderna antro-
plo es el fin ilícito del negocio jurí- pología y del actual pensamiento existencial,
dico. El Código Civil debería definir el hecho del Derecho de ser comunicado y
qué entiende por fin y luego señalar al mismo tiempo impuesto, por el aprendi-
cuándo el fin es ilícito. La denomi- zaje o, de modo genérico, por vía cultural,
nación fin fue tomada de los Códi- desde el exterior” (Menezes Cordeiro, 2005,
gos Civiles mexicano de 1928 y Por- pp. 391-392). Desde una posición de la inter-
tugal de 1966. vención estatal desde el exterior, el contrato
está sometido a valores más allá de los inte-
reses de los contratantes: “La autonomía pri-
vada corresponde así a un espacio de liber-
con sus respectivos efectos: “En la libertad tad jurídica atribuido, por el Derecho, a las
de estipulación, la autonomía va mucho más personas, pudiendo definirse como un per-
allá: ella permite optar por realizar el acto miso genérico de producción de efectos jurí-
y, también, seleccionar, más allá de su pre- dicos” (Menezes Cordeiro, 2005, p. 392). En
sencia, el tipo de efectos que producirán” ese sentido, “es sintomático que la noción
(Menezes Cordeiro, 2005, p. 391). Ahora general de solidaridad que inspira la filosofía
bien, la propuesta referida considera implí- –que ha inspirado nuestras sociedades occi-
citamente que la autonomía privada es origi- dentales a inicios del siglo XX– tome parte –
naria y; por lo tanto, ni una ley puede modi- no sin cierta ambigüedad semántica– en los
ficar un contrato. Pero hay otra concepción debates relativos a la esencia del contrato.
de la autonomía privada la cual reconoce que Ubi societas ibi jus, ubi societas ibi contrac-
la ley puede imponer límites sucesivos a los tus: El contrato es consustancial a toda socie-
dad humana. Por ende, el contrato no puede
contratos: “Una discusión antigua implicaba
ser ajeno a los fundamentos de la sociedad
saber si esa libertad era originaria o deri-
dentro de la cual se circunscribe” (Cabrillac,
vada: en el primer caso, ella correspondería a
2014, p. 38).
algo inmanente de las personas, dotadas, por
ellas mismas, de poder crear Derecho; en el Una aplicación de la solidaridad contractual
segundo, ella comportaba una concesión del es el artículo 1355 la cual puede interpretarse
Derecho” (Menezes Cordeiro, 2005, p. 391). de dos maneras: (i) permitir que el Estado
La idea de que el contrato es intangible nace pueda, mediante la imposición de reglas o el
de una idea abandonada en la doctrina y en establecimiento de limitaciones a los contra-
la jurisprudencia de la contratación interna- tos por celebrarse mediante la justificación
cional: La “naturaleza originaria de la auto- de tutelar el interés social, público o ético,
nomía privada se relaciona a un individua- o (ii) permitir la imposición estatal de reglas
lismo más marcado, traducido en el dominio o limitaciones a los contratos ya celebra-
del ‘dogma de la voluntad’ e implica la inclu- dos para preservar el interés social, público
sión al Derecho de factores que lo trascien- o ético. La segunda manera es la correcta.
den; a su esencia derivada obedece a factores Seguidamente, el artículo 1355 del Código
del realismo pero comporta un positivismo Civil es un modo de “integración contractual
profundamente, de manera, en ocasiones, imperativa”: “La integración es imperativa
28 pp. 23-30 • ISSN 2305-3259 • DICIEMBRE 2019 • Nº 78 | GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
ESPECIAL | CÓDIGO CIVIL: ANÁLISIS INTEGRAL A SUS 35 AÑOS
5 Primer párrafo del artículo 62 de la Constitución Política.- La libertad de contratar garantiza que las partes pueden
pactar válidamente según las normas vigentes al tiempo del contrato. Los términos contractuales no pueden ser
modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase. Los conflictos derivados de la relación contractual
solo se solucionan en la vía arbitral o en la judicial, según los mecanismos de protección previstos en el contrato o
contemplados en la ley.
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 78 • DICIEMBRE 2019 • ISSN 2305-3259 • pp. 23-30 29
Civil actual regula dichas categorías bajo el Obligaciones, Sección Primera: Contratos en
modelo del Código Civil italiano de 1942 General. Separata Especial del diario oficial
que a su vez importa dos modelos antitéticos El Peruano, pp. 1-10.
que son el modelo francés de las nulidades León Hilario, L. (2017). La responsabilidad civil.
absoluta y relativa del contrato, basado en el Líneas fundamentales y nuevas perspectivas,
tipo de interés protegido; y el modelo alemán 3ª ed.). Lima: Instituto Pacífico.
de la nulidad y de la anulabilidad sustentado
en las irregularidades de los elementos y de Lipari, N. (2013). Le categorie del diritto civile.
los requisitos del negocio jurídico. Un futuro Milán: Giuffrè Editore.
Código Civil debe elegir uno de los modelos Menezes Cordeiro, A. (2005). Tratado de dire-
a fin de proporcionar claridad cuando se apli- ito civil portugués. I. Parte General. Doutrina
can las causales de nulidad y de anulabilidad. Geral. Negócio Jurídico. (3ª ed., T. I). Coim-
Para ello, el futuro legislador debe decidir bra: Livraria Almedina. Coimbra. 2005.
previamente si el modelo a seguir es el nego-
Menezes Cordeiro, A. (2014). Tratado de direito
cio jurídico como en Alemania; u optar por
civil, II, Parte Geral, Negócio Jurídico. For-
un modelo del contrato como en Francia. El mação. Conteúdo e interpretação. Vícios da
modelo contractual italiano no debería imi- voluntade. Ineficácia e invalidades (4ª ed.),
tarse porque contiene una mixtura de ambos con la colaboração de A. Barreto Menezez
modelos mencionados. Cordeiro. Coimbra: Edições Almedina.
Merino Acuña, R. (2016). Justicia social y econo-
Referencias bibliográficas mía en la Teoría del Derecho. Las interseccio-
nes entre el Derecho, la economía y la polí-
Bianca, M, Patti, G. y Patti, S. (2001). Lessico di tica. Lima: Palestra Editores.
diritto civile (3ª ed.). Milán: Giuffrè Editore.
Morales Hervias, R. (2008). Una contribución a la
Cabrillac, R. (2014). Derechos fundamentales
defensa de la causa del contrato como el signo
y noción de contrato (una aproximación de
distintivo del Civil Law. Advocatus, (17), pp.
Derecho Privado). Revista Jurídica Thomson
Reuters, (58), pp. 31-38. 145-156.
Corral Talciani, H. (2013). Lecciones de respon- Rojina Villegas, R. (2010). Derecho Civil mexi-
sabilidad civil extracontractual. Segunda edi- cano (9ª ed., T. V, Vol. I), concordada con la
ción actualizada. Santiago de Chile: LegalPu- legislación vigente por Adriana Rojina García.
blishing Chile. México , D.F.: Editorial Porrúa.
Forno Flórez, H. (11 de abril de 2006). Pro- Vettori, G.(2009). Contratto e rimedi (2ª ed.),
yecto de reformas al Libro VII: Fuentes de las Padua: Cedam.
30 pp. 23-30 • ISSN 2305-3259 • DICIEMBRE 2019 • Nº 78 | GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL