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En el aula

Lógica informal y teorías


contemporáneas
de la argumentación
Eduardo H arada Olivares

C
omo parte de la revisión del plan de estu- concretamente, en qué se distinguen de la lógica
dios de la Escuela Nacional Preparatoria formal o qué diferencias existen entre ellas.
(ENP), actualmente se habla de la posi- Por ejemplo, sobre la lógica informal existen
bilidad de modificar el programa de Lógica. dos concepciones principales: la primera, lla-
La discusión se ha centrado en si debe seguirse mémosla “débil”, considera que únicamente es
impartiendo lógica formal tradicional, aristotéli- lógica formal la deductiva práctica o aplicada a los
ca o silogística (concepto, juicio y razonamiento, razonamientos expresados en el lenguaje ordinario
principalmente inferencias inmediatas y silogis- y que, por lo mismo, no es una disciplina autóno-
mo categórico) o sólo lógica formal moderna, ma; además, esta concepción se caracteriza por no
simbólica o matemática (proposicional y cuantifi- reconocer diferencia alguna entre el pensamiento
cacional), pero, sobre todo, la polémica ha girado crítico y la lógica informal. En cambio, la segunda
en torno a si deberían introducirse algunos en- concepción, llamémosla “fuerte”, sostiene que la
foques que van más allá de la lógica formal, es lógica informal es distinta a la lógica formal de-
decir, la lógica informal, el pensamiento crítico, ductiva pues aborda aspectos de los argumentos
el desarrollo de habilidades del (semánticos y pragmáticos, retó-
pensamiento y la teoría de la ar- ricos y dialécticos, contextuales
gumentación o, incluso, la filo- y situacionales) que ni son ni
sofía para niños. pueden ser analizados y evalua-
El problema con esas pro- dos adecuadamente a través de
puestas para enseñar a pensar, este último tipo de lógica.
razonar y argumentar es que no La segunda concepción se
sólo resultan poco familiares acerca a las teorías de la argu-
para la mayoría de los profeso- mentación contemporáneas las
res del Colegio de Filosofía de cuales, en buena medida, suponen
la ENP sino que inclusive entre un cuestionamiento del deducti-
quienes las conocen o creen co- vismo según el cual el modelo
nocerlas no existe un acuerdo de todos los razonamientos es
acerca de qué las caracteriza y, el deductivo, es decir, el que es

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válido debido a su “forma lógica” completamente diferentes a las


(la distribución de sus conecti- que tenían originalmente, esto
vas, cuantificadores y operado- es, las convierten en “constan-
res). Por supuesto, las teorías de tes” lógicas (como sucede con
la argumentación no se limitan la conectiva conjunción). Sin
a rechazar dicho reduccionismo embargo, el uso que Ryle hizo
sino que se abocan a la búsqueda del término “lógica informal”
de una concepción más amplia de no es el mismo que hacemos
argumento, la cual corresponda a actualmente, pues por ello en-
la manera en que se argumenta tendía, más bien, la aclaración
no sólo en la vida cotidiana sino, conceptual o el método propio
igualmente, en las áreas especia- de la actividad filosófica, sobre
lizadas del conocimiento. todo, en lo tocante a cuestiones
Para comprender las relacio- dilemáticas o en las que están in-
nes, diferencias y semejanzas exis- volucradas líneas de pensamien-
tentes entre la lógica informal, el to discordantes.
pensamiento crítico y la teoría de la argumentación Escasos años después, Chaïm Perelman, a
es necesario retroceder un poco en el tiempo. través del estudio de la justicia pero también de
Desde los años cuarenta, pero, sobre todo, a la búsqueda de una alternativa frente a las filoso-
partir de los cincuenta, dentro de la propia tra- fías absolutistas, desarrolló una concepción filo-
dición filosófica anglosajona se dio una crítica a sófica de la dialéctica y, sobre todo, de la retórica.
la concepción del lenguaje, el conocimiento, la Precisamente, en 1958 publicó, junto con Lucie
ciencia y la filosofía propia del positivismo o em- Olbrechts-Tyteca, Tratado de la argumentación.
pirismo lógico, por ejemplo, el de Rudolf Carnap, La nueva retórica. Este libro supone una crítica a
quien sostuvo que los problemas filosóficos tienen la lógica formal, tanto a la reducción de la argu-
su origen en una falta de comprensión o un inade- mentación al discurso demostrativo e, inclusive,
cuado uso de la sintaxis del lenguaje por lo cual al axiomático (que puede aspirar a la certeza y no
pueden ser resueltos o disueltos por medio del sólo a la verosimilitud), como al olvido del dis-
análisis lógico de éste; además, mantuvo que las curso retórico y dialéctico, el cual tiene como fin
verdades lógicas son, en última instancia, simples persuadir o convencer a un auditorio, ya sea par-
tautologías, es decir, no proporcionan conoci- ticular o universal. Quizá la principal aportación
miento alguno de la realidad. de Perelman y de la Escuela de Bruselas haya sido
Frente a ello Gilbert Ryle, en “Lógica formal estudiar la argumentación a partir de los distintos
y lógica informal”, último capítulo del libro tipos de auditorio y las técnicas para lograr la ad-
Dilemas (1954), trató de poner de manifiesto los hesión de éste, lo cual, obviamente, apunta muy
límites de la lógica formal: ésta supone, necesa- lejos del formalismo deductivista.
riamente, una simplificación respecto a la riqueza También en 1958 Stephen Toulmin publicó
y complejidad del lenguaje ordinario: sólo retoma otra obra seminal para la teoría de la argumenta-
algunos términos tópico-neutrales (por ejemplo, ción contemporánea: The Uses of Argument (tra-
la palabra “y”) y los pone a cumplir funciones ducido en español como Los usos de la argumen-

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tación). Este libro está escrito una concepción de la razón su-


desde la perspectiva de la filo- mamente novedosa y compleja,
sofía del lenguaje ordinario oxo- las teorías de la argumentación
niense y del segundo Wittgens- de Perelman y Toulmin tuvie-
tein, pero también supone una ron poca influencia dentro de la
orientación pragmática caracte- lógica y en general de la filosofía
rística de la filosofía de la ciencia durante las décadas de los cin-
pospositivista, principalmente, cuenta y sesenta, ya que su mayor
en lo que se refiere al cuidado repercusión en esos años se dio,
por estudio de las prácticas ar- respectivamente, en el derecho y
gumentativas efectivas o reales. la teoría de la comunicación.
Por eso, Toulmin abandonó el A finales de los años sesenta
modelo matemático que, desde y principios de los setenta en
Platón, han seguido los lógicos y Estados Unidos, Canadá y Gran
colocó en su lugar a la jurispru- Bretaña surgieron los movi-
dencia. Esto último le permitió mientos de pensamiento crítico
desarrollar un modelo argumentativo que no se y lógica informal. Por un lado, en esos países se
limita a reconocer la diferencia entre las premi- descubrió que los alumnos no sólo ingresaban a
sas y la conclusión de los razonamientos, sino que las universidades sin poseer las habilidades aca-
identifica las funciones que cumplen en los argu- démicas básicas, es decir, leer, escribir y realizar
mentos las aseveraciones controvertibles de las que operaciones aritméticas, sino que, además, pre-
se parte, los datos o los fundamentos para apoyar sentaban carencias graves en las habilidades de
éstas, las garantía para asegurar el paso de los unos razonamiento y para el pensamiento abstracto.
a las otras, el respaldo para las propias garantías, Por otro lado, los padres de familia, las empresas
las restricciones para éstas y modalización de las y los propios alumnos comenzaron a exigir que las
aseveraciones iniciales. Es decir, se trata de un escuelas proporcionaran una educación que fuera
modelo argumentativo que incluye un proponente relevante para la vida. Al mismo tiempo algunos
que busca justificar sus creencias o motivos para profesores llegaron a sentirse cada vez más insa-
actuar y un oponente que plantea dudas o formula tisfechos con los pobres resultados obtenidos por
objeciones. Por tanto, no se limita a enfrentar el medio de la enseñanza y el estudio de la lógica
problema, monológico, de cómo se sigue una pro- formal deductiva, sobre todo al manejar razona-
posición de otras, sino que aborda la cuestión, re- mientos y argumentos expresados en el lenguaje
tórica y dialéctica, de conquistar la aceptación de ordinario, como los que empleamos todos los días
los demás. Adicionalmente, reconoce la existen- para solucionar sus problemas y tomar decisiones
cia de distintos campos de argumentación (ciencia, frente a ellos.
arte, derecho, ética y negocios), cada uno con sus Sin duda, las principales figuras dentro de la
propios criterios de justificación y tipos de argu- lógica formal durante las décadas de los setenta y
mentos aceptados. ochenta fueron Douglas Walton, Anthony Blair
A pesar de su cuestionamiento a la lógica y Ralph Johnson: el primero escribió con John
formal deductiva y de que proponían, en realidad, Woods numerosas monografías sobre las fala-

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cias informales y, siguiendo a Hamblin, elaboró pensamiento. Otros autores identifican a la lógica
una nueva concepción de ellas: primero, apoyada informal con el estudio de las falacias (concebi-
en las lógicas no clásicas, luego con un enfoque das, todavía como razonamientos inválidos, que
pragmático y, finalmente, desde una perspectiva parecen válidos, por lo cual resultan persuasivos).
dialéctica. Los otros dos desarrollaron criterios Y unos más tienden a verla como una mera intro-
(diferentes de los deductivos de validez, solidez ducción a la lógica formal deductiva, esto es, una
o corrección) para juzgar a los razonamientos y lógica como “arte” o creada con fines meramente
a los argumentos: aceptabilidad, suficiencia y re- didácticos o dirigida a quienes no son especialistas
levancia (ARS); además, fueron fundadores de la en ella o, a lo mucho, ocupada de los problemas
revista Informal Logic y organizadores de los pri- que entraña la simbolización o traducción del len-
meros congresos internacionales sobre esa nueva guaje ordinario en el lenguaje de lo formal. En
disciplina (ambos realizados en la Universidad de cambio, para otros hablar de “lógica informal” ni
Windsor, Canadá). siquiera tiene sentido: por definición, la lógica es
Una figura fundamental en el surgimiento de el estudio de la forma lógica de los razonamientos,
la lógica informal fue también Monroe Beardsley, así que una “lógica informal” constituye una mera
quien en Practical logic (1956) no sólo presentó contradicción en los términos.
los diagramas de árbol con los que la mayor parte Sin embargo, desde los años setenta, algunos
de los libros de texto sobre lógica informal (como estudiosos pusieron de manifiesto que para pensar
los de Thomas, Scriven o Fogelin) analizan y re- críticamente no basta con razonar correctamen-
presentan la estructura (la reacción entre premisas te (y, mucho menos, válidamente) sino que son
y conclusión) de los razonamientos (convergentes, necesarias otras habilidades normalmente consi-
divergentes, ligados, etcétera), sino que, desde los deradas extra-lógicas: por ejemplo, la evaluación
años cincuenta, introdujo en la enseñanza de la de las fuentes de información o de la evidencia
lógica la preocupación por el lenguaje ordinario, disponible, asuntos que, desde una perspectiva es-
la necesidad de usar ejemplos tomados de escri- trechamente formalista, resultan más bien episte-
tos reales (principalmente, de los medios masivos mológicos o propios de la teoría del conocimiento.
de comunicación, como perió- Es más, otros autores empeza-
dicos y revistas), el interés por ron a señalar que no es lo mismo
la creación de argumentos y no inferir o razonar que argumentar
sólo por su análisis y evaluación pues en esta última actividad no
así como un acercamiento de la sólo se establecen relaciones de
lógica a la retórica. consecuencia entre portadores
Como ya dijimos antes, de verdad (juicios, proposicio-
algunos formalistas y deducti- nes, enunciados u oraciones)
vistas consideran que no existe tales que unos (premisas) apoyen
diferencia alguna entre la lógica la verdad de otro (conclusión)
informal y el pensamiento crítico sino, primordialmente, entre
pues, obviamente, la capacidad personas, pues con ella se busca
de razonar es uno de los compo- persuadir, convencer y llegar a
nentes esenciales de ese tipo de acuerdos, para lo cual se deben

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considerar las creencias, actitudes, valores y forma posibles y rigen las diversas etapas de la discu-
de ser del interlocutor, además de la situación en sión crítica (también se basan en el racionalismo
la que se argumenta. Por ello, cualquier diálogo crítico de Popper y Albert).
o escrito argumentativo incluye razonamientos, Sobre todo en las décadas de los ochenta y los
pero no se reduce a ellos: incluye muchos otros noventa, Van Eemeren, Walton y Johnson parti-
elementos lingüísticos y no lingüísticos. ciparon en los mismos actos académicos y contri-
Es decir, los caminos de la lógica informal buyeron en las mismas publicaciones, lo cual per-
y el pensamiento crítico comenzaron a separar- mitió la constitución de una especie de paradigma
se, aunque, de hecho, jamás estuvieron del todo “dialéctico” o “dialógico” común a la lógica infor-
unidos. Pero lo que nos interesa destacar en este mal y a la teoría de la argumentación.
trabajo es que la falta de fundamentos teóricos y Y se puede decir que también la pragmática
filosóficos claros de los que careció la lógica in- universal de Jürgen Habermas, la cual parte de
formal durante los años setenta permitió que esta la teoría de la argumentación de Toulmin y de la
nueva disciplina se abriera a perspectivas teóricas teoría de los actos de habla de Austin y Searle e
inusitadas dentro de la tradición filosófica anglo- igualmente reconoce algunas coincidencias con la
sajona. versión de lógica informal de Johnson y Blair, cons-
En efecto, hasta finales de los años setenta y tituye uno de los primeros y más ambiciosos inten-
principios de los ochenta la lógica informal “anglo- tos por elaborar una teoría de la argumentación
sajona” no pareció encontrarlos al entrar en contac- como parte de una teoría de la racionalidad, más
to con la teoría de la argumentación “continental”. concretamente de la acción comunicativa o dirigida
Franz van Eemeren y Rob Grootendorst, ini- al entendimiento. Además, como se sabe, la teoría
ciadores de la Escuela de Ámsterdam, desarrollaron habermasiana enfrenta los problemas acuciantes de
una teoría de la argumentación basada en la teoría la teoría de la sociedad y la modernidad.
de los actos de habla y las implicaturas y máximas En México la teoría de la argumentación ha
conversacionales de Grice, la dialéctica y pragmá- tenido escaso eco entre los lógicos, pues aunque
tica formales Hamblin, Lorenzen, Barth y Krabbe, algunos han pretendido ocuparse de los “argu-
pero también en las teorías de mentos”, sus escritos tienen
la argumentación de Perelman poco que ver con las teorías de la
y Toulmin. Dicha propuesta se argumentación antes menciona-
conoce como el enfoque prag- das: por principio de cuentas, ni
ma-dialéctico y hoy por hoy es la siquiera distinguen entre éstos y
teoría de la argumentación domi- los meros razonamientos.
nante en todo el mundo. Para este Dos de las excepciones son,
enfoque la argumentación es un por supuesto, los trabajos de
intercambio lingüístico entre dos Carlos Pereda y Pedro Reyga-
o más interlocutores que buscan das. El primero ha desplegado
llegar a un acuerdo o resolver una una teoría de la argumentación
diferencia de opinión, por lo cual original, aunque influida por
se vuelve fundamental reconocer Toulmin, Habermas y otros
y establecer las reglas que hacen autores antes mencionados, y

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que se funda en la idea de los ciclos argumenta- nales y del mundo actual, pues sólo así la enseñan-
les (reconstructivos, críticos y valorativos), los za de una materia como la Lógica podrá aspirar a
cuales permiten identificar, a su vez, una serie de contribuir a que los alumnos realmente piensen y
“vértigos” (vicios argumentativos). El segundo ha actúen de manera crítica, creativa y responsable.
desarrollado una teoría global y compleja de la ar-
gumentación que parte del estudio enciclopédico
de ella, una crítica a las principales teorías de la ar- Bibliohemerografía
gumentación contemporáneas y que intenta tomar
Beardsley, Monroe. Practical logic,
en cuenta todos los aspectos de la argumentación, New York: Prentice Hall, 1956.
sobre todo, los sociales y emocionales. Blair, Anthony y Ralph H. John-
son, Informal logic. The First In-
Por nuestra parte, desde hace un par de años ternacional Symposium. Califor-
algunos profesores de la ENP nos hemos propues- nia: Edgepress, 1980.
Comesaña, Juan Manuel, Lógica
to estudiar algunos textos fundamentales en la informal. Falacias y argumentos
teoría de la argumentación contemporánea pues, filosóficos, Buenos Aires: Eudeba,
2001.
aunque, desde luego, lo que nos preocupa más son Groake, L. “Informal logic” in
las aplicaciones prácticas y didácticas de dichas Stanford Encyclopedia of Philoso-
phy en http://plato.stanford.edu/
teorías, por lo expuesto en este texto creemos que entries/logic-informal/
en ellas se puede encontrar buena parte de la jus- Habermas, Jürgen, “Excurso sobre
teoría de la argumentación” en
tificación y razón de ser de la lógica informal. Es Teoría de la acción comunicativa I.
más, consideramos que tanto la una como la otra Madrid: Taurus, 1989.
New Essays in Informal Logic ; Ral-
no son sino fragmentos de una teoría de la racio- ph H. Johnson y J. Anthony Blair
(eds.). Ontario: Informal Logic,
nalidad, mejor dicho, de la razonabilidad, que
1994.
todavía está por descubrirse. Pereda, Carlos, Vértigos argumen-
tales. Una ética de la disputa.
Pero, independientemente de que lo anterior Barcelona: Anthropos- UAM-I,
sea cierto, estamos seguros de que la revisión y mo- 1994.
Perelman, Chaim y Lucie Olbre-
dificación de nuestro programa de Lógica no debe chts-Tyteca. Tratado de la ar-
reducirse a la tarea de cambiar de lugar, eliminar gumentación. La nueva retórica.
Madrid: Gredos, 1989.
e introducir algunos contenidos o temas, sino que Reygadas, Pedro. El arte de argu-
debe suponer un trabajo profundo de investigación mentar. México: UACM/Caste-
llanos Editores, 2005.
y reflexión filosóficas sobre las principales teorías Ryle, Gilbert. Dilemas. México:
del pensamiento, el razonamiento, la argumenta- UNAM, 1987.
Toulmin, Stephen. E., Los usos de la
ción y la racionalidad existentes en la actualidad, argumentación. Barcelona: Penín-
pero, principalmente, sobre el perfil del egresado o sula, 2003.
Walton, Douglas. Informal Logic.
el tipo de alumno que desea formar nuestra institu- A Handbook for Critical argumen-
ción educativa, para lo cual, obviamente, se deben tation. Nueva York: Cambridge
University Press, 1999.
considerar las exigencias de los estudios profesio-

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