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ciencias formales
MÓDULO
2
Índice
Introducción
1. La dificultad que enfrentamos.............................................................................................. 5
2. El objetivo y la estructura del libro ........................................................................................ 7
3. El enfoque que asumimos: horizonte y límites..................................................................... 8
Unidad 1. Naturaleza y características de las ciencias formales
Capítulo 1 Hacia una idea de ciencia formal y su epistemología ...................................12
1. Ciencias naturales, sociales y formales.............................................................................. 13
2. El lenguaje: topos de las ciencias formales....................................................................... 17
3. Lenguajes naturales y artificiales ........................................................................................ 23
4. La idea de lenguaje formal ................................................................................................. 27
5. El valor de los signos en los lenguajes formales ................................................................ 31
6. Los mecanismos deductivos y la idea de sistema formal ............................................... 36
7. Entre matemática y filosofía: tres problemas de un sistema formal .............................. 41
7.1 La completud............................................................................................................... 44
7.2 La consistencia ............................................................................................................ 45
7.3 La decidibilidad ........................................................................................................... 46
Unidad 2. Problemas epistemológicos específicos de una ciencia formal
Capítulo 2. Problemas selectos de los lenguajes formales. El caso de la lógica ............49
1. Lógica formal: lenguaje y pensamiento............................................................................ 50
2. El lenguaje formal de la lógica proposicional .................................................................. 56
3. Lo variable de las variables ................................................................................................. 61
4. La interpretación de las variables proposicionales .......................................................... 63
4.1 Proposiciones y lenguajes naturales ......................................................................... 64
4.2 El debate sobre los portadores de verdad .............................................................. 66
4.3 La naturaleza de las proposiciones........................................................................... 69
4.3.1 Interpretación idealista......................................................................................... 69
4.3.2 Interpretación psicologista................................................................................... 70
4.3.3 Interpretación referencialista............................................................................... 73
5. El problema de las constantes lógicas .............................................................................. 79
Capítulo 3. Problemas selectos de los mecanismos deductivos. El caso de la matemática
...............................................................................................................................................91
1. Argumentación deductiva y deducción .......................................................................... 92
1.2 Argumentación deductiva e inductiva.................................................................... 92
1.2 Deducción, inducción, validez y fuerza ................................................................... 93
1.3 Mecanismo deductivo, deducción y demostración.............................................. 94
2. La demostración como paradigma del conocimiento matemático ........................... 95
3
Introducción
Las ciencias formales parecen ajenas al común de las personas. Muchos les
tememos y son la causa de que varios de nosotros hayamos sido tratados
alguna vez como incompetentes, lentos o inútiles. En nuestra sociedad no
está permitido errar en un cálculo complejo, pero tampoco en uno simple.
El que no puede realizar una resta es tan mal visto como el que no puede
entender un argumento. Lógica y matemáticas son entonces la fuente de
graves problemas de nuestra sociedad, pero no en sí mismas, pues
difícilmente podríamos decir que hoy por hoy sabemos cuál es la
naturaleza de estas disciplinas, sino por las prácticas de marginación que
conllevan.
El panorama general que hemos descrito nos deja ver entonces dos
grandes falencias en nuestro conocimiento de las ciencias formales: no
sabemos bien cuál es su naturaleza, pues estamos demasiado
preocupados con su aplicación, y por eso tenemos una imagen
inmaculada de ellas en la que se basan prácticas de exclusión social. De
aquí se sigue que aunque en algún sentido para hacer epistemología de
7
El objetivo del libro es empezar a cubrir los dos vacíos que hemos
detectado. Para dar este modesto paso la empresa que se impone es ir
presentando de un modo muy básico e introductorio qué son las ciencias
formales con todo lo oscuras, problemáticas y polémicas que son. Lo único
que buscamos es ayudar a que cada vez nos hagamos más conscientes
de algunos problemas generales característicos de las disciplinas formales,
y de algunos otros específicos propios de la lógica y la matemática, de
modo que podamos desmitificarlas y así procurar que sean cada vez un
menor motivo de marginación.
Puesto que esta es la situación que nos interesa ayudar a disminuir, nuestro
libro tiene un enfoque abiertamente informal, aunque esto no excluye que
de vez en cuando nos sirvamos de algunos formalismos. Puesto que los
mayores inconvenientes que hemos encontrado en la comprensión de las
ciencias formales tienen como punto de referencia su desconexión del
habla ordinaria, lo que las hace incomprensibles, pero también blindadas
a cualquier crítica, la mejor estrategia que podemos asumir es examinarlas
y cuestionarlas desde lo más conocido para nosotros: el lenguaje común y
corriente de la vida cotidiana. En este sentido el enfoque del libro es
explorar, desde el lenguaje natural, las dificultades epistemológicas de las
ciencias formales entendidas como lenguajes, pero lenguajes artificiales.
UNIDAD 1
Naturaleza y características
de las ciencias formales
12
Capítulo 1
Hacia una idea de ciencia formal y su epistemología
Sin lugar a dudas las ciencias formales son poco conocidas entre nosotros.
Mucho más familiares nos resultan las ciencias naturales, como la biología
o la ecología, y las ciencias sociales como la historia. Por esa razón puede
ser útil comenzar nuestra indagación de las ciencias formales examinando
qué tanto se parecen o se diferencian de aquellas.
De aquí se sigue que tanto las ciencias humanas como las naturales se
sirven de recursos matemáticos y lógicos a la hora de formular leyes,
analizar resultados, predecir eventos futuros o explicar los eventos
presentes o pasados. Curiosamente, tanto las matemáticas como la lógica
son vistas como herramientas empleadas por la ciencia, antes que como
saberes independientes o ciencias en cuanto tales. Esta manera de
entender la matemática y la lógica supone que haya un trabajo
independiente de desarrollo de estas herramientas, que se realice al
margen de tal o cual investigación natural o social. Las ciencias naturales y
sociales o bien plantean dificultades que un tipo de personas llamadas
matemáticos o lógicos tratan de solucionar, o bien aprovechan los logros
que esas personas consiguen.
Este esquema matemático puede ser útil en los negocios cuando, por
ejemplo, tratamos de comprar un terreno cuadrado que mide dos
hectáreas de frente, pues si el terreno es cuadrado, basta con saber la
longitud de este lado para calcular su área total: 4 hectáreas. Sin
embargo, aunque hay un enorme parecido en los dos ejemplos
planteados, hay una diferencia importante. El segundo caso, el del terreno
que mide dos hectáreas de frente, es un ejemplo del mundo de los
negocios, o de alguna suerte de disciplina, como la geodesia, que calcule
la extensión de los terrenos, pero no de la matemática. El primer caso, por
su parte, sí pertenece a ésta ciencia. ¿En dónde está la diferencia?
Dejemos la pregunta en espera y antes de responder consideremos un par
de ejemplos de la lógica.
Así pues, la diferencia básica que hay entre los ejemplos que sí pertenecen
a la matemática y a la lógica y los que no, está en su carácter formal. La
ley de transitividad se usa en economía, en argumentación cotidiana y
también en física. Estas aplicaciones consisten en darle algún contenido a
esa ley abstracta y formal. Lo mismo ocurre con la fórmula mediante la
cual calculamos el área de una superficie cuadrada. Ella se puede aplicar
a medir terrenos, a contar cuántos huevos hay una cubeta y en otra
infinidad de casos, y todos ellos consisten en dar algún contenido a las
formas.
1
Aunque esta definición es circular en alguna medida, es la mejor que podemos dar por ahora. Como se verá
más adelante, la definición misma de lo que es una ciencia formal trae consigo serias dificultades y esta
discusión ya hace parte del problema epistemológico de las ciencias formales.
17
Ahora bien, aunque hemos dicho que las ciencias formales se ocupan de,
o tienen por objeto, “la forma”, y hemos caracterizado la forma como
aquello que puede llenarse de contenidos específicos en las diferentes
ciencias, tenemos la grave dificultad de determinar cómo estudian esas
ciencias su objeto, cómo logran asirlo y trabajar con él. Estrictamente
hablando, hasta que no definamos de un modo preciso la idea misma de
‘forma’ no habremos dicho nada. Para enfrentar esta dificultad vale la
pena contextualizar, aunque sea de un modo muy general, el lugar de
trabajo de las disciplinas que nos ocupan: su tópico. Al hacer esto ya
estamos de lleno en nuestro tema.
2
Estrictamente hablando no existe sólo una nueva ciencia formal. La dificultad radica en que en la medida
que no es posible ofrecer una definición precisa de lo que es una ciencia formal tampoco es posible
determinar con exactitud si una ciencia cualquiera es o no una ciencia de este estilo. Esta es una
consecuencia obligada de la dificultad indicada en la nota anterior y también se examinará con cierto detalle
más adelante.
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Hace parte de las rutinas de algunas personas ir cada noche a una tienda
cercana para comprar una bolsa de lecha y un poco de pan. En esta
situación se oye a la gente discutir con alguna frecuencia por el mismo
problema: “Señor, me vende una bolsa con leche, por favor”; y el tendero
20
Ahora bien, ¿qué pasa cuando pedimos “una bolsa de leche”? ¿Se
parece esta petición más a la de los aretes de oro, a la de la ensalada de
atún, a la de la caja de fósforos o a la de la cubeta de huevos? Podemos
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pensar en otros casos: “Déme una colombiana dos litros, por favor”, “déme
una libra de arroz”, “déme un metro de tela”.
La expresión “una bolsa de leche” está, sin lugar a dudas, más cercana a
las últimas que colocamos que a los ejemplos que examinamos
inicialmente. En este caso la expresión ‘de’ que aparece en la frase no
hace referencia ni al material, ni a los ingredientes, ni a una cantidad
numerable pero indeterminada, o incluso determinada, sino a un volumen.
Pedir un litro de colombiana, es pedir gaseosa colombiana en cantidad de
un litro. Pedir un metro de tela es pedir tela en cantidad de un metro. Así,
pedir una bolsa de leche es pedir leche en cantidad de una bolsa, pero
esta cantidad es perfectamente determinada.
material del objeto al que nos referimos. Sin embargo, hemos mostrado
que aunque esta referencia al material es correcta, no siempre debe
entenderse de la misma manera; y no es exclusiva. También hay usos de la
expresión ‘de’ cuyo significado es otro, el de cantidad, en el que también
podemos establecer importantes matices de significado.
de signos distintivos como el uso de aretes, moños y lo largo del cabello son
recursos sígnicos para establecer quiénes somos, y ni hablar del bautizo y el
uso del nombre propio.
lo permiten, y muchos lugares por los que nunca habríamos cruzado antes
ahora son parques y centros de descanso de Medellín, por ejemplo. La
ciudad se transforma tomando las necesidades reales de los ciudadanos
como gozne. Pero no solo hay transformación en el lenguaje natural,
también hay invención. Los centros de comercio y negocios son secciones
nuevas de la ciudad que, a diferencia de los barrios populares, crecen
según un plan determinado que les da su carácter uniforme. Las
necesidades humanas no son todas del mismo tipo y por eso su
satisfacción tampoco puede darse de una manera estándar.
Dicho brevemente, los lenguajes formales son como juegos en los que hay
piezas y reglas para jugar. Los símbolos primitivos son las fichas y las reglas
de formación son los principios que rigen el juego. En un juego como el
fútbol el balón y la cancha serían elementos primitivos, mientras que el
fuera de lugar y el saque lateral serían reglas de formación. De este modo,
aunque físicamente se pueden cambiar las fichas, la función debe ser la
misma, como cuando al jugar parqués utilizamos una piedrita o un fríjol
para reemplazar una ficha que hemos extraviado. La materialidad no es
esencial, la función sí. Con las reglas el asunto es muy distinto, pues no
podemos cambiarlas a voluntad, quien irrespeta las reglas o las cambia,
daña el juego, lo cambia o simplemente está por fuera del juego, como
cuando en el parqués alguien avanza seis cuadros habiendo sacado tres
en los dados.
Los dos elementos que hemos reseñado constituyen la sintaxis del lenguaje
formal, y con ella basta para que quede completamente definido. Sin
embargo, a todo lenguaje formal se le puede dar una interpretación y esta
constituye su semántica y su pragmática. De aquí se desprende que,
estrictamente hablando, los lenguajes formales no son lenguajes, pero que
pueden serlo cuando se los interpreta.
I. Símbolos primitivos:
A) ♀, ♀!, ♀!!, ♀!!!, etc. [Femenino con cualquier cantidad de signos de admiración]
B) ♂, ♂!, ♂!!, ♂!!!, etc. [Masculino con cualquier cantidad de signos de
admiración]
C) [Reloj]
D) =☺ [Igual con carita feliz]
E) = [Igual con carita triste]
F) = [Igual con carita indiferente]
Definamos ahora unas reglas para combinar estos signos. Estas reglas son
arbitrarias, no hay que olvidarlo, simplemente estamos construyendo un
ejemplo cualquiera.
es poder decidir si una fórmula dada, cualquiera que ella sea, pertenece o
no al lenguaje. En nuestro caso podemos enfrentarnos ya a tratar de
fijarnos cómo se hace esto.
Los lenguajes formales tienen una utilidad especial ya que permiten tanto
una manipulación más sencilla y económica de los asuntos estudiados
como hacerlo de una manera más precisa. Generalidad y precisión son
entonces las mayores virtudes que tienen los lenguajes formales. Aunque
parece que el manejo de los simbolismos matemáticos y lógicos dificulta
enormemente la comprensión de estas ciencias, curiosamente en ellos
reposa la fuerza teórica y la desbordante aplicabilidad de las mismas. He
aquí un reflejo de esta paradójica situación:
A pesar de esto,
Pero esto no es el caso, simplemente podemos usar este signo ‘5’, este otro
signo ‘+’ y este otro ‘=’, y con eso tenemos. “5+5=10”. El resultado es igual
para los bultos de papa, para las libras de fresa o para el número de
cabezas de ganado que tengamos en un corral. Los signos que hemos
utilizado nos facilitan la tarea de hacer las cuentas economizando el
trabajo de pensar que para cada producto de la finca debemos utilizar
una estrategia de suma diferente. “5+5=10” sintetiza cualquier operación
que se le adecue, independientemente de los contenidos que se le
asignen, así que utilizar estos signos es una estrategia muy económica, si
tenemos en cuenta que con esa fórmula podríamos calcular cualquier
transacción equivalente, por ejemplo, en una tienda con 200 productos
diferentes. Entre utilizar una sola fórmula, y 200, claramente es más
económica la primera.
Al igual que las variables, las constantes no son todas del mismo tipo ni
funcionan de la misma manera. Una constante puede ser una cifra, un
operador e incluso un signo auxiliar como un paréntesis. Sin embargo,
nuestro interés no es entrar en todas estas especificidades, sino señalar la
diferencia que hay entre constantes y variables, e indicar que en ese par
de conceptos se pueden cifrar dos características esenciales de las
ciencias formales: su precisión y generalidad.
Sin embargo, una ciencia formal no muestra su potencia real por el simple
hecho de definir con exactitud sus constantes y sus variables, y por
formalizar difíciles problemas de las ciencias particulares como la
economía o la física. En realidad la fuerza de las ciencias formales está en
la manera como aprovechan su potencial simbólico para fortalecer lo que
en principio son conjeturas.
Hoy en día las ciencias formales son las ciencias de los sistemas formales.
Esto no ha sido siempre así, y no podemos esperar que esto pueda tomarse
como una definición ya que ciencias no formales, como la lingüística,
también utilizan sistemas formales. La idea de sistema formal se debe a
Gottlob Frege y desde entonces refinar y desarrollar esta noción ha sido el
trabajo de muchos lógicos y matemáticos. Uno de los más importantes
desarrollos de esta idea es haber diferenciado los sistemas de deducción
natural y los sistemas axiomáticos. Veamos brevemente en qué consiste
cada uno de ellos.
I. Símbolos primitivos:
A) ♀, ♀!, ♀!!, ♀!!!, etc. [Femenino con cualquier cantidad de signos de admiración]
B) ♂, ♂!, ♂!!, ♂!!!, etc. [Masculino con cualquier cantidad de signos de
admiración]
C) [Reloj]
D) =☺ [Igual con carita feliz]
E) = [Igual con carita triste]
F) = [Igual con carita indiferente]
♂!♀!! RT6 ♂!= Si Camilo está con Liliana, lamentará luego estar
solo
Como conclusión de lo dicho también vale la pena señalar que los signos
de femenino ♀ y masculino ♂ cambiaron su dominio de variabilidad en la
interpretación, primero significaban cualquier señorita o muchacho de la
provincia y luego representaron señoritas y muchachos concretos, siendo
ellos las variables del sistema. Por su parte, el signo del reloj permaneció
con un significado idéntico cuando las variables cambiaron su dominio:
“pasar el tiempo con”, de modo que él es una de las constantes del
sistema.
Por supuesto, así como en estos casos hemos elegido pocos tipos de
símbolos primitivos y hemos construido pocas reglas de formación y
transformación, así mismo los resultados no son de gran envergadura. Sin
embargo, sistemas formales más complejos permiten comprender y
representar simbólicamente fenómenos también más complejos.
7.1 La completud
7.2 La consistencia
En realidad este problema es casi trivial dado el infinito número de fbfs que
pueden derivarse de un sistema formal. Si es cierto que podemos construir
infinitos teoremas, puesto que es imposible construirlos todos, entonces lo
mejor que podemos hacer es abandonar este problema. Sin embargo,
habría al menos una manera de encontrar el camino.
7.3 La decidibilidad
Unidad 2
Problemas epistemológicos específicos
de una ciencia formal
49
Capítulo 2
Problemas selectos de los lenguajes formales.
El caso de la lógica
Hemos definido las ciencias formales como las ciencias de los sistemas
formales. A su vez hemos caracterizado este tipo de sistemas como un
conjunto de tres elementos: (1) unos símbolos primitivos que constituyen su
vocabulario, (2) un conjunto de reglas de formación que constituyen su
sintaxis, y (3) un mecanismo deductivo. Vocabulario y reglas de formación
conforman lo que se conoce como un lenguaje formal. De aquí se sigue
que, como dijimos, un sistema formal sea la sumatoria de un lenguaje
formal y un mecanismo deductivo.
Por esta razón estudiaremos los problemas de los lenguajes formales en los
sistemas formales de lógica, y en particular en un sistema lógico sencillo y
conocido: la lógica proposicional3.
3
No podemos realizar aquí una presentación completa de la lógica proposicional. Esa tarea corresponde al
curso de lógica. Sin embargo el lector interesado o que desee repasar o introducirse en la lógica proposicional
puede consultar la sencilla presentación de Copi et al. 2002. Una buena presentación de este mismo tema, ya
desde una perspectiva de los sistemas formales que aquí estamos considerando es la de Falguera, J. et al.
(1999).
50
Una de las razones por las cuales no logramos ver la dimensión lenguájica
de la lógica es nuestra incontenible tendencia a simplificar el mundo en
que vivimos. Como vimos desde el capítulo 1, para orientar nuestra mirada
al lenguaje debemos realizar un arduo trabajo ya que el lenguaje mismo
nos engaña lanzándonos a la caza de quimeras, para utilizar la feliz
expresión de Wittgenstein.
4
Seguimos en esta presentación el argumento de Frege, Gottlob, (1998), “El pensamiento. Una investigación
lógica”, en Ensayos de semántica y filosofía de la lógica, trad. Luis Manuel Valdés, Tecnos, Madrid, pp. 196-
225.
52
Por último, al comparar la cuarta casilla de arriba con las de abajo, hay
que considerar ese tipo de objetos que sean públicos pero intangibles. Es
aquí donde Frege descubre un nivel intermedio de realidad que no es
interna ni externa sino que es a la vez intangible y pública: se trata de la
realidad social y en ella su elemento constituyente fundamental: el
lenguaje.
Dicho esto, Ahora tenemos que precisar qué sería un argumento, ya que si
no es el resultado de una operación mental no resulta fácil saber qué otra
cosa pueda ser. Por supuesto no se trata de desterrar los componentes
mentales de la lógica, pues “la práctica inferencial, tal como la
identificamos paradigmáticamente, parece suponer, además de ciertas
condiciones histórico-sociales, algún lenguaje natural y, desde luego, algún
proceso psíquico” (Moretti et al., 2004. p.11).
“Puesto que los hombres son buenos o malos, en el fondo nadie es malo,
entonces todos somos buenos”.
55
Presentaciones útiles y completas de estos temas son, por ejemplo, la de Carlos Alcohurrón, Gladys Palau
y Lorenzo Peña.
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Los símbolos auxiliares que emplearemos son los más comunes de todos:
paréntesis, corchetes y llaves: (, ), [, ], {, }.
Símbolos primitivos:
Variables proposicionales:
p, q, r…
Símbolos auxiliares:
Paréntesis: ( )
Corchetes: [ ]
Llaves: {}
Ahora tenemos que definir las reglas de formación que nos permitan
determinar cuando una secuencia de signos es una fbf del sistema. Ellas
son:
6
Empleamos el signo =def para indicar que se está estableciendo la igualdad entre dos signos mediante
definición.
59
Argumento 1:
Si todos los perros son animales, y todos los animales son mortales, entonces
los perros son mortales.
Argumento 2:
Si los hombres son buenos o malos; puesto que los hombres no son malos,
entonces los hombres son buenos.
Las constantes son: si, entonces, e y; que debemos reemplazar por sus
respectivos símbolos: →, e ∧.
( p ∧ q) → r
[( p ∨ q ) ∧ ¬q ] → p
Como se ve, esta tarea es muy sencilla. Se trata simplemente de cambiar
proposiciones del español por unos signos, y las conectivas en español
también por sus respectivos símbolos. Aunque esto es cierto, cuando se lo
mira detenidamente encierra importantes dificultades que hacen
desaparecer la impecable imagen de primera mano. Hasta el momento
hemos hablado desprevenidamente de las proposiciones y de las
conectivas, y hemos dicho que unas y otras se pueden reemplazar por
sencillos símbolos. Pero ¿qué es en realidad lo que simbolizamos? O, dicho
con mayor generalidad, ¿qué relaciones hay entre este lenguaje
proposicional y nuestro lenguaje natural? Esta pregunta no puede
responderse uniformemente. Es preciso explorar con algún detenimiento
qué pueden significar los elementos de nuestro lenguaje formal: las
variables y las constantes, es decir, las variables proposicionales y los
conectivos lógicos. Veamos pues lo problemático de unas y otros.
61
7
Sin duda otro gran problema relacionado con este es el de cuándo una simbolización es adecuada o más
precisa, o incluso si acaso existe una simbolización correcta por oposición a simbolizaciones incorrectas.
Wittgenstein es uno de los filósofos que más se preocupó de estos asuntos en su Tractatus Logico-
Philosophicus. Nosotros no entraremos en este problema por razones de extensión y porque sólo estamos
considerando el caso de la lógica proposicional.
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Hasta ahora nos hemos referido a las conclusiones y a las premisas como
afirmaciones. Este modo de hablar resulta ligeramente confuso, pues,
estrictamente hablando, tanto las premisas como las conclusiones son
proposiciones. Las premisas son las proposiciones que se utilizan para
fundamentar conclusiones, en tanto que éstas son las proposiciones que se
fundamentan con base en las premisas. Ser premisa o ser conclusión es
una función que cumplen las proposiciones.
Las dos primeras afirmaciones son las premisas del argumento, y la tercera
su conclusión. Esto quiere decir que las tres son proposiciones. Es
interesante notar que una misma proposición puede cumplir a veces el
papel de premisa y a veces el papel de conclusión. Por ejemplo, la
proposición “las arepas que venden en la esquina son de maíz” cumplía el
papel de premisa en el ejemplo anterior. Pero veamos el siguiente
argumento:
Ahora bien, si una proposición puede ser tanto premisa como conclusión
esto quiere decir que no es una buena estrategia definir lo que es una
proposición en términos de premisas o conclusiones. Es preciso buscar y
tratar de determinar qué es lo que hace que una proposición sea una
proposición.
Los ejemplos anteriores ilustran que una misma oración puede utilizarse de
distintas maneras. Cada uno de estos distintos usos de la oración es un
enunciado. Si esto es así, podemos destacar algunos rasgos adicionales de
unas y otros.
Resulta casi evidente, pero no por ello claro, que las oraciones pertenecen
a idiomas concretos. “Andrés es filósofo” o “Las arepas de maíz son
nutritivas” son oraciones del español, están bien construidas
gramaticalmente, pero sólo en el español; ni en el ruso ni en el hebreo
cuentan como oraciones.
Cuando dijimos más arriba que una proposición era un enunciado que
podía ser verdadero o falso, señalamos que esta definición tiene dos
problemas básicos. El primero de ellos es la paradójica conclusión a la que
acabamos de llegar. El segundo es el nexo que se establece entre
proposición y valor de verdad.
8
Un partidario de esta tesis es Alexius von Meinong.
70
Si decimos “¡huy, qué frío!”, ciertamente afirmamos que está haciendo frío,
y está es una proposición: “hace frío”. Pero cuando decimos que hace frío,
¡realmente estamos pensando en que hace frío!, eso es lo que queremos
decir, ese es el significado de nuestra afirmación. Lo mismo ocurre con
innumerables frases corrientes, como “ahí viene el bus”, “me tengo que ir”,
“no quiero seguir hablando” o “se nos hace tarde”. En todos estos casos es
sencillo y claro decir que el significado es lo que tenemos en mente, lo que
estamos pensando o lo que queremos decir.
Prueba de ello es que podemos traducir todas estas oraciones a una forma
corriente que conjuga verbos psicológicos y proposiciones que Russell
llamó actitudes proposicionales. Veamos.
9
Una versión clásica de esta tesis es la de San Agustín en su famoso diálogo Del Maestro.
72
ellas se puede ver con claridad que las proposiciones son los contenidos
de ciertos estados mentales, generalmente de creencias y deseos.
En este caso la respuesta parece más fácil de dar que en el caso del
idealismo. Yo conozco mis contenidos mentales de un modo muy claro, lo
sé cuando reviso en mi interior. Esta respuesta se conoce como la doctrina
del acceso privilegiado a lo mental, y el método por el cual accedemos a
estos contenidos mentales se conoce como introspección.
Estas objeciones, entre otras, nos hacen sospechar del psicologismo como
una buena explicación de la naturaleza de las proposiciones. Su falta de
criterios de identidad y la pérdida de la dimensión pública del significado
no nos permiten aceptarlo. Algunos de estos inconvenientes, sin embargo,
parecen fácilmente solucionables si sacamos los significados de la cabeza,
si abandonamos el internalismo, y adoptamos un externalismo. Esta
tentativa se conoce como la teoría de la referencia.
Una de las ventajas del idealismo es que permite comprender por qué
varias personas pueden compartir significados, por qué varios podemos
“decir lo mismo” en un mismo idioma o en varios idiomas distintos. El
problema era que nos comprometía con una ontología exuberante y una
epistemología un poco metafísica. Por el lado del psicologismo teníamos la
desventaja de que además de conservar la ontología extravagante
asumíamos una especie de encierro psicológico con el cual perdíamos la
10
Versiones de esta teoría se encuentran en “La filosofía del atomismo lógico” de Bertrand Russell, o el
Tractatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein.
74
Así las cosas, parece que la teoría de la referencia se hace todavía más
plausible. Sólo resta una dificultad ya planteada: ¿cómo justificamos que
un hecho es posible y otro imposible? Supongamos que alguien inventa
una historia parecida a la de la conversión de un ateo en creyente, pero
con cuadrados y círculos. En su relato, en lugar de hablar de un hombre
que se vuelve piadoso, habla de un cuadrado que se va volviendo círculo
y lo llaman el cuadrado redondo. ¿Cómo hacemos para establecer la
diferencia entre el hombre converso, que es una criatura posible, y el
cuadrado redondo que es una entidad imposible?
76
Esto quiere decir que aunque los tres ejemplos tienen una apariencia muy
semejante y algunas características comunes, en realidad son bastante
77
Como se ve, todas las proposiciones del ejemplo fallan, pero por razones
muy diferentes. Y lo mismo sucede con el caso del cuadrado redondo.
Aunque podemos construir frases como “el cuadrado redondo es
hermoso”, o “el marciano de mi amigo es amable”, no por ello tenemos
que aceptar que tales objetos existan. No por decir que son falsas
aceptamos que sean posibles, eso es precisamente lo que excluimos con
el cuantificador existencial y con la cláusula de identidad.
Un caso corriente del uso del lenguaje en la vida cotidiana es que nos
refiramos al mismo hecho en distintos sentidos. Por ejemplo, cuando
decimos que García Márquez es el autor de 100 años de soledad y que
García Márquez nació en Aracataca nos referimos al mismo individuo pero
decimos cosas diferentes de él. Este tipo de enunciados, llamados
enunciados de identidad, nos colocan ante una situación paradójica,
pues resulta que si García Márquez realmente es el autor de 100 años de
soledad, entonces esa frase no dice nada en absoluto, pues si
reemplazamos ‘el autor de 100 años de soledad’ por ‘García Márquez’,
resulta el enunciado García Márquez es García Márquez, que es
absolutamente vacío.
12
Una presentación de los problemas formales que plantean los conectivos lógicos se encuentra en Haack,
Susan, (1991). Filosofía de las lógicas, Madrid, Cátedra, 48ss.
81
A decir verdad, el ansia de precisión formal hace que muchas veces los
lógicos definan de un modo extremadamente arbitrario sus constantes y
que los sistemas formales de lógica terminen bastante desconectados de
la argumentación cotidiana. La idea es tan simple como que la riqueza del
lenguaje natural es un obstáculo para la precisión lógica. Nuestro lenguaje
de todos los días está lleno de vaguedades e imprecisiones que hacen
parte de su amplitud funcional. El lógico, que está concentrado en el uso
argumentativo del lenguaje cuidando de la validez, debe hacer a un lado
los elementos ajenos a ella. Lo que quede al realizar esta depuración es lo
que se formaliza como una constante lógica.
Como alguna vez señaló Aristóteles, esta puede ser la mayor dificultad de
la lógica. Aprender a moverse entre la generalidad del principio y la
singularidad del caso. No sabe lógica quien estando en el principio no
logra ir al caso, ni quien estando en el caso no logra ir al principio.
1. María sabe inglés y también sabe francés: por lo tanto será admitida.
2. María sabe inglés, pero no sabe francés: será admitida.
3. María no sabe inglés pero sí sabe francés: será admitida.
4. María no sabe inglés y tampoco sabe francés: no será admitida.
Ahora indiquemos con las letras V y F los cuatro casos en que las
proposiciones p y q son verdaderas o falsas, respectivamente. Nuestras
cuatro posibilidades son:
p q p∨q
83
1 V V V
2 F V V
3 V F V
4 F F F
El caso 2: es verdad que q. María sólo sabe francés, pero como debe saber
inglés o francés, una de las dos, entonces es aceptada; es verdad que p ∨
q.
El caso 3: es verdad que p. María sólo sabe inglés, pero como debe saber
inglés o francés, una de las dos, entonces es aceptada; es verdad que p ∨
q.
La pregunta que aparece es ¿con qué criterio construimos las reglas? Esta
es la mayor dificultad con que nos encontramos en la conformación del
lenguaje formal, pues la respuesta o bien nos conduce a la máxima
arbitrariedad: construimos las reglas caprichosamente; o nos coloca de
frente al problema de la definición semántica de lo sintáctico que ya
vimos13. Para terminar reseñaremos brevemente algunas dificultades
propias de la definición de cada uno de los conectivos del lenguaje lógico
que hemos presentado.
p ¬p
1 V F
13
Una presentación de los problemas propios de la definición exclusivamente sintáctica de las constantes y de
su posible arbitrariedad se encuentra en Haack, 1991, pp. 50ss.
85
2 F V
2. La virtud es triangular=p
3. La virtud no es triangular=¬p
p q p∨q
1 V V V
2 F V V
3 V F V
4 F F F
p q p∧q
1 V V V
2 F V F
3 V F F
4 F F F
87
Esto quiere decir que una proposición como “La secretaria debe saber
inglés y francés” sólo se satisface cuando las dos proposiciones
elementales que la componen son verdaderas y en ningún otro caso. No
sirve que la secretaria sepa uno de los dos idiomas o que no sepa ninguno.
p q p→q
1 V V V
2 F V V
3 V F F
4 F F V
88
Los dos casos restantes no carecen de interés. Antes bien, son una de las
mayores fuentes de problemas. Los casos 2 y 4 son aquellos en los que el
antecedente es falso. Al igual que en los dos primeros, también aquí
encontramos dos posibles combinaciones: que el antecedente sea falso y
que el consecuente sea verdadero o que el antecedente sea falso y el
consecuente también. Lo curioso de estas posibilidades es que ambas
están permitidas lógicamente. Cuando tenemos un antecedente falso es
admitido que obtengamos conclusiones verdaderas o conclusiones falsas.
Este resultado no ha sido visto con buenos ojos por todos los lógicos y se
conocen como las paradojas de la implicación material, como suele
89
14
Un caso de especial interés es la lógica de la conversación desarrollada por Paul Grice, que ha propuesto
incluso ampliar nuestro vocabulario lógico de modo que demos cabida al término ‘implicatura’, y no sólo al de
implicación, con el fin de captar fenómenos propios de la conversación cotidiana. Cf. Grice 2004.
90
Capítulo 3
Problemas selectos de los mecanismos deductivos. El
caso de la matemática
En este ejemplo, hay una afirmación que se quiere justificar: “todos somos
buenos”; pero además hay dos afirmaciones que se realizan para justificar
la primera: “la gente es buena o mala” y “nadie es malo”. Este tipo de
argumento tiene una característica muy especial: si las afirmaciones que
se dan como justificación son verdaderas, es imposible que lo justificado
sea falso. Un argumento que tiene esta característica es un argumento
deductivo. Un argumento deductivo es entonces aquel en el que si sus
premisas son verdaderas, entonces la conclusión obligatoriamente lo es.
Como dijimos más arriba, no todos los argumentos son del mismo tipo, y por
eso no podemos afirmar que todos los argumentos son deductivos.
Veamos el siguiente ejemplo. Una señorita después de haber tenido un
fracaso sentimental, afirma que “todos los hombres son iguales”. Su amiga
le dice que es un poco apresurado decir que “todos los hombres son
iguales”, cuando apenas se conoce uno. Seguramente después de haber
tenido bastantes fracasos amorosos la señorita podrá afirmar que “todos
15
Buenas introducciones a las distintas tipologías argumentales son las de Toulmin o Plantin.
93
Este ejemplo deja ver con claridad que una enumeración da casos no
puede conducir a afirmaciones concluyentes u obligatoriamente
verdaderas. Este tipo de argumento a lo sumo puede llevarnos a afirmar
que probablemente el próximo caso será igual, pero no que
obligatoriamente lo será. Este es lo que se conoce como un argumento
inductivo.
Entre las culturas antiguas los egipcios constituyen una de las primeras en el
uso de signos para representar cantidades, ya que elaboraron un sistema
numerado en el que tenían un signo para representar cada unidad. Los
árabes también tuvieron una gran influencia en el desarrollo de los sistemas
matemáticos, las reglas para la solución de raíces y el algebra. Otras
culturas destacadas en este campo fueron los fenicios, los griegos y los
hebreos que empleaban signos como las letras del alfabeto; no obstante,
las figuras más representativas de la matemática en la antigüedad son
Pitágoras y su escuela: los pitagóricos. Parte de la importancia de esta
escuela radica en que fueron los creadores de la aritmética tal como hoy
la conocemos, pues desarrollaron un conjunto de operaciones y relaciones
entre números como las progresiones aritméticas, las proporciones y la
suma de los cuadrados. Filosóficamente hablando, su contribución más
97
importante a las matemáticas consistió en pensar que ella era una ciencia
y que los números eran la esencia del mundo.
16
Cf. La idea de sistema axiomático expuesta en el capítulo 1.
98
Figura 1
99
Figura 2
Figura 3
Figura 4
Los ángulos CAD y CBD son iguales porque son partes correspondientes de
triángulos iguales. Como ya sabemos que el segmento AC es igual al
segmentos BC, entonces si construimos dos triángulos con el punto medio
del segmento AB llamado X entonces sabemos que los triángulos ACX y
CBX son iguales en dos lados y el ángulo comprendido entre esos lados,
por lo que los dos triángulos son iguales de lo cual se sigue que el
segmento AX es igual a BX, entonces queda demostrado que la recta
quedó dividida exactamente por la mitad, o en dos segmentos iguales.
Figura 5
El acontecimiento decisivo fue que a finales del siglo XIX aparecieron las
geometrías no-euclidianas, un conjunto de teorías internamente
coherentes pero mutuamente excluyentes: la ciencia del espacio tenía
más de un espacio. Todo aquel que se preguntaba filosóficamente por
este suceso llegaba a la conclusión de que la razón humana era
altamente productiva lo que a su vez llevaba a cuestionar la teoría
kantiana del conocimiento17.
17
Hay que notar que la crisis del modelo kantiano no se debió solo a la aparición de las geometrías no-
euclidianas sino también porque sus otros dos pilares, la lógica de Aristóteles y la mecánica de Newton,
también estaban en crisis, aquella por la aparición de la nueva lógica, y esta por la insuficiencia para predecir
eventos celestes, por ejemplo el problema de los tres cuerpos.
104
Desde finales del siglo XIX las cosas cambiaron. La pregunta por los
fundamentos se hizo inaplazable, como hemos mostrado, y, con ella, el
método demostrativo será ampliamente cuestionado.
Para Boole las letras x, y, z, eran conjuntos o clases. Por ejemplo, el conjunto
de las personas de pelo negro se representaba mediante la x y el conjunto
de los hombres se representa con la letra y, por tanto, para representar los
hombres de pelo negro sólo había que colocar xy. Ahora bien, si se quería
representar los hombres de pelo negro mayores de 30 años bastaba con
representar el conjunto de las personas mayores de 30 años con la letra z y
agregarla a xy, por lo tanto, los hombres de pelo negro mayores de 30
años seria xyz. Para representar los hombres tienen pelo negro o son
mayores de 30 años se agregaba un signo ‘+’ el resultado era x+y. Todo lo
anterior significa que por medio de letras se pueden simbolizar las
cualidades de los individuos y si nuestros individuos son los números
podemos representar cualidades tales como la propiedad conmutativa,
por ejemplo, 2+3=5 es igual a 3+2=5 en el lenguaje de Boole x+y=y+x. Esta
línea de investigación obtuvo un desarrollo posterior a la muerte del
matemático con personajes como De Morgan, Jevons, Schröder y Pierce.
18
106
A finales del siglo XIX y principios del XX el logicismo encuentra sus más
grandes exponentes: Frege, Russell y Whitehead, que discuten sobre todo
con aquella idea kantiana de que la intuición juega un papel fundamental
en matemática. Por ello podemos sostener que el trabajo de estos lógicos
se centraba en proporcionar un fundamento definitivo a la matemática en
términos de la lógica formal escapando o rechazando cualquier expresión
psicológica como la intuición.
Esto no quiere decir que el logicismo fuera una idea nueva, ya Leibniz
había expresado algún tipo de logicismo al postular la diferencia entre
verdades de razón y verdades de hecho. Para él juzgamos como falso
aquello que encierra una contradicción y como verdadero lo que se
opone a lo falso; en este sentido los conceptos de la matemática y las
demostraciones matemáticas están subordinadas al principio de no
contradicción. Russell señala al respecto:
Esto quiere decir que el proyecto logicista debía cumplir con una
exigencia, a saber, la lógica debía expresar en un lenguaje unificado los
conceptos más abstractos y complejos de la matemática, consistía en
definir y justificar del modo más preciso posible nociones tales como la de
naturaleza del número, del infinito, del espacio, del tiempo y el
movimiento, y la misma inferencia matemática, la demostración, para
proporcionar una definición general de matemática. Al respecto Russell
sostiene:
suma 1+1=2 se expresa en lógica del siguiente modo “Si x es uno y y es uno
y x difiere de y, entonces x y y son dos” (Russell, 1977, p. 30).
Para Russell este era uno de los más grandes descubrimientos del siglo XX:
Sin embargo, fiel a su espíritu de filósofo, Russell no sólo expone a Frege sino
que reseña las fuertes críticas que Kerry le había hecho, según las cuales
“una teoría lógica de la aritmética es imposible” (Russell, 1977, p. 590).
Russell argumenta que las críticas de Kerry se basan muchas veces en
malas comprensiones de los conceptos o de las tesis de Frege. Sin
embargo, él mismo, en el capítulo X de su obra había indicado una
paradoja que se desprendía de los postulados fregeanos: la paradoja de
Russell.
Los intuicionistas más radicales creen que los hombres nacen con una
intuición original, la sucesión de objetos por adiciones sucesivas, el
matemático holandés Luitzen Egbertus Jan Brouwer (1881-1966), graduado
en la Universidad de Ámsterdam fue quien más desarrolló este proyecto.
Sus trabajos se ocuparon de la topología y es conocido por formular el
teorema que lleva su apellido. Funda el intuicionismo matemático, como
respuesta al formalismo matemático de su época. Sus ideas principales
fueron expuestas en el libro Prueba del teorema de Jordan para N
dimensiones de 1912.
existencia de unos valores sobre una clase infinita sin un método que lo
demuestre en un número finito de pasos; el ejemplo clásico consiste en que
la afirmación ‘la sucesión 1 2 3 4 5 6 7 8 9 se representa en algún sitio de la
representación decimal de π= 3.1415926’ no es ni verdadera, ni falsa
porque no tenemos ningún método para demostrar y admitir de inmediato
por qué tiene que ser verdadera o falsa.
El teorema dice:
La demostración es la siguiente:
Como cada uno de los ángulos CAB y CAE es recto entonces la línea recta
CA, en el punto A de ella y las dos rectas AB y AE no yacentes del mismo
lado de CA forman ángulos contiguos iguales a los ángulos rectos de CAB
117
y CAE; por lo tanto AB está en línea recta con AE. Por esta misma razón CN
se encuentra en línea recta con AQ.
Por otra parte el ángulo NCB es igual al ángulo DCA pues cada uno es un
ángulo recto. Si a cada uno de estos ángulos le sumamos el ángulo
formado por CAB, los ángulos NCA y DCB serán también iguales. Como CN
es igual CB y DC a CA los dos lados CA y CN son respectivamente iguales a
los lados DC y CB, y el ángulo ACN es igual al ángulo DCB; así pues, la base
AN es igual a la base DB, y el triángulo ACN es igual al triángulo DCB.
Para demostrar que el sistema era consistente había que probar que no
hay dos proposiciones una de las cuales es negación de la otra. Sin
embargo, lo anterior tenía una exigencia, se suponía que el sistema era
completo, es decir, está completamente delimitado y por tanto es
susceptible de ser examinado.
Esta condición no recibió luz hasta el trabajo de Kurt Gödel. Sin embargo,
aunque fue él quien logró probar por primera vez la completud del sistema
aritmético de Hilbert, también mostró la imposibilidad del proyecto
formalista. Terminaremos esta sección entonces repasando brevemente
algunas de las conclusiones de Gödel, pues con ellas ya la idea de plena
seguridad de los mecanismos deductivos propia del formalismo cae a
tierra definitivamente. Gödel mostró las limitaciones internas de los
formalismos, para emplear la feliz expresión de Ladriere.
En el primer capítulo, esta referencia nos había servido para indicar tres
problemas básicos que puede tener un sistema formal: completud,
consistencia y decidibilidad. Ahora nos plantea la dificultad real que Hilbert
veía. Aunque la mayoría de los matemáticos apoyaban el programa de
Hilbert, el problema de demostrar que el sistema axiomático de la
aritmética era completo y consistente aún estaba sin resolver.
Con este segundo teorema Gödel muestra que una teoría aritmética
axiomatizada no puede probar ella misma con sus propios recursos que es
consistente. El procedimiento es el siguiente.
125
Con base en ello, Gödel simplemente saca las conclusiones del caso. Si σ
fuera verdad, entonces tendríamos que inferir ϕ, si aplicamos el principio
de que al afirmar el antecedente afirmamos el consecuente. Pero el primer
teorema había mostrado que en el sistema estudiado es imposible derivar
126
Apéndice
Aunque con esto nuestra tarea estaría concluida, no queremos terminar sin
cuestionar nuestros propios criterios. ¿Acaso todo es oscuro y lo único claro
es que las ciencias formales son las ciencias de los sistemas formales? No.
En realidad, aunque esta definición ha sido operativamente valiosa,
tampoco está exenta de dificultades. Así pues, en este apéndice
problematizaremos la definición de ciencia formal establecida hasta ahora
y presentaremos algunas alternativas. Como resultado de ello se apreciará
que esto nos obliga a aceptar la existencia de un conjunto amplio de
nuevas ciencias formales además de la matemática y la lógica. Por eso
terminaremos examinando brevemente el caso de una de ellas: la ciencia
de la computación.
128
Apéndice A
Un problema en la demarcación de las ciencias
formales
De un modo muy general hemos definido las ciencias formales como las
ciencias de los sistemas formales. Esta definición clásica no es
unánimemente aceptada, como dijimos, e incluso no puede tomarse
estrictamente como una definición puesto que termina incluyendo
demasiado, es decir, incluyendo ciencias no formales19. Sin embargo, no
tenemos un mejor modo de definir lo que es una ciencia formal. Podríamos
afirmar entonces que la primera tarea epistemológica para las ciencias
formales es tratar de definirse a sí mismas. Esta tarea se hace cada vez más
difícil porque hoy en día contamos con una diversidad de nuevos campos
de investigación y desarrollo que, sin ser exactamente matemáticos, tienen
una dimensión formal basta y honda y que, en la medida en que reclaman
un estatuto de cientificidad, y lo merecen, no pueden catalogarse de otro
modo que como nuevas ciencias formales.
19
Una exposición de esta definición y una precisión de en qué sentido puede aceptarse se puede consultar en
Ducase 1941, Philosophy as a Science, capítulo 9. www.
129
20
En esta presentación nos ha sido de gran utilidad el texto de James Franklin, “The formal Sciences Discover
the Philosophers Stone”. www.maths.unsw.edu.au/∼jim.
130
Lo que hace tan difícil pensar una alternativa viable a las necesidades que
el aumento de información produce es el modo como lo estamos
pensando. Si pensamos la información como un montón de escritos o de
papel impreso, o incluso almacenada en disquetes, la que tenemos
actualmente ya casi no cabe en la tierra, no hay donde guardarla, no hay
cómo organizarla ni forma alguna para acceder a toda ella. Es preciso
entonces pensar una manera diferente de manejar la información.
Más interesante resulta por ahora pensar que los computadores se utilizan
para muy diversas actividades en campos específicos de la vida humana,
y entonces los exabytes de información que se producen suelen estar
vinculados a intereses concretos. Si los sistemas formales entendidos en
sentido amplio son una herramienta útil para enfrentar estos casos,
entonces lo más consecuente es que se estén desarrollando precisamente
al interior de actividades específicas. Como señalamos, uno de los campos
más fructíferos al respecto ha sido la investigación de operaciones. Aquí
están algunos ejemplos.
Quizá uno de los ejemplos más notables de esas tareas que suponen la
investigación de operaciones es el diseño de una red de semáforos para
una ciudad. En este caso deben cuidarse las duraciones de cada una de
las luces del semáforo en orden al volumen de tráfico por hora, al tipo de
vehículos que transitan por las diferentes vías, los sectores donde están
ubicados los semáforos y las frecuencias de los semáforos más próximos. El
descuido de cualquiera de estas variables acarreará serios problemas de
movilidad en una ciudad.
Todas estas nuevas ciencias formales, al igual que las dos clásicas, lógica y
matemática, también han nacido y encontrado sus campos de desarrollo
y aplicación en las necesidades humanas. Ciertamente este florecimiento
de los saberes formales en el mundo contemporáneo se debe a la manera
135
Las ciencias formales no son sus aplicaciones sino los estudios que se
realizan desde una dimensión teórica de los problemas. Una cosa es
programar computadores para analizar y establecer patrones en archivos
digitales de video, y otra diferente estudiar cómo convertir información
analógica, como la de las imágenes, en información digital, como la que
manejan los computadores. De la misma manera, una cuestión es el diseño
de un robot para explorar tuberías que sirva para detectar escapes de
agua en lugares de difícil acceso para los seres humanos, y otra diferente
es el estudio de los algoritmos que, al ser implementados en un robot,
hacen que este pueda reconocer rutas difíciles y moverse ágilmente por
ellas. Una cosa, insistimos, son las ciencias formales y otra su aplicación a
problemas concretos.
2.1 Computación
21
Para profundizar en estos temas Cf. Palau 2002; Peña 1993 y Alchourrón 1995.
22
Presentaciones detallas de estos asuntos en Floridi 2004. También la página web de este autor ofrece
valiosos recursos para continuar con estos estudios. Confóntese la bibliografía de páginas web al final de este
libro.
137
En este ejemplo los recursos son fáciles de conseguir, puesto que nuestra
tarea es sencilla e involucra un número finito y pequeño de pasos a seguir
para encontrar la respuesta. Pero si pensamos en el contexto que hemos
colocado, la tarea es cómo computar potencialmente infinitos datos.
Ahora la cuestión no se ve tan fácil. ¿Cuánto tiempo, cuántas hojas de
papel y cuántos lápices necesitas para calcular infinitos pasos? La
respuesta es evidente: infinitos recursos. Pero ¿dónde podemos conseguir
infinitos recursos? En ninguna parte, por eso la definición de las tareas de
cómputo es tan importante, porque en ella está la cave de la
economización de los recursos.
2.2 Complejidad
2.3 Sistema
Un sistema es cualquier suceso que pueda ser descrito por los siguientes
rasgos específicos: entradas (inputs), estados, procesos y salidas (outputs).
En este sentido prácticamente cualquier objeto o evento puede ser un
sistema; desde una roca erosionándose a lo largo de miles de años, hasta
el complejo de redes neuronales del cerebro humano, pasando por el
sistema solar.
Esta manera de definir los sistemas dinámicos nos hacen pensar que tanto
los fenómenos del mundo social como los del mundo natural pueden
comprenderse como sistemas dinámicos. Tanto a nivel microscópico como
140
2.4 Información
Datos primarios: son aquellos datos de interés directo para el usuario y que,
por eso mismo, reciben una posición de privilegio en las bases de datos.
Metadatos: son aquellos datos que se refieren a datos primarios. Son esa
información que nos dice dónde se encuentran los datos primarios, cómo
acceder a ellos y cómo trabajar sobre ellos.
Datos operacionales: son los datos del sistema mismo y su uso. Pueden ser
las operaciones del sistema y su desempeño.
Datos derivados: son los datos que se pueden extraer del conjunto de los
tres anteriores y que se usan para establecer patrones, o evidencia
inferencial para análisis comparativos y cuantitativos posteriores.
Glosario
Bibliografía
Recamán, B. (2002). Los números. Una historia para contar, Bogotá: Taurus.
151
5. Textos clásicos
Dedekind, R. (1998). ¿Qué son y para qué sirven los números? (José Ferreirós
trad.). Madrid: Alianza.
6. Antologías
7. Textos de referencia
Kaplan, R. (2004). Una historia natural del cero, (Centro de traducciones del
centro cubano del libro trad.), México: Océano.
Kyeldsen, T. et al. (Eds.). (2004). New trends in the History and Philosophy of
Mathematics. Portland: University Press of Southern Denmark.
157
Piet, J. et al. (2000). Encyclopaedia of ethics and logic (10 vols.), Nueva
Delhi: Cosmo Publications. [Especialmente volúmenes 6-10].
8. Recursos en línea
http://ciencia.astroseti.org/matematicas/lista.php
Historia de los personajes de este libro y temas afines
http://es.wikipedia.org/wiki/David_Hilbert
Información completa sobre Hilbert
http://personales.ya.com/casanchi/matematica.htm
Artículos diversos sobre temas fines
http://www.cimm.ucr.ac.cr/aruiz/Libros/Matematica%20y%20Filosofia/
Estudio amplio sobre los temas de la matemática y la filosofía
http://hss.fullerton.edu/philosophy/TNAWS/
http://gandalf.aksis.uib.no/wab/
http://www.helsinki.fi/~tuschano/lw/links/
Páginas sobre Wittgenstein
www.wolfson.ox.ac.uk/floridi/
Página de Luciano Floridi. Incluye numerosos enlaces e información
actualizada de interés
http://www.abelard.org/turpap2/tp2-ie.asp
159
http://consc.net/chalmers/
Página de David Chalmers. Incluye abundantes artículos para descargar
de especialistas sobre inteligencia artificial, vida artificial, ciencia cognitiva
y filosofía de la mente en general.
http://pespmc1.vub.ac.be/:/ASC/IndexASC.html
Diccionario de cibernética y sistemas (En ingles)
http://wombat.doc.ic.ac.uk/foldoc/
Diccionario de computación FOLDOP (En ingles)
http://lgxserver.uniba.it/lei/foldop/
Diccionario de filosofía FOLDOP (En ingles)
http://liinwww.ira.uka.de/bibliography/index.html
Compendio de bibliografía sobre ciencias de la computación (En inglés)
http://plato.stanford.edu/
Diccionario Web de filosofía (En inglés)
http://club.telepolis.com/ohcop/iadex.html
Glosario enciclopédico sobre temas relacionados
8.4 Organizaciones
http://www.apa.udel.edu/apa/governance/committees/computers/
Comite de la American Psychological Association (APA) para la filosofía y
la computación (En inglés)
http://iacap.org/index.htm
IACAP – Asociación internacional para la computación y la filosofía (En
inglés)
http://web.comlab.ox.ac.uk/oucl/research/areas/ieg/
IEG – Grupo de investigación sobre ética de la información de la
universidad de Oxford (En inglés)
160
http://icie.zkm.de/
ICIE – Centro internacional para la ética de la información (En inglés)
http://www.spt.org/
SPT – Sociedad para la filosofía y la tecnología (En inglés)